EL LIDERAZGO SEGÚN TOLKIEN El señor de los Anillos, lecciones de liderazgo y poder Autor: Luis Del Prado 1 ABSTRACT La Comunidad del Anillo que se forma en el Concilio de Elrond es una metáfora acerca del potencial y de los obstáculos que enfrenta un equipo cuando –como suele ser el caso- prevalecen, entre sus miembros, la diversidad, las historias mutuas de peleas y recelos, y las ambiciones y tentaciones personales. Tolkien ilustra cómo funcionan los prejuicios y lo difícil que resulta alcanzar la complementariedad y la sinergia. El poder del Anillo, o el poder –a secas-, atrae a todos. Gandalf, Aragorn, Sam y Bilbo se deslumbran cuando el Anillo está frente a ellos, y esas debilidades, a pesar de sus fortalezas remarcables, nos muestran la tremenda dificultad de la tarea de quien detenta o es tentado por el poder. Aquellos que se encuentran con el Anillo se ven expuestos a la poderosa tentación de ejercer poder sobre los demás. El Anillo también es sinónimo de debilidad, ya que todos los que caen en su tentación, se vuelven esclavos de él. El autor utiliza los personajes del Señor de los Anillos para expresar su posición acerca de cómo debería actuar una persona cuando está en una situación de poder, teniendo en cuenta que, hasta en el corazón más puro acechan la oscuridad y la debilidad. Tolkien sugiere que la primera forma de evitar la corrupción del poder es el dominio personal que nos permite seguir siendo nosotros mismos. Defiende el concepto de libre albedrío en los procesos de toma de decisiones individuales y nos dice que, cuando nos enfrentamos a la tentación, todos tenemos la posibilidad de elegir. En la medida que cada uno acepte su lugar en la vida y permanezca fiel a sí mismo siempre va a estar presente la posibilidad de resistir. La capacidad de resistencia proviene directamente del dominio personal, de la conciencia de los propios valores, fortalezas y debilidades. Pero, el mensaje más profundo de El Señor de los Anillos consiste en la exhortación a no dejarse doblegar por la aparente invulnerabilidad del Mal. Autor: Luis Del Prado 2 El Señor de los Anillos Lecciones de liderazgo y poder “Un buen narrador de historias completa la obra de Dios” J.R.R. Tolkien 1. John Ronald RuelenTolkien John Ronald RuelenTolkien (1892-1973) es un autor británico, conocido mundialmente por sus obras de literatura i fantástica “El Hobbit” y la trilogía “El ii iii iv Señor de los Anillos” , . Si bien Tolkien nació en Sudáfrica, vivió en Inglaterra desde los tres años. Allí desarrolló su pasión por las diferentes lenguas y comenzó a crear su propio lenguaje. Se graduó con honores en Lengua y Literatura Inglesa en la Universidad de Oxford y tuvo que servir como soldado en la Primera Guerra Mundial. Ha comentado en varias oportunidades que comenzó a crear una mitología y un mundo imaginario como un mecanismo para proteger su salud mental en las trincheras. Tras la guerra, se dedicó a enseñar en la Universidad de Oxford y a escribir sus obras. Con su obra, Tolkien recupera las aventuras épicas desarrolladas en entornos de carácter fantástico, en los que extrañas criaturas mitológicas conviven con seres humanos y otras razas de características peculiares. Toda su narrativa se desarrolla en un universo imaginario creado por el mismo, y al que le dio el nombre de “Tierra Media”. Este universo es un claro exponente de una pluma increíblemente fértil y creativa y sorprende por su riqueza en detalles, su Autor: Luis Del Prado magnitud y su realismo, en donde nada queda librado al azar. Sin embargo, no se trata de un simple entretenimiento de gran elaboración, sino de una hermosa historia que, una vez terminada, deja una profunda huella en sus lectores. Se trata de un mundo en el que el constante enfrentamiento entre el Bien y el Mal es librado en cruentas batallas y en el que tanto guerreros como hechiceros luchan con todo su valor y experiencia por desequilibrar la balanza para uno de los dos lados. En la obra de Tolkien se percibe claramente una carga moral. Bajo el relato fluido de las batallas o la detallada descripción de los más recónditos y bellos parajes de la Tierra Media, se pueden visualizar claras posturas morales. El Señor de los Anillos se ha convertido en una obra de culto para miles de personas e incluso objeto de estudio de algunas de las más famosas universidades del mundo. 2. La influencia de Platón Una de las principales influencias de Tolkien es el diálogo conocido como “La República”, la más conocida e influyente obra de Platón y el compendio de las v ideas que conforman su filosofía . En este diálogo, Platón se refiere a la moralidad a través de uno de los interrogantes fundamentales: ¿por qué ser moral? Los participantes del diálogo son: Sócrates apoyando la vida moral y Glaucon junto con Adimantus, cumpliendo el rol de abogados del diablo y apoyando la vida inmoral. El gran problema que enfrenta Sócrates es que la vida inmoral parecería rendir más beneficios que la vida moral. A primera vista, la inmoralidad conduce a la riqueza, al poder y a la fama, mientras que la vida moral lleva al desamparo, la pobreza y el abuso. Como consecuencia de esto, Sócrates se ve en problemas para defender su posición contra el argumento convincente de Glaucón. Este cuenta la historia de Giges, un pastor que era muy tranquilo y cordial, hasta que un día encontró un cuerpo sin vida sobre un caballo. El cadáver tenía un anillo de oro muy valioso y el pastor decidió quedarse con él. 3 Lo que no sabía Giges es que ese era un anillo mágico, que volvía invisible a quien lo usara. Esto cambió por completo el comportamiento del pastor, quien comenzó a comportarse de manera muy diferente. Mató al Rey para quedarse con el trono y casarse con su mujer y cometió innumerable cantidad de delitos. Glaucón hace referencia a este mito, para concluir que incluso un hombre bueno cometerá eventualmente actos inmorales en la medida que crea que no será castigado por dichos actos. Glaucón afirma que el ideal de moralidad es un balance entre el poder ilimitado y el desamparo absoluto, pero fracasa al no poder producir nada “bueno”. La respuesta de Glaucón a la pregunta “¿por qué ser moral?” es que la vida moral es el camino elegido por los débiles. En este punto del diálogo, interviene Platón en apoyo de Sócrates y de la vida moral. Su argumento es que la vida inmoral, si bien genera una serie de recompensas en el corto plazo, conduce irremediablemente a la corrupción del alma. Dicha corrupción se manifiesta a través de señales inequívocas, tales como la angustia y la soledad. Es inevitable en este punto, recordar la maravillosa escena que Shakespeare nos regala al final de su obra vi “Ricardo III” La noche anterior a una batalla decisiva para su futuro, Ricardo III es visitado en sueños por los fantasmas de todas las personas que asesinó. Ahora es plena medianoche. Gotas frías de miedo se asientan en mi carne temblorosa. ¿A quién temo? ¿A mí mismo? Si no hay nadie más… Los siete pecados cometidos en algún grado, al tribunal acuden y me acusan: ¡Culpable, eres culpable! ¡Debo desesperar! No hay quien me ame y, si muero, no hay alma que de mí se apiade. ¿Por qué habían de apiadarse…si yo mismo no encuentro en mí, piedad para mí vii mismo? Este es el resultado final de la historia de Ricardo: cuando está solo, luego de haber matado a todos los enemigos que se opusieron entre él y sus objetivos, se encuentra con la persona más peligrosa del reino: él mismo. En el momento de su Autor: Luis Del Prado última batalla, Ricardo está completamente solo. Finalmente, Platón sostiene que la vida moral conduce a la paz interior y a la salvación del alma, y esta es una razón decisiva para que un hombre elija este modo de vida, incluso sacrificando la posibilidad de obtener recompensas y placeres inmediatos. 3. Las grandes cuestiones en El Señor de los Anillos 3.1. La diversidad La Comunidad del Anillo que se forma en el Concilio de Elrond es una metáfora acerca del potencial y de los obstáculos que enfrenta un equipo cuando sus miembros tienen estilos personales distintos. La Comunidad queda constituida por: • Gandalf, un mago: los magos son espíritus poderosos, cuyo aspecto exterior es el de un hombre anciano con larga barba blanca y capa. Gandalf cumple el rol de mentor de Frodo a lo largo de su misión y es el líder de la Comunidad. • Legolas, un elfo: La raza de los elfos es la más hermosa y la más sabia de todas. Son inmortales y no envejecen. Tienen un aspecto similar a los hombres, pero son más fuertes física y espiritualmente. No se debilitan con la edad, solo se convierten en más sabios y más hermosos. Los rostros élficos emanan luz y el sonido de sus voces es variado y sutil. • Gimli, un enano: Los enanos son mineros y artesanos del metal y de la piedra. Son tenaces, indómitos y persistentes en el esfuerzo y en el trabajo. Son valientes en el combate y su voluntad y orgullo son indoblegables. Históricamente han sido enemigos de los elfos. • Boromir y Aragorn, dos humanos: Ambos son nobles guerreros. La corona de Gondor está vacante hasta que aparezca algún heredero legítimo. Mientras tanto, el poder es ejercido por un Guardián o Senescal, cuyo hijo mayor y heredero es Boromir. Por su parte, Aragorn es descendiente de Isildur y posee el derecho de convertirse en Rey de Gondor. La tensión entre ambos es evidente, hasta que finalmente Boromir reconoce el derecho de Aragorn. • Frodo, Sam, Merry y Pippin, cuatro 4 hobbits: De tamaño intermedio entre los hombres y los enanos, los hobbits excavan cuevas para vivir en ellas. Su aspecto es algo rollizo, con pelo rizado y grandes pies que suelen llevar descalzos. Son un pueblo conservador y sin pretensiones, cuyos excesos se limitan a vestir de colores vivos, y tomar seis comidas diarias. Su temperamento es pacífico y su única excentricidad es fumar tabaco para pipa. Las demás razas los consideran de nula importancia y, por su parte, los hobbits no tenían ninguna ambición de riqueza o de poder. El primer hobbit que se hizo famoso fue Bilbo Bolsón, quien se embarcó en una serie de aventuras, relatadas por Tolkien en “El Hobbit”. En medio de ese viaje, Bilbo halla el Anillo y lo conserva muchos años. A través de la diversidad de razas, con sus historias mutuas de peleas y recelos, Tolkien intenta mostrar cómo funcionan los prejuicios y qué importantes son las dificultades para lograr sinergia entre seres con capacidades diferentes y complementarias. En este caso, a medida que la historia avanza, también se van modificando las motivaciones fundamentales de cada uno: Gandalf está comprometido a derrotar a Sauron para asegurar el triunfo del Bien, Aragorn quiere conseguir la corona de Gondor, que le corresponde por derecho y también salvar a su amada Arwen. Arwen pertenece a la raza de los elfos. Enamorada de Aragorn, renuncia a la inmortalidad y elige vivir una vida mortal junto a él. La principal motivación de Gimli es vengar la matanza de sus compatriotas. Por su parte, Legolas representa a los elfos y tiene la misión de salvar a su pueblo. Boromir participa de la Comunidad por orden de su padre, el Senescal de Gondor y su motivación obvia es proteger a su pueblo. Merry y Pippin, los hobbits amigos de Frodo comienzan su participación con el afán de acompañar a Frodo y vivir una aventura diferente. A medida que los acontecimientos se van sucediendo, se comprometen con los objetivos de la Comunidad de manera mucho más profunda. La razón de ser de Sam es proteger a su señor y amigo Frodo, mientras que éste, una vez que acepta el rol que le toca jugar, se compromete con el mismo a tal punto Autor: Luis Del Prado que el cumplimiento de la misión termina impactando en su vida de una manera determinante. La diversidad de personalidades y de motivaciones no impide que la Comunidad funcione de manera integrada a pesar de las vicisitudes y de las pérdidas que tiene que enfrentar. La clave de la cuestión pasa por el respeto que todos le tienen a Elrond, el elfo que convoca al Concilio, en el cual expone la misión del equipo con toda claridad. Esto permite que cada miembro de la Comunidad (con la única excepción de Boromir) subordine sus objetivos y motivaciones individuales al logro del fin común. 3.2. La corrupción del poder La tentación del Anillo es la fuerza motivadora que yace detrás de cada acción en El Señor de los Anillos. Cada personaje de la historia que entra en contacto con el Anillo, se enfrenta a una decisión: aceptarlo, rechazarlo o permanecer indiferente. Tolkien usa los personajes del Señor de los Anillos para expresar su posición acerca de cómo debería actuar una persona cuando está en una situación de poder. Al inicio de la trilogía, Isildur derrota a los ejércitos de Sauron y se dirige al Monte del Destino para destruir el Anillo. En el últmo momento, se arrepiente y decide quedárselo para él. El Monte del Destino representa la oscuridad y la debilidad que existen hasta en el corazón más puro. Boromir, uno de los miembros de la Comunidad del Anillo representa la idea de Glaucón de un hombre moral. Su caída se produce cuando percibe al Anillo como un arma para derrotar a Sauron. Podría afirmarse que es una representación del mito de Giges, ya que si uno elimina a sus enemigos, también elimina la posibilidad de recibir algún castigo. El lado positivo de este personaje es que muere defendiendo a los hobbits, lo cual es significativo ya que muestra que el libre albedrío puede imponerse a la voluntad del Anillo. Por otro lado, la criatura Gollum ilustra la idea de Platón acerca de lo que le pasa a un hombre cuando deja que su alma se corrompa. 5 Gollum era originalmente un buen hobbit llamado Smeagol. Esta identidad anterior representa el lado bueno de Gollum, la parte de él que ama y quiere ayudar a su “dueño” Frodo. Sin embargo, Smeagol era un ser débil. Durante una excursión de pesca, su amigo encuentra el Anillo en el río. La visión del Anillo despierta en Smeagol un deseo tan irrefrenable que termina matando a su amigo para quedarse con el objeto de su deseo. Gollum es el lado oscuro de Smeagol, un ser obsesionado por el Anillo y dispuesto a matar nuevamente para recuperarlo. Gollum y Smeagol pelean permanentemente y hasta discuten como si fueran dos seres diferentes. En general, el lado oscuro es el que prevalece. Su deseo por el Anillo le causa una profunda angustia y un deterioro físico irreversible. Gollum sirve como un claro ejemplo de cómo el deseo por el poder puede convertir a alguien básicamente decente en un ser corrupto y detestable. La presencia de Gollum al lado de Frodo en la última parte del viaje es una manera de enfatizar la pureza y la fortaleza del hobbit. La patética existencia de Gollum es un recordatorio permanente de lo que podría llegar a ocurrirle a Frodo. Pero Frodo y Gollum son dos seres muy diferentes. La opción de Gollum es entre el Anillo (su “preciosura”) y Frodo (su “dueño”). En otras palabras, debe elegir entre dos opciones de mucho valor. Cualquiera sea su elección, Gollum permanecerá inferior y en una actitud servil. Debido a la culpa que siente por haber asesinado a su amigo, Gollum nunca se liberará de su deseo por el Anillo. Frodo, quien se hizo del Anillo en diferentes circunstancias, no tiene que soportar esa lucha interior. Sin embargo, Gollum no es pura maldad como Sauron. Podría afirmarse que Gollum es esencialmente servil y este rasgo une sus dos facetas y le permite actuar como guía de Frodo. Un buen portador del Anillo debería poseer características opuestas a la servilidad, tales como fortaleza de carácter y voluntad, rasgos que Frodo posee en abundancia. A diferencia del resto de los personajes del Señor de los Anillos, que están claramente identificados con el Bien o con el Mal, la Autor: Luis Del Prado criatura Gollum está constantemente luchando entre los dos. Galadriel, la Dama de los Elfos, es la representación de un ser con una moral muy sólida. Frodo, en su inocencia, le ofrece el Anillo a Galadriel, quien se ve fuertemente tentada. Finalmente rechaza el Anillo para “permanecer siendo ella misma”. A través de Galadriel, Tolkien nos enseña la primera manera de evitar la corrupción del poder: el dominio personal que nos permite seguir siendo nosotros mismos. Después de rechazar el Anillo, Galadriel le regala a Frodo una estrella para que “ilumine sus horas más oscuras”. Ese regalo es un símbolo de su victoria sobre la obsesión. A pesar que el Anillo finalmente se destruye en el Monte del Destino, Frodo no se desprende voluntariamente de él. La destrucción no es un acto deliberado, sino más bien una casualidad. En el último momento, Frodo se ve sobrepasado por el poder del Anillo y decide quedárselo para sí. La pelea con Gollum genera que el Anillo caiga al fuego. De alguna manera, podría decirse que Frodo falló en su misión. De cualquier manera, no había nadie en la Tierra Media mejor equipado que él para llevar el Anillo. Quizás la lucha final nos sugiere que hubiera sido imposible lograr el objetivo sin la ayuda de la suerte. Frodo es un héroe, pero de muchas maneras, la Comunidad es tan responsable como él de la victoria. El poder del Anillo tienta a todos, sin importar que sean buenos y puros. Gandalf, Aragorn, Sam y Bilbo se deslumbran cuando el Anillo está frente a ellos y esas debilidades, a pesar de sus fortalezas remarcables, nos muestran la tremenda dificultad de la tarea de Frodo. Frodo le ofrece el Anillo a Gandalf, quien lo rechaza diciendo: “¡No me tientes!. No me atrevo a tomarlo. Ni siquiera para guardarlo. Usaría este Anillo con el deseo de hacer el bien. Pero a través de mí, ejercería un poder enorme y viii terrible.” Frodo atraviesa todas las vicisitudes con calma y compostura. Solo cuando regresa a la Comarca y no puede reajustar su vida, se revela el daño que le produjo el viaje. 3.3. La lealtad de Sam 6 En el inicio, Sam le promete a Gandalf que va a acompañar a Frodo en cualquier circunstancia. La firmeza que demuestra Sam para cumplir esa promesa lo convierte en alguien invalorable para Frodo a medida que el viaje avanza. Cuando la Comunidad se dispersa, todos entienden que Frodo debe continuar solo, salvo Sam. Los dos amigos son profundamente interdependientes. Sam será el protector de Frodo, pero Frodo le salva la vida en el río, cuando Sam decide seguirlo aún sin saber nadar. Si bien la tarea de Frodo es solitaria, Sam siempre está detrás suyo, proveyéndole todo el soporte que puede. Sam tiene que tener un corazón tan puro como el de Frodo para poder sostenerlo de la manera en que lo hace y, al mismo tiempo, sin desear el Anillo para sí. Sam muestra que su relación con Frodo es distinta de todas las demás. En realidad, con sus acciones y sus palabras muestra que la Comunidad no se disolvió, sino que se transformó de un grupo de nueve miembros a otro de dos. Sam considera a Frodo casi de la misma manera que Frodo considera al Anillo, como algo a ser protegido y guiado hacia un destino final. La dedicación de Sam lo convierte en uno de los miembros más importantes de la Comunidad. Sam demuestra que es indispensable para Frodo, ya que en la mayor parte del viaje ambos están aislados del resto de la Comunidad, sin saber qué contingencias están enfrentando. Aunque el resto de los miembros de la Comunidad hacen posible la continuidad del viaje, Sam consigue que Frodo pueda seguir adelante. Sam toma la responsabilidad de acompañar a Frodo muy seriamente y no lo abandona, aún en circunstancias muy peligrosas. Cuando cerca del final del viaje, Frodo desfallece y le resulta imposible continuar, Sam carga literalmente a su amigo hasta el Monte del Destino. En un momento del viaje, Sam le dice a Frodo: “Es como en las grandes historias, Sr. Frodo, aquellas que son realmente importantes, plenas de oscuridad y peligros. Esas son las historias que Autor: Luis Del Prado permanecen, las que realmente tienen significado aunque uno sea demasiado pequeño para entenderlo. Estoy convencido Sr. Frodo que hay cosas buenas en este mundo y vale la pena ix luchar por ellas” Las palabras de Sam son inspiradoras y son un reflejo de su creciente sabiduría. Sam también está atravesando por un viaje difícil. Sam ha dejado de hablar como un joven despreocupado y ha pasado a hacerlo con la madurez que le otorgó la experiencia. Sam es leal y puro, y esa pureza lo ayuda a resistir la tentación del poder del Anillo. Sam tiene incontables oportunidades de apoderarse del Anillo, pero solo lo toma cuando cree que Frodo está muerto. Sam le devuelve el Anillo a Frodo casi sin hesitar, un acto de desprendimiento que sugiere que si Frodo hubiera muerto, Sam habría tenido la fortaleza como para concluir la misión de destruir el Anillo. El viaje de Sam y Frodo está impregnado por la nostalgia de su hogar en la Comarca, aunque sea Sam el que menciona el tema con más frecuencia. Durante el viaje, Frodo está enfocado en llegar al Monte del Destino, mientras que el foco de Sam está puesto en el viaje de regreso a casa. La Comarca sugiere la inocencia que los hobbits dejaron atrás con el primer paso de su viaje. También representa un estilo de vida simple, feliz, despreocupado y alejado de los peligros de la guerra que aquejan al resto de la Tierra Media. En los recuerdos de Sam y Frodo, la Comarca es una especie de Edén, en el cual la vida era perfecta y podría volver a serlo si consiguieran retornar. La esperanza del retorno los anima y les da fuerzas en los momentos más oscuros. Sin embargo, el paraíso de la Comarca no es más que una ilusión. La inocencia y la ignorancia de la que disfrutaban Sam y Frodo desaparecieron para siempre. Han visto y vivido demasiado y se han convertido en adultos con muchos recuerdos dolorosos. A diferencia de las versiones fílmicas de Jackson, en las novelas la guerra llega a la Comarca a pesar de la destrucción del Anillo. Sam encabeza una rebelión contra Saruman, que se había apoderado de la Comarca. Frodo apenas participa, debido a que ha quedado exhausto de su viaje a 7 Mordor. Sam logra triunfar mostrando coraje y heroísmo y se convierte en Alcalde de la Comarca. Aunque Sam se adapta a su nueva situación en la Comarca, Frodo no logra recuperar el sentido del equilibrio y debe continuar con el viaje. En las películas, la fortaleza de Frodo a veces parece sobrenatural. Pero Sam es bien terrenal y esa diferencia se ve claramente al final de la historia: mientras Frodo se debate para reacomodar su vida en la Comarca, Sam se establece muy rápidamente, conquista al amor de su vida y forma una familia. El viaje a Mordor dotó a Sam de una gran madurez y confianza en sí mismo. 3.4. La transformación de Frodo Frodo Bolsón es criado por su tío Bilbo, quien desaparece durante la celebración de su último cumpleaños, dejándole como herencia todas sus pertenencias, incluido el Anillo, que guardaba en un lugar secreto. La responsabilidad que Frodo hereda con el Anillo, lo llevará a un viaje en el cual tendrá que librar una batalla contra los poderes maléficos de Sauron. Aunque la Comunidad es un factor decisivo en el éxito de la misión de Frodo, no puede acompañar a Frodo durante la mayor parte del viaje, ni tampoco ayudarlo en el acto final. La Comunidad cumple un rol de unidad de apoyo para Frodo, tratando de mantener alejados a los enemigos y de mantener la paz en la Tierra Media, en la medida de lo posible. Todos los miembros de la Comunidad están comprometidos con el éxito de la misión de Frodo, pero sus roles se ven limitados por la naturaleza de la tarea a ser emprendida. El viaje tiene características tan peculiares que solo dos pequeños hobbits pueden llevarlo a cabo con éxito. La naturaleza misma del Anillo le pone límites a la Comunidad. El Anillo es una pesada carga para quien lo porta e, irremediablemente, conduce a su portador a un profundo aislamiento. Gollum fue una víctima del Anillo y su pacífica vida de hobbit, finalizó en el mismo momento que cayó en la tentación. Autor: Luis Del Prado Se escondió en una cueva y vivió una larga, penosa y solitaria vida. El Anillo también aisló a Frodo, aunque estuviera acompañado por Sam. Mientras toda la Comunidad enfrenta tremendos peligros, solo Frodo tiene visiones de Mordor y Sauron. El hecho de ser incapaz de compartir ese tormento con los demás es la base de su aislamiento. Galadriel le dice a Frodo: “Eres el portador del Anillo. Poseer un Anillo de poder es estar solo. Esta tarea te fue encomendada. Si tú no encuentras el x camino, nadie podrá hacerlo” Aunque Sam se resiste a abandonar a Frodo, permanece ciego frente al tormento interior de su amigo. Incluso después de destruir el Anillo, Frodo permanece aislado, ya que no puede acomodar su vida en la Comarca y tiene que dejar atrás a su vida anterior. La dimensión épica de la misión de Frodo está dada por la magnitud del enemigo que tiene enfrente. Frodo está dotado con una serie de rasgos, alguno de los cuales se van manifestando a lo largo de su proceso de transformación. Frodo demuestra ser valiente, altruista, sabio y observador. La manera de pelear con la voluntad de Sauron de recuperar el Anillo es rehusándose a usarlo, ni siquiera para hacer el bien. En las pocas oportunidades en que Frodo se vio obligado a usar el Anillo, sus capacidades de percepción se magnificaron. Al mismo tiempo, cuando Frodo usaba el Anillo quedaba expuesto a la mirada de Sauron. El héroe de la historia (Frodo) y el villano (Sauron) no pelean con espadas u otras armas. Su batalla es una lucha de voluntades y de elecciones: Sauron trata de corromperlo con el Anillo y Frodo trata de resistir. El desafío más importante que debe enfrentar Frodo es el de llevar consigo el Anillo, evitando caer en la tentación. Esa resistencia constituye el viaje interior de Frodo, a través del cual su corazón puro se ve constantemente amenazado por la atracción oscura del poder. El viaje de los hobbits de la paz de su comarca hacia un mundo enorme y desconocido, sugiere la transición de la niñez a la madurez. La Comarca era una especie de Edén, poblado por adultos que eran tan inocentes como los niños. El viaje a Mordor representa una búsqueda 8 espiritual en la que Frodo debe embarcarse. Ese viaje traslada a Frodo a su Mordor interior, el núcleo oscuro de su alma, en el cual incluso su corazón puro no es capaz de resistir la tentación del Anillo. Las numerosas demoras en el viaje representan las tribulaciones que Frodo debe enfrentar en su confrontación con su Mordor interno. Los hobbits finalmente llegan a Mordor y Frodo conoce el lado oscuro de su interior. Esa visión es aterradora y deja a Frodo marcado para siempre. Las experiencias del viaje llevaron a Frodo más allá del punto de no retorno, y aunque los recuerdos de la Comarca lo iluminaron y le dieron fuerzas en los momentos más oscuros, nunca pudo volver plenamente. En la escena final, Frodo emprende un nuevo viaje con los elfos, un gesto final que sugiere que, aunque Frodo no murió durante el viaje, tuvo que pagar el enorme precio que significa no volver a recuperar su vieja y querida vida en la Comarca. 4. Comentarios finales La gran tentación en El Señor de los Anillos es el poder. No es casualidad que, en el momento de su creación, los seres humanos reciban más anillos que las otras razas, ya que son seres obsesionados con el poder. El Anillo es el núcleo de la trilogía. Creado por el malvado Sauron, es en primer lugar un reflejo del poder de su creador. Aquellos que se encuentran con el Anillo se ven expuestos a la poderosa tentación de ejercer poder sobre los demás. El Anillo también es sinónimo de debilidad, ya que todos los que caen en su tentación, se vuelven esclavos de él. El Destino está presente en toda la trilogía. En el Concilio de Elrond, queda claro que solo el Destino podría haber puesto en manos de un hobbit tímido, semejante desafío. El Destino es impredecible y desconocido. La relación entre el destino y la voluntad es interesante en el caso de Frodo, porque este desarrolla la sabiduría y la fuerza de voluntad para poder sobrevivir, solo a partir de que se convence que está predestinado para llevar a cabo esa misión. A pesar de la constante presencia del Autor: Luis Del Prado destino y de las profecías, Tolkien defiende el concepto de libre albedrío en los procesos de toma de decisiones individuales. Esto se pone de manifiesto, por ejemplo, en las situaciones en las que Frodo toma la decisión consciente de remover el Anillo de su dedo. Durante el Concilio, Gandalf advierte que el Anillo no puede simplemente tirarse al mar, porque seguramente será encontrado nuevamente. En vez de dejar el Anillo librado a su destino, Gandalf sostiene que la Comunidad debe hacerse responsable de la eliminación del peligro que representa. Si bien cada miembro de la Comunidad tiene motivaciones individuales diferentes, la fuerza de la misión deja a esas motivaciones subordinadas al objetivo grupal. Tolkien nos dice a través de su obra que cuando nos enfrentamos a la tentación, todos tenemos la posibilidad de elegir. En la medida que cada uno acepte su lugar en la vida y permanezca fiel a sí mismo siempre va a estar presente la posibilidad de resistir. La capacidad de resistencia proviene directamente del dominio personal, de la conciencia de las propias fortalezas y debilidades. Tolkien concuerda con Platón en que las personas deberían optar por una vida moral, mostrándonos el sufrimiento de los personajes inmorales y la paz que logran los personajes moralmente buenos. Toda la Tierra Media es el tablero de ajedrez en el que juegan el Bien y el Mal, pero cada pieza de ese tablero, y cada casilla están fundamentalmente hechos de buena o mala voluntad, no son simplemente instrumentos de éstos. El resultado del combate no es dudoso, sino en apariencia. El resultado final está previamente decidido: el Bien es más fuerte y tiene que alzarse con la victoria. Lo que ocurre es que es menos activo que el Mal. El arma poderosa del Mal es hacer dudar al Bien de su fuerza, mermar su coraje con el tentador espectro de la posibilidad de la derrota. El espectáculo del Mal hace dudar al Bien hasta hacerle olvidar de su vocación necesariamente victoriosa: su condición triunfal especula con la posibilidad insólita de caer. 9 Las cualidades positivas que posee el Mal (la astucia política y la sabiduría de Sauron y la lealtad de sus súbditos) terminan actuando contra el Mal, precisamente por ser ellas mismas positivas. i Tolkien, J.R.R. “TheHobbit” (1978). George Allen &Unwin Ltd. London, UK. ii Tolkien, J.R.R. “El Señor de los Anillos. La comunidad del Anillo” (1974). Editorial Minotauro. Buenos Aires, Argentina. iii Tolkien, J.R.R. “El Señor de los Anillos. Las dos torres” (1974). Editorial Minotauro. Buenos Aires, Argentina. iv Tolkien, J.R.R. “El Señor de los Anillos. El retorno del Rey” (1974). Editorial Minotauro. Buenos Aires, Argentina. v Platón Diálogos. Obra completa en 9 volúmenes. Volumen IV: República. (2003). Editorial Gredos. Madrid, España. vi Shakespeare, William. (1997). Ricardo II, Ricardo III. Ediciones Nueva Visión. Buenos Aires, Argentina. vii Shakespeare, William. op.cit. viii Tolkien, J.R.R. “El Señor de los Anillos. La comunidad del Anillo” (1974). Editorial Minotauro. Buenos Aires, Argentina. ix Tolkien, J.R.R.op.cit. x Tolkien, J.R.R. op.cit. Autor: Luis Del Prado 10