PAZ Y BIEN PARROQUIA INMACULADA CONCEPCIÓN Monte Grande, 08 de marzo de 2015. Padre Roberto: No es un día, ni dos, son fecundos años compartidos en esta comunidad de la Parroquia Inmaculada Concepción de Monte Grande. Cambian sacerdotes, cambian carismas pero debemos abonar la certeza de que todos intentamos hacer lo mejor no por los hombres sino en nombre de Jesús nuestro salvador. Le queremos expresar un afectuoso agradecimiento por estos años de entrega generosa en nuestra Parroquia, por todo aquello que nos ha brindado como pastor, guía y formador incansable de cada alma que nuestro Señor Jesucristo le ha confiado en esta Comunidad. Reconociendo, asimismo, su preocupación por inculcarnos la importancia del espíritu Cristocéntrico bajo el amparo de María Madre, por el sentido de pertenencia, la defensa de la familia y la vida, los niños, el cuidado de ancianos y enfermos, sin dejar de lado su compromiso por embellecer el patrimonio de nuestra querida parroquia. No podemos dejar de recordar la cantidad de fascículos para formación relativos a padres de la Iglesia, Defensa de la vida, Historia de la Iglesia, El concilio Vaticano II y tantos más; tampoco incorporar como metodología de reflexión más allá de las asambleas anuales el cine debate abierto a toda la comunidad con valiosísimas películas de hondo contenido formativo; la decisión de cambiar los añosos y deteriorados vitrales por estos hermosos vitrales que describen una catequesis sobre María además del reconocimiento de importantes pintores que amplían la cultura del observador y que culminarán en las próximas fiestas patronales con la colocación de La Coronación de María. Asimismo toda esa tarea constante de preservar el patrimonio de nuestra centenaria parroquia en todas las tareas de restauración de imágenes y objetos que contiene, así como la incorporación del Señor de la Paciencia y la Humildad que nos acompaña como la imagen de El Nazareno en el oratorio que nos asombra por la devoción que ha suscitado, sin olvidar la bellísima imagen vestida de La Dolorosa. Y destacamos especialmente recibir en el Cinerario parroquial a nuestros hermanos que han partido a la paz del Señor. Tampoco podemos dejar de resaltar el desarrollo de la página web que es consultada por su amplio contenido formador por laicos y consagrados de diferentes partes del mundo y ese contenido ha sido organizado según sus indicaciones directas añadiendo su tarea de traducir documentos que no se hallan en otros sitios de la web. Demás está decir la conducción y el apoyo brindado a la Pastoral de la Salud y a Caritas, en su contante desvelo porque “nadie sufra solo” y la defensa de la familia y los roles de sus integrantes. Es de destacar el compromiso de la tarea de consolidar y comprometerse en el desarrollo de una nueva comunidad como lo es San Agustín de Canning. Nada ha sido fácil, más allá de sus capacidades. Todo es posible cuando el compromiso por hacer va más allá de los propios intereses y a todo se aplica su característica de fuerte austeridad, para que lo poco o lo mucho rinda siempre más. Gracias por todo, por ser y estar, por compartir y disentir, por saber ser padre de su comunidad, por defender con entereza la libertad de la parroquia despegándola de todo interés mezquino y mundano con el que convivimos día a día. Gracias Padre Roberto no nos olvide, nosotros no lo olvidaremos. Que el Buen Dios guíe sus pasos en su nuevo destino y le de salud y fortaleza física y espiritual para todo aquello que emprenda. Paz y Bien. Comunidad de la Parroquia Inmaculada Concepción de Monte Grande