déresis. C La gran fiesta del fútbol mundial echó ayer a andar con la victoria de Brasil en su estreno ante Croacia (3-1). El protagonismo de Neymar (a la derecha de la imagen, felicitado por David Luiz), autor de dos goles, quedó ensombrecido por la actuación del árbitro, el japonés Nishimura, que señaló un penalti inexistente, el que supu- TABLETA DUAL CORE HD Viernes 13 de junio Venta conjunta e inseparable de la tableta con la compra del diario. Euskadi busca su historia oficial LOTE DE ACEITE Viernes 13 de junio El Ejecutivo vasco encarga un relato unificador de los últimos 50 años LUIS R. AIZPEOLEA, Madrid ACCESORIOS TABLETA Viernes 13 de junio El Gobierno vasco ha encargado a un grupo de historiadores de la Universidad del País Vasco la elaboración de un dictamen sobre los últimos 50 años de la vida en Euskadi, marcados por el terrorismo etarra, dentro de un conjunto de iniciativas para crear el Institu- to de la Memoria. “Ha habido un totalitarismo de ETA que ha querido imponerse a la sociedad”, dice Antonio Rivera, uno de los historiadores que elaboran el informe. “Tenemos que dar una respuesta para las generaciones futuras al interrogante de por qué pudo pasarnos en los setenta y ochenta lo que nos pasó”. Página 16 16 EL PAÍS, viernes 13 de junio de 2014 ESPAÑA siniestro recorrido, de manera que sería propio de una sociedad abyecta e inmoral considerar que no ha ocurrido nada extraordinario en nuestra reciente historia”. Un problema que se ha planteado en Euskadi y en Irlanda tras el final del terrorismo, a diferencia de lo ocurrido en Alemania, Francia o Italia tras la Segunda Guerra Mundial, es que “las formaciones políticas herederas de grupos terroristas tienen una sólida presencia parlamentaria”, señala Castells. “No se sale de una época traumática con una interpretación consensuada sobre lo que ha supuesto la violencia en nuestro país sino con varias visiones sobre el pasado y sobre la función desempeñada por organizaciones como ETA, que ha sido derrotada policialmente, pero no lo ha sido su discurso”. Rivera explica que “ya suce- “Sería propio de una sociedad abyecta considerar que no ha ocurrido nada” Un guardia civil lleva en brazos a una niña herida tras el atentado de ETA contra la casa cuartel de Vic (Barcelona), en 1991. / pere tordera Euskadi busca su relato Un grupo de historiadores prepara, por encargo del Gobierno vasco, un dictamen sobre el pasado terrorista P “No se debe pasar página sin más”, opinan LUIS R. AIZPEOLEA Madrid A los dos años y medio del cese definitivo del terrorismo etarra, muchos se preguntan lo mismo que la madre de Jorge Díez Elorza, el ertzaina asesinado por ETA en febrero de 2000 junto con el dirigente socialista vasco Fernando Buesa, durante un acto de homenaje a las víctimas de aquel crimen: “¿Quién escribirá la historia? ¿Dejaremos que sean quienes mataron a Jorge los que la escriban? ¿Esas decenas de años serán recordadas como un tiempo de horror o de lucha heroica, como pregona el que fue entorno de ETA?” Para conformar un relato democrático, el Gobierno vasco ha encargado a un grupo de historiadores de la Universidad del País Vasco (UPV) que elaboren para final de año un dictamen sobre los últimos 50 años de la vida en Euskadi, marcada por el protagonismo del terrorismo etarra —que causó más de 800 víctimas mortales en toda España—. La etapa analizada abarcará desde 1968, año en el que la banda cometió su primer asesinato, hasta hoy. La iniciativa se une a otras, surgidas tras el cese definitivo de ETA, como el Plan de Paz y Convivencia del Gobierno vasco, el mapa de víctimas del terrorismo —en el que trabaja la asociación Covite—, un informe sobre víctimas policiales y otras iniciativas que confluirán en el Instituto de la Memoria. “No se puede pasar página sin más con el argumento de que hay que mirar hacia adelante”, señala Antonio Rivera, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad del País Vasco, viceconsejero de Cultura en el Ejecutivo socialista de Patxi López, y uno de los encargados de elaborar el dictamen. “El papel de los historiadores es evitar un cierre en falso. El terrorismo no ha sido el resultado de un conflicto entre vascos. Ha socavado las bases de la democracia. Ha habido un totalitarismo de ETA, que ha querido imponer su proyecto a la sociedad, y eso hay que dejarlo claro si queremos asentar la sociedad del futuro. Tenemos que dar una respuesta para las generaciones futuras a la interrogante de por qué pudo pasar lo que pasó”, sostiene. Rivera forma parte del Instituto de Historia Social Valentín de Foronda, el centro adscrito a la UPV responsable de elaborar el dictamen. El encargo se formalizó a través de una enmienda a los presupuestos generales de la comunidad autónoma que fue presentada por el PSE y asumida y aprobada por el Ejecutivo del PNV, que preveía la financiación necesaria para la elaboración del documento. En el proyecto trabajan fundamentalmente, junto a Rivera, el catedrático de Historia Contemporánea Luis Castells y los investigadores José Antonio Pérez y Raúl López Romo. El dictamen, que pretende ser breve, por debajo del centenar de folios, se centrará en el impacto social del terrorismo en cinco etapas: dictadura (1968-1975), Transición (1976-1981), consolidación democrática (1982-1994), socialización del sufrimiento (1995-2011) y final de ETA, desde 2011 hasta hoy. Irá acompañado de relaciones bibliográficas exhaustivas, fondos audiovisuales, fotográficos y una base de datos actualizada que identificará a cada víctima y el tipo de comportamiento que desarrollaron la sociedad y las di- “Nuestro papel es evitar un cierre en falso”, señalan los investigadores El informe estará concluido a final de año y abarcará desde 1968 hasta hoy ferentes entidades (Administraciones, partidos) como protesta. Rivera cree necesario hacer historia de los años de plomo. “Si la memoria es personal, los poderes públicos deben definirse sobre si en el País Vasco asistimos con el terrorismo de ETA a un movimiento de liberación nacional o a uno totalitario y a partir de ahí fijar las bases de la sociedad del futuro”, sostiene. “El que gane la batalla de la memoria, ganará la batalla de estos 50 años”. Castells abunda en la necesidad de un relato común sobre la base de otras experiencias históricas: “El Holocausto en Alemania, la resistencia al Gobierno colaboracionista de Vichy en Francia o ante el fascismo en Italia constituyen hitos sobre los que se construyó una conciencia antifascista que contribuyó a que el terrorismo de los años setenta y ochenta (Baader-Meinhof, Acción Directa, Brigadas Rojas) fuera marginal”. “Hay mucha literatura sobre ETA, pero no está articulada”, añade Rivera. “Lo que pretendemos es poner una pica en Flandes para proyectar todo un futuro de investigaciones como las que han desarrollado colectivos universitarios en lugares como Irlanda del Norte y que se echan en falta en nuestra universidad pública vasca. Aunque ha pasado poco tiempo desde el cese definitivo de ETA, ya es momento de empezar a hacer historia. La gente en el País Vasco quiere olvidarse del drama del terrorismo porque tardó mucho tiempo en reaccionar; reaccionó de manera masiva a partir de la segunda mitad de los años noventa, cuando todo el mundo se sintió amenazado por la estrategia de ETA de socializar el sufrimiento”. Para Castells, la cifra de más de 800 víctimas mortales que ha provocado la banda prueba de “la intensidad con que se vivió la violencia que generó ETA principalmente” y de “un terrorismo que ha dejado muchos traumas en su “Quien gane la batalla de la memoria ganará la guerra” día en el pasado con las treguas de ETA que la izquierda abertzale subía espectacularmente en las elecciones. Siempre tuvieron un apoyo social y yo añadiría que hoy la integración de Eusko Alkartasuna en Bildu-EH le ha abierto la puerta a las clases medias nacionalistas”. “La violencia de los grupos terroristas parapoliciales o los abusos policiales hay que condenarla como vulneración de los derechos humanos, pero la violencia de ETA tiene la singularidad de responder a un proyecto político totalitario, de imposición a la sociedad vasca y, más allá de que su número de víctimas fue muy superior, ejerció un carácter troncal en el terrorismo en el País Vasco y fue quien marcó el inicio y el final de la etapa terrorista”, añade. Otra cuestión clave es si el recuerdo de los años de plomo puede ser negativo porque puede reabrir heridas y obstaculizar la convivencia. Castells considera que la izquierda abertzale debe realizar un reconocimiento autocrítico de su complicidad con ETA en el pasado para contribuir a una necesaria deslegitimación del terrorismo que ayude a cerrar las heridas. “Tiene muchas dificultades para hacerla porque supone reconocer el error de su trayectoria durante muchos años. Pero es el único camino”, indica. Las víctimas del terrorismo, finalmente, son otra clave de la historia. Todos coinciden en que los planteamientos de las víctimas son plurales y en la necesidad de que la izquierda abertzale haga un reconocimiento del daño causado, como antesala para la convivencia. A la par, consideran que los poderes públicos, instituciones y partidos, deben contribuir con su discurso a la convivencia sin buscar rentabilidad política del dolor de las víctimas.