Parroquia del Santísimo Redentor (Madrid) 19 de febrero de 2010 CUARESMA Puntos básicos sobre la Cuaresma La Cuaresma es el tiempo litúrgico de preparación para la gran fiesta de la Pascua (muerte y resurrección de Cristo). Venía marcado por la preparación de los catecúmenos que recibirían el bautismo en la noche de Pascua, a los cuales acompañaba en este proceso toda la comunidad cristiana. Dura 40 días. Empieza el Miércoles de Ceniza y termina antes de la Misa de la Cena del Señor el Jueves Santo (que da comienzo al Triduo Pascual). La duración de la Cuaresma está basada en el símbolo del número 40 en la Biblia. En ésta se habla de los cuarenta días del diluvio, de los cuarenta años de la marcha del pueblo judío por el desierto, de los cuarenta días de Moisés y de Elías en la montaña, de los cuarenta días que pasó Jesús en el desierto antes de comenzar su vida pública, de los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto, etc. La Cuaresma tiene cinco domingos más el Domingo de Ramos (seis en total), en cuyas lecturas los temas de la conversión, el pecado, la penitencia y el perdón, son dominantes. Es, por excelencia, el tiempo de conversión y penitencia del año litúrgico. Penitencia significa conversión, cambio de vida, abandono del pecado y reconciliación con Dios. El color litúrgico es el morado, que significa luto y penitencia. Para vivir adecuadamente este tiempo especial de conversión, la Iglesia propone tres prácticas: la oración (en relación con Dios), la limosna (en relación con los demás) y el ayuno (en relación con uno mismo). El Miércoles de Ceniza es día de ayuno (una comida al día o comer menos en la mañana y en la noche) y abstinencia (privarse de comer carne). Los Viernes de Cuaresma son días de abstinencia. Estas prácticas tradicionales no son la conversión, sino ‘signos de conversión’. Un texto para la Cuaresma (Mt 6, 1-6.16-18) Contiene una lectura cristiana de las antiguas formas de piedad judía. Tratándose de ejemplos, apuntan a la necesidad de revisión y conversión de las actitudes fundamentales del cristiano. «Guardaos de hacer las obras buenas en público solamente para que los vean; de lo contrario no os recompensará vuestro Padre del cielo. Cuando des limosna no hagas tocar la trompeta por delante, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles para que los alabe la gente. Os aseguro que ya han recibido su paga. Cuando tú hagas limosna, no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; de ese modo tu limosna quedará escondida, y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará. Cuando oréis no hagáis como los hipócritas, que gustan rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas para exhibirse a la gente. Os aseguro que ya han recibido su paga. Cuando tú vayas a orar, entra en tu habitación, cierra la puerta y reza a tu Padre a escondidas. Y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará Cuando ayunéis no pongáis cara triste como los hipócritas, que desfiguran la cara para hacer ver a la gente que ayunan. Os aseguro que ya han recibido su paga. Cuando tú ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, de modo que tu ayuno no lo vean los hombres, sino tu Padre que está escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará». El año litúrgico El año litúrgico está dividido en los llamados tiempos litúrgicos: - Tiempo de Adviento - Tiempo de Navidad - Tiempo Ordinario (primera parte) - Tiempo de Cuaresma - Triduo Pascual - Tiempo de Pascua - Tiempo Ordinario (segunda parte)