LA PASCUA, LA CENA DEL SEÑOR Y SU SIGNIFICADO

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LA PASCUA, LA CENA DEL SEÑOR Y SU SIGNIFICADO
INTRODUCCION
----------------------Los hebreos se regían por dos tipos de calendario el Sagrado y el Civil.
El Sagrado estaba conformado por doce meses basado en el año lunar, daba inicio con el mes de Nizán
(Abib) primero del año.
El calendario Sagrado lo instituyó Moisés y era de la observancia de profetas y sacerdotes.
El calendario Civil también de doce meses y basado en el año solar, era de la observancia de comerciantes
y agricultores, daba inicio con el mes Tisri primero del año.
Con el calendario actual (Gregoriano) Nizán vendría a comprender entre los meses marzo-abril
(primavera-luna llena), el Tisri entre los meses de septiembre-octubre.
Los hebreos celebraban al año varias fiestas solemnes, pero había una que era la más importante y
especial la de la Pascua, la primera del año.
Esta fiesta se celebraba cada 14 de Nizán a la puesta del sol.
La Pascua (pésaj: pasar por encima-pasar de largo) se celebraba con toda solemnidad, porque era el acto
de agradecer a Jehová la liberación con su caudillo Moisés del cautiverio egipcio.
Esta fiesta la conmemoraban con la preparación de un cordero y a falta de este un cabrito, alimento por
familia, animal macho no mayor de un año y sin defectos.
Se servía asado con hierbas amargas y panes sin levadura; en caso de sobrar alimento debería quemarse
sin quebrar los huesos.
El padre de familia era el responsable de presidir explicando su significado. A las mujeres se les permitía
su participación pero no estaban en la obligación de hacerlo.
Si algún varón por descuido o intención no celebraba dicho acontecimiento no obstante la prórroga de un
mes, irremediablemente debería ser cortado (lapidado).
Esta celebración la estableció Moisés por ordenanza de Jehová, la misma noche que el pueblo hebreo
salió de Egipto, después de cuatrocientos años de esclavitud.
Respecto a los cuatrocientos años, estos llevaron un fondo de cumplimiento profético, siendo Abraham al
que Jehová Dios le diera promesa de descendencia, y que estarían en tierra ajena en condición de
oprimidos o cautivos por cuatrocientos años (Ge. 15:12-14 y Hch. 7:6-7).
Este hecho premonitorio fue declarado en el año 2083 a. C., dando principio al presagio con José y su
familia, emigrada en Egipto 1875 a. C., o bien, su cumplimiento con Moisés en 1445 a. C., en el que
quedarían liberados los hebreos.
Como es de observarse la estadía de los hebreos en Egipto, fue de cuatrocientos treinta años, siendo
cuatrocientos de esclavitud (Ex. 12:40-41).
Nuestro Señor Jesucristo también se subordinó al mandato celebrando varias fiestas pascuales (Lucas
22:13-15; Marcos 14:14-16 y Mateo 26:17-19), especialmente la que para El fue la última, la noche de la
víspera de su muerte.
La Pascua ha sido la figura mayormente profética cuyo cumplimiento se vendría a dar en Cristo Jesús. El
vendría a escenificarse como el Cordero de Dios, reuniendo las condiciones solemnes de la Pascua.
En 1-Corintios 5:7 Pablo se expresa así: “LIMPIAOS, PUES, DE LA VIEJA LEVADURA, PARA QUE
SEAIS NUEVA MASA, SIN LEVADURA COMO SOIS; PORQUE NUESTRA PASCUA, QUE ES
CRISTO, YA FUE SACRIFICADA POR NOSOTROS”.
El fue inmolado para que alcanzáramos la libertad espiritual, en El no hubo pecado, no le fueron
quebrados los huesos.
En la última Pascua que El presidió, ofreció los emblemas del pan y del vino; estableció para los hijos de
Dios “la Cena del Señor”, que es la correspondiente a la Pascua.
Esta Cena para nosotros nos identifica con la muerte o sacrificio de Cristo en la cruz, mediante la cual
podemos ser libres y salvos por medio de la fe.
ARGUMENTO
La Iglesia Católica en su férreo afán de conceptuar su propia semántica, han relevado la Cena del Señor
por el de Misa y su fantasía de la Transustanciación.
A grosso modo vamos a intentar explicar esta modalidad ya que según el Vaticano los conceptos son con
fundamento bíblico.
“Transustanciación”: la Iglesia argumenta que los elementos del pan y del vino ofrecidos en la ceremonia
de la Misa, sufren un efecto transustancial, es decir, que dichos elementos se transforman en el cuerpo y
sangre de nuestro Señor Jesucristo, por lo que de vez en vez se sigue ofreciendo su sacrificio en la cruz.
(15)
¿Tienen los sacerdotes el poder divino de transformar los emblemas?, ¿tiene apoyo bíblico esta postura
doctrinal?.
Ellos ofrecen una oblea (hostia), Jesús en cambio un pedazo de pan (nada redondo).
La frase que el Señor usó “de que esto es mi cuerpo y esto es mi sangre” no fueron nada literales, más
bien simbólicos.
Se insiste que cuando el vino y la hostia se consagran en la Misa, se convierten ipso facto en la auténtica
sangre y cuerpo de Jesús; a esto es a lo que se le ha llamado “transustanciación”.
¿Es de creerse que esto suceda?, ¿no es esto un canibalismo?
Nuestro Señor Jesucristo jamás quiso dar a entender tal cosa que no fueran expresiones simbólicas,
además que los apóstoles contaban con su presencia física.
Jesús utilizó otras expresiones simbólicas tales como “Soy la Vid”, “La Puerta”, “La Roca”, “El Camino”
y otras más, ¿acaso también fueron literales?
En 2-Samuel capítulo 23:17 dice: David deseaba beber agua del pozo de Belén.
Sus amigos la fueron a traer arriesgando sus vidas, por la presencia de sus enemigos los filisteos,
lográndose el objetivo. Al enterarse David dijo ¿he de beber la sangre de los varones que fueron con
peligro de sus vidas?.
David jamás quiso decir que esa agua fuera plasma, su expresión fue de manera figurada.
A estas fechas la Iglesia Católica ya empieza por admitir que no hay cambios visibles en los elementos,
que no hay olor ni sabor diferentes.
En 1215 el concilio de Letrán IV presidido por el Papa Inocencio III daba como dogma oficial La
Transustanciación, así como la de quemar vivo a todo comulgante que derramara el vino (sangre).
En 1415 el concilio de Constanza negaría oficialmente beber el vino a sus feligreses.
La Misa es la ceremonia donde presentan de nueva cuenta el sacrificio de nuestro Señor Jesucristo.
Con toda autoridad podemos aseverar que no existe ningún versículo bíblico, en el que se da por asentado
que hay que ofrecer de nueva cuenta el sacrificio de Jesús.
Las Santas Escrituras ordenan todo lo contrario, para confirmar lo dicho vamos a transcribir Hebreos
capítulo 9:25-28 “Y NO PARA OFRECERSE MUCHAS VECES, COMO ENTRA EL SUMO
SACERDOTE EN EL LUGAR SANTISIMO CADA AÑO CON SANGRE AJENA. DE OTRA
MANERA LE HUBIERA SIDO NECESARIO PADECER MUCHAS VECES DESDE EL PRINCIPIO
DEL MUNDO; PERO AHORA, EN LA CONSUMACION DE LOS SIGLOS, SE PRESENTO UNA
VEZ PARA SIEMPRE POR EL SACRIFICIO DE SI MISMO PARA QUITAR DE EN MEDIO EL
PECADO. Y DE LA MANERA QUE ESTA ESTABLECIDO PARA LOS HOMBRES QUE MUEREN
UNA SOLA VEZ, Y DESPUES DE ESTO EL JUICIO, ASI TAMBIEN CRISTO FUE OFRECIDO
UNA SOLA VEZ PARA LLEVAR LOS PECADOS DE MUCHOS; Y APARECERA POR SEGUNDA
VEZ, SIN RELACION CON EL PECADO, PARA SALVAR A LOS QUE LE ESPERAN”.
Podríamos alimentar con muchos otros tantos textos, pero este que transcribimos es más que evidente de
que Jesús fue sacrificado una vez y para siempre.
En el romanismo únicamente toman la oblea (hostia) los comulgantes y el sacerdote el vino.
Estas actitudes tampoco conllevan a una razón real, ya que Jesús compartió los dos elementos con cada
uno de sus apóstoles, quedando en el encomio para tiempos posteriores.
En la antigüedad se creía que el dios Ceres simbolizaba el pan y el dios Baco simbolizaba el vino,
convirtiendo o transformando sus cuerpos en tales elementos.
Esta creencia tuvo su raíz en el paganismo.
Nuestros antepasados en México tenían la creencia de poder comerse el cuerpo de sus deidades.
La hostia la presentan redonda en cambio el pan que ofreció Jesús fue en trozos.
Partir el pan representa el cuerpo de Jesús el cual le fue destrozado.
La redondez de la hostia no tiene sustento escritural.
La hostia no es sino un antiquísimo símbolo del paganismo representando a la deidad solar.
En Egipto se han encontrado vestigios de la práctica del pan delgado y redondo, en altares al culto solar.
El Registro Inspirado dice: “Y MIENTRAS COMIAN, TOMO JESUS EL PAN, Y BENDIJO, Y LO
PARTIO, Y DIO A SUS DISCIPULOS, Y DIJO: TOMAD, COMED; ESTO ES MI CUERPO.
Y TOMANDO LA COPA, Y HABIENDO DADO GRACIAS, LES DIO, DICIENDO: BEBED DE
ELLA TODOS; PORQUE ESTO ES MI SANGRE DEL NUEVO PACTO, QUE POR MUCHOS ES
DERRAMADA PARA REMISION DE LOS PECADOS” (Mateo 26:26-28).
Esta conmemoración debe ser anual conforme al antecedente de la Pascua, en nada ha variado la fecha de
su tiempo.
Todo hijo de Dios debe participar de los emblemas del pan sin levadura (trozo) y de la vid (vino).
La Cena del Señor es un acto sublime en su carácter de solemne.
Los participantes deben ser circuncisos en la fe y no en la carne (aplica exclusivamente a los adultos).
(16)
La antigua ceremonia de la Pascua queda reemplazada y continuada con La Cena del Señor.
En esta Cena únicamente participan los que han nacido en agua y espíritu (bautizados).
¿Cuáles serían las consecuencias de comer el pan y beber el vino indignamente, o bien no participar?.
1-Corintios 11:27-32 da la respuesta “comete pecado contra el cuerpo y la sangre de Cristo”.
Una secta muy popular cuyo símbolo representativo es una torre, dice asegurar que es del derecho
exclusivo y personalísimo tomar los emblemas sólo 144,000, cifra sacada de su muy particular
interpretación y que el resto así sean millones quedan excluidos de ese privilegio.
Tremendo ardid satánico dice la secta; si esto fuera así todos quedarían condenados menos los 144,000.
Lo expresado en Mateo 26:26-28 deja más que claro que la sangre del nuevo pacto que por muchos es
derramada es para remisión de pecados.
Así es que no podemos quedar fuera de esta participación, no hacerlo es quedar fuera de la Gracia.
Otras denominaciones caen en la exageración al compartir la Cena diariamente, semanalmente o
mensualmente, no importando si el asistente es o no bautizado, si es o no de conducta proba o bien si se
trata de infantes.
Satanás tiene un sádico interés de que la luz de la Gracia se apague; ciertamente se ha salido con la suya
al proliferar líderes embusteros, organizaciones con máscara de verdades aparentes.
SINOPSIS
------------1.-La Pascua judía era una antigua ceremonia que se celebraba cada 14 de Nizán o Abib, recordando su
cautiverio egipcio y su liberación con Moisés, por la voluntad de Jehová Dios.
Núm. 28:16, Dt. 16:1 Lv. 23:5.
2.-La Cena del Señor viene a significar para el pueblo de Dios La Pascua Cristiana, tal como lo podemos
asimilar en el texto de 1-Co. 5:7.
3.-Los emblemas o elementos del pan y del vino no son fenómenos transustanciales ni tampoco un
derecho de casta determinantemente numérica.
Al considerarse la Transustanciación, la oblea viene a tomar parte en el culto de la adoración católica; es
llevada en procesiones independientemente de su extravagancia tal como se le exhibe en actos o fiestas
conmemorativas.
Mientras el Señor viene debemos de participar de los emblemas y continuar proclamando lo que significó
su sacrificio.
Pablo en 1- Co. 11:23-26 nos revela el significado de la mesa del Señor.
“PORQUE YO RECIBI DEL SEÑOR LO QUE TAMBIEN OS HE ENSEÑADO: QUE EL SEÑOR
JESUS, LA NOCHE QUE FUE ENTREGADO, TOMO PAN; Y HABIENDO DADO GRACIAS, LO
PARTIO, Y DIJO: TOMAD, COMED; ESTO ES MI CUERPO QUE POR VOSOTROS ES PARTIDO;
HACED ESTO EN MEMORIA DE MI.
ASIMISMO TOMO TAMBIEN LA COPA, DESPUES DE HABER CENADO, DICIENDO: ESTA
COPA ES EL NUEVO PACTO EN MI SANGRE; HACED ESTO TODA LAS VECES QUE LA
BEBIEREIS, EN MEMORIA DE MI.
ASI, PUES, TODAS LAS VECES QUE COMIEREIS ESTE PAN, Y BEBIEREIS ESTA COPA, LA
MUERTE DEL SEÑOR ANUNCIAIS HASTA QUE EL VENGA”.
El tiempo de la Gracia se consume, ha dado inicio la cuenta regresiva, por lo que exhortamos sin
presunción a religiosos, sectarios y denominaciones, para que consideren el contenido de sus doctrinas, en
el ánimo de ser coherentes con los Escritos Sagrados.
MX-2003
Arch. Temario de Reflexión; Doctrina Bíblica
CJPG/cavch
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