EL TRÁNSITO HACIA EL NUEVO MILENIO Y LA CONSTRUCCIÓN DE ESCENARIOS FUTUROS PARA UNA EDUCACIÓN HUMANIZANTE, SOLIDARIA YVALORAL CÉSAR AUGUSTO CONTRRAS C. EL HOMBRE Y LA MODERNIDAD curso de la modernidad, el hombre le apostó a una desaforada carrera Enporeldominar el conocimiento intelectual, descubrir nuevas tecnologías, ofrecer mayores adelantos científicos, alcanzar asombrosos rendimientos financieros, generar riqueza, explorar el espacio sideral, etc., pero su razonamiento lógico - natural no le permitió prever, ni dar cabida a la construcción ética y moral que implicaba el descubrimiento, la aplicación y el disfrute de dicho progreso. Es decir, el hombre avanzó en lo material, pero retrocedió en lo humano, en lo espiritual, en lo personal. Infortunadamente se dejó deslumbrar por el espejismo desarrollista y perdió el equilibrio entre las dos vertientes que le podrían garantizar el fin último en su vida como es vivir convenientemente y a la vez ser feliz. Se dejó tomar ventaja en lo material sacrificando con ello la satisfacción humana que proporciona el ser «ser» dispuesto a vivir con el «haber». No tuvo un aliado espiritual, un guía o un faro divino que alimentara su existencia, un Dios que le iluminara el camino de la superación y que a su vez fuera inspiración, respeto, amor y contención. Ese aspecto deshumanizado lo llevó a actuar con patrones comportamentales escasos de ética, con valores distorsionados, ausencia de solidaridad y falta de sentido humano. * Licenciado en Educación e Idiomas Modernos. Especialista en Educación - Traducción. Especialista en Administración Turística y Hotelera. Doctorando en Educación. Profesor Asistente Universidad Nacional de Colombia - Sede Manizales. Su tarea ahora es revertir esa situación para bien de su propia subsistencia y por tanto su rol deberá ser el examen de la realidad actual donde se mezclan, especialmente en el contexto latinoamericano, manifestaciones de la premodernidad, la modernidad y la postmodernidad. En esa empresa juega un papel preponderante la educación, como factor generador de cultura, productor no sólo de ciencia y conocimiento, sino también constructor de valores, cimentador de categorías existenciales sólidas y profundas como la tolerancia, el respeto por la vida, la solidaridad, la paz y la aceptación del otro como el prójimo (próximo) en cuanto congénere complementario y no como adversario (reconocimiento y respeto por la alteridad). Este cambio de actitud habrá de permitirle y garantizarle al género humano no solo su supervivencia sino también su crecimiento desde la perspectiva cultural, histórica, social y ética. El ser humano tendrá que hacer un auto-examen detenido de todo cuanto ha sido su transcurrir histórico, revisar sus procederes para tamizar y extraer lo positivo de su cultura y comprometerse a corregir los aspectos negativos o los antivalores que han puesto en jaque su coexistencia y crecimiento espiritual, el cual, a su vez, le ha impedido su verdadero crecimiento material pues no de otra manera puede interpretarse el hecho de que exista tal grado de inequidad en el plano social y económico. POLÍTICOS vs. SOCIEDADA CIVIL La organización social ha girado en torno a la familia, la escuela, la empresa y las agremiaciones particulares. Tradicionalmente, hemos descargado la responsabilidad y el compromiso de nuestro rol social ciudadano en manos de los políticos. No nos hemos asociado desde la base como grupos de ciudadanía (la sociedad civil) y hemos depositado toda nuestra representatividad en la clase política que en algunos de nuestros países poco a poco fue adueñándose en su favor de todos o casi todos los espacios ciudadanos (educación, cultura, empleo, empresa, recreación, etc.) hasta cuando se fueron viciando las prácticas y costumbres políticas para luego caer a niveles de degradación y corrupción jamás sospechados, demostrando de paso la incapacidad, el vacío moral y ético de las colectividades y los partidos políticos como tales. Ellos han desvirtuado el verdadero sentido de la política, que implica servicio, para convertirse en una clase exclusiva y privilegiada que está de espaldas a la realidad social y adversa a la ciudadanía que los eligió y por tal razón han manejado a manera de feudo personal y electoral la tarea político-administrativa que les corresponde llevar a cabo. Ahora, y en perspectiva futura, y con base en la Constitución de 1991, el papel que nos obliga en nuestra condición de ciudadanos es rescatar el espacio, el ejercicio y el deber de la ciudadanía, las asociaciones, los gremios y los grupos afines e ir generando rápida y consistentemente una nueva cultura civil para que nuestro quehacer cotidiano llene el vacío dejado por la clase política tradicional y decadente. 70 EL PAPEL DE LOS EDUCADORES ¿Cómo lograr lo anterior entre todos, y en especial con el concurso de los educadores? Desde los Proyectos Educativos Institucionales (PEÍ' s) de las instituciones escolares, desde la educación formadora (en sus modalidades de educación formal, no formal e informal), y en especial desde la familia (la primera escuela) y también desde la comunidad cercana (el barrio, la vereda, la comuna) con formación de sujetos dinamizadores, proactivos y comprometidos con el cambio. El proceso debe iniciarse desde la base, desde la escuela de párvulos, en asocio con la familia, para ir pasando luego por la enseñanza secundaria e ir avanzando permanentemente los niveles subsiguientes y alcanzar la educación superior. Todos los espacios de la vida son escenarios educativos y propicios para la actividad educadora. La educación no debe tener barreras de tiempo, espacio o recursos y debe estar presente en todos aquellos escenarios donde se haga exigible. Sin embargo, la educación no debe ser mirada como un proceso finito dentro del ciclo vital de las personas sino más bien un proceso que sólo se detiene con la muerte del individuo. O sea, un proceso que va desde la concepción hasta la tumba. También es necesario que los educadores y maestros se pongan en la tarea de formar verdaderamente personas rectas, éticas, provistas de valores y no seres humanos henchidos de conocimiento, ciencia y sabiduría pero carentes de fundamentación espiritual y religiosa. La acción futura deberá hacer más énfasis en la formación de valores y patrones éticos y morales antes que en contenidos de aprendizaje enciclopédicos o profesionales. ¿Pero están los maestros preparados para desarrollar esa tarea?. Este es un gran interrogante que a diario nos debe cuestionar. El papel del maestro debe ser el de iluminador y multiplicador de procesos educativos integrales. Para diseñar el futuro de la educación es necesario partir del reconocimiento de ésta como resultado y factor de desarrollo, por parte de quienes participan en la formulación de las políticas públicas. Es el primer paso para superar la concepción de que el desarrollo humano se alcanza de forma automática como producto del crecimiento económico. Es importante determinar también qué país o qué sociedad queremos y en cuál o cuáles escenarios deseamos movernos. A este propósito, es menester orientar los esfuerzos emprendidos por el Estado y la comunidad hacia la creación de un sistema educativo de alta calidad que potencie las posibilidades de ofrecer un crecimiento más equitativo y participativo que garantice a la población un desempeño apropiado y efectivo en el exigente contexto de la vida productiva con altos niveles de competitividad y rendimiento laboral. Hoy, al igual que hace mil o más años, la pobreza sigue enseñoreándose en el mundo. Es decir, ha habido más riqueza material pero a la vez, y por paradoja, más pobreza espiritual, menos solidaridad entre los hombres para compartir y 71 distribuir mejor los beneficios de la naturaleza que son de todos y no de quienes por capacidad extraordinaria han podido obtener mayor provecho en favor suyo pero en detrimento de los demás. El factor ético juega una importancia inusitada en este caso, pues no somos conscientes del daño que nos hemos causado a nosotros mismos y le hemos, a su vez, causado a nuestros congéneres. En una sociedad donde el Estado no tenía las características actuales, era la solidaridad, la caridad y el sentido de ayuda mutua las que enfrentaban el problema de la pobreza. El hombre del medioevo le temía a la miseria, pero se encontraba acompañado para afrontarla. Hoy el hombre, cuando ha alcanzado un crecimiento poblacional insospechado y ha habitado la tierra en toda su extensión, se siente solo y aislado, impotente y carente de fuerza moral y espiritual para afrontar la miseria económica que lo agobia. DOS MUNDOS OPUESTOS ; Estamos propiciando un desarrollo desaforado, desequilibrado y por demás injusto, que lejos de cerrar la brecha entre países ricos y países pobres, está ampliando la diferencia entre los grupos representantes de los llamados incluidos y los grupos marginados o los también llamados excluidos con lo cual se está atentando contra la estabilidad político-social en el plano mundial (la ingobernabilidad). Los excluidos, para poder subsistir, están explotando irracionalmente y de modo excesivo los recursos, poniendo en peligro el medio ambiente y el equilibrio biológico en la tierra. No se han percatado que más que un recurso, los bienes naturales son un patrimonio que es necesario cuidar, preservar, regenerar y acrecentar en beneficio propio y de nuestros descendientes. La última generación siempre está entregando menos del patrimonio natural biológico y de recursos naturales que el recibido de su precedente generación. Por otra parte los grupos sociales que componen los países ricos (o los incluidos), en nombre del mal llamado "desarrollo", están sobre-explotando los recursos naturales con sus industrias y adelantos tecnológicos, atentando así contra la salud ambiental del planeta. En ambos casos los alcances de tal acción son irreparables y al conjugarse están provocando que las posibilidades de ambos vayan en descenso y al final los resultados los debamos pagar todos por igual con la diferencia que los pobres no tendrán los recursos necesarios para hacer frente a las consecuencias, con lo cual se confirma que el pretendido "desarrollo" masivo ahondará más las diferencias entre unos y otros. Los excluidos buscarán ser incluidos. Si son rechazados, o no se les brinda la posibilidad de ser aceptados o ser promovidos, ellos tratarán de hacerlo por medio de las migraciones masivas, los desplazamientos, las invasiones de terrenos donde construir sus viviendas y poseer un fundo para cultivar, las hordas de exiliados, los despachos de drogas, la "exportación" de la violencia, el terrorismo, la prostitución, etc., como forma de buscar reconocimiento y haciendo de estos sus armas de lucha, su fuerza vital y la razón de la búsqueda de un espacio protagonice en el tejido social a nivel mundial. O sea, la lucha entre sociedades ricas y pobres ya no será por la riqueza en sí misma, sino por la supervivencia, el acceso a los recursos naturales a partir de lo cual se generará una nueva pugna, una lucha diferente de poder (político, social, económico y cultural). EDUCACIÓN, EQUIDAD Y DESARROLLO SOSTENIBLE Las sociedades y los individuos se resisten a ser iguales. Por eso resulta difícil igualar a las personas a través de la educación. Los países que han tratado de instaurar sistemas igualitarios han fallado no por que el ideal no haya sido noble, sino porque los individuos comprometidos en llevarlos a cabo, así como aquellos encargados de aceptar o ser recipientes de esa igualdad se han negado a hacerlo, probablemente porque no son conscientes del alcance y la profundidad que ello implica o tal vez porque no están convencidos de los resultados de esa igualdad. La educación por más que intente ser igualitaria no podrá hacer individuos iguales. Se considera que podrá propiciar mayores acercamientos mas no conseguir igualdades a destajo, lo cual sin embargo, es ya de por sí un gran logro. Se habla, por ejemplo, de Ciudad Educadora pero no se habla de Aldea Rural Educadora. Siempre se ha manifestado esta dicotomía (en especial en los países del tercer mundo), lo cual confirma el distanciamiento geopolítico, cultural, económico y social entre lo urbano y lo rural. Lo ideal es hacer un constructo de desarrollo regional que integre las dos realidades, es decir que no haya exclusivamente un núcleo urbano en torno al cual gire lo rural sino que desde la Educación se propicie un nuevo modelo integrador de Región Educadora en donde estén presentes y actuantes la ciudad y el campo (la concepción «ruralurbanizante o conurbación»). El devenir histórico de la humanidad nos muestra que en muchos procesos como el educativo se ha implementado el sistema de ensayo - error, sistema que aplicado en la práctica se flexibiliza o se hace más rígido en la medida en que sea uno u otro modelo político el que lo ponga en práctica. Finalmente, más temprano que tarde, el modelo se agota y se devuelve a lo anterior con la ilusión de haber «corregido» los errores cometidos. Es una especie de círculo vicioso en el que se ven comprometidos esfuerzos, generaciones enteras e ilusiones perdidas de los sujetos actores del proceso. Definitivamente, puede afirmarse que la crisis actual no es de recursos naturales en el mundo ni de materias primas. La verdadera materia prima que sí está en crisis, está fallando y está escaseando como ser íntegro es el hombre, 73 72 sujeto ético, pensante, con sentido emocional y provisto de lógicas y saberes que le permitan interactuar y convivir armónicamente en su propio ambiente. Porque lo que rodea al hombre es parte suya, pero él como ser transformador es el ambiente mismo. Todo ámbito, todo espacio o toda realidad están mediados por la presencia del ser humano y ello hace que él como ser evolucionado intervenga y modifique la realidad circundante. Su misión creadora es hacer evolucionar ese ambiente, ya que al hacerlo directamente con relación a los demás, también lo hace en favor suyo por influjo reflexivo. El ser humano desde que nace (incluso desde cuando es concebido) y hasta cuando muere, cumple un rol social (pre-determinismo) bien sea porque éste represente el producto de su propia historia y formación personal, bien sea porque se constituya en algo impuesto por la misma sociedad. Como tal, está en él, como ser social, procurar autónomamente que su rol o sus roles partan de sus propias convicciones o de sus propias opciones antes que los mismos le sean impuestos o arrebatados. Ello irá a determinar su trascendencia como persona y como integrante de la sociedad. LA FAMILIA EDUCADORA El conocimiento, el estilo de vida frenético actual, la recreación y los medios de información, entre otros factores, han provocado que los integrantes de la familia, en su célula más simple de grupo social, cada vez descubran y se apropien de intereses particulares y trabajen y se esfuercen en todo sentido (cultural, educativa y personalmente) en forjar la manera de conseguirlos y satisfacer de paso stis expectativas particulares. Eso ha determinado que como grupo familiar se aisle, es decir, cada miembro actúe en forma separada sacrificando de tal forma la unidad y la fuerza característica propia como grupo primario de la sociedad. A partir de esa situación están generándose procesos de individualización, egoísmo y movilización social que alteran el comportamiento de los integrantes de la familia anteponiendo lo personal y lo particular al conjunto. La unidad familiar se ve fragmentada por las nuevas expectativas y funciones de sus integrantes (trabajo, estudio, diversión, etc.) y de paso, al dividirse, se debilita poniendo en riesgo su capacidad de sobrevivir. A este respecto la familia tiene por delante una delicada pero trascendental tarea como es la de retomar su rol de ente articulador y conjuntante de la sociedad con base en el amor, la comprensión, el diálogo y la tolerancia. LA GLOBALIZACIÓN: UN MACROESCENARIO Desde hoy, y en vía de progresión hacia el futuro, la teoría de los bloques de integración, el sistema globalizante y las sociedades mundializadas marcarán la tendencia en curso, los países en vías de desarrollo definitivamente integrarán 74 sus propios bloques e intentarán de hecho tener cabida y hacer presencia en los escenarios internacionales porque ya no es posible seguir actuando aisladamente. Latinoamérica no será la excepción y ese bloque determinará una acción sistemática de asociación política en la fase educativa (sistemas transnacionales) que regirán el futuro cultural, económico y social de la región. Los sistemas educativos tienen una estrecha relación con las instituciones como la familia, los órganos legislativos, la prensa, los partidos políticos, la iglesia, etc.; por lo tanto cuando entran en crisis o se consolidan, de igual forma lo harán también los sistemas educativos. Es innegable e ineludible esta relación, ya que los sistemas educativos son diseñados para personas, son regulados y administrados por personas (aspecto legislativo), son dirigidos por un ente público (aspecto político), van encaminados hacia la familia (aspecto social), están influidos por la iglesia (aspecto religioso) y son escrutados por los medios (la prensa) en representación de la sociedad lo que conforma un pentágono contextuado de la realidad de los sistemas educativos. LAS AMENAZAS Y LOS TEMORES Quienes piensan que sólo ha habido dos guerras en el mundo están equivocados. En los últimos veinte o treinta años aproximadamente se han sucedido conflictos graves que si bien están focalizados «localmente» o se desarrollan en escenarios geopolíticos bien determinados (conflictos étnicos), no por ello han dejado de alcanzar repercusiones hondas en el plano internacional o han dejado de influir significativamente en el orden mundial. Basta recordar el conflicto árabe - israelí (o la guerra de los siete días), la guerra del golfo, la guerra de los Balcanes, y más recientemente la guerra de Kosovo y el conflicto de Timor Oriental, sólo para citar algunos de los más importantes. Pero, a diferencia de lo acontecido históricamente, lo que sucede actualmente es que dichos conflictos se han convertido en enfrentamientos «aislados», es decir no masivos, continuos o permanentes sino distribuidos en el tiempo y "aparentemente" desconectados de los ejes del poder político y económico en el mundo. A lo anterior hay que añadir otras guerras que han involucrado a distintos actores y escenarios como son las guerras del narcotráfico (con algunos países suramericanos, entre ellos Colombia, directamente involucrados) o las guerras de guerrillas (México, Colombia, Perú, Afganistán, India, Cachemira, etc.) o las guerras separatistas (Kurdistán, Chechenia, País Vasco). Después de la segunda guerra mundial creemos que se ha escenificado cuanto menos una tercera guerra mundial, esta vez no formal, pero sí espaciada, continuada, sucesiva, latente y en últimas abierta, en especial después de la llamada guerra fía, o sea que una tercera guerra mundial sí se ha vivido, ya no 75 de forma convencional o declarada universalmente, sino repartida o fragmentada en conflictos regionales esparcidos a lo largo y ancho del planeta. El relevo milenar nos muestra una sociedad cada vez más acosada por el miedo. Miedo a quién? Miedo del hombre por el hombre. Miedo al inmigrante (países desarrollados que limitan, prohíben y hasta expulsan a los inmigrantes, los discriminan y estigmatizan). Miedo del rico por los pobres y desposeídos, miedo a ser asaltados, invadidos en sus propiedades, despojados de sus privilegios materiales. Miedo del hombre por su semejante que en la esquina se acerca a limpiar el parabrisas de su automóvil o pide una limosna en la calle. Hoy en un mundo globalizado le tememos al otro, a nuestro semejante. Cuál es la causa de ese miedo? La respuesta es que sencillamente cargamos con el complejo de culpa representado por la injusticia y la desigualdad social y económica que no nos deja estar tranquilos y ser optimistas para hacerle frente al futuro. PROYECTO SOCIAL El proyecto más global, más amplio y más ambicioso para el mundo actual, que involucra, enlaza y le da sentido a todos los demás proyectos es el proyecto de sociedad que queremos construir (o el país que queremos). Ese es el desafío y el compromiso de todos y en él están involucrados los proyectos educativos, sociales, culturales que la comunidad demanda y que garantizará además un tejido social más abierto y más extenso, y consecuentemente sentará las bases de los elementos simbólicos y materiales que sin duda garantizarán la construcción de nuevas realidades que permitan la cohesión y la supervivencia de la especie humana en un marco de mayor armonía, equidad y solidaridad en el devenir inmediato de nuestros tiempos. Solo las realizaciones y los hechos podrán demostrarnos si estamos en capacidad de vivir juntos. Poco a poco los grandes interrogantes que enmarcan el inicio de un nuevo milenio empezarán a tener respuestas. Respuestas para las cuales debemos estar preparados de consuno porque los problemas nos atañen del mismo modo. Está demostrado que las sociedades que tienen mayor aversión a la inequidad están también más dispuestas a sacrificar parte de su bienestar individual en favor del bienestar colectivo. Con esa perspectiva en mente, la educación debe abordar sin dilaciones y en forma decidida los escenarios futuros para que la renombrada "Aldea Global" sea de verdad una realidad de la cual todos podamos ser partícipes y beneficiarios comunes. 76 BIBLIOGRAFÍA ARREEXDNDO, Vicente. Planeación Educativa y Desarrollo; México. Crefal, 1990. AVANZINI, Guy. La Pedagogía en el Siglo XX; Madrid, Narcea S.A. de Ediciones, 1987. BATESON, Gregory. Pasos para una Ecología de la Mente. Buenos Aires, Planeta, 1972. FISKE, E.B.. Descentralization of Education. Politics and Consensos, Directíves in Development. Washington D.C. World Bank. 1996. GONZÁLEZ, Francisco. Ambiente y Dependencia; México, D.F. Editorial Era, 1978. MAXNEEF, Manfred. Desarrollo a Escala Humana. 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