Entrevista con docente de matemáticas Centro Etnoeducativo Mayabangloma. Entrevista con Yesenia Solano Solano, docente del Centro Etnoeducativo Mayabangloma, proyecto Escuelas Gestoras de Derechos – Fonseca (Sur de la Guajira). Autor: Escuelas Que Aprenden. Entrevistador: de la capacitación que has hecho en matemáticas, ¿qué te ha llamado la atención? Yesenia Solano: la capacitación del área de matemáticas me ha servido bastante para mejorar mi desempeño en el quehacer pedagógico y en el aula de clase con mis estudiantes. Me ha gustado cómo se trabajan los cinco tipos de pensamiento matemático y adaptarlos a mi contexto, para lo cual he utilizado materiales del medio para trabajar tanto lo propio como la parte intercultural, para desarrollar más la lógica matemática de los niños. He visto que les agrada trabajar a través de esos materiales prácticos, a través del material que tocan y con el que pueden interactuar. E: ¿qué cosas estás haciendo ahora que antes no hacías? YS: siempre me ha gustado el área de matemáticas. He innovado con los ábacos, porque los ábacos que venden en las librerías apenas llegan hasta unidad de mil, mientras que nosotros en el Centro Etnoeducativo hemos construido los ábacos hasta la unidad de millón. Los niños han aprendido a contar, sumar, restar, a jugar para aprenderse las tablas, también les ha servido para mirar la diferencia entre la práctica de las tablas y las tablas como una suma abreviada, como una manera de contar. Anteriormente les colocábamos planas a los niños de tal número a tal número. Ahora, con los ábacos el niño ya sabe qué es una decena, una centena y conoce las unidades de mil. Así van diferenciando y aprendiendo qué número va antes, qué número en el medio y qué número después. Además, así se les hace más fácil la lectura y la escritura de los números. 1 Con respecto a la enseñanza de la estadística hemos cambiado cómo se trabajan los sistemas de datos: antes sólo se trabajaban en los cuadernos y les decíamos a los niños que utilizaran colores, que colorearan. Ahora lo hacemos a través de un plano cartesiano, construido con los mismos niños con Yotojoro -un material del medio-, del que se sacan las hilazas de tejer y los niños van haciendo cuadritos con estas. Hacemos la cuadricula como si fuera el cuadriculado de una hoja milimetrada, pero con los mismos hilos entrelazados y amarrados a unos palitos, así formamos los cuadros y hacemos el plano, también los coloreamos, o les ponemos pedazos de papel silueta de color, los vamos pegando y así los niños diferencian las unidades y nos ayuda a reforzar la enseñanza de la estadística, al tiempo que aprenden a medir. También han aprendido las magnitudes directa e inversa, por ejemplo cuándo aumenta un hilo y cuándo disminuye otro. Acá también utilizamos los hilos de Yotojoro cuando la línea es recta, o cuando forma figuras, y ellos ahí están aprendiendo también geometría. Fuera de eso hacemos unas cajas para tocar y palpar cuál es la diferencia entre una figura plana, bidimensional o tridimensional, así el niño las diferencia, toca los bordes, mira y eso le ayuda a comparar, luego se pasa a la reflexión abstracta y así el niño aprenden más. Mientras que antes a las clases de matemáticas los niños les tenían miedo y decían “ah no, ahora viene matemáticas”, ahora dicen “seño, cuando le toca con nosotros”. Les fascina, les llama la atención. E: del trabajo que has venido haciendo con los muchachos ¿qué otros cambios has observado en ellos? YS: he observado un cambio de actitud en cuanto al trabajo en equipo, ahora les está gustando, porque anteriormente los niños trabajaban de manera individual y casi no participaban, en cambio ahora trabajan en equipo y así se fortalece también el trabajo en valores. Hay solidaridad porque si un niño no tiene pegante y el otro trajo el palito, la cuerda, entonces complementan sus recursos, aprenden a cooperar y se van solidarizando, aprendiendo a trabajar en equipo. Veía que antes había egoísmo con los compañeros y no se prestaban las cosas, pero ahora no, comparten entre ellos y hay más respeto. E: cuéntanos de alguna estrategia nueva que hayas empleado y quieras resaltar. YS: la estrategia que puedo resaltar es el trabajo con los dados y los ábacos. Porque con los dados los niños también aprenden a multiplicar. Los dados son construidos por ellos mismos, y en la construcción también practicamos la multiplicación, la división y otras operaciones, porque cada niño elaboró seis dados con medidas 2 exactas. Me sirve para que sumen mentalmente con unidades del uno al seis, multiplican los números que caen en los dados, dividen la suma de dos dados entre el número de un tercer dado, hacen competencias sumando resultados de los dados de manera acumulativa y muchas otras operaciones pero todo haciendo cálculos mentales, sin utilizar cuadernos ni lápiz. A los niños les gusta retarse y lo aprovecho para que desarrollen su pensamiento matemático de muchas maneras divertidas y de interés para ellos. He aprendido que las situaciones no rutinarias les crean sorpresa y deseos de utilizar su pensamiento para resolver problemas. De esa manera, ensayan muchas alternativas de solución, donde repiten de manera creativa las operaciones aritméticas, pero siempre pensando cómo encontrar una solución. E: ¿cómo ha sido la socialización del trabajo en el Centro? YS: a final del año pasado trabajé con el grado tercero hasta el grado octavo en matemáticas. En cada grado nosotros trabajamos en la socialización. Para que los trabajos de los niños no se pierdan y tengan una evidencia que se pueda socializar, convocamos a la rectora y a los demás compañeros docentes a compartir la experiencia que se viene trabajando en el área de matemáticas, para que también la puedan apropiar. Los mismos niños explicaron el resultado final de todo lo que hicieron durante el año. E: dame un ejemplo de lo que dijeron los niños. YS: por ejemplo, en tercero les gustó el ábaco, cómo construí los números de manera figurada, oral y escrita. Mientras que a los de cuarto les ha gustado la manera como representamos de manera concreta las fracciones y aprendemos a trabajar con ellas, dicen que es más divertido y se aprende mejor. Me cuentan que antes, cuando estudiaban las tablas de multiplicar en el cuaderno se aburrían, les daba sueño. En cambio, ahora les gusta porque a través de juegos multiplicativos se divierten, aprenden y se preocupan más. En quinto trabajé la división con dos cifras por medio de los ábacos. En sexto trabajamos los ángulos por medio de los planos cartesianos. En séptimo trabajamos la expresión algebraica y en octavo las funciones lineales, que son unos cuadros donde los estudiantes diferencian si son funciones crecientes, constantes, decrecientes y cómo se hace el procedimiento para sacar la figura de la función lineal en el cuadro que están haciendo. Por ejemplo, en séptimo el trabajo se desarrolló alrededor de la expresión algebraica y el cuadrado que se utiliza para ese trabajo lo medimos con unos palitos hechos con cera de abeja. Los estudiantes construyeron los palitos e iban midiendo, veían cómo sacaban XY, X2 y así, eso les gustó mucho porque ellos los construían y les servían para sacar el resultado que necesitaban. A los estudiantes de séptimo también les 3 gustó mucho el trabajo con la magnitud directamente proporcional e inversamente proporcional, ellos también utilizaron los palitos para esto, o sea, yo casi no utilicé el tablero sino fue trabajo con el material del medio. E: ¿qué ideas te hizo cambiar la formación en matemáticas? YS: a través de la estrategia que utilizó la Seño Cecilia, asesora del proyecto, y de las diferentes actividades que vivimos en los talleres cambié mi actitud como docente. Me hizo entender que debo responder a las necesidades de los estudiantes y que la matemática no debe ser “aritmetizada”, como dice ella, sino que debemos hacer que el niño también produzca, aprenda a través de materiales concretos, que toquen, manipulen, para que a partí de allí puedan atraer e inventar mentalmente con base en los sistemas matemáticos, de manera que se le haga más fácil el desarrollo del pensamiento lógico matemático. E: ¿qué otra idea cambiaste? YS: me di cuenta que mi metodología era bastante tradicional, entonces me dije: tengo que cambiar, voy a tomar este nuevo reto pero tengo que lograrlo - , y fue así, cambié de estrategia y todavía busco nuevas estrategias para atraer más niños hacia el Centro y que no le tengan fobia a las matemáticas. Eso es lo que busco, pero para ello cada día debo desarrollar mi desempeño como docente. 4