Servicio de Noticias: 166/99 ÍNDICE AI: MDE 15/68/99/s 6 de septiembre de 1999 Israel y los territorios ocupados: El gobierno israelí debe poner en práctica la decisión del Tribunal Supremo que convierte la tortura en un acto ilegal Amnistía Internacional ha manifestado hoy su satisfacción por la decisión del Tribunal Superior de Justicia israelí de prohibir los métodos de interrogatorio que constituyan tortura y malos tratos. La organización ha pedido que se ponga fin inmediatamente al uso de la tortura por parte del Servicio General de Seguridad (SGS), también conocido como Shin Bet. La organización ha declarado: «El fallo del Tribunal marca un hito en los largos intentos de los activistas de derechos humanos israelíes, palestinos e internacionales de terminar con la legalización práctica de la tortura en Israel». Israel ha sido el único Estado del mundo que ha legalizado en la práctica la utilización de métodos que constituyen tortura o malos tratos. El uso de la «presión física» durante los interrogatorios había sido validado por un subcomité de ministros israelíes y por el Tribunal Supremo que, en decenas de casos de individuos que habían sido torturados o maltratados, aceptó el argumento del SGS de que esos métodos eran necesarios para combatir el «terrorismo». Entre los métodos autorizados de interrogatorio se incluyen el mantener encapuchados a los detenidos durante periodos prolongados, someterlos a música constante a un volumen altísimo, zarandearlos, obligarlos a permanecer largo rato en cuclillas, sujetarles las muñecas con esposas muy apretadas o privarles del sueño. El Comité de la ONU contra la Tortura ha declarado que el uso de estos métodos constituye tortura y contraviene las obligaciones contraídas por Israel en virtud de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes. A lo largo de los años, el SGS ha usado estos métodos contra miles de palestinos, y su utilización ha causado la muerte de algunos detenidos bajo su custodia. Por ejemplo, en 1995 ‘Abd al Samad Harizat murió a consecuencia de los violentos zarandeos a que lo sometieron los interrogadores del SGS. En enero de 1998, el Tribunal Superior de Justicia agrupó una serie de peticiones de abogados y organizaciones de derechos humanos en las que se impugnaba la legalidad del uso de la tortura. El fallo crucial anunciado hoy es el resultado de ese proceso. En dicho fallo, el Tribunal Superior afirma que el ministro de Justicia tiene autoridad para permitir que se interrogue a individuos, pero declara que los métodos de interrogatorio deben ser «razonables». A continuación aclara: «... una investigación razonable es necesariamente una investigación sin torturas, sin tratos crueles e inhumanos y sin ningún tipo de trato degradante». Después pasa a considerar diversos métodos de interrogatorio utilizados por el SGS y concluye que ninguno de esos métodos es «razonable» y que, por lo tanto, todos ellos deben ser prohibidos. Aunque los jueces admiten que puede ser necesario interrogar a sospechosos durante periodos prolongados, consideran que la privación del sueño durante periodos largos, siempre que no sea necesaria para el propósito de una investigación, no es razonable. Amnistía Internacional pide ahora al gobierno de Israel que tome medidas inmediatas para garantizar que cesan cuanto antes la tortura y los malos tratos a detenidos sometidos a interrogatorio; también le pide que adopte las leyes pertinentes para convertir en delito el uso de cualquier forma de tortura o malos tratos, tal como dispone la Convención contra la Tortura. ****************************************************************************** Si desean más información pónganse en contacto con la Oficina de Prensa de Amnistía Internacional en Londres, Reino Unido, en el número +44 171 413 5566, o visiten nuestro sitio web en la dirección: http://www.amnesty.org