Tener o no tener. El sectarismo Joaquín Leguina "El silencio es un valor en sí, pero lo es mucho más la fidelidad silente. La palabra traición es consustancial al lenguaje sectario. Traidor es aquel que debiéndonos tanto se atreve a discrepar, incluso a pensar que no estamos en el mejor de los mundos posibles". Es la segunda v~z que recogemos un fragemento de "Los ríos desbordados", el libro recientemente a palabra "secta" evoca, por contraposición , la de "iglesia" , y ésta, por antonomasia , se apellida católica, es decir, universal. La secta es el núcleo duro de una creencia excluyente, definitivamente pequeña, convencida y nada convincente. De ahí que el sectarismo se asocie mentalmente con el dogmatismo. Podría decirse que es el dogma quien justifica el comportamiento sectario; sin embargo, esto no es cierto. Este comportamiento no siempre necesita un corpus dog·mático para tener lugar. En política, el sectarismo ha solido darse junto a posiciones ideológicas de tipo dogmático, pues éstas representan un modo de autoidentificación fuerte. Sin embargo, lo esencial en el sectarismo son las actitudes respecto a "los otros". En términos políticos, la secta se identifica por exclusión. Sectario es quien afirma: "quien no está conmigo, está contra mí". El estalinismo se caracterizó por un proceder sectario que se basó, sí, en una "teoría", en un cuerpo de ideas congelado en for- 32 Abril1994. EL TRABAJO ma de dogma, pero los efectos perversos del estalinismo están tanto en sus dogmas como en sus feroces comportamientos. También puede producirse el fenómeno sectario sin dogmas, sin teorías e incluso sin ideas autoidentificadoras. En tales casos, la secta no se identifica a sí misma por las ideas, sino por las adscripciones , los rechazos y, sobre todo, por los comportamientos frente a los extraños. La secta interna en un partido no dogmático estaría constituida por un conjunto de individuos que se autoidentifica tribalmente con lazos firmes de intereses en torno al poder. Dentro de los partidos democráticos suelen darse otro tipo de identificaciones de carácter ideológico a las que suele denominarse corrientes o tendencias. No es frecuente que la debilidad de las diferencias ideológicas entre las distintas corrientes haga que éstas, las corrientes, se autodefinan a través de las cuotas de poder que reparten , con lo que acaban por aparecer clientelas, verdaderos obstáculos para cualquier proyecto colectivo. Más adelante volveremos sobre ello. publicado por Joaquín Leguina. La actualidad de sus reflexiones sobre la cultura política en la que nos desenvolvemos, la crisis de la izquierda o la del Estado del Bienestar, hace difícil no publicar este texto en el que reflexiona sobre uno de los viejos lastres de las organizaciones de la izquierda, un mal que sólo tiene una vacuna: la reflexión crítica. En la democracia, un to. Pero éste no es el propartido sectario de tipo blema. El problema surge dogmático está condena- cuando el disenso respecdo , salvo situaciones de to a las decisiones, más excepción , a la pequeñez que minoritario, es consi derado herético. Este siselectoral. Es éste un aserto que tema, que podría denomise confirma con abundan- narse piramidal , tanto en tes casos históricos en los la selección como en la que el sectarismo ha sido forma de refrendo, es el dogmático y, por lo tanto, mejor caldo de cultivo para el dogma se ha convertido los comportamientos secen la coherente diferencia tarios. Aunque tales comentre los miembros de la portamientos no son exsecta y los de fuera. Sin clusivos del sistema piraembargo, existen compor- midal, sin embargo es en tamientos sectarios en el éste donde juega con más interior de los partidos no fuerza el principio de exclusión. "Los otros" acadogmáticos. Los efectos electorales ban siempre por autoexde estos comportamientos cluirse, basta con señalarno son inmediatos , pues les con el dedo y esperar sólo cuando tal sectarismo a que cometan un error, a sale al exterior, cuando tal que caigan en el herejía. El sectarismo, dogmáticomportamiento es percibido por la ciudadanía , co o no, es un sistema de empieza éste a lastrar los identificación , de perteresultados en las urnas. nencia a un grupo , pero Algún riesgo hemos corri- uno y otro tienen diferendo los socialistas a este tes diálogos (diferentes respecto en los últimos formas de transitar por su razón de ser). Mientras tiempos. Cuando el sistema de que el sectarismo dogmáelección del aparato es la tico se pregunta "¿POR cooptación , éste toma las QUE?" (pertenecer a un decisiones autónomamen- grupo) y se responde "porte, vale decir, sin consulta que comulga con un ideprevia a los miembros que al", el sectarismo no dogteóricamente deben re- mático se pregunta "¿PAfrendarlas. El refrendo RA QUE?" y su respuesta siempre es a posteriori y es siempre una finalidad y se realiza por asentimien- una identificación de grupo