"¿Está enfermo alguno de vosotros? Llame a los sacerdotes de la Iglesia, y que recen sobre él después de ungirlo con óleo (aceite) en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo curará, y si ha cometido pecado lo perdonará." (Sant. 5, 14-15) LA ENFERMEDAD Y EL SUFRIMIENTO La enfermedad y el sufrimiento han sido siempre uno de los problemas más graves que aquejan la vida humana. En la enfermedad el hombre experimenta su impotencia, sus limites y su finitud. Toda enfermedad puede hacernos entrever la muerte. Puede conducirnos a la angustia, el repliegue sobre uno mismo, a veces incluso a la desesperación y la rebelión contra Dios. Pero también puede hacer a la persona más madura, ayudarle a discernir lo que es esencial en la vida de lo que no lo es. Con mucha frecuencia la enfermedad empuja a una búsqueda de Dios, a un encuentro con Él. Los cristianos, aunque experimentamos el sufrimiento igual que los demás, nos sentimos ayudados y fortalecidos por la fe y los medios que el Señor nos ofrece: la oración, la penitencia, la comunión y la Unción de enfermos. ¿QUÉ ES LA UNCIÓN DE ENFERMOS? Es un sacramento de la Iglesia, destinado a reconfortar a los que sufren por la enfermedad. Se le conoce como "Extremaunción", pero su nombre es "Unción de Enfermos", ya que no es un sacramento sólo para los moribundos. Como nos dice el apóstol Santiago, se trata de que el Sacerdote rece sobre el enfermo y lo unja con óleo bendecido, para que se sienta confortado en su enfermedad por la presencia del Señor: ¿QUÉ EFECTOS TIENE ESTE SACRAMENTO? La gracia especial de la Unción de los enfermos tiene como efectos: 1. 2. 3. 4. Una efusión especial del Espíritu Santo que asiste al cristiano que sufre para infundirle consuelo, paz y fortaleza, de modo que pueda sobrellevar cristianamente los sufrimientos de la enfermedad o la vejez. La unión del enfermo a la Pasión de Cristo para su bien y el de toda la Iglesia, al mismo tiempo que ésta, por la comunión de los Santos, se asocia a los dolores del que sufre. El perdón de los pecados, si el enfermo no ha podido obtenerlo por el sacramento de la Penitencia. Una preparación para el encuentro definitivo con Cristo, especialmente perceptible en aquellos que lo reciben cuando están en extrema gravedad. ¿QUIÉN PUEDE RECIBIR LA UNCIÓN? La Unción de los Enfermos no es un sacramento sólo para aquellos que están a punto de morir. Por eso, se considera tiempo oportuno para recibirlo cuando la persona empieza a estar en peligro de muerte por enfermedad o vejez. Es apropiado recibir la Unción antes de una operación importante. Y esto mismo puede aplicarse a las personas de edad avanzada cuyas fuerzas se debilitan. LA CELEBRACIÓN DEL SACRAMENTO Como todos los sacramentos, la Unción de los enfermos se celebra de forma litúrgica y comunitaria, que tiene lugar en familia, en el hospital o en la Iglesia, para un sólo enfermo o para un grupo de enfermos. Es muy conveniente que se celebre dentro de la Eucaristía, memorial de la Pascua del Señor, donde recordamos su muerte y resurreción. La celebración del Sacramento comprende principalmente estos elementos: - El sacerdote impone las manos a los enfermos. - Ora por ellos en la fe de la Iglesia. - Y los unge con óleo bendecido. Estas acciones litúrgicas indican la Gracia que este sacramento confiere a los enfermos.