La rueda cíclica de la energía Desde hace milenios, las grandes civilizaciones que dejaron huellas vigentes en nuestro tiempo, representaban simbólicamente a través de las imágenes del círculo, la rueda y el espiral, la alegoría del nacimiento, la transformación y la muerte de los permanentes ciclos presentes en la naturaleza. En la filosofía china, de acuerdo a la Teoría de los Cinco Elementos (ver nota de El Soñario de septiembre 2011) los ciclos estacionales y el Yin -Yang son fundamentales para la existencia de todo ser viviente. El Nei King, considerado el libro de medicina más antigua de la humanidad, escrito en la época del legendario Emperador Amarillo, Huang Ti y cuyo reinado se sitúa en el tercer milenio antes de nuestra era, plantea entre otros aspectos, la manera de seguir y preservar la rueda natural que proponen los Ciclos. Por medio de la observación y la práctica, el hombre en consonancia con el universo, alimenta la salud y cultiva la longevidad a través de principios acorde a la estación en la que se encuentra. Así pues, en estos escritos ancestrales encontramos las siguientes reflexiones: Los sabios alimentan el Yang en primavera y verano y alimentan el Yin en otoño e invierno, a fin de actuar sobre los orígenes, las raíces (del Qi). LA PRIMAVERA: Elemento MADERA. En primavera las cosas empiezan a crecer y expandirse. (Fa Chen) La primavera posee la voluntad de crecer, y una vez que las cosas han crecido, la voluntad de no destruirlas. El Tao de la Primavera es alimentar lo que nace. EL VERANO: Elemento FUEGO En verano las cosas se vuelven floridas y bellas. Evocan una expansión, Fan Xiu. Las energías del Cielo y de la Tierra empiezan a interactuar entre ellas. Comienza el crecimiento del YIN y el decrecimiento del YANG. Todo florece y se carga de frutos. Levantarse temprano, gustar de la luz del sol, no tener voluntad de enfado, de tal modo que las cosas alcancen su plenitud con hermosura y que la energía salga al exterior a través de la transpiración. Como enamorado del mundo exterior... ...este es el modo de alimentar la vida en respuesta al verano. Que el aliento interno se exteriorice. El Tao del Verano es cultivar el nacimiento. El elemento Fuego, es la base de la Creación del YANG. No tiene forma. Está presente en todas las manifestaciones del Qi. LA CANICULA: Elemento TIERRA. EL FIN DEL VERANO. Sin TIERRA ninguna cosa puede ser creada. Sin la TIERRA la MADERA no puede crecer. Sin TIERRA el FUEGO no puede flamear. Sin la TIERRA el METAL no puede ser creado. Sin la TIERRA el AGUA no puede almacenarse. La energía de la Tierra crea las nubes; la energía del Cielo, la lluvia. Ésta dispersa la energía de la Tierra, y las nubes a su vez dispersan la energía del Cielo. EL OTOÑO: Elemento METAL. El otoño es el período en que se constituyen la forma de todas las cosas. La energía del cielo comienza a fluir rápidamente, la energía de la TIERRA empieza a cambiar de color. Es deseable acostarse y levantare temprano, mantener una voluntad pacífica a fin de disminuir los efectos agotadores del otoño. Abstenerse de conmoverse de las cosas exteriores a fin de limpiar la energía de los pulmones. Este es el modo de alimentar la vida en respuesta a la energía del otoño. El Tao correspondiente es cuidar la cosecha. El Chi se transforma, cambia. Si no hay Chi en METAL, no puede haber dureza o rigidez. El Chi del METAL le da dureza a las formas. Como el exoesqueleto de los insectos o la piel como recubrimiento. EL INVIERNO: Elemento AGUA. El Agua es el origen y fuente de todas las cosas. El invierno es el período en que todo está “cerrado y guardado”. El agua se hiela y la Tierra se agrieta. De modo que el Yang permanece aletargado para no ser molestado. Es deseable acostarse temprano y levantarse tarde, para esperar la llegada de la luz del sol, de modo que la voluntad permanezca inactiva (...) de manera similar a alguien con secretas intenciones, o a alguien que ya ha satisfecho todos sus deseos La energía del invierno se relaciona a la voluntad y la capacidad de adaptación. El Tao del Invierno es que vivamos "recluidos". (Atesorar la esencia) Del microcosmos al macrocosmos, de lo que nace a lo que muere y lo que nace nuevamente. La naturaleza de todas las cosas gira y gira…y vuelve a girar en el espiral infinito de la Vida. Y de esta manera, la rueda cíclica de los tiempos nos encuentra en este punto del Universo, en este mismo momento en continua expansión, deseosos de comprender los misterios insondables de la existencia. Dra. Cecilia Y. Cáceres www.acupunturachina.com®