en el caso de Domingo y de quien le resulta familiar, se trata del único interés de la santidad. Acoger a los jóvenes que recorren las calles y a aquellos que salen de las cárceles, en la casa de Don Bosco, es brindarles la acogida en el calor del hogar, de la propia familia, por eso el trato debe ser amable, bondadoso, saliéndoles al encuentro y haciéndose uno con ellos, tal como hace Jesús con los más pequeños. Es esa familiaridad, en la que se demuestra realmente el amor, la que engendra un verdadero afecto en los jóvenes. La confidencia ilimitada La confidencia es uno de los componentes esenciales en el sistema educativo de Don Bosco y se debe cultivar sabiéndose ganar el corazón de cada joven, acogiéndolo con familiaridad; pero se debe tener presente la caracterización que el mismo Don Bosco hace de ella, diciendo que es una confidencia Cristiana, con lo cual indica un tipo de confianza mucho más profunda en la cual las personas se implican mutuamente en la búsqueda de la voluntad de Dios, para después dedicarse por entero a su realización. A la base de la confidencia Cristiana está el amor que fundamenta el estilo de las relaciones familiares en la comunidad educativa de Don Bosco. Podríamos decir que el nivel de confidencia propuesto por Don Bosco tiene en la mira una confidencia familiar al estilo de la que él vive en su relación con Mamá Margarita, y que es descrita éstos términos: “Les puedo decir que mi madre me quería mucho y yo le tenía una confianza ilimitada; sin su consentimiento yo no habría movido un píe”.18 El modo práctico como se debe vivir este tipo de confidencia nos lo presenta Don Bosco a través de diversos ejemplos, haciendo notar cómo, dentro de ese estilo típico de relaciones, el joven se pone confiadamente en las manos del educador para que lo ayude 18 MO, 42. realmente a crecer en la virtud, en la santidad. Por su parte, el educador, el sacerdote, el maestro, el asistente, debe saberse ganar el corazón del joven mediante el trato amable y bondadoso para poder ser su confidente.19 Ganarse el corazón del joven significa, pues, tener autoridad moral sobre él, conocer profundamente cada secreto que el joven posee en su corazón, en su vida; solamente así podrá conducirlo adecuadamente en el camino de sus grandes opciones y en la conquista de la salvación de su alma. Puede decirse entonces que, en esta experiencia confidencial, a cada uno le corresponde un rol que debe saber conjugar con el del otro, el educador orientando y acompañando el crecimiento del joven, y éste que a su vez, se deja conducir. Así vemos que Don Bosco no solamente recomienda la confidencia, sino que, en cierta medida, la considera como un verdadero requisito para poder avanzar juntos por ese camino de la santidad.20 Para alcanzar una verdadera confidencia cristiana, en la experiencia educativa animada por Don Bosco, no se debe dejar pasar mucho tiempo, sino que se debe favorecer desde el primer momento en el que se tiene el encuentro con el joven, tal como él mismo lo hace y nos enseña en la vida de Domingo Savio,21 con quien, una vez se conocieron, entabló esa relación profunda y confidencial, recomendándole, además, ponerse a rezar desde ya para que juntos puedieran descubrir la voluntad de Dios. Sin embargo, Don Bosco no desconoce las dificultades que se puedan presentar y por eso, en la vida de la beata Maria degli Angeli, 19 Giovanni BOSCO, Fatti contemporanei esposti in forma di dialogo, Torino, Tipografía dir da P. de-Agostini, 1853. 45. En adelante: Fatti Contemporanei. 20 Giovanni BOSCO, lettera a Giovanni Garino, (Lanzo Torinese, 20 luglio 1863), en Epistolario, Volume primo: (1835-1863), Introduzione, testi critici e note a cura di MOTTO Francesco, Roma, LAS, 1991-2003. 592. En adelante: Em I. 21 Giovanni BOSCO, Vita del Giovanetto Savio Domenico, allievo dell’Oratorio di S. Francesco di Sales, con apéndice sulle grazie ottenute per sua intercessione, Torino, Tipografia e librería salesiana, 1880. 28. En adelante: Vita del Giovanetto Savio Domenico 1880. S A L E S I A N I D A D / C S R F P 13