241638. . Tercera Sala. Séptima Época. Semanario Judicial de la Federación. Volumen 67, Cuarta Parte, Pág. 13. ALBACEAS, HONORARIOS DE LOS. LEGADOS. Si bien es cierto que el albacea desarrolla una actividad para que el legatario reciba los bienes que le fueron donados, también lo es que se le retribuye su intervención, no considerándolo como un hecho aislado, sino como uno de los actos que forman el total de los que tiene que ejecutar desde la iniciación del proceso hasta su terminación, por su carácter de albacea, ya sea en la forma y medida que el autor de la sucesión haya establecido en el testamento (artículo 1740 del Código Civil), o bien cobrando el dos por ciento sobre el importe líquido y efectivo de la herencia, si no se estableció por el de cujus la retribución concerniente. El monto de la herencia lo fija el inventario de los bienes que pertenecen al autor de la sucesión, en el cual se incluyen los bienes legados. De ahí que la retribución que deba recibir, o, en su caso, cobrar, el albacea, se cubre o paga deduciéndose su alcance de los bienes que heredan los que hubieren sido instituidos herederos, atento al artículo 1284 del Código Civil, a virtud de que adquieren a título universal, y, por ende, deben sujetarse a la "carga" que hubiere impuesto el autor de la sucesión, aplicando el dispositivo del artículo 1740, o, en caso contrario, a la carga que señala la ley en el siguiente artículo, 1741. Amparo directo 165/71. Juan Beckman Gallardo. 3 de julio de 1974. Cinco votos. Ponente: Enrique Martínez Ulloa. Secretario: José Lino Plascencia G. -1-