EL DON DE PROFECÍA SERIE: ESPÍRITU SANTO Y DONES www.ministerioluzalasnaciones.com SERIE: ESPÍRITU SANTO Y DONES El Don de Profecía Hemos visto que hay nueve dones o manifestaciones del Espíritu que se suelen dividir en tres grupos diferentes: “Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.” I Corintios 12:4-11 Dones de Revelación: Los dones de revelación revelan algo, nos muestran algo, por eso representan los ojos. - Palabra de sabiduría Revelación dada por el Espíritu Santo de los propósitos y planes de Dios para el futuro. - Palabra de ciencia o conocimiento Revelación dada por el Espíritu Santo de datos y/o hechos del pasado o del presente. pág. 1 EL DON DE PROFECÍA SERIE: ESPÍRITU SANTO Y DONES www.ministerioluzalasnaciones.com - Discernimiento de espíritus Habilidad de percibir, reconocer o ver la presencia y manifestación de espíritus. Dones de Poder: Los dones de Poder llevan a cabo algo y representan las manos. - Don de fe Capacidad sobrenatural para creer que Dios hará lo imposible. Por medio de este don recibimos milagros. - Hacer milagros Capacidad sobrenatural para movernos en lo sobrenatural. Por medio de este don ejecutamos milagros. - Dones de sanidades Capacidad sobrenatural para impartir sanidad a otras personas. Dones de Expresión: Los dones de expresión dicen algo, por eso representan la boca. - Don de lenguas Expresión inspirada por el Espíritu Santo en un idioma desconocido. El mensaje está dirigido a la Iglesia. Este es el único don que no aparece en el Antiguo Testamento. - Don de interpretación de lenguas Expresión inspirada por el Espíritu Santo en un idioma conocido declarando lo que ha sido dicho por medio del don de lenguas. pág. 2 EL DON DE PROFECÍA SERIE: ESPÍRITU SANTO Y DONES www.ministerioluzalasnaciones.com - Don de profecía Expresión inspirada por el Espíritu Santo para edificación, exhortación y consolación. “Seguid el amor; y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis. Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios. Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación. El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica; pero el que profetiza, edifica a la iglesia. Así que, quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas, pero más que profetizaseis; porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete para que la iglesia reciba edificación.” I Corintios 14:1-5 Dones del Espíritu de Dios y habilidades del espíritu humano Los dones del Espíritu de Dios se reciben de una forma gratuita y es el Espíritu Santo el que inicia la manifestación de los dones (I Co. 12:11). Las habilidades del espíritu humano nos vienen con el crecimiento y la madurez en el Señor. Estas habilidades son iniciadas por el espíritu humano. DONES DEL ESPÍRITU SANTO Palabra de sabiduría Palabra de conocimiento Discernimiento de espíritus Don de fe pág. 3 HABILIDADES DEL ESPÍRITU HUMANO Sabiduría Espiritual Conocimiento Espiritual Discernimiento Espiritual Fe como fruto EL DON DE PROFECÍA SERIE: ESPÍRITU SANTO Y DONES www.ministerioluzalasnaciones.com Don de hacer milagros Dones de sanidades Don de lenguas Don de interpretación de lenguas Don de profecía Hacer milagros por medio de la fe, la oración, la intercesión, imposición de manos, etc Sanidad a través de la fe, la oración, confesión, imposición de manos, etc Hablar en lenguas como lenguaje espiritual Interpretación de nuestras propias lenguas Profecía general No todos tenemos el don de fe, pero todos tenemos que tener fe (habilidad del espíritu humano). No todos tenemos el don de palabra de sabiduría pero todos debemos tener sabiduría espiritual (Stg. 1:5). No todos tenemos el don de palabra de conocimiento, pero todos debemos tener conocimiento espiritual. No todos tenemos el don de discernimiento de espíritus, pero todos tenemos que tener discernimiento espiritual. No todos tenemos los dones de sanidades pero todos podemos imponer manos y orar por sanidad. No todos tenemos el don de lenguas, pero todos podemos hablar en lenguas. No todos tenemos el don de profecía, pero todos podemos profetizar. Profecía general y el don de profecía El don de profecía es una palabra especial para una persona determinada en una situación concreta. Todos podemos profetizar de una forma general. pág. 4 EL DON DE PROFECÍA SERIE: ESPÍRITU SANTO Y DONES www.ministerioluzalasnaciones.com “Si, pues, toda la iglesia se reúne en un solo lugar, y todos hablan en lenguas, y entran indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos? Pero si todos profetizan, y entra algún incrédulo o indocto, por todos es convencido, por todos es juzgado; lo oculto de su corazón se hace manifiesto; y así, postrándose sobre el rostro, adorará a Dios, declarando que verdaderamente Dios está entre vosotros.” I Corintios 14:23-25 Cuando profetizamos podemos dar un salmo, podemos tener una revelación, podemos tener una interpretación . . . “¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo para edificación.” I Corintios 14:26 La profecía es para edificación, exhortación y consolación, no necesariamente debe traer revelación. “Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación.” I Corintios 14:3 La palabra griega para edificación es “oikodome” y significa “el acto de construir (demo) una casa (oikos)”. Edificación implica construir o edificar una casa, implica edificar nuestras vidas, exhortación implica animar estando al lado de la persona y consolación implica recibir fortaleza y ayuda en nuestra debilidad. Necesitamos ser edificados, ser exhortados y ser consolados, es interesante lo que el pueblo de Israel hacía antes de ir a la batalla, llamaba al sacerdote para ser edificado, exhortado y fortalecido. pág. 5 EL DON DE PROFECÍA SERIE: ESPÍRITU SANTO Y DONES www.ministerioluzalasnaciones.com “Y cuando os acerquéis para combatir, se pondrá en pie el sacerdote y hablará al pueblo, y les dirá: Oye, Israel, vosotros os juntáis hoy en batalla contra vuestros enemigos; no desmaye vuestro corazón, no temáis, ni os azoréis, ni tampoco os desalentéis delante de ellos; porque el Señor vuestro Dios va con vosotros, para pelear por vosotros contra vuestros enemigos, para salvaros.” Deuteronomio 20:2-4 Cundo se profetiza se produce una impartición espiritual en la vida de la persona que recibe la profecía. Para edificar se necesita materiales, a través de la profecía estamos dando esos materiales para que la vida de la persona sea edificada. La palabra exhortación en griego es “paraklesis”, dicha palabra admite varios significados: ruego, consuelo, consolación, fortaleza, pero teniendo en cuenta que paraklesis está compuesta de la palabra “Para” que significa “al lado de / junto a / cerca de” y de la palabra “Klesis” que significa “llamamiento / llamada / invitación” podemos afirmar que la exhortación es “ser llamado a estar al lado de otro”, por medio de la profecía Dios nos llama a estar a su lado y nos muestra que él quiere caminar con nosotros para levantarnos cuando caemos, para ayudarnos, para fortalecernos. La exhortación implica que Dios está con nosotros, la profecía trae la presencia de Dios a nuestras vidas y nos acerca a Él. Consolar implica que hay algo en nuestra vida que no está bien, hay algunas carencias en nuestras vidas, hay defectos en nosotros, pero Dios nos da gracia para que estemos completos en El. La palabra consolación en griego es “paramuthia” y significa “acercarse para hablar”, por medio del don de profecía Dios se acerca y nos habla a nuestro oído palabras llenas de amor, de gracia y de consuelo. Cuando fallamos y sabemos que hemos fallado, lo primero que necesitamos, es sentir los brazos de nuestro Padre Celestial alrededor de nosotros, sentir su amor incondicional y eterno. La profecía trae pág. 6 EL DON DE PROFECÍA SERIE: ESPÍRITU SANTO Y DONES www.ministerioluzalasnaciones.com consolación, nos hace sentir la gracia de Dios, su amor y su misericordia. “La mano del Señor vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu del Señor, y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos. Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí que eran muchísimos sobre la faz del campo, y por cierto secos en gran manera. Y me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor YHVH, tú lo sabes. Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra del Señor. Así ha dicho YHVH el Señor a estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis. Y pondré tendones sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy el Señor. Profeticé, pues, como me fue mandado; y hubo un ruido mientras yo profetizaba, y he aquí un temblor; y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso. Y miré, y he aquí tendones sobre ellos, y la carne subió, y la piel cubrió por encima de ellos; pero no había en ellos espíritu. Y me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Así ha dicho YHVH el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán. Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies; un ejército grande en extremo. Me dijo luego: Hijo de hombre, todos estos huesos son la casa de Israel. He aquí, ellos dicen: Nuestros huesos se secaron, y pereció nuestra esperanza, y somos del todo destruidos. Por tanto, profetiza, y diles: Así ha dicho YHVH el Señor: He aquí yo abro vuestros sepulcros, pueblo mío, y os haré subir de vuestras sepulturas, y os traeré a la tierra de Israel. Y sabréis que yo soy el Señor, cuando abra vuestros sepulcros, y os saque de vuestras pág. 7 EL DON DE PROFECÍA SERIE: ESPÍRITU SANTO Y DONES www.ministerioluzalasnaciones.com sepulturas, pueblo mío. Y pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y os haré reposar sobre vuestra tierra; y sabréis que yo el Señor hablé, y lo hice, dice el Señor.” Ezequiel 37:1-14 El pueblo de Israel estaba desanimado, desesperado y destruido, el pueblo de Israel necesitaba vida y a través de la profecía Dios imparte vida, por tanto la profecía es una impartición de vida. Es interesante que la primera vez que profetizó, los huesos tenían que tener un cuerpo, esto nos habla de edificación, cuerpos tuvieron que ser edificados para cubrir todos esos huesos. Aquí vemos que la profecía trae edificación. En los versículos 9 y 10 Ezequiel profetiza para que el Espíritu de Dios entrase en ellos, aquí vemos que la profecía trae exhortación, la profecía trae el viento del Espíritu, la presencia de Dios. “Al otro día, saliendo Pablo y los que con él estábamos, fuimos a Cesarea; y entrando en casa de Felipe el evangelista, que era uno de los siete, posamos con él. Este tenía cuatro hijas doncellas que profetizaban.” Hechos 21:8-9 Las hijas de Felipe profetizaban constantemente, es decir, impartían vida, traían la presencia de Dios y la gracia de Dios se podía sentir. Había una atmósfera diferente donde estas mujeres se encontraban. La profecía se puede dar a través de un salmo, de una canción, de un himno, de una palabra, de una poesía, de una acción . . . El don de profecía fluía en la vida de David y por eso pudo escribir todos los salmos que escribió, la mayoría no revelaban nada ni predecían el futuro, pero todos traían edificación, exhortación y consolación. pág. 8