INDÍGENAS EN LAS CIUDADES. LA COMUNIDAD URBANA O

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INDÍGENAS EN LAS CIUDADES.
LA COMUNIDAD URBANA O´ODHAM EN CABORCA
A MEDIADOS DEL S. XX
Indigenous in cities. O'odham urban community in Caborca in the middle of the 20th century
Guillermo Castillo Ramírez - saudadegris@yahoo.com
Resumen
En el marco de los estudios de migración étnica a la ciudad y de indígenas en las ciudades
(Arizpe, 1975 y 1978) (Sánchez, 1995) (Pérez Ruíz, 1995) (Oehmichen, 2001) (Velasco, 2002),
este trabajo, desde una perspectiva histórico-antropológica y a través de testimonios
orales y documentos históricos, aborda y reconstruye el proceso de inserción y el establecimiento en la ciudad de Caborca de los o´odham originarios de las comunidades
rurales de Las Calenturas y El Pozo Prieto, en el noroeste de Sonora. En el contexto
histórico de mediados del siglo XX y de las políticas de discriminación étnica del Estado
mexicano, este texto describe la incorporación a la ciudad de destino y lo que significó ser
o´odham una vez instalados en Caborca en la negociación con otros grupos sociales, en
un entorno social caracterizado por las dinámicas del trabajo asalariado y por prácticas
socioculturales propias de los mestizos y los rancheros. Esto provocó la reconfiguración
del sentido de comunidad en un marco de referencia social urbano y generó un intenso
proceso de cambio cultural y social.
Palabras clave: O´odham, urbe, comunidad, reconfiguración étnica, indígenas.
Abstract
Inside the frame of the studies about ethnic migration to the city (Arizpe 1975 y 1978)
(Sánchez, 1995) (Pérez Ruíz, 1995) (Oehmichen, 2001) (Velasco, 2002), this article, from
a historical-anthropological perspective and through oral testimonies and historic
documents, deals and researches the incorporation and settlement of the o´odham from
communities Las Calenturas and Pozo Prieto in the City of Caborca, an urban center in
the northwest of Sonora. This work is about the insertion of these o´odham to Caborca,
in a social environment characterized by the dynamics of remunerated work and the
socio-cultural practices related with the mestizos and ranchers. The text describes the
Núm. 17, ene-abr. 2014, pp. 71-92
Guillermo Castillo Ramírez
incorporation to the city of destiny and what it meant to be o´odham in Caborca,
in the negotiation with other social groups. This provoked the reconfiguration
of community sense in an urban social frame and generated an intense process
of cultural and social change.
Keywords: O´odham, urbe, community, ethnic reconfiguration, native
american people.
❧
Introducción
Dentro del universo de las investigaciones que, desde la Antropología y las
Ciencias Sociales de fines del siglo XX y principios del XXI, han abordado
los procesos migratorios de comunidades rurales indígenas a centros urbanos
en el país así como los fenómenos sociales de grupos étnicos en las ciudades
(Arizpe, 1975 y 1978) (Sánchez, 1995) (Pérez Ruíz, 1995) (Oehmichen, 2001), este
trabajo, principalmente a través de etnografías y testimonios orales (entrevistas
semiestructuradas y acordadas con miembros del grupo étnico: autoridades
tradicionales, personas mayores que vivieron el proceso de cambio social)1,
pretende dar cuenta y describir desde una perspectiva cualitativa antropológica la experiencia de un grupo de o´odham que, en una tensa y desigual
coexistencia con los grupos mestizos de la urbe, habitó en un barrio periférico
de la ciudad de Caborca, en el noroeste de Sonora, en el área fronteriza con
Arizona a mediados del siglo XX. El trabajo pretende dar cuenta de cómo, bajo
el contexto de relaciones de discriminación, este grupo o´odham se reconfiguró
y reprodujo varias de las prácticas socioculturales y de organización social de
sus ancestros de las comunidades del desierto.
1 Las entrevistas fueron realizadas como parte de una investigación más amplia (una tesis
doctoral) (Castillo, 2010) y se contó con la aprobación de los entrevistados tanto para
realizar (audiograbar) las entrevistas, como para utilizar estos testimonios en la elaboración de documentos académicos. Dado que fueron acordadas y aprobadas las entrevistas y
que se explicó el propósito y uso de las mismas, se optó por recurrir a los nombres verdaderos de las personas (Castillo, 2010: 70-78).
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INDÍGENAS EN LAS CIUDADES. LA COMUNIDAD URBANA O´ODHAM
2 El término “Pápago”, cuyo significado es “comedores de frijoles” o “pimas frijoleres” (Ortíz,
1995, 223)” es el nombre con que los españoles (misioneros, funcionarios coloniales, etc.) y
posteriormente los mestizos sonorenses nombraron y nombran a ciertos grupos pimas del
desierto de Altar (Ortíz, 1995, 223); es el nombre que les impusieron los invasores y colonizadores. En cambio, el nombre con que ellos se autonombraban (y algunos aún lo hacen
en la actualidad) es el de o´odham, que quiere decir “la gente del desierto” (Castillo, 2010:
27-28). Los miembros del grupo étnico usan ambos términos, o´odham y pápago, para
autonombrarse y al referirse a ellos mismos (tanto en espacios públicos, como privados).
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Multidisciplina 17
Como contexto socio-étnico previo cabe apuntar que los o´odham (o pápagos)2
actualmente viven en un entorno social de frontera internacional, pues su
territorio en México colinda con Arizona, Estados Unidos (EU). Desde hace
siglos los o´odham han habitado, en pequeños asentamientos seminómadas,
el desierto de Altar que se extiende desde el centro de Sonora y llega hasta el
suroeste de Arizona en Estados Unidos (EU) (Spicer, 1962). Con la formación
de la República Mexicana en el siglo XIX (1821) y después con el tratado de
Guadalupe Hidalgo (1848) –cuando una enorme porción de México fue vendida
como propiedad a los EU-, el territorio tradicional o´odham quedó partido en
dos por la frontera internacional entre México y EU. Hasta bien entrado el
siglo XX, los o´odham tenían una economía de autosubsistencia basada en
la crianza de ganado y ocasionalmente de caballos; la siembra de temporal
de ciertos cultivos (frijol teparí, maíz, hortalizas), la recolección de frutos y
plantas del desierto, así como la caza de fauna del entorno natural eran otras de
las actividades económicas (Basaurí, 1990). Desde antes de la Conquista y hasta
poco después de la primera mitad del siglo XX, el modo de vida tradicional
de los o´odham estaba en estrecha relación con el medio ambiente natural, el
desierto. Como lo ha descrito Radding (1997), la llegada de agentes externos
(misioneros, colonos, funcionarios y militares al servicio de la corona española)
significó una serie de cambios en los procesos sociales, culturales, económicos
y políticos de los pueblos indígenas de ascendencia prehispánica, en este caso
particular, entre los o´odham.
No obstante, aproximadamente desde inicios de la segunda mitad del siglo
XX y a raíz de las políticas estatales de Colonización del desierto de Altar y del
uso de recursos naturales a favor de los rancheros y grandes propietarios, el
modo de vida tradicional o´odham sufrió un impacto decisivo. En este contexto,
el Estado mexicano ejerció una política de discriminación étnica a través de dos
acciones principales: por un lado, no reconoció gran parte de las tierras que,
Humanidades
I. El contexto socio-histórico, entre el desierto y la ciudad
Guillermo Castillo Ramírez
desde tiempos prehispánicos, los o´odham habían venido trabajando y apropiándose. Por el contrario, las porciones más aptas para la agricultura del territorio
o´odham se declararon tierras susceptibles de ser colonizadas y adquiridas (principalmente por grupos no indígenas) (Castillo, 2010: 192-197) (Castillo, 2010a:
189-200); el Estado mexicano, no sólo no respetó el territorio tradicional de este
grupo étnico, sino que, con las políticas de colonización y reparto agrario de
mediados del siglo XX, despojó de facto a los o´odham de buena parte de sus
tierras. Por otro lado, el uso del agua, elemento fundamental para la producción
agrícola de auto-subsistencia en el desierto, cambió y dejó de ser una prerrogativa de los o´odham; los nuevos actores sociales no indígenas (colonos, ejidatarios,
medianos y grandes propietarios) que llegaron atraídos por el proceso de colonización del desierto tomaron, con el respaldo y beneplácito del Estado, el manejo
y empleo preferente de los recursos hídricos (Castillo, 2012: 390-398).
Resultado de estas políticas de discriminación étnica (que de facto favorecían
el manejo y control de recursos naturales claves y de la tierra por parte de los
grupos no indígenas), una vez que los rancheros tuvieron el control del agua
gracias a la discriminación que suponían las políticas estatales, los o´odham
ya no pudieron mantener una economía de autosubsistencia basada en la
agricultura y tuvieron que salir de sus comunidades a buscar otras fuentes
de trabajo (Castillo, 2010: 192-197). En un primer momento, unos o´odham
salieron a trabajar a los ranchos aledaños a sus comunidades como jornaleros
agrícolas o vaqueros, mientras que otros se fueron a los campos de algodón del
Noroeste de Arizona (Castillo, 2010: 198-210). Posteriormente, entre las décadas
de 1940 y 1950, unos se instalarían en algunos centros urbanos del Noroeste de
Sonora como Caborca, Sonoyta y Puerto Peñasco y, otros, los que se habían ido
a trabajar temporalmente a los campos de algodón, fijarían su residencia en la
reservación de Sells, en el Suroeste de Arizona. En la actualidad la mayoría de
los o´odham sonorenses viven en centros urbanos del Noroeste de este estado
y han re-elaborado su manera de ser un grupo étnico.
II. La ciudad de Caborca y el barrio o´odham, relatos desde la periferia
Caborca es una ciudad sobre la carretera Panamericana, en la zona fronteriza
del noroeste de Sonora. Hacia la mitad de la década de 1990 contaba con
alrededor de cien mil habitantes (INEGI, 2010) y es y ha sido un polo de
desarrollo regional para los poblados rurales cercanos desde hace más de un
siglo. Las principales actividades productivas son la ganadería y la agricultura
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Pues no tan separado [de la ciudad], pero sí separado, porque o sea que de la
(sic), de donde vive la Mercedes [García Valencia] a la otra esquina, ahí enfrente
en la otra esquina era una huerta bien grande […] allá la gente, todo, la ciudad
[de Caborca], o sea que éramos nosotros los últimos, no había mexicanos.
(Alicia Choihua, entrevista personal, 15/09/2007, Caborca, Sonora).
La Papagueria estaba fuera del área donde vivían los mestizos y rancheros
y representaba la periferia de la urbe. La distancia geográfica fungía como
una forma de diferenciación social y les permitía reproducir prácticas socio3 Para consultar una historia de Caborca desde una perspectiva regional ver: Lizárraga García,
Benjamín (2006), Caborca y los caborqueños, Caborca, Municipio de Caborca, Sonora.
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Multidisciplina 17
de riego, sobresaliendo el reciente cultivo del espárrago. Caborca se ubica en
la parte sur del desierto de Altar, en el sur del territorio o´odham (Nolasco,
1965: 400-403) (Broyles y Rankin, 2007: 135-138); el territorio tradicional de este
grupo étnico se extendía hasta las inmediaciones de Phoenix, Arizona (Ortiz,
1995: 222) (Alvarado, 2007: 2-4) (Basauri, 1990: 1-3). Cabe apuntar que Caborca
no es una ciudad que se ubica fuera del área cultural o´odham. Por el contrario,
es parte de los lugares que conformaban las tierras ancestrales de este grupo
étnico, y, tras la invasión española, fue uno de los pueblos misioneros y polos de
desarrollo regional durante la conquista; de hecho, en las expediciones del padre
jesuita Eusebio Francisco Kino (1686-1711), se documentó presencia o´odham en
Caborca (Spicer, 1962: 123-125) (Lizárraga, 2006)3. En la actualidad Caborca es la
ciudad sonorense que concentra la mayor población o´odham en México.
Por su parte, Carl Lumholtz en su recorrido por el noroeste de Sonora a
principios del siglo XX, reporta que había ocho familias o´odham (“Pápago”)
viviendo en los suburbios del poblado (Lumholtz, 1990: 147-148); existía un
barrio donde sólo vivían los o´odham (Castillo, 2010: 248-250). Dicho sitio fue
conocido como La Papaguería (Castillo, 2010: 248-250). Fue el Ayuntamiento
del Municipio de Caborca con el aval del gobierno estatal, en verano de 1923,
quien dotó de una superficie de casi cincuenta mil metros cuadrados a los
miembros del grupo étnico (Oficio del Gobernador de la Tribu Pápago, Iziquio
Tiznado, dirigido al Cabildo Municipal de Caborca, 1953.); dicho terreno, que
era usado comunalmente, estaba al oeste de Caborca. Como señala doña
Alicia, quien es actualmente autoridad tradicional o´odham y vivió tanto en La
Papaguería, como en Las Calenturas-Pozo Prieto:
Humanidades
INDÍGENAS EN LAS CIUDADES. LA COMUNIDAD URBANA O´ODHAM
Guillermo Castillo Ramírez
culturales que les posibilitaban recrear su comunidad de origen y formar, al
mismo tiempo, una nueva colectividad. Los habitantes de La Papaguería, con
excepción de aquellos que vivían ahí desde principios del siglo XX, eran
procedentes principalmente de la comunidad de Las Calenturas-Pozo Prieto.
Varias de las personas de Las Calenturas-Pozo Prieto iban y venían a Caborca
a recibir diversos servicios: asistir a la escuela en el caso de doña Alicia y los
hijos de Iziquio Tiznado; a surtirse de mercancías y de preparativos para las
festividades e intercambiar los excedentes de la cosecha por otros productos.
Doña Alicia explica:
Venían [de Las Calenturas] y la cambiaban acá [en Caborca], por ejemplo el
trigo, cambiaban el trigo por harina, que entonces el molino era la [tienda]
Coppel. (Alicia Choihua, entrevista personal, 15/09/2007, Caborca, Sonora).
Eventualmente la mayoría de los miembros de Las Calenturas-Pozo Prieto,
se instalarían definitivamente en Caborca, a mediados de la década de 1950.
También había varias familias asociadas desde principios del siglo XX a La
Papaguería, como los Sanriquez, los Contreras, los Hermosillo, los Luques, los
Pino, los Mirandas y don Ramón Choihua, nacido en 1937 en La Papaguería,
donde vive hasta la fecha.
En total eran aproximadamente diez familias: los Choihua, los García,
los Sanriquez, los Valencia, los Pino, los Tolles, los Tiznado, los López, los
Contreras, los Hermosillo, Ruperto Méndez y la familia Miranda y los Luques;
varios de estos grupos, como los Choihua o los García, tenían a su vez varios
jefes de familia.
Desde inicios del siglo XX (1920) y hasta entrada la década de 1940, en La
Papaguería no había calles trazadas, sino caminos y senderos sin pavimentar,
al igual que en las comunidades. Doña Mercedes comenta:
Eran veredas aquí [en La Papaguería], donde la gente iba y así, eran puras
veredas, no había calles, y los carros, los carros, puros carros de bestias de
mulas, y nomás, esos caminos eran de tierra cuando salían pa´l Pozo Prieto
iban en carro [carreta], otros a caballo (Mercedes García Valencia, entrevista
personal, 18/06/2008, Caborca, Sonora)4.
4 Doña Juanita, originaria de la comunidad de Las Calenturas, reafirma el punto al señalar que
“las calles estaban desparramadotas, así como una, una acá" (Juanita López, entrevista
personal, 08/04/2008, Caborca, Sonora).
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Pues eso fue cuando nos comenzaron a dar aquí [en La Papaguería], a dar los
lotes estos que nos dieron, y nos pusieron que anduvieron midiendo, cada
tanto para fulano, ponían su nombre [en el solar]. (Mercedes García Valencia,
entrevista personal, 18/06/2008, Caborca, Sonora).
El proceso de urbanización fue lento, en 1953 el oficio del Gobernador
Iziquio dirigido al Cabildo Municipal sobre la regularización de los solares de
La Papaguería sugiere explícitamente la idea de la integración al casco urbano:
Como ahora [mayo, 1953] tanto las condiciones de los pápagos [o´odham] como
la urbanización de la ciudad ha cambiado mucho, debido al progreso alcanzado,
ya es necesario que la zona de terreno a que me refiero [La Papaguería] se
incorpore a la urbanización, se dejan libres las partes de calle que abarca y que
cada familia o individuo que pueda formar su familia tenga determinado el solar
que corresponda a su habitación o solar para construirla quienes no lo tiene. []
… suplico al H. Ayuntamiento sea muy servido acordar el fraccionamiento del
terreno cedido a la Tribu Pápaga [o´odham] a que me refiero, dando a cada uno
de sus componentes un documento en calidad de TÍTULO INDIVIDUAL por el
solar que les corresponde. (Oficio del Gobernador de la Tribu Pápago, Iziquio
Tiznado, dirigido al Cabildo Municipal de Caborca, 1953)5.
Dos aspectos resaltan de este testimonio, el lenguaje de petición y no
una solicitud de derecho ciudadano. Y, segundo, el “título individual” de
5 Esta información se obtuvo gracias a doña María Elena García, quien me dejó ver una copia
del documento original
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Multidisciplina 17
Las casas no estaban simétricamente ordenadas, sino organizadas en función
de necesidades como el acceso al agua. Este barrio colindaba con campos de
cultivo, huertas de los rancheros de Caborca, el desierto y lotes baldíos. Las
casas eran de adobe, no tenían electricidad, ni drenaje y el agua la extraían de
veneros que había en cada casa.
El proceso de urbanización inició a finales de la década de 1940. Promovido
por el gobierno municipal, se hizo la cuadrícula urbana y se inició la dotación de
algunos servicios. Doña Juanita recuerda que inició el trazado de calles en línea
recta y de cuadras en forma rectangular con banquetas, se dividieron las manzanas
en lotes y solares, además se numeraron las viviendas. Y doña Mercedes agrega:
Humanidades
INDÍGENAS EN LAS CIUDADES. LA COMUNIDAD URBANA O´ODHAM
Guillermo Castillo Ramírez
propiedad de solar se refería a dos sujetos preferentes: 1) principalmente a
los hombres casados y con hijos en tanto “cabezas” de un hogar, y en este
sentido, el destinatario era, a través de la figura del hombre, la familia (no
extensa) como núcleo social, más que la persona, en tanto como individuo con
derechos y obligaciones; esto suponía el modelo de familia patriarcal caracterizado por relaciones de poder desiguales al interior del núcleo familiar donde
las mujeres, los jóvenes y niños estaban relegados. 2) El otro destinatario era
“el individuo”, entendido como un hombre mayor de edad, en condiciones de
trabajar y susceptible de fomar un núcleo familiar del cual él sería la autoridad
y el principal responsable. En este sentido, la escasa evidencia documental
apunta a que la dotación de solares en La Papaguería, a semejanza de lo que
ocurrió en otras latitudes del país (y en concordancia con la tendencia de las
dinámicas de reparto agrario de mediados del siglo XX), se concedió a los jefes
de familia varones, a quienes se les dio la propiedad. La reestructuración de La
Papaguería en solares marcó un contraste con el tipo de uso y propiedad de la
tierra que caracterizó a los o´odham en sus comunidades del desierto.
La delimitación de solares y la reordenación del barrio de acuerdo a
patrones urbanos fue un cambio drástico que significó pasar de la propiedad
comunal y la vida comunitaria característica de los ancestros del grupo étnico
y la vida en el desierto, a la propiedad privada –por jefe de familia e individuo-,
proceso dirigido y realizado por el Estado y que, como parte de dinámicas de
modernización más amplias, buscaba insertar a los o´odham en modos de vida
urbano-capitalistas. La secuencia de cambios fue vasta (ver cuadro 1.1). Como
puntualiza doña Juanita al respecto:
[Con el trazado de calles, la división por lotes y la cuadrícula urbana] ya no
fue reserva [o´odham], ya no fue nada. (Juanita López, entrevista personal,
08/04/2008, Caborca, Sonora)6.
6 Aquí el término reserva tiene que ser más bien entendido como comunidad adscrita a un
espacio geográfico delimitado. De hecho, usar ese tipo de términos es producto de la
influencia de los o´odham norteamericanos y sus formas de organización en reservas.
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INDÍGENAS EN LAS CIUDADES. LA COMUNIDAD URBANA O´ODHAM
Cambios en La Papaguería
Se otorga el terreno de La Papaguería
1930-1940
Relación de La Papaguería con Las Calenturas: visitas familiares,
intercambios económicos, ceremonias (danza del venado)
1940s (2da mitad)
Niños de Las Calenturas asisten a la escuela en Caborca
1953
Petición del gobernador Iziquio Tiznado de dividir en solares La
Papaguería y otorgar títulos de propiedad
1950s (1ra mitad)
Inicia urbanización de La Papaguería. Trazado de calles
1950s (1ra mitad)
Asignación de solares por familia en La Papaguería
Humanidades
Cronología: año
1923
Fuente: Elaboración propia.
III. Caborca y el barrio (comunidad) o´odham de La Papaguería
De inicios del siglo XX hasta probablemente inicios de 1960, en La Papaguería
se reproducían prácticas culturales y formas de organización social y familiar
propias de los asentamientos o´odham del desierto; esto fue posible, entre otros
procesos sociales, gracias a la transmisión de actividades, saberes y valores que
se daban entre las diversas generaciones y a través de los espacios familiares
y comunitarios cuando el grupo todavía era significativamente endogámico.
Una de las prácticas culturales más relevantes en La Papaguería era que se
comunicaban entre sí cotidianamente en su lengua tradicional, no en español.
El mundo estaba escrito en o´odham. Doña Alicia explica:
Si, pues todos hablábamos [o´odham en La Papaguería]. [...] Todos, sí todos
hablaban pápago [O´odham]. Sí, pues nosotros, pues sí, pues todos, en aquel
tiempo todo hablábamos o´odham. (Alicia Choihua, entrevista personal,
15/05/2008, Caborca, Sonora).
A esto contribuyó el distanciamiento geográfico y simbólico de los mestizos
de Caborca. El contacto entre los o´odham y el resto de los habitantes de esta
ciudad era selectivo y acontecía en los comercios, la escuela (en el caso de los
niños) y ciertas fiestas.
Otra de las prácticas culturales fue la autoconservación y la reproducción
social del grupo a través de los matrimonios endogámicos. La mayoría de las
personas tenía ascendencia del grupo étnico por ambos padres, tenían largas
líneas familiares o´odham que se extendían más allá de Caborca y Las Calenturas.
79
Multidisciplina 17
Cuadro 1.1 Cronológica de cambios en La Papaguería, Caborca.
Guillermo Castillo Ramírez
Según doña Alicia y doña Juanita, entre más viejos fueran los miembros del
grupo, estaban más adentrados en la “tradición” y la sangre o´odham. Para
designar esta condición usaban el término de “pápago [o´odham] crudo”7.
Respecto a las prácticas culturales de carácter religioso había un par de
fiestas (de carácter católico) y una ceremonia de influencia prehispánica en las
que participaban los o´odham de La Papaguería. Una de las fiestas católicas
era el 3 de mayo y refería a la celebración de la Santa Cruz, donde, mediante
diversas actividades (procesiones, rezos, rosarios), se adoraba a la Santa Cruz.
También de carácter católico era la fiesta de San Francisco (en honor al padre
Francisco Kino) que se realizaba en múltilples comunidades o´odham de
Sonora y Arizona a principios de octubre. Respecto a las prácticas religiosas no
católicas estaba la ceremonia del venado Buro, que tenía un carácter prehispánico y estaba vinculada a la caza del venado y al ciclo de lluvias en el desierto.
Esta ceremonia era el 23 de junio.
Además, en La Papaguería, a semejanza de lo que ocurría en las comunidades
o´odham del desierto de Altar en Sonora, había una autoridad tradicional,
encargada de los asuntos del grupo, ceremonias y cuestiones relacionadas
con los mestizos vecinos. Iziquio Tiznado era el encargado de organizar la
ceremonia del Venado Buro en el Álamo, cerca de Caborca; se reunían con
los hombres mayores en ciertas noches en torno a una hoguera y platicaban.
Esta figura de autoridad era probablemente un puesto vitalicio, pues Iziquio
desempeñó esta función por lo menos desde 1923, hasta su muerte a finales de
la década de 1950. La Papaguería no fue el único espacio del área urbana del
que se apropiaron los o´odham; también tenían como propiedad comunal una
parte del panteón de Pueblo Viejo, que estaba separada del área de los mestizos.
Los o´odham no tenían tierras para sembrar en las inmediaciones de Caborca.
Estaban sujetos a una economía mercantil donde vendían su fuerza de trabajo
en el campo, así como los productos manufacturados por ellos mismos. Tenían
una división laboral de acuerdo al género. Mientras los hombres trabajaban
como vaqueros y jornaleros agrícolas en los ranchos y campos de algodón y
trigo cercanos a Caborca, las mujeres producían tortillas, criaban animales y
7 No obstante, a partir de las generaciones nacidas a finales de 1930, la situación cambiaría de
manera radical. La mayoría de ellos, debido a los procesos de cambio social, se casarían
con mestizos y prácticamente desaparecería el matrimonio endogámico. A finales de la
década de 1950 acontecieron fuertes cambios dentro de la comunidad o´odham de Caborca,
que posteriormente desembocaron en la dispersión de La Papaguería.
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INDÍGENAS EN LAS CIUDADES. LA COMUNIDAD URBANA O´ODHAM
La manufactura de estos objetos era legado de la vida comunitaria en los
asentamientos del desierto y de la tradición o´odham que extraía recursos del
medio ambiente para satisfacer sus necesidades.
La vida social de La Papaguería no se reducía a las actividades que involucraban únicamente a los o´odham, también suponía un contacto selectivo
y relativamente frecuente con grupos mestizos. Los hombres adultos salían
diariamente a trabajar a los ranchos y campos de cultivos agrícolas. En esos
espacios sociales los o´odham se encontraban en relaciones de poder desiguales
y asimétricas que se manifestaban en la discriminación y exclusión que experimentaban. Las mujeres también estaban expuestas a este tipo de experiencias
cuando salían a vender los productos que elaboraban. El trato con los mestizos
y con las diversas instituciones del Estado estaba marcado por la estigmatización de las diferencias culturales y biológicas de su ascendencia étnica. Con
las generaciones menores ocurría algo similar, sobre todo porque los niños
de las familias o´odham ya iban a la escuela primaria a Caborca en la década
de 1940. Ahí los niños experimentaban en carne propia procesos de discriminación cotidianos por parte de los caborquenses. Doña Mercedes recuerda
que, por su ascendencia étnica, otros niños la agredían (Mercedes García
Valencia, entrevista personal, 10/04/2007, Caborca, Sonora). Probablemente
esta institución educativa jugó un papel clave para que estos niños perdieran la
lengua o´odham, además de que dejaron de realizar otras prácticas culturales.
A esto se aunaron los cambios socioculturales por la incorporación de La
Papaguería al área de Caborca y por el proceso de urbanización que supuso la
reordenación del uso del espacio público y del entorno de vida de los o´odham.
Posteriormente, varios o´odham vendieron sus lotes de La Papaguería como
una estrategia de obtención de recursos económicos y para solventar ciertas
necesidades, relocalizándose en diversas colonias de la periferia de Caborca,
como la Contreras, Aviación, Industrial, entre otras. Este fue un patrón similar
al que sucedió en otras ciudades de México con los inmigrantes indígenas y
81
Multidisciplina 17
Mi mamá hacía esas, cacerolas de barro, ollas para el agua, para el tiempo
ella las llenaba de agua y las vendía. Salía vender allá [a Caborca] pa´los ricos,
les vendía. […] Si, acá pa´l centro las vendía. [...] Todas [las mujeres] hacían.
(Ramón Choihua Pino, entrevista personal, 05/04/2008, Caborca, Sonora).
Humanidades
hacían ollas, bienes destinados para el intercambio económico. Al respecto don
Ramón recuerda:
Guillermo Castillo Ramírez
no indígenas de bajos recursos. Uno de estos casos en La Papaguería, según
comenta doña Juanita, fue el de don Matías:
Entonces, Matías, ahí [en La Papaguería] tenía Iziquio también la casa y vendió,
vendió porque ya [La Papaguería] no era reserva, ya se podía vender, y Matías
ya se hizo la casa para allá, para la [colonia] Industrial, por allá vive, allá vive.
(Mercedes García Valencia, entrevista personal, 10/04/2007, Caborca, Sonora).
Don Ramón añade que esto llevó al abandono y desarticulación de La
Papaguería (como un referente geográfico y social de los o´odham) y marca la
diferencia de cuando el barrio era habitado por miembros del grupo étnico y
como, tras algunas décadas de cambio, diversos grupos de mestizos se fueron
entrometiendo y apropiándo de este espacio urbano:
Vendieron, muchos [o´odham] vendieron y cuando estaban mal, no sé, se
enfermaban, murieron y vendieron, los hijos [de los viejos o´odham] vendieron,
como el Matías vendió ahí él, de ahí para acá, ahí vivía, ahí llegaba, los que
vivían aquí también vendieron todo eso. Pues ahorita de toda la bola [de
o´odham] que vivían aquí, quedó yo no más, yo, el Cheno, los [García] Valencia
esos, no más, ya ahorita ya. Si, [antes] no había mexicanos [en La Papaguería],
no había nada. […] Y ahora todos somos iguales con todos, ya se metieron todos,
comenzaron a vender ya solares los pápagos [o´odham]. (Ramón Choihua Pino,
entrevista personal, 08/04/2008, Caborca, Sonora)8.
No deja de ser significativo como entre los o´odham de esas generaciones
(los nacidos entre 1920 y 1940), y como lo muestra el testimonio de doña Alicia
en tanto autoridad tradicional, el término “mexicano” refería a las alteridades
circundantes, a los mestizos urbanos de Caborca que no tenían ascendencia
indígena. En este caso, “mexicanos” no aludía directamente a una condición
jurídica-política (la de ser ciudadano del Estado mexicano con acceso a ciertos
derechos), sino que remitía también a condiciones de diferencias culturales y
socioeconómicas.
La Papaguería se fue disgregando y con ella se desvanecieron las prácticas
que anteriormente, en la primera mitad del siglo XX, la habían caracterizado. Al
8 De entre las personas que vendieron solares, don Ramón recuerda a parte de las familias
Hermosillo, Choihua y sus medios hermanos Carmen, Tomas y Juan Luquez Pino.
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INDÍGENAS EN LAS CIUDADES. LA COMUNIDAD URBANA O´ODHAM
El término “reserva” tiene el sentido de una comunidad como un espacio
geográfico propio y separado de otros grupos sociales, era el sitio donde se
habitaba. Esta palabra es de uso parcialmente reciente, viene del contacto con
los o´odham norteamericanos y en especial con el papel de la Nación Tohono
O´odham, la cual se compone de diversas reservas. Un término mucho más
viejo y con una carga más fuerte dentro de la tradición o´odham en México es
el de comunidad. Para 1971 en La Papaguería ya se habían vendido casi todos
los solares y solamente quedaban los Luquez, los cuatro hermanos López
Juárez, Mercedes García, el Cheno Hermosillo y don Ramón Choihua. El barrio
ya tenía una dinámica diferente, mucho más urbana y mestiza (Alicia Choihua,
entrevista personal, 15/05/2008, Caborca, Sonora).
IV. Los que vinieron, los hijos de los o´odham de La Papaguería
Después, cuando los hijos de estas generaciones se volvieron adultos, hubo
procesos de cambio sociocultural intensos. Cesaron los matrimonios
endogámicos, casi se perdió la lengua por completo, se dejaron las prácticas
de producción de cultura material como la manufactura de cerámica y cestería
tradicional, las ceremonias se redujeron. En el contexto de una convivencia
mucho más estrecha y frecuente con los habitantes de Caborca que no tenían
ascendencia o´odham, la constante que se empezó a presentar fueron los
matrimonios cruzados (uniones interétnicas). El proceso de cambio social que
vivieron los o´odham fue drástico y vertiginoso (ver cuadro 1.2).
83
Multidisciplina 17
Ya se habían ido muchos, ya se habían ido muchos, ya eso ahí se pobló, ya
después, de los que se fueron no hubo nada, ya se poblaron otras, ya no fue
reserva, no. Era reserva en ese entonces [antes de la década de 1950 y de la
división en lotes], pero después no, comenzaron a cobrar y todo, ya no hubo
nada, ahorita ya no es reserva, ya no es nada. (Juanita López, entrevista personal,
08/04/2008, Caborca, Sonora).
Humanidades
hablar del proceso de fragmentación de esta comunidad o´odham en Caborca,
doña Juanita López comenta:
Guillermo Castillo Ramírez
Las Calenturas: comunidad
La Papaguería, Caborca
Venta de lotes, se dispersa
La Papaguería
Años: 1960 en adelante
Años: 1930-1940
Años: 1940 – 1960
Noción cultura asociada a un
territorio definido y a una serie de
prácticas culturales
Movilidad geográfica. Nuevas
formas de adscripción – el lugar de
origen, familia
Ser o´odham en la ciudad, vínculos con el pasado
La comunidad, una forma de organización social, local y regional
Cambios de la organización social:
el trabajo comunal, gobernador tradicional, matrimonio endogámico
Nuevas formas de articulación del
grupo. Proceso de simbolización
de la adscripción étnica: la historia
como eje
Cuadro 1.2 Diagrama del cambio Las Calenturas-La Papaguería , Caborca.
Fuente: Elaboración propia.
Si bien ya en la década de 1940 había algunas uniones entre los miembros
del grupo étnico con personas de diferentes contextos culturales, la norma y lo
más frecuente en el vasto territorio tradicional eran los matrimonios solamente
entre o´odham, preferentemente con personas de otros asentamientos. Los
matrimonios endogámicos no sólo eran una forma de organización social,
también fungían como una red articulada y eficaz para la transmisión, ejercicio
y continuidad de múltiples prácticas culturales como la lengua, el trabajo de
la tierra, los sistemas de valores, la realización de las ceremonias, etc. A través
de estas uniones se reproducía social, cultural y biológicamente el grupo y se
renovaba el tejido social. Desde las generaciones nacidas en los años 1930's y
hacía atrás, la mayoría de los o´odham, con excepción de algunos casos, como
la familia López Juárez, tenían ascendencia y “sangre” o´odham por ambos
padres. Dentro del grupo étnico, ellos mismos llamaban “o´odham crudos” o
“pápagos crudos” a aquellos que tenían ascendencia del grupo étnico y que
eran sus antepasados, haciendo alusión a que no había habido mezcla todavía.
Al respecto, es muy ilustrativo el testimonio de doña Juanita López sobre los
viejos o´odham:
Si, esos eran de a tiro madre y padre, eran Pápagos [o´odham]. Como Ramón
[Choihua], es mamá y papá, sí ellos, ese sí tiene, es también de madre y padre.
El Matías [Choihua] es, ese es crudo. […] Pues esos y los Choihua, todos los
Choihua son crudos, todos son. […] Los Tizando son crudos esos, si esos todos
son, madre y padre, todos son crudos, son Pápagos [o´odham]. (Juanita López,
entrevista personal, 08/04/2008, Caborca, Sonora).
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Lo que sí hubo de que se casaron, muchas se casaron, pero con otra raza. (Juanita
López, entrevista personal, 08/04/2008, Caborca, Sonora)9.
Y don Ramón por su parte precisa:
Sí, todos [los de Las Calenturas y La Papaguería], la mayoría [se casó gente que
no era del grupo], ahí está la Alicia, se casó con ese Alberto Pino, mi hermana
Ana se casó con Pablo Miranda, la Nena [María Elena García] pues con Ricardo
Varela y así todos se cruzaron ya. Sí, se cruzaron pues ya. (Ramón Choihua,
entrevista personal, 08/04/2008, Caborca, Sonora).
Con estas uniones mixtas los procesos de transmisión de prácticas culturales
como la lengua, la religión, los valores comunitarios, el conocimiento del
desierto, sufrieron una ruptura profunda. Sobre todo porque esas dos maneras
(la o´odham y la mestiza) de entender, vivir y actuar en el mundo no siempre
dialogaron armónicamente. Por el contrario, se caracterizaron más por una
relación ambigua y desigual, en la cual el mestizo estaba en el polo con mayor
peso. En la ciudad y en las instituciones estales como la escuela y la iglesia
se negaba y excluía la diferencia cultural o´odham. Hubo una enorme brecha
9 Así como utilizan el término “crudo” para designar aquellos que tienen ascendencia o´odham
por ambos padres, también, aunque con menor frecuencia, usan el término “cruzado” para
designar aquellos que tenían ascendencia mixta, generalmente o´odham-mestiza (Juanita
López, entrevista personal, 08/04/2008, Caborca, Sonora).
85
Multidisciplina 17
Las uniones interétnicas dejaron de ser la norma, fueron menos frecuentes
hasta que pasaron a ser la excepción y después a extinguirse casi por completo.
El origen de esto es múltiple y remite a procesos sociales paralelos. La disgregación social de los miembros ya no les permitió elegir sus posibles parejas
dentro del universo del grupo étnico. Con la convivencia cercana con personas
de otras etnicidades (mestizos), una vez que vivían en las afueras de Caborca,
se introdujo la posibilidad de nuevos prospectos como parejas. Y, por último, la
lejanía física y geográfica cuando salieron de La Papaguería y se fueron a otras
colonias periféricas y áreas urbanas marginales.
Las uniones entre o´odham o descendientes de los viejos o´odham y
personas con diferentes tradiciones culturales, principalmente mestizos, fueron
la constante. Tanto doña Juanita como don Ramón comentan que los o´odham
contemporáneos a ellos formaron sus familias con personas ajenas al grupo:
Humanidades
INDÍGENAS EN LAS CIUDADES. LA COMUNIDAD URBANA O´ODHAM
Guillermo Castillo Ramírez
entre los hijos de estas uniones, ya nacidos en la ciudad de Caborca en un
contexto prácticamente urbano, y sus antepasados directos, pero sobre todo
la distancia se dio con sus ancestros remotos que vivieron en las comunidades
del desierto. En el caso de estos niños, una vez que fueron adultos, se consolidó
por completo la tendencia a la exogamia, formándose uniones principal y casi
exclusivamente con los mestizos. Tales fueron los casos de las hijas e hijos de
doña Alicia, doña Mercedes, doña María Elena García y don Matías, volviendo
una rarísima excepción la vieja práctica del matrimonio endogámico. Y, por
otro lado, el contexto cultural que influyó con más determinación la vida de
ellos fue el mestizo-urbano. Los hijos y nietos de los o´odham nacidos en la
década de 1930 y antes, crecieron en un medio social bastante diferente al de
sus padres y abuelos, y sus referentes sobre lo que era y es ser o´odham fueron
y son muy diferentes. En el entorno urbano y bajo una lógica cultural mestiza y
ranchera, difícilmente se podían reproducir las prácticas socioculturales características de las generaciones o´odham previas, quienes vivían en los asentamientos del desierto.
V. La coexistencia en la ciudad, los o´odham y los mestizos urbanos
El cambio de un patrón de reproducción social del grupo (a través de los
matrimonios endogámicos) a uniones interétnicas (matrimonios cruzados)
entre o´odham y mestizos fue un proceso que impactó de manera drástica
las dinámicas de transmisión sociocultural de prácticas, saberes, creencias y
valores al interior del grupo; en una relación de poder desigual al interior de los
matrimonios cruzados, las prácticas culturales de este grupo indígena (y dentro
de éstas las memorias sociales y simbólicas de los antepasados) fueron relegadas
a un segundo plano. Por otro lado, una vez que aconteció por completo la
inserción en un entorno social urbano, entre los o´odham se dio una resignificación de la memoria social y su relación con el pasado. La mayoría de los
marcos sociales espaciales en los que anidaba el recuerdo y la representación del
pasado, ya estaban geográfica y socialmente distantes. Sólo se iba a los viejos
sitios o´odham de manera ocasional, para alguna ceremonia, en vacaciones, a
los turnos para cuidar el ganado, etc. Pero ya no había una relación constante y
práctica con esos sitios, ni la actividad productiva de la que vivían se vinculaba
directamente a la ancestral tierra o´odham. Buena parte de la inmemorial
tradición ya no era parte de la vida diaria de los o´odham en la ciudad.
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VI. Reflexiones finales. Grupos o´odham en las ciudades del noroeste
de Sonora
Este trabajo mostró la reconstrucción histórica de un proceso de cambio social
y cultural indígena en un contexto urbano desde las perspectivas de varios
de los sujetos involucrados; no sólo pretendió describir y narrar hechos de
la vida social de los o´odham de Las Calenturas-Pozo Prieto y La Papaguería a
mediados el siglo XX en el contexto urbano de Caborca, sino también buscó
acercarse a los sentidos y experiencias de estos sujetos sociales. Hay otras voces
y versiones de este proceso que en otros trabajos sería pertinente abordar y
que aún están pendientes por registrar y reconstruir.
Para los o´odham que habitaron en La Papaguería, si bien vivir en la ciudad
significó la reordenación de la relación con el territorio tradicional, con su
pasado como comunidad y con el imaginario en que ellos se representan como
o´odham, esto no implicó su desaparición absoluta. Se dio un reordenamiento en el
imaginario de estos o´odham respecto al papel que los lugares sociales vinculados
87
Multidisciplina 17
La antigua comunidad o´odham se había ido, pero sus descendientes seguían
ahí y resignificaron el proceso de adscripción étnica a través de una compleja
dinámica de cambio y permanencia que se manifestaba a través de la reproducción de ciertos elementos socioculturales como la conciencia de los viejos
lazos de parentesco, además de la reiteración del asentamiento de origen en el
desierto y de los recuerdos comunes acerca de la vida en las comunidades. En
La Papaguería se distinguía a los propios (o´odham) de los ajenos y, en tanto era
un espacio propio del grupo étnico, se trascendía la discriminación que experimentaban en Caborca. Este proceso de reconstitución como grupo social tenía
una fuerte dirección hacia el pasado, pero también incluía una orientación al
presente de escasez material y necesidad de oportunidades laborales, así como
a la situación de cohabitar y negociar con las alteridades mestizas. Los vínculos
de los o´odham con los no o´odham se diversificaron y se aceleró el proceso
de cambio sociocultural: los “otros,” los mestizos, se volvieron las parejas y
esposos y esposas de los o´odham, pero también eran sus compañeros de
trabajo y algunos eran sus jefes laborales y los explotaban. Si bien antes los
o´odham usaban el término “mestizo” y “mexicano” para designar todo aquel
que no era miembro del grupo, esa clasificación empezó a resultar insuficiente
y a llenarse de fuertes matices una vez que su lugar de residencia era la ciudad
y se acentuó el proceso de diversificación del grupo étnico.
Humanidades
INDÍGENAS EN LAS CIUDADES. LA COMUNIDAD URBANA O´ODHAM
Guillermo Castillo Ramírez
a sus antepasados desempeñaban en su sentido como grupo étnico. Ahora pasaron
a formar parte de su historia como comunidad, pero a un nivel remoto, sobre todo
porque ya se vivía en otro entorno social (la urbe) y ya no había comunidad en el
antiguo (y geográficos rural) sentido: vida en común en un espacio determinado
vinculado al desierto. El desierto, como un medio ambiente culturizado y
significado en términos de los hechos fundacionales que definían al grupo, se
proyectó como la lejana casa de los antepasados, y esto, junto con los ancestros
y la antiquísima tradición o´odham, se volvió para los o´odham que habitan en
Caborca uno de los principales referentes de su historia como comunidad y como
etnia. El proceso de identificación de estos o´odham se reconfiguró en el rejuego
entre el presente (urbano, mestizo) y el pasado (comunitario e indígena): entre el
“antes” y el “allá” de la comunidad de los ancestros en el desierto y el “ahora” y el
“aquí” de la ciudad y su desigual convivencia/coexistencia con los mestizos. Esto
les permitió definirse como una generación diferente, pero con un fuerte vínculo
con la tradición o´odham. De aquí que puedan asumirse como hijos y parciales
herederos de los antiguos o´odham.
La ciudad fue el destino definitivo de los o´odham y significó la desarticulación de la vieja noción de comunidad (social y territorial) propia de los
antepasados y de la vida en el desierto bajo economías de autoconsumo en
estrecha relación con el medio ambiente natural del desierto. La tradición se
transformó y, a decir de las personas mayores de este grupo étnico, se atenuó.
En el contexto de un modo de vida asalariado y urbano, se dieron múltiples
procesos de diversificación y dispersión (social y geográfica) al interior del
grupo étnico: los matrimonios cruzados (entre o´odham y mestizos), la
ampliación de las redes sociales mediante las uniones interétnicas, también
hubo procesos de pérdida y deterioro de prácticas socioculturales propias
de la vida en el desierto: ceremonias de influencia prehispánica (la danza del
Venado Buro), fiestas religiosas de corte católico, el uso de la lengua o´odham,
los matrimonios endogámicos, la agricultura de autoconsumo, entre otras.
Sin embargo, en el intrincado y tenso proceso de inserción en la urbe, los
o´odham se valieron, como estrategias socio-laborales, de los diversos saberes
y prácticas propios de sus comunidades de origen. A los hombres o´odham el
conocimiento del campo y las labores agrícolas y ganaderas les permitieron
trabajar como jornaleros agrícolas, vaqueros y posteriormente en la construcción. Las mujeres usaron sus conocimientos de cría y reproducción de animales
domésticos para el autoconsumo doméstico y la venta, además recurrieron a
88
89
Multidisciplina 17
la manufactura y venta de cerámica utilitaria y de diversos alimentos como
tortillas de harina.
No obstante, una vez que tuvieron residencia fija en Caborca entre los
o´odham se reformuló su criterio de adscripción y la memoria fungió como
un articulador central de la pertenencia étnica con relación a su vínculo con
el pasado. En el caso de los o´odham de La Papaguería que experimentaron
variados procesos de cambio social, el criterio de adscripción se articulaba
en torno a tres relaciones: a) la comunidad de origen y vida en el desierto; el
lugar en el territorio tradicional o´odham; b) la genealogía familiar extendida,
qué apellidos tenían y quiénes fueron sus padres; c) y la historia social de las
comunidades. Si bien en un principio el papel de las categorías de “mexicano”,
“mestizo” y “ranchero” para los o´odham hacían referencia a grupos sociales
distantes concebidos como aquellos (los “otros”) con los que se tenía un
contacto selectivo y no frecuente, esto cambiaría en tanto que cada vez fueron
más frecuentes las uniones entre o´odham y personas que no pertencían al
grupo étnico; la concepción que éstos tenían de la alteridad (y de las relaciones
que con ella guardaban) se transformaría en la medida en que algunos de los
sujetos de esas alteridades pasaron a ser esposos, cuñados, suegros, etc. Como
lo sugieren autores clásicos (Barth, 1976), el caso o´odham demuestra que los
procesos de adscripción étnica son dinámicos y relacionales, están sujetos al
cambio sociopolítico (son históricos) y tienen que ser abordados en el marco
de las relaciones sociales y de poder desiguales que los grupos indígenas
abordados guardan con otros grupos sociales. La pertinencia de este trabajo
reside en el análisis del caso preciso de lo que acontenció entre los o´odham
en la ciudad de Caborca para una temporalidad específica (mitad del siglo XX),
grupo étnico escasamente estudiado por la antropología y la historia.
Así, dentro del espectro de los estudios sobre migración étnica e indígenas
en las ciudades donde sobresalen los trabajos de Velasco (2002 y 2005) y
Sánchez (1995) y el antecedente de mujeres indígenas en la ciudad de México
de Arizpe (1975 y 1978), este texto es una contribución respecto a lo que pasó
en el noroeste de México con grupos indígenas de aridomérica distintos al
modelo de comunidad mesoaméricana y muestra los procesos de rearticulación de la organización social y étnica de los o´odham en contextos de
drásticos cambios socio-económicos y de “inserción” en nuevos modos de vida
(urbano-asalariados), en el marco de una tensa y desigual convivencia con las
alteridades mestizas y rancheras de Caborca marcadas por la discriminación,
la marginación y la explotación hacia lo indígena. En un intrincado rejuego
Humanidades
INDÍGENAS EN LAS CIUDADES. LA COMUNIDAD URBANA O´ODHAM
Guillermo Castillo Ramírez
entre el desierto y la ciudad, el pasado y el presente, la discriminación y la
asimilación, lo indígena y lo mestizo, el cambio y la permanencia, los o´odham
fueron reconfigurándose como un grupo étnico que hacía frente al embate de
los cambios.
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GUILLERMO CASTILLO RAMÍREZ es Doctor en Antropología Social por la Facultad de
Filosofía y Letras de la UNAM. Profesor de posgrado (MADEMS-Filosofía) y licenciatura
(Sociología) en la Facultad de Estudios Superiores Acatlán de la UNAM. Actualmente
desarrolla un proyecto de investigación sobre migración étnica y sus repercusiones en
las comunidades de origen. Licenciado en Filosofía por la Universidad de Guadalajara
(2004), maestro (2006) y doctor (2010) en Antropología por la UNAM, realizó una
estancia de investigación posdoctoral (2011-2013) en la Unidad de Investigación Multidisciplinaria de la FES Acatlán. Es miembro del Sistema Nacional del Investigadores
(nivel 1). Sus líneas de investigación son: historia de la antropología en México,
etnicidad, procesos de adscripción étnica, migración indígena.
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