aCCIÓN Cle\j(.[\8Yi`c[\)''- E X P R E S O 3C Cfd\afi \jk}gfim\e`i GfiJfc>XiqX quella mujer tenía todo listo para el día en que falleciera. El ataúd comprado, el espacio en el cementerio reservado, el vestido escogido y el peinado decidido. Hizo saber a su párroco, punto por punto, todo cuanto debía irse con ella a la tumba. Parecía haber algo de celebración en la preparación de su muerte. La programó con tal detalle, como si se tratase de su fiesta de aniversario. Sucedía que esta mujer entendía la muerte, no como consecuencia lógica de la vida, sino como el único camino hacia ella. Ya se había despedido del sacerdote, cuando recordó una última instrucción que por poco olvida: ‘cuando muera, Padre, entiérrenme con un tenedor en la mano derecha’. Anticipó la pregunta al ver en el rostro del sacerdote un gesto de extrañeza, y sin esperar a que la formulara, le explicó que nunca le gustaron los platos de entrada. Siempre, desde que recordaba, quiso de inmediato el plato fuerte. Cuando se acercaba la comida o la cena en alguna fiesta o restaurante, tomaba todos los cubiertos y los ponía en el plato de la sopa, esperando que el mesero los retirara y enseguida le sirviera el plato fuerte… sólo se quedaba con el tenedor en la mano. “Así es que, Padre, cuando me muera, quiero que me pongan en el ataúd un tenedor en la mano derecha”. Después de una breve pausa, sentenció “Y cuando pregunten por qué tengo yo un tenedor en la mano, usted les dirá: ‘porque lo mejor está por venir”. Con esa anécdota al cierre de su sermón, el sacerdote consoló la partida de Alberto Esquivel en el día de la resurrección de Jesucristo, haciendo saber a su familia que la verdadera vida del delantero apenas empieza. Cl`j>lk`ii\q&<OGI<JF 8 CX\eki\^X\e\ck\ii\ef[\al\^fp\cZfdgX\i`jdf]l\iX[\cXZXeZ_X#\j\c^iXei\Zl\i[fhl\AlXe8cY\ikf<jhl`m\cc\[\aXXjljZfdgX\ifjpXd`^fj[\c]lkYfc% AFI><KFII<J8:FDG8zä;LI8EK<JL:8II<I88<JHL@M<C LE@;FJGFIAL8E@KF Cfjal^X[fi\j#Zl\igfkZe`ZfpXd`^fjj\[`\ifeZ`kXXcXd`jXZ\c\YiX[X\ed\dfi`X[\AlXe<jhl`m\c% 8JàCFI<:L<I;8E I`ZXi[fA`de\q I%A`de\q% “Tenía nueve años de conocerlo, desde las fuerzas básicas y casualmente debutamos en Primera División en la misma temporada (Apertura 2001)”. “Creo que lo más rescatable es la reflexión, porque tenemos que aprender de esta lección y que su muerte no haya sido en vano”. Cl`j>lk`ii\q&<OGI<JF <c\XqXi<jZfYXi&<OGI<JF Afi^\?ldY\ikfKfii\j ;liXek\kf[XcXefZ_\]l\m\cX[f\cZl\igf[\cal^X[fiAlXe8cY\ikf <jhl`m\c% Afi^\Kfii\j% “La verdad estoy muy triste, destrozado, porque he aprendido a querer a los muchachos, además, a Juan lo tuve desde el '98 con el Atlas de tercera división y definitivamente creo que esta situación es lo peor que nos ha pasado”. “Yo siempre le he dicho a los muchachos que hay que estar bien conlafamiliayconDios,ojaláesta situación una más al grupo”. “Había hablado con él y sé que tenía planes de casarse, era un joven con ilusiones personales y es una gran pérdida para todos”. Cl`j>lk`ii\q&<OGI<JF yi`ZbAljkf yi`ZbAljkf% “Creo que con esta noticia, todos debemosestarmásunidos,fuealgo de repente, no lo puedo creer, cuando me dijeron pensé que era una broma”. “Era muy alegre, siempre se ganaba a todos, a nadie le podía caer mal porque era demasiado amigable”. Cl`j>lk`ii\q&<OGI<JF Cl`j>lk`ii\q&<OGI<JF Lc`j\jD\e[m`c <c\jkX[`f?if\[\EXZfqXi`k\e[i}cXck`dXm`j`kX[\AlXe8cY\ikf <jhl`m\c#_fpXcXj((1*'[\cXdXXeX% 8iZ_`mf&<OGI<JF <jhl`m\cÊj\ ^XeXYXXkf[fj Cl`j>lk`ii\q&<OGI<JF GfiJfc>XiqX Si alguien conocía a bien a Juan AlbertoEsquivel,eraJorgeHumberto Torres. No porque fuera el director técnico de los Coyotes, en cuyas filas Juanito estuvo desde que el club llegó hace casi un año a Hermosillo. Como profesional, el “Negro” vio crecer al delantero desde su primera visoría en Tepic, para enfilarse a las fuerzas básicas del Atlas.Estuvoconélensuascenso por Tercera y Segunda división, en reservas y hasta hace apenas un día, en Primera División A. Como humano, lo vio crecer a tres casas de la suya, en pláticas que con frecuencia salían de los fríos márgenes de la cancha para entrar al terreno personal, en camaradería. No fue el mejor jugador de la oncena, pero era pieza clave para mantener el ánimo del equipo y un par de ojos adicionales para el director técnico, que no pocas veces se detuvo a escuchar las observaciones del delantero. “Siempre fue alguien importante”,subrayóelestratega,quien muchas veces tuvo que dejar su afecto de lado para no alinear al delantero de 23 años a quien vio crecer desde que era apenas un adolescente. “En el futbol, la velocidad era una de sus principales virtudes. Ni él mismo se daba cuenta de la condición que tenía. Debería haber sido titular, pero no aprovechó las oportunidades que se le dieron” “Le hizo falta constancia. Un día jugaba muy bien y otro… Era uña y carne de Juan de la Cruz… Yo le decía ‘voy a tener que ir por Juanito para que juegues bien”, recordó el estratega, esbozando una sonrisa de las que incluso en sus mejores días se le ven pocas, quizá la primera desde que recibió ayer la noticia. Y junto al cuerpo técnico de Coyotes y a los jugadores, que acompañaron a la familia desde que arribó al aeropuerto hasta el sepelio, pasando por la PGJE para el reconocimiento, ese “gran grupo humano”, como Torres describe al equipo, se mantuvo al pie del cañón para dar el último adiós a su compañero. <c\XqXi<jZfYXi&<OGI<JF Al^X[fi\jpZl\igf kZe`Zf[\:fpfk\j i\Zfi[Xi}ejl }e`dfpjlXd`jkX[ `eZfe[`Z`feXc L%D\e[m`c% “Estas cosas duelen mucho, en este deporte se hacen buenas amistades y creo que necesitamos estar unidos”. “Es una pérdida irreparable, esto no se compara con nada, ahora tenemos que buscarle el lado positivo, aunque sea difícil y tratar de no cometer errores, por ahora vamos a estar con su familia para que sepan que no están solos”. AlekfZfecfj:fpfk\j#AlXe<jhl`m\ccc\^Zfe\jg\iXeqX[\jfYi\jXc`i% “Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno porque tú estarás conmigo”. Salmo 23;4 Jugadores, cuerpo técnico y directiva del club de futbol Coyotes de Sonora se une a la pena que aflige a la familia Esquivel Reyna por el sensible fallecimiento de nuestro amigo y compañero Juan Alberto Esquivel Reyna Acaecido en esta ciudad, el día 16 de abril de 2006. Descanse en paz Lic. Raymundo Fernández Pendones Presidente del club 17 de abril de 2006, Hermosillo, Son.