Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento

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McKinsey Global Institute
McKinsey Global Institute
Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina
Agosto de 2011
Construyendo ciudades
competitivas: La clave
para el crecimiento en
América Latina
McKinsey Global Institute
El McKinsey Global Institute (MGI), el instituto de McKinsey & Company
dedicado a la investigación en temas de negocios y economía, fue creado en
1990, con el objetivo de lograr una mejor comprensión de la evolución de la
economía mundial. Nuestra aspiración es ofrecerle a los líderes de negocios y
del sector público y social, información e ideas que les permitan estar en mejor
posición para tomar mejores decisiones gerenciales y formular políticas públicas.
Las investigaciones que realiza el MGI combinan las disciplinas de la economía
y la gerencia, utilizan herramientas analíticas de la economía e incorporan las
ideas de los líderes empresariales. Nuestra metodología que implica ir “de lo
micro a lo macro”, nos permite analizar las tendencias microeconómicas de la
industria para lograr una mayor comprensión de las fuerzas macroeconómicas
que afectan la estrategia de negocios y las políticas públicas. El MGI ha
realizado informes minuciosos sobre más de 20 países y 30 sectores
industriales. La agenda actual de investigación se enfoca en cuatro temas:
Productividad y crecimiento, Evolución de los mercados financieros mundiales,
Impacto económico de la tecnología y la innovación, y Urbanización. Las
investigaciones recientes incluyen diversos análisis sobre la creación de puestos
de trabajo, la productividad de los recursos, las ciudades del futuro y el impacto
de Internet.
Tres directores de McKinsey & Company, Richard Dobbs, James Manyika y
Charles Roxburgh, dirigen el MGI. Susan Lund es la directora de investigación.
Cada proyecto cuenta con un equipo conformado por consultores de las oficinas
de McKinsey de todo el mundo, dirigidos por un grupo de colegas con amplia
trayectoria. Esos equipos cuentan con el apoyo de la red mundial de socios y
expertos en industrias y gerencia de McKinsey. Importantes economistas, entre
los que figuran ganadores del Premio Nobel, participan como asesores en las
investigaciones de MGI.
Las investigaciones del MGI son financiadas por los propios socios de McKinsey
& Company. Ninguna investigación se realiza por encargo de alguna empresa,
gobierno o institución. Si desea mayor información sobre el MGI y si desea tener
acceso a los informes, visite www.mckinsey.com/mgi.
Copyright © McKinsey & Company 2011
McKinsey Global Institute
Agosto de 2011
Construyendo ciudades
competitivas: La clave
para el crecimiento en
América Latina
Andrés Cadena
Jaana Remes
James Manyika
Richard Dobbs
Charles Roxburgh
Heinz-Peter Elstrodt
Alberto Chaia
Alejandra Restrepo
Prefacio
América Latina está bien posicionada en la economía mundial de hoy, posterior a la
recesión: gran parte de la región está recuperando su crecimiento de manera sólida. Sin
embargo, para que esta recuperación logre convertirse en un período sostenido de
prosperidad creciente, es necesario que el continente aproveche en toda su extensión
el potencial económico de sus ciudades.
El McKinsey Global Institute (MGI) ha analizado durante varios años el desempeño
económico de América Latina. El primer informe de importancia sobre la región, Latin
American productivity, lo publicó en junio de 1994, y en marzo de 1998, publicó su
primera evaluación detallada de la economía de Brasil, Productivity: The key to an
accelerated development path for Brazil. El desempeño económico de América Latina
ha sido un tema que hemos abordado periódicamente. En 2005, como parte del
contexto de un estudio mundial sobre el papel de las empresas multinacionales en el
desempeño de las industrias, el MGI analizó la productividad y el crecimiento de cuatro
sectores de Brasil y México: automotriz, aparatos electrónicos, sector minorista y banca
minorista. En 2006, publicamos una versión de este informe, con datos actualizados
sobre el desempeño productivo de Brasil, How Brazil can grow.
Tomando como base nuestro trabajo anterior, el presente informe le otorga un nuevo
énfasis al papel que desempeñan las ciudades en la economía de América Latina. Este
informe es parte de la investigación mundial del MGI sobre la dinámica de las
economías urbanas y es el resultado de la colaboración conjunta con la oficina de
América Latina de McKinsey. El equipo que lideró este proyecto está integrado por los
directores de McKinsey Heinz-Peter Elstrodt de la oficina de Sao Paulo y Andrés
Cadena de la oficina de Bogotá, el director del MGI, James Manyika de la oficina de
San Francisco y el socio de McKinsey Alberto Chaia de la oficina de Ciudad de México.
El equipo de investigación estuvo liderado por Jaana Remes, investigadora de gran
trayectoria del MGI, en San Francisco, en estrecha colaboración con Alejandra
Restrepo, Gerente de Proyecto de la oficina de McKinsey en Bogotá. También fueron
parte del equipo Florencia Ardissone, Borja de Muller Barbat, Aldo Borasino, Alejandra
Botero, Felipe Diniz, Roberto Durán, Julian Ferris, Lucía Fiorito y Melissa Floca.
Agradecemos las valiosas contribuciones de Janet Bush, editora del MGI, y Gina
Campbell, por su aporte editorial; Rebeca Robboy, gerente de comunicaciones externas
del MGI; Julie Philpot, gerente de producción editorial del MGI; y Marisa Carder,
especialista en diseño gráfico.
De igual forma, nos gustaría agradecer los aportes y el gran apoyo de numerosos
colegas de McKinsey en América Latina, entre los cuales figuran Lino Abram, Sergio
Balcazar, Juan Bermúdez, Pilar Cervantes, Patricia Ellen, Marcus Frank, Rodrigo Hetz,
William Jones, Gagan Khurana, Andreas Mirow, Adilson Oliveira, Pablo Ordorica,
Francisco Ortega, Clara Pava, José María Rancaño, Giacomo Rimoldi, Bruno Silva y
Jorge Torres. Agradecemos también a otros colegas de todas las oficinas de McKinsey
a nivel mundial quienes aportaron sus conocimientos especializados: Marco Albani,
Shannon Bouton, Benjamin Cheetham, Alejandro Díaz, Jaap de Jong, Henry DePhillips,
Michael Lierow, Miguel Payan, Luiz Pires, Henry Ritchie, Betsy Rosenblum, Ken
Somers, Sebastian Stern, Carrie Thompson, Ireena Vittal y Jonathan Woetzel.
McKinsey Global Institute
Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina
Reconocidos expertos externos a McKinsey aportaron invaluables conocimientos y
orientación. De forma especial, nos gustaría agradecer a nuestros asesores
académicos Daron Acemoglu, Elizabeth y James Killian, Profesor de Economía del
Massachusetts Institute of Technology; el Profesor Ricardo Hausmann, Director del
Centro para el Desarrollo Internacional y Profesor de la Práctica del Desarrollo
Económico de la Universidad de Harvard; y Michael Storper, Profesor de Planificación
Urbana de la Universidad de California, Los Ángeles.
Este informe contribuye con la misión del MGI de ayudar a los líderes mundiales a
comprender las fuerzas que transforman la economía global, identificar geografías
estratégicas y prepararse para la próxima oleada de crecimiento. Como ocurre con
todas las investigaciones del MGI, nos gustaría recalcar, una vez más, que esta
investigación es un trabajo independiente que no fue encargado ni patrocinado por
ninguna empresa, gobierno o institución.
Richard Dobbs
Director, McKinsey Global Institute
Seúl
James Manyika
Director, McKinsey Global Institute
San Francisco
Charles Roxburgh
Director, McKinsey Global Institute
Londres
Susan Lund
Directora de Investigaciones, McKinsey Global Institute
Washington, DC
Agosto de 2011
Hoy en día,
260 millones
de personas viven en las
198 principales ciudades de
América Latina
En 2007, estas 198 ciudades
produjeron un PIB de
3,6 billones
de dólares - equivalente al PIB
combinado de India y Polonia
Las principales 10 ciudades
albergan una población de
95 millones
…con un PIB promedio per cápita de
18 mil dólares
…y un PIB total de
1,7 billones
de dólares - representando el 30%
del total de la región para 2007.
NOTA: Todos los datos corresponden al año 2007. Todos los PIB, PIB per cápita, y crecimiento del PIB fueron calculados en función de la
metodología de paridad de poder adquisitivo.
…y mañana
para 2025….
315 millones
50 millones
65%
de personas vivirán en las
principales 198 ciudades
de América Latina; es
decir, una población
mayor a la población
actual de Estados Unidos
de personas ingresarán a la
fuerza laboral, lo que
representa una cifra mayor a
la población en edad laboral
actual de Francia
del crecimiento de América
Latina provendrá de estas
198 principales ciudades
En el 2025, estas 198 ciudades
producirán un crecimiento del
3,8 billones
de dólares − casi el triple del
PIB actual de España
Las 198 principales ciudades tendrán un PIB per cápita de
23 mil dólares
para 2025,
superior al PIB per
cápita de Portugal
en 2007
NOTA: Todos los PIB, PIB per cápita, y crecimiento del PIB fueron calculados en función de la metodología de la paridad de poder adquisitivo.
Tabla de contenido
Resumen ejecutivo
1
1. Las ciudades de América Latina son la clave para el futuro económico de la región
7
2. El desafío del desempeño
21
3. Cómo diseñar ciudades competitivas e inclusivas
34
Bibliografía
48
McKinsey Global Institute
Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina
1
Resumen ejecutivo
América Latina es la región con mayor población urbana de todas las regiones en vías
de desarrollo: 80% de la población latinoamericana vive en ciudades (Gráfico E1). Gran
parte del crecimiento de América Latina es resultado de la migración rural lo que
produjo economías de escala que potenciaron la productividad de los centros urbanos
en expansión y redujeron el costo que implicaba suministrarle servicios básicos a sus
habitantes.1 Las ciudades son clave para la economía de América Latina. Las 198
ciudades principales de la región, definidas como aquellos centros poblados con
200.000 habitantes o más, contribuyen con más del 60% del producto interno bruto
(PIB) actual. La mitad de este PIB lo generan las 10 ciudades principales dentro de este
grupo. La concentración de la actividad económica en estos centros urbanos es
comparable a la de Estados Unidos y Europa Occidental, si bien está más concentrada
que la de cualquier otra región en vías de desarrollo. Las 10 ciudades más importantes
de China, por ejemplo, contribuyen con aproximadamente 20% del PIB de ese país.
GRÁFICO E1
América Latina es la región en desarrollo más urbanizada: Casi
el 85% de la población vivirá en ciudades en el 2025
2025
2009
Población en áreas urbanas(1), 2009 y 2025; %
86
84
77
53
59
47
37
79
47
46
30
América
Latina
(1)
(2)
Asia(2)
China
India
73
82
40
África
Europa
Norte
América
Poblaciones urbanas según definiciones nacionales
No incluye China e India
FUENTE: Naciones Unidas, Departamento de Estudios Económicos y Sociales, División de Población, World population
prospects: The 2009 revision, Marzo 2010; Análisis del McKinsey Global Institute
El importante papel que desempeñan las ciudades, particularmente los grandes centros
urbanos en la economía de América Latina, hace que la materialización del potencial
económico sea un factor fundamental para sostener el crecimiento general de la región.
Así lo indica la nueva investigación realizada por la oficina de América Latina de
McKinsey & Company y McKinsey Global Institute (MGI), el instituto de McKinsey
dedicado a la investigación en temas de economía y negocios.
1
El porcentaje de población urbana aumentó de 40% a 80% desde 1950, es decir, una vez y
media más que la población general de la región. A diferencia de América Latina, en el caso
de China e India, los estudios del MGI concluyen que estos países recién se encuentran en las
fases iniciales de urbanización por lo que este será un factor importante de crecimiento en el
futuro. Véase Preparing for China’s urban billion, McKinsey Global Institute, febrero de 2009 e
India’s urban awakening: Building inclusive cities, sustaining economic growth, McKinsey
Global Institute, abril de 2010 (www.mckinsey.com/mgi).
2
Sin embargo, América Latina ya ha obtenido gran parte de las llamadas “ganancias
fáciles” que genera la expansión de las poblaciones urbanas. Hoy en día son varias las
ciudades que deben lidiar con los problemas de tránsito, el déficit habitacional y la
contaminación, todos síntomas de las deseconomías de escala. Para mantener su
crecimiento, las ciudades más grandes de la región deberán estar en capacidad de
enfrentar desafíos que van más allá del desempeño económico y que afectan las
condiciones sociales en las que viven sus habitantes, el uso sostenible de los recursos
y la solidez de las finanzas y gestión de gobierno. Sin excepción alguna, todas las
economías urbanas de América Latina deben prestar atención a estas dimensiones si
aspiran a continuar siendo motores del crecimiento de la región.
La población relativamente joven de América Latina hace que la transformación de las
economías urbanas sea incluso más urgente. En un marcado contraste con las
poblaciones en edad laboral de Japón y Europa Occidental y con algunas regiones en
desarrollo como China y Europa Oriental, se proyecta que la población
económicamente activa de América Latina continuará creciendo en forma constante
hasta alcanzar un pico en el 2040, con una fuerza laboral de alrededor de 470 millones
de trabajadores, lo que representa un aumento del 30% con respecto al año 2007, y un
aumento neto de 85 millones o lo que es lo mismo, el equivalente a las tres cuartas
partes de la fuerza laboral actual de Estados Unidos o Europa Occidental. En
consecuencia, América Latina contará con un considerable dividendo demográfico
potencial si sus economías logran crecer lo suficiente para generar puestos de trabajo
productivo para esa gran fuerza laboral joven, sobre todo en el entorno urbano. Con una
fuerza laboral a la que pueda ofrecérsele un empleo productivo en una economía
dinámica y generadora de puestos de trabajo, estos jóvenes podrían producir la riqueza
de la cual dependerán las inversiones y el crecimiento sostenido del futuro. De no ser
así, es decir, si las economías de América Latina no logran generar suficientes
oportunidades económicas para todo ese grupo creciente de jóvenes en edad laboral,
podrían surgir problemas sociales de importancia.
En la última mitad de este siglo, el perfil demográfico de América Latina se parecerá
más al de Europa: habrá un porcentaje cada vez más pequeño de jóvenes
económicamente activos que deberán mantener a una proporción cada vez más
numerosa de gente mayor. A menos que las autoridades responsables de planificar las
políticas públicas, el sector empresarial y la sociedad civil adopten desde ya medidas
para reformar y desarrollar sus ciudades y crear empleos más productivos en la
economía formal, la región correrá el riesgo de envejecer antes de lograr la meta de
enriquecerse.
Para que las ciudades alcancen su potencial de crecimiento, es indispensable contar
con políticas económicas más amplias que brinden los incentivos adecuados para un
crecimiento productivo y sostenible. Investigaciones anteriores realizadas por el MGI
sugieren que sería necesario establecer dos prioridades: desmantelar las barreras
regulatorias de larga data que frenan la productividad y el crecimiento en los sectores
de manufactura y servicios, y darle un mejor uso a los recursos naturales de la región.
CIUDADES QUE FUNCIONAN ADECUADAMENTE: FACTOR
DECISIVO PARA EL CRECIMIENTO DE AMÉRICA LATINA
Se estima que los 198 centros urbanos principales de América Latina generen el 65%
del crecimiento de la región en los próximos 15 años, según proyecciones del MGI, lo
que sería equivalente al 6% del crecimiento del PIB mundial, más de 1,5 veces la
contribución que se espera de las grandes ciudades de Europa Occidental y una
contribución similar a la esperada de los grandes centros urbanos de India (véase el
Recuadro E1, “Los tres grandes grupos de ciudades latinoamericanas analizados por el
MGI”).
McKinsey Global Institute
Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina
No obstante lo anterior, en muchas de las 10 ciudades principales de América Latina
que tienen fuerte incidencia en la economía, la tasa de crecimiento económico en
realidad disminuyó desde la era de urbanización que tuvo lugar durante todo el siglo XX
hasta 1970. A partir de ese año, las tasas de crecimiento de Sao Paulo y Río de Janeiro
en Brasil, por ejemplo, pasaron de estar por encima del promedio nacional a ubicarse
por debajo de la media. Otras ciudades importantes de la región también registraron
recientemente un crecimiento más lento que el de sus respectivas economías
nacionales o que el de otras ciudades medianas comparables. La zona metropolitana
de Ciudad de México registró un crecimiento inferior al promedio logrado por 45
ciudades medianas de ese país, es decir, ciudades a las que definimos como aquellas
con una población entre 200.000 y 10 millones de habitantes. (Gráfico E2).
Recuadro E1. Los tres grandes grupos de ciudades
latinoamericanas analizados por el MGI
Ciudades grandes. Este término lo definimos como aquellas ciudades de
200.000 habitantes o más. El estudio incluye a las 198 ciudades que poseen
estas características en la región. Dentro de ese grupo, existen cuatro
megaciudades con poblaciones de más de 10 millones de habitantes: Buenos
Aires, Ciudad de México, Río de Janeiro y Sao Paulo. El resto de las ciudades,
es decir, los centros urbanos que tienen entre 200.000 y 10 millones de
habitantes, se clasifican como “ciudades medianas”. Nuestro análisis abarca
áreas metropolitanas enteras que se definieron en función de sus respectivas
ciudades centrales. Así, Ciudad de México y Buenos Aires, en el contexto de
este informe, se refieren a las regiones metropolitanas más amplias que
circundan (y engloban) al Distrito Federal y a la Ciudad de Buenos Aires,
respectivamente.1
Las 10 ciudades principales. En este grupo se incluyen los 10 centros urbanos
más importantes en términos de PIB según cifras de 2007. Además de las cuatro
megaciudades, figuran en este grupo otros seis centros urbanos con un PIB
superior a US$74.000 millones de acuerdo con la metodología de paridad de
poder adquisitivo (PPA): Bogotá, Brasilia, Caracas, Lima, Monterrey y Santiago.
Las 50 ciudades más importantes. Este grupo incluye a las 50 ciudades más
importantes en términos del PIB para 2007: las 10 principales y otras 40. Estas
ciudades adicionales son Córdoba y Rosario, en Argentina; las 12 ciudades de
Brasil: Baixada Santista, Belo Horizonte, Campinas, Curitiba, Fortaleza, Goiânia,
Grande Vitória, Manaus, Norte/Nordeste Catarinense, Pôrto Alegre, Recife y
Salvador; Gran Concepción, en Chile; Cali y Medellín, en Colombia; San José de
Costa Rica, en Costa Rica; La Habana, en Cuba; Santo Domingo, en República
Dominicana; Guayaquil y Quito, en Ecuador; San Salvador, en El Salvador; las
11 ciudades de México: Ciudad Juárez, Guadalajara, León, Puebla, Querétaro,
Reynosa-Río Bravo, Saltillo, Tijuana, Toluca, Torreón y Veracruz; Ciudad de
Panamá, en Panamá; Montevideo, en Uruguay; y Barquisimeto, Maracaibo,
Maracay y Valencia, en Venezuela.
1
Se entiende por área metropolitana cualquier región que consta de un centro urbano
altamente poblado (la ciudad principal) más una zona circundante vinculada social y
económicamente con el centro urbano por ser allí donde trabajan sus habitantes.
3
4
Gráfico E2
El crecimiento de las ciudades más grandes de América Latina ya no
supera al crecimiento del resto de la economía de la región
Casi todas las 10 principales ciudades crecieron más
lentamente que la economía de sus respectivos países
El crecimiento relativo de Sao Paulo y
Río de Janeiro ha disminuido recientemente
Crecimiento del PIB
Tasa compuesta de crecimiento anual, %
PIB de la ciudad con respecto al promedio nacional
Índice: 100% = crecimiento del PIB del país, %
Período
Período
1920–70
1970–2008
Sao Paulo
Crecimiento del PIB
indexado
66
1999–2008
Ciudad de México 1999–2009
Río de
Janeiro
Sao Paulo
Brasil
2.6
7.0
10.3
6.8
3.5
4.4
106
89
Buenos Aires
1993–2003
Río de Janeiro
1999–2008
Lima(1)
2001–2009
Bogotá(1)
1998–2008
91
Santiago(1)
1996–2006
93
Monterrey
1999–2009
Brasilia
1999–2008
37
113
140
57
100
(1)
En aquellos casos en los que no se dispuso de información sobre el PIB a nivel ciudad, pero en los que la ciudad representaba la mayor parte de la
región o provincia, utilizamos los datos correspondientes al siguiente nivel
FUENTE: Oficinas de estadísticas nacionales y locales, McKinsey Global Institute Cityscope 1.1
Muchas de estas 10 ciudades principales de la región comenzaron a enfrentar
limitaciones a medida que se intentaba responder a las exigencias de las áreas
metropolitanas en expansión que “absorbieron” a pueblos más pequeños que si bien
lindaban con ellas, estaban fuera de su jurisdicción. En muchos casos, la resultante
fragmentación de límites políticos ha dispersado las funciones de gestión urbana, por
ejemplo, en temas de vivienda o desarrollo económico, entre alcaldes y funcionarios de
diversas municipalidades, gobiernos estatales e instituciones federales. Es común que
no exista coordinación en la planificación y políticas y que no se disponga del
financiamiento suficiente para satisfacer las necesidades cada vez mayores. Muchas
ciudades han excedido la capacidad de infraestructura, el diseño de sus sistemas de
transporte y su capacidad para prestar servicios públicos adecuados, lo que dificulta el
funcionamiento y la gestión eficiente y efectiva. Como resultado, estos centros urbanos
no están generando suficientes empleos que sean altamente productivos y que
permitan ocupar a una fuerza laboral en expansión, lo que, a su vez, fomenta la
actividad económica informal a niveles perjudicialmente elevados.2 A menos que estas
ciudades grandes mejoren significativamente la productividad y la cantidad de empleos
que generan en la economía formal e impulsen la eficiencia de sus operaciones y su
gestión, indica el MGI, sus tasas de crecimiento se mantendrán por debajo del promedio
y podrían incluso ocasionar una baja en la tasa general de crecimiento de la región.
AMÉRICA LATINA NECESITA MEJORAR SUS GRANDES
CIUDADES Y APOYAR EL CRECIMIENTO DE SUS CIUDADES
MEDIANAS
Para mejorar el desempeño de las ciudades y aprovechar el perfil demográfico de la
región, es indispensable que los líderes políticos y empresariales actúen con decisión
en dos frentes: reformar y mejorar las grandes ciudades de la región y permitir el
surgimiento de un grupo mayor de ciudades medianas de alto desempeño.
2
El contexto regulatorio de la región caracterizado por una inflexible legislación laboral y un
costoso nivel de burocracia, es un factor que contribuye a la elevada tasa de informalidad en
América Latina. Véase How Brazil can grow, McKinsey Global Institute, diciembre de 2006;
New horizons: Multinational company investment in developing economies, McKinsey Global
Institute, octubre de 2003 (www.mckinsey.com/mgi).
McKinsey Global Institute
Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina
5
Reforma y mejora de las grandes ciudades de la región
Para entender cómo pueden mejorar su desempeño las grandes ciudades de América
Latina, el MGI evaluó el desempeño de 8 de las 10 ciudades más importantes que, en
orden decreciente de PIB, son: Sao Paulo, Ciudad de México, Buenos Aires, Río de
Janeiro, Lima, Bogotá, Santiago y Monterrey. Este análisis se realizó en función de 100
indicadores cuantitativos y cuatro dimensiones que generan un crecimiento económico
urbano sostenido: el desempeño económico, las condiciones sociales, el uso sostenible
de los recursos, y las finanzas y gestión de gobierno. El MGI tradujo los resultados de
este análisis a un índice de desarrollo urbano (IDU). El IDU es un instrumento de
benchmark registrado que fue diseñado para comparar el desempeño de las ciudades
con métricas precisas y accionables.
Varias de las ciudades de América Latina están rezagadas con respecto a otras
ciudades del mundo y de la región en estas cuatro dimensiones (Gráfico E3). Bogotá,
por ejemplo, aparece como rezagada con respecto a sus pares regionales en su
desempeño económico, mientras que Monterrey, por su parte, tiene un desempeño
relativamente sólido en todas las dimensiones, a excepción de la referida al uso
sostenible de los recursos.
No obstante lo anterior, el análisis del MGI también expone algunos ejemplos de
desempeño positivo en las ciudades más importantes. En el caso de México, por
ejemplo, el complejo tecnológico que se ha desarrollado alrededor del Sistema
Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey ha servido para fortalecer la
colaboración entre la universidad y el ámbito empresarial. Entre 1999 y 2009, el PIB per
cápita de Monterrey aumentó en un 40% más que el PIB total de México como país. De
igual forma, la ciudad tiene el menor porcentaje de población bajo la línea de pobreza
(4%) en la región. Buenos Aires y Bogotá se destacan en materia de servicios de salud:
más del 90% de la población de estas ciudades tiene cobertura de salud, en
comparación al 85% que es el caso de los neoyorquinos. En materia de
telecomunicaciones, Buenos Aires no solo es líder regional en penetración de telefonía
móvil con 112%, sino que además supera en ese frente al promedio de las cuatro
ciudades internacionales que se utilizaron como referencia. Existe una gran cantidad de
ejemplos de alto desempeño en algunas de las grandes ciudades de América Latina en
aspectos que son fundamentales para su crecimiento. Se trata de experiencias que
pueden servir de ejemplo para el resto de los centros urbanos.
Gráfico E3
El desempeño de las ciudades latinoamericanas es inferior al
de las ciudades internacionales tomadas como benchmarks
Inferior al promedio
Promedio
Superior al promedio
Índice: Benchmark1 = 100
Desempeño
económico
Sao Paulo
Condiciones
sociales
55
Ciudad de México
62
Buenos Aires
60
Río de Janeiro
Lima
Bogotá
Santiago
Monterrey
69
68
78
77
58
56
51
67
68
63
59
70
72
Ø 70
Benchmark definido para cada indicador como el promedio de Helsinki, Nueva York, Singapur y Toronto.
FUENTE: Índice de Desarrollo Urbano de McKinsey
67
55
69
71
48
Ø 57
(1)
Finanzas y gestión
de gobierno
Uso sostenible
de los recursos
79
64
67
63
66
57
64
71
70
66
62
Ø 69
Ø 63
6
Propiciar el crecimiento y la competitividad de las ciudades medianas
Junto con las grandes ciudades de América Latina, ha surgido una amplia base de
ciudades medianas de alto crecimiento. En la actualidad, existen 188 ciudades
medianas que representan casi un tercio del PIB de la región y es probable que
generen casi el 40% del crecimiento del PIB de la región hacia el año 2025. Hoy en día,
estas ciudades tienen un PIB per cápita inferior al de los grandes centros urbanos de
América Latina. Sin embargo, las ciudades medianas de crecimiento más rápido de la
región podrían zanjar gran parte de esa brecha antes del año 2025.
Aquellas ciudades medianas que estén en capacidad de ofrecer un ambiente eficiente
que sea atractivo tanto para las empresas como para los trabajadores calificados, no
solo incrementarán considerablemente su crecimiento sino que podrían convertirse en
un modelo de desarrollo urbano mejor diseñado y sostenible para América Latina.
Existen ejemplos muy positivos de ciudades medianas que están implementando
políticas y esquemas de gestión innovadores, como es el caso de la ciudad de Panamá,
Viña del Mar en Chile, Curitiba y Florianópolis en Brasil, Toluca y Mérida en México, y
Cartagena en Colombia.
APROVECHAR LA VENTAJA DEMOGRÁFICA URBANA DE
LAS CIUDADES
Cada una de las ciudades de América Latina enfrenta un conjunto particular de desafíos
y prioridades determinado por su propio punto de partida. En función de historias de
éxito comprobadas de la región y del mundo, el MGI identificó una serie de medidas
concretas que podrían adoptar los líderes de la región para resolver los temas de mayor
prioridad. La experiencia de McKinsey indica que con políticas adecuadas se puede
cambiar el destino de una ciudad en apenas 10 años. Si se mejora la cantidad y
productividad de los empleos urbanos en todas las ciudades independientemente de su
tamaño, la población joven de América Latina podrá fomentar el crecimiento a
largo plazo.
Este informe del MGI es un llamado a los alcaldes, planificadores de políticas públicas y
líderes empresariales y civiles de toda América Latina a fin de que unan fuerzas y
adopten medidas para convertir a sus ciudades en un motor de crecimiento. Esperamos
que este análisis y los datos y herramientas analíticas sean de utilidad para que
alcaldes y planificadores identifiquen las deficiencias en el desempeño urbano. De igual
forma, presentamos ejemplos prácticos de cómo podría superarse el desempeño actual
y proponemos metas y métricas apropiadas que les permitan a los líderes de las
ciudades realizar un seguimiento de los avances que conducirán a un desempeño
superior. Por otra parte, aspiramos a que nuestro trabajo le permita a las empresas
posicionarse mejor frente a las oportunidades económicas a medida que estas surgen
en los segmentos de consumo y de actividad empresarial urbanos. El primer capítulo de
este informe, explica la importancia de las ciudades grandes en la economía
latinoamericana y la necesidad de desarrollar su potencial económico. El segundo
capítulo, examina los diversos desafíos que deben enfrentar las ciudades más grandes
de América Latina a fin de materializar ese potencial. Por último, el tercer capítulo
ofrece algunas ideas sobre lo que podría constituir una agenda para la renovación
urbana.
McKinsey Global Institute
Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina
1. Las ciudades de América Latina
son la clave para el futuro
económico de la región
Las ciudades de América Latina dominan la economía de la región. Si bien hasta ahora
las principales ciudades fueron las que aportaron la gran cuota de la actividad
económica urbana, recientemente su desempeño ha comenzado a disminuir a medida
que las ciudades medianas adquieren mayor protagonismo. Siempre y cuando sean
productivas y cuenten con una buena gestión, las ciudades de América Latina podrán
seguir siendo los motores de crecimiento regional, creando el grueso de los nuevos
puestos de trabajo y estimulando la generación de ingresos.
LAS CIUDADES YA SON UN ELEMENTO IMPORTANTE EN LA
ECONOMÍA DE AMÉRICA LATINA
América Latina tiene la mayor tasa de urbanización del mundo en desarrollo y una
economía mayormente concentrada más en las grandes ciudades. Según el Cityscope
que es la base de datos mundial de ciudades del MGI, existen en América Latina 198
ciudades con una población de 200.000 habitantes o más, distribuidas a lo largo y
ancho de la región (Gráfico 1 y Recuadro 1, “Cityscope del MGI”).3
Gráfico 1
América Latina tiene 198 grandes ciudades con 200.000 habitantes o más
FUENTE: McKinsey Global Institute Cityscope 1.1
3
Urban world: Mapping the economic power of cities, McKinsey Global Institute, marzo de 2011
(www.mckinsey.com/mgi).
7
8
Recuadro 1. La base de datos Cityscope del MGI
El Cityscope del MGI es una base de datos con más de 2.000 ciudades del
mundo que permite comprender cómo van evolucionando las economías
urbanas, generar diversas clasificaciones y agrupaciones de las ciudades por
región, variable y mercado objetivo, y evaluar el ímpetu del crecimiento que
ocurre al realizar negocios en cada geografía (Gráfico 2). Hasta donde tenemos
conocimiento, esta base de datos es la mayor que existe en su clase. Puede ser
de utilidad para dar respuesta a varias interrogantes necesarias para las
decisiones que deben tomar las empresas y las autoridades encargadas de
formular políticas públicas: ¿En qué ciudades del mundo habrá la mayor
cantidad de niños? ¿En qué ciudad estará la mayor cantidad de la población que
ingresa a formar parte de la fuerza laboral? ¿En qué ciudad estarán viviendo los
ciudadanos de mayor edad? y ¿Qué ciudades experimentarán la más rápida
expansión en términos de los grupos de consumidores con ingresos de clase
media?
La base de datos contiene información de la población de cada ciudad para los
años 2007 y 2025, por grupo de edad: niños (menores de 15 años), población en
edad laboral (de 15 a 64 años), y población mayor (de 65 años en adelante); PIB
y PIB per cápita (a valor de mercado y paridad de poder adquisitivo, o PPA,
paridad de la moneda y paridad real proyectada, o RER “Real Exchange Rate); y
hogares segmentados por ingresos anuales en cuatro categorías en términos de
PPA: familias en dificultades (menos de US$7.500); con aspiraciones (de
US$7.500- US$20.000); consumidores (de US$20.000-US$70.000); y globales
(más de US$70.000). El MGI ha utilizado cuatro fuentes para desarrollar la
información específica de cada ciudad: censos públicos; grupos de datos de
ciudades que fueron recopilados como parte de investigaciones anteriores del
MGI; proveedores externos de información; y los modelos nacionales y
regionales elaborados por el MGI que permiten proyectar el crecimiento de las
ciudades hasta el año 2025. El MGI tiene pensado expandir su base de datos
Cityscope en los próximos dos o tres años, a fin de incluir un conjunto más
amplio de variables (como las oportunidades de inversión en infraestructura, la
demanda y ahorros de los consumidores y el crecimiento a nivel sectorial), al
igual que mayores capacidades para la formulación de escenarios.
Para mayor información sobre la base de datos Cityscope y la metodología que
empleamos para seleccionar las variables, consulte el apéndice técnico del
informe del MGI Urban world: Mapping the economic power of cities, en
www.mckinsey.com/mgi.
Gráfico 2
Cityscope de MGI: Una fuente de inteligencia urbana a nivel mundial
FUENTE: McKinsey Global Institute Cityscope 1.1
7
McKinsey Global Institute
Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina
9
En conjunto, las 198 ciudades de América Latina incluidas en el Cityscope del MGI,
albergan a más del 45% de la población de la región y producen más del 60% del PIB
actual (Gráfico 3).4
Gráfico 3
Las grandes ciudades de América Latina contribuyen al PIB de manera
similar al de las ciudades de regiones desarrolladas
Aporte de las ciudades al PIB, 2007
%; $ mil millones, PPA
100% = total de la región
100% = 66,321
35
Resto de
ciudades
grandes1
17
11-50 primeras
22
10 primeras2
Número de
ciudades
15,346
13,633
5,742
41
38
9
14
18
Ciudades
pequeñas y
áreas rurales
8,163
3,762
27
27
31
25
Mundial
EE.UU y
Canadá
Europa
Occidental
2,262
2,262
254
254
168
168
30
América
Latina
198
198
46
44
22
8
8
Region
de China3
611
611
36
14
19
24
9,168
69
29
18
4,815
27
22
24
5,692
14
Sur de Asia 4
229
229
15
15
16
20
35
20
21
EECA5
Africa6
242
242
283
283
Resto de Asia7
227
227
1 Ciudades que para 2007, tenían una población de 150.000 habitantes o más en Estados Unidos y Europa Occidental, y 200.000 o más en el resto del mundo.
2 Ciudades en orden de PIB en PPA en 2007.
3 Incluye ciudades de China, Hong Kong y Taiwan.
4 Incluye ciudades de Afganistán, Bangladesh, India, Nepal, Pakistán y Sri Lanka.
5 Europa Oriental y Asia Central (por sus siglas en inglés EECA, Eastern Europe- Central Asia).
6 Incluye ciudades de Africa del Norte, Medio Oriente y la región de Africa Sub-Sahara.
7 Incluye ciudades del Noreste y Sudeste Asiático y de Australasia.
NOTA: La suma puede no ser exacta debido al redondeo.
FUENTE: McKinsey Global Institute Cityscope 1.1
Las políticas económicas pasadas de América Latina sirven para explicar en parte, el
aporte relativamente grande que las principales 10 ciudades de la región representan
para la economía regional. Durante la última mitad del siglo XX, muchos de los países
de la región adoptaron un modelo muy centralizado de gestión económica y optaron por
proteger sus respectivas industrias locales con barreras comerciales. Como resultado,
gran parte de la actividad económica comenzó a aglutinarse alrededor de los centros
políticos. En México, por ejemplo, durante décadas, gran parte de las frutas y verduras
frescas que se producían en el país eran transportadas al mercado mayorista de Ciudad
de México, la Central de Abastos, solo para luego tener que volver al estado del que
habían salido.5 Dicho de otro modo, las megaciudades de América Latina podrían ser
un subproducto no planificado de las políticas de sustitución de importaciones.6
4
5
6
Los habitantes de las 198 grandes ciudades del Cityscope del MGI son parte de una
agrupación más amplia de población urbana que incluye a los habitantes urbanos de ciudades
más pequeñas y pueblos con menos de 200.000 habitantes. La población urbana más amplia
que aparece en el Gráfico E1 se basa en datos del Departamento de Asuntos Económicos y
Sociales, División de Población de Naciones Unidas, World population prospects: The 2009
revision, marzo de 2010.
Para mayor información sobre la relación entre las políticas industriales de América Latina y el
surgimiento de las megaciudades, véase Raul Livas Elizondo y Paul Krugman, Trade policy
and the third world metropolis, Oficina Nacional de Investigación Económica, documentos de
trabajo de NBER, N°. 4238, diciembre de 1992.
América Latina no es la única región del mundo en la que los factores políticos sirven para
explicar los patrones de urbanización que se observan en la actualidad. La estructura federal
de Alemania e India ha derivado en una evolución urbana mucho más dispersa, con ciudades
geográficamente distantes y actividades económicas distribuidas en forma más homogénea y
con ciudades medianas y pequeñas con una gran porción del PIB. En Estados Unidos y China,
en cambio, los conglomerados de grandes ciudades que se desarrollaron a lo largo de la costa
a causa de la inmigración y el rápido crecimiento del PIB per cápita, representan una gran
proporción de la actividad económica en esas regiones.
10
Los países de la región se diferencian por la contribución que sus centros urbanos
aportan a la economía nacional (Gráfico 4). Argentina y Colombia son, por lejos, las
economías en las que las ciudades grandes desempeñan un papel más importante. En
Argentina, Buenos Aires alberga alrededor del 30% de la población, pero genera más
del 50% del PIB nacional, mientras que las otras 17 grandes ciudades argentinas
representan alrededor de la mitad de ese porcentaje. Las ciudades argentinas están
dispersas a lo largo y ancho del territorio, excepto en la escasamente poblada región
patagónica. Colombia tiene 24 ciudades grandes aglomeradas en la región andina y
caribeña. Bogotá tiene casi el 20% de la población total, pero produce más del 25% del
PIB, mientras que las otras 23 ciudades restantes albergan, en conjunto, al 40% de la
población del país y producen más del 45% del PIB.
Gráfico 4
La contribución de las grandes ciudades al PIB de sus respectivos países
varía ampliamente en la región
%, 2007
PIB generado en ciudades
80
Argentina
75
Perú
Uruguay
Venezuela
70
65
Colombia
Chile
Ecuador
Bolivia
Paraguay
60
Brasil
México
55
50
América Central
0
0
30
35
40
45
50
55
60
Población en las ciudades
FUENTE: McKinsey Global Institute Cityscope 1.1
También en Perú y Uruguay, las grandes ciudades generan una gran proporción del
PIB. En Perú, Lima alberga casi al 30% de la población y produce el 50% del PIB,
mientras que en las otras 10 grandes ciudades, sólo habita el 15% de la población,
generando el 20% del PIB. En Uruguay, Montevideo es la única ciudad que supera los
200.000 habitantes, con aproximadamente el 45% de la población del país y el 70% del
PIB.
Chile tiene ocho grandes ciudades donde vive casi el 55% de la población,
representando el 65% de su economía. Santiago, Gran Concepción y Viña del MarValparaíso por sí solas tienen más del 45% de la población y aportan más del 55% del
PIB.
En Brasil y México, las dos economías principales de la región, las ciudades grandes
aportan alrededor del 60% de sus PIB respectivos. En su extenso territorio, Brasil tiene
34 grandes ciudades en las que habita el 45% de la población, aunque producen el 60%
del PIB nacional. En las dos megaciudades de Brasil, Sao Paulo y Río de Janeiro,
habita el 15% de la población y se produce el 25% del PIB nacional. México tiene 20
ciudades grandes muy dispersas a lo largo de su territorio, si bien Ciudad de México
domina el perfil urbano. Con una población de 20 millones de habitantes y un PIB
estimado de US$345.000 millones a paridad de poder adquisitivo, más del 20% del PIB
nacional, Ciudad de México por sí sola, es un jugador global. Algunas de las otras
grandes ciudades mexicanas también desempeñan un papel importante en la economía
del país. Guadalajara, Monterrey y Puebla, en conjunto, albergan al 10% de la
población y producen más del 10% del PIB nacional.
McKinsey Global Institute
Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina
11
A diferencia de esta situación, los grandes centros urbanos no son tan importantes para
las economías de Centroamérica y el Caribe. En América Central, las grandes ciudades
representan menos del 50% de la economía y albergan apenas al 25% de la población.
Para las economías de las Bahamas, Panamá y Costa Rica las grandes ciudades son
más relevantes, mientras que las economías de Guatemala y Nicaragua siguen
dependiendo más de las ciudades pequeñas y de sus zonas rurales.
LAS GRANDES CIUDADES DE AMÉRICA LATINA SERÁN EL
MOTOR DEL CRECIMIENTO REGIONAL…
Por su fuerte punto de partida, los grandes centros urbanos de América Latina seguirán
siendo el motor principal del crecimiento de la región. Las proyecciones del MGI indican
que las 198 principales ciudades del Cityscope contribuirán con aproximadamente 65%
del crecimiento de la región entre los años 2007 y 2025 (Gráfico 5). Se espera que la
población combinada de estas ciudades aumente en 55 millones en ese período,
representando un incremento de casi el 60% en la población regional total. Estimamos
que este crecimiento demográfico aportará el 1% anual al crecimiento económico de las
grandes ciudades. El crecimiento del PIB per cápita es la otra fuente de crecimiento del
PIB de las ciudades. Esperamos que este crecimiento desempeñe un papel aún más
importante que el de la población, y aporte 3% anual al crecimiento del PIB urbano. Se
espera que el ingreso urbano per cápita aumente 70% o más en los próximos 15 años.
Gráfico 5
Las 198 ciudades más grandes de América Latina contribuirán con el 65 %
del total del crecimiento del PIB de la región entre 2007 y 2025
Contribución al crecimiento del PIB latinoamericano, PPP, 2007–25
% del crecimiento total del PIB
10 primeras
11-50 primeras
30
30
27
18
18
22
Resto de ciudades
grandes y medianas
14
14
16
Ciudades pequeñas
y zonas rurales
Crecimiento total del PIB
Porcentaje del PIB
latinoamericano en 2007
%
35
65
NOTA: La suma puede no ser exacta debido al redondeo.
FUENTE: Base de datos Cityscope 1.1 McKinsey Global Institute
35
38
38
100 =
$5.9 billones,
PPA
12
El crecimiento seguirá concentrándose en un grupo relativamente pequeño de
ciudades. Las proyecciones del MGI indican que 50 de las ciudades más importantes
podrían generar casi la mitad del crecimiento del PIB regional, y que es probable que
las 10 ciudades más importantes por sí solas produzcan más de 25% del crecimiento
del PIB de América Latina entre los años 2007 y 2025. Se espera que estas 10
ciudades más importantes continúen teniendo un PIB per cápita 1,5 veces por encima
del promedio regional. Los motores urbanos de crecimiento están muy concentrados en
Brasil y México: 81 de las principales ciudades grandes están ubicadas en estos dos
países, y se espera que aporten el 35% del crecimiento total de América Latina para
2025. Casi la mitad del crecimiento regional seguramente provendrá de 123 ciudades
de las cuatro economías más grandes: Brasil, México, Argentina y Colombia (Gráfico 6).
El crecimiento se concentra en forma distinta según cada país, pues refleja diferencias
en la distribución del PIB (consulte el Recuadro 2, “Aportes al crecimiento de las
ciudades más grandes por país”).
Gráfico 6
Casi la mitad del crecimiento de la región provendrá de 123 ciudades en
las cuatro economías principales
%; PPA
100% = US$5.876 mil millones
Las grandes ciudades de las 4
economías principales generan el
48% del crecimiento de la región
Las grandes ciudades del resto
de América Latina generan el
17% del crecimiento de la región
27
16
6
75
5
11
9
100
6
20
Brasil
Número de
ciudades
34
34
México
47
47
Argentina Colombia Cuatro
grandes/
ciudades
pequeñas/
áreas
rurales
18
18
NOTA: La suma puede no ser exacta debido al redondeo.
FUENTE: McKinsey Global Institute Cityscope 1.1
24
24
Total
de las
cuatro
grandes
América
Central y
el Caribe
Resto de
América
Latina
29
29
46
46
Resto de Crecimiento
las
de América
ciudades Latina
pequeñas/
áreas
rurales
13
Recuadro 2. Aportes al crecimiento de las ciudades
más grandes por país
En Brasil y México que son los países más grandes de América Latina, el
crecimiento está muy concentrado en unas pocas ciudades. En Brasil, por
ejemplo, se espera que Brasilia, Río de Janeiro y Sao Paulo aporten casi el 25%
del crecimiento del PIB del país y el 8% del crecimiento total de América Latina,
entre hoy y el año 2025 (Gráfico 7). Se proyecta que las otras 12 grandes
ciudades de Brasil, que figuran en la lista de las 50 ciudades más importantes de
América Latina en términos de PIB, aporten el 25% del crecimiento del país para
el año 2025, representando casi el 10% del crecimiento del PIB de toda la región
para ese período. En México se observa una concentración similar. Se espera
que para el año 2025, Ciudad de México y Monterrey representen más del 30%
del crecimiento nacional y 7% del crecimiento de toda la región. En cuanto a las
otras 11 ciudades importantes, (que también figuran entre las 50 más importantes
de la región), se espera que aporten casi el 25% del crecimiento nacional y el 5%
del crecimiento de América Latina entre la fecha de hoy y el año 2025.
Si bien los grandes centros urbanos de Argentina y Colombia no pueden
compararse con las ciudades más importantes de Brasil y México en términos de
su aporte para el crecimiento regional, las proyecciones indican que sí
desempeñarán un papel aún más importante para sus economías respectivas de
acuerdo con nuestro análisis. Se espera que 18 ciudades argentinas contribuyan
con más del 70% del crecimiento nacional hasta el año 2025 y el 6% del
crecimiento de toda América Latina. Estimamos que Buenos Aires, Córdoba y
Rosario, las tres ciudades de este país que figuran entre las 50 más importantes
de la región, representarán 75% de esa contribución. En el caso de Bogotá, las
proyecciones indican que esta ciudad contribuirá con casi el 25% del crecimiento
de Colombia. Se espera que Bogotá, Cali y Medellín, las tres ciudades de este
país entre las 50 más importantes de la región, aporten casi el 40% del
crecimiento de Colombia y el 3% del crecimiento regional hasta el año 2025.
Los grandes centros urbanos seguramente también tendrán un importante papel
en el crecimiento regional de Centroamérica y el Caribe. Las proyecciones indican
que La Habana, Ciudad de Panamá, San José de Costa Rica, San Salvador y
Santo Domingo (que son cinco ciudades que figuran entre las 50 más importantes
de América Latina), contribuirán por sí solas con más del 35% del crecimiento de
América Central y el 3% del crecimiento general de América Latina hasta el
año 2025.
Gráfico 7
La contribución de cada ciudad al crecimiento del PIB varía de
país en país
Contribución de las ciudades al crecimiento del PIB, 2007–25
%; US$ mil millones, PPA
100% = total del país
100% =
2,100
Áreas
Áreas
pequeñas
pequeñas
rurales
yyrurales
43
Restode
de
Resto
grandes
grandes
ciudades(1)1
ciudades
8
Top
Top11–50
11–50
26
Primeras10
10(2)2
Primeras
24
1,400
500
470
31
29
27
15
19
23
540
42
31
20
35
9
920
22
14
15
43
32
36
23
34
0
Brasil
México
Argentina
(1) Ciudades con 200.000 habitantes o más en el 2007.
(2) Las ciudades principales están clasificadas por PIB en PPA
PPP en 2007.
NOTA: La suma de los números puede no ser exacta debido al redondeo.
FUENTE: McKinsey Global Institute Cityscope 1.1
Colombia
América Central Resto de
Latinoamérica
y el Caribe
14
… AUNQUE LAS CIUDADES MÁS GRANDES DE AMÉRICA LATINA
ESTÁN PERDIENDO IMPORTANCIA CON RESPECTO A LAS
CIUDADES MEDIANAS
Si bien las grandes ciudades contribuyen al PIB de manera desproporcionada, su peso
relativo en la economía está disminuyendo. Estimamos que en el período entre 2007 y
2025, las 10 ciudades más importantes de la región exhiban un crecimiento inferior al
promedio, tanto con respecto a población como al PIB, mientras que el resto de las
ciudades grandes aumentan su población y PIB a un ritmo superior al promedio. Se
estima que estas ciudades generarán casi el 40% del crecimiento total de la región
entre los años 2007 y 2025, casi 1,5 veces por encima del crecimiento que se espera de
las 10 ciudades principales (Gráfico 8).
¿Cómo se explica este cambio en el balance de poder económico? En las grandes
ciudades latinoamericanas, las señales de las deseconomías de escala (como
congestión y contaminación) ya han comenzado a anular los beneficios de escala,
disminuyendo la calidad de vida de los ciudadanos y socavando el dinamismo
económico. De igual forma, la liberalización económica de la región ha revertido el
sesgo centralizador que concentraba la actividad económica en las ciudades más
grandes. Un enfoque económico más descentralizado le está dando impulso a las
ciudades medianas. En la actualidad, estos centros urbanos de tamaño medio están
rezagados con respecto a las ciudades más grandes en cuanto al PIB per cápita, pero
muchos de estos centros medianos no se han tenido que enfrentar aún con las
deseconomías de escala que afectan a las ciudades más grandes.
Gráfico 8
La población y el PIB per cápita crecerán más rápido en las ciudades
medianas que en las ciudades más grandes
Tasa compuesta de crecimiento
anual, 2007–25
%
Contribución al crecimiento del PIB
de América Latina, 2007–25
%; US$ billones, PPA
PIB per cápita
10 primeras
Población
79 21 1,6
11-50 primeras
28
72
32
0,9
68
Resto de ciudades
grandes y medianas
Ciudades pequeñas
y áreas rurales
Total
América Latina
1,3
80 20 2,1
77
23
5,9
PIB/
cápita
Población
PIB
2,9
0,8
3,7
3,2
1,3
4,5
3,0
1,4
4,4
3,0
0,7
3,8
3,1
0,9
4,0
FUENTE: McKinsey Global Institute Cityscope 1.1
Las grandes ciudades de América Latina están enfrentando deseconomías
de escala
Existe amplio consenso en aceptar que las ciudades grandes pueden beneficiarse de
las economías de escala que les permiten impulsar su potencial económico. A medida
que los centros urbanos crecen, los sectores industriales y de servicios más
concentrados comienzan a desarrollar una productividad superior a la de sus
contrapartes rurales; además, suministrar bienes y servicios en centros donde la
población está más concentrada, es mucho menos costoso. Nuestras investigaciones
indican que proporcionar los servicios básicos, tales como agua, vivienda y educación,
puede ser de 30% a 50% más económico en los centros con gran concentración de
McKinsey Global Institute
Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina
15
población que en áreas escasamente pobladas.7 Las ciudades muy grandes atraen a la
gente más talentosa, captan el mayor volumen de inversiones internas y, con
frecuencia, constituyen el centro de un conglomerado de ciudades más pequeñas, lo
cual genera efectos de red que impulsan el crecimiento económico y la productividad.
Sin embargo, llega un punto en que los retornos a escala de las ciudades comienzan a
disminuir. En América Latina, pareciera que las grandes ciudades ya han traspasado
este límite (Gráfico 9). Es posible que estos centros urbanos hayan comenzado a
enfrentar las deseconomías de escala de manera inusualmente temprana debido a que
sus estructuras institucionales, sociales y ambientales no han crecido al mismo ritmo
que sus poblaciones.
Gráfico 9
El crecimiento de las ciudades más grandes de América Latina ya no
supera al crecimiento del resto de la economía de la región
Casi todas las 10 principales ciudades crecieron más
lentamente que la economía de sus respectivos países
El crecimiento relativo de Sao Paulo y
Río de Janeiro ha disminuido recientemente
Crecimiento del PIB
Tasa compuesta de crecimiento anual, %
PIB de la ciudad con respecto al promedio nacional
Índice: 100% = crecimiento del PIB del país, %
Período
Período
1920–70
1970–2008
Sao Paulo
Crecimiento del PIB
indexado
66
1999–2008
Ciudad de México 1999–2009
Río de
Janeiro
Sao Paulo
Brasil
2.6
7.0
10.3
6.8
3.5
4.4
106
89
Buenos Aires
1993–2003
Río de Janeiro
1999–2008
Lima(1)
2001–2009
Bogotá(1)
1998–2008
91
Santiago(1)
1996–2006
93
Monterrey
1999–2009
Brasilia
1999–2008
37
113
140
57
100
(1)
En aquellos casos en los que no se dispuso de información sobre el PIB a nivel ciudad, pero en los que la ciudad representaba la mayor parte de la
región o provincia, utilizamos los datos correspondientes al siguiente nivel
FUENTE: Oficinas de estadísticas nacionales y locales, McKinsey Global Institute Cityscope 1.1
La experiencia actual no indica que las grandes ciudades de la región ya hayan agotado
todos los beneficios de escala disponibles. Muy por el contrario. Los centros urbanos
más grandes de América Latina aún pueden sostener el crecimiento de empresas de
alto valor en sectores tales como el de tecnología de la información, servicios
financieros, e investigación y desarrollo. Se trata de sectores que requieren de una gran
cantidad de trabajadores calificados que por lo general prefieren vivir en centros
urbanos. De igual forma, estas ciudades siguen ofreciendo oportunidades para
aumentar la productividad a través de una gran variedad de empresas de servicios e
infraestructura local que, en la actualidad, se encuentran rezagados con respecto a su
potencial. Sin embargo, las grandes ciudades latinoamericanas están congestionadas,
mal planificadas y son peligrosas, lo que hace difícil que las empresas aprovechen su
potencial. Es necesario que las autoridades citadinas, junto con las empresas y la
sociedad civil, enfrenten los problemas que se derivan del tamaño de sus ciudades, a
fin de que puedan continuar siendo los motores que impulsan el crecimiento de toda la
región.
7
El MGI estima, por ejemplo, que el costo de suministrar un litro de agua por tubería es
alrededor de 50% más económico en las áreas urbanas, por cuanto las ciudades pueden
aprovechar la existencia de embalses comunes y recortar los costos de distribución. La misma
ventaja se aplica en el caso de grandes infraestructuras. Algunos elementos de la
infraestructura que son fundamentales para ciertos tipos de servicio, como, por ejemplo, los
aeropuertos internacionales, son económicamente factibles solo en centros poblados de gran
tamaño. Se requiere de US$4,8 millones en gasto de capital por vuelo diario en una ciudad
cuya población supere los 4 millones de habitantes, pero casi US$13 millones en una ciudad
con menos de un millón de habitantes. Véase India’s urban awakening: Building inclusive
cities, sustaining economic growth, McKinsey Global Institute, abril de 2010
(www.mckinsey.com/mgi).
16
Al liberalizarse la economía, las ciudades medianas adquieren una mayor
importancia
Mientras esto ocurre, las ciudades medianas de América Latina están experimentando
un rápido crecimiento. De igual forma en que la política económica de las décadas de
1970 y 1980, fomentó el crecimiento de los grandes centros urbanos, el cambio de la
política económica hacia la liberalización que se ha estado experimentando desde los
años 1990, ha venido promoviendo el crecimiento de un conjunto más amplio de
ciudades. La liberalización del comercio, que es una de las característica de este
cambio en las políticas públicas, tiende a operar con el principio de las ventajas
competitivas naturales de cada región. En México, por ejemplo, a partir de la firma del
Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994, la actividad
económica comenzó a desplazarse hacia las ciudades del norte del país, más cerca de
los mercados clave de Estados Unidos. Gran parte del reciente crecimiento de las
actividades que guardan relación con los commodities también se ha producido fuera de
los centros urbanos más importantes. La disminución en la actividad de Central de
Abastos, el mercado mayorista de México, ilustra esta transición, a medida que un
número cada vez mayor de modernos comercios minoristas de alimentos han
incrementado sus redes de centros de distribución regionales, y que se cuenta también
con jugadores extranjeros que han ingresado a este mercado nacional que durante
mucho tiempo fue un mercado protegido.8
Las proyecciones del MGI indican que las ciudades de tamaño mediano contribuirán
con una cuota mayor en la actividad económica a mediano plazo, lo que las convertirá
en un motor de crecimiento cada vez más importante en la región. Sin embargo, a
medida que estas ciudades vayan creciendo en tamaño y complejidad, inevitablemente
comenzarán a toparse con la clase de desafíos que actualmente enfrentan las grandes
ciudades de América Latina.
Si las autoridades de estas ciudades invierten en infraestructura y capacidad
administrativa a fin de anticipar la demanda que surgirá del crecimiento demográfico
esperado, se podrán lograr mejoras sostenidas en la calidad de vida. Hoy en día, el PIB
per cápita de estas ciudades es 30% inferior al de las ciudades más grandes, lo que
constituye una brecha mayor en los ingresos que lo que sucede entre los habitantes de
ciudades similares en Estados Unidos o en Europa.
PARA QUE LAS CIUDADES SEAN PRODUCTIVAS, ES NECESARIO
CONTAR CON UN ENTORNO QUE RESPALDE LAS POLÍTICAS
ECONÓMICAS
A fin de que las ciudades puedan alcanzar su potencial de crecimiento, es necesario
que el entorno mayor de políticas económicas ofrezca incentivos adecuados para
garantizar un crecimiento productivo sostenible. Algunas investigaciones realizadas en
el pasado por el MGI sugieren dos prioridades: desmantelar las viejas barreras
regulatorias que interfieren con la producción y el crecimiento en los sectores de
manufactura y servicios; y hacer un mejor uso de la riqueza de recursos naturales de la
región, lo que podría darle un importante impulso adicional a la economía.
Actualmente, el PIB per cápita de América Latina equivale al 30% del PIB per cápita de
las economías desarrolladas, menos que el 37% de hace 30 años. El PIB per cápita de
América Latina también decreció desde cinco veces el PIB per cápita de las economías
de ingreso medio y bajó a tres veces, en ese período. La baja productividad es el motivo
principal que explica este crecimiento relativamente bajo de América Latina (Gráfico
10). Desde 1991, la productividad promedio de la región aumentó apenas 1,4% anual,
mucho menos que en las economías asiáticas. En China, por ejemplo, la productividad
fue de casi 8,5% anual durante el mismo período.
8
Estudio de caso de un minorista de alimentos, New horizons: Multinational company
investment in developing economies, McKinsey Global Institute, octubre de 2003
(www.mckinsey.com/mgi).
McKinsey Global Institute
Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina
17
Gráfico 10
El escaso crecimiento de la productividad ha limitado el crecimiento del
PIB de América Latina
Desglose del crecimiento pasado del PIB (PPA) real, tasa compuesta crecimiento anual 1991–2009
%
Estados Unidos
América Latina(1)
1.8
Crecimiento
del factor
Trabajo(2)
1.4
Crecimiento
de la
productividad
laboral
3.2
Crecimiento
del PIB
1.2
Corea del Sur
1.8
3.0
3.9
5.3
4.7
6.8
8.4
9.4
1.4
India
2.1
China
1.0
(1)
(2)
Valores agregados de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú, Uruguay y Venezuela.
Incluye tendencias de empleo y población.
FUENTE: Conference Board 2010; Análisis del McKinsey Global Institute
Existen señales que indican que el desempeño económico general de América Latina
está mejorando actualmente. Durante la crisis financiera mundial de 2007-2009, el PIB
total de América Latina creció 1%, mientras que el de Estados Unidos disminuyó 1%.
Los inversionistas se muestran entusiastas, lo que se refleja en las actuales
calificaciones crediticias de inversión de Brasil, México, Perú, Colombia, Chile y
Panamá. La capacidad de muchas de las economías latinoamericanas para sostener la
demanda interna, controlar el déficit presupuestario y mantener baja la inflación,
sumado a la fuerte demanda proveniente de Asia de recursos como el cobre, el mineral
de hierro y el oro, crearon una fuerte plataforma para el sólido crecimiento regional del
año 2010.9 Sin embargo, si América Latina eliminara las barreras que aún persisten e
impiden una mayor productividad en los sectores de manufactura y servicios y le diera
un uso más eficiente a sus recursos naturales, la región podría alcanzar el rápido
crecimiento y desarrollo económico observado en los países asiáticos en años
recientes.
El MGI analizó varios escenarios que incluyen todo el rango de respuestas posibles a la
necesidad de productividad en América Latina, para concentrarse en detalle en tres de
estos escenarios (Gráfico 11). El primer escenario, denominado “negocios como
siempre o escenario base” asume que no se dan cambios estructurales importantes en
el entorno económico de la región que hagan virar el crecimiento de su rumbo actual. El
segundo escenario, denominado el escenario “optimista”, asume que todos los países
(con sus ciudades grandes y pequeñas y sus zonas rurales), logran cerrar la brecha
entre la productividad de sus sectores y las mejores prácticas que se observan en el
continente. El tercer escenario, denominado “aspiracional”, asume un crecimiento
sustancial en la productividad. En los sectores agrícola y de servicios, asumimos que
América Latina seguirá una trayectoria de crecimiento similar a la productividad de
Estados Unidos en la década de 1960, cuando se dio una transición demográfica
similar. En el sector de manufactura, asumimos que América Latina replicará la mejora
de la productividad promedio experimentada por Corea del Sur entre 1980 y 2000. El
continente cuadruplicaría su productividad manufacturera y experimentaría un fuerte
aumento del 70% en el sector servicios. La productividad promedio de la región crecerá
a una tasa anual del 4,8%, entre 2007 y 2025.
9 Se estima que Brasil creció 7,2% en el año 2010 y la economía de México, 5,5%.
18
Incluso si América Latina alcanzara el aumento de productividad previsto para el
escenario optimista, nuestro análisis indica que el crecimiento de la región aumentaría a
una tasa anual compuesta superior al 5%, del 3% promedio de los años 2000 y 2010; el
PIB regional se incrementaría más de 2,5 veces entre los años 2007 y 2025,
representando 13% del crecimiento esperado del PIB mundial en esos años, una cifra
comparable a la de India y casi el 40% de la de China.
Gráfico 11
Los tres escenarios de crecimiento de productividad del MGI tienen
efectos distintos en el PIB
Crecimiento del PIB en el escenario de mejora de la productividad
PIB
US$ billones, PPA, 2007
20
16
Escenario aspiracional
▪ Asume que la productividad del los países será igual al crecimiento de la
productividad en EE.UU. en agricultura y servicios(1), y que la productividad en
manufactura crecerá al mismo ritmo promedio que Corea del Sur(2)
▪ Tasa compuesta de crecimiento anual: 6,1%
Escenario optimista
▪ Asume que los países logran cerrar la brecha de
productividad con respecto a los que tienen el
mejor desempeño en la región
▪ Tasa compuesta de crecimiento anual: 5,4%
12
8
4
Escenario base
Escenario base según las proyecciones de crecimiento consensuadas del MGI
▪ Tasa compuesta de crecimiento anual: 4,4%
0
2007
2010
2015
2020
2025
Año
(1)
(2)
De 1960 a 1965
De 1980 a 2000.
FUENTE: McKinsey Global Institute –Modelo de América Latina de McKinsey
En las siguientes secciones exponemos brevemente la agenda general que América
Latina debería considerar a fin de maximizar su potencial de crecimiento regional.
Permitir el crecimiento del sector manufactura. La mayoría de los países
latinoamericanos redujeron la protección de sus mercados locales en los últimos 25
años. Algunas empresas manufactureras regionales respondieron a la competencia
mundial con extraordinario éxito, entre ellos el Grupo Alfa de México, líder mundial en
cabezas y monoblocks de aluminio de alta tecnología para la industria automotriz y
fabricante de productos petroquímicos; Embraer, de Brasil, industria aeronáutica, y
Tenaris, de Argentina, proveedor líder de tubos de acero especializados.
¿Por qué no hay más empresas que hayan seguido este mismo camino? En gran
medida, porque aún persisten en la región muchas regulaciones laborales y sectoriales
que limitan la capacidad de expansión de un número mayor de empresas productivas.
El elevado nivel de las cargas sociales y las rigurosas leyes de seguridad laboral
dificultan reducir personal cuando se torna innecesario, hacen que los empleadores
sean reacios a contratar, y propician el mercado laboral informal.10 El sector de bebidas
embotelladas en Colombia sirve para ilustrar cómo algunas regulaciones sectoriales
desalientan el aumento de la productividad. En comparación con las empresas de
países similares, los proveedores de bebidas embotelladas en Colombia deben pagar
más por los insumos y servicios que adquieren: los costos de transporte son
aproximadamente 50% superiores que en economías comparables, a causa de los
precios regulados del transporte de carga, lo que incrementa los costos, y el mal estado
de las carreteras, que hace que el tiempo de traslado sea mayor. Además, las
empresas colombianas deben pagar 27% más por el precio del azúcar debido a los
aranceles de importación, a pesar de que el país es un exportador de azúcar con una
de las mayores producciones del mundo.
10 New horizons: Multinational company investment in developing economies, McKinsey Global
Institute, octubre de 2003 (www.mckinsey.com/mgi).
McKinsey Global Institute
Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina
Del mismo modo, los aranceles de importación de bienes de capital incrementan los
costos de los equipos y maquinarias, encareciendo las inversiones de los fabricantes.
La eliminación cuidadosa de las regulaciones que reducen los retornos potenciales
sobre las mejoras en la productividad, alentaría automáticamente el crecimiento de la
manufactura regional, facilitado por la ventaja de contar con capacidades y una fuente
de talento empresarial en la región equiparable o incluso superior a las de las
economías de mayores ingresos.
Incrementar la productividad del sector servicios. La productividad del sector
servicios de la región es apenas 23% de la del mismo sector en Estados Unidos. Si se
mejora la productividad de este sector, se podría tener un extraordinario impacto en los
niveles de empleo. Nuestras proyecciones indican que el sector servicios generará más
de 60 millones de nuevos puestos de trabajo para el año 2025 y seguirá siendo la
fuente principal de nuevos empleos de América Latina. Una limitación importante para
la productividad del sector servicios es la elevada participación del mercado laboral
informal en las economías de la región. La informalidad genera una trampa que inhibe
la expansión de las empresas más productivas. Extensas investigaciones realizadas por
el MGI sobre el sector informal, concluyen que la ventaja sustancial de costos que
obtienen las empresas informales eludiendo impuestos y regulaciones compensa con
creces su baja productividad y pequeña escala. Eso distorsiona la competencia, permite
que jugadores informales ineficientes permanezcan en el mercado e impide que otras
empresas, formales y más productivas, incrementen su participación.11 En Brasil,
nuestras estimaciones indican que 28% de la brecha de productividad de la economía
en su conjunto, obedece a la informalidad.12 Adoptar medidas para reducir el costo del
empleo formal tanto para empleadores como para empleados (como por ejemplo,
reducir los impuestos laborales), y aumentar el riesgo para aquellos que no cumplen las
leyes (una mejor supervisión y prosecución de las operaciones informales), podría
hacer que los operadores informales se incorporen al sector formal lo que redundaría en
la creación de más puestos de trabajo productivo.
Aprovechar mejor la abundancia de recursos naturales. América Latina posee 45%
de todos los bosques tropicales del mundo, los mayores sumideros de carbono; 31% de
las tierras cultivables remanentes; cuatro veces más recursos internos de agua
renovable per cápita que el resto del mundo; 28% de la producción mundial de
biocombustibles, y 10% de las reservas de petróleo a nivel mundial, además de gran
cantidad de vetas de cobre, hierro y plata. La región podría aprovechar mejor estas
riquezas, siendo más eficaz en la extracción y venta en el exterior de estos recursos y
reduciendo su derroche en el ámbito interno. A pesar del flujo creciente de inversiones
que recibe el sector de la minería, por ejemplo, su productividad es en promedio un
30% más baja que en Estados Unidos.13 Gran parte de las reservas petroleras de la
región se extrae y se procesa de manera ineficiente en plantas y equipos anticuados en
empresas estatales. El uso de la energía en los hogares y las empresas es poco
eficiente, sobre todo en las economías que la subsidian, como es el caso en Argentina
(electricidad) y México y Venezuela (gasolina).14 El sector agrícola y la industria de
alimentos consumen el doble o el triple de agua que los mismos sectores en Estados
Unidos y China. Si no se instauran mejoras en la eficiencia en el uso del agua o en la
infraestructura del suministro de agua, se espera que en América Latina la demanda
sea superior al 60% en el año 2025.
En líneas generales, la región tiene un margen considerable para mejorar el uso de la
tierra y aprovechar oportunidades en las áreas interdependientes de los sumideros de
carbono, la energía y el agua. Brasil podría actuar como modelo, con su estrategia de
desarrollo ecológico. El Gobierno planea respaldar las tasas esperadas de crecimiento
anual del PIB del 5% y el aumento de la demanda de energía en gran medida por medio
de plantas generadoras de energía hidroeléctrica. Además, Brasil está resuelto a hacer
más ecológico su sistema de transporte utilizando biocombustibles y tiene como
objetivo mantener una posición fuerte como proveedor mundial de energía limpia y
sumideros de carbono.
11 Diana Farrell, “The hidden dangers of the informal economy,” McKinsey Quarterly, 2004 N° 3.
12 How Brazil can grow, McKinsey Global Institute, diciembre 2006 (www.mckinsey.com/mgi).
13 La actividad agrícola en América Latina tiene una brecha de productividad aún mayor con
respecto a Estados Unidos: En la actualidad, el promedio es de apenas 12,5% de la
productividad agrícola estadounidense.
14 Fueling sustainable development: The energy productivity solution, McKinsey Global Institute,
octubre 2008 (www.mckinsey.com/mgi).
19
20
El desafío del crecimiento en América Latina involucra a toda la economía; sin embargo,
para que la región materialice su potencial, es necesario que sus ciudades mejoren su
desempeño y de eso trata, precisamente, este informe. Existen problemas que están
profundamente arraigados tanto en las ciudades grandes como en las medianas.
Analizaremos a continuación, los desafíos que enfrenta la América Latina urbana,
ubicándolos en un contexto internacional.
McKinsey Global Institute
Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina
2. El desafío del desempeño
A pesar de que las ciudades juegan un papel fundamental en la economía de América
Latina, los centros urbanos más importantes de la región continúan rezagados en
comparación con las mejores ciudades del mundo no solo en cuanto a su desempeño
económico, sino también en cuanto a sus condiciones sociales, al uso sostenible de los
recursos, a sus finanzas y su gestión de gobierno. Es necesario que las ciudades más
grandes de América Latina logren un buen desempeño en estas dimensiones si es que
desean continuar siendo los poderosos motores del crecimiento económico que la
región necesita.
A fin de comparar el desempeño de cada ciudad en estas cuatro dimensiones,
McKinsey desarrolló el índice de Desarrollo Urbano, (IDU), una herramienta de
benchmark de propiedad exclusiva (véase el Recuadro 3, “Índice de desempeño urbano
de McKinsey”). Hemos aplicado el IDU para analizar el desempeño de 8 de las 10
ciudades más importantes de América Latina y para identificar los temas que pudieran
abordar las autoridades responsables de la formulación de políticas públicas para
acercarlas a la categoría de clase mundial. Los temas críticos varían según la ciudad.
Mientras Santiago, por ejemplo, tiene un desempeño igual o superior al promedio en la
mayoría de las dimensiones, Bogotá tiene la mayor brecha con respecto a sus pares
regionales en su desempeño económico, y Monterrey tiene un desempeño
relativamente sólido en todas las dimensiones, a excepción de la referida al uso
sostenible de los recursos.
El índice revela que existen varios casos con buenas prácticas. Todo desempeño que
esté por debajo del promedio en cualquiera de las dimensiones, representa una
oportunidad de mejora en la que pueden actuar las autoridades encargadas de
formular las políticas públicas. Si las principales ciudades de América Latina pudieran
adoptar las prácticas de mejor desempeño que existen en la propia región, el
desempeño económico general mejoraría significativamente. A título ilustrativo,
podemos observar que Monterrey, en México, y Medellín, en Colombia, han sabido
aprovechar los beneficios de una estrecha colaboración entre el sector público y el
sector privado: en el caso de Monterrey, en temas de educación superior y desarrollo
tecnológico; y en el caso de Medellín, en temas de financiamiento de la educación
primaria y los servicios sociales. Esperamos que el IDU le sirva a quienes son
responsables de formular políticas públicas en las ciudades de América Latina para
identificar sus prioridades estratégicas en materia de gestión urbana.
21
22
Recuadro 3. Índice de desempeño urbano
(IDU) de McKinsey
El IDU es una herramienta cuantitativa de benchmark que permite medir el
desempeño de las ciudades. Responde a un enfoque integral de planificación
urbana con cuatro dimensiones clave que permiten una visión holística de las
ciudades: desempeño económico, condiciones sociales, uso sostenible de los
recursos, y finanzas y gestión de gobierno.1 El IDU se construyó en función de
100 indicadores cuantitativos en las cuatro dimensiones.2 La dimensión de
desempeño económico, por ejemplo, es una combinación de tres
subcomponentes: la capacidad para crear riqueza, el entorno de negocios, y la
solidez en materia de investigación y desarrollo. Cada uno de estos
subcomponentes tiene sus propias métricas. Para definir las 100 métricas
cuantitativas, consultamos distintas fuentes y publicaciones, complementamos
esta información con los datos que recopilamos en una encuesta que realizamos
sobre movilidad urbana que nos permitió obtener información sobre congestión
vehicular que no estaba disponible en otras fuentes.3 Medimos el desempeño
individual indexado de cada ciudad en los indicadores, comparándolo con el
desempeño promedio de las cuatro ciudades a nivel mundial que utilizamos
como benchmark: Helsinki, Singapur, Nueva York y Toronto. Utilizamos la
medida de 100 como punto de comparación promedio. Escogimos estas cuatro
ciudades como benchmark por cuanto son ciudades líderes en una o varias de
las dimensiones clave incluidas en el IDU. En conjunto, estas cuatro ciudades de
referencia son una meta ambiciosa pero realista que podrían aspirar a alcanzar
en cada dimensión las ciudades latinoamericanas.
Los datos de esta sección representan el promedio simple de los componentes
que se incluyen en cada indicador. Sin embargo, cuando formulamos el IDU lo
hicimos pensando en la flexibilidad a fin de que permitiese seleccionar distintos
indicadores y realizar diferentes ponderaciones. Esto nos permite realizar varios
diagnósticos para diversos propósitos. Mientras que los alcaldes y ciudadanos,
por ejemplo, pueden estar más interesados en el panorama general, quizá a los
que trabajan con infraestructura les interese más aquellos indicadores que son
más pertinentes para este sector. Las organizaciones interesadas en el tema de
la sostenibilidad de los centros urbanos, quizá deseen enfocar su atención
únicamente en el componente ambiental.
1
McKinsey también ayudó a elaborar índices de desempeño para ciudades en otras
regiones con el objetivo de desarrollar una herramienta de diagnóstico integral para
los centros urbanos de todo el mundo. Por ejemplo, la iniciativa Urban China Initiative,
un centro de estudios económicos fundado por McKinsey, la Universidad de Columbia
y la Facultad de Gestión de Políticas Públicas de la Universidad Tsinghua en 2010,
publicó recientemente un Índice de Sostenibilidad Urbana, el primer índice para medir
y comparar la sostenibilidad urbana en China. Para mayor información, véase
Jonathan Woetzel, Geng Xiao y Lan Xue, The Urban Sustainability Index: A new tool
for measuring China’s cities, Urban China Initiative, noviembre de 2010.
2 Los datos del IDU son los últimos datos disponibles en el cuarto trimestre de 2010, al
momento de compilar el instrumento. A pesar de nuestro esfuerzo por obtener todos
los indicadores para áreas metropolitanas definidas de manera sistemática, en
algunos casos no fue posible por la falta de datos para dichas áreas urbanas más
amplias. Por esta razón, en una cantidad reducida de casos, recurrimos a la
información disponible para una ciudad central definida de manera más reducida (por
lo general, una única jurisdicción). En los pocos casos en los que no se contó con
datos subnacionales, recurrimos a los promedios nacionales como variable
representativa.
3 Encuestamos a más de 80 personas preguntándoles sobre su tiempo de traslado en
hora pico y en hora no pico en todas las ciudades de América Latina y las ciudades
benchmark.
McKinsey Global Institute
Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina
23
COMO GRUPO, EL DESEMPEÑO DE LAS CIUDADES DE AMÉRICA
LATINA ES BAJO EN COMPARACIÓN CON LOS BENCHMARKS
INTERNACIONALES, SI BIEN EXISTE GRAN VARIACIÓN EN EL
DESEMPEÑO INDIVIDUAL DE CADA CIUDAD
Las ciudades de América Latina, tomadas en términos colectivos, están rezagadas
respecto de los benchmarks internacionales en las cuatro dimensiones que son
fundamentales para el crecimiento, si bien el desempeño individual de cada ciudad
varía en las distintas dimensiones. Analizaremos brevemente, a continuación, cada una
de estas dimensiones.
Desempeño económico
Esta dimensión mide la capacidad que tiene una ciudad para fomentar e incrementar los
ingresos y la productividad de sus ciudadanos. Combina indicadores referidos a la
capacidad de la ciudad para crear riqueza, el entorno de negocios y la fortaleza para
desarrollar tecnología y conocimientos innovadores (Gráfico 12).
Gráfico 12
Las principales ciudades de América Latina
están rezagadas con respecto a las ciudades benchmarks
en cuanto al entorno económico que generan
Índice: Benchmark(1) = 100
Inferior al promedio
Promedio
Superior al promedio
Generación
Generaciónde
deriqueza
riqueza
58
57
50
50
BA
RdJ
41
39
Li
Bo
62
56
Li
Bo
55
58
Sa
Mo
68
63
Sa
Mo
Desempeño
Desempeñoeconómico
económico
SP
55
62
59
56
48
Sao
Paulo
Ciudad Buenos Río de Lima
de
Aires
Janeiro
México
63
51
Bogotá Santiago
Entorno
Entornode
denegocios
negocios
67
64
59
Monterrey
SP
CM
BA
51
RdJ
Investigación
Investigaciónyydesarrollo
desarrollo
10
SP
(1)
CM
59
0
5
10
CM
BA
RdJ
0
0
5
0
Li
Bo
Sa
Mo
Benchmark definido para cada indicador como el promedio de Helsinki, Nueva York, Singapur y Toronto.
FUENTE: Índice de Desarrollo Urbano de McKinsey
Creación de riqueza. Las ciudades de América Latina difieren mucho en cuanto a los
ingresos per cápita: desde US$12.700 en Río de Janeiro y US$13.300 en Bogotá, a
US$21.400 en Buenos Aires y US$22.000 en Monterrey (con el correspondiente ajuste
del método de paridad de poder adquisitivo). De hecho, la diferencia entre el PIB per
cápita de las ciudades latinoamericanas y las ciudades utilizadas como benchmarks
internacionales, es inferior a la diferencia que existe entre el PIB per cápita de estas
ciudades internacionales y el PIB per cápita de los países a los que pertenecen estas
grandes ciudades de América Latina. Esto destaca el hecho de que, en comparación
con las ciudades benchmarks, los principales centros urbanos de América Latina tienen
un ingreso mayor que el promedio nacional correspondiente a su país.
Dentro de la región, Bogotá registró la mayor tasa de desempleo en 2010, (10,0%),
mientras que Sao Paulo tuvo la menor (5,6%). Resulta interesante observar que, con
excepción de Bogotá, todas las ciudades latinoamericanas registraron tasas de
desempleo inferiores a las de Toronto (9,3%) y similares a la de Nueva York (8,8%), lo
que indica cuán afectadas se vieron las ciudades de las economías desarrolladas por la
recesión mundial, y al mismo tiempo, cuál sólido es el repunte de muchas ciudades de
América Latina.
24
Un nivel alto de productividad que se mide dividiendo el PIB por el equivalente a la
población empleada a tiempo completo, es el motor principal que permite generar altos
ingresos y crecimiento a largo plazo. Las grandes ciudades a nivel mundial por lo
general tienen mayor productividad que las ciudades más pequeñas y que las áreas
rurales. Nuestro análisis indica que la brecha de productividad entre las ciudades más
grandes de América Latina y las cuatro ciudades mundiales que se utilizaron como
benchmark en el análisis, es una diferencia más pequeña que la brecha entre la
productividad de las economías de América Latina como un todo y esos benchmarks
mencionados. Pensemos en el caso de Helsinki para ilustrar este punto. Helsinki tiene
el mayor PIB por empleado de toda la muestra, con US$107.000 en 2007. La
productividad de Monterrey, la más alta de la muestra de ciudades en América Latina,
representa 52% de la de Helsinki, aunque la productividad de México como un todo,
equivale únicamente a 30% de la de Helsinki. La productividad de Bogotá que es una
de las más bajas en esta dimensión de toda la muestra de ocho ciudades de América
Latina, representa 27% de la de Helsinki, en tanto que la productividad promedio de
Colombia equivale solo al 19% de la productividad de la capital de Finlandia.15
Uno de los factores clave que sirve para explicar porqué la productividad es mayor en
las ciudades, es que hay más trabajadores calificados viviendo en ellas que en el resto
de la nación. Si bien las ciudades latinoamericanas superan al resto de las ciudades de
sus países respectivos en cuanto al desarrollo y retención de trabajadores calificados,
presentan un atraso significativo con respecto a las ciudades mundiales que se
utilizaron como benchmark, lo que indica que existe un amplio margen para
implementar mejoras. En América Latina, por ejemplo, aproximadamente 16% de la
población adulta es egresada universitaria, en comparación con 30% de Toronto. En
Santiago, 27% de la población adulta posee un título universitario, mientras que las
cifras de Sao Paulo y Río de Janeiro son 8% y 10%, respectivamente.
Entorno de negocios. El exceso de regulaciones actúa como traba para el
emprendimiento en muchas ciudades de América Latina. Registrar una propiedad en
Río de Janeiro y en Ciudad de México, por ejemplo, lleva 74 días. El tiempo necesario
para abrir un nueva empresa o negocio puede oscilar entre 27 días en Lima a 152 días
en Sao Paulo. El costoso entorno regulatorio, combinado con la corrupción que va
asociada, ha sido una de las principales causas del gran nivel de actividad económica
informal en la región (véase el Recuadro 4, “La trampa de la informalidad”).16
América Latina continúa exhibiendo índices muy elevados de empleo informal en
comparación con otras ciudades del mundo, aunque existen excepciones. Santiago,
por ejemplo, ha hecho grandes progresos para resolver anomalías regulatorias que
propiciaban la informalidad. Hoy en día, esta ciudad tiene el índice de informalidad más
bajo de todas las ocho ciudades de América Latina analizadas, con 30% de la fuerza
laboral total en condiciones de empleo informal, en comparación con el promedio de
50% del resto de las otras siete ciudades. Varias iniciativas explican este progreso en
Santiago de Chile. En primer lugar, una serie de reformas ha servido para aumentar los
beneficios de la formalidad, tanto para los empleados (reformas al sistema de salud y
pensiones, y ampliación de los beneficios por desempleo para quienes están
empleados en el sistema formal), como para los dueños de empresas (mayor facilidad
de acceso a créditos).
15 El costo de la regulación en el sector de bebidas envasadas de Colombia ayuda a explicar la
baja productividad de Bogotá. Sin embargo, existen indicios de que Colombia está mejorando
su situación. Colombia lanzó un programa de transformación productiva en 2007 para impulsar
la competitividad de ocho sectores económicos clave en industrias y servicios, y más
recientemente, en seis sectores agroindustriales. La piedra angular del programa es una
colaboración mucho más estrecha entre el Gobierno y la comunidad empresarial. El Gobierno
colaboró con las empresas en la educación y la capacitación de la fuerza laboral, realizó
cambios importantes en el entorno regulatorio, expandió la promoción de las exportaciones en
mercados extranjeros y desarrolló la infraestructura necesaria. Los resultados iniciales
sugieren que esta colaboración más estrecha no solo eliminó las barreras a la inversión sino
que además generó ventajas competitivas. Para mayor información, consulte
www.transformacionproductiva.gov.co. Además, véase Luis Andrade y Andrés Cadena,
“Colombia’s lesson in economic development”, McKinsey Quarterly, julio de 2010.
16 How Brazil can grow, Instituto Global McKinsey, diciembre de 2006 (www.mckinsey.com/mgi).
McKinsey Global Institute
Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina
En segundo lugar, los costos que implica cumplir con estas regulaciones han disminuido
como resultado de mayor simplificación en los códigos impositivos tanto de impuesto a
la renta como al valor agregado, así como iniciativas que apuntan a pequeñas y
medianas empresas, con procesos simplificados de gobierno electrónico y apoyo a la
adopción de tecnologías de la información (TI). Por último, el gobierno ha incrementado
las sanciones para aquellos que no cumplan con el empleo formal. Como consecuencia
de esto, se estima que la evasión fiscal disminuyó del 20%, en el año 2000, al 11%, en
2005.17
Innovación. Ninguna de las ciudades latinoamericanas que analizamos obtuvo un buen
puntaje en esta dimensión. Buenos Aires que tiene la mayor cantidad de patentes de
alta tecnología de la región, sólo produce 6, mientras que Helsinki y Nueva York
producen 340 y 850 patentes anuales, respectivamente. Río de Janeiro tiene un buen
desempeño relativo en América Latina con la producción de 240 trabajos de
investigación de alta tecnología, pero esta cifra en Singapur es 2800. El inconsistente
vínculo que existe entre las universidades y el sector privado, las barreras que regulan
la creación de nuevas empresas, y la inadecuada protección a la propiedad intelectual,
son todos factores que obstaculizan el desarrollo de nuevas tecnologías, la innovación
de procesos y los sectores de valor agregado en la región.
Recuadro 4. La trampa de la informalidad
Varias investigaciones realizadas por el MGI en los sectores informales (que es
donde las empresas evaden impuestos e incumplen abiertamente la legislación
comercial, como las regulaciones laborales), demuestra que la informalidad crea
una trampa de productividad que desalienta la expansión de las empresas
productivas que operan en el sector formal. La ventaja sustancial de costos que
las empresas informales obtienen al evadir impuestos y regulaciones, compensa
su baja productividad y pequeña escala. Esto distorsiona la competencia. Los
jugadores informales ineficientes siguen en el negocio y evitan que empresas
más productivas y formales obtengan una mayor participación en el mercado.1
Para que la informalidad sea un obstáculo para el aumento de la productividad,
en general se necesitan impuestos salariales o impuestos al valor agregado lo
suficientemente elevados como para que la evasión sea rentable, y que los
organismos encargados de la aplicación de la ley sean lo suficientemente
ineficaces como para que dicha evasión sea factible. La experiencia del MGI
indica que los jugadores informales pueden obtener beneficios de costos que
oscilan entre el 5% y el 20% del precio final, una cifra considerable para un
negocio de márgenes estrechos como es el de la venta minorista. La evasión del
impuesto al valor agregado y de los impuestos salariales es un importante factor
que contribuye a este beneficio de costos en el sector informal.
A título ilustrativo, en el sector de ventas minoristas de alimentos de Brasil, el
MGI estima que un jugador informal, que declare ventas y costos salariales por
un 30% menos con respecto a la cifra real, puede aumentar sus márgenes netos
en más del triple. Esto no solo se aplica en el caso de las tiendas pequeñas que
están en cada esquina, sino también en la gran cantidad de cadenas regionales
que operan de manera informal y que presentan una dura competencia a los
jugadores del sector formal. Algunas de estas empresas formales han
respondido comprando a las cadenas informales, pero esta estrategia no ha
dado buenos resultados. A pesar de que pudieron aumentar en más de 30% la
productividad de las empresas informales que compraron, deben cobrar precios
más altos para cubrir sus mayores obligaciones tributarias; como resultado, las
ventas se ven afectadas y los márgenes netos se evaporan.2
1
2
Diana Farrell, “The hidden dangers of the informal economy”, McKinsey Quarterly,
agosto de 2004.
Estudio de caso: comercio minorista de alimentos, New horizons: Multinational
company investment in developing economies, McKinsey Global Institute, octubre de
2003 (www.mckinsey.com/mgi).
17 D. Contreras, L. de Mello, y E. Puentes, Tackling business and labour informality in Chile,
OCDE Departamento de Economía, documento de trabajo, número 607, Publicación de
OCDE, doi:10.1787/242111325372
25
26
Condiciones sociales
Las ocho ciudades analizadas enfrentan problemas para suministrarle a sus ciudadanos
condiciones sociales de alta calidad desde el acceso a servicios básicos como
educación, salud, seguridad, infraestructura adecuada y suficiente, y servicios
bancarios. La seguridad y los servicios bancarios, en particular, son problemas
apremiantes en muchas ciudades de América Latina. El grado de igualdad en ingresos
es el segundo componente del indicador general de condiciones sociales (Gráfico 13).
Gráfico 13
Crear un entorno social inclusivo es un tema urgente en
las ciudades más grandes de América Latina
Inferior al promedio
Índice: Benchmark(1) = 100
Superior al promedio
Promedio
Acceso
Accesoaalos
losservicios
serviciosbásicos
básicos
79
70
68
SP
CM
71
66
68
71
72
Li
Bo
Sa
Mo
72
68
67
Li
Bo
Sa
Condiciones
Condicionessociales
sociales
78
69
68
71
67
68
70
72
BA
RdJ
72
69
67
CM
BA
RdJ
Igualdad
Igualdad
64
Sao
Paulo
Ciudad Buenos Río de Lima
de
Aires
Janeiro
México
Bogotá Santiago
Monterrey
SP
(1)
72
Mo
Benchmark definido para cada indicador como el promedio de Helsinki, Nueva York, Singapur y Toronto.
FUENTE: Índice de Desarrollo Urbano de McKinsey
Acceso a servicios básicos
▪
Seguridad. La inseguridad que viven los ciudadanos debido a las acciones
delictivas es un tema presente en las ciudades de América Latina. El costo
promedio de una póliza de seguro para proteger un vehículo contra robo es 33%
más alto que en Nueva York. La tasa de homicidios en algunas ciudades de
América Latina es extremadamente alta. Río de Janeiro tiene 33 homicidios anuales
por cada 100.000 personas, en comparación con 4 en Nueva York (2009), y 3 en
Toronto (2007). Bogotá tiene 19 homicidios cada 100.000 habitantes. Monterrey
tenía una de las tasas de homicidio más bajas de todas las ciudades de América
Latina, con 5,5 cada 100.000 habitantes, pero la creciente violencia relacionada con
los carteles de la droga hizo que este número creciera a tasas sorprendentes en
2010 y 2011(las estimaciones señalan que se triplicó la tasa de homicidios en esos
dos años). La tasa de secuestros de Monterrey, 15,5 cada 100.000 habitantes,
también es significativamente más alta que el promedio, producto de los delitos
relacionados con la droga en esa región.
▪
Servicios bancarios. El acceso a los servicios bancarios tiende a ser deficiente en
la mayoría de las ciudades de la región, con la excepción de Santiago, donde el
82% de los ciudadanos poseen al menos una cuenta de ahorro. En las otras sietes
ciudades estudiadas, el 61% o menos de los habitantes poseen una cuenta de
ahorros. Para comprender lo que ello representa, comparemos con Nueva York
donde 90% de los habitantes tiene al menos una cuenta de ahorro. En
consecuencia, a pesar de que la urbanización tiende a propiciar la inclusión
financiera, los bajos niveles de ingresos y el alto nivel de informalidad impiden la
penetración mayor de los servicios bancarios entre ahorristas y prestatarios.
McKinsey Global Institute
Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina
Un estudio reciente realizado por McKinsey indica que en Argentina solo el 20% de
los ahorros a nivel nacional se captan en el sistema financiero debido al elevado
nivel de informalidad, a la falta de confianza en el sistema y a la escasez de
vehículos de ahorro atractivo.18
▪
Servicios de salud. América Latina tan sólo alcanza un nivel de 56% del
benchmark del IDU en lo que se refiere a los servicios de salud. La tasa de
mortalidad infantil promedio en las ocho ciudades estudiadas, es de 12 por cada
100.000, es decir, seis veces la tasa de Singapur. La tasa de mortalidad materna
promedio en las ocho ciudades, es de 52 por cada 100.000, es decir, 19 veces la
tasa de Singapur. Las ciudades de Sao Paulo y Río de Janeiro destacan por su
deficiente acceso a los servicios básicos de salud, a pesar de que cuentan con las
mejores infraestructuras en materia de salud de la región. Sao Paulo, por ejemplo,
tiene más médicos por cada 100.000 habitantes que Nueva York (5 versus 3,4) y
más camas de hospital por cada 100.000 habitantes (2,5 versus 2,3 en Nueva
York). Sin embargo, Sao Paulo actualmente brinda cobertura de salud sólo al 52%
de su población y Río de Janeiro sólo al 27%, en comparación con el 85% de
cobertura en Nueva York.
Buenos Aires y Bogotá se destacan en la región por suministrarle servicios de salud
a más del 90% de su población (ya sea a través de un seguro privado o del sistema
de salud pública). Este porcentaje es superior a la cobertura en Nueva York, y no
está muy alejado del 100% de cobertura de Helsinki, una de las ciudades usadas
como benchmark. Bogotá se beneficia por contar con un solo sistema nacional de
servicios de salud efectivo, basado en el modelo chileno creado en la década de
1980, que recauda en un solo fondo los pagos proporcionales de atención de salud
de los empleados y ofrece una gama de prestadores de servicios tanto privados
como públicos.19 Hoy en día, Bogotá cuenta con gran parte de los médicos e
instituciones más importantes de la región. La Fundación Santa Fe es solo un
ejemplo; otro es la Clínica Barraquer de atención oftalmológica, reconocida
mundialmente por haber inventado la técnica del trasplante de córnea.
▪
Educación. Si bien el nivel de alfabetización en América Latina es alto, las ciudades
tienen una deficiente infraestructura educativa. Hay un déficit de maestros (en
promedio, la región tiene 20 alumnos por maestro, en comparación con Toronto, por
ejemplo, donde la proporción es de 16 alumnos). También existe un déficit de
escuelas (la región presenta un déficit de 100 escuelas por cada 100.000 habitantes
en edad escolar, en comparación con Helsinki). Solo el 84% de la población en
edad escolar de América Latina asiste a la escuela, lo cual es bajo en comparación
con el 95% de Helsinki. Las ciudades de América Latina también presentan una
tasa muy alta de deserción escolar en el nivel primario. En Sao Paulo y Ciudad de
México, esta tasa duplica el nivel de la ciudad benchmark y en Lima representa 12
veces más. Los resultados del examen del Programa para la evaluación
internacional de estudiantes (PISA) son sistemáticamente bajos. Santiago presenta
el puntaje más alto de las ocho ciudades de América Latina analizadas, con el 79%
respecto de Helsinski, la ciudad benchmark de ese indicador. Bogotá, Sao Paulo,
Río de Janeiro y Buenos Aires se ubican solo en el 70% respecto de la ciudad
benchmark.
▪
Servicios públicos. En términos del acceso a los servicios de electricidad, agua,
gas y alcantarillado, las ciudades de América Latina están relativamente bien
posicionadas. La excepción es Lima, que tiene un puntaje bajo porque el 20% de su
población aún no tiene acceso al servicio de agua. Ciudad de México, Santiago y
Buenos Aires tienen una penetración relativamente baja de gas de tubería, pero una
gran parte de la población tiene acceso a través del gas en bombonas. Las otras
cinco ciudades de América Latina analizadas en este trabajo, presentan índices de
cobertura de suministro de gas superior al 80%. En cuanto al servicio eléctrico, la
cobertura en la región se ubica sistemáticamente por encima del 90% de la
población.
18 Gastón Bottazzini, Adrián Kohan, Susan Lund y Martin Sommer, Accelerating Argentina's
financial growth through financial system improvement, McKinsey & Company, septiembre
de 2008.
19 A pesar de su alto nivel de cobertura, recientemente el sistema de servicios de salud
colombiano ha enfrentado desafíos incluyendo el escándalo de corrupción de mediados de
2011, en el que estuvo involucrado uno de los proveedores de servicios más grandes del país
(EPS, Entidades Promotoras de Salud).
27
28
▪
Telecomunicaciones. La cobertura de telecomunicaciones de la población urbana
varía ampliamente, del 83% en Santiago al 57% en Bogotá. El bajo índice de
cobertura en la capital colombiana es reflejo de la baja tasa de penetración de
Internet (11%). En general, las ciudades de América Latina presentan una
penetración de Internet muy baja, con solo el 36% de la población urbana, en
comparación con el 80% de Singapur y el 52% de Nueva York. La penetración de
banda ancha tiene una estrecha correlación con el Índice de competitividad global
del Foro Económico Mundial. Este sugiere que, para mejorar su atractivo como
destino en materia de inversiones, las ciudades de la región (excepto Santiago),
quizá deban impulsar la penetración y cobertura de banda ancha.20
Igualdad
Las ciudades latinoamericanas enfrentan aún el doble desafío de la desigualdad y la
pobreza. El coeficiente de Gini promedio (la medida de desigualdad comparativa
mundial que se emplea más comúnmente), de las ciudades de la región se ubica 23%
por encima de las ciudades benchmark. El porcentaje de la población urbana que vive
por debajo del nivel de pobreza (medido como un ingreso inferior a US$3,42 por día
por persona), supera el 14% en Sao Paulo, Río de Janeiro, Buenos Aires, Bogotá y
Lima, y se aproxima al 5%, en promedio, en Monterrey, Ciudad de México y Santiago.
La desigualdad de género también es un factor a tener en cuenta en las ciudades de
América Latina. Los salarios de las mujeres representan el 83% de los salarios
promedio (de hombres y mujeres) en Sao Paulo, Río de Janeiro y Santiago. Existe una
brecha más pequeña pero significativa del 8% en Bogotá, Ciudad de México, Monterrey,
Lima y Buenos Aires.
Uso sostenible de los recursos
El indicador de sostenibilidad refleja la capacidad de conservación ambiental, manejo
de desechos y planificación urbana que tiene una ciudad. Las ciudades de América
Latina tienen dificultades para utilizar con eficiencia los recursos como energía y agua.
Los centros urbanos de la región también enfrentan un desafío importante en cuanto a
la creciente demanda de viviendas que se espera en los próximos 15 años. Esta
demanda, a su vez, hace más importante encontrar soluciones a nivel municipal para el
manejo más eficiente y rentable de los desechos (Gráfico 14).
Gráfico 14
Las ciudades latinoamericanas tienen dificultades
para ser eficientes en el uso de los recursos
Inferior al promedio
Índice: Benchmark(1) = 100
Superior al promedio
Promedio
Conservación
Conservaciónambiental
ambiental
87
81
53
Uso
Usosostenible
sosteniblede
delos
losrecursos
recursos
69
58
64
Ciudad Buenos Río de Lima
de
Aires
Janeiro
México
67
71
Bogotá Santiago
66
BA
RdJ
68
67
74
Li
Bo
Sa
Mo
67
67
64
Monterrey
Li
Bo
Sa
59
65
Li
Bo
Manejo
Manejode
dedesechos
desechos
56
54
SP
CM
40
BA
58
RdJ
52
Mo
Planificación
Planificaciónurbana
urbana
83
SP
(1)
CM
65
79
77
Sao
Paulo
SP
67
70
CM
83
BA
83
78
RdJ
61
Sa
Mo
Benchmark definido para cada indicador como el promedio de Helsinki, Nueva York, Singapur y Toronto.
FUENTE: Índice de Desarrollo Urbano de McKinsey
20 Mobile broadband for the masses: Regulatory levers to make it happen, McKinsey & Company,
febrero de 2009
McKinsey Global Institute
Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina
Conservación ambiental. El consumo de energía es ineficiente en las ciudades
latinoamericanas, lo que genera desperdicio de recursos y mayores costos. Cada dólar
del PIB que se genera en Santiago, por ejemplo, requiere 60% más de energía para
producirse que en Helsinki, aunque el clima en Helsinki es mucho más severo. A pesar
de que el agua es un recurso escaso en muchas de las ciudades, su uso es ineficiente.
Ciudad de México, por ejemplo, consumió 33% más agua que los 93m3 per cápita que
se consumieron en Helsinki en el año 2008. El tratamiento de las aguas residuales es
otro reto difícil. Bogotá y Ciudad de México solo tratan el 28% y el 15% de las aguas
residuales, respectivamente, en comparación con el 100% en Helsinki. Las cifras son
más positivas en Río de Janeiro, Santiago, Sao Paulo y Buenos Aires.
Manejo de desechos. Seis de las ocho ciudades latinoamericanas que analizamos,
generan 340 toneladas per cápita de residuos, aproximadamente un 45% más que
Helsinki. Las excepciones son Lima y Bogotá que producen bastante menos desechos:
297 toneladas per cápita. Los desechos se llevan principalmente a vertederos: el
porcentaje de desechos reciclados y compostados es menor a 1%, frente al 49% en
Helsinki y el 20% en Nueva York. Ciudad de México y Lima son las ciudades más
contaminadas de las ocho estudiadas. Ciudad de México produce seis veces más
emisiones de dióxido de nitrógeno (NO2) que Helsinki, mientras que Lima supera las
emisiones de materia en partículas PM10 en la misma proporción. Buenos Aires,
Monterrey, Sao Paulo y Río de Janeiro reportan niveles más bajos de PM10 y dióxido
de azufre (SO2) ya que su ubicación geográfica y los vientos del Atlántico ayudan a
eliminar estos agentes contaminantes de la atmósfera.
Planificación urbana. Si bien las ciudades latinoamericanas cuentan con
departamentos de planificación urbana, no han adoptado el enfoque a largo plazo
requerido. Mientras que Santiago y Buenos Aires tienen un horizonte de planificación de
20 años, en Bogotá y Monterrey, la planificación se realiza a solo dos años. La
planificación a corto plazo afecta muchas dimensiones. Las ciudades de América Latina
están rezagadas con respecto a los benchmarks internacionales en cuanto al desarrollo
de espacios verdes en los centros urbanos. En Helsinki, el 30% del área urbana está
dedicada al espacio verde, frente al 22% de Río de Janeiro y el 5% de Santiago y
Monterrey. Buenos Aires solo tiene 6,1 metros cuadrados por persona de espacio
verde, representando tan solo 9% del área urbana total.
Las ciudades latinoamericanas están densamente pobladas, aunque existe una gran
variación entre ellas. Santiago es la ciudad más densamente poblada de la muestra,
con aproximadamente 6.500 personas por kilómetro cuadrado, mientras que Monterrey
tiene menos de 600 habitantes por kilómetro cuadrado. La única ciudad benchmark que
tiene la misma densidad demográfica que Santiago es Singapur; Nueva York tiene la
sexta parte de la densidad de Santiago, con 1.000 habitantes por kilómetro cuadrado.21
En América Latina, Buenos Aires es la segunda ciudad con mayor densidad
demográfica con aproximadamente 3.300 habitantes por kilómetro cuadrado, seguida
por Sao Paulo y Ciudad de México, que tienen aproximadamente 2.400 habitantes por
kilómetro cuadrado. La mayor densidad se encuentra en las principales ciudades. En
las ciudades secundarias, como Río de Janeiro, en Brasil, la tendencia es hacia menor
densidad. La alta densidad puede generar ahorros en el consumo de recursos y en los
tiempos de traslados, por ejemplo. Sin embargo, estos beneficios generalmente no se
materializan del todo en la región debido a la falta de coordinación en la planificación y
gestión urbana. Además, la forma en la que crecieron estas ciudades, absorbiendo a las
ciudades vecinas que estaban fuera de su jurisdicción, ha generado dificultades a la
hora de tomar decisiones de inversión y regulaciones. También ha generado tensiones
importantes entre alcaldes y gobernadores que a menudo compiten usando incentivos
fiscales y otras herramientas regulatorias para hacer que una empresa se instale en sus
ciudades.22 Esto desestabiliza la gestión de gobierno y la estabilidad financiera a largo
plazo de estas grandes ciudades.
21 Esta cifra corresponde al área metropolitana de Nueva York, el norte de Nueva Jersey y Long
Island. La ciudad de Nueva York que incluye los cinco distritos de Bronx, Brooklyn, Manhattan,
Queens y Staten Island tiene una densidad de población de aproximadamente 10.000
habitantes por kilómetro cuadrado.
22 Un ejemplo son los incentivos de los gobiernos estatales de Brasil a las inversiones internas
en la industria automotriz. Véase New horizons: Multinational company investment in
developing economies, McKinsey Global Institute, octubre de 2003 (www.mckinsey.com/mgi).
29
30
Finanzas y gestión de gobierno
Prácticamente todos los aspectos del desarrollo de una ciudad dependen de sus
finanzas y gestión de gobierno: la escala y la seguridad de sus fuentes de ingresos
públicos, y la forma en la que se gestionan los recursos financieros públicos. Las
autoridades de los centros urbanos complejos deben garantizar un financiamiento
suficiente para encargarse de las necesidades cotidianas y para invertir en la
infraestructura necesaria para servir a los ciudadanos y empresas. Un factor
determinante de la disponibilidad de financiamiento es el grado hasta el cual las
ciudades pueden utilizar sus propios ingresos fiscales locales y el grado hasta el cual
estos ingresos se desvían para control del gobierno central (Gráfico 15).
Gráfico 15
A pesar de una buena situación fiscal, la gestión de
recursos y los bajos niveles de inversión son desafíos
para las ciudades de la región
Inferior al promedio
Promedio
Superior al promedio
Índice: Benchmark(1) = 100
Gestión
Gestiónde
derecursos
recursos
Finanzas
Finanzasyygestión
gestiónde
degobierno
gobierno
67
63
55
66
57
64
61
61
62
63
SP
CM
BA
RdJ
55
58
Li
Bo
73
71
Sa
Mo
70
62
Fuentes
Fuentesde
deingresos
ingresospúblicos
públicos
87
Sao
Paulo
Ciudad Buenos Río de Lima
de
Aires
Janeiro
México
Bogotá Santiago
74
82
60
37
SP
(1)
78
66
Monterrey
CM
32
BA
RdJ
Li
Bo
Sa
Mo
Benchmark definido para cada indicador como el promedio de Helsinki, Nueva York, Singapur y Toronto.
FUENTE: Índice de Desarrollo Urbano de McKinsey
Gestión de recursos. Al momento de redactar este informe, la mayoría de las ciudades
de América Latina tenían una situación fiscal saludable. No estaban demasiado
endeudadas y no tenían grandes déficits en comparación con los benchmarks
internacionales. Sin embargo, esta “salud” fiscal no necesariamente refleja una sólida
gestión financiera urbana sino las restricciones para conseguir préstamos y la subinversión crónica. En resumen, puede decirse que las ciudades de América Latina
tienen situaciones fiscales sólidas porque, comparadas con las ciudades benchmark,
invierten menos en servicios fundamentales, como vivienda, transporte, educación y
salud. El gasto público per cápita de Lima en educación, por ejemplo, es menor que el
7% de Nueva York; incluso Monterrey, la ciudad con el mayor gasto en educación de la
región, invierte solo el 20% del nivel de Nueva York. Se prevé que la demanda siga en
aumento a medida que crecen las ciudades, y, sin embargo, la infraestructura en
muchas de ellas ya enfrenta limitaciones de capacidad. Aunque la inversión que se
necesita varía de una ciudad a otra, en general, la América Latina urbana necesita
encontrar formas nuevas y sostenibles de financiar mejoras a largo plazo en su
infraestructura. Existen diferencias dentro del panorama general de niveles bajos de
deuda y déficit en las ciudades de la región. En las calificaciones crediticias, por
ejemplo, Santiago tiene la calificación más alta, BBB, y Buenos Aires, la más baja, B;
Helsinki tiene una calificación AAA. El interés pagado por la deuda pública sobre los
ingresos actuales, también varía mucho de una ciudad a otra. En Río de Janeiro, es
del 9%, mientras que en Nueva York es del 13%.
McKinsey Global Institute
Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina
La corrupción es un problema serio en toda la región, con la excepción de Chile.23
Según el Índice de percepción de corrupción de Transparencia Internacional, siete de
las ocho ciudades que analizamos tienen un nivel 4 o inferior (siendo la más baja,
Buenos Aires con 2,9), frente a 9,2 en Singapur y 8,7 en Toronto; Santiago se destaca
en América Latina con un nivel de 6,9.
Fuentes de ingresos públicos. Evaluamos la cuota de ingresos que los gobiernos
locales obtienen de sus impuestos (impuesto sobre bienes inmuebles, sobre actividades
comerciales y la industria) y de la deuda pública, y encontramos grandes variaciones en
la región. Brasil y Colombia tienen estructuras impositivas menos centralizadas en las
que las ciudades más grandes retienen una mayor parte de los ingresos fiscales locales
y pueden imponer impuestos adicionales o conceder localmente exenciones de
impuestos. Sin embargo, en México y en Chile, el gobierno central es la autoridad fiscal
principal; las ciudades retienen una menor parte de los ingresos fiscales locales y
detentan poderes tributarios locales muy limitados.24 La mayoría de los países de
América Latina usan los impuestos como herramienta para transferir ingresos a las
áreas menos desarrolladas.
CADA VEZ HAY MAYOR DEMANDA DE MEJORAS EN LA
INFRAESTRUCTURA URBANA Y SERVICIOS BÁSICOS: ES
URGENTE TOMAR MEDIDAS
Las ciudades de América Latina no han podido proveer una planificación urbana
coordinada ni la infraestructura suficiente y los servicios que se necesitan para que una
ciudad sea eficiente y habitable. Existen regiones de la América Latina urbana que
están paralizadas por embotellamientos de tránsito, donde existe escasez endémica de
viviendas, grandes deficiencias en el manejo de desechos y serios niveles de
contaminación del aire y del agua. Las ciudades de la región tienen dificultades para
proveer los servicios clave como salud y educación, a un número cada vez mayor de
habitantes. Esta ineficiencia representa un freno directo al crecimiento, grandes costos
monetarios como resultado del desperdicio en el uso de recursos y del tiempo de los
trabajadores en congestionamientos de tránsito.
Si no se toman medidas para mejorar la capacidad y la gestión, las ciudades de
América Latina probablemente no podrán satisfacer las demandas de sus crecientes
poblaciones y economías en expansión. En los próximos 15 años, se prevé mayor
demanda de infraestructura y suministro de servicios urbanos básicos:
▪
Vehículos privados. En un escenario base del MGI, la región enfrentará un
crecimiento anual de por lo menos el 3% en el ingreso per cápita promedio en los
próximos 15 años. Si la relación típica entre el aumento de ingresos y la venta de
vehículos nuevos sigue siendo válida, esperaríamos un aumento de más del 4%
anual en el número de vehículos vendidos, lo que implica mayor necesidad de
infraestructura vial urbana. Para satisfacer esta demanda, las ciudades de la región
deberán encontrar formas innovadoras de financiar la nueva infraestructura vial
tanto de autopistas como de carreteras interurbanas. Chile ya ha emprendido un
sofisticado modelo de cooperación entre el sector público y el sector privado para
desarrollar infraestructura.
▪
Viviendas accesibles. Proveer suficientes viviendas accesibles que respondan a la
demanda es un problema común a todas las ciudades de América Latina. El
promedio de espacio habitable en las ciudades de la región es de 15 metros
cuadrados por persona, casi un tercio del promedio de Helsinki, la ciudad
benchmark para este indicador, que destina 39 metros cuadrados por habitante.
23 El Índice de percepción de la corrupción 2010 de Bogotá fue 3,5 pero se espera que disminuya
desde la suspensión del alcalde de la ciudad, en mayo de 2011, y el encarcelamiento temporal
de otros funcionarios clave del gobierno por alegatos de corrupción relacionados con el
sistema de autobús expreso en la ciudad.
24 En el caso de India, el MGI sugiere que las grandes ciudades deberían retener del 18% al 20%
de los ingresos por impuestos a los bienes y servicios. Véase: India’s urban awakening:
Building inclusive cities, sustaining economic growth. Global Institute McKinsey, abril de 2010
(www.mckinsey.com/mgi).
31
32
Según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas de Colombia
(DANE), por ejemplo, hoy en día existe una brecha del 19% entre la oferta y la
demanda de viviendas, lo que implica un déficit de 620.000 viviendas. Las
tendencias demográficas, incluyendo la disminución en el tamaño de los hogares,
señalan que, de no darse un aumento significativo en la oferta, la brecha entre
oferta y demanda probablemente seguirá creciendo. Estimamos que Bogotá
necesitará casi duplicar su oferta de viviendas para el año 2025. En Ciudad de
México y Sao Paulo la demanda de viviendas aumentará más de un 50% hacia el
2025 (Gráfico 16). La tarea que tienen por delante las ciudades de América Latina
implica mucho más que la simple construcción de suficientes viviendas: también
deben construir los servicios de infraestructura que requieren estos hogares como
alcantarillado, agua, gas y electricidad. El MGI calcula que para cerrar la brecha
actual en los próximos 15 años y satisfacer la demanda futura, se necesitará una
inversión acumulada de casi US$400 mil millones en cinco de las ciudades más
importantes de la región, y más de US$3 billones en toda la región.
Gráfico 16
Las tendencias demográficas se traducirán en una fuerte demanda de
viviendas en la región en los próximos 15 años
Requerimientos totales de viviendas en 2025
En miles de viviendas
Ciudad de México
+51%
2,124
5,636
172
Río de Janeiro
+56%
1,724
8,501
3,892
570
132
323
Bogotá
Disponibilidad de
viviendas
2007
Brecha
actual
Nuevos
hogares
2007–25
Demanda
Demanda
de segunda total de
vivienda
viviendas
2025
Sao Paulo
+56%
2,864
6,632
289
1,931
+95%
370
1,304
155
3,760
401
33
1,607
Monterrey
+58%
10,336
1,017
6,072
156
550
Disponibilidad Brecha
de viviendas
actual
2007
Nuevos
hogares
2007–25
Demanda de Demanda
segunda
total de
vivienda
viviendas
2025
FUENTE: McKinsey Global Institute –Modelo de McKinsey para América Latina; Análisis del McKinsey Global Institute
▪
Servicios de salud. Se espera un incremento en la demanda de salud a medida
que aumenta la población de más edad. Se calcula que entre el día de hoy y el año
2025, el número de personas mayores de 65 años aumente casi cuatro veces la
tasa de crecimiento poblacional total. Eso significa que el número de personas
mayores se duplicará hacia el año 2025. A medida que cambie el perfil de la
población, el patrón de demanda de servicios de salud también cambiará,
agregando, por ende, un nivel adicional de complejidad al desafío en este sector.
▪
Educación. Más del 15% de la población tendrá entre 15 y 24 años en el año 2025,
lo cual implica mayor presión sobre el suministro de servicios educativos desde los
grados más altos hasta la educación técnica y profesional. Se espera que la
demanda de matrícula en todos los tipos de establecimientos educativos aumente
entre la actualidad y el año 2025, en un millón de personas. La demanda en materia
de educación no provendrá únicamente de los jóvenes que aspiran contar con una
mejor capacitación, sino también de las empresas que necesitarán gente capacitada
con urgencia si las ciudades pretenden optimizar su crecimiento. Según nuestras
proyecciones, Ciudad de México debe incrementar en 65% la población con títulos
en tecnicaturas, mientras que Río de Janeiro deberá prácticamente triplicar la
cantidad de ciudadanos que poseen títulos universitarios.
McKinsey Global Institute
Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina
Las dificultades para satisfacer la demanda urbana de servicios e infraestructura
imponen costos significativos a las ciudades de América Latina en términos de baja
productividad y crecimiento, y actúan como una limitación al desarrollo económico de
toda la región. Los gobiernos, las empresas y la sociedad civil deben trabajar juntos en
un enfoque integral para mejorar el funcionamiento y la gestión de las principales
ciudades de la región. En la siguiente sección de este informe, analizaremos ejemplos
de acciones concretas que pueden emprenderse para cerrar la brecha con respecto a
las mejores prácticas en las ciudades de América Latina y para ayudarlas a consolidar
su papel como principal motor del crecimiento económico de la región.
33
34
3. Cómo diseñar ciudades
competitivas e inclusivas
La gestión de las ciudades del siglo XXI es una tarea inmensamente compleja. A pesar
de ello, varias ciudades en el mundo, incluyendo las de América Latina, están
enfrentando el reto. Existen varios programas innovadores de gestión urbana tanto en
ciudades viejas como nuevas en todo el mundo, desde Londres hasta Johannesburgo y
desde China a la India, que demuestran que con buenas políticas se puede transformar
radicalmente a una ciudad en tan solo 10 años.
Los nuevos enfoques de gestión podrían serle de utilidad a las ciudades de América
Latina para alcanzar su potencial económico y ofrecerle una buena calidad de vida a
sus ciudadanos. Cada ciudad tiene un conjunto de desafíos y prioridades diferentes,
según el punto específico que le sirve de partida. En este capítulo se describen las
opciones prácticas que pueden aplicar las autoridades de las ciudades de la región, a
fin de mejorar el desempeño en cada una de las cuatro dimensiones que, en conjunto,
dan como resultado ciudades dinámicas, seguras y prósperas: el desempeño
económico, las condiciones sociales, el uso sostenible de los recursos, y las finanzas y
la gestión de gobierno.
PREPARAR EL TERRENO PARA UN SÓLIDO DESEMPEÑO
ECONÓMICO LOCAL
Si bien es cierto que las políticas nacionales incluyendo las regulaciones, tienen un
efecto significativo en la forma en la que se administran las ciudades, también son
importantes para el desempeño económico de una ciudad las opciones de las que se
disponga en relación con una amplia gama de factores. Estas opciones incluyen la
gestión del entorno físico de las ciudades, desde la regulación local del uso de las
tierras hasta la infraestructura dentro de cada ciudad y entre distintas ciudades, y la
cooperación entre los sectores público y privado y, en general, la sociedad civil para
promover la inversión y el crecimiento. Para fomentar un entorno estable que conduzca
a un sólido desarrollo económico local, las autoridades responsables de formular las
políticas urbanas deberían evaluar la posibilidad de darle prioridad a las siguientes
áreas:
Transparencia en la otorgación de títulos de propiedad de la tierra y medidas
regulatorias de zonificación. Cuando una empresa evalúa dónde va a instalarse, el
marco regulatorio que rige la titularidad de la tierra y la transferencia en los títulos de
propiedad es un factor fundamental para tomar su decisión. Si no existe claridad sobre
los títulos de propiedad o la zonificación, los costos de la tenencia de la tierra puede ser
más altos y desalentar la inversión de las empresas globales.25 En muchas ciudades de
México, por ejemplo, la falta de claridad en la titularidad de la tierra inhibe las
inversiones a largo plazo, por cuando no se pueden utilizar como garantía para
hipotecas, terrenos o edificios que no tengan sus respectivos títulos de propiedad.
25 Edward Glaeser ha demostrado cómo los altos niveles de regulación de tierras y viviendas
sirven para explicar las diferencias en los patrones de crecimiento de las ciudades en Estados
Unidos a través de una oferta inelástica de vivienda y, por lo tanto, precios más altos. Véase
Edward L. Glaeser, Joseph Gyourko y Raven E. Saks, Urban growth and housing supply
(Crecimiento urbano y oferta de viviendas), Harvard Institute of Economic Research,
documento de trabajo número 2062, febrero de 2005.
McKinsey Global Institute
Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina
Infraestructura urbana confiable. La falta crónica de financiamiento de los servicios
públicos esenciales en muchas de las ciudades de la región, hace que estos servicios
sean costosos y poco confiables. Todos los inviernos, Argentina sufre serias carencias
de electricidad, una situación que según muchos analistas es ocasionada por la
excesiva regulación de las tarifas. El precio de la energía eléctrica residencial en
Argentina es significativamente inferior al de los países vecinos lo que genera un mayor
consumo que no están en capacidad de suministrar los proveedores privados.26
Después de que el Gobierno congeló las tarifas de los servicios públicos en el año
2001, las empresas privadas que suministran estos servicios, limitaron el mantenimiento
y la inversión en nuevas capacidades que consideraban no rentables. De acuerdo con
algunas estimaciones, la producción industrial de Argentina es la mitad de lo que podría
ser en los meses de invierno debido al desabastecimiento energético.27 Además de
incrementar la inversión en el suministro de energía, las ciudades de América Latina
deben aumentar considerablemente la inversión en transporte, vivienda, energía, agua
y manejo de desechos a fin de evitar cuellos de botella y falta de capacidad.
Redes de transporte interurbano. Mientras que en Asia los centros de producción
regional están muy interconectados en cadenas de valor globales, las ciudades
latinoamericanas rara vez cuentan con conexiones de transporte y comercio. De hecho,
muchos centros urbanos de América Latina tienen mejores conexiones con Estados
Unidos e incluso con Europa, que entre sí. Si las ciudades de América Latina estuvieran
mejor conectadas, se beneficiarían de las economías colectivas de escala y de mayores
oportunidades para la especialización complementaria, como los hubs de producción
altamente interconectados que existen en Asia. Esto podría cambiar la dinámica
económica de la región. Un mercado nacional más integrado también podría hacer que
muchas zonas de América Latina fuesen atractivas para las inversiones privadas, tanto
mundiales como locales, a la vez que servirían para fomentar más exportaciones, y así
aumentar el potencial de crecimiento de la economía regional.
Colaboración con el sector privado. Los gobiernos locales de muchas de las
ciudades de la región, incluyendo a Medellín, Monterrey y Santiago, han desarrollado
formas innovadoras de trabajar en estrecha colaboración con las empresas locales y así
comprender las limitaciones con las que se enfrentan las empresas cuando intentan
crecer a nivel local. Este enfoque también crea oportunidades para la acción conjunta
en áreas donde las ciudades pueden obtener ventajas comparativas a nivel local. En
Oulu, en el norte de Finlandia, por ejemplo, la estrecha colaboración entre las empresas
locales (con el liderazgo de Nokia), el sector académico y el gobierno local le ha
permitido a la ciudad convertirse en un cluster competitivo de tecnología inalámbrica
(véase el Recuadro 5, "Cooperación entre el sector público y privado que hace que el
sector de tecnología de la información (TI) en Finlandia sea competitivo a nivel
mundial”).
Una estrecha relación entre los sectores público y privado puede producir beneficios
tanto sociales como económicos. En la década de 1960, las empresas del sector
privado en Medellín fueron pioneras en incluir temas de responsabilidad social en sus
informes a sus accionistas y en destinar recursos para invertir en servicios comunitarios
a través de organizaciones como la Fundación Corona, una organización privada sin
fines de lucro. Estas organizaciones invirtieron en parques locales, escuelas y centros
sociales para sus trabajadores y la comunidad en general, una práctica que desde
entonces se ha convertido en la norma general en toda Colombia.
26 Las tarifas de electricidad residencial en Buenos Aires son una quinta parte de las de Sao
Paulo, 18% de lo que cuestan en Santiago y 8% de lo que cuestan en Montevideo.
27 “Argentina lacks the energy to draw investment,” Financial Times, 3 de octubre de 2010.
35
36
Recuadro 5. Cooperación entre el sector público y privado
que permite que el sector de tecnología de la información
(TI) en Finlandia sea competitivo a nivel mundial
En las décadas de 1980 y 1990, Oulu, una ciudad de 200.000 habitantes en el
norte de Finlandia, se transformó en un importante cluster de la industria
inalámbrica gracias a la estrecha colaboración entre el gobierno local, las
universidades y el sector privado, en particular, el gigante de las
telecomunicaciones, Nokia. Todos estos actores asumieron la misión común de
mantener el desarrollo económico local y la competitividad de Oulu. Con el
impulso inicial de un contrato del Gobierno para el suministro de radios militares,
Nokia y la Universidad de Oulu trabajaron de manera conjunta para desarrollar
un sistema de comunicaciones inalámbrico que permitiera atender a las áreas
escasamente pobladas. La iniciativa de Oulu no solo vinculó a las
investigaciones de la universidad con las necesidades de las empresas, sino que
también fomentó la inversión del gobierno local para la expansión de la
educación en ingeniería inalámbrica a expensas de otros programas públicos.
Con la municipalidad como anfitrión, se desarrollaron muchas pequeñas
empresas para acompañar el emprendimiento, con lo cual se creó un cluster
sostenible de talento y conocimiento especializado en el área de tecnología
inalámbrica.
El Gobierno desempeñó un papel fundamental de manera directa e indirecta.
Además de financiar contratos militares y de educación universitaria, el gobierno
nacional canalizó el financiamiento de investigación y desarrollo a la empresa
conjunta a través de la Agencia Tecnológica Nacional Finlandesa (TEKES). Este
respaldo le permitió a Nokia continuar realizando una importante cantidad de
actividades de investigación y desarrollo durante la profunda recesión de
Finlandia, a principios de la década de 1990. El marco regulatorio también ayudó
de manera indirecta. A diferencia de lo que sucede en muchos países, los
operadores de telecomunicaciones de Finlandia incluyen a una gran cantidad de
cooperativas locales, en lugar de un único monopolio nacional, lo que es posible
gracias a la regulación que se dictó a favor de los pequeños operadores. Esta
estructura fragmentada sirvió para crear una competencia dinámica, lo cual fue
un incentivo para que los pequeños operadores experimentaran con nuevas
soluciones para el consumidor.
Fuertes vínculos entre las universidades y las empresas. La estrecha colaboración
entre las instituciones académicas y las empresas puede producir innovación y
desarrollo de nuevos mercados. El sector de biociencias de Estados Unidos, por
ejemplo, se desarrolló en universidades como Harvard y el MIT. El Research Triangle
Park de Carolina del Norte, formado alrededor de la universidad de Duke y la
universidad de Carolina del Norte y que incluye empresas como IBM, fue lo que permitió
la invención de la tecnología de ultrasonido 3-D. En Europa, la Universidad de
Sunderland en el Reino Unido creó una alianza que hizo que la nueva planta automotriz
de Nissan fuese la más productiva de todo el continente. Como ya hemos mencionado,
el parque de ciencias de la Universidad de Oulu ayudó a crear un cluster que emplea a
18.000 personas y factura €5 mil millones (US$7.200 millones). América Latina también
tiene sus propios ejemplos de colaboración exitosa entre la universidad y las empresas.
El Sistema Tecnológico de Monterrey, por ejemplo, es un complejo educativo que
incluye cuatro instituciones: el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de
Monterrey, o “Tec” (la institución insignia), la Universidad Tec Milenio, la Universidad
Tec Virtual y la Tec Salud. Gracias al respaldo continuo de la empresa mexicana, el Tec
de Monterrey cada día adquiere mayor reconocimiento internacional como centro de
investigación (consulte el Recuadro 6: “El cluster tecnológico desarrollado alrededor del
Sistema Tecnológico de Monterrey”).
McKinsey Global Institute
Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina
Recuadro 6. El cluster tecnológico desarrollado
alrededor del Sistema Tecnológico de Monterrey
El Sistema Tecnológico de Monterrey es un modelo muy exitoso de un grupo de
centros privados de educación superior con más de 33 establecimientos en todo
México. En 1989, el Sistema Tecnológico de Monterrey fundó la Universidad
Virtual y hoy ofrece estudios a distancia mediante cursos en línea a estudiantes
de más de 30 países. La institución también creó universidades corporativas en
alianza con el Gobierno e instituciones del sector público y privado con el
objetivo de aumentar el desarrollo de capital humano en empresas y
organizaciones sociales. La Escuela de Negocios del Sistema Tecnológico de
Monterrey, fundada en 1995, ocupa el séptimo lugar en el mundo, fuera de los
Estados Unidos, según el Wall Street Journal. El Sistema Tecnológico de
Monterrey ha formado una cultura empresarial muy arraigada, con el desarrollo
de parques tecnológicos (algunos de ellos convertidos en clusters) en 12
ciudades de México que albergan a más de 80 empresas, con un total de 1.700
empleados.
Desde el año 2005, el Sistema Tecnológico de Monterrey le ha dado mayor
importancia a la investigación social y científica y ha impulsado el desarrollo de
tecnología propia en las escuelas privadas de México, sobre todo en las áreas
de biotecnología e ingeniería. La universidad organizó el primer programa de
investigación financiado por Google en América Latina y, en asociación con el
Instituto de Microtecnología de Mainz de Alemania, fundó el primer centro de
ingeniería de microprocesos de la región. Desde el año 2006, el Sistema
Tecnológico de Monterrey ha sido el principal solicitante de patentes entre las
universidades mexicanas.
2. CREAR UNA ALTA CALIDAD DE VIDA PARA LOS HABITANTES
DE LAS CIUDADES
Cássio Taniguchi, ex alcalde de Curitiba, una ciudad mediana al sudoeste de Sao
Paulo, resumió la relación que existe entre las condiciones sociales y valor de una
ciudad de esta manera: “El valor de una ciudad es directamente proporcional al grado
de satisfacción de las personas que allí habitan”.28 Las investigaciones indican que una
mayor proporción de trabajadores calificados es una de las principales razones que
elevan el PIB per cápita en las ciudades.29 Un ambiente urbano que atraiga y retenga a
gente capacitada y mejore el bienestar de los ciudadanos, atraerá a las empresas que
están buscando invertir.
Seguridad pública. La seguridad pública es un grave problema en muchos de los
centros urbanos de América Latina. Aquellas ciudades que están buscando métodos
para enfrentar este problema, pueden analizar la experiencia de Nueva York. En la
década de 1990, el Departamento de Policía de Nueva York (NYPD), implementó una
estrategia de siete niveles para reducir la tasa de delincuencia. El resultado de esta
iniciativa fue una gran reducción en el número de homicidios por año, de 2.420 en 1993
a 1.550 en 1995 y a 778 en 2009, (véase el Recuadro 7, “La reingeniería del NYPD”).
Buenos Aires es un ejemplo en América Latina del uso de la tecnología para mejorar la
eficacia de la fuerza policial. La ciudad creó una nueva fuerza policial preventiva con
15.000 oficiales mediante la creación de un centro de control, la instalación de más
cámaras y un análisis más detallado de los patrones de delincuencia, a fin de mejorar la
asignación de recursos.
28 Cássio Taniguchi, Transported to the future (www.ourplanet.com/imgversn/121/tanig.html).
29 E. Glaeser y J. Gottlieb, “The wealth of cities: agglomeration economies and spatial equilibrium
in the United States”, Journal of Economic Literature, 2009, Volúmen 47, Número 4, páginas
983–1028.
37
38
Recuadro 7. La reingeniería del NYPD
En 1994, el NYPD inició un programa cuyo objetivo era transformar el enfoque
con el cual el Departamento enfrentaba la delincuencia en la ciudad. El análisis
de las estadísticas sobre criminalidad permitió formular una estrategia de siete
metas para combatir la delincuencia: Eliminar las armas de la calle, echar a los
traficantes de drogas fuera de la ciudad, poner coto a la violencia juvenil en las
calles y escuelas, romper el círculo de violencia doméstica, recuperar los
espacios públicos, reducir los delitos relacionados con automóviles y erradicar la
corrupción del Departamento de Policía.
El Departamento realizó una serie de allanamientos para buscar armas ilegales
y para ubicar los sitios desde dónde operaban los traficantes. Se actualizaron los
registros de antecedentes penales de todos los sospechosos. Una inversión en
TI de US$500.000 le permitió analizar dos veces por semana los patrones
geográficos de la delincuencia y ajustar el despliegue de oficiales de acuerdo a
lo que sucedía en la calle. Por otra parte, el programa se empoderó a los
funcionarios policiales, fortaleciendo su impacto público modernizando los
uniformes, chalecos antibalas, vehículos y armas. Se comenzó a evaluar a los
policías con un nuevo sistema de seguimiento del desempeño basado en
nuevas normas que medían más explícitamente los resultados de cada
actividad, por ejemplo, el resultado de las llamadas al 911 que atendía cada
patrullero.
La disminución en las tasas de delincuencia en la ciudad y la reputación que
recuperó el Departamento entre los ciudadanos de Nueva York, dan prueba del
éxito con el que el NYPD implementó el programa.
Viviendas accesibles. Una buena planificación que permita reducir el tiempo de
traslado en las ciudades mejora directamente la calidad de vida de los ciudadanos y la
productividad, ya que reduce el tiempo que se pierde en los automóviles y el
desperdicio de combustible. Reorganizar la distribución de las zonas residenciales y
laborales es un desafío para la mayoría de las ciudades de la región. En Ciudad de
México, por ejemplo, para satisfacer las necesidades de vivienda probablemente se
necesitará un cambio en el tipo de construcción de horizontal a vertical. La ciudad
necesita aumentar la densidad urbana y reubicar a la población de la periferia al centro.
Esta política aprovecharía la infraestructura existente y la mayor concentración de
población permitiría un uso más eficiente del transporte público. Es vital lograr
armonizar la legislación sobre tierras municipales y los proyectos de transporte regional
con la política de vivienda.
Otro desafío en temas de vivienda es ampliar el acceso a las hipotecas para las familias
de bajos ingresos. Existe la oportunidad de lograrlo con los mercados financieros más
desarrollados de la región, y algunos países ya han avanzado al respecto. El programa
Infonavit de México ofrece hipotecas respaldadas por el gobierno a hogares que
cumplen con los requisitos y otros productos de hipotecas del sector privado adecuados
para los hogares de bajos ingresos30
30 India se enfrenta a la colosal tarea de proveer viviendas accesibles a aproximadamente 38
millones de familias para el año 2030, que no podrán acceder a una vivienda a precio de
mercado. Ningún otro país ha suministrado viviendas accesibles a esta escala. El MGI ha
llegado a la conclusión de que India podría aumentar 10 veces el suministro de viviendas
accesibles si hace que el 30% de todas estas viviendas sean viviendas de alquiler, implementa
un régimen fiscal favorable y crea un fondo de garantía hipotecaria nacional. Véase India’s
urban awakening: Building inclusive cities, sustaining economic growth, McKinsey Global
Institute, abril de 2010 (www.mckinsey.com/mgi).
McKinsey Global Institute
Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina
Transporte público eficiente. Ya hemos mencionado el alto costo que tiene el
congestionamiento crónico de tránsito en muchas ciudades de América Latina para la
calidad de vida, la productividad y el crecimiento económico. Mejorar la capacidad y la
eficiencia de los costos del transporte urbano es un desafío importante, aunque ya
existen ejemplos de mejores prácticas en la región. En Curitiba, el 54% de todos los
traslados se realizan en transporte público, lo que equivale a 2,4 millones de pasajeros
por día. Además, Curitiba tiene un PIB per cápita que es 1,4 veces más alto que el
promedio en Brasil, una tasa de desempleo más baja que el promedio nacional y 55
metros cuadrados de áreas verdes por habitante, comparados con el área
recomendada por la Organización Mundial de la Salud, de 16 metros cuadrados por
habitante (véase el Recuadro 8, ”El sistema modelo de transporte público de
Curitiba”).31 El éxito de Curitiba sirve de ejemplo para algunas ciudades más grandes. El
sistema de transporte Transmilenio de Bogotá, por ejemplo, también ha servido para
mejorar la calidad de vida en la ciudad mediante la regulación de los costos del
transporte y la reducción de los tiempos de traslado.
Recuadro 8. El sistema modelo de transporte público
de Curitiba
Curitiba respondió de manera proactiva al crecimiento repentino de la población
de finales de la década de 1960 y principios de la década de 1970, convirtiendo
al transporte urbano eficiente en la piedra angular de su estrategia económica
para garantizar una alta calidad de vida a sus habitantes. En 1965, la ciudad
fundó el Instituto de Investigación y Planificación Urbana de Curitiba (IPPUC)
para supervisar la modernización del sistema de transporte urbano de un modelo
radial a uno lineal. El instituto organizó debates públicos en los que involucró a
los ciudadanos y al sector privado, diseñó un plan de transporte masivo y luego
lo puso en práctica. Un elemento fundamental del plan fue construir en 1974,
dos vías estructurales principales (posteriormente se aumentó a cinco), cada
una con dos carriles centrales reservados para los autobuses expreso y carriles
estándar para tránsito en dos direcciones de cada lado. Este nuevo diseño
estuvo acompañado por ordenanzas de zonificación, de modo que la densidad
iba disminuyendo desde el centro hacia las afueras de la ciudad.
La ciudad creó la empresa estatal Urbanização de Curitiba (URBS), para
mantener la infraestructura del transporte y supervisar a las empresas de
autobuses. En 1987, una ley municipal reguló la concesión de licencias y los
reintegros a las empresas en función del número de kilómetros recorridos en vez
del número de pasajeros transportados, lo que evitó que la competencia entre
empresas de autobuses terminara llenando las vías de vehículos. La URBS
determina la tarifa necesaria para cubrir los costos incurridos por las empresas
de autobuses y así evita tener que subsidiar el sistema de transporte.
Continuamente la ciudad introduce mejoras al sistema. El IPPUC y la URBS, por
ejemplo, colaboraron para instalar las ciclovías, estaciones-tubo (apenas
elevadas sobre la calle para minimizar el tiempo de carga y descarga de
pasajeros y mejorar la accesibilidad para personas discapacitadas) y los
autobuses dobles.
Educación de alta calidad. Tanto por razones económicas como de bienestar social,
las ciudades de América Latina deben seguir dándole prioridad a la tarea de ampliar el
acceso y la calidad de la educación si es que aspiran a cerrar la gran brecha en
infraestructura y calidad educativa. Santiago de Chile ha sido pionera en aplicar una
serie de iniciativas para mejorar su sistema educativo y hoy en día exhibe los mejores
resultados en la prueba PISA de todas las ciudades comparables. Entre las medidas
adoptadas figura el aumento en la cantidad de días escolares y un programa de
certificación que propicia una mejor calidad y mejora continua en la formación de
docentes. La evaluación AVDI (Asignación Variable por Desempeño Individual) se
aplica a todos los maestros chilenos cada cuatro años.
31 Para mayor información, véase Alicia Fazzano y Marc A. Weiss, Curitiba, Brazil: Metropolitan
economic strategy report, julio de 2004
(www.globalurban.org/GUD%20Curitiba%20MES%20Report.pdf).
39
40
En función de una evaluación inicial que realizan colegas y un comité diseñado para tal
fin, los maestros altamente calificados presentan un examen nacional que les permitirá
recibir una compensación adicional durante un período específico. Los docentes que no
tienen un muy buen desempeño, pueden asistir a programas de mejoramiento
profesional que no representan costo alguno, y así superar sus brechas de desempeño.
Alianzas entre el sector público y privado para mejorar el acceso a los servicios
públicos. Cuando no se dispone de suficiente financiamiento y capacidades de gestión
pública, el modelo de asociación público-privada es una opción atractiva para mejorar
los servicios urbanos. Recientemente China ha empezado a permitir que el sector
privado participe en la financiación de proyectos de infraestructura urbana,
principalmente en joint ventures con los gobiernos locales y las empresas estatales. El
financiamiento para la construcción de la Línea 1 del Metro de Shangai incluyó la
participación de al menos nueve empresas privadas e instituciones públicas.32 Estos
joint ventures han sido hasta ahora exitosos, lo que indica que seguramente se seguirá
fomentando su creación. De igual forma, existen ejemplos innovadores de asociación
público-privada en América Latina, como el Plan Vive Digital de Colombia cuyo objetivo
es cuadruplicar la penetración de banda ancha, tanto fija como móvil, en solo cuatro
años (véase el Recuadro 9, “Asociación público-privada para expandir la banda ancha
en Colombia”).
Recuadro 9. Asociación público-privada para
expandir la banda ancha en Colombia
La penetración de banda ancha en Colombia es actualmente muy baja. En 2008,
sólo había en el país 4,6 suscriptores de banda ancha fija por cada 100
habitantes, frente a 30,4 en Alemania y únicamente 1,0 de cada 100 eran
suscriptores de banda ancha móvil, frente a 75,5 en Japón. Colombia tiene
planeado cuadruplicar la penetración de banda ancha, fija y móvil, a través de
una asociación entre el sector público y privado a fin de lograr las siguientes
metas:
▪
Promover el desarrollo del sector privado para incrementar la infraestructura
y ofrecer servicios
▪
Incentivar de manera integral la oferta y demanda de servicios digitales para
llegar a una masa crítica
▪
Reducir la carga que implica crear la infraestructura y ofrecer servicios de
telecomunicaciones
▪
Eliminar las barreras regulatorias a nivel nacional y municipal
▪
Establecer prioridades en cuanto a los recursos del Estado en inversiones de
capital.
El Gobierno tiene pensado invertir US$200 millones para ampliar la cobertura de
la Red Nacional de Fibra Óptica y está formulando un marco nacional de
licitación para invitar al sector privado a invertir y ejecutar los planes propuestos.
El plan también contempla que el Gobierno cree “tecnocentros” o puntos de
encuentro en los que se suministre acceso, capacitación y entretenimiento. Los
incentivos del Gobierno para el sector privado incluyen la reducción o
eliminación del impuesto al valor agregado en los servicios de Internet y la
reducción impositiva para la adquisición de PC y dispositivos. En materia de
regulaciones, el Gobierno adoptará un enfoque de acceso abierto, definirá las
normas técnicas mínimas y obligará legalmente a los constructores a instalar
redes en todas las viviendas nuevas. El proyecto también estipula que el
Gobierno cree un fondo de capital de riesgo público-privado para financiar a las
empresas que ofrezcan aplicaciones de banda ancha.
32 Preparing for China’s urban billion, McKinsey Global Institute, marzo de 2009
(www.mckinsey.com/mgi).
McKinsey Global Institute
Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina
3. UTILIZAR EFICIENTEMENTE LOS RECURSOS PARA LOGRAR
CIUDADES QUE SEAN ECOLÓGICAMENTE SOSTENIBLES
Según Naciones Unidas, son precisamente las ciudades las que consumen casi el 75%
de la energía y producen 80% de las emisiones de gases con efecto invernadero (GEI)
a nivel mundial. A pesar de que los centros urbanos más densamente poblados en
general son más eficientes en el uso de los recursos que las ciudades más dispersas o
las áreas rurales, la mayoría de estos grandes centros urbanos no aprovecha en su
totalidad las oportunidades económicamente atractivas de usar en forma más
productiva sus recursos y reducir los desechos. Las ciudades de América Latina no
escapan de esta realidad. Por ello, es importante que comiencen a pensar en el uso
sostenible de los recursos, es decir, en una agenda de “ciudad ecológica”, e integren
esta visión a sus planes de crecimiento económico y mejora en la calidad de vida de
sus habitantes.
Mejorar la productividad energética. Más que intentar la opción más costosa de
construir nueva infraestructura para estar en capacidad de suministrar la desenfrenada
demanda de servicios, las ciudades deberían concentrarse en manejar mejor esa
demanda de recursos. La clave consiste en impulsar la productividad energética: el
nivel de producción que se logra con la energía consumida.33 Para aprovechar los
beneficios de una mayor productividad energética, es necesario que las ciudades fijen
normas y ofrezcan incentivos para reducir el uso de energía, y respalden estas medidas
con un riguroso control del cumplimiento. Las ciudades pueden fijar normas de
eficiencia energética mediante regulaciones, por ejemplo, con códigos que requieran
mejorar el aislamiento o con el uso obligatorio de iluminación eficiente en las
edificaciones nuevas. Pueden ofrecer incentivos para fomentar la inversión en equipos
industriales, iluminación y dispositivos eléctricos eficientes y mejorar la eficiencia del
combustible en el parque automotor. Las ciudades de la región también deben buscar
formas de reducir el desperdicio en la infraestructura de abastecimiento eléctrico y
utilizar la tecnología más moderna que permite mayor eficiencia en todos los sectores.
Impulsando la productividad energética, las ciudades de América Latina estarán en
capacidad de generar retornos positivos a partir del ahorro energético y así liberar
recursos para invertir en otros proyectos. En China, las estimaciones del MGI indican
que el impulso que se les está dando a la productividad energética combinado con una
planificación urbana inteligente podría reducir más del 20% la demanda energética en el
año 2025. En América Latina, este tipo de enfoque ofrece también muchos beneficios
que no ofrecen las políticas actuales que contemplan subsidios energéticos en muchas
regiones.
Formular normas ecológicas urbanas. La colaboración entre las ciudades de la
región es otra oportunidad que puede aprovecharse. Las ciudades son “compradores
mayoristas” que deben adquirir una amplia gama de bienes y servicios y que podrían,
por tanto, usar su poder de compra colectivo para fomentar normas “ecológicas”. Si las
ciudades decidieran hacer compras conjuntas, podrían reducir costos y aumentar sus
demandas de nuevas tecnologías y soluciones y así fomentar el crecimiento de
proveedores locales e impulsar, a la vez, la aplicación de normas ecológicas. América
Latina cuenta con muchos ejemplos de iniciativas ecológicas, entre las cuales destaca
el sistema de transporte urbano de Curitiba. La Ciudad de México tiene su Plan Verde
que ha servido para reducir las emisiones de carbono de la ciudad en 6 millones de
toneladas métricas (10%) desde el año 2008, a través de medidas como la renovación
del transporte público y de los taxis de la ciudad por vehículos de bajo consumo y la
reducción del contenido de azufre en la gasolina.
33 Para un análisis completo de la productividad energética y de la inversión que se necesita para
capturar las oportunidades disponibles, véase Curbing global energy demand growth: The
energy productivity opportunity, McKinsey Global Institute, mayo de 2007; y The case for
investing in energy productivity, McKinsey Global Institute, febrero de 2008
(www.mckinsey.com/mgi).
41
42
Mejorar la eficiencia de la distribución urbana. Hoy en día, la distribución de
mercancía en las ciudades de América Latina es ineficiente y contribuye
considerablemente a la contaminación del aire. La infraestructura para trasladar y
distribuir mercancías en las ciudades no aumentó a la par del crecimiento, un patrón
común a todos los grandes centros urbanos del mundo. Nuestros análisis indican que
existe la oportunidad de reducir el congestionamiento vehicular y las emisiones de CO2
de los vehículos de carga hasta un 30%, a un costo muy bajo mediante el aumento de
la eficiencia operativa en la distribución de bienes y productos.
Barcelona, Kuala Lumpur y Ámsterdam fueron pioneras en implantar la colaboración
entre industrias para mejorar la efectividad de los sistemas de distribución urbana. En la
mayoría de las ciudades, dos razones principales son las que hacen que la distribución
urbana sea ineficiente. En primer lugar, aunque el transporte de bienes y productos solo
representa 20% aproximadamente de los vehículos, se trata de un tipo de vehículos que
circula a menor velocidad que el resto del tránsito. Crean “cuellos de botella
ambulantes”, que contribuyen de manera desproporcionada al congestionamiento. En
segundo lugar, nuestra experiencia indica que en las ciudades los vehículos de
transporte de mercaderías usan, en promedio, solo el 40% de su capacidad. Tres
factores explican esta baja utilización y los bajos volúmenes por punto de descarga: las
empresas de transporte de carga cada vez tienen más presión para entregar los
productos a tiempo en plazos muy exigentes, tienen que atender muchos puntos de
reparto extendidos a lo largo y ancho de la ciudad, y tienen cada vez mayor volumen de
entregas debido a la fragmentación de las cadenas de valor. Una manera de reducir la
ineficiencia en este tipo de ambientes, es crear instalaciones de cross-docking en las
afueras del área urbana. Los camiones pueden recoger su mercancía en ciertos puntos
de las afueras de la ciudad, disponer de una empresa de logística que consolide los
productos entrantes, de modo que los camiones puedan ingresar a la ciudad con las
cargas completas y preferiblemente tener un solo punto de entrega o pocos puntos
cercanos entre sí. Para crear y mantener un sistema como este, es necesario que la
ciudad, las empresas minoristas y los proveedores de logística se asocien. Las
investigaciones de McKinsey indican que para una ciudad con uno o dos millones de
habitantes, la inversión inicial requerida para establecer este tipo de sistema sería de
US$5 millones. Los cross-docking permitirían aumentar la velocidad promedio de
circulación en las arterias clave en ocho kilómetros (cuatro millas) por hora. El Reino
Unido, Bristol y el aeropuerto Heathrow, en Londres, ya cuentan con sistemas eficientes
de cross-docking (véase el Recuadro 10, “Cross-docking en Bristol, Reino Unido”).
Recuadro 10. Cross-docking en Bristol, Reino Unido
Un esquema de cross-docking ha estado funcionando exitosamente en la ciudad
de Bristol desde mayo de 2004. START (Short Term Actions to Reorganize
Transport of Goods) es una alianza celebrada entre el Consejo Municipal de
Bristol y la cadena de distribución DHL.1 Han creado un centro de consolidación
para reducir el congestionamiento y la contaminación en el centro de la ciudad,
lo que hace que las entregas sean más eficientes y que se reduzca el número de
vehículos de carga que ingresan a la principal área comercial de la ciudad.
Desde el inicio de START, más de 70 minoristas que participan en este
esquema, han reducido el traslado de mercancía en casi 80%. Eso significa
8.967 menos viajes de los camiones, lo que equivale a 226.816 kilómetros, con
su resultante reducción de 27 toneladas de emisiones de CO2, 870 kilogramos
de NO2 y 25,9 kilogramos de PM10. Los minoristas también cuentan con el
servicio de recolección de desechos y materiales de embalaje, lo que se ha
traducido en la posibilidad de reciclar 17,1 toneladas de cartón y plástico.
1 Para mayor información consulte www.start-projetc.org.
McKinsey Global Institute
Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina
43
Hacer rentable el manejo de desechos. La mayoría de los sistemas de manejo de
desechos en América Latina no son eficientes porque no incentivan a la gente a reducir
la cantidad de basura ya sea cobrando por el peso o la cantidad de bolsas de basura
que produce, y porque no manejan los desechos en forma sostenible. La mayor parte
de la basura termina en vertederos, algunos de los cuales ya están llegando a su
capacidad máxima. Resolver este problema no es tarea simple, aunque hay medidas
que los gobiernos locales pueden adoptar para promover la reducción, reutilización y
reciclaje de los desechos (véase el Recuadro 11, “Un sistema integral de manejo de
desechos en Ciudad de México”).
Recuadro 11. Un sistema integral de manejo
de desechos en Ciudad de México
El vertedero principal de Ciudad de México está alcanzando su capacidad
máxima. La ciudad no solo está llegando al límite de capacidad, sino que
además ha perdido unos US$300 millones por año debido a un ineficiente
manejo de desechos. Hoy en día, la ciudad está ejecutando un nuevo programa
integral para reducir la cantidad de desechos que se generan y para crear el
máximo valor posible a partir de los residuos. El programa se llama las “5R”
(Reducir, Reutilizar, Recolectar, Reciclar y Recuperar) y consta de 20 iniciativas
comprendidas en estas cinco dimensiones (Gráfico 17). La ciudad medirá el
progreso en términos de volumen, indicadores económicos y ambientales, y hará
un seguimiento de los resultados. Si se implementa el programa en su totalidad,
Ciudad de México podría reducir en 80% la cantidad de basura que envía al
vertedero, extender su vida útil en 39 años y mejorar la gestión sostenible de la
ciudad a largo plazo.
Gráfico 17
Los programas del proyecto 5R comprenden una estrategia integral para
reducir y extraer el máximo valor de los desechos
Reducir
1ƒ
Reducir el peso de las
botellas de polietileno
tereftalato (PET)
2ƒ
Reducir el peso de los
periódicos
Reutilizar
3ƒ
Prohibir la producción
y venta de bolsas de
plástico comunes y
fomentar el uso de
bolsas reutilizables
4ƒ
Reutilizar el papel en
las oficinas públicas
como modelo a seguir
5ƒ
Promover la
reutilización y el
reciclado mediante
programas educativos
Recolectar
Reciclar
Recuperar
ƒ6 Automatizar el
seguimiento y control
de la recolección de
desechos
12
ƒ
Separar los desechos
orgánicos e
inorgánicos desde el
punto de origen
15
ƒ
Recuperar valor
económico de los
residuos orgánicos
mediante el compostaje
ƒ7 Lograr la clasificación
necesaria por medio
de la recolección de
residuos orgánicos a
través de una
empresa privada
autónoma
13
ƒ
Optimizar la eficiencia
de las plantas de
clasificación de
residuos
16
ƒ
14
ƒ
Recuperar valor
económico de los
residuos inorgánicos a
través de la recuperación
de energía y la
gasificación
Crear un sistema para
el depósito y
ƒ Implementar
reutilización o el
17
maquinarias y procesos
reciclado de todas las
adecuados para el
botellas de plástico y
funcionamiento eficiente
vidrio
de los vertederos
ƒ8 Separar todos los
residuos desde el
punto de origen
ƒ9 Planificar rutas de
recolección
centralizadas
10
ƒ
Mejorar el sistema de
recolección
11
ƒ
Regular y controlar la
eliminación de
residuos de
construcción
ƒ
18
Reinyectar los lixiviados
generados por los
vertederos
19
ƒ
Optimizar la utilización
del terreno de los
vertederos
ƒ
20
Implementar
mecanismos para
capturar y utilizar el
metano de los
vertederos
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CREAR UNA GESTIÓN DE GOBIERNO URBANO QUE SEA
EFICIENTE, TRANSPARENTE Y CON SOLIDEZ FINANCIERA
Gestionar una ciudad es algo muy complejo. Su funcionamiento cotidiano depende de
un fuerte liderazgo, de una efectiva y sistemática planificación urbana para usar en la
forma más razonable posible los recursos escasos, y de un sólido respaldo financiero.
En esta sección, presentamos ideas sobre qué es lo que pueden hacer las ciudades de
América Latina para mejorar estos aspectos de gestión urbana y convertirse en
ciudades más efectivas.
Planeamiento y coordinación a largo plazo. Muchas de las ciudades de América
Latina no tienen un solo órgano de gobierno que sea responsable y rinda cuentas por
los resultados. En lugar de ello, tienen una estructura de gestión fragmentada con
responsabilidades dispersas entre varios niveles de gestión pública (municipal, estatal y
federal) y entre las distintas autoridades que se encargan de los servicios
especializados, como vivienda o transporte. La falta de coordinación entre estos
organismos de gestión urbana exacerba la ineficiencia y mal uso de los recursos. Un
modelo de planeamiento urbano integral que recompense el logro de objetivos, es el
centro del nuevo enfoque que se está adoptando en América Latina. Río de Janeiro, por
ejemplo, está aplicando un conjunto de incentivos tanto financieros como no financieros
para el personal de la alcaldía a fin de lograr su objetivo que comprende 50 iniciativas
en cuatro categorías: económica, política, social y ambiental (véase el Recuadro 12,
"Río 2020”).34
Recuadro 12. Río 2020
El programa Río 2020, cuya ejecución se inició en 2010, se propuso la
ambiciosa meta de convertir a Río de Janeiro en la ciudad más habitable y
ecológica del planeta. El programa responde a una visión con objetivos
concretos que incluyen, por ejemplo, transformarse en el segundo centro
turístico más importante del Hemisferio Sur y en la sede de las multinacionales
brasileñas más importantes. La ciudad aspira a desarrollar la educación pública
con mejor calidad del país, lograr subsanar el máximo posible del déficit de
viviendas, eliminar los barrios pobres, tener las emisiones más bajas de CO2,
tratar el 80% del volumen de aguas residuales generado en la ciudad y tener la
mayor cantidad de vegetación urbana en el mundo. El programa no solo ha
definido los objetivos, especificando el detalle de los 50 proyectos más
importantes, sino que además los ha priorizado y ha establecido nuevos
protocolos para recompensar e incentivar a los funcionarios públicos, incluyendo
un salario adicional por año para aquellos funcionarios públicos que logran sus
objetivos. Con esta estrategia, la ciudad también realiza reuniones regulares
mensuales, trimestrales y anuales para evaluar el progreso e ir adaptando las
prioridades según sea necesario. También organiza un evento público anual de
premiación con cobertura mediática total, para garantizar la transparencia y
promover el compromiso e interés público por el proceso.
34 Para India, MGI recomendó una estructura de planificación en “cascada” en la que las grandes
ciudades tengan planes detallados, integrales y ejecutables en 40 y 20 años a nivel
metropolitano que sean vinculantes para los planes de desarrollo municipal. De especial
importancia en la planificación, son el uso de la tierra y el Coeficiente de Ocupación del Suelo
(Floor Area Ratio-FAR) que debe enfocarse en conectar el transporte público con la
zonificación de viviendas accesibles para grupos de bajos ingresos. MGI llegó a la conclusión
de que si se moderniza el sistema de planificación de esta manera, India podría ahorrar más
de 6 millones de hectáreas de tierra posiblemente cultivable en los próximos 20 años. Véase
India’s urban awakening: Building inclusive cities, sustaining economic growth, abril de 2010
(www.mckinsey.com/mg).
McKinsey Global Institute
Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina
Gestión fiscal sostenible y responsable. La baja tasa de inversión general ha sido
una barrera crónica que ha obstaculizado el crecimiento de la región y ha impuesto
serias limitaciones a las ciudades. Las ciudades de América Latina necesitan invertir
más para construir la infraestructura necesaria adelantándose a la demanda y no
reaccionando a ella. Las principales fuentes de ingresos para financiar los proyectos de
infraestructura son recaudar más impuestos sobre bienes inmuebles, fijar tarifas a
usuarios de servicios financiados con fondos públicos y crear asociaciones públicoprivadas, que no solo movilizan capital del sector privado y público, sino que también se
benefician con la experiencia en el uso eficiente de los recursos y la minimización de
riesgos.35
Algunas ciudades de América Latina ya se están beneficiando del cobro de tarifas
adecuadas a los usuarios de servicios públicos y de la exitosa cooperación públicoprivada. Medellín, por ejemplo, ha generado buenos flujos de financiamiento a través de
su gestión efectiva de las empresas de servicios públicos, Empresas Públicas de
Medellín (EPM) y UNE, cuyos ingresos dependen de las tarifas de los usuarios. Estas
empresas han demostrado ser por lo menos tan eficientes como las empresas privadas
en otras ciudades de Colombia y han comenzado a expandirse internacionalmente, lo
cual le trae beneficios considerables a la economía local de Medellín. A pesar de ser
una empresa de servicios públicos, el patrimonio de EPM se mantiene totalmente
separado del patrimonio y fondos municipales, y su flujo de caja proviene
exclusivamente de las tarifas que pagan los usuarios.
Cuando el financiamiento público no es suficiente, la alianza público-privada puede ser
una alternativa atractiva para financiar y emprender proyectos de infraestructura. En
Santiago de Chile, y en ese país en general, se han formado varias asociaciones
público-privadas para financiar inversiones en carreteras, aeropuertos, estadios e
incluso en servicios de emergencia (véase el Recuadro 13, “El éxito de Chile en las
empresas de mixtas”).
35 China ha hecho uso significativo de una fuente adicional de ingresos: la venta de tierras.
Debido al sistema peculiar de tenencia de la tierra en China, las ciudades han podido vender
tierras que compraron a precios muy económicos a inversores, un factor determinante de la
industrialización y la expansión. Por cuanto las ciudades han usado la tierra como incentivo
para los negocios, atrajeron, a su vez, a más trabajadores que buscaban nuevas empresas y
fábricas. La venta de tierras permitió a las ciudades de China ser proactivas para financiar y
construir infraestructura. Antes de que el Gobierno intensificara las normas que regulan la
actividad, esta práctica representó aproximadamente (y de manera extraoficial) del 10% al
50% de los ingresos de los gobiernos locales. Sin duda, de no haber existido esta fuente de
ingresos, la urbanización de China no habría sido tan rápida, aunque debemos tener en
cuenta que este fenómeno, indiscutiblemente, produjo el agotamiento de las tierras cultivables,
la extensión de asentamientos y tensiones sociales. Véase Preparing for China’s urban billion,
McKinsey Global Institute, marzo de 2009 (www.mckinsey.com/mgi).
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Recuadro 13. El éxito de Chile en las
empresas mixtas
La vía que conduce al aeropuerto internacional Arturo Merino Benítez de
Santiago de Chile, se inauguró en septiembre de 1995, siendo la primera
concesión con peajes en una ciudad de América Latina. La ciudad subcontrató el
sistema de peajes en un tramo de 2,2 kilómetros de vías a un consorcio privado
por un lapso de 12,5 años y a un costo de US$8,6 millones. Desde esa fecha, el
Gobierno de Chile ha estado creando asociaciones público-privadas para la
construcción de vialidad rural y urbana, cuatro aeropuertos nuevos, seis
terminales nuevas, hospitales, la plaza pública de La Ciudadela, el estadio en
parque O’Higgins y el Centro de Justicia de la ciudad.
El mundo pudo enterarse de esta larga trayectoria de alianzas público-privadas
en Chile tras el rescate de los 33 mineros atrapados en la mina San José, en
Copiapó, en octubre de 2010. Para planificar el rescate, el Gobierno chileno
contrató y trabajó en estrecha colaboración con varias empresas privadas. La
empresa Layne Christensen, con sede en Kansas, suministró los taladros que
permitieron ubicar a los mineros y excavar el túnel a través del cual el equipo
realizó el rescate. La empresa sudafricana Murray & Roberts suministró un
taladro de 40 toneladas. La empresa canadiense Precision Drilling Corporation
cavó el pozo para el rescate. Center Rock y Schramm, ambas con sede en los
Estados Unidos, diseñaron las cabezas de perforación y los martillos neumáticos
utilizados en el rescate. La empresa británica Aramark trabajó con el Ministerio
de Salud del Gobierno de Chile y expertos de la NASA para proporcionar una
dieta especial y las vacunas requeridas por los mineros atrapados. La empresa
estadounidense Zephyr Technologies suministró los sensores digitales y la
tecnología inalámbrica para hacer seguimiento a la condición de salud de los
mineros mientras permanecieron bajo tierra. Las fuerzas armadas chilenas
diseñaron la cápsula que se utilizó para traer a los mineros a la superficie, y el
Gobierno de Chile condujo la coordinación de todas estas iniciativas.
McKinsey Global Institute
Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina
La gestión y capacidades de muchas de las grandes ciudades de América Latina son
limitadas y estos centros urbanos están subutilizando su potencial económico y social.
Sin embargo, en colaboración con el sector privado, los alcaldes pueden implementar
una amplia gama de iniciativas que han demostrado ser exitosas tanto en escenarios
urbanos de todas partes del mundo como en algunas ciudades de la región.
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Publicaciones relacionadas del McKinsey Global Institute
Urban world: Mapping the economic power of cities (marzo de 2011)
Se estima que para 2025, 600 ciudades, la lista “City 600”, generarán más
del 60% del crecimiento global. Dentro de este grupo, las empresas deben
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de rápido crecimiento que tienen poblaciones menores a 10 millones. Casi la
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en las regiones emergentes a medida que el poder económico urbano se
traslada hacia el sur y, más contundentemente, hacia el este. Las ciudades
medianas en estas regiones contribuirán con 40% de todo el crecimiento
mundial.
Beyond austerity: A path to economic growth and renewal in Europe
(octubre de 2010)
Frente a la gran variedad de presiones para su crecimiento y finanzas
públicas limitadas, Europa necesita una reforma estructural que le permita
incluso alcanzar las tasas de crecimiento de PIB del pasado. Algunas zonas
de Europa ya han comenzado sus reformas con un éxito observable. Si el
resto de Europa copiara estas mejores prácticas, la región podría aumentar
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lapsos de vacaciones y licencias.
Lions on the move: The progress and potential of African economies
(junio de 2010)
El crecimiento económico de África está creando nuevas e importantes
oportunidades de negocios que no están tomando en cuenta las empresas
globales. Las industrias que producen bienes y servicios para los
consumidores, los recursos, la agricultura y la infraestructura en total podrían
generar US$2,6 billones en ingresos anuales hacia el año 2020, es decir,
US$1 billón más que en la actualidad.
India’s urban awakening: Building inclusive cities, sustaining economic
growth (abril de 2010)
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urbanización a gran escala podría poner en peligro la trayectoria de
crecimiento de la nación. Si embargo, si el país adopta un nuevo modelo
operativo para sus ciudades, podría aumentar el crecimiento anual de su PIB
del 1% al 1,5%, y así acercar la economía al crecimiento de dos dígitos al
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A partir de estudios de caso sobre la industria en el mundo, el MGI analizó
las políticas y regulaciones que fueron exitosas o que fracasaron en su
intento por fomentar el crecimiento económico y la competitividad a nivel
sectorial. Las conclusiones sorprenden por ser contrarias a lo que piensan
muchos de los responsables de formular políticas públicas.
Preparing for China’s urban billion (febrero de 2009)
Al adoptar un camino de urbanización más concentrado y orientado por la
acción para fomentar la productividad urbana, los líderes de políticas locales
y nacionales de China podrían minimizar las presiones y maximizar los
beneficios económicos de la expansión urbana. En sus dos secciones, este
informe presenta un detalle de la escala, el ritmo y las implicaciones globales
que la urbanización tiene a nivel sectorial y de las ciudades.
www.mckinsey.com/mgi
Se dispone de versiones en eBook de algunos de los informes de MGI en el sitio web
de MGI, en Kindle de Amazon y en la tienda iBookstore de Apple.
Descargue y escuche los podcasts de MGI en iTunes o en
www.mckinsey.com/mgi/publications/multimedia/
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