MARKETING Y RR.HH. Implantación del CRM: las personas son los verdaderos protagonistas JUAN CARLOS ALCAIDE CASADO, director de MdS (www.marketingdeservicios.com / www.Jcalcaide.com), miembro de Top Ten (www.toptenms.com) y conferenciante de Lid. Mucho se ha dicho sobre el alto nivel de fracaso de las implantaciones de CRM. Algunos investigadores hablan hasta de un 70 por ciento de fiasco a nivel mundial. Pues bien, los estudios que se han realizado al respecto coinciden en afirmar que una de las razones más importantes es concebir los sistemas CRM como simples aplicaciones informático-tecnológicas. Este error de enfoque básico de las aplicaciones CRM tiene su primera consecuencia en que en demasiadas empresas la implantación de los sistemas CRM se ha dejado en manos del personal del área de informática, quienes actúan como los líderes del proyecto ya que, en teoría, son “los que saben” y “quienes pueden determinar lo que necesita la empresa”. Cuando, en la práctica, este personal, altamente tecnificado y especializado en su área, es de los que menos conoce el verdadero negocio de la empresa. Por ejemplo, un CRM es un sistema creado para gestionar las relaciones con los clientes, sin embargo, la mayoría del personal de las áreas informáticas, por su formación y experiencia laboral, ha tenido muy poco contacto directo en el día a día con la clientela de la empresa. En muchos casos, no lo ha tenido jamás. Por otra parte, muy posiblemente, las tres advertencias más escuchadas sobre las causas de fracaso de los CRM en los últimos años son las siguientes: • La implantación de un sistema CRM implica, antes que nada, un cambio de mentalidad y perspectiva en la gestión de la empresa; es necesario, incluso, cambiar la cultura gerencial de la organización; es decir, trabajar Capital Humano 98 098_s_Marketing RRHH_241.indd 98 a fondo en los recursos humanos, lo que muchas veces no se hace. • Es un grave error creer que el éxito de un sistema CRM depende solo de la tecnología. Ésta es solo el brazo operativo de la estrategia de la empresa. Tal y como alguien ha dicho: “un proceso ineficiente que se automatiza sigue siendo lo que es: un proceso ineficiente”. • La gestión de la relación con el cliente es, con excesiva frecuencia, entendida e implantada sólo como un aumento de la presión sobre el cliente. Si el CRM no se concibe como una visión de negocios de la empresa, muy posiblemente esté condenado al fracaso. Un CRM es una estrategia de gestión que, para su implantación, requiere de una determinada plataforma tecnológico-informática. Pero, un CRM no es solo un programa informático. Es una forma de entender la gestión integral de la empresa. De ahí que la implantación de un sistema CRM implique pasar a determinadas exigencias: de un marketing de masas, a un marketing “uno a uno”; de una organización orientada al producto, a una organización orientada al cliente; del uso de un único canal como punto de contacto con el cliente, a una plataforma multicanal para relacionarse con el cliente; de una empresa cerrada, a una empresa abierta (en red). Este cambio de visión impacta en todas las áreas de la empresa y en todas las esferas de decisión. Desde esta óptica, un sistema CRM debe concebirse como una arquitectura, armonizada y eficiente, integrada por estrategias de negocio + herramientas + procesos + tecnología + recursos humanos (cultura de la empresa); desarrollada e implantada para generar, potenciar, coordinar y gestionar una relación óptima con los clientes. Esta “arquitectura” debe ser capaz de permitir, entre muchas otras aplicaciones, las que mostramos en la Tabla 1. Y, TABLA 1 > ALGUNAS APLICACIONES DE UN CRM De marketing Creación de campañas “cortadas a la medida” (productos y servicios, mensajes, medios, presupuestos, rentabilidad, etc.) de targets muy específicos, segmentación del mercado (micro y 1 x 1), acciones de telemarketing y muchas más. De ventas Organización de la fuerza de ventas, gestión de los contactos, propuestas, histórico de acciones, la venta telefónica, y similares. De soporte al cliente externo Comunicación de salida (proactiva), televenta, telemarketing, seguimiento del cliente, etcétera; comunicación entrante (reactiva), gestión de peticiones, reclamaciones, incidencias, etcétera. De soporte al cliente interno Soporte técnico interno, workflow y similares. De servicio al cliente Servicio postventa, call center, instalaciones, reparaciones, mantenimiento, garantías, inventarios, logística… FUENTE > Elaboración propia. Nº 241 • Marzo • 2010 18/02/2010 18:07:58 como se comprenderá fácilmente, en esa arquitectura, los recursos humanos constituyen el punto central del éxito. La tecnología por sí sola no resuelve nada. Necesita la participación activa y decidida de la inteligencia humana. Otra forma de evaluar la importancia decisiva de los recursos humanos es viendo las cosas que no puede hacer por sí solo ningún sistema CRM, incluso el más sofisticado. Tal y como advierten en Marketing Advocates (www.marketingadvocates.com/) –véase la Tabla 2–, para lograr estos resultados, imprescindibles en la dinámica de los mercados modernos, se requiere la participación dominante, como guía y líder del sistema, de la visión negocios que, en términos estratégicos a medio y largo plazo, definan los más altos niveles directivos y apliquen los diferentes niveles operativos. Sin ese ingrediente decisivo, es más que posible que sobrevenga el fracaso del sistema. Un ulterior problema (no menos importante) que han encontrado muchas implantaciones de sistemas CRM es el rechazo por parte de quienes deberán utilizarlo. Por ejemplo, casi nadie habla de la “resistencia a compartir información” de los comerciales, siendo un factor crítico de éxito. Suelen percibir CRM como un elemento fiscalizador de la función que realizan. Y son dados a pensar que cuanto más saben en los niveles de dirección de sus clientes, menos imprescindibles son ellos. En este sentido, es necesario crear sistemas de compensación e integración del personal para que se vea, desde el primer día (no como remiendo, una vez implantado y a punto de fracasar el proyecto CRM), que es una herramienta para lograr la satisfacción del cliente que revierte en ingresos para la empresa y, a su vez, en beneficios para los empleados, incluyendo ingresos económicos complementarios. Así, y solo para señalar otro ejemplo, una de las ideas centrales de la aplicación de un CRM es la de “tratar de forma diferente a clientes que son diferentes”. En otras palabras, la TABLA 1I > COSAS QUE NO PUEDE HACER UN CRM Inteligencia de la relación CRM no puede ayudar a identificar: - Necesidades no satisfechas de los clientes. - Oportunidades de mercado. - Vulnerabilidad de la competencia. Estrategias integradas de marketing y ventas CRM no puede ayudar a construir - Estrategias competitivas superiores. - Una mejor proposición de valor. Estrategia relacional CRM no puede ayudar a diseñar: - Estrategias para mejorar las relaciones. - Estrategias para la calificación de prospectos. Mapa de la relación CRM no puede ayudar a implantar: - Sistemas para el desarrollo sistemático de prospectos. - Un centro de excelencia relacional basado en la Web. Desempeño de las relaciones CRM no puede apoyar: - La medición del desempeño de Marketing y Ventas. - Mediciones integradas de la rentabilidad. FUENTE > Elaboración propia. Nº 241 • Marzo • 2010 098_s_Marketing RRHH_241.indd 99 gestión de cada cliente debe basarse en el valor que el mismo tiene para la empresa. Hoy día, las tecnologías y bases de datos altamente sofisticadas permiten el acceso en tiempo real a cantidad de información sobre los clientes. Esto, en principio, permitiría personalizar al máximo la relación, los productos y servicios, los contactos y las comunicaciones con ellos. Pero es necesario que los empleados, incluso de los niveles operativos más bajos, sean conscientes de que tienen la posibilidad y el “poder” (empowerment) de convertir en hechos reales esos altos niveles de personalización, sean motivados a hacerlo y comprendan cómo utilizar la información que los sistemas informáticos ponen a su disposición. En resumen, existen muchos componentes tecnológicos en un CRM, pero pensar en CRM en términos primordialmente tecnológicos constituye un error fundamental que puede ser fatal para el éxito del sistema. Un CRM debe ser concebido como un proceso que ayudará a unir una gran cantidad de “piezas” de información sobre los clientes, las ventas, la eficacia del marketing, las respuestas y las tendencias del mercado. Todo dependerá, luego, del uso estratégico que se dará a esa información. Y en ese momento, los recursos humanos de la empresa serán los verdaderos protagonistas: si ellos fracasan, fracasará el sistema (como, lamentablemente, ha sucedido ya tantas veces). 99 Capital Humano 18/02/2010 18:07:58