La Buena Noticia Dios nos Habla hoy LECTIO DIVINA 12 de Diciembre del 2010 N. 39 III DOMINGO DE ADVIENTO. CICLO A Pagina Web: www.pastoralfamiliarvenezuela.org/; www.apologeticacatolica.org/ Comentarios y Sugerencias al Email: Diosnoshablahoy@yahoo.es † Lectura del santo Evangelio según San Mateo (11, 2-11) “Juan, que estaba en la cárcel, oyó hablar de las obras de Cristo, por lo que envió a sus discípulos a preguntarle: «¿Eres tú el que ha de venir, o tenemos que esperar a otro?» Jesús les contestó: «Vayan y cuéntenle a Juan lo que ustedes están oyendo y viendo: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan, y una Buena Nueva llega a los pobres. ¡Y dichoso aquél para quien yo no sea motivo de escándalo!» Una vez que se fueron los mensajeros, Jesús comenzó a hablar de Juan a la gente: «Cuando ustedes fueron al desierto, ¿qué iban a ver? ¿Una caña agitada por el viento? ¿Qué iban ustedes a ver? ¿Un hombre con ropas finas? Los que visten ropas finas viven en palacios. Entonces, ¿qué fueron a ver? ¿A un profeta? Eso sí y, créanme, más que un profeta. Este es el hombre de quien la escritura dice: Yo voy a enviar mi mensajero delante de ti, para que te preceda abriéndote el camino. Yo se lo digo: de entre los hijos de mujer no se ha manifestado uno más grande que Juan Bautista, y sin embargo el más pequeño en el Reino de los Cielos es más que él”. Palabra del Señor. (TRADUCCION BIBLIA LATINOAMERICANA) 1. LECTURA: ¿Qué dice el texto? PISTAS PARA LA LECTURA Juan Bautista estaba recluido en la cárcel (Cf. 4,12) por enfrentar violentamente a los poderosos (Cf. 14,1-5). El había anunciado la llegada del Mesías que vendría a juzgar y a condenar toda injusticia, pero Jesús se presentaba humildemente como lo había hecho para el bautismo de conversión (Cf. 3,13-15). Juan esperaba a un Mesías fuerte y Jesús parece débil. Entonces envía a sus discípulos a preguntar si verdaderamente era el Mesías. La respuesta de Jesús no se refiere a su persona, sino a lo que Él hace: la gente comienza a ver, a andar, a quedar limpio de su marginación, a escuchar y lo más importante, los pobres reciben la noticia de su liberación. El proyecto de Dios es libertad y vida para todos comenzando por aquellos que no la tienen. Elaborado y diseñado por el Licdo. Orlando Carmona. Ministro de la Palabra. Publicación Bíblica Semanal. Pagina Web: www.pastoralfamiliarvenezuela.org/ www.apologeticacatolica.org/ 1 2. MEDITACION ¿Qué me dice el texto? Preguntas para la meditación ¿Me encuentro sumergido en la cárcel del pesimismo? ¿Espero otro mesías? ¿Me siento defraudado por Jesús, ya que mis problemas no terminan? ¿Mi vista, oído, manos, están al servicio del Evangelio? ¿Experimento al igual que Jesús, el desierto, la soledad en mi vida? ¿Mi vida esta llena de apariencias? ¿Preparo el camino al Señor como Juan Bautista, o simplemente no me interesa la religión? ¿He sido el “más pequeño” en todas las obras que me dispongo a emprender? 3. ORACION: ¿Qué le digo? Oremos al Señor con el Salmo 21 (lit20). Se cantaba en el templo cuando un jefe volvía victorioso de la lucha por defender al pueblo de Dios. Hoy también somos victoriosos y grandes ya que Jesús ha vencido la muerte y tiene el poder de sanarnos. Señor, tu fuerza regocija al rey: ¡cómo se alegra si tú lo haces triunfar! Le has cumplido sus más caros deseos, no le has negado lo que te pedía. Tú le presentas buenas bendiciones, con oro fino coronas su cabeza. La vida que te pidió, tú se la diste: largos días, muchos y muchos años. Debido a tu favor, será muy famoso, derramas sobre él honor y majestad. Has puesto sobre él bendiciones eternas, tú lo haces feliz con tu presencia. El rey confía en el Señor, el favor del Altísimo lo hace inquebrantable. Tu mano encontrará a tus adversarios, tu diestra encontrará a los que te odian; los dejarás, en cuanto te presentes, como si estuvieran en un horno. El Señor, en su ira, se los engullirá y un fuego los devorará. Arrancarás de la tierra sus frutos y su semilla de entre los hombres. Si contra ti traman algún mal, o meditan un plan, no se la podrán. Pues tú harás que te den vuelta la espalda y contra ellos dispararás tus flechas. ¡Señor, levántate, muestra tu poder y cantaremos con salmos tus proezas! 4. CONTEMPLACION: ¿Cómo interiorizo el mensaje Cómo interiorizo el mensaje? ¿Cómo interiorizamos el mensaje? Para interiorizar el texto evangélico, vamos a contemplar las palabras de Jesús que le manda decir a Juan y que hoy también nos la repite a cada uno de nosotros. ¡Dichoso aquél para quien yo no sea motivo de escándalo! ¡Dichoso aquél para quien yo no sea motivo de escándalo! ¡Dichoso aquél para quien yo no sea motivo de escándalo! ¡Dichoso aquél para quien yo no sea motivo de escándalo! Elaborado y diseñado por el Licdo. Orlando Carmona. Ministro de la Palabra 2 5. ACCION: ¿A que me comprometo? Propuesta Personal Voy a preparar el camino del Señor para su venida, para ello me esforzare en ser testimonio y testigo de su amor ante todos mis hermanos. CATEQUESIS DE SAN AGUSTIN AL EVANGELIO Hemos oído un verdadero y buen testimonio tanto de Juan sobre Cristo como de Cristo sobre Juan. ¿Qué significa entonces el que le enviase sus discípulos Juan, encerrado en la cárcel y ya próximo a la muerte, y dijese a los mismos discípu-los: Id y preguntadle: ¿Eres tú el que ha de venir o esperamos a otro? ¿A eso se reduce toda la alabanza? ¿Qué dices, Juan? ¿A quién hablas? ¿Qué hablas? Hablas al juez y hablas como prego-nero. Tú extendiste el dedo, tú lo mostraste, tú dijiste: He ahí el cordero de Dios, he ahí el que quita los pecados del mundo. Tú dijiste: Todos nosotros recibimos de su plenitud. Tú dijiste: No soy digno de desatar la correa de su calzado. ¿Y ahora dices: Eres tú el que vienes o esperamos a otro? ¿No es el mismo? ¿Y tú quién eres? ¿No eres tú su precursor? ¿No eres tú aquel de quien se profetizó: He ahí que envío mi ángel ante tu faz, y preparará tu camino? ¿Cómo preparas el camino si te desvías? Llegaron, pues, los discípulos de Juan y el Señor les dijo: Id y decid a Juan: los ciegos ven, los sordos oyen, los cojos andan, los leprosos curan, los muertos resucitan, los pobres son evangelizados. ¿Y preguntas si soy yo? Mis palabras, dice, son mis obras. Id y contestad. Y ellos se marcharon. Para que nadie diga quizá: Juan era antes bueno, pero el Espíritu de Dios lo abandonó; por eso dijo esto cuando marcharon los dis-cípulos que había enviado Juan. Después de haberse marchado, Cristo alabó a Juan. ¿Qué significa entonces ese oscuro problema? Que nos alumbre el sol en que se encendió aquella candela. De ese modo la solución es una solución evidente. Juan tenía sus tenía sus propios dis-cípulos; no estaba separado, pero era testigo preparado. Conve-nía, pues, que ante ellos diese testimonio de Cristo, el cual reunía también discípulos: podían sentir celos si no podían ver. Y como los discípulos de Juan estimaban tanto a su maestro Juan, oían el testimonio de Juan sobre Cristo y se maravillaban; por eso, antes de morir, quiso que él los confirmara. Sin duda decían ellos dentro de sí: éste dice de él tan grandes cosas, pero él no las dice de sí mismo. Id y decidle, no porque yo dude, sino para que vosotros os instruyáis. Id y decidle; lo que yo suelo decir, oídselo a él; habéis oído al pregonero, oíd ahora al juez la confirmación. Id y decidle: ¿Eres tú el que vienes o esperamos a otro? Fueron y lo dijeron; por ellos, no por Juan. Y por ellos dijo Cristo: Los ciegos ven, los sordos oyen, los leprosos curan, los muertos resucitan, los pobres son evangelizados. Ya me veis, reconocedme. Veis los hechos, reconoced al hacedor. Y bienaventurado quien no se escandalizare de mí. Y me refiero a vosotros, no a Juan. Por eso, para que viéramos que no se refería a Juan, dijo: Habiéndose marchado ellos, comenzó a decir a las turbas acerca de Juan. Y cantó sus alaban-zas verdaderas el veraz, la Verdad. Pienso que ha quedado suficientemente resuelta la dificultad. Basta, pues, haber prolongado el discurso hasta la solución. Pero parad mientes en los pobres; hacedlo los que aún no lo hicisteis; creedme, no perderéis; o mejor, eso sólo perdéis: lo que no lleváis al vagón. Elaborado y diseñado por el Licdo. Orlando Carmona. Ministro de la Palabra 3 La Familia: Meditando el Evangelio (Mt 11,2-11) “Nada de hacha ni de fuego, sino la compasión, la bondad, el amor.” El Evangelio de este domingo es presentado por Mateo y quiero que compartamos en familia el extracto del comentario del Padre Agustín Augustinovich de su libro Historia de Jesús. Particularmente soy un apasionado por las obras del Padre, quien nos ha dejado un legado sin precedentes. En sus escritos destaca cronológicamente los Evangelios sin dejar nunca atrás la espiritualidad que el evangelista le ha querido impregnar. “Juan el Bautista fue encarcelado en el mes de mayo del año 28. Lleva dos meses de encierro y que han sido muy fecundos en la vida de Jesús, ricos de actividad, milagros y pronunciamientos doctrinales. El encierro del Bautista no es absoluto, pueden visitarlo sus discípulos, los cuales le van informando de las actividades de Jesús. Pero todo lo que él oye en la cárcel es tan opuesto a lo que esperaba del Mesías, que empieza a dudar. Y para salir de dudas, envía dos de sus discípulos para que le pregunten a Jesús si definitivamente era el Mesías o si hay que esperar otro. Esta duda del Bautista desde siempre ha escandalizado a mucha gente, no hay razón. La duda es buena, si no equivale al rechazo o a la negación. Supone el deseo de saber mejor, de ver más claro. En el caso de Bautista es comprensible. La cárcel es capaz de confundir los caracteres más firmes. El Mesías según el Bautista , debía ser un vengador escatológico de la maldad, el de el hacha puesta a raíz de los arboles, el que está limpiando su era y separando el trigo de la paja (Mt 3, 10-12). Jesús responde de manera indirecta, por medios de hechos, cuyos testigos fueron también los discípulos delegados de Juan. Se ve que éstos se quedaron algún tiempo en compañía de Jesús, observando todo lo que estaba haciendo. Jesús invita a los discípulos de Juan para que le digan todo lo que han visto y oído, toda clase de milagros con los que se solucionan los problemas físicos del hombre, y que se anuncia la Buena Nueva a los pobres, exactamente como el profeta Isaías anunciaba para los tiempos mesiánicos (Cf. Is 29,18-19; 35,5-6; 61,1-2). Nada de hacha ni de fuego, sino la compasión, la bondad, el amor. Esta es la imagen autentica del Mesías, querida y anunciada por Dios, que Jesús está realizando fielmente en su persona. No toda el mundo podrá aceptarla. Pero dichosos los que la aceptan con fe, evitando así el escandalizarse por causa de Jesús, es decir de crear dificultades a su fe por una idea formada que no responde a la realidad. Que la duda del Bautista no fue rechazo, sino con propósitos positivos, lo prueban las siguientes expresiones de Jesús, en nada disminuyo su estima por el gran prisionero”. Elaborado y diseñado por el Licdo. Orlando Carmona. Ministro de la Palabra. 4 VOCABULARIO BIBLICO Camino: gr. hodos. Senda formada poco a poco por las huellas repetidas de los que lo utilizan .en conformidad con el vocabulario judío, Jesús llama camino o vía al conjunto de todas aquellas directrices practicas que tan importante lugar ocupan en su predicación (Mt 22,16). Jesús mismo es el camino porque como Hijo de Dios tiene el poder de llevar consigo a sus discípulos hasta la casa del Padre (Jn 14,5ss..). Dichoso: gr. makarios: La bienaventuranza es una expresión sapiencial, conocida en la literatura profana y en el AT. En presente es una felicitación por un don otorgado, por un estado de felicidad (1P 4, 14; Ap 14, 13). En futuro, es un anuncio de un gozo futuro (Mt 11, 6; Jn 20, 29). Evangelio: Del gr. Eu-auggelion (eu. “bien” y aguellô. “anunciar”) “Buena Noticia”, hb. besôrâ, sobre todo anuncio de victoria (2 S 18, 20-22). El termino adquirió valor religioso en los siglos VI/V a.C, a partir del Segundo “Isaías” (Is 40,9). En el NT sólo lo usan Marcos y Pablo; Mateo no lo emplea más que con el complemento determinativo: “del Reino”. El verbo eu-aggelidsomai significa anunciar la Buena Noticia, ignorado por Marcos y Mateo, es frecuente en Lucas y Pablo. Humildad: Del lat. humiles. “Bajo, cerca del suelo”. El hb. anah emparentado con any “pobre” , lo traduce normalmente el gr. por taipenos “humilde”. Si Jesús es humilde, es porque se humilló, vaciándose de todo (Kenosis), mostrando a sus discípulos el camino de la humillación necesaria (Mt 18, 4). Elaborado y diseñado por el Licdo. Orlando Carmona. Ministro de la Palabra. 5