___________________________________________ VARICELA _________________________________________ Narda María Olarte Escobar, Médica Epidemióloga, Magíster en Infecciones y Salud en el Trópico* Ismael Alberto Valderrama Márquez, Enfermero, Especialista en Cardiorrespiratorio* *Vigilancia Epidemiológica Hospital El Tunal E.S.E Correo electrónico: vigepi@hospitaleltunal.gov.co htunalcove@yahoo.com Corrección de estilo: Gloria Mercedes Galán Gutiérrez, Médica pediatra, servicio de pediatría. Diana Francia Soto Riaño, Enfermera, especialista en administración hospitalaria. Material de educación continua. Enero de 2011. Este documento está dirigido a los integrantes del equipo asistencial del Hospital El Tunal E.S.E (HET). 1. OBJETIVO Brindar información al trabajador de la salud, pacientes y comunidad en general, sobre las características generales de la enfermedad y las medidas para su prevención, con el propósito de minimizar el riesgo de contraer la enfermedad. Al finalizar el estudio de este documento el lector puede estar en capacidad de: Reconocer los signos y síntomas de la enfermedad, su alta transmisibilidad y el riesgo de diseminación en comunidades cerradas o a nivel hospitalario. De acuerdo a su competencia, indicar y/o poner en práctica las medidas para prevenir la transmisión de la enfermedad al trabajador de la salud, los pacientes, sus familiares y visitantes, así como para la comunidad en general. Dar información a los pacientes y sus familiares con relación a prevención, signos de alarma y complicaciones. ¡PREVENIR ES LO PRIMERO! 1/14 2. DEFINICIÓN La varicela es una enfermedad aguda de origen viral, altamente contagiosa, caracterizada por síntomas generales mínimos, fiebre moderada y erupción cutánea pruriginosa, que pasa por los estadios de mácula, pápula, vesícula, pústula y costra [1]. En niños sanos la enfermedad es de carácter benigno, pero en los adultos y personas inmunocomprometidas puede ser grave y en ocasiones mortal. Cuando el paciente se recupera de la enfermedad, el virus permanece latente, sin manifestaciones clínicas por periodos muy largos. Se puede reactivar produciendo erupción vesicular unilateral localizada en zonas cutáneas inervadas por nervios sensitivos; esta manifestación clínica es el denominado herpes-zoster [2]. La varicela es un evento de interés en salud pública, por tanto, debe ser notificada al sistema SIVIGILA, mediante ficha epidemiológica preestablecida, la cual se entregará a la dependencia de vigilancia epidemiológica. 3. ETIOLOGÍA La varicela es producida por el virus varicela-zoster (VVZ), perteneciente a la familia Herpesviridia, del cual se reconoce un solo serotipo; la organización de su genoma es similar a la de otros herpes virus y comparte con ellos la característica de persistir en el organismo luego de la infección primaria. Tiene la capacidad de reactivarse cuando por cualquier causa se produce una depresión de la inmunidad celular. El virus presenta 6 glicoproteínas localizadas en la cubierta de éste y en la superficie de las células infectadas, siendo los antígenos más importantes para inducir la respuesta inmune, tanto humoral como celular. Estas glicoproteínas actúan en la fijación y fusión de los viriones con las células blanco y también en la formación de sincitios. La glicoproteína I es la más abundante, mientras que las glicoproteínas II y III son importantes para la penetración a la célula huésped por el virus [2][3][4]. El hombre es el único reservorio y fuente de infección del virus varicela-zoster; se puede identificar en el líquido de las vesículas por microscopía electrónica, creciendo en diversos cultivos primarios de tejidos humanos y simios. Solo los viriones con envoltura son infecciosos, siendo sensible al detergente, al éter y al aire seco. [2] [3]. 4. PATOGÉNESIS El virus entra al huésped a través de la mucosa respiratoria, infectando las conjuntivas y la mucosa del tracto respiratorio superior, de donde pasa al tejido linfático regional; allí se produce la replicación viral que ocurre durante los cuatro primeros días; posteriormente (cuatro a seis días después de la infección) se presenta una viremia primaria, donde el virus infecta y se replica en hígado, bazo y otros órganos. Diez a doce días después se presenta una segunda viremia de mayor magnitud que la primera, y es en este momento cuando el virus infecta la piel, con la consiguiente aparición del exantema hacia el día 14 tras de la exposición [2][5]. Después de la infección, el virus permanece en las neuronas de los ganglios dorsales torácicos y de los ganglios de los nervios craneales, principalmente el trigémino [4]. ¡PREVENIR ES LO PRIMERO! 2/14 5. PATOLOGÍA La lesión inicial es una mácula que evoluciona hacia pápula, vesícula, pústula y costra; las vesículas se localizan en la epidermis, donde se presenta degeneración de las células, con formación de células gigantes multinucleadas y cuerpos de inclusión intracelulares, los cuales también se encuentran en las células endoteliales; las vesículas se forman por acumulación de líquido derivado de los capilares dérmicos que llenan el espacio creado por la degeneración de las células epidérmicas. Al progresar la lesión, los leucocitos polimorfonucleares invaden el corion y el líquido vesicular, cambiando su color de claro a turbio; la reabsorción del líquido es seguida por la formación de la costra. Las lesiones de las mucosas se presentan de igual manera, pero no progresan a costra; a su vez, las vesículas generalmente se rompen y forman úlceras superficiales que curan rápidamente [2]. 6. RESPUESTA INMUNOLÓGICA La varicela por lo general confiere inmunidad permanente[3]; un segundo episodio es inusual. La respuesta inmunológica del huésped se origina después de hacerse manifiesta la enfermedad; se identifican anticuerpos séricos dos a cuatro días después de iniciada la erupción. Hay respuesta tanto humoral como celular y al parecer la inmunidad mediada por células es la más importante para la protección del huésped contra la infección por virus varicela-zoster[4]. El resultado final es el control de la multiplicación viral y la recuperación del huésped. Se presenta inmunidad secretora específica a nivel de vías respiratorias, la cual confiere la resistencia contra las re-infecciones. El virus de varicela-zoster es capaz de permanecer en un estado latente en el tejido nervioso y puede reactivarse en aproximadamente el 15% de las personas infectadas, produciendo herpes zoster, que usualmente se presenta como un salpullido vesicular con dolor y prurito en una distribución dermatomal [1] [4]. 7. EPIDEMIOLOGÍA El virus varicela-zoster es endémico en la población general; todas las razas y ambos sexos son igualmente susceptibles. En la mayoría de los países con climas templados, mas del 90% de la población se ha infectado en la adolescencia, mientras que en climas tropicales hay una mayor proporción de infecciones en adultos[5]. La inclusión de la vacuna puede haber generado cambios hacia la disminución en la epidemiología de la enfermedad y este aspecto en la actualidad requiere de estudio. La varicela es una enfermedad de predominio en la infancia, principalmente en países donde no se ha incorporado la vacunación rutinaria; el 90% de los casos se presenta en menores de 13 años[2][5]. Las proporción más alta de la enfermedad está entre niños de 5 a 9 años, seguido estrechamente por niños de 1 a 4 años. Algunos estudios recientes han informado la proporción más alta de enfermedad en la edad preescolar, pudiendo asociarse con una tendencia hacia la asistencia más temprana al jardín infantil [6]. En Colombia, de acuerdo a los informes del Instituto Nacional de Salud, se reportaron 52.227 casos en el año 2006; 69.291 en 2007 y 74.155 en 2008; para Bogotá, el número de casos ha ido en aumento, pasando de 17.428 en 2006 a 33.255 en 2008; sin embargo, estas estadísticas para el país y el Distrito capital están afectadas por el subregistro y pueden estar subestimando la frecuencia de la enfermedad, dado que los casos no son siempre consultados a los servicios de salud y/o no son reportados[7]. ¡PREVENIR ES LO PRIMERO! 3/14 8. TRANSMISIÓN La transmisión de virus varicela-zoster de una persona a otra se hace por contacto directo con las lesiones, inhalación de aerosoles desde el líquido vesicular de las lesiones de piel de la varicela aguda o herpes zoster o secreciones respiratorias infectadas, que también pueden ser aerosolizadas. La tasa de ataque secundaria entre los contactos familiares susceptibles es de 90%. Adicionalmente, la varicela en mujeres embarazadas está asociada con alto riesgo de transmisión del virus varicela-zoster al feto o al recién nacido y puede resultar en el síndrome de varicela congénita, varicela neonatal o herpes zoster en la infancia[2][5]. El virus también se transmite indirectamente a través de objetos recién contaminados, sin embargo es sensible a los detergentes y al secado con aire, lo que muestra la labilidad del mismo en fómites[8]. La transmisión intrahospitalaria del virus varicela-zoster está bien documentada, las fuentes de exposición incluyen pacientes, visitantes, funcionarios del hospital, sus familiares o convivientes, que se han infectado con el virus y que cursan con cuadro de varicela o herpes zoster [9][10]. En hospitales, la transmisión por aerosoles se ha demostrado cuando personas susceptibles han desarrollado varicela sin haber tenido contacto directo con el caso índice [5]. Se ha reportado con poca frecuencia la transmisión por aerosol de virus varicela-zoster en hospitales, a partir de pacientes con herpes zoster [10]. En promedio. el periodo de incubación del virus varicela-zoster (es decir, el intervalo de tiempo entre la exposición de una persona susceptible hasta el momento en que se desarrolla el exantema vesicular) es de 14 a 16 días, sin embargo este periodo puede variar de 10 a 21 días. El periodo de contagiosidad de las personas infectadas se ha estimado que inicia 1 a 2 días antes de la aparición del exantema y finaliza cuando todas las lesiones están con costra, típicamente de 4 a 7 días después del inicio de las lesiones. Las personas que tienen varicela progresiva (por ejemplo, que desarrollan nuevas lesiones después de 7 días) pueden ser contagiosas por mas tiempo, posiblemente porque su respuesta inmune está deprimida [2] [5]. 9. MANIFESTACIONES CLÍNICAS Después del periodo de incubación, generalmente se presenta un cuadro de fiebre, malestar, cefalea y anorexia, que precede por unas 24 horas a la aparición del exantema, el cual avanza con rapidez a mácula que evoluciona a pápula y vesícula en un periodo de 6 a 8 horas. La vesícula es superficial, de 2 a 3 mm de diámetro, con paredes muy frágiles que se rompen fácilmente, con halo eritematoso a su alrededor, no siendo umbilicadas. El contenido de las vesículas se vuelve turbio en 24 horas; luego se rompen y forman costras [1]. Las lesiones aparecen en grupos, comprometen el tronco, cara, cuero cabelludo y extremidades, presentan una distribución central, concentrándose más en tronco y cara. En las extremidades suelen ser más profusas en las partes proximales. Una característica importante del exantema es la presencia simultánea de las lesiones en todos los estadios (mácula, pápula, vesícula, pústula y costra) en un área anatómica. Las vesículas continúan apareciendo en oleadas por un periodo de 3-4 días y se pueden desarrollar en las mucosas, siendo la mas comúnmente afectada la bucal, donde rápidamente se rompen dejando una ulceración superficial; con menos frecuencia afectan la conjuntiva palpebral, faringe, laringe, tráquea y mucosa vaginal[1][2]. La fiebre persiste en tanto aparecen lesiones nuevas y el prurito está presente durante todo el estadio vesicular de la enfermedad. La varicela entre los menores de un año de edad y los adultos tiende a ser más severa que en los niños mayores de un año; el riesgo de desarrollar varicela severa en un adulto es 25 veces mayor ¡PREVENIR ES LO PRIMERO! 4/14 que en el niño. La fiebre es más alta y prolongada, el exantema es mas profuso y las complicaciones más frecuentes, especialmente la neumonía[1]. 9.1 Presentaciones poco frecuentes 9.1.1 Síndrome de varicela congénita Ocurre entre el 0.4 al 2.0% de los infantes nacidos de mujeres infectadas con varicela durante las primeras 20 semanas de la gestación , pudiendo manifestarse por bajo peso al nacer, cicatrices cutáneas, hipoplasia de una extremidad , microcefalia, atrofia cortical, coriorretinitis y cataratas [5][6]. 9.1.2Varicela en el paciente inmunocomprometido Es causa de importante morbimortalidad tanto en el adulto como el niño inmunocomprometido. El problema más relevante es el compromiso de múltiples órganos, que incluye los pulmones, el hígado y el sistema nervioso central. En los niños con leucemia, el número de lesiones es mayor, pudiendo tener una base hemorrágica, siendo de resolución lenta, incluso hasta 3 veces mas que en los niños sanos. 9.1.3 Enfermedad de brecha (Breakthrough) Está definida como un caso de infección por virus varicela-zoster salvaje que ocurre después de 42 días de la vacunación; en estos casos, el número de lesiones cutáneas es inferior a 50, generalmente las pápulas no progresan a vesículas, la enfermedad es de corta duración y es baja la incidencia de fiebre [5]. Se ha demostrado que este tipo de varicela puede ser contagiosa [10]. 9.1.4 Varicela pos vacunal La información acumulada de la vigilancia posterior a la licencia de la vacuna sugiere que el riesgo de transmisión del virus vacunal en personas sanas es baja [5]. 10. DIAGNÓSTICO El cuadro clínico de la varicela es tan característico que generalmente no es necesaria la confirmación por el laboratorio o patología [2] . Las lesiones cutáneas del impétigo pueden ser similares a las de la varicela, sin embargo, este es usualmente producido por Streptoccocus betahemoliticus del grupo A, las vesículas aparecen desde el comienzo, su aspecto y distribución son diferentes, no comprometen mucosas y puede existir antecedentes de lesiones previas de la piel [1][2]. Otros cuadros que pueden generar confusión incluyen las picaduras de insectos, la urticaria papular y la urticaria; en estos casos, las lesiones cutáneas no se acompañan de síntomas constitucionales, hay pápulas y prurito, pero no tienen la distribución y la apariencia vesicular típica de la varicela. La cabeza y boca están libres de lesiones. Las rickettsiosis se presenta con vesículas menos numerosas y sobrepuestas a una pápula dura, sin producción de costras. Las lesiones del Síndrome de Stevens Johnson son similares, pero hay historia previa de uso de medicamentos y alergia [1]. En la actualidad, la ¡PREVENIR ES LO PRIMERO! 5/14 viruela como diagnóstico diferencial es poco probable, por haber sido eliminada del mundo en 1970; sin embargo por el bioterrorismo se ha considerado la posibilidad de reemergencia. En los cuadros atípicos y en las formas poco comunes que pueden ser de difícil diagnóstico, pueden ser necesarios apoyos diagnósticos como el frotis de Tzanck, que se realiza raspando la base de la lesión, el cual puede demostrar células gigantes multinucleadas; sin embargo, la sensibilidad de esta prueba no es mayor a un 60%: igualmente existen reactivos disponibles comercialmente que son útiles para la tinción de los frotis y detección directa de anticuerpos fluorescentes. obtenidos por el raspado de las lesiones vesiculares [2].Es posible el aislamiento del virus del líquido de las vesículas durante los primeros tres a cuatro días de la erupción[3]. La detección de anticuerpos puede ser útil para la determinación de inmunidad o susceptibilidad al virus[4]. Los anticuerpos se detectan dos a cuatro días después de iniciarse la erupción, presentando su pico de concentración entre la primera y segunda semanas . Se puede identificar aumento de cuatro veces o más en los niveles séricos de inmunoglobulina G (IgG) específica comparando muestras de suero en el periodo agudo y el de convalescencia [10]. 11. COMPLICACIONES Las complicaciones de la varicela no son frecuentes y ocurren generalmente entre las personas immunocomprometidas, neonatos, niños menores de 1 año y adultos. La hospitalización se requiere en 2 a 3 pacientes por cada 1000 casos. 11.1 Mortalidad La mortalidad en menores de 2 años previamente sanos es de 2 por 100.000 casos; en el adulto este riesgo aumenta más de 15 veces [2]. Aunque la letalidad atribuible a la varicela es extremadamente baja, el riesgo de muerte por sus complicaciones no es despreciable, como lo demuestra un estudio realizado en Panamá, en donde fallecieron 2,5% de los niños inmunocompetentes con varicela complicada atendidos hospitalariamente [11]. 11.2 Infección bacteriana de las lesiones cutáneas Es la complicación más frecuente, pudiendo ser producida por microorganismos Gram positivos, que pueden manifestarse como impétigo, celulitis, erisipela, forúnculos, síndrome de piel escalada o shock tóxico estreptocócico que es raro pero potencialmente fatal como complicación de la varicela [2]. 11.3 Compromiso de sistema nervioso central Las alteraciones neurológicas se manifiestan como ataxia cerebelar aguda o encefalitis. La ataxia puede ocurrir aproximadamente en 1 de cada 4000 casos en menores de 15 años, apareciendo hasta 21 días después del inicio del exantema; además de la ataxia, fiebre, vértigo y temblor son los signos más comunes. El líquido cefalorraquídeo muestra linfocitosis y niveles elevados de proteínas. Esta es una complicación habitualmente benigna que resuelve de 2 a 4 semanas [2]. ¡PREVENIR ES LO PRIMERO! 6/14 La complicación mas grave del sistema nervioso central es la encefalitis, la cual puede ocurrir entre el 0.1 % al 0.2% de los pacientes con varicela, se caracteriza por depresión del estado de conciencia, cefalea progresiva, vomito, fiebre y convulsiones; la duración es de al menos 2 semanas. La mortalidad se presenta entre el 5 % y el 20% de los que padecen esta complicación, las secuelas pueden aparecer hasta en el 15% de los sobrevivientes [2]. 11.4 Neumonía varicelosa Es poco común pero se presenta en neonatos, pacientes inmunocomprometidos y en adultos, donde se estima que puede ocurrir en 1 de cada 400 casos. Se desarrolla usualmente unos pocos días después de la aparición del brote y puede progresar a falla respiratoria y a síndrome de distress respiratorio, evidenciándose en las radiografías neumonitis intersticial o nodular. Se han identificado como factores de riesgo para neumonía por virus varicela-zoster el embarazo, el cigarrillo, la inmunosupresión por corticosteroides, infección por virus de inmunodeficiencia humana (HIV), cáncer y trasplante de órganos sólidos. La mortalidad de la neumonía es del 10% al 30 %, la cual alcanza el 50% cuando se desarrolla falla respiratoria [2] [8]. 11.5 Síndrome de Reyé La varicela se ha asociado epidemiológicamente con el desarrollo de síndrome de Reyé y la administración concomitante de aspirina[2]; sin embargo, con el marcado descenso en el uso de salicilatos entre los niños con varicela, el síndrome se ha vuelto una complicación rara de esta enfermedad[6]. 11.6 Varicela en el neonato La aparición de varicela en la mujer embarazada 5 días antes del parto o hasta 2 días después del mismo puede resultar en una infección severa en el neonato, lo cual ocurre entre el 17% y el 30% de los casos. La severidad del cuadro se debe en gran medida a que el recién nacido no recibe por vía transplacentaria los anticuerpos protectores, así como a la inmadurez de su sistema inmunitario. La mortalidad es hasta del 30% [2] [5]. 12. TRATAMIENTO La enfermedad evoluciona generalmente de forma espontanea hacia la curación, por lo que el tratamiento sintomático es la base fundamental del mismo. Medidas adicionales incluyen el mantener las uñas cortas para evitar que el rascado contribuya a la infección secundaria de la piel[1][2]; el baño diario es necesario, recomendándose que sea efectuado bajo la ducha, cuidando no romper las lesiones y secando con toalla limpia sin frotar. El prurito se controla con antihistamínicos orales y antipruriginosos locales. La fiebre y los síntomas generales se manejan con acetaminofén a las dosis usuales; estos pacientes no deben recibir salicilatos por el peligro de incrementar el riesgo de síndrome de Reyé [2]. El aciclovir oral en niños previamente sanos, adolescentes y adultos acorta en un día la duración de las lesiones y su número disminuye en un 25%; en uno de cada 3 pacientes los síntomas ¡PREVENIR ES LO PRIMERO! 7/14 generales pueden ser más leves[2]; sin embargo, no reduce la duración de la incapacidad para asistir a la escuela, razón por la cual no se recomienda su uso rutinario en niños sanos[5]. La Academia Americana de Pediatría recomienda terapia con aciclovir oral solo para pacientes que pertenecen a grupos de alto riesgo (mayores de 12 años, personas con desórdenes cutáneos o pulmonares crónicos, personas que reciben terapia con salicilatos por largo tiempo y personas con corticoides en cursos cortos o intermitentes o en aerosoles) [5]. Este medicamento es categoría B y no se recomienda su uso de rutina en el embarazo; tampoco se recomienda como profilaxis pos exposición en niños sanos, adolescentes o adultos sin evidencia de inmunidad para varicela [5]. Si ocurre sobreinfección bacteriana secundaria, está indicada la antibioticoterapia sistémica de acuerdo al microorganismo infectante y al sitio de la infección. En caso de encefalitis, el tratamiento es de soporte, dado que los corticoides y la terapia antiviral no son efectivos. El tratamiento para la neumonía por varicela es de sostén, los antibióticos están indicados solo si se presenta infección bacteriana secundaria. 13.VARICELA EN EL HOSPITAL EL TUNAL La varicela es un evento de interés en salud pública y es notificado al sistema de vigilancia epidemiológica colombiano denominado SIVIGILA. Desde el año 2001 se ha registrado una tendencia al aumento del número de casos reportados, como se observa en la gráfica [12]. Hospital El Tunal, casos de varicela entre 2001 y 2010 120 # de casos 100 80 60 40 20 0 AÑO 2001 AÑO 2002 AÑO 2003 AÑO 2004 AÑO 2005 AÑO 2006 AÑO 2007 AÑO 2008 AÑO 2009 AÑO 2010 Fuente: Hospital El Tunal. Vigilancia Epidemiológica, estadísticas. ¡PREVENIR ES LO PRIMERO! 8/14 La mayor proporción de casos notificados fueron adquiridos en la comunidad; sin embargo, algunos de ellos se adquirieron en el hospital. Entre noviembre de 2003 y enero de 2004 se registró un brote institucional en el servicio de pediatría, cuyo caso primario correspondió a una paciente de 7 años de edad que ingresó en período prodrómico, con diagnóstico de dolor precordial y bronconeumonía; por las condiciones de sobreocupación en el servicio, permaneció en camilla en el corredor por 2 días, incluso al momento de aparición del exantema; posteriormente aparecieron casos entre los expuestos, 10 de los cuales fueron considerados como adquiridos, incluyeron 9 pacientes y una estudiante de pregrado de medicina. De los pacientes afectados, 5 reingresaron por el cuadro de varicela y patologías de base, sumando 37 días totales de internación, oscilando entre 2 y 16 días. Uno falleció por patología de base y no por la varicela como causal [13]. Desde el año 2000 se han identificado casos de varicela en recurso humano del HET de posible adquisición hospitalaria; dos de ellos correspondieron a cajeros de urgencias del turno nocturno y dos ocurrieron en auxiliares de enfermería de la UCI Adultos [14]. Recientemente una profesional de enfermería con antecedente de una dosis de vacuna desarrolló un cuadro de varicela enfermedad de brecha (Breakthrough) después de la exposición a casos de varicela en pacientes pediátricos hospitalizados. 14. PREVENCIÓN DE LA ENFERMEDAD 14.1 Vacunación La vacuna antivaricela contiene virus vivo atenuado y ha sido producida a partir de la cepa Oka, recuperada de un paciente que llevaba ese nombre; fue desarrollada por Takahashi and colleagues y recibió licencia para uso en Japón en 1984. En 1995, (VARIVAX, ® Merck & Co., Inc., Whitehouse Station, New Jersey) fue licenciada en los Estados Unidos para ser usada entre niños sanos mayores de 12 años, adolescentes y adultos [5]. Después de la introducción de la vacunación, con una sola dosis se ha reducido la morbimortalidad, según datos de vigilancia epidemiológica en lugares centinela. La inmunogenicidad de esta vacuna es elevada, principalmente en niños entre 1 y 12 años, quienes presentan seroconversión en más de 95% luego de una dosis. Los jóvenes después de los 12 años y los adultos mantienen tasas menores de seroconversión, por lo que requieren de dos dosis, espaciadas por 4 semanas entre sí. La eficacia global de la vacuna es de aproximadamente 85% a 90% y contra enfermedad moderada a grave, de 95 a 100%. Es una vacuna bien tolerada, con baja frecuencia de efectos adversos. Ocasionalmente puede producir rash; en forma muy esporádica se ha descrito transmisión del virus vacunal, pero los casos así adquiridos han sido tenues [2]. En Colombia actualmente no es factible la inmunización dentro de las acciones de salud pública, puesto que la vacuna no se incluye en el Plan Ampliado de Inmunizacion (PAI); sin embargo, se debe informar a la población de la disponibilidad de la vacuna y sus beneficios [6]. Indicaciones para la vacunación contra varicela Niños entre 12 meses y 12 años: Todos los niños sanos de 12 meses a 13 años deben ser inmunizados sin excepción alguna con dos dosis de vacuna; junto con la vacunación contra varicela pueden realizarse todas las demás de la niñez, aunque conviene no utilizar la misma jeringa para los preparados. Se recomienda de rutina aplicar la primera dosis entre los 12 y los 15 meses de edad y la segunda dosis entre los 4 años y 6 años de edad. En este grupo el intervalo mínimo entre las dosis es de 3 meses[5]. ¡PREVENIR ES LO PRIMERO! 9/14 Adolescentes: Adolescentes sanos después de los 13 años, susceptibles, deben ser vacunados contra varicela con 2 dosis de vacuna con un intervalo de 4 a 8 semanas [5]. Adultos: La vacunación universal es deseable a todas las edades por lo que puede ofrecerse a adolescentes y adultos susceptibles. Además, debería administrarse preferentemente en las siguientes circunstancias: Personas que viven o trabajan en medios en los que la transmisión del virus es fácil (Ej: población carcelaria, militares, maestras de niños, empleados de guardería) y trabajadores de la salud que podrían transmitir la infección a personas con alto riesgo de desarrollar complicaciones graves tras la enfermedad; también se recomienda colocarla a mujeres susceptibles en edad fértil; en este caso debe evitarse el embarazo al menos en el mes siguiente a la vacunación[5]. Vacunación de niños con infección por virus de la inmunodeficiencia humana (VIH): El Advisory Committee on Immunization Practices (ACIP) de los CDC recomienda que los niños con infección por HIV asintomáticos o con síntomas leves y con más del 25% de linfocitos CD4 sean vacunados contra varicela. La recomendación se basa en que estos niños tienen un riesgo muy elevado de padecer zoster si contraen varicela, que puede ser hasta del 80% si tienen menos del 15% de linfocitos CD4 en el momento de la primoinfección[5]. Inmunodeficiencias humorales: Las personas con inmunodeficiencias humorales puras pueden recibir la vacuna de la varicela[5]. Contraindicaciones Por ser una vacuna que contiene un virus vivo atenuado, está contraindicada en pacientes con compromiso de la inmunidad celular y en la mujer embarazada. Por el contrario, se puede administrar en sujetos con deficiencias de la inmunidad humoral, en infección por virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) asintomática y en niños con leucemia linfocítica aguda (siempre y cuando estén en remisión de su enfermedad de base, durante al menos un año y que tengan un recuento de linfocitos > 700/mm3 y plaquetas > 100.000/mm3). Se recomienda no administrar salicilatos durante las 6 semanas siguientes a la vacunación, por el riesgo teórico de desarrollar un síndrome de Reyé. También se recomienda posponer la vacunación en sujetos que están cursando con una enfermedad aguda febril, y en personas que han recibido inmunoglobulinas (lapsos recomendados similares a los indicados para vacuna anti sarampión, que dependen del preparado y de la vía de administración) o dosis altas de corticosteroides por más de 14 días (lapso recomendado desde la suspensión: 1 mes). No hay datos que sugieran que la vacunación frente a varicela puede agravar una tuberculosis; sin embargo, no se recomienda esta vacunación en personas con tuberculosis activa. La realización de la prueba de la tuberculina antes de la vacunación no está indicada [5]. La vacunación también está contraindicada en personas con historia de reacción anafiláctica a algún componente de la vacuna, incluyendo la gelatina[1] 14.2 Prevención de la varicela en contactos Dada la alta contagiosidad de la enfermedad y sus mecanismos de transmisión, se deben tomar medidas para evitar su diseminación. De acuerdo a consenso de expertos, se considera una exposición significativa para los individuos susceptibles en las siguientes situaciones: [10] [18][19]. • • Juego o diversión: Contacto cara- cara ( 5 minutos) Intradomiciliario : Residencia en la misma casa ¡PREVENIR ES LO PRIMERO! 10/14 • • • • • • Hospitalario: Habitación compartida, camas cercanas, contacto cara- cara ( 1 hora) Inmunocomprometidos susceptibles: Inmunodeficiencias primarias o secundarias, esteroides/ inmunomoduladores, trasplantes. Embarazada susceptible Neonato expuesto a madre infectada dentro de 5 días antes o 2 días posteriores al parto Pretérmino mayor o igual a 28 semanas, hospitalizado, con madre sin evidencia de varicela ni vacuna Pretérmino mayor o igual a 28 semanas o menor o igual a 1000 grs. hospitalizado, independiente de la historia materna 14.2.1 Manejo en casa Se debe advertir el riesgo de transmisión a contactos, siendo necesario recomendar a los pacientes, los familiares y cuidadores practicar higiene de manos, aislamiento social del enfermo hasta que termine el período de transmisibilidad, evitando el contacto del paciente con personas susceptibles y principalmente con aquellas de alto riesgo tales como mujeres en estado de embarazo e inmunosuprimidos. Para los expuestos sanos susceptibles se recomienda exclusión escolar o laboral desde el día 8 hasta el 21 día de exposición y en inmunosuprimidos desde el 7º hasta el 28º día de haber recibido Inmunoglobulina hiperinmune anti-varicela zoster [10]. 14.2.2 Prevención de la transmisión de la varicela en el Hospital El Tunal Se debe procurar la atención prioritaria al caso sospechoso o confirmado y el alta temprana, así como evitar el manejo de estos pacientes por recurso humano susceptible al igual que por el que se encuentra en periodo de formación (estudiantes). En cualquier área del hospital se deben aplicar precauciones por aerosol y contacto y seguir las recomendaciones de vigilancia epidemiológica enunciadas a continuación [10] [15][16][17]: Higiene de manos antes y después del contacto con el paciente Uso de guantes cuando se va a tener contacto directo con el paciente. Cuarto individual con presión negativa de aire. Si no existe el sistema, mantener la puerta cerrada y las ventanas abiertas. Los integrantes del equipo de salud y los visitantes deben usar mascarilla de alta eficiencia, N95, antes de ingresar a la habitación. En los pacientes adultos se debe proveer mascarilla para su uso permanente durante actividades realizadas fuera de su habitación, como toma de laboratorios, exámenes radiológicos, transporte en ambulancia, etc. Transporte del paciente restringido y en caso de ser necesario, colocarle mascarilla de alta eficiencia N95. Uso de bata si hay riesgo de salpicadura. Advertir a todo el equipo de salud mediante señalización adecuada, que ese paciente específico requiere precauciones de aerosol y contacto. Instruir al paciente y dar a conocer a la familia o visitantes los objetivos de las precauciones de aislamiento aplicadas en el paciente, a fin de lograr la colaboración de ellos en el juicioso seguimiento de las medidas adoptadas. ¡PREVENIR ES LO PRIMERO! 11/14 Los artículos contaminados deben desinfectarse antes de ser descartados. Todo el recurso humano que trabaje en el hospital en aéreas asistenciales y sin historia de la enfermedad debe ser vacunado. Esto incluye a todos los integrantes del equipo de atención, servicios generales, lavandería, guardias de seguridad y servicio de alimentos. Mientras se logra esta cobertura, en servicios de alto riesgo como pediatría, urgencias, gineco-obstetricia, unidad de cuidado intensivo neonatal, unidad de cuidado intensivo pediátrica y unidad renal, se debe evitar atención a pacientes sospechosos o confirmados, por integrantes del equipo de salud susceptibles. En caso de presentarse exposición significativa entre los pacientes hospitalizados, se debe identificar los susceptibles para cohortizarlos (ubicarlos en una sola área) y procurar el alta temprana, con recomendaciones y signos de alarma. Si se identifica exposición significativa ocupacional en un trabajador susceptible del Hospital El Tunal (HET), se debe reportar a salud ocupacional el caso, para considerar la vacunación y la exclusión de la persona expuesta de su sitio de trabajo, entre el día 8 al 21 después del contacto ; esto incluye a quienes recibieron una sola dosis de vacuna. Los trabajadores expuestos deben recibir instrucción para que reporten a salud ocupacional la presencia de fiebre, cefalea o aparición de lesiones en piel, para que sean evaluados. Los trabajadores susceptibles que tengan contraindicación de vacunación deben ser excluidos del áreas de riesgo hasta 21 días después de la exposición y se debe considerar la aplicación de Inmunoglobulina hiperinmune anti-varicela zoster. Los casos sospechosos de varicela deben ser reportados a vigilancia epidemiológica y los casos confirmados se deben notificar mediante el diligenciamiento de la ficha epidemiológica de SIVIGILA . 14.2.3 Vacunación de contactos y profilaxis postexposición La vacunación en los 3 días siguientes al contacto con el caso índice puede reducir la transmisión de la enfermedad en más de un 90%. Es posible que la vacuna sea eficaz cuando se administra hasta el 5to día tras la exposición. El expuesto debe ser monitoreado durante los 10-21 días posteriores a la exposición [10]. 14.2.4 Inmunoglobulina hiperinmune anti-varicela zoster Este producto está indicado en individuos con alto riesgo de desarrollar una varicela grave (inmunocomprometidos, mujeres embarazadas, recién nacido cuya madre presenta varicela entre 5 días antes y 2 días después del parto, prematuros hospitalizados mayores o iguales a 28 semanas hijos de madre sin historia de varicela, prematuros hospitalizados menores a 28 semanas o 1 kg de peso, independiente de la historia materna), y que hayan tenido una exposición significativa con una persona que está cursando con varicela o en su período pre-eruptivo (hasta 2 días antes del exantema) [18]. La dosis recomendada es de 125 Unidades por cada 10 kg de peso. La dosis máxima es 625 Unidades, y la mínima es de 125 U unidades. Se debe administrar con la mayor precocidad posible, dentro de los 4 días (96 horas) de producido el contacto. La duración de la protección que otorga la inmunoglobulina hiperinmune anti-varicela zoster (IGVZ) se estima en alrededor de 3 semanas[5] [18]. 15. HERPES ZOSTER ¡PREVENIR ES LO PRIMERO! 12/14 Después de la infección primaria como varicela, el virus varicela-zoster reside en los cuerpos celulares asociados con los nervios espinales. La reactivación del virus varicela-zoster latente resulta en un cuadro de herpes zoster, cuyas características clínicas incluyen una erupción vesicular que generalmente aparece de manera unilateral en una o más dermatomas, siendo las lesiones pruriginosas y dolorosas [2] [10]. Las personas con Herpes Zoster son infecciosas durante las etapas de la erupción vesicular; la erupción normalmente presenta costras en un plazo de 7-10 días, pero puede tardar 2-6 semanas en sanar por completo. Aunque no es frecuente, casos de pacientes con herpes zoster también han sido identificados como el caso índice en los brotes de varicela [10]. No es necesaria la exclusión laboral o escolar de los inmunocompetentes mientras las lesiones estén cubiertas, si esto no es posible, se deben excluir hasta que las lesiones tengan costra. En pacientes hospitalizados se deben aplicar precauciones estándar [10]. En los casos de herpes zoster diseminado o inmunocomprometidos, se deben aplicar las mismas medidas de prevención de la trasmisión que son usadas para la varicela [10]. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS [1] Valderrama A, Hospital El Tunal E.S.E. “Varicela” Documento de Educación Continua, Año 2000. [2] Whitley Richard J. Virus de la Varicela Zoster En Gerald Mandell, Douglas y Jhon Bennet, en Enfermedades infecciosas principios y practica-133: 1780-86 Sexta ed 2006. [3] Herpes Virus en Microbiología Medica de Jawetz,Melnick y Adelberg. 475-505, 16ª ed. 1999. [4] Jaramillo AC. Herpes Virus Humanos. en Microbiología de las Infecciones Humanas. 444 -458. 2007. [5] CDC. 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