estrategias para mejorar la velocidad lectora

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ESTRATEGIAS PARA
MEJORAR LA
VELOCIDAD LECTORA
SORAYA ALCEGA VIDAL
Etapa: Educación Primaria
Una baja velocidad lectora impide
una correcta comprensión y una baja
comprensión invalida la lectura. La velocidad y la comprensión lectora sólo
pueden mejorarse haciendo uso de
la práctica continuada. Cuanto más
se lea y se reflexione sobre la lectura, más mejorarán la una y la otra.
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CÓMO MEJORAR LA VELOCIDAD LECTORA
• Ampliando el campo de percepción visual: Es
importante reducir el nº de fijaciones y aumentar
cuanto sea posible el nº de palabras que se capten de un solo golpe de vista.
• Suprimiendo los espacios en blanco: Muchas veces perdemos tiempo, haciendo visionados inútiles de espacios en blanco (márgenes, espacio
entre párrafos,...).
• Eliminando la subvocalización: Esto se consigue
leyendo a una velocidad más rápida de lo que la
mente es capaz de mantener.
• Atendiendo a la parte superior de las grafías.
• Acelerando por ocultamiento: consiste en servirse de una postal para forzar a los ojos a leer más
deprisa. La forma de empleo consiste en colocar
una postal bajo la línea que se lee tratando de: Ir
aumentando progresivamente la rapidez lectora y
leer cada línea con sólo tres o cuatro fijaciones.
• Reconociendo los indicadores de velocidad: Por
ejemplo términos como “por último” o “en resumen” dicen al lector que se va a producir una repetición y por tanto podemos acelerar nuestra velocidad lectora, o incluso dejar de leer el párrafo.
Sin embargo si los términos son “Por el contrario”
o las palabras que inician esta frase, lo que viene
a continuación no debe de pasarnos inadvertido,
pues se introducen ideas nuevas.
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ACTIVIDADES PRÁCTICAS PARA MEJORAR
E INCREMENTAR LA VELOCIDAD LECTORA
• Ejercicios de cronolectura: consisten en cronometrar varios minutos de lectura. Puede
realizarse por unidades lectoras de un minuto
de duración, repitiendo la lectura del texto por
segunda y tercera vez consecutivas con objeto de que el lector perciba que aumenta su
velocidad (ppm) en cada minuto lector, fruto
del entrenamiento en el mismo texto.
• Ejercicios de identificación rápida: consisten
en observar una o unas palabras modelo durante breves instantes (entre 10 y 15 segundos) y localizarlas de entre un listado amplio
de palabras. Se pretende con ello agilizar la
visión de rastreo, mejora del campo visual,
mejorar la percepción guestáltica de la palabra (su silueta o contorno) y motivar al lector
por la inmediatez de la autocorrección.
• Ejercicios de rastreo visual: consisten en realizar barridos visuales en oblicuo o zig-zag,
saltándose algunos renglones y no realizando fijaciones oculares sobre una determinada
palabra sino deslizando la vista sobre la parte
superior de las palabras hasta detectar un objetivo propuesto (localizar un dato, una palabra, una idea, etc.)
• Ejercicios de visión periférica: consisten en
fijar la vista en un punto o palabra central y
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sin realizar ninguna otra fijación intentar abarcar con la vista la mayor
amplitud posible. Se pretende lograr
un entrenamiento de nuestro campo
•
visual.
ERRORES DE VELOCIDAD LECTORA
Leer muy deprisa produce errores de
exactitud (inversiones, omisiones, sustituciones,…). Leer con excesiva lentitud dificulta la comprensión. Bajo esta
dimensión de la velocidad en la lectura
se encuadran los siguientes errores o
dificultades:
• Silabeo o lectura silábica: Consiste
en leer sílaba a sílaba. Un excesivo
número de fijaciones oculares propicia que no se abarquen más sílabas
o la palabra entera de un solo “golpe
de vista”.
• Vocalización: Se denomina también
labialización y consiste en la repetición verbal de las palabras a medida
que se va leyendo.
• Subvocalización: Consiste en pronunciar mentalmente las palabras
que se van leyendo.
• Señalado: Constituye un hábito de
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apoyo indicador para guiar o direccional la lectura. Suele hacerse utilizando el dedo o el lápiz para “no
perderse” en los renglones.
Regresión: Este defecto lector consiste en la relectura de palabras y
frases debido a los errores cometidos en la primera lectura o en pérdidas de la fijación ocular.
Una baja velocidad lectora puede estar
ocasionada por algunos de estos errores. Otras dificultades lectoras que inciden en la velocidad son los cambios de
líneas (perderse entre renglones) por
problemas del dominio visual y los movimientos de cabeza o hábito de mover
la cabeza desplazando acompasadamente hacia la derecha a medida que
se va leyendo, en lugar de desplazar
únicamente los ojos.
OTRAS ACTIVIDADES PRÁCTICAS
A REALIZAR POR EL PROFESOR
Estos ejercicios están todos orientados
a desarrollar unos adecuados hábitos
lectores y a subsanar algunos errores
señalados en el epígrafe anterior.
LECTURA SILÁBICA
• Ejercicios de reconocimiento de sílabas: estos ejercicios serán seguidos por
aquellos alumnos que presenten dificultades de reconocimiento silábico. consistirá en ofrecer sílabas aisladas escritas sobre una tarjeta y leerlas cronometrando el tiempo invertido.
• Ejercicios de globalización: En la lectura se ha de realizar un análisis visual de
la palabra pero sin llegar al silabeo. El alumno analizará la palaba visualmente
y tendrá que leerla en una sola emisión (no pronunciarla hasta que no sepa
su significado). El profesor debe impedir la lectura silábica, dando un golpe
o con una llamada de atención cada vez que el alumno comience a silabear.
Y sólo podrá continuar cuando la lectura haya sido realizada de forma global.
SEÑALAS LA PALABRA CON EL DEDO
• Utilización de una regla: se le ofrece un texto y una regla, a ser posible transparente. Así el niño tiene ambas manos ocupadas en trasladar la regla a través del texto e ir descendiendo conforme se avanza.
• Ofrecer una lámina de plástico transparente con una raya horizontal que la
atraviese: La línea puede ser sustituida en un segundo momento por una línea de puntos e ir disminuyendo su número hasta llegar a una configuración
de sólo varios puntos. Progresivamente se irá habituando al alumno a dejar
de utilizar estos recursos hasta conseguir su extinción.
MOVIMIENTOS DE CABEZA
• Una de las técnicas consiste en elegir textos con letras de tamaño grande y
separar la hija de lectura unos palmos de la cara del niño; desde esa posición,
con el texto alejado, se hace innecesario el giro de la cabeza. En etapas posteriores se acercará progresivamente el texto al sujeto.
• Leer con la cabeza apoyada entre ambas manos. Desde esta posición el propio alumno puede controlar los movimientos de cabeza que realiza.
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• Habituar a leer a través de una tarjeta con dos perforaciones centrales.
La tarjeta se acerca a los ojos y desde allí se realiza la lectura. Las manos tienen que mantener la cartulina
y las oscilaciones de la cabeza quedan minimizadas. Eliminarla cuando
el alumno se haya habituado.
SUBVOCALIZACIONES
• La técnica más utilizada para erradicar la lectura en voz baja consiste en
habituar a realizar un análisis visual
de la palabra con prohibición expresa de que se silabee en voz baja;
con posterioridad se procederá a la
lectura de la palabra o sintagma.
MOVIMIENTOS DE LABIOS AL LEER
• Colocar los dedos sobre los labios.
Este sencillo ejercicio puede ser suficiente para que el niño perciba su
movimiento.
• Morderse suavemente los labios o
la lengua cuando aparezca el movimiento.
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