V* o í o « o 2o ? o íc e o a o íf o s e s o í ' « e o í o í : o tr o s c f ese'. ®ex? < ©CD®<^J®C3«iíC5«OS}cr> i o í ■ O ^O ÍB O 'Q S O S « O S C 2 > 9 w O t5 < ^X ^< 5 < ^v C i'ti^^¿ C >S<3«C ^s«<^«^C >«C 5<ííC = ivCDKSO i CT>®<=^O^DC^>®<^>a5<^«íí>C2>®íCZ>S EL ARTE MUSICAL EN RENTERIA A Sociedad Filarmónica de Rentería fué funda- de los músicos Ignacio y Eusebio Guruceaga, Marcos -*“^ d a a mediados del siglo pasado en la villa mencio- Brusín, los dos primeros (Cornetines) y este último nada por iniciativa y peculio particular de los muy (Bombardón Bajo) y Jesús María Echeberría; y algunos más, que mi memoria se resiste a recordar. amantes de la música como en efecto eran don Ramón Olaciregui, don Robustiano, don Saturio, y don TimoCuando quedó organizada la banda que los beneméteo Arizmendi, don José Ramón Irigoyen, don Miguel ritos filarmónicos la fundaron, se sintieron estos con Echarri, don Salvador Echeberría, don Lucas y don la carencia de profesores que necesariamente había Teodoro Gamón Goizueta, lleque buscarlos; y con tal objeto, gando a ser una de las mejores se trasladó una comisión a San RE C U E R D O S DEL PASADO bandas de música en aquella Sebastián para conferenciar con época. . el inolvidable maestro don José Juan Santesteban, que tuvo el Recordemos a los pacientes y gran acierto de elegir como proestudiosos jóvenes Francisco fesores, a los entonces muy San Sebastián (Requinto), Manotables músicos don Mariano nuel Arocena, Antonio Ignacio Huesca, don Juan Diaz, don Pérez, Miguel Illarromendi, José Mariano Elvira; y el mismo seAntonio Jauregui, Hipólito Lafñor Santesteban se trasladaba foz, Ramón Garmendia, Braucon estos a Rentería, para edulio Inchauraundieta (Clarinetes), car a los jóvenes aficionados a Ramón, José, Isidoro Lecuona la música. (Saxofones), Tomás Arocena y Florencio Guezala (Fliscornos), Los profesores mencionados, Regino Guezala, José Manuel una vez cumplida la misión Ascensión, José María Bideencomendada a ellos, dejaron gain, Manuel José Uranga, Jusen completa libertad a los beneto Sorondo, J. Erquicia, Jenaro méritos filarmónicos la elección Elizondo (Cornetines), Lucas de director; pero con recomenGamón, Marcial Olaciregui, Nidación especial de que este carcasio Arocena (Barítonos), José go había de recaer en la persona Guezala y José María Irizar de don Teodoro Gamón GoiLA BANDA DE HACE CU ARENTA AÑOS Q U E D IR IG IÓ (Bombardinos), J osé B e n i t o zueta, quien por voluntad unáEL IN SIG N E GAM ÓN Imaz, Angel Berrueta, José Cruz nime de la Junta, se le adjudicó Urquia, Antero Lecuona, Claula plaza, con el sueldo que el dio Lecuona, Cipriano Lecuona (Trombones), Juan trombón cuarto tenía derecho a percibir. Martín Urquia, José Agustín Zaldua, Eulogio EchenaEsta banda, con la perseverancia y afición de togusia y el que estas líneas escribe (Onobenes), Fran- dos los componentes, y bajo la inteligente dirección cisco Corta, Francisco Zalacain, José Joaquín Zapidel insigne Gamón, llegó a una altura tal, que para rain, J. Guruceaga (Bajos Bombardones), Cipriano competir con la de Irún había que rezar lo menos Elizegui (Helicón), Félix Michelena, Benisio Olaci- cuarenta y cinco Ave Marías y cincuenta y siete Creregui, J. Olano Santos dos ; y sin embargo, lleUranga (Flautas y Flau- gó a discutirse la valitines), Juan José Bidegain dez de la dos Bandas (Bombo), a este sustituyó que eran las mejores después José León Olacide esta hermosa Guiregui, El chusco (Redo- púzcoa. blante), a este, con mucho Y hoy, la nieta de la sentimiento, por no recor- filarmónica de Rentería dar su nombre, doy a dirigida por el muy inconocer por el mote que teligente y artista don era llamado, Eusebio BeJosé María Iraola, sigue rasategui (Caja), Vicente llamando la atención de S a l s a m e n d i , Francisco músicos notables y proA rruabarrena (platilleros). fanos a la música. Además de estos, que Aurrera mutillak, ez D. JOSE M.° IRA OLA. D IRECpor olvido se me quedaban D. H IPÓLITO GUEZALA. SUBD IREClo egin. TO R DE LA ACTUAL BANDA TO R DE LA ACTUAL BANDA DE en el tintero, he de consigDE MÜSICA MUSICA Ju a n Ig n a c i o U r a n g a . nar también los nombres ’Kc>£0>s<3£<r>6<^sc=ts<=>©c>s<^c^®c>?.<r=©c^ec^<==«c^<0«c5®c^se^c^/£c^sc>®‘c3«<^8<^ci=e<c>sc>y3 RECUERDOS DE AYER hicieron decoraciones, bancos, etc. y el 6 de Enero de 1901 se inauguró el nuevo local. — ¡Hay que t ra b a ja r muchachos!, nos dijo A nth ó n O la ra n . Debem os más de 3.000 pesetas y hay que pagarlas. Como a los socios les g u sta b a más el te a tro que la música, hubo que darles gusto. D ábam o s m ensualm ente una función y teníamos que e s tre n a r en ella una pieza nueva. Se r e p re se n taro n por aquel ento nces “ G ig a n te s y C a b ez u d o s” comH A C E ya dieciocho años que se extinguió la vida de la e ntid a d pleta, “ El C a bo P in o c h o ” , “ Los P u r i t a n o s ” , “ La Marcha de Cádiz", artística cuyo nom bre encabeza este articulo, y el que lo escri“ Los A p a r e c id o s” , “ Las A m a p o la s” , “ Los se c u estra d o res” , "L a A legría be, el más m odesto pero tam bién en tusiasta como to d o s los que lo in te de la h u e r ta ”, “ Los d escam isad os” , “ La leyenda del m on je ” , “ La Banda gra ron , recuerda con deleite, no exento de cierta melancolía, aquellos de t r o m p e t a s ” , “ Echar la llave", " A prim era s a n g r e ” y o tras que no rato s felices de esparcimiento noble y culto que disfrutam os e hicimos retiene mi memoria. T am bién se re pre se ntaron alg unas obras en v a sd isfru tar a nuestros convecinos. cuence. Hoy, que po r fortuna pa ra Rentería ha surgido una nueva ag upaP e ro el mayor éxito te a tra l fué “ P u d e n t e " , preciosa ópera vasconción artístico-musical, que a juzgar p or el entusiasm o con que nace p r o g a d a en dos actos, música de S a n te s te b a n y letra de S. Baroja. En ella mete d a r días de gloria a la villa, me parece útil y c onveniente re la ta r hizo el papel de Fulvia el m alogrado amigo Ramón Goyeneche, e n to n la historia de aquel reducido orfeón que d u ra n te ocho años trab a jó sin ces jovencito, con preciosa voz de contralto. descanso pa ra ele var el nivel cultural de Renteria, y d esearía que sirP o rq u e eso sí. T o d as estas obras las hicimos sin mujeres. ¡A cualviera de ejemplo y estimulo a esos gen eroso s jóvenes que d e sin te r e s a quiera hora una joven re n te ria n a se p r e s ta b a entonces a salir a las t a da m e n te y rob and o rato s al descanso cultivan el divino arte de la múblas! Hoy, en cambio, es cosa corriente lo que entonces era mal visto. sica, m anantial de sensaciones y perfeccionam ientos para el alm a hu¡Ay amigo O laran, que cosas hubiéramos hecho de h a bern os e n c o n tra mana. do en la actualidad! P o r el año 1898 reuníanse en el café de la Paz, propiedad entonces El año 1903 ya b a s ta n te de sa h o g ad o s de las obligaciones económide D. Higinio Zabaleta, una peñ a de amigos com puesta de A nton io cas con traídas, pensam os dedic arnos más a la música coral, y en S e p O la ra n , Manolo y E stanis Sam perio, Lean drito y Ensebio U ra n g a , y tie m bre de aquel año efectuamos n ue stra prim era salida artística a Irún a lg unos más. De allí surgió la idea del O rfe ón. con motivo de un concurso de orfeones en las fiestas éuskaVas celebraCundió y se esparció ráp ida m e nte en el pueblo el pensam iento, y, das en aquella villa. a poco, se formó el flamante O rfe ó n que ya por aquellas fiestas cantó Fuimos el único orfeón que se p r e sentó y obtuvim os en él una palalg unos coros en público, con gran éxito. ma de p lata y 250 ptas. c antan do el coro “ Y ciar“ del m aestro O ñ ate. C om prendió el naciente O rfe ón que había que hacer algo más que A d e m ás nos c o n tr a ta r o n para un concierto en el casino de la Am istad c a n ta r algunos coros de vez en cuando y para elló solicitó del A y u n t a que nos valió 500 pesetas. E mpezábamos a so n a r como O rfeón. El año m iento el permiso para d a r vela das en el local de las Escuelas Públicas, 1904, por Marzo, fuimos a San S e b a stiá n a c an tar los coros de “ P u d e n situ ado entonces en el segundo piso de la Casa Consistorial, celebrando t e “ en el T e a tr o Circo, ya quemado. funciones t e a tra le s a lte rn a n d o con coros y números de música. Con este motivo hicimos ag rad a b le s relaciones con valiosos elem enEl O rfeón se sosten ía con el apoyo de socios p ro tec to re s que c o n tritos d o n o stiarra s que vinieron de vez en cuando a to m a r pa rte en las buían con una pequeña cuota mensual al sostenim iento de la Sociedad. veladas. Y en cierta ocasión re p re En esta época se re p re se n taro n se n ta ro n la zarzuela “ M arina“ , in“ Los A s iste n tes", “ En las astas del t e r p r e ta d a por G ab ilon do, tenor; t o r o ” , Música C lásica” , “ Los P u Irazusta, barítono; Rodrigo, bajo, y rita n os", “ Los dos ciegos” , “ Robo A m alia Baró, tiple profesional, y e n v e n e n a m ie n to ” y escenas suelúnica mujer que pisó el escenario tas de “ G ig a n te s y C a b e z u d o s” del O rfeó n R enteríano. adem ás de escenas cómíco-musicales de zarzuelas de actualidad, coAquel mismo año el insigne mo el c uarteto de músicos de “ La b a ríto no re nteríano Tabuyo, nos Marcha de C á d iz ” , el q u inte to de hizo el honor de escribir un “ Bene“ De vuelta del vivero” y hasta dic tu s“ que él cantó en la misa del hubo un sexteto de g u ita r ra s y día de Magdalena, acom pañado de’I ba ndurrias, que con rom anzas de O rfeón. conciertos y coros por el Orfeón, Recuerdo asimismo un himno hacían muy am e nas aquellas vec a n ta d o por el O rfe ó n en la inauladas. gu ración de Ií s escuelas V iten. La música del himno era del E nsa yáb a se una noche el quinte t o de la zarzuela “ De vuelta del m ae stro O ñ a t e y la letra del lauviv ero ” . Los o rfeonista s que no to reado poeta r e nte ria no Ju a n Ignam aban p a rle en el ensa yo lo p re cio U ra n g a. Fué cantado este se nciaban como espectadores. Enhimno en presen cia del filántropo don P e d r o V i t e n que asislió al tre ellos e sta b a un carnicero que acto, y que po r cierto solicitó su hubo en Renteria muy alegre y repetición. devolo , por mejor decir devotísimo a d o r a d o r del dios liaco. E ste individuo, llamado Guillermo, venía to das El mes de Julio de 1904 nos pre senta m os en San S e b a stiá n a luchar las noches acom pañado de sus amigos d espués de hacer varias estacioen un concurso de orfeones con el orfeón de Motrico. nes en d iferentes establecim iento s vinícolas. La sue rte no nos acom pañó en la obra de libre elección que era En el escenario aquella noche ensayaban, como decia antes, el quin“ L a r t a u n “ del m aestro O ñ a t e , pero aún asi nos dieron un segundo prite to “ De vuelta del vivero” y c an tab a n la letra esta: *Yo por un trozo mer premio c onsistente en 250 ptas. y m edalla de p lata. La o b ra imde rosbiff toro el Guillermo y el Falstaff...* p uesta era “ Los r zig anes“ (Ijituak) del m aestro francés L aurent de R¡Al oír sem ejan te cosa, nuestro hom bre se levantó m ajestuosam ente llé, una de las más bonitas que se c antaron . T enía letra en vascuence. y, con to d a la ceremoniosa y cómica indignación que el morapio que En S e p tie m b re del mismo año se celebró una ale gre gira a Fuentellevaba em baulado le conse ntía, exclamó: rrabia en la que organizam os un concierto en el casino de dicha ciudad — Señores, les ad vie rto que a Guillermo no le toca nadie. a beneficio 'del Asilo local. T omó p a r te en él el no tab le violinista doY en medio de las risas con que la concurrencia acogió esta salida, nostiarra Sr. Alberro, p a sa nd o todos 1111 alegre y m em orable día feliz. se oyó la voz de P iq u e ro (O. José, como le llamábamos) saladísimo a n d a S eguimos e studiando como siempre, y el mes de S e p tie m b r e de 1905 luz, quien remachó el cla>/o diciendo con sorna: se anunció en Bilbao 1111 gran concurso de ba n d as y orfeones organiz a— Tie ne razón; a Guillermo no hay que tocarle pa nú, que b a sta n te do por aqyel A yuntam iento . “ to c a o ” está ya el pobre. V alientes siempre, nos preparam o s concienzudam ente, y allá fuimos Con esto aum en tó la hilaridad y filé necesario convencer al buen a pelear con el que se nos pusiera por de la nte. En nuestro grupo se hahombre que el Guillermo a quien se aludia no era él, sino una ópera bían inscrito las masas corales d e G uernica y de Baracaldo muy superossiniana. riores en número a la nue stra. C o n tab a n cada una con s e te n ta 11 ochenta ejecutantes, m ientras que nosotros no éram os más que c u arenta y E ste D. José como g r a nad ino que era, tenia unas ocurrencias celecinco. bérrimas. C ierta noche se re p re se n ta b a n “ Los A p a r e c id o s” , zarzuela en que aparece un personaje m ontado en un pollino. T eníam os al buen Aún así, en el concurso de pieza de libre elección obtuvim os el priasno debajo del escenario e speran do que le llegase el m om ento de salir mer premio, consistente en una corona de oro y 500 pe se ta s con la obra a escena, cuando en un pasaje in te res an te de la o bra empezó a rebuznar “ La salida de los A p ó s to le s“ de Laurent de Rillé, que alcanzó por nuesfrenétic am ente , en medio de las carcajadas del auditorio. tra pa rte magistral interpretación. G uernica luchó d e se sp e r a d a m e n te Fué una trav esu ra de D. José, quien por arte s diabólicas hizo salir con pod e rosas influencias en el Jurado pa ra a r re b a ta r n o s el premio, pede sus casillas al pacifico cuadrúpedo. ro la justicia se impuso, gracias a la energia del m aestro Z ubiaurre que Era Piqu e ro a b a n d e r a d o del O rfeón , y con Faustino Echeverría, inpre sidía el tribunal. sustituible lío Isidro en “ G ig a n te s y C a bez u dos" y Cruscelo (esclavo) De S a in t-S ae n s era la obra, titulada “ O d a de H o ra c io “ y al acabar en “ P u d e n te ' , eran de los más e n tusia sta s orfeonistas. su interpretación, el público puesto en pié, flam eando con frenesi los Ya fallecidos ambos, plácem e dedicarles este cariñoso recuerdo, asi pañuelos nos aclamó ruidosam ente, pidie ndo p a ra el orfeón renteriano como a Federico Olaciregui, muerto en tem p ran a edad, quien hizo una el p rimer premio; pero... los m anejos de los guerniq ueses, apoyados por creación del papel de “ caja" en la “ A le g ría de la h u e r ta ” . A llen desalazar paisano suyo y ministro a la sazón, nos dejaron con el Encima de la A lbón diga había una especie de de sván de startala do, segundo premio de 500 pesetas. y, allá, previa licencia del Municipio, instalamos el prim er salón-tealro Fué aquél certam en indu dablem ente la página más brillante que en que hubo en Renteria, g a stán d o n o s previa m ente un buen puñado de su historia escribió el O rfeón Renteriano. pesetas, ya que ni cielo raso tenia. Se adquirió tam bién un piano, se El pueblo re nteriano entu sia sm ado, nos recibió entu siásticam ente EL ORFEÓN RENTERIANO fc< w o 'l ! - 0 í0 3 0 S 0 S £ < sJ O SOÍ' C S O g • OTRO tOSOSOSOg RE C U E R D O ob ligándo nos a c a n ta r el coro premiado. Noche inolvidable fue aquella. Más ta r d e , el año 1906, hicimos una gira a E ib ar, celeb ran do un co ncierto en el frontón A ste-lena con excelente resulta do artístico y económico. C a n ta m o s tam b ién en el kiosco de la plaza siendo aplaudidisimos po r el pueblo eibarrés. Fué la última salida y exhibición de ^ O S pre ce d ente s artículos, que he tenido el gusto de leer antes de aquella querid a masa coral. ser publicados, me han sugerido la ¡dea de com pletar el recuerdo De allí a poco, im pensadam ente , casi sin motivo serio, vino la disoal pasado con la breve relación del último espectáculo te a tra l que se celución de tan laureada entidad. lebró en el S a lón -te atro instalado encima de la Alhóndiga, ¿ C a u s a s ? Las de siempre. Cansancio de algunos, tiquis-miquis en tre El que subscribe quiere ha cer referencia a un modestísimo acto pseuotros, amén de envidias de ge n te s de pueblo a quien remueve la bilis d o-artístíco que tuvo lugar en 1914; y se perm ite sacarlo a colación por la pro sp e rid ad ajena, dieron al t r a s te con el O rfeó n cuando su fama era la circunstancia ya enunciada de haber sido la última función teatral envidiable, y su e stado económico mejor que nunca. celebrada en el local de la Alhóndiga. Cum pliendo con los e s ta tu to s se e n tre g aro n al Asilo de la villa 500 A n uestra A cadem ia particular de enseñanza, instalada en la calle p e s e ta s que existían en caja, adem ás del piano y dem ás enseres. de S a n ta Clara, acudían en el año mencionado más de cincuenta alumQ u e d a hecha la historia de aquél pequeño O rfe ón R enteriano, que nos que alegraron aquellos lugares con la estrid encia de sus gritos, la aunque minúsculo, dió días de gloria a Rentería, y cuya alma fué su divibración de sus risas y el bullicio de sus juegos. r e ctor nuestro querido e insustituible don A n to nio O la ran, eficazmente Viniendo al punto concreto de la función teatral diré que me ha p a se cundado por Estanis Sa mperio, pianista expertísimo en acom pañar a recido siempre una distracción amena e instructiva la de que los alum“ c a n ta n te s “ improvisados, así como don Juan Valdés, profundo conocenos se ejerciten en re p re se n tar comedias. d o r de la escena, cuyos valiosos consejos ta n to s triu nfo s pro porciona H uyendo, como de un peligro cierto, de algunas producciones nos ron al cuadro teatral. ¿Y dónde dejamos al gran Venancio Vázquez, peacogimos al m aestro don Jacin to Benavente y pusimos en ensayo dos luquero, sastre , escenógrafo y sobre to do trab a ja d o r infatigable y e n e obras suyas: “ De cerca" y “ A ver qué hace un h om b re “ . migo acérrimo de la holgazanería? Recuerdo con verdade ra complacencia cómo los alumnos encargados Y ahora, dos p alab ras a los jóvenes de ambos sexos que constituyen de la representación, se sujetaron a la ta re a de los ensayos que se verifila Sociedad A rtítíc o Musical: caban después de la clase de la tarde. T enéis afición, entusiasm o y medios para d esenvolv eros, asi como La delicada comedia “ De cerca“ fué i n te rp reta d a con fidelidad y brios juveniles, factor muy im porta n te para triunfar. artístico acierto; no hubo un solo e rror ni equivocación; ni esas omisioC ontáis asi mismo con direc tore s entusiastas e infatigables po r el nes o corles tan frecuentes en funciones de aficionados. O t r o ta n to puedivino arte. de decirse del pasillo cómico “ A ver qué hace un h om b re “ que pro voEs lógico y natural que con todo esto y con la ayuda del pueblo que có la sana riss del auditorio. se guram e nte no ha de faltaros, se áis dignos c ontinua d ore s de aquel O r Unamos, por última vez quizá, nuestros recuerdos en estos anale? de feón R enteriano, pequeño en número pero gra n d e en tesón y e ntusia sla ínclita y tra b a ja d o ra Rentería. Q u ie ro con esta ocasión da ro s un mo, y coloquéis el nom bre artístico de la villa a t a n t a o más altura que abrazo a cada uno, y a to dos los que honraron mi A cadem ia con su en ton ces alcanzó. asistencia y con su buena conducta. En esta ta re a os asiste el cariño y sim patía de aquellos ex-orfeon¡sM A R IA N O M. M E D IA N O tas, quienes con b a s ta n te s años más que entonces, aunque con algunas ilusiones menos, os contemplan gozosos, recordando al ver vuestro entusiasmo aquéllos tiempos, que como cantan en “ La Viejecíta“ , alegres pasaron y no vuelven más. UN E X -O R F E O N I S T A EL N U E V O O R F E Ó N R E N T E R I A N O e«e®Ba®esaQ$s©®©3¡9@ss®s©e3©9a®ffi3®5»99®s©08a8$>s»ss©saa®ssss®st9s®G GLORIAS PRETÉRITAS O R aquél ento nces constituía uno de los más lejítimos orgullos de nuestra, por t a n to s conceptos famosa Villa, el laureado “ Orfeón R ente riano“ , que con acierto sin p a r dirigía su e ntusia sta fundador, nuestro querido amigo, don A ntonio O laran. No llegarían a cincuenta los ejecutantes que componían aquella excelente masa coral, pero era tal el poder de su m ágica b a tu t a d irec to ra que no halló obra, p or difícil que se re putara, en la que no lograra su más bella y justa in te rp re tación. A dem ás, y formado por los mismos elementos, conta ba el Orfeón con un magnifico C u a dro cómico-lirico-dramático, cuyo dominio de la escena trasp asó los límites de lo corriente. La enumeración de algunas obras de su extenso y varia do repertorio, que empezando en la O p e ra term in ab a con el hilarante ju g u ete cómico, podría esbozar una idea, siquiera sea píilida, que corroborase n u estra ro tund a afirmación. Y no se vaya a su poner que éste se d ebía a la na tura l sim patía localista que siempre acompañó a los artistas; no. Las funciones se veían casi siempre ho nradas por b a s ta n te s a d m iradores de fuera de la localidad, que no se re ca ta ba n en sus juicios laudatorios pa ra encomiar la m eritoria labor de aquellos e n tu s ia sta s aficionados, casi to d o s ob re ros manuales, que consiguieron elevar su nivel cultural y el de la Villa a una altura que causaba, y con justicia, la admiración de propios y extraños. La Sociedad e sta b a integrada exclusivamente por los orfeonistas, los cuales, adem ás de su prestación, contribuían con una cuota mínima mensual de una pe seta. Con estos ingresos y con la aportación, tam bién mensual, de los protecto res, a cambio de la invitación familiar pa ra cada velada, cubria su pre su puesto de g astos. Llegó un momento en que pa ra d a r la deb ida comodidad al crecido número de adm iradores, hubo de procederse a la habilitación de local decoroso y capaz. Las obras llevadas a cabo para la consecución de este fin sobre la A lhón diga com prom etieron al O rfe ó n en algunos miles de pesetas, y, como d a to curioso que d e m u e stra el alto grado de disciplina moral que unía a tan ínclitos como nobles varones, con el in sustitu ible O la ran a la cabeza, recordarem os que to dos ellos suscribieron un docume nto comprom etiéndose a pe rte nec e r a la Sociedad en tan to que e sta h icia f re n te y cubría todas sus obligaciones. No hubo un solo desertor, ; a que lo dos hicieron honor a su firma. J? H () ^ $ Q « & 0 U N E N T U S IA S T A DEL A RTE No pararon aqui sus actividades, pues con un d e sin te r é s sin limites coadyuvó al explendor y solemnidad de las fiestas p a tro n a le s ofreciendo al vecindario magníficos conciertos y fantásticas r e tre ta s, cuya inusitad a brillantez solía ser cumplidam ente elogiada p o r grandes: y c h i c o s que se extasiaban en la contemplación de aquellos festejos, Lun expléndidos y vistosos como bien organizados. ¡Q ué tiem pos aquellos...! ¡Cómo los añoram os en er.tr época de *'e¡nes“ , “ goals“ y “ p e nalty s“ ...! - - - • CRUZ L O S SA N TOS 0...... M ^ \ J u E S T R O S lectores reco rdarán que no ha mucho tiempo apareció en los periódicos de Sa n S e b a stiá n un llamamiento a los amigos del A r t e que subscribían hon orables personas de esta villa. El escrito de referencia, red ac ta d o con suma discreción, solicitaba el concurso de cuantos fueran a m a n tes de la música y al no exigir otra filiación ni requisito, claro es que la convocato ria no podría ten e r más amplitud. Con fecha 10 de marzo de 1924 quedó org anizada la masa coral figu ran do en las listas de inscripción 123 orfeonistas, bajo la dirección musical de don Bernardo Aurquia, y o ste n ta n d o la presidencia de dicha agrupación don Faustino Z abaletc. Con respecto a los futuros propósitos nos manifiesta el ilustrado director se ñor Aurquia, que se incuban proyectos grandiosos, que se re a lizarán siempre que no decaiga el entusiasm o y la necesaria disciplina artística. El direc tor nos expresa su confianza en el afianzam iento y consolidación de la o b ra emprendid a. ¡Vengan a e ngro sar nue stras filas num erosos socios, pero que sean entusiastas, co nstantes, buenos amigos...! T en d rá n un rato de esparcimiento, procurarán p or el buen nom bre artístico de R entería y se e vita rán ga sto s y q u e b ran to s de orden físico que suelen se r secuela de otras diversiones de la juventud! Un grupo de orfeo nistas forma la o rque stina que in te rp re ta d u ra n te los interm edios escogidas ob ras musicales y otro grupo, se enca rg a del decorado y atrezzo. Los que tén g a n oido, y sobre tod o oído musical, que oigan: se los exhorta a que buscando su propio deleite contribuyan a edificar su casa, la casa de todos, el pueblo, la villa querida. 0, v o ; x ^ O i , o í o ? x ^ o 3 c ^ O ' ' o ? , s o f o í o ,í o ! í o f o ' ' o 3 o s o S o s o y o ; ío i o s o í o s c ? o S o f o s c ^ o s o ? c : ' i ; o j ¡ o í o s E o 3 o : í o ' ; o < í o ' ¿ : o f i O ü