Se debate una nueva visión para Venezuela

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ReseñaPYV
| AUTOR Inés Röhl S. |
En el sector energético
Se debate una nueva
visión para Venezuela
“Cuestionar mitos, plantear propuestas y fomentar una discusión abierta y plural
en torno a cómo convertir las reservas más grandes de hidrocarburos del mundo
en un verdadero instrumento de progreso” fue la propuesta del Foro Pensando
en Petróleo: Una nueva visión para Venezuela que la Universidad Católica Andrés Bello
organizó en el marco de su 60 aniversario. Diversos expertos conversaron
abiertamente sobre los complejos, limitaciones e infinitas oportunidades del país
en la actualidad, recordando que la Edad de Piedra no se acabó por falta de piedras,
como solía decir el jeque Yamani
N
o queda duda que uno de los planteamientos más debatidos del último siglo en Venezuela ha sido
cómo “sembrar el petróleo”; cómo transformar dicho “excremento del Diablo” en
desarrollo para la sociedad, de la manera
más provechosa posible.
Gustavo Baquero, vicepresidente de Desarrollo de Negocios de Statoil Venezuela
y uno de los ponentes del Foro Pensando
en Petróleo: Una nueva visión para Venezuela, recuerda que hace 100 años el país estaba empobrecido, con una esperanza de
vida de 34 años; "pero luego se dio un
proceso transformador: el petróleo como
motor de desarrollo. Hubo una evolución
gracias al mismo, mal que bien”.
En su ponencia Venezuela 2100, Baquero
reiteró que “tenemos una gran bendición,
pero con fecha de vencimiento”, por lo
que la nación debe planificar adecuadamente sus próximos 100 años como país
petrolero. “No estamos aislados de un
contexto internacional”, donde se verá un
mayor consumo de energía en las próximas décadas, debido al constante crecimiento demográfico. Considera que “hay
que derrumbar paradigmas. Tenemos sesenta años pensando de la misma manera,
producir diez-doce millones de barriles
diarios. Arabia Saudita extrae once (tres
veces más que Venezuela), porque cambió
su estrategia en los años 70”.
Negocio petrolero y las leyes
El abogado José Ramón Medina observa
que a pesar de ser el Estado el gran protagonista, sí existen oportunidades para las
empresas privadas dentro del actual régimen legal venezolano. Considera que las
leyes deben adaptarse a los tiempos actuales, que incluyen los retos de las nuevas
tecnologías, pero que ello “no es excusa
para paralizar” los negocios en el país.
Bajo los esquemas y circunstancias actuales, existen buenas opciones a través de las
empresas mixtas, por las oportunidades
de endeudamiento que las mismas tienen.
También -reitera Medina- el Estado podría otorgar incentivos a la inversión por
medio de rebajas temporales y excepcionales a las regalías, aprovechando la
progresividad de la Ley de Contribución
Especial a los Precios Extraordinarios y
Exorbitantes, lo que puede dar una ventana a disminuciones parciales o totales
en algunos proyectos.
Medina advierte que cambios abruptos
en el actual marco legal darían una imagen de inestabilidad, algo que no sería
nada positivo para inversiones petroleras
a corto plazo.
La presente legislación no es perfecta,
complementó Baquero, “pero sirve para
una etapa inicial de nuevas inversiones”,
esenciales para recuperar la productividad
de la industria. “Esto es más urgente que
cambiar las leyes”, enfatizó.
Petróleo, volatilidad y desarrollo
Algunos ven la relación entre petróleo y
desarrollo como algo incompatible, ya que
genera “petro-Estados, petro-economías,
petro-sociedades”, según el ingeniero
agrónomo y especialista en políticas públicas y economía, Ricardo Villasmil. Aclara que el petróleo no tiene por qué ser
visto como una “maldición”, que el factor
determinante del fracaso o éxito de economías con recursos naturales no ha sido
dicha circunstancia, sino la volatilidad de
los precios de estos rubros. Recordó a los
asistentes cómo Venezuela creció exponencialmente entre 1922 y 1973, época
con precios muy estables del petróleo. Los
aumentos y descensos abruptos de las
cotizaciones a partir de dicho año generó
profundos cambios. “Es muy difícil programarse con precios volátiles”, reiteró.
Villasmil presentó una sencilla pero
ilustrativa comparación con la vida de
muchos deportistas (basado en datos de
un interesante artículo de la revista Sports
Illustrated): “60% de los basquetbolistas y
78% de los futbolistas (americanos) terminan en bancarrota a cinco años de sus
retiros”. Los mismos realizan gastos exceFotos: Cortesía Ingrid Ochoa, Comisión 60 Aniversario UCAB
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ReseñaPYV
Reflexiones para “pensar”
en Venezuela:
… El país ha cedido su posición en la OPEP;
solo por sus reservas debería tener una cuota
mayor …
… Más que una nación con petróleo,
Venezuela debe asumir su condición
de país petrolero …
… Debería repetirse la estrategia venezolana
de CITGO en China; esto es algo fundamental, pero bajo unas condiciones ganar-ganar,
y no sabemos si eso es así en estos momentos
…
… El problema no es tanto las normas sino su
falta de cumplimiento …
… La pobreza literalmente camina encima de
la riqueza (el subsuelo petrolero) …
… Venezuela debe recuperar lo que tuvo a lo
largo de dos tercios del siglo XX, cuando fue
el segundo del mundo en producción y el
primero en exportación …
sivos de sus ingresos mientras están activos, a pesar de que solo tienen una ventana de tiempo con grandes ganancias; no
entienden de finanzas, y por tanto toman
malas decisiones de inversión.
Diversos países, como Noruega y Chile,
han logrado un balance positivo con los
ingresos de sus recursos naturales, a través
de medidas como aprender a ahorrar los
ingresos extraordinarios, emitir menos
deuda y más inversiones públicas y privadas, según explica Villasmil.
¿Cómo distribuir la renta petrolera?
“El potencial más abundante y menos
aprovechado de Venezuela, es el deseo de
superación de sus ciudadanos”. De esta
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manera Pedro Luis Rodríguez, economista profesor del Centro de Energía del IESA,
enfatiza la urgente necesidad de buscar
formas más eficientes de distribuir la renta petrolera, para que “en un entorno más
favorable” se pueda superar el esquema
económico distributivo y de búsqueda de
rentas, para ir hacia un esquema de productividad y de maximización del potencial de los individuos. Según Rodríguez,
la estrategia del país ha sido la de otorgar
al Estado los mecanismos de distribución
de la riqueza petrolera, lo cual genera
discrecionalidad, clientelismo, corrupción, populismo y volatilidad. “Todo esto
se traduce en un modelo de dependencia,
lo que hace que el petróleo se convierta
en una barrera para el progreso.”
Rodríguez propone una nueva relación
ciudadano-Estado-petróleo, que pueda generar un verdadero desarrollo. Considera
que la creación de un fondo ciudadano,
controlado y gerenciado públicamente,
logrará superar las limitaciones del modelo actual de repartición. “Hay que distribuir el poder, no la renta”, reitera, enfatizando que estos fondos deben enfocarse
hacia planes de educación y salud. De esta
manera, la balanza entre ciudadanos y
Estado cambiaría radicalmente, lográndose una relación más equitativa entre ambos sectores.
Crear conciencia
Más que ver al petróleo como "excremento del Diablo", debe sentirse como una
bendición del pueblo. Con estas palabras
Leopoldo López, activista político con
estudios superiores en políticas públicas,
reflexiona que la estrategia petrolera como
una riqueza no renovable que debe ahorrarse y producirse poco ya no está vigente, debido a los vertiginosos avances tecnológicos y tendencias de otras energías.
“Ha llegado el momento de cosechar, no
de sembrar el petróleo”, propone en alusión a la famosa frase que el escritor Arturo Úslar Pietri acuñó en 1936.
“Hay que llevar el debate petrolero a
todos los espacios” -reitera López- “el ciudadano no sabe de este tema y por ende
ha sido fácil ‘venderle espejitos’ ”. Considera que el petróleo tiene que estar presente en todas las dimensiones de la vida
nacional: en la ingeniería, la economía, la
literatura, el pensamiento y el arte. | PYV |
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