Aquellas frases del año de ñaupa (ñaupa=del año del pedo) Escrito por Chumeni Iersegou Pepe Viernes, 04 de Septiembre de 2009 01:49 Cada época tiene su forma de decir las cosas, sus neologismos, sus metáforas y sus modismos. Cosas que en su tiempo parecen mooooy modernas, pero que luego, vistas después de varios años, suenan, en el mejor de los casos, incomprensibles. En el peor, absolutamente chotas, y convierten a quienes las pronuncian en momias impregnadas de una total gagasidad. Poooor ejeeeeemplo: "Año de ñaupa": Arranquemos por nuestro título. Todavía hay gente que la pronuncia, pero a escondidas, o en un acto de inconsciencia del que inmediatamente se arrepienten. No sabemos de dónde carajo viene el término "ñaupa", pero hablar del "tiempo de ñaupa" era hacer una referencia imprecisa al pasado, pero con un rewind de, como mínimo, 50 años. "Arrastrar el ala": No nos sintamos tan culpables. Se trataba, sobre todo, de una figura que usaban las vecinas y tías que necesitaban tanto de andar hurgando en las vidas ajenas como de respirar. Disfrutaban orgásmicamente de contar que "el hijo de la Chini le está arrastrando el ala a la mujer de Don Sánchez", es decir, se la andaba queriendo empomar. La figura alude a un modo de cortejo entre ciertas aves. En Galicia, erróneamente, se creía que era la etapa previa al apareamiento entre aviones. "Sacudir el esqueleto": Todavía hay (lo dijimos en otro foro) tipos que se quieren levantar veinteañeras y que en un patético intento de parecer joviales, invitan a bailar con un berreta "¿No te gostaría ir a sacudir el esqueleto este sábado?" Si llegás a decirlo, la mina jamás podrá dejar de ver en vos a un dinosaurio baboso, decadente e irrecuperable. En los siguientes diez segundos, desapareciste de su celular. "¡A la ita!": Era una expresión que se disparaba cada vez que alguien relataba algo extremadamente inverosímil. Por ejemplo, si en la ronda de pajeros del barrio uno contaba un levante increíble, del que no había testigo alguno, seguro que irrumpía un "¡a la ita!" pronunciado casi a coro. "¡A la pipeta!": Exclamación de asombro. En otros grupos se optaba por "¡A la flauta!". "Como no tengo, por la tuya me entretengo": Un contragolpe que, aunque cueste creerlo, se consideraba demoledor cuando alguien nos gritaba "¡la concha de tu hermana!". La victoria venía al toque. Uno debía decir: "Como hermana no tengo, por la tuya me entretengo". ¡Y que San Puta se lo lleve, jio jio jiooo! "Están afilando": Los semiólogos de Villa del Carmen dicen que si bien el verbo afilar terminó siendo usado para hablar de noviazgos consumados, en su origen se refería a relaciones que todavía no habían llegado a la etapa cogitoria propiamente dicha. "La Elena está afilando con un chico que está estudiando abogacía", solían contar las madres, con un doble autoengaño. Al hablar de una "afilada", se ilusionaban con la idea de que a la nena no le estaban haciendo 1/2 Aquellas frases del año de ñaupa (ñaupa=del año del pedo) Escrito por Chumeni Iersegou Pepe Viernes, 04 de Septiembre de 2009 01:49 aplicar unas 70 páginas del Kamasutra.En segundo término, referían una supuesta actividad prestigiosa del empomador, como si eso significara que lo hacían vestidos y escuchando música gregoriana. "¡Andá a pelar mandiocas!": Una forma de mandar a la mierda (como ya se estarán dando cuenta nuestra maravillosa juventud, eran tiempos donde hasta para putearnos éramos uno reverendos boludos). Había un montón de frases emparentadas, como "Andá a freír mondongo", "Andá a cosechar cartuchos" o "Andá a llorarle a Matusalén". "El que lo dice lo es, cara de culo tenés": Recurso de cuando se era pibe (edad de escuela primaria, más que nada) y otro pendejo te insultaba. Eramos tan nabos que nos quedábamos de lo más satisfechos. "Te hicieron la pera": Se usaba entre minas, cuando a una la dejaban esperando al dope en una cita. Si un vago decía "me hicieron la pera", en el acto y para siempre perdía todo el respeto de su entorno. "Chapar": Sinónimo de besar. Comerle la boca a alguien era "estar chapando". Otra antigüedad del mismo significado era "atracar". "Pirovar": Coger, empomar. Pero no "hacer el amor". Pirovar era algo más procaz y reo. Y, por supuesto, lo peor que te podía pasar era que alguien, con la supuesta intención de mantenerte informado pero en realidad sólo para gozar de tu cara, se te acercara y te contara: "Che, el Ruly se la está pirovando a tu hermana en su casa". "El metejón": Era lo que más explícitamente el lenguaje regional llama "estar encajetado" con alguien. Un metejón era un enamoramiento fuerte, aunque había algo de despectivo en el término, que sugería la idea de cosa pasajera. "Toco el aire, todo el aire": Más que una expresión, era una acción, y de las más pelotudas de la historia de la humanidad. Se daba entre chicos (podríamos decir de una edad de entre 8 y 14 años). Cuando dos por alguna razón se calentaban por algo, pero no lo suficiente como para agarrarse a piñas, solía ocurrir que uno comenzaba a tirar manotazos al aire, llegando a escasos milímetros de la cara y el cuerpo del otro pero sin llegar a tocarlo, provocando movimientos defensivos y el fastidio del otro. Pero el pelotudo enseguida aclaraba: "Toco el aire, toco el aire", con lo cual jurídicamente uno quedaba inhabilitado para partirle la jeta a trompadas. Bueno, basta, aporten ustedes también, viejos, que bastante jeropas los veo. (Agradecemos la colaboración de la lectora Valerita para esta recopilación) . 2/2