HORARIOS HORARIO DE MISAS DOMINGOS Y FESTIVOS 9 – 10 – 11 – 12 -13-14 12 (Misa de familias) 19 - 20 LABORABLES 9 – 11 – 12 - 13 19 - 20 TEMPLO DE SAN AURELIO Laborables: 11:30 - 19:30 Domingos y festivos: 12 – 13 - 19:30 CONFESIONES DESPACHO PARROQUIAL Mañanas De 8:30 a 9:00 h. De 10:15 a 13:30 h. Tardes De 18 a 20:30 h. De lunes a viernes: Mañanas De 10:30 a 12:30 h. Tardes De 18:00 a 20:30 h. Jueves: (Exposición del Santísimo todo el día) De 8:30 a 9:00 h. De 10:15 a 23:00 h. El templo permanecerá abierto durante el medio día, de 14:00 a 18:00 h., para que podáis entrar a rezar. Rosario: 19:30 h (todos los días) AVISOS PARA LAS PRÓXIMAS SEMANAS - El domingo día 2 de diciembre, en la sala B. tendremos una exposición y venta de libros, en la que los valores cristianos priman ante todo, pueden pasar por la sacristía o dando la vuelta por la c/ Tutor 32. - El martes día 4 a las 19:00 h, Monseñor D. Fidel Herráez Vegas, Obispo Auxiliar de Madrid, confirmará a unos jóvenes del CEU. Las misas de la tarde de 19 y 20 h, serán en la capilla (C/ Tutor 32). - El viernes día 7, el Sr. Cardenal preside la Vigilia de la Inmaculada en la Catedral a las 21:00 h. Este mismo viernes, de 21:30 a 2:30 h, la Adoración Nocturna se reúne en su encuentro mensual. - El sábado, día 8, es la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. Es día de precepto, el horario de Misas será como los domingos. La liturgia de las misas de la tarde, 19:00 y 20:00 h será de la Solemnidad de la Inmaculada y no del domingo. - El lunes día 10 a las 20:00 h, conferencia a cargo de D. Carlos Aguilar Grande, sacerdote, que estuvo en esta parroquia durante 8 años y ahora es el delegado de catequesis de Madrid; hablará sobre “El sacramento de la Confesión” para aprender a vivirlo no solo más frecuentemente sino también más intensamente. - El sábado día 15, de 10:30 hasta las 18:00 h, tendremos la tradicional convivencia parroquial de Navidad en los salones parroquiales, es un momento para conocernos más de cerca todos los que formamos la comunidad de Buen Suceso y San Aurelio. Hay que apuntarse en la sacristía para encargar las comidas. -El domingo día 16, como todos los años, vamos a tener la campaña extraordinaria de Navidad. La Navidad es una fiesta religiosa, fiesta de alegría y de familia, fiesta para vivir la solidaridad, pensando también en los demás. Se ha entregado un sobre para hacer su donativo navideño, y depositarlo en las misas de los próximos domingos. - El domingo día 23, es cuarto de adviento, además de poner en las puertas el nacimiento, podéis traer la figurita o imagen del Niño Jesús para bendecidla en la misa de 12:00 h. Y por la tarde a 18:00 h, en la capilla (c/ Tutor 32), tendremos el retiro mensual organizado por la Acción Católica. C/Princesa, 43 28008 MADRID Telf.: 91 548 22 45 www.parroquiabuensuceso.es NOVIEMBRE 2012 Queridos amigos, Impulsados por el amor de Dios, nos queremos dirigir a vosotros como compañeros del camino que tenemos que recorrer juntos en estos tiempos, que no son especialmente fáciles para ninguno. Nuestra intención con esta carta es mostraros el interés que tiene la parroquia de Nuestra Señora del Buen Suceso por abriros sus puertas y acompañaros en aquello que necesitéis. La vida pasa y pudiera ser que la sal que la anima se esté volviendo sosa para vosotros, monótona o sinsentido; os invitamos a que os acerquéis al lugar donde uno puede volver a recobrar y hacer crecer aquello que da gusto a la vida, porque más allá de los problemas que hoy surgen, el verdadero peligro de nuestros días es la pérdida del gusto por vivir, por vivir con mayúsculas. ¿Quién es esta sal? ¿Esta luz que ilumina cualquier oscuridad, problema o sufrimiento? Es Cristo, que vive en su Iglesia, en vuestra Iglesia, en esta parroquia, que es vuestra casa. Hace dos mil años Él salió al encuentro de aquellos pescadores que vivían en su territorio, les miró con ternura, con esa ternura que sólo tiene Dios por cada hombre, y les preguntó una sola cosa: "¿Qué buscáis?" Fueron a su casa y a partir de ese día se quedaron con Él, porque reconocieron en Él al único que podía saciar su sed de felicidad, su hambre de vivir. Hoy, por medio de su Iglesia, por medio de vuestra parroquia, Nuestra Señora del Buen Suceso, Él se quiere acercar a ti, a vosotros, y deciros lo mismo que le dijo a aquellos pescadores: "Ven y verás". Una vida apasionante os está esperando aquí... soñad... ¡y os quedaréis cortos! Durante este curso, en el marco del Año de la fe, la Misión-Madrid y el cincuenta aniversario del Concilio Vaticano II, el objetivo de la parroquia es la adoración a Dios. Adorar significa volver a maravillarse de la obra que hace Dios en nuestras vidas y en la vida de la parroquia, y sólo puede brotar de la fe personal y comunitaria que vivimos. Por ello, este objetivo se concreta en la vida espiritual a través de los sacramentos, la oración y el acompañamiento espiritual. En la formación, ya que no se puede amar lo que no se conoce. Y en el apostolado, no guardándonos a Dios para nosotros mismos. "Redescubrir los contenidos de la fe profesada, celebrada, vivida y rezada, y reflexionar sobre el mismo acto con el que se cree, es un compromiso que todo creyente debe hacer propio, sobre todo en este Año". Benedicto XVI (PF, n.9) 28 de septiembre, el cardenal convoca a las parroquias de la Diócesis a una peregrinación a Fátima para dar comienzo a la Misión Madrid. Nuestra parroquia del Buen Suceso organiza para las familias un viaje “todoterreno” de fin de semana. Aturdida aún del regreso del veraneo mis ánimos flojean ante la perspectiva de una noche de autobús, un solo día en Fátima y regresar el domingo después del desayuno para la misa en la Almudena a las 7 de la tarde. Sin embargo este viaje se convierte desde el principio en una verdadera experiencia de fe en familia; en Comunidad. Entre las celebraciones litúrgicas, el rosario en la explanada del santuario o las patatas compartidas en el autobús con padres y enanos, experimento lo que significa ser Iglesia: formar parte de una comunidad particular y una Iglesia Mundial con la que vivir mi fe y mostrarle al mundo esa alegría contagiosa que solo Dios da y con la que regreso el domingo a Madrid. Descubro entonces que esa es precisamente la llamada de nuestro obispo con la Misión Madrid: los cristianos no podemos guardarnos el mensaje del Evangelio debemos gritarle al mundo cuál es la única Verdad que todos buscan: Dios. PEREGRINACIÓN A FÁTIMA (finales de Septiembre) Testimonio de María Los jóvenes de la parroquia de Nuestra Señora del Buen Suceso nos reunimos hace unas semanas para convivir, para hablar de nuestras vidas, nuestras inquietudes, para hablar de nuestra fe en el contexto del Año de la Fe. CONVIVENCIAS DE JÓVENES (Octubre y Noviembre) Testimonio de Emilio Hemos hecho revisión y nos hemos conocido mejor; tanto a los demás como a nosotros mismos, hemos aprendido a querernos más los unos a los otros, a querer a la Iglesia, que es nuestra Iglesia porque, como decía el siervo de Dios Pablo VI, "quien no ama a la Iglesia, no ama a Jesucristo". Siempre espero con una mezcla de alegría e impaciencia el día de la Virgen de Nuestra Señora de Buen Suceso. Por la fiesta, la procesión, cantarle a la puerta del templo, estar junto a nuestros hermanos ucranianos... Ese día nos reunimos todos los que, de una manera u otra, entendemos que nuestro amor a Dios y al Señor pasa por la Virgen. También porque hemos experimentado que la Virgen del Buen Suceso tiene que ver con nuestra historia personal. De pequeño aprendí que a Jesús siempre se va y se vuelve por María, y que en los momentos en los que más alejado se puede estar de Dios y de la Iglesia, de ella nunca te olvidas. Y es verdad; a veces es ella quien sopla sobre los rescoldos para que vuelva a prender la llama. Y este año, en vez de flores a sus pies, alimentos para los más necesitados. Ahora más que nunca, que Nuestra Madre interceda por quienes más sufren los efectos de la crisis. Que ellos, y nosotros, sepamos volver siempre al Padre. Todas las personas del territorio parroquial que tengáis un familiar o vecino que esté enfermo y necesite que un sacerdote vaya a visitarle y llevarle la Sagrada Comunión, podéis dar vuestros datos en la sacristía. FIESTA DE LA VIRGEN (28 de Octubre) Testimonio de Edu En este tiempo de Adviento queremos dar mucha importancia al sacramento de la Confesión. Para aprender a vivirlo no sólo más frecuentemente sino también más intensamente, tendremos una charla el 10 de Diciembre a las 20 h. impartida por D. Carlos Aguilar. FORMACIÓN LITÚRGICA El Año litúrgico empieza con el Tiempo de Adviento: tiempo estupendo en el que se despierta en los corazones la espera de la vuelta de Cristo y la memoria de su primera venida, cuando se despojó de su gloria divina para asumir nuestra carne mortal. “¡Velad!” es el grito que el Señor nos hace en este tiempo. “¡Velad y orad!” Velad, para descubrir que el verdadero “dueño” del mundo, de nuestras vidas, es Dios. El Tiempo de Adviento viene cada año a recordarnos esto para que nuestra vida reencuentre su justa orientación hacia el rostro de Dios, rostro de Padre y de Amigo. Así, el tema de la espera es vivido en la Iglesia con la misma oración que resonaba en la asamblea cristiana primitiva: el Marana-tha (Ven Señor). El Adviento resulta como una intensa y concreta celebración de la larga espera en la historia de la salvación, como el descubrimiento del misterio de Cristo presente en cada página del AT. Es vivir la historia pasada vuelta y orientada hacia el Cristo escondido en el AT que sugiere la lectura de nuestra historia como una presencia y una espera de Cristo que viene. En el hoy de la Iglesia, Adviento es como un redescubrir la centralidad de Cristo en la historia de la salvación. Se recuerdan sus títulos mesiánicos a través de las lecturas bíblicas y las antífonas: Mesías, Libertador, Salvador, Esperado de las naciones, Anunciado por los profetas... En sus títulos y funciones Cristo, revelado por el Padre, se convierte en el personaje central, la clave del arco de una historia, de la historia de la salvación. Con la Virgen María, que nos guía en el camino del Adviento, hagamos nuestras las palabras del profeta. “Señor, tu eres nuestro padre; nosotros somos de arcilla y tu el que nos plasma, todos nosotros somos obra de tus manos” (Is 64,7). En su ejemplaridad hacia la Iglesia, María es plenamente la Virgen del Adviento en la doble dimensión que tiene siempre en la liturgia su memoria: presencia y ejemplaridad. Presencia litúrgica en la palabra y en la oración, para una memoria grata de Aquélla que ha transformado la espera en presencia, la promesa en don. Memoria de ejemplaridad para una Iglesia que quiere vivir como María la nueva presencia de Cristo, con el Adviento y la Navidad en el mundo de hoy. A la luz del misterio de María, la Virgen del Adviento, la Iglesia vive en este tiempo litúrgico la experiencia de ser ahora "como una María histórica" que posee y da a los hombres la presencia y la gracia del Salvador. La espiritualidad del Adviento resulta así una espiritualidad comprometida, un esfuerzo hecho por la comunidad para recuperar la conciencia de ser Iglesia para el mundo, reserva de esperanza y de gozo. Más aún, de ser Iglesia para Cristo, Esposa vigilante en la oración y exultante en la alabanza del Señor que viene. ¿Qué es la fe? ¿Qué es creer? Creer es el encuentro con una Persona, que vive y nos transforma Fragmento de la Catequesis de Benedicto XVI del día 17-10-2012 “Hoy comienzo una serie de catequesis que busca profundizar el tema de la fe para renovar la alegría de creer en Jesucristo y caminar tras sus huellas. La Iglesia nos guía en este propósito por medio de la Palabra, los sacramentos y una caridad activa. Creer no es el encuentro con una idea o un programa, sino con una Persona, que vive y nos transforma al revelarnos nuestra verdadera identidad. Creer no es algo extraño y lejano a nuestra vida, algo accesorio; al contrario, la fe en el Dios del amor, que se ha encarnado y ha muerto en la cruz por nuestra salvación, nos presenta de forma clara que sólo en el amor encuentra el hombre su plenitud. En cambio, todo lo que es contrario a ese amor lo destruye. Así, Dios ha querido revelarse y mostrarnos su designio haciéndonos capaces de reconocerle presente en la historia, con su Palabra y su obra. La Iglesia se hace portadora de este anuncio que contiene la regla de la fe, a la que debemos mantenernos fieles. En el Credo está lo esencial de esa fe, no sólo desde un punto de vista intelectual, sino, sobre todo, vivencial, pues sobre esa base debemos fundar nuestra conducta, la vida moral, ya que la fe exige nuestra conversión, por encima de todo relativismo y subjetivismo.”