The Beatles y la música rock Extraído de Escuelapedia Desde comienzos de la década de 1960 el componente más destacado en el ámbito del rock arraiga en lo que ha venido a denominarse la ‘respuesta británica’, expresión que comprende las numerosas formas en que los músicos ingleses asumieron las rutilantes novedades provenientes de Estados Unidos. La aparición de The Beatles en 1962, tras múltiples intentonas previas para formar una banda estable, estimuladas por el inquieto John Winston Lennon (tuvo nombres como The Quarrymen o Johnny and the Moondogs, 1956-1959, Long John and the Silver Beatles, 1960, Beat Brothers o The Cavern, 1961, y The Silver Beatles, 1962) a quien secundaban de una forma regular Paul McCartney y George Harrison y con menor frecuencia el bajista Stu Sutcliffe y el batería Pete Best, supuso el germen de la ‘revolución británica del rock’. Estos jóvenes de Liverpool realizaron múltiples giras por Escocia y Alemania, y grabaciones como conjunto de amparo de figuras de segunda categoría, hasta hallar en Brian Epstein al productor idóneo e idílico que conducirá su carrera al estrellato. A partir de ese momento, guiados por Epstein, con un nuevo y potente batería denominado Ringo Starr, graban en los dos años posteriores más de 60 asuntos. El punto de partida es ‘Love me Do’, del que se venden más de 10.000 copias. El paso próximo será el cine, de la mano del desarrollador Richard Lester (¡Qué noche la de aquel día!, 1964 y ¡Socorro!, 1965), en un tono muy diferente al que caracterizó la variable y populista carrera de Elvis en este campo. Es a través de las cintas y de la denominada beatlemanía que recorre el mundo, que la suma de individualidades que cristaliza en la banda se diversifica: Lennon actúa como jefe conciso sin embargo agresivo tras su aspecto tímido e intelectual; Harrison es el inquieto de la agrupación, interesado por el country y el orientalismo; Ringo Starr es el desenfadado, un juerguista que descarga su fuerza en el escenario; Paul McCartney, atraído por el mercado discográfico —o quizá fascinado— no oculta su interés por constituir temas estándar, en consonancia con las demandas del público adolescente, visibles en las listas comerciales. Son cuatro mundos muy diferentes que terminarán por tomar cursos divergentes. En 1964 Allen Ginsberg el poeta de la descendencia Beat declarará que ‘la conciencia universal de la humanidad se encuentra ya en Liverpool’. El éxito de los cuatro jóvenes británicos trajeados de negro y con característico flequillo (nombrados en 1965 caballeros de la Orden del Imperio Británico) es definitivo y desborda a los constituyentes de la banda. En 1966, una vez que el conjunto ha ganado en Estados Unidos, actúan juntos por última vez en San Francisco y se despachan de los escenarios. Tras una etapa de penetrante dedicación a doctrinas orientales y sus iniciales experiencias con LSD (realizan en Revolver, 1966, una versión musical del Libro de los muertos —’Tomorrow Never Knows’— y publican su celebérrimo ‘Yellow Submarine’) en 1967 graban Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, donde emplean música electrónica y cantan letras emblemáticas, como ‘Lucy in the Sky with Diamonds’, la más famosa de sus composiciones psicodélicas. Ese mismo año, el fallecimiento de Epstein coincide con el estallido de las distinciones intestinas de la banda, que emprende al cabo de un año la aventura de la productora Apple, concebida para secundar en desemejantes campos artísticos (cine, moda, música) la revolución pop de la que The Beatles se sentían portadores privilegiados. Apple fue cerrada en 1969, anticipando dos años la separación definitiva de los integrantes de la banda, cuyos miembros emprendieron a partir de 1971 trayectos en solitario, con distinta riqueza.