El mito de Sísifo y la ciencia procesal Francisco Ramos Méndez Catedrático de Derecho Procesal El mito de Sísifo y la ciencia procesal Reservados todos los derechos. De conformidad con lo dispuesto en los arts. 270, 271 y 272 del Código Penal vigente, podrá ser castigado con pena de multa y privación de libertad quien reprodujere, plagiare, distribuyere o comunicare públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, fijada en cualquier tipo de soporte, sin la autorización de los titulares de los correspondientes derechos de propiedad intelectual o de sus cesionarios. © 2004 Tirocinio, S.L. © 2004 Atelier Vía Laietana 12, 08003 Barcelona e-mail: atelier@atelierlibros.es www.atelierlibros.es Tel. 93 295 45 60 I.S.B.N.: 84-931510-1-7 Depósito legal: B. 16773-2004 Diseño de la colección y de la cubierta: Eva Ramos Las cinco ilustraciones son originales de Luis Conde Diseño y fotocomposición: Addenda, Pau Claris 92, 08010 Barcelona Impresión: Winihard Gràfics, sl, Av. del Prat, 7. 08180 Moià Índice A LAS PUERTAS DEL HADES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9 I. SÍSIFO 1. El mito de Sísifo y la Ciencia Procesal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16 II. ALLEGANDO EL PEÑASCO A LA CUMBRE DEL MONTE ARRISCADO 2. De cómo hacer las reformas procesales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30 3. Meditación en la hora nona de las reformas procesales . . . . . . . . . . 37 4. Tribunales Superiores de Justicia y Tribunal Supremo: reflexiones sobre un despropósito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57 5. Competencia territorial y cuestiones de competencia . . . . . . . . . . . . 65 6. La reforma de las excepciones dilatorias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71 7. La reforma de los procesos civiles especiales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81 8. La reforma de los recursos ordinarios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89 9. Problemas planteados por la inserción de la LO 7/88 en el sistema de la vigente Ley de Enjuiciamiento Criminal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95 10. La implantación del Jurado en el sistema del enjuiciamiento criminal español . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103 III. ¡DESDICHADO! EL PEÑASCO HA CAÍDO CON FURIA EN EL LLANO 11. 12. 13. 14. 15. 16. En el ojo del huracán . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ¡La justicia es un cachondeo! . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Oigan todos: ¡la justicia está podrida! . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ¡Van a repartir jeringuillas! . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El beso de Azuaga . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Un retraso de dos años en dictar sentencia no constituye dilación indebida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117 137 151 153 155 157 Francisco Ramos Méndez 8 17. Tardar dos años en dictar sentencia constituye dilación indebida y es indemnizable . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18. Polémica entre el Tribunal Constitucional y el Tribunal Supremo . . . . 19. ¿Legitimación de los peritos para instar el procedimiento de cuenta jurada de los arts. 8 y 12 LEC? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20. ¿Excepciones dilatorias en la admisión de querellas? . . . . . . . . . . . . 21. Subrogación e intervención del asegurador en el proceso penal . . . . 22. Los grandes inventos del TBO: la retención policial . . . . . . . . . . . . . . 23. El juez esquiador . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24. Il giudice di pace in Spagna . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 177 179 187 197 201 213 219 223 IV. SUDOROSO EN EL POLVO SE AHÍNCA DE NUEVO POR ENCUMBRARLO 25. 26. 27. 28. 29. 30. Alicia en el país de las maravillas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Quan la Justícia funciona . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Benditos os usuarios da xusticia gratuíta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ¿Abuso de derecho en el proceso? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La puesta al día de los formularios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La tutela de la víctima en el proceso penal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 229 235 243 249 257 265 A las puertas del Hades ¡Salve caminante curioso, tal vez paseante ocioso, acaso intelectual bienhadado, o inquisidor perspicaz! Libros como éste debieran ofrecerse aherrojados con candados resistentes y grilletes de bola para que nadie sin quererlo se encontrara con que ha traspasado un umbral que no deseaba. Pero no hay nada más tentador que un insinuante y traslúcido retractilado, sublimación editorial de minúsculos adminículos playeros. Dejando apenas al descubierto el escorzo de una silueta en portada, a uno se le agolpan en las entretelas mil y un deseos de entrar y ver. Ahora, carcomido por la curiosidad, la tapa apenas entreabierta, ya estás irremediablemente dentro. No hay vuelta atrás. Porque estoy convencido de que vas a seguir hojeando el chisme, al menos durante esos fugaces instantes que parecen sobrarte. A lo mejor también acabas leyendo algún que otro incitante epígrafe, pues reclamos a modo de cookies no faltan. Pedirte que devores el libro en una noche de insomnio no entra dentro de mis planes y tampoco te lo aconsejo por razones de sanidad mental. Pero, al menos, espero que el personaje mitológico que le sirve de cabecera te intrigue, aun momentáneamente. Lamentablemente el libro está escrito por un jurista y ya recordarás lo que escribió ERASMO DE ROTTERDAM respecto de ellos. En su genial Elogio de la locura, 1511, evoca alguna de las formas más elevadas de la necedad. Entre ellas, no quiero ahorrarte lo que se predica de los juristas en el capítulo LI: «Inter eruditos Iureconsulti sibi vel primum vindicant locum, neque quisquam alius aeque sibi placet, dum Sisyphi saxum assidue volvunt, ac sexcentas leges eodem spiritu contexunt, nihil refert quam ad rem pertinentes, dumque glossematis glossemata, opiniones opinionibus cumulantes, efficiunt ut studium illud omnium difficillimum esse videatur. Quicquid enim laboriosum, idem protinus et praeclarum existimant.» «Entre los eruditos, los jurisconsultos reclaman el primer lugar, y cierto es que ningunos otros se muestran tan satisfechos de sí mismos cuando, verdaderos Sísifos, suben eternamente la piedra urdiendo en su cabeza centenares de leyes, siempre con el mismo fanatismo, sin importarles un bledo que vengan o no vengan a pelo, amontonando glosas sobre glosas y opiniones sobre opiniones y haciendo creer 10 Francisco Ramos Méndez que sus estudios son los más difíciles de todos, por reputar que, cuanto más trabajo cuesta una cosa, por lo mismo más mérito tiene.»1 Así pues, estás doctamente advertido por una autoridad renacentista del máximo rango: Un Sísifo escribiendo sobre Sísifo puede resultar insano, necio. No hay pues garantía de la bondad del producto o de que éste llegue a ser de tu agrado. Aquí sería sensato que pusieras coto a tu curiosidad y cerraras el libro. Pero, si a pesar de todo, quieres bajar al Hades para conocer de cerca al personaje, debes asumir todos los riesgos de tu decisión. Aparentemente, la obra que te tienta no guarda unidad de propósito, ni tiene argumento entretenido. Ciertamente, sus capítulos fueron concebidos independientemente o resultan de efemérides varias, dispersas a lo largo de tres lustros, en escenarios y geografías diseminados a lo largo del planeta que habitamos, entre el Urano y el Hades. Pero una mirada retrospectiva en el tiempo me ha descubierto un soporte apenas visible, que se me ha antojado válido para aunarlos: el mismo personaje de la mitología clásica, evocado por ERASMO, cuyos esfuerzos se asemejan a los trabajos que muchas veces se atribuyen a los procesalistas. ¡Sí, otra vez Sísifo! HOMERO lo describe como nadie en apenas unos vigorosos versos de la rapsodia XI de la Odisea: 5"Â :<¬ E\FLN@< gÂFgÃ*@< 6D"JXz –8(gz §P@<J" 8"< $"FJV.@<J" Bg8ñD4@< •:N@JXD®F4<. ½ J@4 Ò :¥< F60D4BJ`:g<@l PgDF\< Jg B@F\< Jg 8"< –<T ò2gF6g B@JÂ 8`N@<q •88z ÓJg :X88@4 –6D@< ÛBgD$"8Xg4<, J`Jz •B@FJDXR"F6g 6D"J"4\lq "ÞJ4l §Bg4J" BX*@<*g 6L8\<*gJ@ 8"l •<"4*Zl. "×J4D Ó (z —R òF"6g J4J"4<`:g<@l, 6"J4 *z Æ*Dãl §DDgg< ©6 :g8XT<, 6@<\0 *z ©6 6D"JÎl ÒDñDg4. A Sísypho vi allí, que padescía Un immortal trabajo, que subiendo Con ambas manos un peñasco grande Por un monte arriscado, forcejando Con manos y con pies, por allegarle A la más alta cumbre; cuando estaba Muy cerca de llegar, se le caya Con una furia grande al desdichado Al pie de la montaña en lo más llano. Y había de tornar a hacer esfuerzo De nuevo, y trabajar por encumbrarlo Otra vez a la altura, y ahincaba De suerte el pobre viejo en el trabajo, Que le corría un sudor de todo el cuerpo quasi vuelto ya en sangre y mucho polvo, De su cabeza cana y trabajada.2 Esta imagen clásica depositada en mi memoria de bachiller tuve ocasión de rescatarla con ocasión de las X Jornadas Iberoamericanas de Derecho Procesal celebradas en Bogotá en agosto de 1986. El carismático y perspicaz Profesor colombiano HER- 1. ERASMO DE ROTTERDAM , Elogio de la locura, (trad. de A. Rodríguez Bachiller), Madrid 1944, Colección Crisol, p. 279. 2. Aunque existen mejores traducciones castellanas, utilizo HOMERO, De la Ulyxea de Homero. XIII libros traduzidos de griego en romance castellano por Gonzalo Pérez, Impreso en Salamanca en casa de Andrea de Portonariis, 1550, f. 215 v. Libro Onzeno, versos 593-600, primera traducción española. EL MITO DE SÍSIFO Y LA CIENCIA PROCESAL 11 NANDO DEVIS ECHANDÍA, generosamente por su parte, me había incluido en el cartel de invitados a conferenciar significadamente, poniendo a mi disposición la plaza y el más preciado auditorio a que pueda aspirar un procesalista iberoamericano: la selecta familia de Profesores miembros del Instituto Iberoamericano de Derecho Procesal y los numerosos asistentes a las Jornadas. Hallábame vagando por las calles de la ciudad, cavilando cómo salir lo mejor parado posible del prestigioso y a la vez comprometedor encargo, en busca de tema y rótulo que pudiese mínimamente cautivar la genialidad de tan apreciado maestro. En realidad, no sabría decir qué ocurrió primero: si me provocó inconscientemente la dormida imagen de Sísifo o si al husmear un ejemplar de una edición de la Odisea en un mercadillo callejero de la ciudad mis ojos fueron a parar directamente al canto que describe la visita al Hades del rapsoda. Allí estaba trabajosamente laborando Sísifo. Allí estaban también los procesalistas iberoamericanos forcejeando arriba y abajo con el Código modelo: «Los modos anormales o extraordinarios de terminación del proceso. El problema de la lentitud de los procesos: críticas y soluciones». Como a Abraham, apenas levantados los ojos, se me había aparecido el cordero entre las zarzas listo para el sacrificio. El resto vino por si solo. Sin haber previamente escrito un solo papel, me encontré invocando a Sísifo y parangonándolo con el devenir científico del Derecho Procesal. Por cierto, el título me lo preguntó el propio Profesor DEVIS y fue comunicado apenas al inicio de mi intervención, provocando un complaciente desconcierto en el auditorio. Puede todavía comprobarse hoy en el programa de las Jornadas que no había nada más concreto anunciado. Sólo «Conferencia» y el vocero español. La transcripción de mi intervención en aquella ocasión, recogida en las Actas de las Jornadas y posteriormente publicada, es el núcleo de partida de esta obra, como revela el propio título. Destapada la caja de los truenos y vuelta la vista atrás con una cierta perspectiva histórica, me ha parecido descubrir que en algunos trabajos, actividades o intervenciones mías latía la pedagogía del mito. Ahora, al ponerlos en junto, aun respetando los textos originales tal como se produjeron cronológicamente, he acentuado los contornos del mitológico personaje. Ello permite hacer un seguimiento de algunos problemas, preocupaciones, desvelos, vivencias, inquietudes, beligerancias, que, si bien en su mayoría habían ido quedando documentados, estaban dispersos. Ahora se compilan unitariamente diversos hitos de una línea de pensamiento homogénea. Pero, a diferencia del protagonista mitológico de referencia, el mensaje que pretendo que perviva no es el de frustración por un supuesto trabajo inútil de los verdaderos procesalistas. Todo lo contrario. La advertencia erasmiana ya nos ha prevenido sobre lo que no es un modelo válido. El mito tan sólo debe hacernos orillar precisamente los trabajos que pudieran llegar a ser tachados de infructuosos. Desechados sin contemplaciones, por mucha carga histórica que nos invite a la añoranza, y aunque nos embargue una meliflua saudade, sigue existiendo lugar para las voces procesales. Cuál deba ser su renovado papel en la fauna de los juristas es algo que indudablemente hay que preguntarse cada día. Con esfuerzo, con sudor, pero también con esperanza. 12 Francisco Ramos Méndez En la ciudad de Bogotá, a trece de septiembre de dos mil dos, dieciséis años después de haber invocado el mito de Sísifo en la ciencia procesal, cumpliendo el ciclo de la vida de conferenciar otra vez, con ocasión de las Jornadas Colombianas de Derecho Procesal, en homenaje y recuerdo del Profesor DEVIS ECHANDÍA.