Diócesis de Cúcuta CODIPALC SOLEMNIDAD DEL CUERPO Y LA SANGRE DEL SEÑOR “Con Jesucristo nace y renace la ternura” Indicaciones: Para la celebración del corpus Christi en las parroquias hacemos las siguientes sugerencias: - organizar con anterioridad lo relacionado con la celebración. - Preparar cuatro altares y en cada uno de ellos poner el lema propuesto para cada uno de ellos. - Prever forma consagrada, ministerios, custodia, turífero, cirios (para acompañar el santísimo), Cantos eucarísticos, etc. - Preparar los signos. Monicion a la procesion Queridos hermanos, nos reunimos hoy para llevar en procesión el Santísimo Cuerpo y Sangre del Señor; con este gesto litúrgico prefiguramos el sentido de nuestra Fe. Peregrinos y caminantes rumbo a la Patria Celestial somos alimentados y acompañados por la presencia de Jesús Eucarístico, el cual por su inmensa misericordia para con sus hijos ha querido hacerse sustento, fortaleciendo y ayudando a todos sus discípulos a caminar por los senderos de la santidad. Que en este recorrido con el Señor tomemos conciencia de nuestro estilo y manera de dirigir nuestra vida, reconociendo nuestros errores y pidiéndole a Jesús Eucaristía el poder estar siempre en gracia a la hora de recibirlo en tan Digno sacramento. Iniciemos… Canto: alabado sea el santísimo… Primer altar Lema: “lema: “haced esto en conmemoración mía” (1cor 11, 26)” Lectura del Evangelio según San Lucas 22,19 Y habiendo tomado pan, después de haber dado gracias, lo partió, y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. Palabra del Señor. Reflexión Jesús celebra la pascua, no más con el cordero (tradición de la pascua judía), sino con el pan. Celebrando la pascua, Jesús se une a la fiesta nacional del pueblo de Israel, sin embargo, con el uso del pan, crea una nueva tradición: su presencia eucarística. Se trata de un don del Padre; a Él toda acción de gracias. El pan que Jesús nos da es partido y repartido. Por la condición de bautizado en nombre de Jesús, el cristiano no se permite reservar el pan para sí solamente. El pan es para ser compartido, especialmente si el hermano pasa necesidad. “Haced esto” es un imperativo exclusivo de Lucas y que no se puede eludir. Por el amor que tenemos al hermano demostramos ser seguidores de Jesús. Oración Oh, Jesús, Sacerdote Eterno, Divino Sacrificado, Tú que en un impulso de incomparable amor a los hombres, tus hermanos, hiciste brotar de Tu Sagrado Corazón el Sacerdocio cristiano, dígnate continuar derramando sobre tus ministros, los torrentes vivificantes del Amor Infinito. Vive en tus Sacerdotes, transfórmalos en Ti; hazlos, por tu gracia, instrumentos de misericordia; obra en ellos y por ellos, y haz que, después de haberse revestido totalmente de Ti, por la fiel imitación de Tus adorables virtudes cumplan, en Tu Nombre y por el poder de Tu Espíritu, las obras que Tú mismo realizaste para la salvación del mundo. Amén. Jaculatorias V. ¡Señor mío y Dios mío! R. Oh Jesús, haz que yo sea tuyo, todo tuyo, siempre tuyo. V. ¡Bendito sea el que viene en nombre del Señor! R. ¡Hosanna en las alturas! V. Oh Jesús, presente en el Santísimo Sacramento, R. Ten piedad de nosotros. V. Sea alabado y adorado para siempre. R. El Santísimo Sacramento V. Alabanzas y gracias se den en todo momento R. Al Santísimo y Divinísimo Sacramento. V. Te adoro en todo momento, oh vivo Pan del cielo, gran Sacramento R. Ven, Señor, y no quieras tardar. Oh Sacramentado Jesús, tened piedad de nosotros V// Bendito alabado y adorado sea Jesús en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía. R// Sea para siempre bendito alabado y adorado. (Canto y se sigue con la procesión) Segundo altar Lema: “yo soy el pan vivo bajado del cielo” (Jn 6, 51). Lectura de la Carta del Apóstol san Pablo a los Efesios (1,3-10). “Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo, para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor. Él nos ha destinado en la persona de Cristo, por pura iniciativa suya, a ser sus hijos, para que la gloria de su gracia, que tan generosamente nos ha concedido en su querido Hijo, redunde en alabanza suya. Por este Hijo, por su sangre, hemos recibido la redención, el perdón de los pecados. El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia ha sido un derroche para con nosotros, dándonos a conocer el misterio de su voluntad. Este es el plan que había proyectado realizar por Cristo cuando llegase el momento culminante: recapitular en Cristo todas las cosas del cielo y de la tierra”. Palabra de Dios. Reflexión “La Eucaristía se celebra, en cierto sentido, sobre el altar del mundo”; Ella une el cielo y la tierra, abarcando e impregnando toda la creación. El Hijo de Dios se ha hecho hombre, para reconducir todo lo creado, en un supremo acto de alabanza, a Aquél que lo hizo de la nada. De este modo, Él, el sumo y eterno Sacerdote, entrando en el santuario eterno mediante la sangre de su Cruz, devuelve al Creador y Padre toda la creación redimida; lo hace a través del ministerio sacerdotal de la Iglesia y para gloria de la Santísima Trinidad. Verdaderamente, este es el mysterium fidei que se realiza en la Eucaristía: el mundo nacido de las manos de Dios creador retorna a Él redimido por Cristo” (Juan Pablo II). Oración Haz, oh Jesús, que la Obra de Tu Amor responda siempre plenamente a los fines para los cuales la quisiste; haz que se extienda, se consolide y conquiste todas las almas al Reino dulcísimo de Tu Amor. Tu que nos diste todos los bienes necesarios para nuestro sustento espiritual, concédenos propicio valorar lo que hemos recibido, y ser generosos dispensadores de tus dones a los hermanos que esperan tu misericordia en el despliegue de nuestras actitudes cristianas. Amén. Letanías De la indigna comunión de tu cuerpo y sangre, R/. Líbranos, Señor. De la concupiscencia de la carne, R/. De la concupiscencia de los ojos, R/. De la soberbia de la vida, R/. De toda ocasión de pecado, R/. Por tu ardiente deseo de comer esta Pascua con tus discípulos, R/. Por la profunda humildad con que les lavaste los pies, R/. Por la ardentísima caridad con que instituiste este divino Sacramento, R/. Por tu preciosa sangre que nos dejaste en el altar, R/. Por las cinco llagas de tu sacratísimo cuerpo, R/. Mira a los pobres pecadores, R/. V// Bendito alabado y adorado sea Jesús en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía. R// Sea para siempre bendito alabado y adorado. (Canto y se sigue con la procesión) Tercer altar Lema: “vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno individualmente un miembro de Él” (1Co 12,27). Lectura del Evangelio Según san Mateo 22,3-14. Envió a sus criados para llamar a los invitados a la boda, pero no quisieron venir. De nuevo envió otros criados..., pero ellos no hicieron caso, y se fueron unos a su campo y otros a su negocio... Después dijo a sus criados: - Id, pues, a los cruces de los caminos y convidad a todos los que encontréis. Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, buenos y malos; y la sala se llenó de invitados. Al entrar el rey para ver a los comensales, observó que uno de ellos no llevaba traje de fiesta... Entonces el rey dijo a los servidores: Atadlo de pies y manos y echadlo fuera a las tinieblas; allí llorará y le rechinarán los dientes. Porque muchos son los llamados, pero pocos los escogidos” palabra del Señor. Reflexión El Evangelio, nos presenta una invitación de salvación. “El Reino de los Cielos se parece a un rey que celebraba las bodas de su hijo”. El rey, es Dios, y el Hijo es Jesucristo. El banquete está preparado, es decir la alegría y felicidad del Reino. Y continúa la parábola: “Envió entonces a sus servidores para avisar a los invitados”. Estos servidores son los profetas, los invitados son los judíos, y añade: pero éstos se negaron a ir. De este modo fue como después envió a otros servidores, en este caso los apóstoles, con el encargo de decir a los invitados: "Mi banquete está preparado”, El banquete es la vida Eterna. Sin embargo observamos que estos invitados despreciaron la invitación a la salvación. Esta parábola nos interroga a cada uno de nosotros en particular. ¿Nos damos cuenta que somos invitados a una fiesta por el Señor?, Pareciera que muchas veces no somos conscientes de esta invitación. Los servidores salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, buenos y malos, y la sala nupcial se llenó de convidados. Cuando el rey entró para ver a los comensales, encontró a un hombre que no tenía el traje de fiesta. ‘Amigo le dijo, ¿cómo has entrado aquí sin el traje de fiesta? El otro permaneció en silencio. Entonces el rey dijo a los guardias: ‘Atenlo de pies y manos, y arrójenlo afuera, a las tinieblas. Porque muchos son llamados, pero pocos los elegidos. Así es, como nuestro Señor Jesucristo nos quiere enseñar, que debemos tener siempre nuestro traje de Fiesta el cual es nuestra vida de gracia que nos permitirá participar del banquete de bodas que el Señor ha preparado para todos nosotros. Oración Divino Redentor de las almas, mira cuán grande es la multitud de los que aún duermen en las tinieblas del error; cuenta el número de las ovejas descarriadas que caminan entre precipicios, y que rechazan constantemente la invitación amorosa al banquete eucarístico en el que tú te haces presente para reconfortarnos en la Fe y el amor. Haz Señor que nosotros tus seguidores siempre estemos con nuestro traje de fiesta para poder hacer parte de tus elegidos, anunciándote a los hermanos con el testimonio y así participar de tu banquete celestial. Amén. Jaculatorias Dígnate Señor aumentar y conservar en nosotros la fe, reverencia y devoción á este admirable Sacramento, R/. Te rogamos, óyenos. Que te dignes conducirnos al frecuente uso de la sagrada Eucaristía con la verdadera confesión de los pecados, R/. Que te dignes librarnos de toda herejía, cisma y ceguedad de corazón, R/. Que tengas á bien concedernos los preciosos y celestiales frutos de este Santísimo Sacramento, R/. Que a la hora de la muerte te dignes confortarnos y defendernos con este Viático celestial. R/. Hijo de Dios, atiéndenos. R/. Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, perdónanos. R/. Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, atiéndenos. R/. Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, ten misericordia de nosotros. R/. Cristo, óyenos. R/. Cristo, atiéndenos. R/. Señor, misericordia. R/. Cristo, misericordia. R/. V// Bendito alabado y adorado sea Jesús en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía. R// Sea para siempre bendito alabado y adorado. (Canto y se sigue con la procesión) Nota: procúrese que el cuarto altar sea en el templo. Cuarto altar Lema: “El que come Mi carne y bebe Mi sangre, permanece en Mí y Yo en él.” (Jn 6, 56). Lectura del Evangelio Según san Juan 6, 55-58. Mi carne es comida verdadera, y mi sangre es bebida verdadera. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en Mí y Yo en él. Como el Padre que vive me envió, y Yo vivo por El, así, quien me come a Mí, tendrá de Mí la vida... El que come este pan vivirá para siempre”. Palabra del Señor. Reflexión Jesús plantea un misterio y no da explicaciones que puedan hacer el misterio más comprensible; tal vez porque quienes no creen en El, tampoco aceptarían sus explicaciones. El Señor quiere nuestra fe y esa fe la tenemos como un regalo de Él. Sin embargo, está claro que ese gran Don hay que hacerlo crecer con nuestros actos de adhesión a Cristo; entre éstos, adhesión al misterio del Pan Eucarístico. Cabe pues preguntarnos, entonces, ¿cómo hemos hecho crecer esa fe que hemos recibido como don gratuito de Dios? ¿La hemos hecho crecer o la hemos hecho fenecer? Concretamente ¿cómo es nuestra fe con relación a ese Pan misterioso que escandalizó a los de su época, a tal punto que muchos que antes lo seguían, lo abandonaron a partir de ese momento? ¿Nos damos cuenta de la grandeza de este misterio? todo un Dios se da a nosotros para ser alimento de nuestra vida espiritual. ¿Cómo vemos la Eucaristía los hombres y mujeres de hoy? Tal vez algunos, la mayoría, la descartamos como innecesaria o no creíble. Otros la tomamos como un derecho adquirido, sin detenernos a pensar en su grandeza, en el gran misterio que encierra. Pero algo si es claro, unos y otros estamos en deuda con el Señor que se da a nosotros con su infinita generosidad para ser nuestro alimento, por tanto estamos llamados a ser verdadero testimonio, esto es otros Cristos. Oración Suscita Señor en los corazones de cada creyente una Fe sólida, la cual lleve a vivir verdaderamente el Evangelio, mostrando un rostro misericordioso y solidario. Tú sabes señor que en el mundo actual se ha perdido la conciencia de hermandad y respeto por el otro, ya no se hace importante el ámbito Espiritual de los hombres y el amor a Dios es cambiado constantemente por el amor a las creaturas. Mira Señor nuestras realidades e infunde tu gracia; haz que al recibirte en tu cuerpo y en tu sangre seamos sal y Luz del mundo que tanto lo necesita. Amén Letanías Señor, misericordia. Jesús, misericordia. Señor, misericordia. Jesús, óyenos. Jesús, atiéndenos. Dios Padre celestial, R/ Ten misericordia de nosotros. Dios Hijo, Redentor del mundo, R/. Dios Espíritu Santo, R/. Santísima Trinidad, un solo Dios, R/. Pan vivo, bajado del cielo, R/.. Dios escondido, y Salvador, R/.. Trigo de los escogidos, R/.. Vino de vírgenes, R/.. Pan sobre-sustancial, R/.. Sacrificio perpetuo, R/.. Ofrenda limpia, R/.. Cordero sin mancha, R/.. Mesa purísima, R/.. Comida de Ángeles, R/.. Maná escondido, R/.. Suma de las maravillas de Dios, R/.. V// Bendito alabado y adorado sea Jesús en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía. R// Sea para siempre bendito alabado y adorado. (Canto de adoración) (Otras Letanías) Letanías Verbo hecho carne, R/ Ten misericordia de nosotros. Habitante entre nosotros, R/. Hostia santa, R/. Cáliz de bendición, R/. Misterio de fe, R/. Sacrificio propiciatorio por vivos y muertos, R/. Antídoto contra el pecado, R/. Milagro estupendo, R/. Conmemoración santísima de la Pasión del Señor, R/. Recuerdo del amor divino, R/. Abundancia de la divina liberalidad, R/. Sacrosanto y augusto misterio, R/. Remedio que da inmortalidad, R/. Sacramento de vida, R/. Incruento sacrificio, R/. Comida del convite y Convidador, R/. Convite en que sirven los Ángeles, R/. Sacramento de piedad, R/. Vínculo de caridad, R/. Hartura de las almas, R/. Viático de los que mueren en el Señor, R/. Prenda preciosa de la gloria, R/. Oración Oh Dios, que nos dejaste la memoria de tu Pasión en un Sacramento tan admirable! haznos la gracia de que veneremos los sagrados misterios de tu Cuerpo y Sangre, de modo que experimentemos continuamente en nuestras almas los frutos de tu Redención, ¡oh Salvador del mundo! que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén. Bendición con el santísimo en la custodia. Nota: Siempre la bendición del santísimo se hace delante del altar; es Cristo quien bendice a su pueblo. Es necesario velar para que esta bendición sea solemne, con repique de campana e incienso y todos los elementos litúrgicos. Jaculatorias Bendito sea Dios. Bendito sea su Santo Nombre. Bendito sea Jesucristo verdadero Dios y verdadero Hombre. Bendito sea el Nombre de Jesús. Bendito sea su Sacratísimo Corazón. Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar. Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito. Bendita sea María Santísima, la excelsa Madre de Dios. Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción. Bendita sea su gloriosa Asunción a los Cielos. Bendito sea el Nombre de María, Virgen y Madre. Bendito sea San José, su castísimo Esposo. Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.