Proyecto Laicos Proceso Formativo por Niveles Ciudadanos Creíbles Nivel I Folleto 4 Ciudadanos Creíbles Nivel I Folleto 4 Tabla de Contenido INTRODUCCIÓN 4 FINALIDAD DEL NUCLEO CIUDADANO 5 1. ¿QUÉ ES SER “HONESTOS CIUDADANOS” SEGÚN DON BOSCO? 7 1.1 LA FINALIDAD INTEGRAL DE LA VIDA Y OBRA DE DON BOSCO _________________________________7 1.2 EL “HONESTO – HONRADO CIUDADANO…” ES LA FINALIDAD DE LA PREOCUPACIÓN SOCIAL Y POLÍTICA DE DON BOSCO _____________________8 1.3. DON BOSCO Y LA POLÍTICA. EL “HONESTO CIUDADANO” Y LA POLÍTICA DEL PADRE NUESTRO ___________________________________9 1.4. CONSECUENCIAS PRÁCTICAS ________________14 1.5. LA TRADICIÓN SALESIANA Y LA LLAMADA A VIVIR Y ORIENTAR UN CAMINO EDUCATIVO PASTORAL SALESIANO COMO “HONESTOS-AS CIUDADANOSAS” ________________________________________17 2. SER CIUDADANOS INSPIRADOS EN JESUCRISTO Y SU MISIÓN DE ANUNCIO Y CONSTRUCCIÓN DEL REINO DE DIOS 23 2.1. JESUCRISTO, CIUDADANO APASIONADO POR EL REINO DE DIOS _____________________________23 2.2. PERO, ¿QUÉ ES EL REINO DE DIOS? ___________25 2.3. LOS VALORES DEL REINO – “LA CIVILIZACIÓN DEL AMOR” _________ Error! Bookmark not defined. 2 2.4. LLAMADOS A SER CIUDADANOS ES SER CONSTRUCTORES HOY DEL REINO DE DIOS ____29 3. VIVIR EL SER “HONESTO CIUDADANO” SEGÚN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA, LOS DOCUMENTOS DE LA IGLESIA LATINOAMERICANA Y COLOMBIANA EN RELACIÓN CON EL COMPROMISO CRISTIANO 30 3.1. LO QUE NOS PIDE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA (DSI) _______________________________30 3.2. LO QUE NOS PIDEN LOS DOCUMENTOS DE MEDELLÍN, PUEBLA, SANTO DOMINGO, Y “ECCLESIA IN AMÉRICA” EN RELACIÓN CON EL COMPROMISO CIUDADANO ___________________31 3.3. LO QUE NOS PIDEN LOS DOCUMENTOS DE LA IGLESIA COLOMBIANA _______________________33 4. LA REALIDAD EN LA QUE TENEMOS QUE VIVIR EL “HONESTO CIUDADANO” 34 4.1. DESCRIPCIÓN GLOBAL DE LA REALIDAD ACTUAL ___________________________35 4.2. LA REALIDAD COLOMBIANA NOS CUESTIONA ___36 4.3. LA REALIDAD DE NUESTROS DESTINARIOS NOS CUESTIONA __________________________________38 5. ALGUNAS PRIORIDADES Y ESTRATEGIAS PARA VIVIR EL “HONESTO CIUDADANO”. 42 5.1. NUESTRO COMPROMISO CIUDADANO _________42 5.2. ALGUNAS PRIORIDADES _____________________42 ANEXOS ANEXO 1. CAPITULO GENERAL 23 DE LOS SDB “La dimensión social de la caridad” (Nos. 203-214) ANEXO 2. LA GLOBALIZACIÓN 54 54 60 3 INTRODUCCIÓN Para ser educadores salesianos creíbles, necesitamos ser ciudadanos creíbles. En el Nivel 0 abordamos lo fundamental y básico de la misión salesiana (núcleo salesiano) que debe conocer, asimilar, y vivir un educador salesiano. Teniendo en cuenta la finalidad del Nivel I, en este folleto vamos a presentar lo fundamental y básico del Núcleo Ciudadano, de tal forma que lleguemos a ser cada vez más, “ciudadanos creíbles”, constructores del Reino de Dios, al estilo salesiano. Nuestro crecimiento y nuestra propuesta educativa pastoral salesiana no será integral sin un crecimiento en lo que Don Bosco llama “honestos ciudadanos”. Nuestro testimonio y el proceso educativo pastoral que animamos se da en un contexto determinado, contexto que tiene sus características históricas, geográficas, sociales, culturales, políticas, las que necesariamente debemos conocer, en las cuales nos debemos situar crítica y educativamente, y frente a las que estamos llamados, desde la educación, a evangelizarlas, impregnándolas de los valores del Evangelio – Reino de Dios. Vivir lo anterior es ser “honesto-a ciudadano-a”. Para ayudar a tener mayor claridad y, como consecuencia, tener un mayor compromiso en este campo, ofrecemos algunas preguntas de entrada, para que respondiéndolas desde el inicio, en el desarrollo del núcleo, se vayan confrontando e enriqueciendo: 4 FINALIDAD DEL NUCLEO CIUDADANO Finalidad Con el desarrollo del Núcleo Ciudadano – Nivel I, pretendemos ayudar a asumir los fundamentos básicos del ser “honestos-as ciudadanos-as” y más concretamente: a) Clarificar qué significa e implica el “ser honestos ciudadanos” de Don Bosco, en el contexto actual, desde la perspectiva del Reino de Dios; b) Revisar cómo lo estamos viviendo a nivel personal y comunitario (CEP, familia, barrio…); c) Enriquecer nuestra propuesta educativa pastoral salesiana con esta dimensión; d) Generar un claro camino de crecimiento y un compromiso decidido en la construcción del Reino de Dios. Una primera clarificación de términos. Aunque en el folleto iremos clarificando mejor, ofrecemos desde ahora una indicación sencilla de algunas palabras claves que iremos retomando en el contenido: “Honestos-as ciudadanos-as”: palabras de Don Bosco que indican una parte de la finalidad educativa pastoral salesiana. Ciudad - ciudadano – ciudadanía: hablar de ciudad es hablar del mundo y la sociedad en la cual vivimos (local, nacional, mundial). Como pertenecientes a esta “ciudad”, somos ciudadanos. La ciudadanía hace referencia a la comunión, pertenencia, y servicio que tengo como ciudadano con esta “ciudad”. Ser ciudadano es tener conciencia de pertenencia y de responsabilidad con un lugar, con una comunidad – sociedad, comprometiéndose con la defensa y el bien común. Reino de Dios: Es la expresión de Cristo en el Evangelio para indicar el tipo de Iglesia y sociedad que se debe ir logrando, Reino que se hará pleno en la eternidad. 5 “Civilización del amor”: es una expresión secular para expresar el Reino de Dios; es la forma como se quiere que se viva y exprese la ciudad común con los valores del evangelio. Política: se refiere a la forma como es gobernada, orientada, construida esa “ciudad”. Democracia: indica la capacidad y realidad de todos, el pueblo organizado, para colaborar en la política y construcción de la ciudad como “Reino de Dios” – “Civilización del amor”. Compromiso ciudadano socio – político: indica el compromiso que todos, personal y comunitariamente, debemos tener en la construcción y gobierno de una auténtica sociedad, “Reino de Dios” – “civilización del amor”. Un documento salesiano, el CG. 23, llama a este compromiso, “la dimensión social de la caridad”. Globalización: palabra que expresa el fenómeno socio cultural que estamos viviendo en la humanidad, que ha llevado a un cambio de época que repercute en todos los aspectos y dimensiones de la humanidad, buscando hacer de la realidad una “aldea global”… pero, ¿a qué precio?. Doctrina Social de la Iglesia – DSI, o Enseñanza Social de la Iglesia: La DSI “es la Enseñanza del Magisterio en materia social y contiene principios, criterios y orientaciones para la actuación del creyente en la tarea de transformar el mundo según el Proyecto de Dios. La enseñanza del pensamiento social de la Iglesia forma parte de la misión evangelizadora, y tiene el valor de un instrumento de evangelización, porque ilumina la vivencia concreta de nuestra fe” (Documento de Santo Domingo, 158). Taller 1 Según su experiencia vital, responder: ¿Tengo claridad de lo que es e implica ser “honesto ciudadano”? ¿Conozco sus implicaciones? ¿Conozco crítica y educativamente el contexto o realidad, sobre todo juvenil (a nivel local, a nivel nacional, a nivel mundial? ¿Vivo una “ciudadanía activa”? ¿Vivo un decidido compromiso ciudadano (compromiso socio6 político)? ¿Vivo este compromiso evangélicamente, es decir como verdaderos constructores del Reino de Dios? 1. ¿QUÉ ES SER “HONESTOS CIUDADANOS” SEGÚN DON BOSCO? 1.1 LA FINALIDAD INTEGRAL DE LA VIDA Y OBRA DE DON BOSCO La finalidad del proceso educativo pastoral salesiano, expresada en palabras de Don Bosco es formar “honestos ciudadanos y buenos cristianos”1, frase que como lo decíamos en el Nivel 0, indica que la realización de la misión es integral, la cual tiene en cuenta toda la persona en todo su arco evolutivo, y en su contexto – mundo, velando para que haya un crecimiento sinérgico, articulado, e inter-relacionado de cada una de sus dimensiones. Esta finalidad la encontramos dicha hoy en formas como las siguientes: “Nuestra misión participa en la misión de la Iglesia que realiza el plan salvífico de Dios, la venida de su Reino, llevando a los hombres el mensaje del Evangelio en íntima unión con el desarrollo del orden temporal. Educamos y evangelizamos siguiendo un proceso de promoción integral del hombre, orientado a Cristo, hombre perfecto. Fieles a la idea de Don Bosco, nuestro objetivo es formar honrados ciudadanos y buenos cristianos” (Constituciones de los SDB, 31) “La preocupación pastoral de Don Bosco se sitúa dentro de un proceso de humanización, que busca el crecimiento integral de la persona y la construcción de la sociedad… la pastoral juvenil salesiana subraya la profunda relación que existe entre la acción educativa y la acción evangelizadora. La meta que propone es la de construir la propia personalidad teniendo a Cristo como referencia fundamental…“2 Don Bosco, Piano di regolamento per L’Oratorio, 1854. MB. II, 46. DPJS, La Pastoral Juvenil Salesiana. Cuadro fundamental de referencia, Caracas, Ed. Don Bosco, 2003. P. 20. 1 2 7 Don Edigio Viganó, séptimo sucesor de Don Bosco (1978-1995), hizo una relectura de esta forma de presentar la finalidad; la expresó así: “porque honestos ciudadanos, buenos cristianos, o, porque buenos cristianos, honesto ciudadanos”; presentada de esta forma la finalidad, resalta la correlación necesaria que debe haber entre lo ciudadano y lo cristiano; sin lo uno no se puede vivir auténticamente lo otro. Se trata de formar al hombre de fe, encarnado en su realidad socio – político – cultural, o de generar vitalmente una correlación fe – cultura – realidad en la vida. Nosotros como educadores, somos los primeros llamados a vivir este proceso de crecimiento integral, y por tanto, este crecimiento de “honestos ciudadanos”. 1.2 EL “HONESTO – HONRADO CIUDADANO…” ES LA FINALIDAD DE LA PREOCUPACIÓN SOCIAL Y POLÍTICA DE DON BOSCO El “honesto ciudadano…”, está mostrando directamente la dimensión sociopolítica de la persona y de la comunidad, o la dimensión ciudadana, o como es llamada por el Capítulo General 23 de los SDB, “la dimensión social de la caridad”. Don Bosco buscaba educar para una vida en el contexto global de la Familia, el Estado y la Iglesia. Dentro de la finalidad integral de Don Bosco, con el logro del “honrado ciudadano” está presente como parte constitutiva, la asunción de la dimensión política. Hablar por tanto, del “honesto ciudadano…” en Don Bosco, es hablar de su preocupación social y política. 8 Consideraba que el adulto sería juzgado por la posición que asumía frente a la sociedad. El educador debía entonces realizar en los jóvenes, al mismo tiempo, una educación moral, cívica y científica. Educación política para Don Bosco era lo mismo que educación cívica, cuyo objetivo era formar al joven haciéndolo un honrado ciudadano. Don Bosco no explicita directamente qué entiende por honrado ciudadano, pero lo va caracterizando con expresiones como, ciudadano útil, honesto, sincero, términos que se aplican a cualquier ciudadano que obra justamente y según la ley, y se abstiene de cometer malas acciones, sobre todo, de hacer mal al prójimo, viviendo según la moral y las costumbres de su época. Podemos sintetizar que para Don Bosco, ciudadano honrado es todo hombre que como buen cristiano se inserta en la vida civil en forma ordenada y es capaz de adaptarse a las costumbres y a las normas de modo de no entrar en conflicto con el estado. Este ciudadano tiene también una buena capacitación profesional que le posibilita servir al Estado y a la sociedad con todas sus capacidades. (Cfr. Carta al Ministro Maminani, 1863) 1.3. DON BOSCO Y LA POLÍTICA. EL “HONESTO CIUDADANO” Y LA POLÍTICA DEL PADRE NUESTRO La preocupación social y política en Don Bosco y su contexto. La preocupación social y política estuvo presente en Don Bosco, pues era una realidad que tocaba directamente el 9 mundo de los jóvenes pobres, abandonados, en peligro, y de las clases populares. Don Bosco, como en otros aspectos, no teoriza sobre este campo, sino que era consciente de su realidad, de su repercusión, y por tanto, de la necesidad de un camino educativo pastoral que ayudase a vivirlo desde los valores del evangelio y la religión, y por tanto, desde la meta o finalidad que proponía. La misma situación histórico – social de su época marcada por los cambios sociales, la secularización del Estado, la revolución industrial, etc., hacían imposible una neutralidad en este campo3. En el ambiente católico se sentía la necesidad de movilizar todas las fuerzas para poner coto a un movimiento –el catolicismo liberal- que era considerado por los católicos conservadores como fuente de destrucción del Estado y de la religión. Don Bosco representaba el punto de vista católico tradicional, que tenía siempre presente, el bien de la Iglesia y el bien del estado. Esta idea era el marco del compromiso social que alentaba a Don Bosco y el cual educaba. Don Bosco y la política4 Según lo anterior, Don Bosco, no fue un hombre “apolítico”, a pesar de que conscientemente quiso, “no hacer política”, lo cual significaba evitar apoyar o estar de parte de un grupo o ideología política. Fue un hombre político, en cuanto se ubica en la realidad de su momento, la conoce, se preocupa de quienes sufren esa realidad, los más pobres, abandonados, y en peligro; ofrece con su vida, acción, con su proyecto educativo pastoral, una respuesta socio – político – cultural a tantas necesidades de la época. Cfr. Cristian Desbauts, “Yo voto, tu participas, él es solidario. Educar en la dimensión socio-política hoy”, Obra inédita, Buenos Aires, 2000. 4 Cfr. Ricceri Luigi, Los salesianos y la responsabilidad política, Carta del Rector Mayor, ACS 284, 1976. 3 10 Don Bosco se dedicó creativamente a la reforma de la sociedad teniendo claramente una conciencia del bien común; como hombre práctico, lo realizó desde su finalidad educativa pastoral, pensando en sus destinatarios preferenciales, y desde su corazón de sacerdote. Don Bosco jamás demostró, frente a la política, una actitud neutral o un puro oportunismo. Siempre fue totalmente, y con claridad, Sacerdote, con una genial y creativa entrega educativa pastoral, donde estaba incluido su compromiso social – político; se sentía vivamente Italiano y de la Región del Piamonte (piamontés) , ciudadano del Reino Sardo al cual pertenecía esta Región, aunque como creyente y Sacerdote, nutrido de un fuerte sentido de catolicidad, el cual veía naturalmente vinculada a su ser italiano. Como creyente y como italiano estaba íntimamente convencido que la religión es el “sostén de la humana sociedad y de la familia, y que, donde no hay religión hay inmoralidad y desorden”5. No hace opción de partido político; para él, pedagogía y opción de partido no tienen relación, por lo cual no le da lugar en sus obras. En el Reglamento del los Oratorios escribe, refiriéndose a la opción de partido: “durante la recreación y en cualquier otro momento está prohibido hablar de política, introducir diarios de cualquier tipo; leer o tener libros sin aprobación del Director” 6. Don Bosco, como político, toma posición a favor de la educación de los jóvenes marginados, posición basada en una concepción de la educación como cuasi – omnipotente para transformar el presente y construir el mundo futuro; llegó a afirmar que “quien quiera regenerar a una ciudad o a un país no tiene otro medio más potente: comience abriendo un Oratorio Festivo” 7. La educación tenía el poder de restaurar el orden 5 Don Bosco, Storia di Italia, En Operte e Scritti editi e inediti, Vol. III, SEI, P. 472. 6 OE, 1887, 61. 7 Stella P., Don Bosco nella storia della religiositá católica, Vol. II, LAS, Roma, 1969. p . 96. 11 social y humano a favor del pueblo italiano. De ahí que el objetivo general de su pedagogía fue formar el “honesto – honrado ciudadano y buen cristiano”. Según lo anterior, las dos mediaciones claves para la toma de posición política en don Bosco, son la educación y el Oratorio. Don Bosco, hombre práctico, concibió el compromiso social como la vivencia operativa de la caridad, habilitar adultos y jóvenes para el servicio de la caridad. Era claro que la meta final de todas sus intervenciones educativas fue solucionar las situaciones de miseria humana que descubrió a su alrededor. A pesar de vivir en la época de la aparición del manifiesto comunista, de la teoría de Marx, y otras reflexiones, no hace ningún aporte desde la reflexión en este ámbito. Don Stella dice que “no parece que Don Bosco se plantee el problema de las clases en transformación. Al menos no se tienen documentos que lo atestigüen. El advierte sí, que la sociedad está minada por la revolución y advierte una cierta separación entre ricos y pobres… El invita a la obediencia y al respeto, no hace otra cosa más que extender la mano a los ricos, predicar la limosna, pedir subsidios dentro de los esquemas tradicionales y vigentes en cualquier siglo” 8. Sobre el voto, Don Bosco, en 1854, en una de sus obras, el “Galantuomo” dice que: “nadie tiene derecho a no votar, porque ninguno tiene derecho de no salvar a su patria. No votar es un acto de mal ciudadano. Votar mal es un delito” 9, aunque para él, esta participación en los comicios, no era explícitamente un ejercicio de la democracia, sino una defensa de la religión. Don Bosco trató personalmente con hombres de política y de cultura. Participó con interés en eventos significativos del nuevo estilo político; en la inminencia de la Ley Ratazzi sobre la confiscación de los bienes de los conventos, escribió en sus 8 Stella P., Don Bosco nella storia della religiositá católica, Vol. II, LAS, Roma, 1969. p. 95. 9 Opere Edite di Don Bosco (OE), 1854, P. 234. 12 “Lecturas Católicas” un opúsculo titulado “Los bienes de la Iglesia, cómo se roban y cuáles son sus consecuencias, con breve apéndice sobre lo que sucede en el Piamonte” (Memorias Biográficas -MB. V, 233- 234), el cual suscitó reacciones en el parlamento; acto seguido, envió la carta al Rey con el aviso profético de los “grandes funerales en la corte” (MB V, 239-244). Cuando Roma es ocupada por las tropas del Piamonte y el Papa PIO IX quiso abandonarla, Don Bosco le aconsejó de permanecer en su puesto (MB X, 66). Se preocupaba de los migrantes italianos, cosa que no preocupaba mucho a los políticos italianos. La política del “Pater noster” (Padre Nuestro) En Don Bosco es muy conocida su famosa política del “Padre Nuestro”; con esa frase quiere expresar cuál es su posición política – profesión de fe política. Digamos una palabra sobre esto. En su creatividad y “santa astucia” con tal de hacer el bien según su finalidad, se ubica la famosa frase de la “política del Padre nuestro” dicha por primera vez en 1863 (cfr. Epistolario I, P. 273274). En una conversación con el Papa Pío IX nace esta frase; de frente a la situación difícil por parte del gobierno en relación con los acuerdos sobre las sedes de Obispos vacantes, el Papa le preguntó con cuál política estar para lograr lo mejor; Don Bosco le respondió: “mi política es aquella de vuestra Santidad; es la política del Padre Nuestro; en el Padre Nuestro nosotros suplicamos que cada día venga el Reino del Padre celeste sobre la tierra. Y que se extienda cada vez más, y que se haga más sentido, más vivo, más potente, y más glorioso” (MB VIII, 593), insistiendo, con su preocupación por la religión, que lo primero es el bien de las Diócesis. Su política del Padre Nuestro consiste en tener como criterio supremo de sus decisiones y de sus actividades, la voluntad de Dios, el “da mihi animas”, antes que cualquier otro criterio económico, social, político, cultural…, cediendo a los gustos personales o grupales, de tal forma que pudiera hacer siempre el bien a los jóvenes más pobres y anunciar el Reino 13 de Dios. En el primer Capítulo de los SDB (1877), la expresaba con el texto evangélico de “dar al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios” (Mt. 22.31). En sus primeras constituciones para los SDB quiere hacer conservar a sus socios los derechos civiles, y quiere ubicar un artículo donde se indique a los SDB el no inmiscuirse en actividades políticas – partidistas (Cfr. Borrador de las constituciones de 1963-64). 1.4. CONSECUENCIAS PRÁCTICAS De lo anterior se derivan estas consecuencias: Don Bosco era, un defensor de los pobres y los proletarios. Desconfiaba de slogans vacíos como libertad, igualdad, fraternidad que no se llevaban a la práctica. Quería hacerse hermano de los más pobres. Valga como ejemplo la frase a un grande personaje en 1854: “Mi fraternidad se extiende únicamente a esa pobre gente que, por no tener lugar mejor, viene a habitar en mi camisa”10. Don Bosco era educador de los/as jóvenes pobres y abandonados. No es necesario ahondar mucho en el tema; sirva como testimonio su palabra: «En el Oratorio de Valdocco hay también escuelas feriales diurnas y nocturnas, especialmente para aquellos muchachos que, por la humildad de su ropa rota o por su indisciplina, no pueden ser acogidos en las escuelas públicas». También en el Oratorio, entendido como lugar de educación en el tiempo libre, está presente este criterio: «[acéptese] preferentemente a los pobres, los más abandonados y analfabetos»11. Don Bosco deseaba para los/as jóvenes una formación profesional y un puesto de trabajo. Don Bosco prestó siempre gran atención a los/as jóvenes insertos en el mundo del trabajo. Muchas veces, ayudar a estos jóvenes desde el punto de vista de la capacitación profesional, fue su primera 10 11 OE, 1854, 234-235 OE, 1877, 155 14 intervención en la realidad del joven, personal o grupal12. Don Bosco aceptaba y sostenía instituciones de seguridad social. Esto aún cuando la iniciativa de la “Sociedad de Socorros Mutuos” fundada en 1850 en relación con la compañía de San Luis Gonzaga, no alcanzó una gran significatividad en su época. Los ciudadanos más ricos tienen, según Don Bosco, el deber de ayudar generosamente a los pobres. Don Bosco buscó contribuir a la solución del problema social recordando a los más ricos el deber de compartir sus bienes con los más necesitados. Buscaba en sus escritos propagar la ayuda a los más pobres y la importancia de la limosna (OE, 1869, 175 y ss.). El mismo Don Bosco se preocupó de pedir limosna a los más ricos y a la nobleza para ganarlos a la causa de los más pobres a través de la colaboración material. Don Bosco quería la colaboración del gobierno para resolver el problema de los muchachos y los/as jóvenes excluidos. En 1878 Don Bosco tuvo un encuentro con el ministro del interior, Francisco Crispi, en el que hablaron sobre la situación de los reformatorios estatales. Luego escribió un pro memoria en el cual establecía las condiciones según él necesarias para que el Estado pudiera mejorar el problema de la educación. Don Bosco, como lo dijimos, tiene una posición particular frente a ideologías y opciones de partido. Se trata de una posición totalmente independiente. Su política es la del hacer, de ahí que no aceptó slogans vacíos. Su compromiso es por eso, una acción concreta: la educación de los jóvenes más pobres; “Señor Márquez, es mi firme sistema el mantenerme fuera de todo lo que se refiera a la política. Jamás en pro y jamás en contra (…) Hacer aquel poco de bien que se pueda a los jóvenes abandonados, comprometiéndome con todas las fuerzas a fin de que lleguen a ser buenos cristianos en cuanto a la religión y honrados ciudadanos en medio de la sociedad civil” (Carta a Roberto D’Azeglio 1849); “esto he considerado bueno hacer, persuadido de que un sacerdote 12 Cfr. OE, 1877,56 15 puede ejercer su santo ministerio de caridad hacia el prójimo en cualquier tiempo y lugar, y en medio a cualquier clase de gobierno” (Carta al Ministro de Interior Terencio Maman, 1860). Características de la educación política, según Don Bosco Según lo anterior, tendría las siguientes características: Parte ante todo, de la conciencia de la dignidad de la persona y su afectiva y efectiva valoración: de la riqueza de dones y de expresiones del corazón, la voluntad fortificada por la libertad, sostenida por la razón, enriquecida por la gracia; la valoración de las realidades temporales, consideradas en sí mismas y no solamente como instrumentos orientados a otras realidades superiores. Está concentrada en el comportamiento social que es expresión de la caridad cristiana. Tiene una función preventiva. Cumple una función correctiva. Hace a los jóvenes capaces de insertarse en la sociedad. Busca formar un hombre cultivado. Valora el trabajo. Es reconocido por todos —sea por quienes se identifican en el grupo de los progresistas, como por aquellos que son catalogados como tradicionalistas—, el aporte específico de Don Bosco en materia del trabajo. Ayuda a la competencia y la honestidad en el propio trabajo. Deriva de la indicación precedente. Se le añade una cierta sensibilidad moderna: honestidad y competencia en el desarrollo de las propias tareas, sin distinción entre cosas importantes y secundarias; Tiene un proceso de integración y progreso hacia la inserción en una sociedad estable, con el cumplimiento de los deberes del propio Estado. Lo presenta continuamente a sus jóvenes como el aporte personal y la respuesta más significativa para el crecimiento de la propia vida y la de los demás. Lo analiza en todos los aspectos, Lo aplica a los jóvenes estudiantes y a los 16 jóvenes trabajadores. Lo hace objeto, también, de compromiso y de examen religioso; Tiene siempre como objetivo el bien y la formación integral. Mantiene la alegría de vivir. Es un aspecto que no puede descuidarse en el humanismo educativo de Don Bosco. Los estudiosos de Don Bosco definen la alegría como “el undécimo mandamiento” en la labor educativa del Santo. Es intuible la fuerza educativa de la alegría y de la felicidad en la propuesta a jóvenes que se abren al futuro. Taller 2 1. En concreto: ¿qué es, e implica el “honesto ciudadano…” que quiere Don Bosco? 2. ¿Qué valoras de la posición de Don Bosco en relación con la dimensión social – política? 3. Desde un marco doctrinal-referencial actual, ¿qué elementos faltarían en la posición de Don Bosco? 4. ¿Cómo educar hoy, desde la orientación de Don Bosco, al “honesto ciudadano”? 1.5. LA TRADICIÓN SALESIANA Y LA LLAMADA A VIVIR Y ORIENTAR UN CAMINO EDUCATIVO PASTORAL SALESIANO COMO “HONESTOS-AS CIUDADANOS-AS” 1.5.1. LA FORMACIÓN SOCIO – POLÍTICA SEGÚN EL CAPÍTULO GENERAL 23 DE LOS SDB (1990): FORMAR EN LA DIMENSIÓN SOCIAL DE LA CARIDAD El Capítulo General 23 de los SDB – 1990 (CG 23) brinda elementos para tratar el tema del compromiso con la dimensión socio – política en las siguientes partes: la cuarta área del camino de educación en la fe, (Hacia un compromiso por el Reino n. 149 17 – 157); la presentación de los núcleos fundamentales de la Espiritualidad Juvenil Salesiana, (Espiritualidad del servicio responsable n. 178 – 180) y en la presentación de los núcleos más importantes de la educación en la fe (Formación de la conciencia n. 182 – 191; Dimensión social de la caridad n. 203 21413). Según el CG 23, la opción vocacional, fruto maduro de todo proceso educativo – pastoral, no puede ser entendida sin su referencia a la construcción del Reino y, por lo tanto, sin un comprometerse con la construcción de una sociedad más justa. El cristiano vive su vocación reconociendo el señorío y el amor de Dios y comprometiendo sus fuerzas hasta la radicalidad (n. 149). Dentro de ese ayudar a los jóvenes a descubrir su lugar en la construcción del Reino, debe situarse la orientación y la educación socio – política (n. 150 – 157). A su vez, será la capacidad de comprometerse en un servicio responsable en el mundo, la medida de la espiritualidad. El llegar a ser “buenos cristianos y honrados ciudadanos” será entonces la síntesis madura de la espiritualidad. Para el CG 23, ser honrado ciudadano hoy significa: Promover la dignidad de la persona y sus derechos. Vivir con generosidad en la familia y prepararse para formarla. Favorecer la solidaridad. Realizar el propio trabajo con honradez y competencia profesional. Promover la justicia, la paz y el bien común en la política. Respetar la creación. Favorecer la cultura (n. 178) En cuanto a la formación de la conciencia, se reconoce en este elemento uno de los ámbitos donde se concentra el significado, la fuerza y los aspectos conflictivos de la fe. Frente a la exaltación de la libertad que hoy se vive, el joven no tiene, a veces, la lucidez necesaria para superar las dificultades que la libertad presenta y vive tironeado por las dificultades que encuentra en la elaboración de un código de vida coherente con los valores que 13 En el Anexo 1 está el texto completo. 18 ha internalizado (n. 184). Es por eso que la formación de la conciencia moral se presenta como un paso obligado en el camino de educación en la fe (n. 185). La intervención educativa será educar en una mentalidad de fe que no tema confrontarse con los valores, sino que los dirija hacia contextos regidos por la ley humana y el Evangelio. Las indicaciones prácticas que para este punto da el CG 23, pueden ser la base de una educación en lo socio – político: 1) Ayudar al joven a adquirir la suficiente capacidad de juicio y discernimiento ético. 2) Dar una seria formación crítica a cerca de los modelos culturales y ciertas normas de convivencia social que contrastan con valores fundamentales. 3) Enseñar a leer evangélicamente los signos de los tiempos. (n. 186 - 188). Llevar adelante esta tarea educativa, ayudará a preparar una generación capaz de construir un orden social más humano para todos, orientado por esta dimensión social de la caridad que Don Bosco ya vivía en su praxis cotidiana y que es elemento esencial de toda ética cristiana. Educar en este aspecto implica ayudar a superar la indiferencia generalizada y educar en el valor de la solidaridad (n. 204 – 205). Elemento fundamental para educar en la dimensión social de la caridad es el trabajar por resaltar el valor absoluto de la persona y su inviolabilidad (n. 209), clave crítica para evaluar situaciones éticas anormales o confusas. Al igual que las indicaciones para la formación de la conciencia, las presentadas en lo que hace a la caridad puesta en práctica, también son un buen punto de partida para plantear una relectura del Sistema Preventivo en este campo: a. Entender la compleja realidad socio – política del barrio, la ciudad, la Nación y el mundo. b. Introducir a los jóvenes en situaciones que piden solidaridad. c. Responder con proyectos concretos de solidaridad a las necesidades de los demás. (n. 210 – 212) d. Encaminar a los jóvenes hacia la participación y el compromiso político (n. 214). 19 1.5.2. LA “CIUDADANÍA ACTIVA” SEGÚN EL CG 21 DE LAS FMA Este Capítulo General está en continuidad con los últimos Capítulos Generales de las FMA. Veamos: CG XIX: La Educación como aportación específica de las FMA a la nueva evangelización; CG XX: Ser comunidades de mujeres enraizadas en Cristo para una misión educativa inculturada. Con este Capítulo se da énfasis en el compromiso en la misión de educarnos y educar en la ciudadanía evangélica”. Se retoman elementos de los capítulos anteriores y se fundamenta en la Alianza fuente de compromiso en la misión de educarnos y educar en la ciudadanía evangélica. “El tercer milenio nos llama a navegar en el mar abierto y profundo de los desafíos, en parte desconocidos, que los caracterizan, para aprovechar las oportunidades que nos ofrece mirando al hoy desde el futuro, que es la óptica de lo posible, de la esperanza”. Con el interés de resignificar la vocación salesiana de las FMA se plantean en el CG XXI tres convicciones: 1. Enraizar la vida en la experiencia de Dios-Trinidad; 2. Vivir la experiencia de comunión; 3. Optar por la educación como camino de ciudadanía evangélica. Estos tres elementos se han unificado en una visión, a saber: “En la comunión, sueño de Dios, grito del hoy, urgencia que interpela nuestras comunidades”. “La Asamblea Capitular de las FMA ha descubierto en el discernimiento la estrategia fundamental que capacita para la escucha creyente de la historia y es camino y fuerza de transformación, donde el Espíritu transforma y a la vez compromete en la búsqueda, pone en camino y orienta hacia opciones de comunión y de ciudadanía activa en el estilo propio de la espiritualidad salesiana”. (N°12). 20 Es así que la ciudadanía vivida en la clave de las Bienaventuranzas se manifiesta en la apertura, en la simpatía por cada persona y pueblo y se convierte en un compromiso, en un estilo de vida. (N° 12). Esto llama la atención en la necesidad de dejarse interpelar por las múltiples situaciones de pobreza, sobre todo juveniles para comprender el ritmo de vida, tendencias y valores de la actual sociedad donde se realiza la misión educativa para responder como ciudadanos/as del Reino. Así pues, las FMA asumen como decisión radical la lógica de las Bienaventuranzas, de trabajar en opciones diversas, no solo con el fin de prestar servicios, sino de establecer relaciones de reciprocidad, para acompañar a los pobres, particularmente a los jóvenes para que sean protagonistas de su propio crecimiento personal. Como consecuencia surge la exigencia de educar y educarse a la interioridad, a la escucha, al silencio potenciando la dimensión contemplativa. Llevar la vida a la oración y la oración a la vida. Es una urgencia ineludible, que requiere elaborar la síntesis entre la primacía de Dios y el don de sí, la relación fraterna y la pasión educativa (N° 13). Esta línea en clave de las En el título “Núcleo de Bienaventuranzas reflexión”, en el número 15 las “orienta hacia un estilo de FMA se ratifican en: “Creemos animación y de gobierno que hoy nuestra pasión que favorece la misionera se expresa en la participación, la opción conciente por la corresponsabilidad, la educación como camino de libertad y la confianza, la ciudadanía evangélica. Nos unificación y la exige presencia y solidaridad convergencia con los jóvenes, con los más comunitaria, el pobres y un servicio valiente a crecimiento vocacional y favor de la justicia y de la paz el compromiso por la para una convivencia humana más respetuosa de la dignidad de evangelización”. todos”. 21 El N° 37 invita: “Renovar el compromiso por la educación con la fuerza profética del Sistema Preventivo en la Educación para la justicia y para la paz con opciones audaces a favor de la vida y de la cultura de la solidaridad valorando la interculturalidad”. Por lo cual se asume caminos de: Educación más explícita y audaz en la fe; Acompañamiento educativo de los jóvenes y propuesta vocacional a través de experiencias diversificadas; Trabajo en red como comunidad educativa y familia salesiana; Con otras congregaciones y organismo de lugar; compartiendo opciones educativas con las familias; Educación a la justicia, al diálogo interreligioso, a la noviolencia, a la solidaridad, a la ecología; Cercanía a los pobres, sobre todo jóvenes, en el afrontar sus situaciones de dificultad: flujos migratorios, explotación, trabajo infantil, desempleo. Educomunicación como óptica y práctica educativa transversal en la misión y actualización del carisma; Economía solidaria en la sobriedad de vida personal y comunitaria, autodelimitación, administración transparente. Taller 3 1) ¿Qué aspectos novedosos encuentras en el CG 23 de los SDB y en el CG 21 de las FMA? 2) ¿En tu obra cómo están orientando estos aspectos? ¿Qué faltaría incrementar? 22 2. SER CIUDADANOS INSPIRADOS EN JESUCRISTO Y SU MISIÓN DE ANUNCIO Y CONSTRUCCIÓN DEL REINO DE DIOS Si Don Bosco es nuestro modelo cercano para vivir el compromiso sociopolítico, mucho más lo es Jesucristo, principio, fuente e iluminación de este compromiso. El Reino de Dios anunciado e instaurado por Jesucristo concentra el compromiso sociopolítico de Jesús, y, por tanto, el nuestro. Si queremos vivir este compromiso evangélicamente, necesariamente debemos asumirlo al estilo del Reino de Dios. 2.1. JESUCRISTO, CIUDADANO APASIONADO POR EL REINO DE DIOS 2.1.1. JESUCRISTO, ANUNCIADOR Y CONSTRUCTOR DEL REINO DE DIOS La misión de Jesús fue anunciar y hacer presente el Reino de Dios mediante sus palabras y acciones. El Reino de Dios fue la causa que motivó su vida, fue SU PROYECTO DE VIDA, fue la dedicación de su vida, de su tiempo y energías. Los evangelios muestran “su relación constitutiva con el Reino de Dios y el Dios de su Reino… La vida histórica de Jesús de Nazareth tiene su centro y su sentido último y decisivo en una realidad clave: el Reino de Dios… La realidad absoluta y decisivamente última, en función de la cual orienta toda su predicación y su vida entera, es el Reinado de Dios” 14 2.1.2. LAS PALABRAS Y ACCIONES DE JESÚS HABLAN DEL REINO Jesús enseñó el Reino de Dios mediante sus palabras y ratificadas por sus obras. 14 PERESSÓN, Mario. La Pedagogía de Jesús maestro carismático popular, Bogotá, Librería Salesiana, 2004, pp. 131-132. 23 Con sus palabras, Jesús describía cómo es el Reino de Dios y lo hizo narrando historias breves, comparando la realidad de la vida ordinaria de quienes le escuchaban para que descubrieran el Reino en ellos y luego lo construyeran con otros con la propia vida y en las situaciones cotidianas. Estas breves narraciones proferidas por Jesús, llamadas parábolas, comparan la realidad del Reino de Dios con la realidad cotidiana de la gente que lo escuchaba, de manera que se les hacía comprensible y muy cercano el Reino de su Padre. En esas parábolas se caracteriza el Reino y su crecimiento, por ejemplo: la disposición personal de aceptar el Reino (La parábola del sembrador); la identidad del Rey que lo gobierna (El Padre Misericordioso, el Rey que perdona las deudas de dos de sus ciudadanos), la inversión de los bienes que se poseen en la búsqueda de un bien de más valor (el comerciante que busca tesoros); la recompensa por aceptar el Reino en la vida propia (el viñador que separa la cizaña del trigo); los ciudadanos de ese Reino son los que lo aceptan (el banquete); la alegría que se produce en el corazón al encontrarlo (La dracma perdida, la oveja perdida). Cuando Jesús enseña a descubrir el Reino nos manifiesta que no está lejos de la vida ordinaria, que no hay que buscarlo en hechos distantes, maravillosos y extraordinarios, sino que el Reino de Dios forma parte de la vida ordinaria de cada día, en la que se logra la salvación. Por eso, Jesús presenta el Reino de manera muy sencilla y hasta con elementos “de poco significado” (el Reino de Dios es como la Semilla de mostaza... es como la levadura...). Con ello se nos quiere revela que “el Reino de Dios se encarna en la historia y sigue su ritmo; su fuerza no está en colocarse por encima de ella, sino en la capacidad de transformarla desde dentro” 15 Los Evangelios nos narran que Jesús, con su vida y con sus hechos anunció el Reino. Las acciones “milagrosas” son ratificación de sus palabras (curación de enfermos, multiplicación 15 DOMÉNECH, A. Jesús de Nazareth, Cristología para catequistas. Colegio de Catequistas en formación Nº 10, CCS, Madrid, 1987. 24 de los panes, expulsión de demonios y las cenas que celebraba en la casa de quienes lo querían aceptar). Los “milagros” son «signos», es decir, son realidades que están evidentes para todos y a las que les damos un valor diferente al habitual, porque ya lo vemos con la mirada de Dios, los cuales nos dejan ver cómo es o debe ser el Reino de Dios; en el milagro de la multiplicación de los panes, por ejemplo, nos muestra que el Reino de Dios es una realidad en la que nadie debe pasar hambre; son signos que motivan a que otros se compadezcan y concienticen de la situación de pobreza y de hambruna que padecen otros y se solidaricen con ellos como ciudadanos del mismo Reino. 2.2. PERO, ¿QUÉ ES EL REINO DE DIOS? Jesús concebía el Reinado de Dios como lo esperaban varios grupos de los Judíos de su época, pues para él “la proclamación de la Buena Nueva del Reino de Dios estaba en relación con las promesas mesiánicas del profetismo del Antiguo Testamento que anunciaban la venida del Mesías – Rey, el cual instauraría en la tierra la utopía de Dios: la plena liberación de los oprimidos, la justicia y el derecho a favor de los pobres y, como fruto de todo ello, la paz verdadera, la fraternidad y la alegría en el pueblo (Cfr. Sal. 72; Is. 11,2-9; 32, 1-3. 15-18; 42, 1-4; 65, 1725;etc.)… un mundo radicalmente nuevo en el cual finalmente se haría justicia a los desheredados de la tierra y en el que reinaría definitivamente la fraternidad por el reconocimiento de Dios como Padre común, y como fruto de todo ello la paz entre todos los seres humanos y la armonía de la humanidad con la naturaleza. El Reino de Dios para Jesús conlleva una transmutación, un cambio radical (sub-versio) de todo aquello que niega o se opone al Proyecto de Dios16, el anti-reino (in-versio y per-versio): En un mundo donde impera la violencia, la amenaza, el temor y la muerte, Jesús ofrece la vida en abundancia y trae la verdadera paz (Jn. 10, 10; Mc. 3,4; Jn. 14,27; 20, 20-21) 16 Cfr. Lo presentado en el Núcleo humano antropológico, sobre el proyecto y anteproyecto de Dios. 25 En una sociedad con múltiples formas de esclavitud y empobrecimiento, Jesús proclama la Buena Noticia de la liberación de todas las servidumbres (Lc. 4,18-21). En un mundo estructurado por la ley de la competitividad y la exclusión en el que predominan relaciones de dominio y opresión, Jesús afirma la igualdad y la solidaridad de hermanos y hermanas (Mt. 20,20-28; 18, 1-6.10). Frente a la acumulación egoísta de la riqueza, Jesús propone la necesidad de compartir los bienes de la creación (Lc. 12, 33-34; l8, 18-27; Lc. 14, 3; 12, 33-34). Frente a la búsqueda de prestigios y privilegios, Jesús defiende el valor y la dignidad de toda persona como hijo e hija de Dios y la igualdad en la fraternidad (/Mt. 20, 20-28; 11, 25-27; Lc. 14, 7-11). Ante las estructuras aplastantes y totalitarias del poder, Jesús contrapone la actitud del Servicio a la comunidad (Mt. 23, 11-12). Contra la absolutización de la ley, Jesús afirma que ésta debe estar a servicio de las personas y no al contrario, y proclama el nuevo código de vida: el mandamiento nuevo del amor (Jn. 13, 34-34-35; 15, 12-13; Lc. 10, 25-37). Ante el fariseismo legalista y ritualista, Jesús afirma que el culto en espíritu y verdad, agradable a Dios, es el amor al prójimo, y la práctica de la justicia (Mt. 9, 10-13; 12, 1-8; 23,23). En oposición a la hipocresía y la mentira, Jesús proclama la verdad que nos hace libres (Jn. 8, 31-32). Para Jesús el Reino de Dios no se establece de manera intrascendente, dejando a la persona, el mundo y a la sociedad inalterados como si no pasase nada. La Buena noticia exige y comporta el cambio radical de las situaciones generadoras de violencia y de muerte, de injusticia y exclusión en que se vive, Por esta razón Jesús encuentra constantemente oposición, padece y anuncia a sus discípulos persecución, cárcel, torturas y muerte”17. De allí, que Jesús predica —sobre todo en las Bienaventuranzas— que el Reino de Dios es para los pobres. Ellos son los destinatarios del Reino de Justicia en el que Dios es Rey. 17 PERESSÓN, Mario. La Pedagogía de Jesús maestro carismático popular, Bogotá, Librería Salesiana, 2004, pp. 133-135.. 26 Esto último nos permite comprender que mientras haya injusticia y se evidencien sus consecuencias con tantos pobres —en el amplio sentido del término—, es porque el Reino de Dios no ha llegado a la vida de todos los seres humanos y es allí donde los ciudadanos del Reino, los ciudadanos creíbles tenemos una gran misión y opción fundamental: actuar como Jesús, el ciudadano apasionado por el Reino y creíble del Reino, en perspectiva de lograrlo (el Reino de Dios) en la sociedad en la que vivimos con el testimonio cristiano creíble de nuestra vida ordinaria, es decir, alcanzando un alto grado de vida cristiana (Aguinaldo 2004): la santidad (Folleto 3 de este Nivel I); creciendo como Cristianos Creíbles; también creciendo en la plenitud de vida que abarca todas las dimensiones de nuestra existencia (Folleto 2 de este Nivel I) en los aspectos materiales (curación del cuerpo) y espirituales (el perdón de los pecados); en la dimensión intelectual (realización personal-profesional) y en la dimensión social (construcción de una sociedad más justa, igualitaria y fraterna) en el presente (ahora mismo) y hacia el futuro (llegará a su plenitud al final de los tiempos). 18 Siguiendo la orientación del Papa Pablo VI 19, los Obispos latinoamericanos a partir de Puebla, han propuesto al Pueblo latinoamericano, el proyecto del Reino de Dios, a través de un proyecto de vida que tiene implicaciones personales, familiares, comunitarias, sociales, eclesiales, llamado “La civilización del amor”. Para Pablo VI, es “aquel conjunto de condiciones morales, civiles y económicas que permiten a la vida humana una condición mejor de existencia, una racional plenitud, un feliz destino eterno” 20; se trata 18 Cfr. CELAM, Civilización del Amor, tarea y esperanza. Orientaciones para una Pastoral Juvenil Latinoamericana, Colección Documentos CELAM Nº 161, Bogotá D.C., 2001, pp. 145-174 19 Pablo VI, Evangelium Vital 12 20 Pablo VI, discurso de clausura del año santo, 25 diciembre de 1975 27 de asumir como visión de vida, desde el evangelio, la dignidad, la liberación y el pleno desarrollo de toda persona y de toda la persona, nueva cultura de la vida y de la solidaridad, verdad, justicia, y libertad plenificadas por el amor. La civilización del amor es un servicio a la vida, y una opción incondicional por el amor; es una propuesta total; es compromiso; es una utopía y una realidad; es una tarea y una esperanza. Es una visión del mundo desde el evangelio. La civilización es reafirmar los valores evangélicos y asumirlos vitalmente: sí a la vida; sí al amor como vocación humana; sí a la solidaridad; sí a la libertad; sí a la verdad y al diálogo; sí a la participación; sí al esfuerzo permanente de la paz; sí al respeto de las culturas; sí al respecto de la naturaleza; sí a la integración latinoamericana. Es por tanto un rechazo de sus antivalores: No al individualismo; no al consumismo; no a la absolutización del poder; no a la intolerancia; no a la injusticia; no a la discriminación y a la marginación; no a la corrupción; no a la violencia. Es vivir estas primacías: a)Primacía de la vida humana sobre cualquier otro valor e interés b)Primacía de la persona sobre las cosas c) Primacía de la ética sobre la técnica d)Primacía del testimonio y la experiencia sobre las palabras y las doctrinas e)Primacía del servicio sobre el poder f) Primacía de una economía solidaria sobre la producción de riqueza g)Primacía del trabajador y el trabajo sobre la empresa y el capital h)Primacía de la identidad latinoamericana sobre otras influencias culturales i) Primacía de la fe y lo trascendente sobre todo intento de absolutizar al ser humano Vivir la civilización del amor es proclamar que el Reino de Dios está creciendo, se está instaurando, especialmente entre los pobres, entre los que sufren la injusticia y exclusión. El Reino de 28 Dios es esta Civilización del amor, que se plantea como tipo de sociedad alternativa en medio del imperante modelo del individualismo, consumismo, explotación, hedonismo, injusticia, exclusión, violencia y corrupción que se ha planteado y que ha acaparado la libertad y el destino de la humanidad actual. 2.4. LLAMADOS A SER CIUDADANOS ES CONSTRUCTORES HOY DEL REINO DE DIOS SER Concluyendo podemos decir, que el Reino de Dios primero acontece en quienes escuchan a Jesús (ahora los ciudadanos del Reino) y que por su obrar, el Reino empieza a manifestarse en otros y para otros. Eso significa que el Reino de Dios ya está en medio de nosotros, pero no ha llegado a su plenitud. Por ello, la misión nuestra es ser Ciudadanos Creíbles, luego de saber el querer de Dios para la humanidad, trazado en su Proyecto: que la mujer y el hombre sean cada vez más humanos, más semejantes a Dios, quien nos ha hecho. Taller 4 1)¿Cómo expresas con tus propias Palabras lo que es el Reino de Dios? 2)¿Cuáles son los valores del Reino de Dios y por tanto, cuáles los antivalores opuestos a este Reino? 3)¿Qué dice de nuevo, en relación con el Reino de Dios, la “Civilización del amor?. 4)¿Qué valores estás viviendo en tu CEP, en tu Barrio, en tu Familia…?. ¿Cuáles son los antivalores que más están presentes en ti y los que te rodean? 5)¿Qué relación, hay por tanto, entre Reino de Dios – civilización del amor y el “Honestos Ciudadanos” de Don Bosco? 29 3. VIVIR EL SER “HONESTO CIUDADANO” SEGÚN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA, LOS DOCUMENTOS DE LA IGLESIA LATINOAMERICANA Y COLOMBIANA EN RELACIÓN CON EL COMPROMISO CRISTIANO 3.1. LO QUE NOS PIDE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA (DSI) La DSI o Enseñanza social de la Iglesia “es la Enseñanza del Magisterio en materia social y contiene principios, criterios y orientaciones para la actuación del creyente en la tarea de transformar el mundo según el Proyecto de Dios. La enseñanza del pensamiento social de la Iglesia forma parte de la misión evangelizadora, y tiene el valor de un instrumento de evangelización, porque ilumina la vivencia concreta de nuestra fe” (Documento de Santo Domingo, 158), Es el conjunto de principios de reflexión, de criterios de juicio, y de directrices de acción, para vivir la misión de la Iglesia en el mundo, en su realidad social – política, y sus problemas. La DSI orienta la construcción de la sociedad desde los principios del evangelio; ofrece principios para construirla, criterios para juzgar la realidad, y orientaciones para actuar – comprometerse en ella. La DSI nos pide vivir nuestro compromiso de “honestos ciudadanos” teniendo en cuenta sus siete principios fundamentales: 1) La dignidad de todas las personas: todas las personas somos dignas, pues todos somos creados a imagen y semejanza de Dios. 2) La igualdad fundamental de todos los seres humanos: todos somos iguales a los ojos de Dios; todo lo que se haga en contra de cualquier persona, por cualquier razón, es contrario al designio de Dios. 3) Todos formamos la gran familia de Dios – somos comunidad: todos los seres humanos estamos creados para estar - convivir 30 siempre juntos, para conformar la gran familia de los hijos de Dios. 4) El Bien común: estamos llamados todos a buscar el bien común, las condiciones que permitan a todos a llevar una vida plena. 5) La solidaridad: no es sólo un sentimiento superficial por el mal de tantas personas y comunidades; se refiere al compromiso real y decidido por el bien común de todos, pues todos somos responsables de todos. 6) La subsidiariedad: es dejar hacer a las personas y comunidades hacer lo que ellos pueden hacer bien; ayudar a hacer lo que ellos no pueden realizar por sí solos; hacer para ellos lo que realmente no pueden hacer. 7) El destino universal de los bienes: los bienes deben llegar a todos de manera equitativa. Taller 5 a) Según lo que conoces de la realidad actual en Colombia, ¿cómo se están viviendo cada uno de estos 7 principios fundamentales? b) Desde el servicio que prestas en la CEP, ¿cómo podrías vivir y ayudar a vivir cada uno de esos principios? 3.2. LO QUE NOS PIDEN LOS DOCUMENTOS DE MEDELLÍN, PUEBLA, SANTO DOMINGO, Y “ECCLESIA IN AMÉRICA” EN RELACIÓN CON EL COMPROMISO CIUDADANO Indicamos los capítulos o números de estos documentos que hablan del compromiso ciudadano, invitando a hacer una lectura de ellos, para llegar a identificar sus principales orientaciones. 31 Documento de Medellín El Documento de la Conferencia Episcopal Latinoamérica reunido en Medellín en 1968 habla directamente del compromiso sociopolítico en estos documentos: El documento 1 sobre “Justicia”. El documento 2 sobre “Paz”. El documento 5 sobre “Juventud”, El documento 10 sobre “Movimientos de Laicos”. El Documento 14 sobre “Pobreza de la Iglesia”. Documento de Puebla El Documento de la Conferencia Episcopal Latinoamérica reunido en Puebla en 1979 habla directamente del compromiso sociopolítico , retomemos los siguientes apartes: Segunda parte, Capítulo II, No. 4 “Evangelización, liberación, y promoción humana” (470-506), y en el No. 5 “Evangelización, ideologías y política” (507-562). Cuarta parte, Capítulo I “Opción preferencial por los pobres” (1134-1165) Documento de Santo Domingo El Documento de la Conferencia Episcopal Latinoamérica reunido en Santo Domingo en 1992 habla directamente del compromiso sociopolítico en el Capítulo II titulado “La promoción humana” (Nos. 157 - 227). Exhortación pastoral “Ecclesia in América” El Documento Del Papa Juan Pablo II, después del Sínodo de la Iglesia del Continente Americano, en su Exhortación Pastoral “Ecclesia in America”, habla directamente del compromiso sociopolítico, sobre todo en el capítulo II “El encuentro de Jesucristo con el hoy de América” (Nos. 13 - 25), y el Capítulo V “Camino a la solidaridad” (Nos. 52-65). 32 3.3. LO QUE NOS PIDEN LOS DOCUMENTOS DE LA IGLESIA COLOMBIANA La Asamblea de los Obispos de Colombia – Conferencia Episcopal Colombina (CEC), ha abordado este tema en varios momentos; uno de esos documentos fue “Por un nuevo orden social, solidario y justo. Principios básicos de naturaleza éticojurídica”, documento pastoral con motivo de la reforma constitucional de 1991 (Febrero de 1991). Cada año, en cada una de las asambleas, la Conferencia episcopal va leyendo la realidad colombiana y va dando sus orientaciones. En el 2005, organizó un Congreso sobre el tema; “Congreso nacional de reconciliación: si quieres la paz, trabaja por la justicia” (mayo 23 al 25 del 2005). Taller 6 Leer alguno de estos documentos indicados en el numeral 3.2 |o 3.3, en las partes citadas y hacer un resumen de las orientaciones que ofrece, y comentarlo en el grupo. 33 4. LA REALIDAD EN LA QUE TENEMOS QUE VIVIR EL “HONESTO CIUDADANO” Conocer la realidad, conocer sus antivalores, su anteproyecto de Reino, al igual que los valores del Reino o al menos las semillas del Reino ahí presentes, es una necesidad imperiosa de todo cristiano, de todo ciudadano, de todo educador salesiano; es indispensable comprender sus características, sus riesgos, exigencias y posibilidades. Este conocimiento debe ser crítico, serio, constructivo, educativo, iluminado siempre por el Evangelio y la Enseñanza social de la Iglesia21, de tal forma que no sea una simple lectura sociológica, sino una verdadera lectura de la historia de la salvación en esta realidad; esto requiere un discernimiento evangélico. Entender lo que acontece en cada tiempo histórico, saber leer la historia de salvación en ellos y por tanto a descubrir aquello que impide que el Reino de Dios se haga presente en ella no siempre es fácil. Nuestro proyecto educativo pastoral salesiano no será incisivo y significativo, si no parte de la realidad donde quiere sembrarse, y de los desafíos que ella presenta. Hay muchas formas de conocer críticamente la realidad. Cada CEP deberá tener claridad de la manera como abordará la realidad para transformarla según el proyecto de Dios – el Reino de Dios. Taller 7 1. ¿Qué otros criterios se deben tener en cuenta para el conocimiento de la realidad? 2. ¿Qué lecturas de la realidad tienen en su CEP?, ¿Qué valoración y proyección hacen de esta lectura? 3. ¿Con base en lo que conoces y la experiencia, concreta una metodología de lectura de la realidad que sirva para aplicarla en su contexto? Es la orientación – doctrina - enseñanza por parte de quienes en la Iglesia tienen el servicio del magisterio, en lo que se refiere a la interpretación y vivencia de la realidad social y política. 21 34 4.1. DESCRIPCIÓN GLOBAL DE LA REALIDAD ACTUAL Para ayudar a tener un acercamiento global a la realidad en la cual vivimos presentamos estas características, para que sean confrontadas con la realidad particular – local y el contexto específico de cada CEP. Hablar de realidad actual es asumir que nos encontramos en un contexto nuevo a nivel global y local, del cual es indispensable comprender sus características, sus riesgos, exigencias y posibilidades. Hoy, más que en otros momentos de la historia humana, el hombre está buscando dar sentido a su vida, a pesar de haber logrado domino sobre la naturaleza mediante el desarrollo científico, a pesar de saber un poco más del universo. Estamos en una nueva época de la humanidad No es nada nuevo para nosotros decir que estamos en una nueva época de la humanidad; no sólo época de cambios, sino fundamentalmente un cambio de época donde encontramos grandes novedades; no sólo hemos cambiado siglo y milenio; hemos pasado de una época a otra. Vivimos un cambio en todo sentido: social, político, económico, religioso, ético y moral, científico y tecnológico, cultural, etc., lo cual es un verdadero desafío para la labor del Educador Salesiano creíble, mujer – hombre que está en esta sociedad de grandes transformaciones globales. Es una época de grandes avances y posibilidades, pero también una época de grandes amenazas para la entera humanidad. La Globalización El fenómeno más caracterizante y aglutinante de las diferentes manifestaciones de la nueva época que vivimos es el de la globalización; lo importante según lo dicho, no es sólo conocer que existe, pues es una realidad, sino leer críticamente desde nuestra perspectiva evangélica salesiana su dinamismo, no dejándonos manipular por ella, colaborando en la construcción de su alternativa, la cultura de la solidaridad, o de la civilización del amor, o la construcción del Reino de Dios. 35 De hecho, “la globalización no es a priori, ni buena ni mala. Será lo que la gente haga de ella” (J.P. II, Discurso a la Academia Pontificia de Ciencias Sociales, 27.04.01). Depende de su finalidad – intereses y por tanto de la forma en que es orientada. Como se va dando tiene sus posibilidades, pero es a la vez y sobretodo, catastrófica para la humanidad, presentándonos grandes contrastes y desafíos. N.B. en el Anexo 2 presentamos “algunas de las características cuestionantes de esta globalización”, y algunas posibilidades de este proceso. 4.2. LA REALIDAD COLOMBIANA NOS CUESTIONA Aunque lo anterior lo vivimos también en nuestro País, es importante que nos sigamos interrogando sobre lo que en nuestra Patria se presenta, ya que es el lugar donde encarnamos el carisma salesiano, donde queremos ser significativos, donde nuestras CEPs viven la misión. “Si la sociedad no ejecuta acciones de gran envergadura y se compromete a fondo con la erradicación de la injusticia y de las profundas desigualdades en el acceso al bienestar de la población que actualmente se encuentra marginada del progreso y condenada a la miseria, la reconciliación social no será más que una utopía inalcanzable. Ello es un asunto impostergable e ineludible en una sociedad como la colombiana, caracterizada por una inequidad social que se expresa en los siguientes datos: A pesar de que se vienen dando indicadores positivos en el crecimiento económico, las riquezas están concentradas en los cuatro principales gremios económicos. Cerca de 24 millones de colombianos (el 60%) están en la denominada línea de pobreza (un ingreso menor a dos dolares diarios). De éstos, entre 8 y 9 millones ganan menos de un dólar por día, lo cual los ubica en condiciones de miseria. El 82.6% de la población rural está por debajo de la línea de pobreza y de éstos el 40% vive en la indigencia. Para reducir el número de pobres a los niveles de 1995, necesitaría crecer sostenidamente la economía a tasas 36 superiores al 4% anual en los próximos 10 años. Sin embargo está creciendo a menos del 2% anual. Según la superintendencia de servicios públicos del Ministerio del Medio ambiente, el gobierno Pastrana gastó 3.2 billones de pesos en contratos para agua potable y sólo logró ampliar la cobertura en 1%. Diez millones de colombianos no tienen agua potable. 16 millones de colombianos viven sin alcantarillado. El promedio de colombianos que vive en la miseria (con menos de un dólar diario) es de aproximadamente un 45% distribuidos así: un 37% en el campo y poblaciones pequeñas, y un 12.45% en las ciudades. La miseria es un fenómeno que se concentra en zonas donde se asientan minorías étnicas como Chocó, que desde hace 10 años registra un 60.2% de población con necesidades básicas insatisfechas. Magdalena 59.2% y sucre 64.1%, Córdoba 59.9%, todos ellos con altos niveles de población. Según cifras del Departamento Nacional de Estadísticas, DANE, en el País existe una población de 11.4 millones de personas en edad de trabajar, y una económicamente activa de 7.3 millones. De todos ellos, 1.464.958 está sin empleo, es decir el 20.2%, la cifra más alta de las dos últimas décadas”22. Taller 8 a) ¿Tienen en su CEP, claridad de la dinámica histórica de lo que sucede en Colombia? ¿Cómo la van interpretando? b) ¿Cuál es tu parecer de los diferentes diagnósticos que se tienen en relación con la situación trágica que vive Colombia? c) ¿Qué nuevas realidades y desafíos encontramos hoy en la realidad colombiana? SPEC – Secretariado nacional de pastoral social, documento de Trabajo para el Coangreso nacional de Reconciliación, mayo 23-25 de 2005, “Si quieres la paz, trabaja por la justicia”, Bogotá, SPREC, 2005, P. 23-24. 22 37 4.3. LA REALIDAD DE NUESTROS DESTINARIOS NOS CUESTIONA Hablando de nuestros destinatarios-as: ¿Que hacemos por los niños – adolescentes – jóvenes en situación de calle? ¿Qué hacemos por los niños – adolescentes – jóvenes campesinos con la falta de posibilidades y los riesgos que se les presentan? ¿Qué hacemos por los niños – adolescentes – jóvenes que no pueden ir a la escuela o deben dejarla? ¿Qué hacemos por los niños – adolescentes – jóvenes que viven la desnutrición y falta de atención sanitaria? ¿Qué hacemos por los niños – adolescentes – jóvenes de las pandillas – grupos callejeros? ¿Qué hacemos por los niños – adolescentes – jóvenes pobres para que tengan acceso al trabajo y un trabajo digno? ¿Qué hacemos por los jóvenes y adultos pobres desempleados?. ¿Qué hacemos por los niños – adolescentes – jóvenes explotados laboralmente? ¿Qué hacemos por los adolescentes – jóvenes qué están en la guerrilla, o el paramilitarismo, o en grupos de delincuencia? ¿Qué hacemos por los más de dos millones de desplazados? Para dar respuesta significativa a estos cuestionamientos, es importante estar al día en su realidad. En el nivel II nos detendremos sobre esta realidad juvenil, sin embargo veamos algunos aspectos que nos pueden ayudar desde ahora: La realidad de los jóvenes desde el punto de vista sociocultural Los jóvenes, nuestra riqueza carismática, riqueza de la Iglesia y de la humanidad, nos presentan nuevas facetas que debemos asumir en forma realista, global, y educativa. En este mundo de cambios acelerados, encontramos la realidad juvenil en un 38 cambio constante. Todos lo hemos vivido; como educadores salesianos vamos viendo la diferencia década tras década, año tras año... Pareciera, o es una realidad, que cada vez es más difícil vivir un camino educativo pastoral con ellos; ¡no es fácil ser educadores de los jóvenes hoy! Esta realidad es compleja y por tanto debemos analizarla en toda su globalidad, siempre con realismo, empatía, optimismo, a pesar de que aparezca cargada de ambivalencias. Según estudios, hablando a nivel general, los jóvenes de hoy: Viven muchas pertenencias, referencias y condiciones culturales. Cada vez quieren experimentar más y más… Quieren la satisfacción inmediata - “Presentismo” Viven un relativismo subjetivista en el campo de los valores. Viven una nueva búsqueda religiosa – espiritual. Son deseosos de relacionarse, pero sobretodo a través de los nuevos lenguajes (virtual, música, arte, corporeidad...). Refuerzan sus espacios “informales” y se distancian de los espacios “tradicionales institucionales”. Los jóvenes desde el punto de vista socio-económico Encontramos una gran multitud de jóvenes pobres y una minoría de jóvenes ricos. Una gran multitud de jóvenes golpeados por las antiguas y nuevas pobrezas socioeconómicas, que ponen en peligro su subsistencia y su crecimiento integral. Algunas de estas situaciones socioeconómicas que golpean a los jóvenes son: Las pobrezas antiguas y nuevas (huérfanos a causa de la guerra - violencia o desastres naturales o enfermedades como el SIDA, desempleados, sin estudio, desnutridos, desplazados, refugiados, emigrantes, que están en la 39 violencia, en situación de calle23 normalmente con núcleos familiares débiles o destruidos, y socio-económicamente en la miseria, campesinos, en el tráfico sexual, explotados laboralmente, los niños soldados.) La falta de sentido: una minoría con abundancia de bienes materiales pero con dificultad de encontrar un sentido profundo a su vida (jóvenes de las clases pudientes). Muchos de ellos viven situaciones de tóxico dependencia, abandono escolar, problemas judiciarios... Los jóvenes desde el punto de vista religioso Podemos ver estas categorías de jóvenes: Una relativa minoría sin capacidad o deseo de apertura al trascendente – vida religiosa. Una gran mayoría con capacidad o deseo de apertura al trascendente – vida religiosa. Entre los jóvenes es casi normal la convivencia de diferentes religiones. Los jóvenes bautizados (Católicos) Podemos encontrar estas categorías: Jóvenes lejanos Es la categoría más numerosa: siempre alejados; con alejamiento silencioso; con alejamiento declarado e incluso rebelde; con alejamiento indirecto, pues necesitan sobrevivir; algunos de ellos viven un alejamiento de la fe más no de una vida ética y de compromiso. Jóvenes abiertos al discurso religioso Sienten la necesidad real, muchas veces confusa, de significado para su vida y de valores con los cuales motivar sus opciones y actos. Muchas veces se detienen en una religiosidad de circunstancias o de emotividad. Ofrecen alguna buena disposición para el diálogo y profundización. 23 Según la UNICEF 2000, hay por lo menos 100 millones 40 de los cuales en AL 40 Jóvenes practicantes Con una práctica religiosa no motivada o profundizada; cumplen con regularidad los actos de precepto, pero sin vivirlos con calidad y plenitud. Jóvenes comprometidos Es el círculo mas limitado, pero su presencia es un verdadero signo de esperanza y de multiplicación. Para ellos la fe es un don. Entre ellos hay quienes viven la santidad o la han vivido. Taller 9 Responder a estas preguntas - desafíos de la realidad juvenil: a) ¿Cuáles recursos educativo-evangelizadores encuentras en estas características de la realidad juvenil? b) Los jóvenes ¿están cada vez más lejos de nosotros o nosotros cada vez más lejos de ellos? c) ¿Es posible una labor educativa evangelizadora con los jóvenes de hoy? d) ¿Cómo inculturarnos en su realidad y desde ahí, con ellos, realizar un camino educativo evangelizador? e) ¿Cómo responder a las antiguas y nuevas pobrezas que golpean a los/as jóvenes? Averigua qué estudios sobre la realidad juvenil se han realizado últimamente en tu CEP, en Tu Municipio, o Sector de tu ciudad,. ¿qué desafíos presentan?, ¿Qué respuestas se están dando a esos desafíos?. 41 5. ALGUNAS PRIORIDADES Y ESTRATEGIAS PARA VIVIR EL “HONESTO CIUDADANO”. 5.1. NUESTRO COMPROMISO CIUDADANO Todo lo que hemos venido conociendo y reflexionado debe cuestionarnos, y sobre todo, comprometernos como cristianos, miembros de la Iglesia, y como educadores pastores salesianos. En la realidad que vivimos este compromiso tiene una particular importancia, puesto que exige transformaciones de fondo, para que esté de acuerdo con los valores del evangelio, y para ello es necesaria una voluntad política eficaz que la lleve a su renovación. La Iglesia y por tanto cada creyente, tiene una misión que cumplir en la realidad temporal, en lo político, económico, cultural, social, ya que por naturaleza, debe comprometerse en todos los aspectos de la existencia humana. Los laicos, como lo sabemos, tienen, por vocación específica, mayor ingerencia directa, en este compromiso. Como salesianos, por vocación estamos llamados a vivir este compromiso desde la “dimensión social de la caridad”. 5.2. ALGUNAS PRIORIDADES 5.2.1. CRECER EN CONCIENCIA CIUDADANA Esta prioridad es obvia por todo lo que hemos ido reflexionando. Supone tener claridad de lo que es e implica ser ciudadano. 42 ¿Qué es ser ciudadano? Aunque ya lo dijimos desde la perspectiva salesiana de Don Bosco, complementemos con estos aspectos. Etimológicamente los términos ciudad, ciudadanía, ciudadano provienen del griego “Polis” y del latín “Civitas” y se interpretan como la relación con el talante y la forma de vida propia de la ciudad en la que la convivencia es la atmósfera que impregna la existencia humana. En tal caso, la ciudad es el espacio de integración de la vida de las personas en el que pueden experimentar y poner en práctica los códigos básicos de la vida de la comunidad y de la vida pública democrática. Es en la ciudad donde se ayuda a formar la conciencia ciudadana, por medio de la construcción de habilidades de relación social, necesarias para asimilar las normas de convivencia y profundizar la vida a través de la asimilación de valores democráticos que generen procesos de participación y de responsabilidad social. “Ciudadano es quien tiene plena pertenencia a una comunidad” 24. La ciudadanía, implica sentido de pertenencia activa a una comunidad; esta es expresada a través de diversas formas de participación para la definición de asuntos de intereses para la colectividad, de condiciones y de normas para la interrelación entre los mismos ciudadanos y entre el Estado y los ciudadanos. Ciudadano es el sujeto de deberes y derechos, en un Estado de Derecho conformado por ciudadanos democráticamente participativos, que hacen uso de los diferentes mecanismos de participación legalmente establecidos y adecuados a los fines para lo cual fueron creados, en especial, el de fortalecer la democracia de su país, en nuestro caso la democracia colombiana. 24 GARAY SALAMANCA, Luis Jorge. Ciudadanía, Lo Público y Democracia, Textos y notas, Tercera Edición, Bogotá, 2002, 74. 43 Esto posibilita condiciones reales de convivencia y resolución pacífica de las diferencias, lo mismo que la solución concertada a los problemas nacionales, integrando la participación ciudadana a las instancias políticas y públicas, concebidas éstas como el instrumento de intervención del Estado en los diferentes aspectos de la vida nacional. ¿Qué supone la construcción de la ciudadanía? Convivencia y seguridad ciudadana, lo que significa asumir valores democráticos como prácticas de convivencia. Debe fundamentarse en la aceptación de la diversidad y la pluralidad de la existencia humana, el reconocimiento y respeto por las diferencias entre los seres humanos, el respeto por el otro, la solidaridad, la equidad y la justicia constituyen los fundamentos básicos para un buen ejercicio de la ciudadanía y a la vez la seguridad para la construcción de una sociedad democrática. Manejo y transformación pacífica del conflicto: la invención de nuevas formas para la transformación de los conflictos, basada en el reconocimiento de las personas como sujetos de derechos es alternativa para la resolución pacífica del conflicto. El sentido de lo público que al reconocer en las personas como actores con capacidad de tomar decisiones, articulado con la construcción activa de las normas de convivencia y el ejercicio político basado en la participación, permite dar pertinencia y significado a lo público, que debe revertirse en competencia hacia el contexto local a través de proyectos sociales aplicables al entorno inmediato. Gestión social en el entorno inmediato permite entender ciudadano como una persona activa para la búsqueda de solución de problemas de su contexto inmediato, implica aprendizaje de un conjunto de competencias requeridas para ejercicio de la responsabilidad, participación, autonomía tolerancia, que debe revertir como cuenta de cobro a través de ejecución de proyectos sociales. al la el el y la Construcción de una cultura de paz; al desarrollar estas competencias permitirá en los ciudadanos aprendizajes para la 44 vida, que significa ir construyendo desde la participación ciudadana la búsqueda de la paz25. Se pueden ver, pues, muchas formas en que el ciudadano, especialmente el cristiano, puede contribuir al mejoramiento de la sociedad, al crecimiento personal y a la construcción de la civilización del amor. Además de los elementos civiles, políticos y sociales, el ciudadano integra a su ser comunitario capacidades como: Autoconocimiento como forma de clarificación de su propio estilo de ser, posibilitando el conocimiento de sí mismo desde los valores personales. Autonomía y autorregulación: que le permiten promover la autonomía de la voluntad y una mayor coherencia de la acción personal y comunitaria, estableciendo sus propios principios de valor. Capacidad de diálogo: que lo integra a la comunidad y lo aleja del individualismo respetando diferentes puntos de vista, llegando a un acuerdo justo y racional. Capacidad para transformar el entorno: contribuyendo a la formulación de normas y proyectos contextualizados que pongan de manifiesto los valores comunitarios. Comprensión crítica: que implica el desarrollo de un conjunto de capacidades orientadas a la adquisición de información moralmente relevante en torno a la realidad, contrastando diferentes puntos de vista con actitud de entendimiento y compromiso. Empatía y perspectiva social: capacidad que posibilita al ciudadano para incrementar su consideración con los demás, interiorizando valores como la cooperación y la solidaridad. 25 Cartilla de Formación de Ciudadanos Participativos, Secretaria de Gobierno Distrital, Universidad Distrital Francisco José de Caldas, Idexud, Julio, 2002, 32-33 45 Razonamiento moral: como capacidad cognitiva que le permite reflexionar sobre los conflictos de valor, buscando los criterios de justicia y dignidad personal. 5.2.2. REAFIRMAR NUESTRA OPCIÓN PREFERENCIAL POR LOS JÓVENES MÁS POBRES, ABANDONADOS, EN PELIGRO, Y SU MUNDO Como Salesianos, nuestro compromiso ciudadano, debe enmarcarse necesariamente en y desde quienes son nuestra razón de ser: la juventud, pobre, abandonada, en peligro y su mundo. La óptica de nuestro compromiso son ellos; ellos viven en carne propia la realidad de injusticia y opresión de la realidad actual; Don Vecchi presenta cómo son golpeados con las antiguas y nuevas pobrezas (Cfr,. ACG 359, “Y se conmovió por ellos…”). Nuestra opción por ellos es esencial; no es una posibilidad, sino una necesidad carismática e histórica. Taller 10 Leer en el libro del Dicasterio para la Pastoral Juvenil “La pastoral Juvenil Salesiana. Cuadro fundamental de referencia”, del Capítulo 1, el numeral 4.1 “Una opción preferencia: los jóvenes, sobre todo los más pobres y su mundo”, y del Capítulo 4, la introducción al numeral IV “Obras – servicios sociales para los Jóvenes en situaciones de riesgo”. Hacer una síntesis del contenido principal. 46 5.2.3. EVANGELIZAR LO SOCIAL – POLÍTICO – CULTURAL, ESPECIALMENTE DESDE LA EDUCACIÓN PREVENTIVA Y EL ORATORIO. Siendo nuestra finalidad “evangelizar educando y educar evangelizando”, nuestro compromiso ciudadano se orienta desde y para una evangelización y educación. La meta última es la evangelización, la cual, salesianmente, logramos a través de un proceso educativo (crecimiento integral). La educación, para nosotros salesianos, es un elemento fundamental de la evangelización; es la forma como evangelizamos, es el camino de su realización, es el aporte más específico y original que damos a la evangelización. Nuestro estilo educativo es Preventivo; “aceptando a los jóvenes tal como los encontramos (en situaciones de riesgo, heridos por estas situaciones, o en aquella que es llamada desviación), intenta favorecer las condiciones para que vivan una vida digna, evitar el empeoramiento de la situación negativa de la desviación, para hacer a las personas autónomas y capaces de gestionar con responsabilidad la propia vida y de transformar las situaciones sociales y culturales que están a la raíz de la marginación (exclusión social)”26. Para una mayor incidencia ciudadana de todos, desde una educación preventiva, estamos llamados, como todos los creyentes, a evangelizar lo social, lo político, lo cultural; se “trata de alcanzar y transformar con la fuerza del evangelio, los criterios de juicios, los valores determinantes, los puntos de interés, las líneas de pensamiento, las fuentes inspiradoras, y los modelos de vida de la humanidad, que están en contraste con la palabra de Dios y con el designio de salvación...” (Puebla 394); se trata de alcanzar y transformar todas las estructuras socio-políticoculturales según el designio de Dios, construyendo una verdadera civilización del amor – el auténtico Reino de Dios. 26 Op. Cit. DPJS, La pastoral Juvenil salesiana... P. 101. 47 El mejor campo, según don Bosco, para esta evangelización, con la educación preventiva, es el Oratorio, la obra típica de Don Bosco, como ambiente de amplia acogida, abierto a gran variedad de personas, sobre todo los más alejados, con influencia en un amplio contexto geográfico. 5.2.4. CRECER EN LA CONCIENCIA MORAL No se lograría un coherente compromiso ciudadano, sin un crecimiento en la conciencia moral; se trata de hacerse capaz de ejercer moralmente la propia autonomía y responsabilidad, de valorar la moralidad de los gestos y comportamientos personales y sociales. Implica entre otras cosas: - Crecimiento en la capacidad de juicio y de discernimiento ético, distinguiendo entre el bien y el mal, el pecado y las estructuras de pecado, la acción de Dios en la persona y en la historia. - Una seria formación crítica acerca de los modelos culturales y ciertas normas de convivencia social que contrastan con los valores fundamentales. Hay que saber tomar posición frente a ellos, provocando una situación de objeción sobre la base de la propia conciencia inspirada en Cristo y su evangelio. - Crecimiento en el sentido del misterio, del pecado, de la limitación. 48 5.2.5. APROVECHAR LAS OPORTUNIDADES QUE NOS BRINDA LA CONSTITUCIÓN COLOMBIANA DE 1991 Y LA ORIENTACIÓN DE LA EDUCACIÓN EN COLOMBIA, PARTICIPANDO ACTIVAMENTE Y EN RED, COMO CIUDADANOS EN TODAS LAS INSTANCIAS POSIBLES Aprovechar los mecanismos de participación ciudadana que nos brinda la Constitución nacional27 Para la consecución de esto, el ciudadano comprometido debe instruir y ayudar al otro, para que desde su cotidianidad y su ser en la sociedad, busque la integridad, la fraternidad y la caridad para su comunidad. Fin a lograr por el camino de la participación ciudadana a través de mecanismos y organismos diseñados en nuestra Constitución28 como vehículos de responsabilidad política. Algunos de estos mecanismos son: La Tutela: mediante la cual toda persona puede reclamar ante jueces, en todo momento y lugar, con un procedimiento preferente y sumario, por sí misma, o por quien actúe en su nombre, la protección inmediata a sus derechos constitucionales fundamentales cuando quiera que estos resulten vulnerados o amenazados por la acción u omisión de cualquier autoridad pública o persona. El Voto: este es un derecho y un deber del ciudadano, mediante el cual, elige secretamente a 27 Cfr. CASTAÑO, Martha Cecilia. Compromiso sociopolítico del cristiano, En: Curso de formación sociopolítica juvenil, Centro de Estudios Universitarios Don Bosco, 1995, 15-22. 28 Los analistas constitucionales han tratado de configurar en un rasgo esencial la carta política de 1991, y así como se afirma que la Constitución de 1863 ungió el federalismo, la de 1886 la República unitaria, la de 1936 la intervención estatal, la de 1945 la planeación y la de 1968 el bipartidismo y la paridad, se advierte que en la Constitución de 1991, es la participación ciudadana y la soberanía popular el centro de su desarrollo normativo. Rueda, Claudia, Guía alegre de la Constitución. 49 quienes lo representen en el poder municipal, departamental o nacional (Art. 258). Además, todo individuo podrá elegir y ser elegido (Art. 40). La Consulta Popular: el presidente, ministros, gobernantes y alcaldes podrán consultar al pueblo decisiones de trascendencia. La decisión del pueblo es obligatoria. La consulta no podrá realizarse en convivencia con otra elección (Art. 104-105). Partidos Políticos: se garantiza a todos los nacionales el derecho a fundar, organizar y desarrollar partidos y movimientos políticos, la libertad de afiliarse a ellos o de retirarse. También se garantiza a las organizaciones sociales el derecho a manifestarse y a participar en eventos públicos (Art. 107). El Referendo: por medio del cual un número de ciudadanos, equivalentes a la décima parte del censo electoral podrá solicitar ante la organización electoral, la convocatoria a un referendo para la derogatoria de una ley. Esta quedaría derogada si así lo determina la mitad más uno de los votantes (Art. 170). Otros mecanismos son: el plebiscito, el cabildo abierto, la revocatoria del mandato, juntas de acción comunal, entre otros. En los municipios, además ciudadanos pueden participar: de estos mecanismos, los 50 Con estos mecanismos se pretende brindar a los ciudadanos los medios de participación que dan acceso a la institucionalidad del Estado como agente propositivo hacia la construcción de mejores posibilidades de vida; traducidas en una convivencia pacífica y de gestión social; en el manejo de lo público como camino que conduce a una cultura de la paz, a través de una persona profundamente comunitaria, enraizada en las tradiciones, costumbres y valores de su pueblo. Participar activamente y en red como ciudadanos en todas las instancias posibles. Aunque ya hemos hablado de ellos, por ser una realidad que hemos descuidado muchas veces, la volvemos a presentar como una necesidad que se debe hacer prioridad para nosotros. Es importante que en cada comunidad, municipio… conozcamos cuales son esas instancias en las que podemos participar para estar presente en ellas activamente. No es necesario que todos estemos en todo, pero sí debemos desde nuestra CEP, asegurar que a través de diferentes personas cubramos todas las posibilidades. 5.2.6. PROMOVER DESDE LA REALIZACIÓN DE NUESTRA MISIÓN, LA JUSTICIA, LA PAZ, Y LA SALVAGUARDA DE LA CREACIÓN Dentro de la finalidad integral de nuestra misión, estos valores transversales y finalidades específicas deben estar siempre presentes. 51 Taller 11 1)¿Qué otra-s prioridad-es se necesitarían?. 2) ¿Qué prioridades de estas están siendo asumidas en tu CEP?, ¿Cómo? 3) Pensando en tu CEP: ¿Qué prioridad habría que reforzar más o implementar? 3) Pensando en tu barrio – comunidad, ¿qué prioridad habría que reforzar más o implementar? 4) Pensando en tu familia, ¿Qué prioridad habría que reforzar más o implementar? 5) A nivel personal, ¿qué prioridad tendrías que reforzar más o implementar? 6) Defina al menos 2 estrategias para que estas prioridades se hagan realidad en tu CEP, en tu Barrio .- Comunidad, en tu Familia, y a nivel personal. 52 FICHA CONCLUSIVA Núcleo Ciudadano Nivel I Folleto 4 a) Lee cada uno de los capítulos del folleto, y realiza los talleres que se presentan, y presenta tu resultado. b) En pocas palabras escribe, ¿en qué consiste ser “honesto ciudadano”, y qué implica? c) Hasta hoy, ¿cuáles han sido tus debilidades en el compromiso ciudadano?, ¿cuáles mis fortalezas? d) De hoy en adelante ¿cómo vas a vivir tu compromiso ciudadano? 53 ANEXOS ANEXO 1. CAPITULO GENERAL 23 DE LOS SDB “La dimensión social de la caridad” (Nos. 203-214) DIMENSIÓN SOCIAL DE LA CARIDAD Situación 203 El XXIII Capítulo General ha vivido el significado mundial de la vocación salesiana. Lo que más llegaba a la mente y al corazón era la narración viva y cotidiana de la historia de miles de salesianos que día a día se ven solicitados por la tragedia de los pobres, la afrontan y dan la vida por ellos. El desafío es continuo, tanto porque la pobreza material parece dilatarse sin medida en muchos países, como porque en los contextos de bienestar económico nacen y estallan nuevas y trágicas formas de pobreza: desvío, marginación, explotación de personas y droga. Elemento esencial de la ética cristiana 204 Pero la pobreza es sólo la luz roja de un desequilibrio social en un momento de transformación global. Otros motivos de preocupación se condensan en el horizonte, si bien aparecen asimismo evidentes signos de esperanza. Afloran nuevos problemas que requieren la participación activa de todos: la paz, el ambiente y el uso de los bienes, la cuestión moral en cada país, las relaciones internacionales los derechos de los indefensos. El reto va entonces mucho más allá. Se trata de preparar una generación capaz de construir un orden social más humano para todos. La dimensión social de la caridad se presenta, pues, como «manifestación de una fe creíble« (JUAN PABLO II), ya que es «dimensión constitutiva de la predicación del Evangelio<» (SINODO de 1971, De iustitia in mundo). En otras palabras, es un aspecto fundamental en la acción de la Iglesia «para la redención de la estirpe humana y la liberación de cualquier forma de opresión» (cf. EN 29-39). De ahí que la dimensión social de la caridad sea un elemento esencial de la ética cristiana. Necesidad de formar una mentalidad 54 Se trata, por tanto, de superar un género de indiferencia 205 generalizada, de ir contra corriente y educar en el valor de la solidaridad, contra la praxis de la competencia exacerbada y del provecho individual. Para los jóvenes es muy fuerte la tentación de refugiarse en lo privado y en una gestión consumista de la vida. La mayor parte no confía en la posibilidad de hacer algo válido y duradero. Hay que añadir el recelo que nace de la grave ruptura entre ética y política, cuya señal más frecuente se nos da en las noticias de corrupción, puntualmente referidas y mañosamente amplificadas por los medios de comunicación social. El reto afecta a todos los educadores de los jóvenes, 206 especialmente de los que viven en situación de pobreza y subdesarrollo. Aquí la esperanza se hunde día a día, porque se tiene la convicción de que hay mecanismos perversos de explotación. La corrupción en todos los niveles engendra nuevas y trágicas situaciones de pobreza. Algunos jóvenes querrían cambiar, transformar...; pero la impaciencia típicamente juvenil y la imposibilidad experimentada de hacerlo les llevan de hecho a actitudes de violencia y a estados de sentimiento de frustración permanente. No obstante, muchos de ellos se sienten responsables del futuro de su país. ¿Cómo ayudarles a que sea proyecto concreto este noble sentimiento sin caer en la tentación de la violencia, de lo utópico, o bien en las formas de religiosidad intimista que las sectas ofrecen con abundancia y a buen precio? ¿Qué hacer, sobre todo, para que no sucumban a las tentaciones del consumismo o a la explotación de sus hermanos? Respuesta histórica de Don Bosco Para responder a este desafío, nos sale al encuentro 207 la actuación ejemplar de Don Bosco. Aunque en situaciones sociales y políticas distintas, la realidad que impresionó al joven sacerdote Juan Bosco en su primer impacto con el Turín de la inmigración y de la explotación juvenil era parecida, en ciertos aspectos, a la de ahora. Para afrontarla eligió el camino de una educación completa que respondiera a las necesidades de los jóvenes de entonces. Su escuela de santidad se hacia proyecto de vida con quehaceres concretos: una espiritualidad no intimista, sino comprometida en la acción. 55 208 La comunidad salesiana tiene, pues, conciencia de que la lucha contra la pobreza, la injusticia y el subdesarrollo forma parte de su misión (cf. Const. 33), y se siente profundamente implicada en ella según su carisma peculiar y el estilo de Don Bosco: con inteligencia y realismo y, siempre, con caridad (cf. CGE núm. 72). Convencida igualmente de que una educación eficaz en la dimensión social de la caridad constituye la verificación de su capacidad de comunicar la fe, la comunidad salesiana procura, ante todo, testimoniar la justicia y la paz ante los jóvenes y promoverlas en todas partes. Por consiguiente, vive en profunda sintonía con los grandes problemas del mundo y está atenta a los sufrimientos del ambiente donde se halla. En contextos de bienestar económico, sabrá orientar a los jóvenes para que se sitúen frente a la sociedad, ayudándoles sobre todo a descubrir el mundo oculto, pero no por ello menos trágico, de las nuevas pobrezas y de sus causas estructurales. Pero quienes más intensamente sienten este reto son las comunidades que actúan en contextos de pobreza. Aquí les corresponde motivar, mediante la educación, a los jóvenes y a la gente del pueblo, para que sean protagonistas de su propia liberación. Educar en el valor de la persona 209 En este punto, nace la necesidad urgente de individuar actitudes y proyectar iniciativas que ayuden a los jóvenes de hoy a expresar con la vida la verdadera dimensión social de la caridad. La indicación más general es trabajar, en el camino de la fe, para hacer resaltar el valor absoluto de la persona y su inviolabilidad, que está por encima de los bienes materiales y de toda organización. Aquí tenemos la clave crítica para evaluar situaciones éticamente anormales (corrupción, privilegio, irresponsabilidad, explotación, engaño) y hacer opciones personales frente a los despiadados mecanismos de la manipulación. Cuando haya madurado esta personalización, será posible jugarse la vida en lo social. Hay que apoyarla, valorizando la originalidad de cada joven y su dimensión interpersonal. Debe comprender realmente que, en la vida, su destino se realiza junto 56 a otras personas y en la capacidad de darse a ellas. Cuando esta perspectiva queda interiorizada mediante motivaciones cristianas profundas, se hace criterio de las relaciones con los demás y fuente de tenaz compromiso histórico. a) Entender la compleja realidad sociopolítica La primera atención que hay que tener es acompañar 210 a los jóvenes en el conocimiento adecuado de la compleja realidad sociopolitica. Nos referimos a un estudio serio, sistemático y documentado. En dos niveles. Ante todo, en el de la realidad del propio barrio, ciudad y nación: situaciones de necesidad, instituciones, modalidades de ejercer el poder político y económico, modelos culturales que influyen en el bien común. Simultáneamente, hay que mirar al mundo, a sus problemas y dramas y a los mecanismos perversos que en muchos países agigantan las situaciones de sufrimiento e injusticia. Esta seriedad de acercamiento debe ayudar a los jóvenes a evaluar crítica y serenamente los diversos sistemas y los múltiples hechos sociopoliticos. Obviamente, la información no hasta. Hay que orientar todos los conocimientos parciales hacia la unidad de una síntesis operativa: una fe-pasión que aliente con eficacia, en la verdad y en la paz, a construir la civilización del amor. La enseñanza social de la Iglesia se ofrece aquí como clave de lectura de la realidad e indicación de las metas ideales a que tender. b) Introducir a los jóvenes en situaciones que piden solidaridad 211 Es posible y deseable ir más allá. Ayuda poco el mero análisis de la realidad. Las comunidades que actúan en contextos de pobreza y miseria trabajarán para que los jóvenes y el pueblo se hagan responsables de su desarrollo, superando la resignación con conciencia viva de la propia dignidad y haciéndose cargo no sólo de su miseria, sino también de la de quienes están a su lado. En cambio, para las comunidades que actúan en contextos de bienestar, se tratará de introducir físicamente a los jóvenes en el mundo de aquellos hombres y mujeres que reclaman solidaridad y ayuda. Es el momento más delicado. El impacto con este mundo 57 debe purificarse de falsas curiosidades y emotividades. No se trata sólo de hacer experiencia de un contexto, situación o mundo problemático. El objetivo es llegar a las personas, hacerse cargo de su drama humano. Así se ayudará a superar cierta mentalidad de quien está dispuesto a servir a los pobres, pero no a compartir su vida. La actitud espiritual se define, entonces, por la estima y búsqueda de los valores que cada uno lleva dentro de si incluso en situaciones de degradación personal. Es la etapa de escuchar, convertirse y compartir. c) Responder con proyectos concretos de solidaridad El impacto personal con los problemas y clamores 212 del mundo exige aprender, desde joven, a elaborar proyectos de solidaridad precisos y concretos y a madurar formas de actuación social. La educación sociopolitica no admite ingenuidades, sino que requiere algunas atenciones de fondo: — la superación, en los jóvenes, de actitudes superficiales, faltas de aquella conciencia social en la que tanto insiste la enseñanza de la Iglesia; — la debida relación entre obras de caridad y obligaciones de justicia (cf. AA 8); — el análisis paciente para transformar las estructuras que tienen y mantienen su peso en las situaciones; — la elaboración de proyectos no hechos sólo para los pobres, sino con ellos, de forma que, asumiéndolos, sean capaces de administrar su propia vida. Siempre y en todas partes —a ejemplo de Don Bosco, que reivindicaba con fuerza el alcance social de su obra— es necesario educar a los jóvenes para que se esfuercen por implicar a los responsables en los niveles social, político y religioso. Sólo así los proyectos podrán ser ejemplares y, ocasionalmente, imitados y multiplicados. Solidaridad cimentada en el Evangelio y en la fe Cada una de las etapas descritas nos pide que ayudemos 213 a los jóvenes a reforzar las motivaciones de fe. Educar en la solidaridad es hacer comprender que la caridad debe ser expresión de un encuentro con Cristo. De ahí la importancia de la escucha y adhesión profunda a la palabra de Dios y de la oración, mediante las cuales los jóvenes se 58 encaminan hacia la construcción de sí mismos antes que hacia la de los demás, y evitan el peligro del activismo y eficientismo. El sólido arraigo en la enseñanza de la Iglesia les dará luz para orientar su acción hacia metas y modalidades inspiradas por el amor cristiano. Sin eludir las exigencias de participación política 214 Las iniciativas con que madurar esta sensibilidad y formación de los jóvenes pueden referirse a diversos espacios: al territorio en que se vive, a los países en vías de desarrollo donde sea posible emplear energías y tiempo, y a la animación de ambientes juveniles. Pero hay un aspecto en el que los salesianos estamos llamados a actuar con convicción: el de encaminar a los jóvenes hacia el compromiso y la participación en la política, es decir, hacia la «compleja y variada acción económica, social, legislativa, administrativa y cultural destinada a promover orgánica e institucionalmente el bien común» (ChL 42). Este ámbito lo tenemos un poco descuidado y olvidado. Quizá se teme tropezar con formas de colaboración o caer en los complejos mecanismos de la competencia electoral, o ser infieles a nuestro modo de participar en el compromiso de la Iglesia por la justicia y la paz (cf. Const 33). No por ello deja de ser un reto que hemos de aceptar y un riesgo que tenemos que correr. Las comunidades juveniles más vivas sabrán pedir a sus mejores miembros también este servicio, en nombre de la dimensión social de la caridad. Al principio será un compromiso limitado, restringido al propio barrio y ciudad; sucesivamente irán descubriéndose otros cauces. Este objetivo servirá asimismo para favorecer en los jóvenes una actitud positiva hacia la realidad política y para abrirse a la confianza de que, también en este nivel, es posible cambiar cosas y situaciones. La caridad evangélica, hecha proyecto concreto, seguirá así trazando en la historia nuevos caminos de justicia. 59 ANEXO 2. LA GLOBALIZACIÓN 1. ALGUNAS CARACTERÍSTICAS CUESTIONANTES DE ESTA GLOBALIZACIÓN: Pretende crear la aldea global – unificar los pueblos – favorecer la intercomunicación entre ellos... pero a qué precio?: Parece positivo este deseo, pero con qué interés, a qué precio. Su interés es primeramente económico, en la cual pueden entrar quienes tienen posibilidades económicas, dejando por tanto excluídos a los demás... los demás cuentan cuando pueden ofrecer algo, o mejor cuando se les puede explotar, de lo contrario son olvidados – excluídos quedando en la periferia de la aldea. Antes del muro de Berlín, todos contaban de alguna forma, hoy no todos cuentan en esta aldea. A la base está el neoliberalismo “salvaje”: Con base en lo anterior su dinámica fundamental es económica; está al servicio de la economía salvaje, sin ética; su paradigma es neoliberal; globalizar la economía llevando la concentración de la riqueza en unos pocos, con el consiguiente empobrecimiento de otros, que son siempre las mayorías; . Esto a nivel internacional, nacional, regional, local. “La globalización no debe ser una nueva versión del colonialismo”. (El Deber, Santa Cruz de la Sierra, Sábado 28 de abril del 2001). Lleva a un nuevo paradigma - de vida, una nueva ideología, la globalización cultural: El fuerte está en la economía con una estrategia cultural, que afecta todas las áreas de la vida personal, comunitaria, social, y todas sus dimensiones (física, psicológica, social, espiritual). La globalización se convierte en un nuevo paradigma vital, una nueva ideología, que supone un proceso de occidentalización del mundo, un nuevo orden mundial a favor de los del “centro”, una homogeneización cultural (homogeneización de los estilos de vidas y culturas borrando las fronteras; es de hecho una filosofía de la vida, una teoría y una práctica neopositivista. Algunas consecuencias socioeconómicas – sociopolíticas La constitución de dos mundos: desigualdad marcada entre centro y periferia (no vista fundamentalmente desde el punto de 60 vista geográfico). Los pobres aumentan considerablemente. Son muchísimos los que mueren a causa de la pobreza (desnutrición, falta de atención médica, falta de agua potable...). La desigualdad crece hoy exageradamente Crece la brecha entre ricos y pobres... Hoy es mayor la deshumanización. Hay pobrezas (antiguas y nuevas) y exclusión a todos los niveles... los más golpeados los niños, los jóvenes y los ancianos. Sus terribles consecuencias de pobreza cada vez más marcadas. No hay clara respuesta al problema de la deuda externa La tasa de desempleo crece, los salarios siguen siendo bajos, sobretodo en el llamado “tercer mundo”; hay explotación laboral, especialmente en los niños – adolescentes. La corrupción se sigue presentando a todos los niveles. Mayor flujo de emigración. Mal trato. Explotación. Crece el tráfico ilícito (narcotráfico, armas, sexual). Crece la delincuencia común y la violencia. Las guerras continúan, el número de muertos en guerra es grande. los refugiados – desplazados aumentan. Los secuestros continúan. La paulatina pérdida cultural, sobretodo de la etnias indígenas La educación para todos está en veremos; igualmente la nutrición y salud: No se superan los problemas raciales. Algunas consecuencias de tipo ético - moral llevan a una relativización ética – moral Es una realidad que va creciendo. Se manipula la vida 61 Problemas bioéticos. Crece la violación de los derechos humanos (DH) y/o del derecho internacional humanitario (DIH). Algunas consecuencias ecológicas - ecosistema La tierra – la creación se va destruyendo. Algunas consecuencias evangelizadoras El relativismo cultural, ético y moral, lleva a un relativismo religioso. Se va viviendo un sincretismo fácil. Hay invasión de sectas cristianas, no cristianas, de la New Age. Crece el satanismo. Crecen los radicalismos. Mayor secularismo: los valores trascendentes no cuentan fundamentalmente. 2. ALGUNAS POSIBILIDADES DE ESTE PROCESO DE GLOBALIZACIÓN Es una época que ha despertado en muchas personas y grupos una mentalidad alternativa: mundialización en la fraternidad (todos hermanos), en la solidaridad, en la justicia, en la interculturalidad (valores culturales universales y valores locales), en el ecumenismo (diálogo ecuménico), en la interreligiosidad (diálogo interreligioso), en la salvaguardia de la creación... Es una época abierta a la fe y los valores, no vistos como imposiciones, sino como opciones personales que involucran la razón y la responsabilidad de cada persona; hoy en día hay mayor apertura al mundo espiritual. Es una época de mayores recursos: avances científicos en todos los campos incluso el biohumano (biogenética), avances tecnológicos, mayor información (abundante y en multitud de fuentes), estudios especializados (época de expansión sideral del conocimiento; los conocimientos cambian velocidades sin precedentes... tardaron 275 años para que la biblioteca de Harvard tuviera un millón de volúmenes; ¡en estos últimos 5 años ya reunió otro millón!). 62