¿CÓMO DUERMEN LOS PECES? Cuando vienen niños al Acuario de Almuñécar para hacer talleres, suele repetirse el mismo comportamiento: hay muchos que apenas han acabado de mirar un acuario ya quieren salir corriendo a mirar el siguiente, y hay otros que se quedan rezagados porque se han entretenido con algo en concreto que les llama la atención. Y estos último suelen ser los que nos hacen las preguntas de trivial: “seño, ¿por dónde comen las medusas? ¿Cómo se ponen de acuerdo todos esos peces para nadar a la vez para el mismo lado y sin chocarse? ¿Por qué los tiburones no se comen a los demás peces? ¿Me puedo llevar un pececito para mi mamá? …” El otro día, en uno de los grupos de los rezagados, me preguntó una niña pequeña que llevaba un rato manteniendo un cara a cara con el pez globo: “seño, ¿los peces no cierran los ojos nunca?” Cuando le contesté que no, que los peces no tienen párpados, me volvió a preguntar: “seño, ¿y no les entra agua en los ojos?” La siguiente pregunta fue: “y ¿los peces duermen?” Al contestarle que sí me preguntó lo que yo ya estaba esperando: “seño, ¿y cómo duermen si no pueden cerrar los ojitos?” Pez globo del Acuario de Almuñécar Entonces le expliqué que aunque los peces no cierran los ojos necesitan descansar y que esto lo logran suspendiendo cualquier movimiento durante algunas horas. Pueden tener varias formas de dormir, como quedarse relajados en el fondo o simplemente flotar si moverse del sitio. Para eso buscan sitios tranquilitos y con poca luz. Los peces que duermen en el mar no se dejan llevar por las corrientes, sino que aprovechan accidentes morfológicos del entorno como los agujeros en las rocas y las algas, y así se sienten más protegidos, porque cuando cualquier animal duerme está expuesto con muchísima facilidad a que un depredador haga presa fácil de él. Ese es el motivo por el que la mayoría de peces sean tan difíciles de observar cuando duermen; es un mecanismo de supervivencia. Caballito de mar anclado a una hoja y echándose una siesta Además cada pez duerme de una manera distinta. Algunos duermen de día y otros de noche (eso pasa también con las personas, el que trabaje o haya trabajado a turnos me comprenderá, y algún que otro juerguista). En el Acuario de Almuñécar tenemos unos cuantos dormilones diurnos, como las pintarrojas. Hay visitantes que al verlas posadas en el fondo nos preguntan que qué les pasa. Y cuando les contestamos que están descansando, hay quien las mira como si estuvieran incumpliendo su jornada laboral, pero es que es su biorritmo. Lo mismo ocurre con los meros y con los pulpos, que prefieren descansar las horas de luz escondidos en un recoveco para salir a cazar de noche, que es cuando se vuelven realmente activos. Las morenas también tienen este hábito, pero debido a exigencias del guión, en el Acuario son alimentadas en horas de luz, lo cual es todo un espectáculo muy difícil de observar en el medio natural. Los que duermen de noche también tratan de esconderse para no estar expuestos a posibles peligros. Las julias y los lenguados, por ejemplo, se entierran en la arena. Y los serranos son peces que casi siempre están posados en el fondo y que cuando quieren descansar se apoyan de lado. Lenguado camuflado en la arena Todas estas cosas tuve que explicarle a aquella chiquilla para que se quedara conforme con la explicación acerca del sueno de los peces. Espero al haber contestado a la pregunta de esta niña responderles también a ustedes si es que alguna vez se lo habían preguntado: los peces si duermen. Y en el Acuario de Almuñécar velamos por su sueño.