24 Domingo, 1 de junio de 2003 ESPECIAL 50 ANIVERSARIO La verdad de las cosas ice Aberasturi que le resulta difícil sustraerse de la etiqueta “periodista”. Lamenta que le paren por la calle, en los restaurantes y en los aeropuertos para preguntarle ¿es usted el periodista? Le molesta tanto que se encabrona: “Sí, señora. Soy el maldito periodista de la tele, de las revistas y de la radio, pero también quiero ser algo más”. Le sucede un poco lo que a Arturo Pérez Reverte, aunque a él, mayormente, le tengan más presente como el corresponsal de guerra que fue: “¿Y también estuvo en la de Corea?” le preguntó una embelesada señora en el Náutico de Palma, hace cosa de tres años. “No”, contestó el escritor, “pero casi”. Digo esto porque, salvando las distancias cuando uno, a un nivel local muy local, deja la profesión le sobreviene el fenómeno de seguir arrastrando una parte de su curriculum durante muchos más años de los que realmente permaneció en activo. Como director, en El Día estuve dos y en DM seis, pero -doce después- aún encuentro gente que me dice: “Yo a ti te conozco, ¿no estuviste en Diario de Mallorca? ¿Qué ocurrió? ¿Por qué te fuiste?” ¿Qué le vas a decir? Que hubo discrepancias con la parte contratante de la primera parte, que perdiste la batalla y te echaron, que te enfrentaste a la fuerza del mal, que no te ganaste nunca la confianza de la redacción, que ya no podías más, que tu familia te pedía el divorcio... ¿? ¿Qué maldita verdad confesable le cuentas a un tío al que, en realidad, le importa un bledo lo que le estás diciendo? Y, en cualquier caso, ¿puede un ex director contar las verdades que vivió o debe dejar este rosario de recuerdos para las tardes de mesa camilla junto a sus bostezantes nietos? “Me alegra que me haga esta pregunta”, diría Aznar, para salirse a continuación por los mismísimos cerros de Ubeda. Así que: sigamos. Conozco abogados, arquitectos, ingenieros, dentistas que dejan sus profesiones como si tal cosa. El otro día me encontré a un licenciado en Derecho en la barra de un bar. Elaboraba Dry Martinis con gran maestría. Juntos empezamos la Carrera en Pedralbes y, hasta hace un año, compartía despacho con otros colegas. “Es la primera vez en mi vida que me lo paso bomba trabajando. Y, además, a nadie le ha importado demasiado”, me contestó con naturalidad, “no existo”. Es curioso pero algo similar a esto ocurre también cuando uno deja de figurar en la cabecera de un periódico. Luego la cosa se estabiliza, pero, sobre todo al principio, en un periquete, pasas de ser conocido, temido, y quizá respetado, a la condición de “ex” que es el equivalente a “desaparecido en combate”. El proceso de llegada, sin embargo, funciona curiosamente a la inversa. Tomas posesión del cargo y te llegan felicitaciones de todas partes. Telegramas, efusivas notas, exclamativas tarjetas de visita y hasta una rebosante caja de bombones de Can Frasquet me regalaron pocos días después de hacerme cargo de la dirección de DM. La vida es así. Accedes a un cargo notorio y un montón de gente te da la bienvenida con la sana intención de que les tengas en cuenta para lo que sea. Para lo bueno y para lo malo, pero sobre todo para esto último, que nunca se sabe. El proceso de llegada es tan dulce que es casi letárgico. La adulación dura semanas, y a poco que te regodees puede alargarse unos meses. Incluso la familia llega a creerse que tiene a alguien importante en su seno y co-recibe los parabienes con enorme congratulación. Es éste un momento especialmente peligroso porque puedes llegar a creerte que efectivamente habías nacido para esto. Para ser equitativos, el proceso de salida debería producirse inmediatamente después del de llegada. Justo en el momento en que empiezas a creerte que hasta las mujeres te miran de otra manera, ¡zas¡, mazazo. A la puta calle, a chupar anonimato. d JUAN ANTONIO FUSTER Director 1985-1991 Llegó a la dirección de Diario de Mallorca después de haber ejercido el mismo cargo en El Día. En este periodo de tiempo el periódico afrontó su primera informatización y se pusieron en marcha los planes para renovar la maquetación. De la conjunción de todas estas presiones A fuer de ser sincero, debo confesar que la salida sale cada día un periódico a la calle. Hay quien enseña tanto o más que la llegada y, pasados los cree que esto es un milagro pero, en realidad, no años, llegas a apreciarla más. Es más íntima e es así. Un periódico sale a la calle porque dispone infinitamente más real. Incluso se te pueden escade los medios humanos y técnicos para hacerlo. par algunas lágrimas, bastantes en algunos casos, Hay que correr, es cierto, pero hay profesiones menos en otros. Yo fui de los primeros. infinitamente más duras y nadie habla de milaMe dolió salir del periódico en un momento gros. crucial de la historia. De la mía propia y también De cara al público, sin embargo, esta profede la suya. De la mía porque, con sólo 40 tacos, sión tiene la mítica fama aquello significaba el de ser dura aunque realpunto final de mi vida mente sólo lo sea cuanprofesional en activo. Y EL DIRECTOR ES, POR UNA se producen circunsde la suya porque estábaPARTE, UN ALTO EJECUTIVO QUE do tancias excepcionales mos en una parte imporDEBE ACTUAR COMO TAL, como las que soportatante de la historia de una mos en El Día (con unos empresa que seguramente PERO, POR OTRA, SIGUE SIENDO ordenadores de primera iba a cambiar de propietaUN MALDITO PERIODISTA AL generación que borraban rios, que iba a cambiar de QUE LE GUSTA SABER LA de improviso toda la sede y que iba a experiVERDAD DE LAS COSAS Y información almacenamentar algunos de los da) o como las que sufrimayores impulsos de su PUBLICAR ESA REALIDAD PARA mos en DM trabajando a existencia. En la parte QUE SE ENTEREN LOS DEMÁS más de 30 grados, que me tocaba yo había durante varios meses. participado activamente Aquellas cosas alteraban realmente los ánimos. en todo este maremágnum de cambios y de Bajo mi punto de vista lo duro del trabajo de repente, jugando con fuego, un buen día todo se un “periodista redactor”, amén de salarios y falta fue al garete. Como diría un castizo, “en tres de horario, es ser honesto con respecto a la informalas jugadas hubo jaque”. Así que, dos o tres mación que escribe, situándose por encima de sus semanas después de empezar la guerra del Golfo propias creencias ideológicas y haciendo caso del 91, subí a dirección general y le dije a Ruiz: omiso a ese viejo proverbio que dice: “No dejes “Antonio, las cosas no van bien y no voy a que la realidad te estropee un buen reportaje”. presentar batalla. Así que, salvo que tu digas lo Por ende, además de autoaplicarse lo de la contrario, me voy. Te presento mi dimisión”. honestidad, lo duro del trabajo de un “periodista “Mañana te daré la respuesta”, me contestó y, 24 director” es tener que superar continuamente sus horas después, con un sentido “no he pegado ojo propias carencias y contradicciones, en un marco en toda la noche” me vi de nuevo en la calle. de mucha presión por parte de la redacción y de En la misma calle vacía que encontré cuando bastante responsabilidad, como parte importante dejé la dirección de El Día y de la que, indirectaque es de una gran empresa. mente, me sacó Xim Rada al ofrecerme una jefaEl director es, por una parte, un alto ejecutivo tura de redacción, sólo dos meses antes de salir él que debe actuar como tal, pero, por otra, sigue mismo de DM. siendo un maldito periodista al que le gusta saber Pobre Xim. También lo pasó mal. la verdad de las cosas y publicar esa realidad El lector avezado querrá saber los motivos para que se enteren los demás. Esta cuña esquizoreales de mi precipitada salida del diario. Si les frénica produce en ocasiones bastantes desasirve de consuelo les diré que yo conozco justes internos porque, en realidad, el algunos. Quizás los más importantes, director dispone casi siempre de una pero, lamentablemente, no puedo desveinformación privilegiada más comlarlos. Al menos por ahora. pleta que la que maneja el resto de ¿Por qué? Pues por las mismas sus compañeros, pero … dejémoslo razones por las que, cuando uno ejerasí. ce de director, no publica todo lo que Y luego está lo de la edad y la sabe. El director de un periódico disenergía necesarias para soportar todo pone de unos niveles tan altos de inforeste tinglado sin desgastarte. En realimación que un simple ejercicio de prudendad, el perfil de un buen director debería ser cia le obliga a analizar, comprobar las fuentes el de alguien con una gran capacidad de trabajo y y elegir el momento oportuno para publicar o no de organización, algunas dosis de liderazgo y una historia. Hacer lo contrario sería el caos. En mucho sentido común. Una persona, en definitieste sentido, la soledad del cargo es bastante va, sólidamente preparada y humanamente madupesada porque, si de verdad tiene sentido de la ra. Nos guste o no, salvo excepciones, estas responsabilidad, ni a su esposa debe contarle lo características se adquieren a una cierta edad. El que sabe. problema es que cuando llegas a esta “edad ¿De verdad pasan tantas cosas que no llegan sabia” ya no dispones de la energía necesaria para a saberse jamás? estar al pie del cañón o tienes que Si me permiten una broma, yo les diría que tener el chiringuito muy bien montado casi todas, pero no es cierto. Pero tampoco sería para soportar el día a día, sin debilitarjusto que llegasen ustedes a la falsa conte excesivamente. clusión de que todo es un apaño. Yo, a todas luces, empecé a ser Digamos que lo que se director demasiado joven y cometí tanpublica es casi siemtos errores que ya ni me acuerdo. Con pre lo estrictamente todo, de mi paso por DM conservo publicable y que éste buenos recuerdos. es un concepto ambiguo No quiero citar muchos nomque se corresponde con “la derivada” bres a fin de no herir susceptibilidades, de las fuerzas en litigio. pero no puedo finalizar este artículo Lo publicable es siempre la ressin recordar la amistosa complicidad puesta apresurada a un montón de prede Andrés, la paciencia de Rafael Gil siones internas y externas. Mendoza y el cariñoso trabajo de Las internas tienen que ver con la campo que hizo José Carlos para dinámica empresarial, con sus niveles devolverme al mundo real, tras dejar la de compromiso social, con su ideario, poltrona. con la presión redaccional y con los Finalmente, a DM le debo propios medios de producción. parte del prestigio añadido que conlleLas externas son más evidentes porque va haber sido director. Una plusvalía casi siempre son políticas, económicas que hoy me permite seguir trabajando o están en relación directa con la comcerca de la verdad de las cosas. petencia.