HISTORIA LAS CRUZADAS Las Cruzadas son las expediciones guerreras que emprendieron los cristianos de Europa Occidental, entre los siglos XI y XIII, para recuperar de manos de los turcos los Lugares Santos, donde vivió Jesús. En el siglo XI, después de haber sido objeto de invasiones, Europa se convirtió en invasora, así dio inicio a un gran movimiento de migración cuyo principal objetivo fue recuperar la ciudad de Jerusalén, que había caído en manos de los turcos seldjúcidas, que eran musulmanes. Estas peregrinaciones masivas de personas de todas las condiciones recibieron el nombre de cruzadas, pues sus integrantes se cosían una cruz en la vestimenta, para identificarse como cristianos y, a la vez, diferenciarse de los musulmanes. Las cruzadas, que se efectuaron hasta el siglo XIII, no solo se debieron a un motivo religioso. Otras causas de estas expediciones armadas fueron: – El aumento de población, que provocó una búsqueda de nuevas tierras y nuevos horizontes. – La presencia de los turcos en Palestina o Tierra Santa que amenazaba con su expansión tanto al Imperio bizantino como a los estados de Europa Occidental. – La necesidad del Papado de afianzar su poder ante el emperador del Sacro Imperio Germánico, y de canalizar en un sentido religioso el espíritu guerrero de los caballeros, reemplazando la guerra entre cristianos por la lucha contra los musulmanes. Las Cruzadas: Recuperación de Tierra Santa "Jerusalén" Las Cruzadas fueron una serie de guerras libradas entre los siglos XI hasta el XIII entre los ejércitos reunidos por los reinos cristianos de Europa y la mayor parte los ejércitos musulmanes del Asia menor y Mediterráneo oriental. Estas cruzadas de reconquista de Tierra Santa fueron bendecidas y, a menudo invocadas por el papado romano y motivados por una sensación de que era eminentemente religioso desalojar de la tierra donde nació, predicó y murió Jesucristo a la ocupación musulmana, se denominan "guerras de religión" a las Cruzadas. Sin embargo, en realidad las Cruzadas tenían motivos eminentemente políticos y económicos dentro del mundo feudal de la Edad Media europea y bizantina, y como un fin práctico, la defensa de los cristianos en Tierra Santa contra los musulmanes. También son considerados por muchos historiadores como la respuesta del Cristianismo al yihad Islámico del siglo VII. Las Cruzadas originalmente tenía el objetivo de recuperar Jerusalén "Tierra Santa" de manos de los Musulmanes y se pusieron en marcha en respuesta a una llamada en busca de ayuda del Imperio Cristiano Bizantino contra la expansión de los musulmanes Selyúcidas turcos en Anatolia (Asia Menor) . El término Cruzadas también se utiliza para describir las campañas contemporáneas y posteriores realizadas hasta el siglo XVI en territorios situados fuera de Oriente por lo general contra los paganos, herejes. Las cruzadas tuvieron repercusiones políticas, económicas, sociales de gran alcance, algunas de los cuales han durado hasta tiempos contemporáneos. Debido a conflictos internos entre los reinos cristianos y sus poderes políticos, algunas de las expediciones de las Cruzadas fueron desviadas de su objetivo original, tales como la Cuarta Cruzada, que resultó en el saqueo de la Constantinopla cristiana y la partición del Imperio bizantino entre Venecia y los cruzados. La Sexta Cruzada fue la primera cruzada que zarpó sin la bendición oficial del Papa. La séptima, octava y novena Cruzada resultaron en derrotas de los reinos cristianos frente a los mamelucas y berebere, la Novena Cruzada marcó el final de las cruzadas en el Oriente. El origen de las Cruzadas La I Cruzada fue predicada por el Papa Urbano II en el Concilio de Clermont (1095), tras la conquista de Jerusalén por los turcos seljúcidas (1076) y las peticiones de ayuda del emperador bizantino Alejo I Comneno. Aparte de la recuperación de los Santos Lugares, con su clara connotación religiosa, los Papas vieron las Cruzadas como un instrumento de ensamblaje espiritual que superase las tensiones entre Roma y Constantinopla, que además elevaría su prestigio en la lucha contra los emperadores germanos, afianzando su poder sobre los poderes laicos. También como un medio de desviar la guerra endémica entre los señores cristianos hacia una causa justa que pudiera ser común a todos ellos, la lucha contra el infiel. Las ocho Cruzadas La historiografía tradicional contabiliza ocho cruzadas, aunque en realidad el número de expediciones fue mayor. Las tres primeras se centraron en Palestina, para luego volver la vista al Norte de África o servir a otros intereses, como la IV Cruzada. La I cruzada (1095-1099) dirigida por Godofredo de Bouillon, Raimundo IV de Tolosa y Bohemundo I de Tarento culminó con la conquista de Jerusalén (1099), tras la toma de Nicea (1097) y Antioquia (1098), y la formación de los estados latinos en Tierra Santa: el reino de Jerusalén (1099), el principado de Antioquia (1098)y los condados de Edesa (1098) y Trípoli (1199). La II Cruzada (1147-1149) predicada por San Bernardo de Clairvaux tras la toma de Edesa por los turcos, y dirigida por Luis VII de Francia y el emperador Conrado III, terminó con el fracasado asalto a Damasco (1148). En última instancia, los fracasos llevarian al futuro colapso del Reino de Jerusalen (sitio y caida de Jerusalen en 1187) que sucumbiria ante las fuerzas musulmanas comandadas por Saladino, lo que posteriormente provocaria la Tercera Cruzada al final del siglo XII. La III Cruzada (1189-1192) fue una consecuencia directa de la toma de Jerusalén (1187) por Saladino. Dirigida por Ricardo Corazón de Léon, Felipe II Augusto de Francia y Federico III de Alemania, no alcanzó sus objetivos, aunque Ricardo tomaría Chipre (1191) para cederla luego al Rey de Jerusalén, y junto a Felipe Augusto, Acre (1191) La IV Cruzada (1202-1204), inspirada por Inocencio III ya contra Egipto, terminó desviándose hacia el Imperio Bizantino por la intervención de los venecianos, que la utilizaron en su propio beneficio Tras la toma y saqueo de Constantinopla (1204) se constituyó sobre el viejo Bizancio el Imperio Latino de Occidente, organizado feudalmente y con una autoridad muy débil. Desapareció en 1291 ante la reacción bizantina que constituyeron el llamado Imperio de Nicea, al tiempo que Génova sustituía a Venecia en el control del comercio bizantino. La V (1217-1221) y la VII (1248-1254) Cruzadas, dirigidas por Andrés II de Hungría y Juan de Brienne, y Luis IX de Francia, respectivamente, tuvieron como objetivo el sultanato de Egipto y ambas terminaron en rotundos fracasos. La VI Cruzada (1228-1229) fue la más extraña de todas, dirigida por un soberano excomulgado, Federico II de Alemania, alcanzó unos objetivos sorprendentes para la época: el condominio confesional de Jerusalén, Belén y Nazareth (1299), status que sin embargo duraría pocos años. La VIII cruzada (1271) también fue iniciativa de Luis IX. Dirigida contra Túnez concluyó con la muerte de San Luis ante la ciudad sitiada. Consecuencias Las Cruzadas influyeron en múltiples aspectos de la vida medieval, aunque, en general, no cumplieron los objetivos esperados. Casi todas las expediciones militares sufrieron importantes derrotas. Jerusalén se perdería en 1187 y lo que quedó de las posiciones cristianas tras la III Cruzada hasta su definitiva pérdida en el siglo XIII (San Juan de Acre -1291) se limitaba a una estrecha franja litoral cuya pérdida era cuestión de tiempo. Además, los señores de Occidente llevaron sus diferencias tanto a las propias Cruzadas (Luis VII de Francia y Conrado III en la II Cruzada; Ricardo Corazón de León y Felipe II Augusto en la III) como a los estados cristianos fundados en Tierra Santa, dónde los intereses de los diferentes grupos dieron lugar a numerosos conflictos. En el intento de reensamblar las cristiandades latina y griega, no sólo falló la Cruzada, sino que acentuó el odio y la diferencia entre ellas, convirtiéndose en causa última de la ruptura definitiva entre Roma y Bizancio. Cierto es que Bizancio pidió ayuda a Occidente, pero al modo tradicional, pequeños grupos de soldados que le ayudasen a recobrar las provincias perdidas, no con grandes ejércitos poco dispuestos a someterse a la disciplina de los mandos bizantinos, o que se convirtieran en poderes independientes en las tierras que ocupasen o en la propia Constantinopla, como ocurrió en la IV Cruzada. Historiadores como Ana Comneno o Guillermo de Tiro nos han dejado testimonios del impacto del paso de los cruzados por las tierras bizantinas y el choque entre la brutalidad de costumbres de los occidentales y el refinamiento cultural bizantino. Por último, y a pesar de los réditos políticos que las Cruzadas tuvieron para el Papado como director de la política exterior europea, pronto se encontró Roma con voces que criticaban su uso como instrumento al servicio de los intereses papales, sobre todo desde que no se limitaron a los musulmanes, y se dirigieron también contra los disidentes religiosos o los enemigos políticos. LA CRUZADA DE LOS NIÑOS La Cruzada de los Niños o Cruzada infantil es el nombre dado a un conjunto de hechos históricos mezclados con relatos fantasiosos que ocurrieron en el año 1212. Esta combinación dio lugar a varios informes con varios elementos en común: un hombre llevando a un gran grupo de niños y jóvenes menores a marchar al sur de Italia con el objetivo de liberar Tierra Santa (Jerusalén) y que desemboco en la muerte de los niños o su venta para ser esclavizados (fueron vendido como esclavos cuando llegaron a Alejandría). Hay varias versiones diferentes y los hechos reales que dieron origen a leyendas continúan siendo debatidos por los historiadores. GEOGRAFÍA DIVISIÓN TERRITORIAL ADMINISTRATIVA DEL PERú El territorio peruano ha sido ocupado y organizado a lo largo de la historia de diferentes maneras, con la finalidad de administrar y controlar el espacio y los recursos que en él se encuentran. La forma en que las antiguas civilizaciones prehispánicas organizaron sus territorios fue muy diversa. En la época del Tahuantinsuyo, el espacio se dividió en cuatro suyos, teniendo como centro la ciudad del Cusco; la población se encontraba dispersa y sólo había unos pocos núcleos urbanos. Con la conquista y colonización española se establecieron corregimientos (y luego intendencias). La población fue concentrada en pueblos («reducciones») y la dispersión empezó a reducirse, tendencia que se acentuó durante la etapa republicana. En el siglo XVIII se crearon las intendencias, distritos que correspondían a los obispados que ya existían, como Ayacucho, Cusco, Lima o Trujillo. En la primera mitad del siglo XIX, con las intendencias convertidas en departamentos, se crearon las juntas departamentales y las provincias, que dieron origen a la configuración actual de la organización territorial. La división política y administrativa del territorio peruano reconoce cuatro tipos de unidades administrativas: a) Distritos c) Departamentos b) Provincias d) Regiones a) La Organización Distrital y Municipal El distrito es una unidad territorial base del sistema político-administrativo, cuyo ámbito es la unidad geográfica con identidad histórico cultural. Cada provincia está divida en distritos, que llegan a ser 1828. Las Municipalidades pueden ser provinciales y distritales y son los órganos de gobierno local; tienen autonomía política, económica y administrativa en los asuntos de su competencia. b) La Organización Provincial Una provincia es la circunscripción territorial de segundo nivel que constituye un sistema político-administrativo con sus distritos y a su vez es la base de la unidad departamental. Cada departamento está dividido en provincias, las cuales llegan a ser 194 más la Provincia Constitucional de Callao. En cuanto a su número por departamento son: Amazonas 7; Ancash 20; Apurímac 7; Arequipa 8; Ayacucho 11; Cajamarca 13; Cusco 13; Huancavelica 7; Huánuco 11; Ica 5; Junín 9; La Libertad 12; Lambayeque 3; Lima 10; Loreto 6; Madre de Dios 3; Moquegua 3; Pasco 3; Piura 8; Puno 13; San Martín 10; Tacna 4; Tumbes 3 y Ucayali 4. c) La Organización Departamental Un departamento es el ámbito de mayor nivel de las circunscripciones territoriales de la república, está conformada por los distritos y provincias. La actual organización política de la República comprende veinticuatro departamentos: Amazonas, Ancash, Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Cajamarca, Cusco, Huancavelica, Huánuco, Ica, Junín, La Libertad, Lambayeque, Lima, Loreto, Madre de Dios, Moquegua, Pasco, Piura, Puno, San Martín, Tacna, Tumbes, Ucayali. El Perú cuenta además con una Provincia Constitucional: el Callao. d) La Organización Regional Es una circunscripción territorial del sistema político – administrativo, cuyo ámbito es una unidad territorial geoeconómica, con diversos recursos naturales, sociales e institucionales. DIVISIÓN POLÍTICA – ADMINISTRATIVA DEL PERÚ ECONOMÍA EL ESTADO COMO AGENTE ECONÓMICO Estado es un concepto político que se refiere a una forma de organización social, económica, política soberana y coercitiva, conformada por un conjunto de instituciones, que tienen el poder de regular la vida comunitaria nacional, generalmente solo en un territorio determinado o territorio nacional; aunque no siempre, como en el caso del imperialismo.