La Organización Internacional del Trabajo (OIT) planteaba con preocupación el aumento de los índices de estrés en el espacio laboral especialmente en las últimas décadas, convirtiéndose este tema en un problema social de interés público, el cual se plantea que su abordaje requerirá desafíos por parte de los gobiernos, los empleadores y los espacios de expresión gremial de los trabajadores (los sindicatos). Pero nos parece pertinente destacar que estrés y burnout no son sinónimos, el estrés se da en las distintas dimensiones de la vida cotidiana (familia, amigos, tiempo libre - ocio) y se vive como tensión y agotamiento, pero de manera positiva o placentera así como negativa o frustrante; mientras que el burnout es una expresión del mundo del trabajo y se vivencia siempre en sentido de negativo, con poca o casi nula realización de lo que se hace o produce en el sentido de la estima personal, acompañada de agotamiento persistentes en el espacio laboral. Hay autores (A. Pines, E. Aronson y D. Kafry, 1981) que expresan que el burnout presenta características tridimensionales: poca realización personal, agotamiento emocional y despersonalización. Existen estudios diversos en diferentes partes del mundo que demuestran que este síndrome de desgaste laboral se manifiesta con mayor presencia en las profesiones que trabajan en el espacio educativo y de la salud, que se sienten presionados por las excesivas demandas en su espacio de trabajo, ámbitos en los cuales nos desempeñamos gran parte de los trabajadores de la UdelaR. El síndrome de burnout es una respuesta al estrés laboral, es un desgaste que se va produciendo paulatinamente en lo laboral e implica el agotamiento de la o las personas debido a que vivencia en sus lugares de trabajo situaciones de presión, de tensión, de exigencia desmedida, de cansancio que provocan esta enfermedad laboral. Para que el mismo aparezca es necesario eventos estresantes permanentes - duraderos por períodos prolongados, favorecidos por condiciones de trabajo exigentes e interacciones humanas intensas. Se considera que hay personas más propensas a padecer el burnout por presentar un perfil de alta auto-exigencia, baja tolerancia al fracaso, con necesidad de lograr la excelencia y perfección en lo que realizan. A las características anteriormente mencionadas, se le puede sumar el escaso tiempo de ocio, la inexistencia de actividades deportivas y físicas y la sobrecarga laboral de los trabajadores (M. Kingma, 2004). No hay duda, que hay determinaciones en el ambiente institucional, como es el clima y la cultura de la organización, que junto a las características individuales y características del propio espacio de trabajo agudizan la presencia del burnout. Es necesario detectar precozmente algunos de los síntomas que describen al burnout, para evitar dificultades de gran complejidad que causen daños irreparables en la calidad de vida y bienestar de quienes lo padecen. Estos síntomas afectan la salud física, psíquica, afectiva y social del o de los implicados y ellos pueden ser de índole: (i) físico como la hipertensión, fatiga, cefaleas o migrañas, dolores abdominales o musculares, asma, alteraciones del sueño y urticaria; 1- Abstract presentado en el XI Encuentro de Trabajadores Sociales y I Congreso Internacional de Bienestar Social, realizado en Montevideo - Uruguay (mayo/2011). (ii) conductual: problemas con la alimentación, abuso de drogas, fármacos y alcohol, ausentismo laboral, el desarrollo excesivo de hobbies y dedicación a otras cosas para liberarse de la rutina en la hora de trabajo; (iii) emocional: ansiedad, depresión, irritabilidad, baja autoestima y motivación, dificultades de concentración, sentimientos de vacío y deseos de abandonar el trabajo (G. Menéndez, s/f). Por eso, las medidas de prevención y promoción en salud, con énfasis en salud mental van a estar estrechamente emparentadas con las condiciones objetivas y subjetivas de vida física, social y laboral del trabajador/a y los estudiantes. Esto significa favorecer prácticas cotidianas de ejercicio físico tanto en la vida privada como en el trabajo (hacer deportes, yoga, ejercicios de relajación y reducción de estrés, caminatas), acompañadas de cambios en las modalidades de consumo de alimentos (incorporar frutas y vegetales a los menús diarios, con la reducción del consumo excesivo de cafeínas y otros derivados), logrando BPA (Buenas Prácticas de Alimentación); además de lograr una jornada de sueño que tenga como mínimo un descanso de 7 a 8 horas diarias. Se debe priorizar tener tiempo libre, evitando llevar tareas o realizar acciones fuera de la jornada de trabajo (siempre y cuando la misma no sea imprescindible), manteniendo redes de sostén afectivas a partir del relacionamiento sostenido con familiares y amigos. El ambiente de trabajo también debe ser preservado, realizando evaluaciones críticas e intervenciones institucionales, con revisión de la estructura como de las dinámicas organizacionales, valorando la importancia de la rotación por turnos y reivindicando condiciones de trabajo y estudio que no violenten los derechos sustantivos de sus involucrados. (Charnes, 2001). La Organización Internacional del Trabajo (OIT) sostiene que "las empresas que ayuden a sus empleados a hacer frente al estrés y reorganicen con cuidado los ambientes de trabajo, en función de las aptitudes y aspiraciones humanas", tienen más posibilidades de lograr ventajas competitivas (citado en Slipak,1996), evitando así agotamiento, incremento del ausentismo, baja productividad y los accidentes laborales. Referencias Bibliográficas:Charnes, Gabriela (2001). La calidad de vida de los profesionales de la salud: previniendo el síndrome "burnout". La Tercera, 2 de febrero de 2001.Kingma, Mireille (2004). Consejo Internacional de Enfermeras (CIE): www.icn.ch/matters_stresssp.htm. Disponible en Agenda Salud / Isis Internacional Página 5 de 8, http://www.isis.cl/temas/salud/agenda/ agenda24.htm 26/03/2004 Recuperado 23/5/2011Menéndez, Galindo (s/f). Desgaste profesional o burnout. Disponible en: www.secpal.com/revista/resumen_ponencias/ resumen_ponencias_50.htm. Recuperado mayo de 2011.Slipak, Oscar (1996). Estrés laboral. Alcmeon N° 19. Disponible en:http://www.alcmeon.com.ar/5/19/a19_03.htm III Encuentro del Programa de Salud Mental Universidad Saludable