RESENAS Podria pensarse, por todo lo que antecede, que el autor

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RESENAS
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Podria pensarse, por todo lo que antecede, que el autor intenta crear un clima en el que
se desarrolle la asfixia y tensi6n de sus personajes. Pero esto es precisamente lo que falla:
el contexto, el entorno social. Los personajes principales son Julio y Gregorio; Julio, el
traductor que suena con hacerles entrevistas pol6micas a Fidel y a Herbert Marcuse, y
Gregorio, el escritor medio alcoh6lico cuya marginaci6n le convierte en sospechoso. Ambos
son testimonio de una frustraci6n: la de los intelectuales comprometidos con la revoluci6n
en un primer momento, pero criticos de su etapa posterior. Los dos se sienten a la postre
traicionados y estafados. Pero tanto ellos como los otros -Luisa,
Gloria, Ona- aparecen
con frecuencia desvafdos y sin suficiente identidad. Su confrontaci6n Ilega tarde, en el iltimo
capitulo, cuando, llenos de dudas y ansiando volver a creer, terminan borrachos en una playa
soy Marx, Karl Marx, y ti no eres mas que una rata
jugando a ser Marx y Engels.
al margen de la historia. -Pues yo soy Engels, viejo de mierda; yo soy Engels>> (p. 267).
Y a continuaci6n se enzarzan en una pelea. Dificil le es al lector, sin embargo, detectar, en
el laberinto de la novela, la dclave existente entre estos dos personajes. Lo cierto es que, por
el montaje de la obra, al Ilegar a este momento culminante hemos perdido el interes y nos
sentimos desilusionados. Nos quedamos sin saber si en Julio se esconde el propio Padilla y
si su anlisis de la realidad concreta y posterior desencanto fue el proceso experimentado por
el propio autor, lo que le oblig6 a abandonar Cuba y desligarse de la mecfnica de la revoluci6n.
El procedimiento narrativo, aunque interesante, contribuye a difuminar las cosas y a
enmaraniar la madeja narrativa. Consiste en que el narrador narra a un personaje, Gregorio,
y 6ste a su vez narra a otro escritor, Julio, que a su vez pretende ser la proyecci6n del propio
yo del narrador y del autor-narrador. Pero con ello se ha despistado al lector dificultandole
la entrada en el entramado vivencial del corpus novelesco. Y es que, por otra parte, la forma
narrativa se desarrolla a base de acumulaciones fragmentarias, perfiles apenas esbozados,
pasajes en que se pierde el hilo narrativo por los constantes arrebatos extemporineos de su
autor. Queda como en una vaporosa neblina la distinci6n entre pasado y presente, suefio y
realidad, entre lo que se observa e intuye. Y no es por ambigihedad -aspecto, por otra parte,
muy positivo de la obra-, sino por falta de arquitectura apropiada, de confusa ordenaci6n
de la materia narrativa y de carencia, a veces, de verdadera garra expresiva. Sin duda, el
autor parte de una vivencia aut6ntica que se cifra en el intento de todo regimen socialista de
impedir que el intelectual se convierta en la conciencia critica de su sociedad, pero que al
lector se le torna oscuro, por lo que se resiente su credibilidad.
Tal vez lo mis logrado del libro sean las reflexiones sociopoliticas, que alcanzan niveles
de verdadero convencimiento y fuerza literaria. Entre ellas cabe destacar las de la creciente
estructuraci6n de la Revoluci6n (pp. 39, 53, 69, 266), la p6rdida de la iniciativa individual
(pp.125, 255, 264) y la dialdctica de la persona tratada como caso policial («todo hombre
era un informe>>, p. 179).
No creo que fuera muy arriesgado situar a En mi jardinpastan los heroes en ese apartado
de libros que, segdn su autor, <escritos en el socialismo, son generalmente imperfectos y a
los que la estdtica en boga o clandestina los hace segregar siempre desesperaci6n o neurosis>>
(p. 23).
<<-Yo
ALICIA RAMOS
University of Missouri
REINALDO ARENAS, El portero. Malaga: Dador Ediciones, 1989.
La Editorial Dador acaba de publicar El portero, la iltima novela de Reinaldo Arenas.
Aunque aparece ahora en espaiol, esta obra ya se habia publicado en Francia hace dos afios,
siendo asi la tercera vez que un texto de Arenas se imprime en lengua extranjera antes que
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ia
en espanol. El portero es la septima novela del autor cubano; sin embargo, es primera que
no se desarrolla en Cuba.
En El portero, Arenas carnavaliza la tradici6n literaria de la fibula tal como la practic6
el griego Esopo en la antigiedad y La Fontaine en el siglo xvii. La fabula se define como
una breve historia didictica, escrita en verso o en prosa, la cual personifica a los animales
para representar las flaquezas humanas; el prop6sito es dar una ensefianza itil o moral. En
El portero, Arenas asimila la estructura exterior de la fibula, pero a la vez subvierte las
caracteristicas principales del genero. Mientras El portero se vale de la personificaci6n de
los animales para articular -en una prosa sencilla y tersa- una anecdota quimerica, la
novela, a la vez, deconstruye la valorizaci6n jerrquica hombre-animal y, mis importante,
socava todo prop6sito didictico o moral.
El portero, en oposici6n a la fibula tradicional, es un texto sumamente pesimista. Esta
novela de la vida contemporinea urbana no supone ning6n tipo de explicaci6n facil a los
problemas de la deshumanizaci6n, el desarraigo, la incomunicaci6n y el materialismo. Esta
no es una novela edificante de caricter didictico. Al contrario, Elporteroarticula la biisqueda
inutil por la salvaci6n en un mundo moderno que condena al hombre a la disconformidad y
donde los propios animales se comportan con mis sensatez que los hombres.
Dividida en dos partes, la novela presenta la historia de Juan, un joven exiliado cubano
del Mariel que toma un trabajo como portero en un elegante edificio de apartamentos en
Manhattan. El sujeto de focalizaci6n de la novela es «<un mill6n de personas>> an6nimas
(identificadas como cubanos exiliados) que exponen la historia de Juan basandose en los
escritos del portero y en los informes recibidos de otros que han observado los extrafios
acontecimientos. Este
colectivo admite que no es especialista en la escritura, pero
ha decidido relatar la historia de Juan por lo extraordinaria que ha sido. El concepto tradicional
colectivo se
de autor se satiriza adn mas en un momento de la novela, cuando el
defiende ante los reproches de los que preguntan por qu6 el texto no lo ha escrito un autor
con mas experiencia: un Cabrera Infante, por ejemplo, o un Heberto Padilla, o un Severo
Sarduy, o inclusive un Reinaldo Arenas.
La primera parte de la novela da a conocer a los inquilinos exc6ntricos del lujoso edificio
neoyorquino donde Juan trabaja como portero. Arenas utiliza la ironia, produciendo efectos
c6micos y burlescos, para presentar las peculiaridades de estos individuos. Entre este conjunto
de maniacos se destacan: una suicida frustrada, un Don Juan impotente, una alcoh6lica
ninfomaniaca, dos viejos homosexuales identicos y una profesora de ciencias sociales fandtica
defensora de Fidel Castro. Cada individuo que se introduce en la primera parte vive con un
animal; entre 6stos hay algunos bien ex6ticos: una serpiente de cascabel, un orangutan, un
oso blanco, una perra egipcia...
La segunda parte de la novela es un verdadero carnaval bakhtiniano donde se invierte la
jerarquia hombre-animal. Los animales empiezan a hablar y a comunicarse con el portero.
Reunidos en el s6tano del edificio con Juan, los animales planean una fuga para librarse de
los abusos de sus amos. El portero Juan es el elegido, el sefialado para dirigir a los animales
a la
puerta>>, que siempre se describe por medio del tiempo condicional, se
presenta como una posible entrada a una vida mas tranquila, una salvaci6n, una anhelada
via por la cual se podria dejar atrds un mundo insensible y brutal.
En la primera parte de la novela, Juan se habia propuesto llevar a los inquilinos a una
puerta que <«los conduciria hacia dimensiones nunca antes sospechadas, hacia regiones sin
tiempo ni limites materiales>> (p. 20). Sin embargo, ningun inquilino le prest6 atencido.
Todos estaban muy ocupados con sus propios asuntos para escuchar al portero.
Al final de la novela, despues de que los animales rescatan al pobre Juan de un manicomio
(sitio donde lo encierran despu6s que se descubre que el portero habla con animales), 6sie
-como un Mois6s contempordneo (Arenas parodia muchas imagenes cristianas en la nove-
<<nosotros>>
<<nosotros>>
<<puerta>>. <<La
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la)- dirige el 6xodo de animales hacia las tierras calidas del Sur. En un capitulo final, que
Ileva por titulo
puerta>, Juan se imagina a los animales pasando por la puerta liberadora.
Sin embargo, al terminar, comenta: «Todos menos yo, el portero, que desde afuera los vere
alejarse definitivamente>> (p. 173). Juan, o sea, el hombre, se queda fuera, solo, anorando
o imaginando c6mo serfa vivir en un mundo sin miedo, sin enfermedades, sin sufrimientos
ni frustraciones.
El portero se desarrolla en el ano 1992. La intenci6n par6dica de socavar el quinto
centenario del «descubrimiento>> de America es evidente. ,Qu6 salvaci6n puede esperar
Latinoamerica, la cual se encuentra plagada cada vez mas por la desigualdad, dictadores de
derecha e izquierda, incesantes intervenciones extranjeras, etc., despu6s de quinientos anios
de supuesta <«civilizaci6n europea y norteamericana? Al hablar de El portero, Arenas ha
comentado:
he estado de acuerdo con los sistemas en los que me ha tocado vivir.
Quiza por eso reinvento mi mundo con la pluma>>. La dclave de la visi6n novelistica areniana
reside precisamente en ofrecer, y defender a la vez vehementemente, el desenfrenado recorrido
de la imaginaci6n y la fantasia como nico escape a la asombrosa y s6rdida realidad humana.
Recordemos a las figuras de Celestino (Celestino antes del alba), Fray Servando (El mundo
alucinante), Fortunato (El palacio de las blanquisimas mofetas), H6ctor (Otra vez el mar),
Arturo (Arturo, la estrella mds brillante), etc.
El portero es una fhbula moderna que habla del fracaso humano y de la deplorable
espantosa <«civilizaci6n humana. En un momento de la novela, un mono, frente a la asamblea
de animales en el s6tano del edificio, revela la lamentable situaci6n del hombre, no digna
de imitarse, al decir:
en el hombre (al que ustedes desgraciadamente imitan en vez de
dejar que sea 61 quien nos imite) la vida se ha vuelto un juego sucio, y lo que es peor...,
[es] que ya ni ellos mismos conocen lo que es la libertad ni mucho menos c6mo disfrutarla>>
(p. 147).
<<La
<<Nunca
<<Pero
FRANCISCO
SOTO
University of Michigan-Dearborn
REINALDO ARENAS, Voluntad de vivir manifestndose. Madrid: Editorial Betania, 1989.
La Editorial Betania acaba de publicar una colecci6n de poemas cortos de Reinaldo Arenas
bajo el titulo de Voluntad de vivir manifestandose. Este poemario, escrito con la furia y
seducci6n que caracteriza toda la obra de Arenas, es una manifestaci6n podtica de las represiones, soledades y desesperaciones que le ha tocado vivir al autor: la tirania de Batista, el
destierro espiritual bajo el sistema castrista, el envilecimiento del mundo capitalista y, mas
reciente, la crisis del SIDA, que ha devastado Nueva York, ciudad en la cual Arenas ha
vivido desde su Ilegada a los Estados Unidos en 1980. El autor afirma en el prologo:
contemplado el infierno, la dnica porci6n de realidad que me ha tocado vivir, con ojos
familiares; no sin satisfacci6n lo he vivido y cantado... S6lo me arrepiento de lo que no he
hecho. Hasta dltima hora, la ecuanimidad y el ritmo>> (p. 7).
Voluntad de vivir manifestdndose estd dividido en cuatro secciones que Ilevan por titulo:
sinfonia que milagrosamente escuchas>>,
desde el infierno>>, <<Mi amante el
mar>> y
otono me regala una hoja>>.
Los nueve poemas de la primera secci6n (<<Esa sinfonia que milagrosamente escuchas>>)
fueron escritos entre 1969 y 1975, mientras Arenas todavia vivia en Cuba. Estos articulan
una profunda angustia existencial a consecuencia del sistema politico que le prohibe al poeta
la libre expresi6n. Tanto la constante vigilancia (<<Carlos Marx / no tuvo nunca sin saberlo
una grabadora / estrat6gicamente colocada en su sitio mas intimo>>) como la esclavitud del
<<He
<<Esa
<<El
<<Sonetos
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