McKinsey Global Institute McKinsey Global Institute Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina Agosto de 2011 Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina McKinsey Global Institute El McKinsey Global Institute (MGI), el instituto de McKinsey & Company dedicado a la investigación en temas de negocios y economía, fue creado en 1990, con el objetivo de lograr una mejor comprensión de la evolución de la economía mundial. Nuestra aspiración es ofrecerle a los líderes de negocios y del sector público y social, información e ideas que les permitan estar en mejor posición para tomar mejores decisiones gerenciales y formular políticas públicas. Las investigaciones que realiza el MGI combinan las disciplinas de la economía y la gerencia, utilizan herramientas analíticas de la economía e incorporan las ideas de los líderes empresariales. Nuestra metodología que implica ir “de lo micro a lo macro”, nos permite analizar las tendencias microeconómicas de la industria para lograr una mayor comprensión de las fuerzas macroeconómicas que afectan la estrategia de negocios y las políticas públicas. El MGI ha realizado informes minuciosos sobre más de 20 países y 30 sectores industriales. La agenda actual de investigación se enfoca en cuatro temas: Productividad y crecimiento, Evolución de los mercados financieros mundiales, Impacto económico de la tecnología y la innovación, y Urbanización. Las investigaciones recientes incluyen diversos análisis sobre la creación de puestos de trabajo, la productividad de los recursos, las ciudades del futuro y el impacto de Internet. Tres directores de McKinsey & Company, Richard Dobbs, James Manyika y Charles Roxburgh, dirigen el MGI. Susan Lund es la directora de investigación. Cada proyecto cuenta con un equipo conformado por consultores de las oficinas de McKinsey de todo el mundo, dirigidos por un grupo de colegas con amplia trayectoria. Esos equipos cuentan con el apoyo de la red mundial de socios y expertos en industrias y gerencia de McKinsey. Importantes economistas, entre los que figuran ganadores del Premio Nobel, participan como asesores en las investigaciones de MGI. Las investigaciones del MGI son financiadas por los propios socios de McKinsey & Company. Ninguna investigación se realiza por encargo de alguna empresa, gobierno o institución. Si desea mayor información sobre el MGI y si desea tener acceso a los informes, visite www.mckinsey.com/mgi. Copyright © McKinsey & Company 2011 McKinsey Global Institute Agosto de 2011 Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina Andrés Cadena Jaana Remes James Manyika Richard Dobbs Charles Roxburgh Heinz-Peter Elstrodt Alberto Chaia Alejandra Restrepo Prefacio América Latina está bien posicionada en la economía mundial de hoy, posterior a la recesión: gran parte de la región está recuperando su crecimiento de manera sólida. Sin embargo, para que esta recuperación logre convertirse en un período sostenido de prosperidad creciente, es necesario que el continente aproveche en toda su extensión el potencial económico de sus ciudades. El McKinsey Global Institute (MGI) ha analizado durante varios años el desempeño económico de América Latina. El primer informe de importancia sobre la región, Latin American productivity, lo publicó en junio de 1994, y en marzo de 1998, publicó su primera evaluación detallada de la economía de Brasil, Productivity: The key to an accelerated development path for Brazil. El desempeño económico de América Latina ha sido un tema que hemos abordado periódicamente. En 2005, como parte del contexto de un estudio mundial sobre el papel de las empresas multinacionales en el desempeño de las industrias, el MGI analizó la productividad y el crecimiento de cuatro sectores de Brasil y México: automotriz, aparatos electrónicos, sector minorista y banca minorista. En 2006, publicamos una versión de este informe, con datos actualizados sobre el desempeño productivo de Brasil, How Brazil can grow. Tomando como base nuestro trabajo anterior, el presente informe le otorga un nuevo énfasis al papel que desempeñan las ciudades en la economía de América Latina. Este informe es parte de la investigación mundial del MGI sobre la dinámica de las economías urbanas y es el resultado de la colaboración conjunta con la oficina de América Latina de McKinsey. El equipo que lideró este proyecto está integrado por los directores de McKinsey Heinz-Peter Elstrodt de la oficina de Sao Paulo y Andrés Cadena de la oficina de Bogotá, el director del MGI, James Manyika de la oficina de San Francisco y el socio de McKinsey Alberto Chaia de la oficina de Ciudad de México. El equipo de investigación estuvo liderado por Jaana Remes, investigadora de gran trayectoria del MGI, en San Francisco, en estrecha colaboración con Alejandra Restrepo, Gerente de Proyecto de la oficina de McKinsey en Bogotá. También fueron parte del equipo Florencia Ardissone, Borja de Muller Barbat, Aldo Borasino, Alejandra Botero, Felipe Diniz, Roberto Durán, Julian Ferris, Lucía Fiorito y Melissa Floca. Agradecemos las valiosas contribuciones de Janet Bush, editora del MGI, y Gina Campbell, por su aporte editorial; Rebeca Robboy, gerente de comunicaciones externas del MGI; Julie Philpot, gerente de producción editorial del MGI; y Marisa Carder, especialista en diseño gráfico. De igual forma, nos gustaría agradecer los aportes y el gran apoyo de numerosos colegas de McKinsey en América Latina, entre los cuales figuran Lino Abram, Sergio Balcazar, Juan Bermúdez, Pilar Cervantes, Patricia Ellen, Marcus Frank, Rodrigo Hetz, William Jones, Gagan Khurana, Andreas Mirow, Adilson Oliveira, Pablo Ordorica, Francisco Ortega, Clara Pava, José María Rancaño, Giacomo Rimoldi, Bruno Silva y Jorge Torres. Agradecemos también a otros colegas de todas las oficinas de McKinsey a nivel mundial quienes aportaron sus conocimientos especializados: Marco Albani, Shannon Bouton, Benjamin Cheetham, Alejandro Díaz, Jaap de Jong, Henry DePhillips, Michael Lierow, Miguel Payan, Luiz Pires, Henry Ritchie, Betsy Rosenblum, Ken Somers, Sebastian Stern, Carrie Thompson, Ireena Vittal y Jonathan Woetzel. McKinsey Global Institute Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina Reconocidos expertos externos a McKinsey aportaron invaluables conocimientos y orientación. De forma especial, nos gustaría agradecer a nuestros asesores académicos Daron Acemoglu, Elizabeth y James Killian, Profesor de Economía del Massachusetts Institute of Technology; el Profesor Ricardo Hausmann, Director del Centro para el Desarrollo Internacional y Profesor de la Práctica del Desarrollo Económico de la Universidad de Harvard; y Michael Storper, Profesor de Planificación Urbana de la Universidad de California, Los Ángeles. Este informe contribuye con la misión del MGI de ayudar a los líderes mundiales a comprender las fuerzas que transforman la economía global, identificar geografías estratégicas y prepararse para la próxima oleada de crecimiento. Como ocurre con todas las investigaciones del MGI, nos gustaría recalcar, una vez más, que esta investigación es un trabajo independiente que no fue encargado ni patrocinado por ninguna empresa, gobierno o institución. Richard Dobbs Director, McKinsey Global Institute Seúl James Manyika Director, McKinsey Global Institute San Francisco Charles Roxburgh Director, McKinsey Global Institute Londres Susan Lund Directora de Investigaciones, McKinsey Global Institute Washington, DC Agosto de 2011 Hoy en día, 260 millones de personas viven en las 198 principales ciudades de América Latina En 2007, estas 198 ciudades produjeron un PIB de 3,6 billones de dólares - equivalente al PIB combinado de India y Polonia Las principales 10 ciudades albergan una población de 95 millones …con un PIB promedio per cápita de 18 mil dólares …y un PIB total de 1,7 billones de dólares - representando el 30% del total de la región para 2007. NOTA: Todos los datos corresponden al año 2007. Todos los PIB, PIB per cápita, y crecimiento del PIB fueron calculados en función de la metodología de paridad de poder adquisitivo. …y mañana para 2025…. 315 millones 50 millones 65% de personas vivirán en las principales 198 ciudades de América Latina; es decir, una población mayor a la población actual de Estados Unidos de personas ingresarán a la fuerza laboral, lo que representa una cifra mayor a la población en edad laboral actual de Francia del crecimiento de América Latina provendrá de estas 198 principales ciudades En el 2025, estas 198 ciudades producirán un crecimiento del 3,8 billones de dólares − casi el triple del PIB actual de España Las 198 principales ciudades tendrán un PIB per cápita de 23 mil dólares para 2025, superior al PIB per cápita de Portugal en 2007 NOTA: Todos los PIB, PIB per cápita, y crecimiento del PIB fueron calculados en función de la metodología de la paridad de poder adquisitivo. Tabla de contenido Resumen ejecutivo 1 1. Las ciudades de América Latina son la clave para el futuro económico de la región 7 2. El desafío del desempeño 21 3. Cómo diseñar ciudades competitivas e inclusivas 34 Bibliografía 48 McKinsey Global Institute Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina 1 Resumen ejecutivo América Latina es la región con mayor población urbana de todas las regiones en vías de desarrollo: 80% de la población latinoamericana vive en ciudades (Gráfico E1). Gran parte del crecimiento de América Latina es resultado de la migración rural lo que produjo economías de escala que potenciaron la productividad de los centros urbanos en expansión y redujeron el costo que implicaba suministrarle servicios básicos a sus habitantes.1 Las ciudades son clave para la economía de América Latina. Las 198 ciudades principales de la región, definidas como aquellos centros poblados con 200.000 habitantes o más, contribuyen con más del 60% del producto interno bruto (PIB) actual. La mitad de este PIB lo generan las 10 ciudades principales dentro de este grupo. La concentración de la actividad económica en estos centros urbanos es comparable a la de Estados Unidos y Europa Occidental, si bien está más concentrada que la de cualquier otra región en vías de desarrollo. Las 10 ciudades más importantes de China, por ejemplo, contribuyen con aproximadamente 20% del PIB de ese país. GRÁFICO E1 América Latina es la región en desarrollo más urbanizada: Casi el 85% de la población vivirá en ciudades en el 2025 2025 2009 Población en áreas urbanas(1), 2009 y 2025; % 86 84 77 53 59 47 37 79 47 46 30 América Latina (1) (2) Asia(2) China India 73 82 40 África Europa Norte América Poblaciones urbanas según definiciones nacionales No incluye China e India FUENTE: Naciones Unidas, Departamento de Estudios Económicos y Sociales, División de Población, World population prospects: The 2009 revision, Marzo 2010; Análisis del McKinsey Global Institute El importante papel que desempeñan las ciudades, particularmente los grandes centros urbanos en la economía de América Latina, hace que la materialización del potencial económico sea un factor fundamental para sostener el crecimiento general de la región. Así lo indica la nueva investigación realizada por la oficina de América Latina de McKinsey & Company y McKinsey Global Institute (MGI), el instituto de McKinsey dedicado a la investigación en temas de economía y negocios. 1 El porcentaje de población urbana aumentó de 40% a 80% desde 1950, es decir, una vez y media más que la población general de la región. A diferencia de América Latina, en el caso de China e India, los estudios del MGI concluyen que estos países recién se encuentran en las fases iniciales de urbanización por lo que este será un factor importante de crecimiento en el futuro. Véase Preparing for China’s urban billion, McKinsey Global Institute, febrero de 2009 e India’s urban awakening: Building inclusive cities, sustaining economic growth, McKinsey Global Institute, abril de 2010 (www.mckinsey.com/mgi). 2 Sin embargo, América Latina ya ha obtenido gran parte de las llamadas “ganancias fáciles” que genera la expansión de las poblaciones urbanas. Hoy en día son varias las ciudades que deben lidiar con los problemas de tránsito, el déficit habitacional y la contaminación, todos síntomas de las deseconomías de escala. Para mantener su crecimiento, las ciudades más grandes de la región deberán estar en capacidad de enfrentar desafíos que van más allá del desempeño económico y que afectan las condiciones sociales en las que viven sus habitantes, el uso sostenible de los recursos y la solidez de las finanzas y gestión de gobierno. Sin excepción alguna, todas las economías urbanas de América Latina deben prestar atención a estas dimensiones si aspiran a continuar siendo motores del crecimiento de la región. La población relativamente joven de América Latina hace que la transformación de las economías urbanas sea incluso más urgente. En un marcado contraste con las poblaciones en edad laboral de Japón y Europa Occidental y con algunas regiones en desarrollo como China y Europa Oriental, se proyecta que la población económicamente activa de América Latina continuará creciendo en forma constante hasta alcanzar un pico en el 2040, con una fuerza laboral de alrededor de 470 millones de trabajadores, lo que representa un aumento del 30% con respecto al año 2007, y un aumento neto de 85 millones o lo que es lo mismo, el equivalente a las tres cuartas partes de la fuerza laboral actual de Estados Unidos o Europa Occidental. En consecuencia, América Latina contará con un considerable dividendo demográfico potencial si sus economías logran crecer lo suficiente para generar puestos de trabajo productivo para esa gran fuerza laboral joven, sobre todo en el entorno urbano. Con una fuerza laboral a la que pueda ofrecérsele un empleo productivo en una economía dinámica y generadora de puestos de trabajo, estos jóvenes podrían producir la riqueza de la cual dependerán las inversiones y el crecimiento sostenido del futuro. De no ser así, es decir, si las economías de América Latina no logran generar suficientes oportunidades económicas para todo ese grupo creciente de jóvenes en edad laboral, podrían surgir problemas sociales de importancia. En la última mitad de este siglo, el perfil demográfico de América Latina se parecerá más al de Europa: habrá un porcentaje cada vez más pequeño de jóvenes económicamente activos que deberán mantener a una proporción cada vez más numerosa de gente mayor. A menos que las autoridades responsables de planificar las políticas públicas, el sector empresarial y la sociedad civil adopten desde ya medidas para reformar y desarrollar sus ciudades y crear empleos más productivos en la economía formal, la región correrá el riesgo de envejecer antes de lograr la meta de enriquecerse. Para que las ciudades alcancen su potencial de crecimiento, es indispensable contar con políticas económicas más amplias que brinden los incentivos adecuados para un crecimiento productivo y sostenible. Investigaciones anteriores realizadas por el MGI sugieren que sería necesario establecer dos prioridades: desmantelar las barreras regulatorias de larga data que frenan la productividad y el crecimiento en los sectores de manufactura y servicios, y darle un mejor uso a los recursos naturales de la región. CIUDADES QUE FUNCIONAN ADECUADAMENTE: FACTOR DECISIVO PARA EL CRECIMIENTO DE AMÉRICA LATINA Se estima que los 198 centros urbanos principales de América Latina generen el 65% del crecimiento de la región en los próximos 15 años, según proyecciones del MGI, lo que sería equivalente al 6% del crecimiento del PIB mundial, más de 1,5 veces la contribución que se espera de las grandes ciudades de Europa Occidental y una contribución similar a la esperada de los grandes centros urbanos de India (véase el Recuadro E1, “Los tres grandes grupos de ciudades latinoamericanas analizados por el MGI”). McKinsey Global Institute Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina No obstante lo anterior, en muchas de las 10 ciudades principales de América Latina que tienen fuerte incidencia en la economía, la tasa de crecimiento económico en realidad disminuyó desde la era de urbanización que tuvo lugar durante todo el siglo XX hasta 1970. A partir de ese año, las tasas de crecimiento de Sao Paulo y Río de Janeiro en Brasil, por ejemplo, pasaron de estar por encima del promedio nacional a ubicarse por debajo de la media. Otras ciudades importantes de la región también registraron recientemente un crecimiento más lento que el de sus respectivas economías nacionales o que el de otras ciudades medianas comparables. La zona metropolitana de Ciudad de México registró un crecimiento inferior al promedio logrado por 45 ciudades medianas de ese país, es decir, ciudades a las que definimos como aquellas con una población entre 200.000 y 10 millones de habitantes. (Gráfico E2). Recuadro E1. Los tres grandes grupos de ciudades latinoamericanas analizados por el MGI Ciudades grandes. Este término lo definimos como aquellas ciudades de 200.000 habitantes o más. El estudio incluye a las 198 ciudades que poseen estas características en la región. Dentro de ese grupo, existen cuatro megaciudades con poblaciones de más de 10 millones de habitantes: Buenos Aires, Ciudad de México, Río de Janeiro y Sao Paulo. El resto de las ciudades, es decir, los centros urbanos que tienen entre 200.000 y 10 millones de habitantes, se clasifican como “ciudades medianas”. Nuestro análisis abarca áreas metropolitanas enteras que se definieron en función de sus respectivas ciudades centrales. Así, Ciudad de México y Buenos Aires, en el contexto de este informe, se refieren a las regiones metropolitanas más amplias que circundan (y engloban) al Distrito Federal y a la Ciudad de Buenos Aires, respectivamente.1 Las 10 ciudades principales. En este grupo se incluyen los 10 centros urbanos más importantes en términos de PIB según cifras de 2007. Además de las cuatro megaciudades, figuran en este grupo otros seis centros urbanos con un PIB superior a US$74.000 millones de acuerdo con la metodología de paridad de poder adquisitivo (PPA): Bogotá, Brasilia, Caracas, Lima, Monterrey y Santiago. Las 50 ciudades más importantes. Este grupo incluye a las 50 ciudades más importantes en términos del PIB para 2007: las 10 principales y otras 40. Estas ciudades adicionales son Córdoba y Rosario, en Argentina; las 12 ciudades de Brasil: Baixada Santista, Belo Horizonte, Campinas, Curitiba, Fortaleza, Goiânia, Grande Vitória, Manaus, Norte/Nordeste Catarinense, Pôrto Alegre, Recife y Salvador; Gran Concepción, en Chile; Cali y Medellín, en Colombia; San José de Costa Rica, en Costa Rica; La Habana, en Cuba; Santo Domingo, en República Dominicana; Guayaquil y Quito, en Ecuador; San Salvador, en El Salvador; las 11 ciudades de México: Ciudad Juárez, Guadalajara, León, Puebla, Querétaro, Reynosa-Río Bravo, Saltillo, Tijuana, Toluca, Torreón y Veracruz; Ciudad de Panamá, en Panamá; Montevideo, en Uruguay; y Barquisimeto, Maracaibo, Maracay y Valencia, en Venezuela. 1 Se entiende por área metropolitana cualquier región que consta de un centro urbano altamente poblado (la ciudad principal) más una zona circundante vinculada social y económicamente con el centro urbano por ser allí donde trabajan sus habitantes. 3 4 Gráfico E2 El crecimiento de las ciudades más grandes de América Latina ya no supera al crecimiento del resto de la economía de la región Casi todas las 10 principales ciudades crecieron más lentamente que la economía de sus respectivos países El crecimiento relativo de Sao Paulo y Río de Janeiro ha disminuido recientemente Crecimiento del PIB Tasa compuesta de crecimiento anual, % PIB de la ciudad con respecto al promedio nacional Índice: 100% = crecimiento del PIB del país, % Período Período 1920–70 1970–2008 Sao Paulo Crecimiento del PIB indexado 66 1999–2008 Ciudad de México 1999–2009 Río de Janeiro Sao Paulo Brasil 2.6 7.0 10.3 6.8 3.5 4.4 106 89 Buenos Aires 1993–2003 Río de Janeiro 1999–2008 Lima(1) 2001–2009 Bogotá(1) 1998–2008 91 Santiago(1) 1996–2006 93 Monterrey 1999–2009 Brasilia 1999–2008 37 113 140 57 100 (1) En aquellos casos en los que no se dispuso de información sobre el PIB a nivel ciudad, pero en los que la ciudad representaba la mayor parte de la región o provincia, utilizamos los datos correspondientes al siguiente nivel FUENTE: Oficinas de estadísticas nacionales y locales, McKinsey Global Institute Cityscope 1.1 Muchas de estas 10 ciudades principales de la región comenzaron a enfrentar limitaciones a medida que se intentaba responder a las exigencias de las áreas metropolitanas en expansión que “absorbieron” a pueblos más pequeños que si bien lindaban con ellas, estaban fuera de su jurisdicción. En muchos casos, la resultante fragmentación de límites políticos ha dispersado las funciones de gestión urbana, por ejemplo, en temas de vivienda o desarrollo económico, entre alcaldes y funcionarios de diversas municipalidades, gobiernos estatales e instituciones federales. Es común que no exista coordinación en la planificación y políticas y que no se disponga del financiamiento suficiente para satisfacer las necesidades cada vez mayores. Muchas ciudades han excedido la capacidad de infraestructura, el diseño de sus sistemas de transporte y su capacidad para prestar servicios públicos adecuados, lo que dificulta el funcionamiento y la gestión eficiente y efectiva. Como resultado, estos centros urbanos no están generando suficientes empleos que sean altamente productivos y que permitan ocupar a una fuerza laboral en expansión, lo que, a su vez, fomenta la actividad económica informal a niveles perjudicialmente elevados.2 A menos que estas ciudades grandes mejoren significativamente la productividad y la cantidad de empleos que generan en la economía formal e impulsen la eficiencia de sus operaciones y su gestión, indica el MGI, sus tasas de crecimiento se mantendrán por debajo del promedio y podrían incluso ocasionar una baja en la tasa general de crecimiento de la región. AMÉRICA LATINA NECESITA MEJORAR SUS GRANDES CIUDADES Y APOYAR EL CRECIMIENTO DE SUS CIUDADES MEDIANAS Para mejorar el desempeño de las ciudades y aprovechar el perfil demográfico de la región, es indispensable que los líderes políticos y empresariales actúen con decisión en dos frentes: reformar y mejorar las grandes ciudades de la región y permitir el surgimiento de un grupo mayor de ciudades medianas de alto desempeño. 2 El contexto regulatorio de la región caracterizado por una inflexible legislación laboral y un costoso nivel de burocracia, es un factor que contribuye a la elevada tasa de informalidad en América Latina. Véase How Brazil can grow, McKinsey Global Institute, diciembre de 2006; New horizons: Multinational company investment in developing economies, McKinsey Global Institute, octubre de 2003 (www.mckinsey.com/mgi). McKinsey Global Institute Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina 5 Reforma y mejora de las grandes ciudades de la región Para entender cómo pueden mejorar su desempeño las grandes ciudades de América Latina, el MGI evaluó el desempeño de 8 de las 10 ciudades más importantes que, en orden decreciente de PIB, son: Sao Paulo, Ciudad de México, Buenos Aires, Río de Janeiro, Lima, Bogotá, Santiago y Monterrey. Este análisis se realizó en función de 100 indicadores cuantitativos y cuatro dimensiones que generan un crecimiento económico urbano sostenido: el desempeño económico, las condiciones sociales, el uso sostenible de los recursos, y las finanzas y gestión de gobierno. El MGI tradujo los resultados de este análisis a un índice de desarrollo urbano (IDU). El IDU es un instrumento de benchmark registrado que fue diseñado para comparar el desempeño de las ciudades con métricas precisas y accionables. Varias de las ciudades de América Latina están rezagadas con respecto a otras ciudades del mundo y de la región en estas cuatro dimensiones (Gráfico E3). Bogotá, por ejemplo, aparece como rezagada con respecto a sus pares regionales en su desempeño económico, mientras que Monterrey, por su parte, tiene un desempeño relativamente sólido en todas las dimensiones, a excepción de la referida al uso sostenible de los recursos. No obstante lo anterior, el análisis del MGI también expone algunos ejemplos de desempeño positivo en las ciudades más importantes. En el caso de México, por ejemplo, el complejo tecnológico que se ha desarrollado alrededor del Sistema Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey ha servido para fortalecer la colaboración entre la universidad y el ámbito empresarial. Entre 1999 y 2009, el PIB per cápita de Monterrey aumentó en un 40% más que el PIB total de México como país. De igual forma, la ciudad tiene el menor porcentaje de población bajo la línea de pobreza (4%) en la región. Buenos Aires y Bogotá se destacan en materia de servicios de salud: más del 90% de la población de estas ciudades tiene cobertura de salud, en comparación al 85% que es el caso de los neoyorquinos. En materia de telecomunicaciones, Buenos Aires no solo es líder regional en penetración de telefonía móvil con 112%, sino que además supera en ese frente al promedio de las cuatro ciudades internacionales que se utilizaron como referencia. Existe una gran cantidad de ejemplos de alto desempeño en algunas de las grandes ciudades de América Latina en aspectos que son fundamentales para su crecimiento. Se trata de experiencias que pueden servir de ejemplo para el resto de los centros urbanos. Gráfico E3 El desempeño de las ciudades latinoamericanas es inferior al de las ciudades internacionales tomadas como benchmarks Inferior al promedio Promedio Superior al promedio Índice: Benchmark1 = 100 Desempeño económico Sao Paulo Condiciones sociales 55 Ciudad de México 62 Buenos Aires 60 Río de Janeiro Lima Bogotá Santiago Monterrey 69 68 78 77 58 56 51 67 68 63 59 70 72 Ø 70 Benchmark definido para cada indicador como el promedio de Helsinki, Nueva York, Singapur y Toronto. FUENTE: Índice de Desarrollo Urbano de McKinsey 67 55 69 71 48 Ø 57 (1) Finanzas y gestión de gobierno Uso sostenible de los recursos 79 64 67 63 66 57 64 71 70 66 62 Ø 69 Ø 63 6 Propiciar el crecimiento y la competitividad de las ciudades medianas Junto con las grandes ciudades de América Latina, ha surgido una amplia base de ciudades medianas de alto crecimiento. En la actualidad, existen 188 ciudades medianas que representan casi un tercio del PIB de la región y es probable que generen casi el 40% del crecimiento del PIB de la región hacia el año 2025. Hoy en día, estas ciudades tienen un PIB per cápita inferior al de los grandes centros urbanos de América Latina. Sin embargo, las ciudades medianas de crecimiento más rápido de la región podrían zanjar gran parte de esa brecha antes del año 2025. Aquellas ciudades medianas que estén en capacidad de ofrecer un ambiente eficiente que sea atractivo tanto para las empresas como para los trabajadores calificados, no solo incrementarán considerablemente su crecimiento sino que podrían convertirse en un modelo de desarrollo urbano mejor diseñado y sostenible para América Latina. Existen ejemplos muy positivos de ciudades medianas que están implementando políticas y esquemas de gestión innovadores, como es el caso de la ciudad de Panamá, Viña del Mar en Chile, Curitiba y Florianópolis en Brasil, Toluca y Mérida en México, y Cartagena en Colombia. APROVECHAR LA VENTAJA DEMOGRÁFICA URBANA DE LAS CIUDADES Cada una de las ciudades de América Latina enfrenta un conjunto particular de desafíos y prioridades determinado por su propio punto de partida. En función de historias de éxito comprobadas de la región y del mundo, el MGI identificó una serie de medidas concretas que podrían adoptar los líderes de la región para resolver los temas de mayor prioridad. La experiencia de McKinsey indica que con políticas adecuadas se puede cambiar el destino de una ciudad en apenas 10 años. Si se mejora la cantidad y productividad de los empleos urbanos en todas las ciudades independientemente de su tamaño, la población joven de América Latina podrá fomentar el crecimiento a largo plazo. Este informe del MGI es un llamado a los alcaldes, planificadores de políticas públicas y líderes empresariales y civiles de toda América Latina a fin de que unan fuerzas y adopten medidas para convertir a sus ciudades en un motor de crecimiento. Esperamos que este análisis y los datos y herramientas analíticas sean de utilidad para que alcaldes y planificadores identifiquen las deficiencias en el desempeño urbano. De igual forma, presentamos ejemplos prácticos de cómo podría superarse el desempeño actual y proponemos metas y métricas apropiadas que les permitan a los líderes de las ciudades realizar un seguimiento de los avances que conducirán a un desempeño superior. Por otra parte, aspiramos a que nuestro trabajo le permita a las empresas posicionarse mejor frente a las oportunidades económicas a medida que estas surgen en los segmentos de consumo y de actividad empresarial urbanos. El primer capítulo de este informe, explica la importancia de las ciudades grandes en la economía latinoamericana y la necesidad de desarrollar su potencial económico. El segundo capítulo, examina los diversos desafíos que deben enfrentar las ciudades más grandes de América Latina a fin de materializar ese potencial. Por último, el tercer capítulo ofrece algunas ideas sobre lo que podría constituir una agenda para la renovación urbana. McKinsey Global Institute Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina 1. Las ciudades de América Latina son la clave para el futuro económico de la región Las ciudades de América Latina dominan la economía de la región. Si bien hasta ahora las principales ciudades fueron las que aportaron la gran cuota de la actividad económica urbana, recientemente su desempeño ha comenzado a disminuir a medida que las ciudades medianas adquieren mayor protagonismo. Siempre y cuando sean productivas y cuenten con una buena gestión, las ciudades de América Latina podrán seguir siendo los motores de crecimiento regional, creando el grueso de los nuevos puestos de trabajo y estimulando la generación de ingresos. LAS CIUDADES YA SON UN ELEMENTO IMPORTANTE EN LA ECONOMÍA DE AMÉRICA LATINA América Latina tiene la mayor tasa de urbanización del mundo en desarrollo y una economía mayormente concentrada más en las grandes ciudades. Según el Cityscope que es la base de datos mundial de ciudades del MGI, existen en América Latina 198 ciudades con una población de 200.000 habitantes o más, distribuidas a lo largo y ancho de la región (Gráfico 1 y Recuadro 1, “Cityscope del MGI”).3 Gráfico 1 América Latina tiene 198 grandes ciudades con 200.000 habitantes o más FUENTE: McKinsey Global Institute Cityscope 1.1 3 Urban world: Mapping the economic power of cities, McKinsey Global Institute, marzo de 2011 (www.mckinsey.com/mgi). 7 8 Recuadro 1. La base de datos Cityscope del MGI El Cityscope del MGI es una base de datos con más de 2.000 ciudades del mundo que permite comprender cómo van evolucionando las economías urbanas, generar diversas clasificaciones y agrupaciones de las ciudades por región, variable y mercado objetivo, y evaluar el ímpetu del crecimiento que ocurre al realizar negocios en cada geografía (Gráfico 2). Hasta donde tenemos conocimiento, esta base de datos es la mayor que existe en su clase. Puede ser de utilidad para dar respuesta a varias interrogantes necesarias para las decisiones que deben tomar las empresas y las autoridades encargadas de formular políticas públicas: ¿En qué ciudades del mundo habrá la mayor cantidad de niños? ¿En qué ciudad estará la mayor cantidad de la población que ingresa a formar parte de la fuerza laboral? ¿En qué ciudad estarán viviendo los ciudadanos de mayor edad? y ¿Qué ciudades experimentarán la más rápida expansión en términos de los grupos de consumidores con ingresos de clase media? La base de datos contiene información de la población de cada ciudad para los años 2007 y 2025, por grupo de edad: niños (menores de 15 años), población en edad laboral (de 15 a 64 años), y población mayor (de 65 años en adelante); PIB y PIB per cápita (a valor de mercado y paridad de poder adquisitivo, o PPA, paridad de la moneda y paridad real proyectada, o RER “Real Exchange Rate); y hogares segmentados por ingresos anuales en cuatro categorías en términos de PPA: familias en dificultades (menos de US$7.500); con aspiraciones (de US$7.500- US$20.000); consumidores (de US$20.000-US$70.000); y globales (más de US$70.000). El MGI ha utilizado cuatro fuentes para desarrollar la información específica de cada ciudad: censos públicos; grupos de datos de ciudades que fueron recopilados como parte de investigaciones anteriores del MGI; proveedores externos de información; y los modelos nacionales y regionales elaborados por el MGI que permiten proyectar el crecimiento de las ciudades hasta el año 2025. El MGI tiene pensado expandir su base de datos Cityscope en los próximos dos o tres años, a fin de incluir un conjunto más amplio de variables (como las oportunidades de inversión en infraestructura, la demanda y ahorros de los consumidores y el crecimiento a nivel sectorial), al igual que mayores capacidades para la formulación de escenarios. Para mayor información sobre la base de datos Cityscope y la metodología que empleamos para seleccionar las variables, consulte el apéndice técnico del informe del MGI Urban world: Mapping the economic power of cities, en www.mckinsey.com/mgi. Gráfico 2 Cityscope de MGI: Una fuente de inteligencia urbana a nivel mundial FUENTE: McKinsey Global Institute Cityscope 1.1 7 McKinsey Global Institute Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina 9 En conjunto, las 198 ciudades de América Latina incluidas en el Cityscope del MGI, albergan a más del 45% de la población de la región y producen más del 60% del PIB actual (Gráfico 3).4 Gráfico 3 Las grandes ciudades de América Latina contribuyen al PIB de manera similar al de las ciudades de regiones desarrolladas Aporte de las ciudades al PIB, 2007 %; $ mil millones, PPA 100% = total de la región 100% = 66,321 35 Resto de ciudades grandes1 17 11-50 primeras 22 10 primeras2 Número de ciudades 15,346 13,633 5,742 41 38 9 14 18 Ciudades pequeñas y áreas rurales 8,163 3,762 27 27 31 25 Mundial EE.UU y Canadá Europa Occidental 2,262 2,262 254 254 168 168 30 América Latina 198 198 46 44 22 8 8 Region de China3 611 611 36 14 19 24 9,168 69 29 18 4,815 27 22 24 5,692 14 Sur de Asia 4 229 229 15 15 16 20 35 20 21 EECA5 Africa6 242 242 283 283 Resto de Asia7 227 227 1 Ciudades que para 2007, tenían una población de 150.000 habitantes o más en Estados Unidos y Europa Occidental, y 200.000 o más en el resto del mundo. 2 Ciudades en orden de PIB en PPA en 2007. 3 Incluye ciudades de China, Hong Kong y Taiwan. 4 Incluye ciudades de Afganistán, Bangladesh, India, Nepal, Pakistán y Sri Lanka. 5 Europa Oriental y Asia Central (por sus siglas en inglés EECA, Eastern Europe- Central Asia). 6 Incluye ciudades de Africa del Norte, Medio Oriente y la región de Africa Sub-Sahara. 7 Incluye ciudades del Noreste y Sudeste Asiático y de Australasia. NOTA: La suma puede no ser exacta debido al redondeo. FUENTE: McKinsey Global Institute Cityscope 1.1 Las políticas económicas pasadas de América Latina sirven para explicar en parte, el aporte relativamente grande que las principales 10 ciudades de la región representan para la economía regional. Durante la última mitad del siglo XX, muchos de los países de la región adoptaron un modelo muy centralizado de gestión económica y optaron por proteger sus respectivas industrias locales con barreras comerciales. Como resultado, gran parte de la actividad económica comenzó a aglutinarse alrededor de los centros políticos. En México, por ejemplo, durante décadas, gran parte de las frutas y verduras frescas que se producían en el país eran transportadas al mercado mayorista de Ciudad de México, la Central de Abastos, solo para luego tener que volver al estado del que habían salido.5 Dicho de otro modo, las megaciudades de América Latina podrían ser un subproducto no planificado de las políticas de sustitución de importaciones.6 4 5 6 Los habitantes de las 198 grandes ciudades del Cityscope del MGI son parte de una agrupación más amplia de población urbana que incluye a los habitantes urbanos de ciudades más pequeñas y pueblos con menos de 200.000 habitantes. La población urbana más amplia que aparece en el Gráfico E1 se basa en datos del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales, División de Población de Naciones Unidas, World population prospects: The 2009 revision, marzo de 2010. Para mayor información sobre la relación entre las políticas industriales de América Latina y el surgimiento de las megaciudades, véase Raul Livas Elizondo y Paul Krugman, Trade policy and the third world metropolis, Oficina Nacional de Investigación Económica, documentos de trabajo de NBER, N°. 4238, diciembre de 1992. América Latina no es la única región del mundo en la que los factores políticos sirven para explicar los patrones de urbanización que se observan en la actualidad. La estructura federal de Alemania e India ha derivado en una evolución urbana mucho más dispersa, con ciudades geográficamente distantes y actividades económicas distribuidas en forma más homogénea y con ciudades medianas y pequeñas con una gran porción del PIB. En Estados Unidos y China, en cambio, los conglomerados de grandes ciudades que se desarrollaron a lo largo de la costa a causa de la inmigración y el rápido crecimiento del PIB per cápita, representan una gran proporción de la actividad económica en esas regiones. 10 Los países de la región se diferencian por la contribución que sus centros urbanos aportan a la economía nacional (Gráfico 4). Argentina y Colombia son, por lejos, las economías en las que las ciudades grandes desempeñan un papel más importante. En Argentina, Buenos Aires alberga alrededor del 30% de la población, pero genera más del 50% del PIB nacional, mientras que las otras 17 grandes ciudades argentinas representan alrededor de la mitad de ese porcentaje. Las ciudades argentinas están dispersas a lo largo y ancho del territorio, excepto en la escasamente poblada región patagónica. Colombia tiene 24 ciudades grandes aglomeradas en la región andina y caribeña. Bogotá tiene casi el 20% de la población total, pero produce más del 25% del PIB, mientras que las otras 23 ciudades restantes albergan, en conjunto, al 40% de la población del país y producen más del 45% del PIB. Gráfico 4 La contribución de las grandes ciudades al PIB de sus respectivos países varía ampliamente en la región %, 2007 PIB generado en ciudades 80 Argentina 75 Perú Uruguay Venezuela 70 65 Colombia Chile Ecuador Bolivia Paraguay 60 Brasil México 55 50 América Central 0 0 30 35 40 45 50 55 60 Población en las ciudades FUENTE: McKinsey Global Institute Cityscope 1.1 También en Perú y Uruguay, las grandes ciudades generan una gran proporción del PIB. En Perú, Lima alberga casi al 30% de la población y produce el 50% del PIB, mientras que en las otras 10 grandes ciudades, sólo habita el 15% de la población, generando el 20% del PIB. En Uruguay, Montevideo es la única ciudad que supera los 200.000 habitantes, con aproximadamente el 45% de la población del país y el 70% del PIB. Chile tiene ocho grandes ciudades donde vive casi el 55% de la población, representando el 65% de su economía. Santiago, Gran Concepción y Viña del MarValparaíso por sí solas tienen más del 45% de la población y aportan más del 55% del PIB. En Brasil y México, las dos economías principales de la región, las ciudades grandes aportan alrededor del 60% de sus PIB respectivos. En su extenso territorio, Brasil tiene 34 grandes ciudades en las que habita el 45% de la población, aunque producen el 60% del PIB nacional. En las dos megaciudades de Brasil, Sao Paulo y Río de Janeiro, habita el 15% de la población y se produce el 25% del PIB nacional. México tiene 20 ciudades grandes muy dispersas a lo largo de su territorio, si bien Ciudad de México domina el perfil urbano. Con una población de 20 millones de habitantes y un PIB estimado de US$345.000 millones a paridad de poder adquisitivo, más del 20% del PIB nacional, Ciudad de México por sí sola, es un jugador global. Algunas de las otras grandes ciudades mexicanas también desempeñan un papel importante en la economía del país. Guadalajara, Monterrey y Puebla, en conjunto, albergan al 10% de la población y producen más del 10% del PIB nacional. McKinsey Global Institute Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina 11 A diferencia de esta situación, los grandes centros urbanos no son tan importantes para las economías de Centroamérica y el Caribe. En América Central, las grandes ciudades representan menos del 50% de la economía y albergan apenas al 25% de la población. Para las economías de las Bahamas, Panamá y Costa Rica las grandes ciudades son más relevantes, mientras que las economías de Guatemala y Nicaragua siguen dependiendo más de las ciudades pequeñas y de sus zonas rurales. LAS GRANDES CIUDADES DE AMÉRICA LATINA SERÁN EL MOTOR DEL CRECIMIENTO REGIONAL… Por su fuerte punto de partida, los grandes centros urbanos de América Latina seguirán siendo el motor principal del crecimiento de la región. Las proyecciones del MGI indican que las 198 principales ciudades del Cityscope contribuirán con aproximadamente 65% del crecimiento de la región entre los años 2007 y 2025 (Gráfico 5). Se espera que la población combinada de estas ciudades aumente en 55 millones en ese período, representando un incremento de casi el 60% en la población regional total. Estimamos que este crecimiento demográfico aportará el 1% anual al crecimiento económico de las grandes ciudades. El crecimiento del PIB per cápita es la otra fuente de crecimiento del PIB de las ciudades. Esperamos que este crecimiento desempeñe un papel aún más importante que el de la población, y aporte 3% anual al crecimiento del PIB urbano. Se espera que el ingreso urbano per cápita aumente 70% o más en los próximos 15 años. Gráfico 5 Las 198 ciudades más grandes de América Latina contribuirán con el 65 % del total del crecimiento del PIB de la región entre 2007 y 2025 Contribución al crecimiento del PIB latinoamericano, PPP, 2007–25 % del crecimiento total del PIB 10 primeras 11-50 primeras 30 30 27 18 18 22 Resto de ciudades grandes y medianas 14 14 16 Ciudades pequeñas y zonas rurales Crecimiento total del PIB Porcentaje del PIB latinoamericano en 2007 % 35 65 NOTA: La suma puede no ser exacta debido al redondeo. FUENTE: Base de datos Cityscope 1.1 McKinsey Global Institute 35 38 38 100 = $5.9 billones, PPA 12 El crecimiento seguirá concentrándose en un grupo relativamente pequeño de ciudades. Las proyecciones del MGI indican que 50 de las ciudades más importantes podrían generar casi la mitad del crecimiento del PIB regional, y que es probable que las 10 ciudades más importantes por sí solas produzcan más de 25% del crecimiento del PIB de América Latina entre los años 2007 y 2025. Se espera que estas 10 ciudades más importantes continúen teniendo un PIB per cápita 1,5 veces por encima del promedio regional. Los motores urbanos de crecimiento están muy concentrados en Brasil y México: 81 de las principales ciudades grandes están ubicadas en estos dos países, y se espera que aporten el 35% del crecimiento total de América Latina para 2025. Casi la mitad del crecimiento regional seguramente provendrá de 123 ciudades de las cuatro economías más grandes: Brasil, México, Argentina y Colombia (Gráfico 6). El crecimiento se concentra en forma distinta según cada país, pues refleja diferencias en la distribución del PIB (consulte el Recuadro 2, “Aportes al crecimiento de las ciudades más grandes por país”). Gráfico 6 Casi la mitad del crecimiento de la región provendrá de 123 ciudades en las cuatro economías principales %; PPA 100% = US$5.876 mil millones Las grandes ciudades de las 4 economías principales generan el 48% del crecimiento de la región Las grandes ciudades del resto de América Latina generan el 17% del crecimiento de la región 27 16 6 75 5 11 9 100 6 20 Brasil Número de ciudades 34 34 México 47 47 Argentina Colombia Cuatro grandes/ ciudades pequeñas/ áreas rurales 18 18 NOTA: La suma puede no ser exacta debido al redondeo. FUENTE: McKinsey Global Institute Cityscope 1.1 24 24 Total de las cuatro grandes América Central y el Caribe Resto de América Latina 29 29 46 46 Resto de Crecimiento las de América ciudades Latina pequeñas/ áreas rurales 13 Recuadro 2. Aportes al crecimiento de las ciudades más grandes por país En Brasil y México que son los países más grandes de América Latina, el crecimiento está muy concentrado en unas pocas ciudades. En Brasil, por ejemplo, se espera que Brasilia, Río de Janeiro y Sao Paulo aporten casi el 25% del crecimiento del PIB del país y el 8% del crecimiento total de América Latina, entre hoy y el año 2025 (Gráfico 7). Se proyecta que las otras 12 grandes ciudades de Brasil, que figuran en la lista de las 50 ciudades más importantes de América Latina en términos de PIB, aporten el 25% del crecimiento del país para el año 2025, representando casi el 10% del crecimiento del PIB de toda la región para ese período. En México se observa una concentración similar. Se espera que para el año 2025, Ciudad de México y Monterrey representen más del 30% del crecimiento nacional y 7% del crecimiento de toda la región. En cuanto a las otras 11 ciudades importantes, (que también figuran entre las 50 más importantes de la región), se espera que aporten casi el 25% del crecimiento nacional y el 5% del crecimiento de América Latina entre la fecha de hoy y el año 2025. Si bien los grandes centros urbanos de Argentina y Colombia no pueden compararse con las ciudades más importantes de Brasil y México en términos de su aporte para el crecimiento regional, las proyecciones indican que sí desempeñarán un papel aún más importante para sus economías respectivas de acuerdo con nuestro análisis. Se espera que 18 ciudades argentinas contribuyan con más del 70% del crecimiento nacional hasta el año 2025 y el 6% del crecimiento de toda América Latina. Estimamos que Buenos Aires, Córdoba y Rosario, las tres ciudades de este país que figuran entre las 50 más importantes de la región, representarán 75% de esa contribución. En el caso de Bogotá, las proyecciones indican que esta ciudad contribuirá con casi el 25% del crecimiento de Colombia. Se espera que Bogotá, Cali y Medellín, las tres ciudades de este país entre las 50 más importantes de la región, aporten casi el 40% del crecimiento de Colombia y el 3% del crecimiento regional hasta el año 2025. Los grandes centros urbanos seguramente también tendrán un importante papel en el crecimiento regional de Centroamérica y el Caribe. Las proyecciones indican que La Habana, Ciudad de Panamá, San José de Costa Rica, San Salvador y Santo Domingo (que son cinco ciudades que figuran entre las 50 más importantes de América Latina), contribuirán por sí solas con más del 35% del crecimiento de América Central y el 3% del crecimiento general de América Latina hasta el año 2025. Gráfico 7 La contribución de cada ciudad al crecimiento del PIB varía de país en país Contribución de las ciudades al crecimiento del PIB, 2007–25 %; US$ mil millones, PPA 100% = total del país 100% = 2,100 Áreas Áreas pequeñas pequeñas rurales yyrurales 43 Restode de Resto grandes grandes ciudades(1)1 ciudades 8 Top Top11–50 11–50 26 Primeras10 10(2)2 Primeras 24 1,400 500 470 31 29 27 15 19 23 540 42 31 20 35 9 920 22 14 15 43 32 36 23 34 0 Brasil México Argentina (1) Ciudades con 200.000 habitantes o más en el 2007. (2) Las ciudades principales están clasificadas por PIB en PPA PPP en 2007. NOTA: La suma de los números puede no ser exacta debido al redondeo. FUENTE: McKinsey Global Institute Cityscope 1.1 Colombia América Central Resto de Latinoamérica y el Caribe 14 … AUNQUE LAS CIUDADES MÁS GRANDES DE AMÉRICA LATINA ESTÁN PERDIENDO IMPORTANCIA CON RESPECTO A LAS CIUDADES MEDIANAS Si bien las grandes ciudades contribuyen al PIB de manera desproporcionada, su peso relativo en la economía está disminuyendo. Estimamos que en el período entre 2007 y 2025, las 10 ciudades más importantes de la región exhiban un crecimiento inferior al promedio, tanto con respecto a población como al PIB, mientras que el resto de las ciudades grandes aumentan su población y PIB a un ritmo superior al promedio. Se estima que estas ciudades generarán casi el 40% del crecimiento total de la región entre los años 2007 y 2025, casi 1,5 veces por encima del crecimiento que se espera de las 10 ciudades principales (Gráfico 8). ¿Cómo se explica este cambio en el balance de poder económico? En las grandes ciudades latinoamericanas, las señales de las deseconomías de escala (como congestión y contaminación) ya han comenzado a anular los beneficios de escala, disminuyendo la calidad de vida de los ciudadanos y socavando el dinamismo económico. De igual forma, la liberalización económica de la región ha revertido el sesgo centralizador que concentraba la actividad económica en las ciudades más grandes. Un enfoque económico más descentralizado le está dando impulso a las ciudades medianas. En la actualidad, estos centros urbanos de tamaño medio están rezagados con respecto a las ciudades más grandes en cuanto al PIB per cápita, pero muchos de estos centros medianos no se han tenido que enfrentar aún con las deseconomías de escala que afectan a las ciudades más grandes. Gráfico 8 La población y el PIB per cápita crecerán más rápido en las ciudades medianas que en las ciudades más grandes Tasa compuesta de crecimiento anual, 2007–25 % Contribución al crecimiento del PIB de América Latina, 2007–25 %; US$ billones, PPA PIB per cápita 10 primeras Población 79 21 1,6 11-50 primeras 28 72 32 0,9 68 Resto de ciudades grandes y medianas Ciudades pequeñas y áreas rurales Total América Latina 1,3 80 20 2,1 77 23 5,9 PIB/ cápita Población PIB 2,9 0,8 3,7 3,2 1,3 4,5 3,0 1,4 4,4 3,0 0,7 3,8 3,1 0,9 4,0 FUENTE: McKinsey Global Institute Cityscope 1.1 Las grandes ciudades de América Latina están enfrentando deseconomías de escala Existe amplio consenso en aceptar que las ciudades grandes pueden beneficiarse de las economías de escala que les permiten impulsar su potencial económico. A medida que los centros urbanos crecen, los sectores industriales y de servicios más concentrados comienzan a desarrollar una productividad superior a la de sus contrapartes rurales; además, suministrar bienes y servicios en centros donde la población está más concentrada, es mucho menos costoso. Nuestras investigaciones indican que proporcionar los servicios básicos, tales como agua, vivienda y educación, puede ser de 30% a 50% más económico en los centros con gran concentración de McKinsey Global Institute Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina 15 población que en áreas escasamente pobladas.7 Las ciudades muy grandes atraen a la gente más talentosa, captan el mayor volumen de inversiones internas y, con frecuencia, constituyen el centro de un conglomerado de ciudades más pequeñas, lo cual genera efectos de red que impulsan el crecimiento económico y la productividad. Sin embargo, llega un punto en que los retornos a escala de las ciudades comienzan a disminuir. En América Latina, pareciera que las grandes ciudades ya han traspasado este límite (Gráfico 9). Es posible que estos centros urbanos hayan comenzado a enfrentar las deseconomías de escala de manera inusualmente temprana debido a que sus estructuras institucionales, sociales y ambientales no han crecido al mismo ritmo que sus poblaciones. Gráfico 9 El crecimiento de las ciudades más grandes de América Latina ya no supera al crecimiento del resto de la economía de la región Casi todas las 10 principales ciudades crecieron más lentamente que la economía de sus respectivos países El crecimiento relativo de Sao Paulo y Río de Janeiro ha disminuido recientemente Crecimiento del PIB Tasa compuesta de crecimiento anual, % PIB de la ciudad con respecto al promedio nacional Índice: 100% = crecimiento del PIB del país, % Período Período 1920–70 1970–2008 Sao Paulo Crecimiento del PIB indexado 66 1999–2008 Ciudad de México 1999–2009 Río de Janeiro Sao Paulo Brasil 2.6 7.0 10.3 6.8 3.5 4.4 106 89 Buenos Aires 1993–2003 Río de Janeiro 1999–2008 Lima(1) 2001–2009 Bogotá(1) 1998–2008 91 Santiago(1) 1996–2006 93 Monterrey 1999–2009 Brasilia 1999–2008 37 113 140 57 100 (1) En aquellos casos en los que no se dispuso de información sobre el PIB a nivel ciudad, pero en los que la ciudad representaba la mayor parte de la región o provincia, utilizamos los datos correspondientes al siguiente nivel FUENTE: Oficinas de estadísticas nacionales y locales, McKinsey Global Institute Cityscope 1.1 La experiencia actual no indica que las grandes ciudades de la región ya hayan agotado todos los beneficios de escala disponibles. Muy por el contrario. Los centros urbanos más grandes de América Latina aún pueden sostener el crecimiento de empresas de alto valor en sectores tales como el de tecnología de la información, servicios financieros, e investigación y desarrollo. Se trata de sectores que requieren de una gran cantidad de trabajadores calificados que por lo general prefieren vivir en centros urbanos. De igual forma, estas ciudades siguen ofreciendo oportunidades para aumentar la productividad a través de una gran variedad de empresas de servicios e infraestructura local que, en la actualidad, se encuentran rezagados con respecto a su potencial. Sin embargo, las grandes ciudades latinoamericanas están congestionadas, mal planificadas y son peligrosas, lo que hace difícil que las empresas aprovechen su potencial. Es necesario que las autoridades citadinas, junto con las empresas y la sociedad civil, enfrenten los problemas que se derivan del tamaño de sus ciudades, a fin de que puedan continuar siendo los motores que impulsan el crecimiento de toda la región. 7 El MGI estima, por ejemplo, que el costo de suministrar un litro de agua por tubería es alrededor de 50% más económico en las áreas urbanas, por cuanto las ciudades pueden aprovechar la existencia de embalses comunes y recortar los costos de distribución. La misma ventaja se aplica en el caso de grandes infraestructuras. Algunos elementos de la infraestructura que son fundamentales para ciertos tipos de servicio, como, por ejemplo, los aeropuertos internacionales, son económicamente factibles solo en centros poblados de gran tamaño. Se requiere de US$4,8 millones en gasto de capital por vuelo diario en una ciudad cuya población supere los 4 millones de habitantes, pero casi US$13 millones en una ciudad con menos de un millón de habitantes. Véase India’s urban awakening: Building inclusive cities, sustaining economic growth, McKinsey Global Institute, abril de 2010 (www.mckinsey.com/mgi). 16 Al liberalizarse la economía, las ciudades medianas adquieren una mayor importancia Mientras esto ocurre, las ciudades medianas de América Latina están experimentando un rápido crecimiento. De igual forma en que la política económica de las décadas de 1970 y 1980, fomentó el crecimiento de los grandes centros urbanos, el cambio de la política económica hacia la liberalización que se ha estado experimentando desde los años 1990, ha venido promoviendo el crecimiento de un conjunto más amplio de ciudades. La liberalización del comercio, que es una de las característica de este cambio en las políticas públicas, tiende a operar con el principio de las ventajas competitivas naturales de cada región. En México, por ejemplo, a partir de la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994, la actividad económica comenzó a desplazarse hacia las ciudades del norte del país, más cerca de los mercados clave de Estados Unidos. Gran parte del reciente crecimiento de las actividades que guardan relación con los commodities también se ha producido fuera de los centros urbanos más importantes. La disminución en la actividad de Central de Abastos, el mercado mayorista de México, ilustra esta transición, a medida que un número cada vez mayor de modernos comercios minoristas de alimentos han incrementado sus redes de centros de distribución regionales, y que se cuenta también con jugadores extranjeros que han ingresado a este mercado nacional que durante mucho tiempo fue un mercado protegido.8 Las proyecciones del MGI indican que las ciudades de tamaño mediano contribuirán con una cuota mayor en la actividad económica a mediano plazo, lo que las convertirá en un motor de crecimiento cada vez más importante en la región. Sin embargo, a medida que estas ciudades vayan creciendo en tamaño y complejidad, inevitablemente comenzarán a toparse con la clase de desafíos que actualmente enfrentan las grandes ciudades de América Latina. Si las autoridades de estas ciudades invierten en infraestructura y capacidad administrativa a fin de anticipar la demanda que surgirá del crecimiento demográfico esperado, se podrán lograr mejoras sostenidas en la calidad de vida. Hoy en día, el PIB per cápita de estas ciudades es 30% inferior al de las ciudades más grandes, lo que constituye una brecha mayor en los ingresos que lo que sucede entre los habitantes de ciudades similares en Estados Unidos o en Europa. PARA QUE LAS CIUDADES SEAN PRODUCTIVAS, ES NECESARIO CONTAR CON UN ENTORNO QUE RESPALDE LAS POLÍTICAS ECONÓMICAS A fin de que las ciudades puedan alcanzar su potencial de crecimiento, es necesario que el entorno mayor de políticas económicas ofrezca incentivos adecuados para garantizar un crecimiento productivo sostenible. Algunas investigaciones realizadas en el pasado por el MGI sugieren dos prioridades: desmantelar las viejas barreras regulatorias que interfieren con la producción y el crecimiento en los sectores de manufactura y servicios; y hacer un mejor uso de la riqueza de recursos naturales de la región, lo que podría darle un importante impulso adicional a la economía. Actualmente, el PIB per cápita de América Latina equivale al 30% del PIB per cápita de las economías desarrolladas, menos que el 37% de hace 30 años. El PIB per cápita de América Latina también decreció desde cinco veces el PIB per cápita de las economías de ingreso medio y bajó a tres veces, en ese período. La baja productividad es el motivo principal que explica este crecimiento relativamente bajo de América Latina (Gráfico 10). Desde 1991, la productividad promedio de la región aumentó apenas 1,4% anual, mucho menos que en las economías asiáticas. En China, por ejemplo, la productividad fue de casi 8,5% anual durante el mismo período. 8 Estudio de caso de un minorista de alimentos, New horizons: Multinational company investment in developing economies, McKinsey Global Institute, octubre de 2003 (www.mckinsey.com/mgi). McKinsey Global Institute Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina 17 Gráfico 10 El escaso crecimiento de la productividad ha limitado el crecimiento del PIB de América Latina Desglose del crecimiento pasado del PIB (PPA) real, tasa compuesta crecimiento anual 1991–2009 % Estados Unidos América Latina(1) 1.8 Crecimiento del factor Trabajo(2) 1.4 Crecimiento de la productividad laboral 3.2 Crecimiento del PIB 1.2 Corea del Sur 1.8 3.0 3.9 5.3 4.7 6.8 8.4 9.4 1.4 India 2.1 China 1.0 (1) (2) Valores agregados de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú, Uruguay y Venezuela. Incluye tendencias de empleo y población. FUENTE: Conference Board 2010; Análisis del McKinsey Global Institute Existen señales que indican que el desempeño económico general de América Latina está mejorando actualmente. Durante la crisis financiera mundial de 2007-2009, el PIB total de América Latina creció 1%, mientras que el de Estados Unidos disminuyó 1%. Los inversionistas se muestran entusiastas, lo que se refleja en las actuales calificaciones crediticias de inversión de Brasil, México, Perú, Colombia, Chile y Panamá. La capacidad de muchas de las economías latinoamericanas para sostener la demanda interna, controlar el déficit presupuestario y mantener baja la inflación, sumado a la fuerte demanda proveniente de Asia de recursos como el cobre, el mineral de hierro y el oro, crearon una fuerte plataforma para el sólido crecimiento regional del año 2010.9 Sin embargo, si América Latina eliminara las barreras que aún persisten e impiden una mayor productividad en los sectores de manufactura y servicios y le diera un uso más eficiente a sus recursos naturales, la región podría alcanzar el rápido crecimiento y desarrollo económico observado en los países asiáticos en años recientes. El MGI analizó varios escenarios que incluyen todo el rango de respuestas posibles a la necesidad de productividad en América Latina, para concentrarse en detalle en tres de estos escenarios (Gráfico 11). El primer escenario, denominado “negocios como siempre o escenario base” asume que no se dan cambios estructurales importantes en el entorno económico de la región que hagan virar el crecimiento de su rumbo actual. El segundo escenario, denominado el escenario “optimista”, asume que todos los países (con sus ciudades grandes y pequeñas y sus zonas rurales), logran cerrar la brecha entre la productividad de sus sectores y las mejores prácticas que se observan en el continente. El tercer escenario, denominado “aspiracional”, asume un crecimiento sustancial en la productividad. En los sectores agrícola y de servicios, asumimos que América Latina seguirá una trayectoria de crecimiento similar a la productividad de Estados Unidos en la década de 1960, cuando se dio una transición demográfica similar. En el sector de manufactura, asumimos que América Latina replicará la mejora de la productividad promedio experimentada por Corea del Sur entre 1980 y 2000. El continente cuadruplicaría su productividad manufacturera y experimentaría un fuerte aumento del 70% en el sector servicios. La productividad promedio de la región crecerá a una tasa anual del 4,8%, entre 2007 y 2025. 9 Se estima que Brasil creció 7,2% en el año 2010 y la economía de México, 5,5%. 18 Incluso si América Latina alcanzara el aumento de productividad previsto para el escenario optimista, nuestro análisis indica que el crecimiento de la región aumentaría a una tasa anual compuesta superior al 5%, del 3% promedio de los años 2000 y 2010; el PIB regional se incrementaría más de 2,5 veces entre los años 2007 y 2025, representando 13% del crecimiento esperado del PIB mundial en esos años, una cifra comparable a la de India y casi el 40% de la de China. Gráfico 11 Los tres escenarios de crecimiento de productividad del MGI tienen efectos distintos en el PIB Crecimiento del PIB en el escenario de mejora de la productividad PIB US$ billones, PPA, 2007 20 16 Escenario aspiracional ▪ Asume que la productividad del los países será igual al crecimiento de la productividad en EE.UU. en agricultura y servicios(1), y que la productividad en manufactura crecerá al mismo ritmo promedio que Corea del Sur(2) ▪ Tasa compuesta de crecimiento anual: 6,1% Escenario optimista ▪ Asume que los países logran cerrar la brecha de productividad con respecto a los que tienen el mejor desempeño en la región ▪ Tasa compuesta de crecimiento anual: 5,4% 12 8 4 Escenario base Escenario base según las proyecciones de crecimiento consensuadas del MGI ▪ Tasa compuesta de crecimiento anual: 4,4% 0 2007 2010 2015 2020 2025 Año (1) (2) De 1960 a 1965 De 1980 a 2000. FUENTE: McKinsey Global Institute –Modelo de América Latina de McKinsey En las siguientes secciones exponemos brevemente la agenda general que América Latina debería considerar a fin de maximizar su potencial de crecimiento regional. Permitir el crecimiento del sector manufactura. La mayoría de los países latinoamericanos redujeron la protección de sus mercados locales en los últimos 25 años. Algunas empresas manufactureras regionales respondieron a la competencia mundial con extraordinario éxito, entre ellos el Grupo Alfa de México, líder mundial en cabezas y monoblocks de aluminio de alta tecnología para la industria automotriz y fabricante de productos petroquímicos; Embraer, de Brasil, industria aeronáutica, y Tenaris, de Argentina, proveedor líder de tubos de acero especializados. ¿Por qué no hay más empresas que hayan seguido este mismo camino? En gran medida, porque aún persisten en la región muchas regulaciones laborales y sectoriales que limitan la capacidad de expansión de un número mayor de empresas productivas. El elevado nivel de las cargas sociales y las rigurosas leyes de seguridad laboral dificultan reducir personal cuando se torna innecesario, hacen que los empleadores sean reacios a contratar, y propician el mercado laboral informal.10 El sector de bebidas embotelladas en Colombia sirve para ilustrar cómo algunas regulaciones sectoriales desalientan el aumento de la productividad. En comparación con las empresas de países similares, los proveedores de bebidas embotelladas en Colombia deben pagar más por los insumos y servicios que adquieren: los costos de transporte son aproximadamente 50% superiores que en economías comparables, a causa de los precios regulados del transporte de carga, lo que incrementa los costos, y el mal estado de las carreteras, que hace que el tiempo de traslado sea mayor. Además, las empresas colombianas deben pagar 27% más por el precio del azúcar debido a los aranceles de importación, a pesar de que el país es un exportador de azúcar con una de las mayores producciones del mundo. 10 New horizons: Multinational company investment in developing economies, McKinsey Global Institute, octubre de 2003 (www.mckinsey.com/mgi). McKinsey Global Institute Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina Del mismo modo, los aranceles de importación de bienes de capital incrementan los costos de los equipos y maquinarias, encareciendo las inversiones de los fabricantes. La eliminación cuidadosa de las regulaciones que reducen los retornos potenciales sobre las mejoras en la productividad, alentaría automáticamente el crecimiento de la manufactura regional, facilitado por la ventaja de contar con capacidades y una fuente de talento empresarial en la región equiparable o incluso superior a las de las economías de mayores ingresos. Incrementar la productividad del sector servicios. La productividad del sector servicios de la región es apenas 23% de la del mismo sector en Estados Unidos. Si se mejora la productividad de este sector, se podría tener un extraordinario impacto en los niveles de empleo. Nuestras proyecciones indican que el sector servicios generará más de 60 millones de nuevos puestos de trabajo para el año 2025 y seguirá siendo la fuente principal de nuevos empleos de América Latina. Una limitación importante para la productividad del sector servicios es la elevada participación del mercado laboral informal en las economías de la región. La informalidad genera una trampa que inhibe la expansión de las empresas más productivas. Extensas investigaciones realizadas por el MGI sobre el sector informal, concluyen que la ventaja sustancial de costos que obtienen las empresas informales eludiendo impuestos y regulaciones compensa con creces su baja productividad y pequeña escala. Eso distorsiona la competencia, permite que jugadores informales ineficientes permanezcan en el mercado e impide que otras empresas, formales y más productivas, incrementen su participación.11 En Brasil, nuestras estimaciones indican que 28% de la brecha de productividad de la economía en su conjunto, obedece a la informalidad.12 Adoptar medidas para reducir el costo del empleo formal tanto para empleadores como para empleados (como por ejemplo, reducir los impuestos laborales), y aumentar el riesgo para aquellos que no cumplen las leyes (una mejor supervisión y prosecución de las operaciones informales), podría hacer que los operadores informales se incorporen al sector formal lo que redundaría en la creación de más puestos de trabajo productivo. Aprovechar mejor la abundancia de recursos naturales. América Latina posee 45% de todos los bosques tropicales del mundo, los mayores sumideros de carbono; 31% de las tierras cultivables remanentes; cuatro veces más recursos internos de agua renovable per cápita que el resto del mundo; 28% de la producción mundial de biocombustibles, y 10% de las reservas de petróleo a nivel mundial, además de gran cantidad de vetas de cobre, hierro y plata. La región podría aprovechar mejor estas riquezas, siendo más eficaz en la extracción y venta en el exterior de estos recursos y reduciendo su derroche en el ámbito interno. A pesar del flujo creciente de inversiones que recibe el sector de la minería, por ejemplo, su productividad es en promedio un 30% más baja que en Estados Unidos.13 Gran parte de las reservas petroleras de la región se extrae y se procesa de manera ineficiente en plantas y equipos anticuados en empresas estatales. El uso de la energía en los hogares y las empresas es poco eficiente, sobre todo en las economías que la subsidian, como es el caso en Argentina (electricidad) y México y Venezuela (gasolina).14 El sector agrícola y la industria de alimentos consumen el doble o el triple de agua que los mismos sectores en Estados Unidos y China. Si no se instauran mejoras en la eficiencia en el uso del agua o en la infraestructura del suministro de agua, se espera que en América Latina la demanda sea superior al 60% en el año 2025. En líneas generales, la región tiene un margen considerable para mejorar el uso de la tierra y aprovechar oportunidades en las áreas interdependientes de los sumideros de carbono, la energía y el agua. Brasil podría actuar como modelo, con su estrategia de desarrollo ecológico. El Gobierno planea respaldar las tasas esperadas de crecimiento anual del PIB del 5% y el aumento de la demanda de energía en gran medida por medio de plantas generadoras de energía hidroeléctrica. Además, Brasil está resuelto a hacer más ecológico su sistema de transporte utilizando biocombustibles y tiene como objetivo mantener una posición fuerte como proveedor mundial de energía limpia y sumideros de carbono. 11 Diana Farrell, “The hidden dangers of the informal economy,” McKinsey Quarterly, 2004 N° 3. 12 How Brazil can grow, McKinsey Global Institute, diciembre 2006 (www.mckinsey.com/mgi). 13 La actividad agrícola en América Latina tiene una brecha de productividad aún mayor con respecto a Estados Unidos: En la actualidad, el promedio es de apenas 12,5% de la productividad agrícola estadounidense. 14 Fueling sustainable development: The energy productivity solution, McKinsey Global Institute, octubre 2008 (www.mckinsey.com/mgi). 19 20 El desafío del crecimiento en América Latina involucra a toda la economía; sin embargo, para que la región materialice su potencial, es necesario que sus ciudades mejoren su desempeño y de eso trata, precisamente, este informe. Existen problemas que están profundamente arraigados tanto en las ciudades grandes como en las medianas. Analizaremos a continuación, los desafíos que enfrenta la América Latina urbana, ubicándolos en un contexto internacional. McKinsey Global Institute Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina 2. El desafío del desempeño A pesar de que las ciudades juegan un papel fundamental en la economía de América Latina, los centros urbanos más importantes de la región continúan rezagados en comparación con las mejores ciudades del mundo no solo en cuanto a su desempeño económico, sino también en cuanto a sus condiciones sociales, al uso sostenible de los recursos, a sus finanzas y su gestión de gobierno. Es necesario que las ciudades más grandes de América Latina logren un buen desempeño en estas dimensiones si es que desean continuar siendo los poderosos motores del crecimiento económico que la región necesita. A fin de comparar el desempeño de cada ciudad en estas cuatro dimensiones, McKinsey desarrolló el índice de Desarrollo Urbano, (IDU), una herramienta de benchmark de propiedad exclusiva (véase el Recuadro 3, “Índice de desempeño urbano de McKinsey”). Hemos aplicado el IDU para analizar el desempeño de 8 de las 10 ciudades más importantes de América Latina y para identificar los temas que pudieran abordar las autoridades responsables de la formulación de políticas públicas para acercarlas a la categoría de clase mundial. Los temas críticos varían según la ciudad. Mientras Santiago, por ejemplo, tiene un desempeño igual o superior al promedio en la mayoría de las dimensiones, Bogotá tiene la mayor brecha con respecto a sus pares regionales en su desempeño económico, y Monterrey tiene un desempeño relativamente sólido en todas las dimensiones, a excepción de la referida al uso sostenible de los recursos. El índice revela que existen varios casos con buenas prácticas. Todo desempeño que esté por debajo del promedio en cualquiera de las dimensiones, representa una oportunidad de mejora en la que pueden actuar las autoridades encargadas de formular las políticas públicas. Si las principales ciudades de América Latina pudieran adoptar las prácticas de mejor desempeño que existen en la propia región, el desempeño económico general mejoraría significativamente. A título ilustrativo, podemos observar que Monterrey, en México, y Medellín, en Colombia, han sabido aprovechar los beneficios de una estrecha colaboración entre el sector público y el sector privado: en el caso de Monterrey, en temas de educación superior y desarrollo tecnológico; y en el caso de Medellín, en temas de financiamiento de la educación primaria y los servicios sociales. Esperamos que el IDU le sirva a quienes son responsables de formular políticas públicas en las ciudades de América Latina para identificar sus prioridades estratégicas en materia de gestión urbana. 21 22 Recuadro 3. Índice de desempeño urbano (IDU) de McKinsey El IDU es una herramienta cuantitativa de benchmark que permite medir el desempeño de las ciudades. Responde a un enfoque integral de planificación urbana con cuatro dimensiones clave que permiten una visión holística de las ciudades: desempeño económico, condiciones sociales, uso sostenible de los recursos, y finanzas y gestión de gobierno.1 El IDU se construyó en función de 100 indicadores cuantitativos en las cuatro dimensiones.2 La dimensión de desempeño económico, por ejemplo, es una combinación de tres subcomponentes: la capacidad para crear riqueza, el entorno de negocios, y la solidez en materia de investigación y desarrollo. Cada uno de estos subcomponentes tiene sus propias métricas. Para definir las 100 métricas cuantitativas, consultamos distintas fuentes y publicaciones, complementamos esta información con los datos que recopilamos en una encuesta que realizamos sobre movilidad urbana que nos permitió obtener información sobre congestión vehicular que no estaba disponible en otras fuentes.3 Medimos el desempeño individual indexado de cada ciudad en los indicadores, comparándolo con el desempeño promedio de las cuatro ciudades a nivel mundial que utilizamos como benchmark: Helsinki, Singapur, Nueva York y Toronto. Utilizamos la medida de 100 como punto de comparación promedio. Escogimos estas cuatro ciudades como benchmark por cuanto son ciudades líderes en una o varias de las dimensiones clave incluidas en el IDU. En conjunto, estas cuatro ciudades de referencia son una meta ambiciosa pero realista que podrían aspirar a alcanzar en cada dimensión las ciudades latinoamericanas. Los datos de esta sección representan el promedio simple de los componentes que se incluyen en cada indicador. Sin embargo, cuando formulamos el IDU lo hicimos pensando en la flexibilidad a fin de que permitiese seleccionar distintos indicadores y realizar diferentes ponderaciones. Esto nos permite realizar varios diagnósticos para diversos propósitos. Mientras que los alcaldes y ciudadanos, por ejemplo, pueden estar más interesados en el panorama general, quizá a los que trabajan con infraestructura les interese más aquellos indicadores que son más pertinentes para este sector. Las organizaciones interesadas en el tema de la sostenibilidad de los centros urbanos, quizá deseen enfocar su atención únicamente en el componente ambiental. 1 McKinsey también ayudó a elaborar índices de desempeño para ciudades en otras regiones con el objetivo de desarrollar una herramienta de diagnóstico integral para los centros urbanos de todo el mundo. Por ejemplo, la iniciativa Urban China Initiative, un centro de estudios económicos fundado por McKinsey, la Universidad de Columbia y la Facultad de Gestión de Políticas Públicas de la Universidad Tsinghua en 2010, publicó recientemente un Índice de Sostenibilidad Urbana, el primer índice para medir y comparar la sostenibilidad urbana en China. Para mayor información, véase Jonathan Woetzel, Geng Xiao y Lan Xue, The Urban Sustainability Index: A new tool for measuring China’s cities, Urban China Initiative, noviembre de 2010. 2 Los datos del IDU son los últimos datos disponibles en el cuarto trimestre de 2010, al momento de compilar el instrumento. A pesar de nuestro esfuerzo por obtener todos los indicadores para áreas metropolitanas definidas de manera sistemática, en algunos casos no fue posible por la falta de datos para dichas áreas urbanas más amplias. Por esta razón, en una cantidad reducida de casos, recurrimos a la información disponible para una ciudad central definida de manera más reducida (por lo general, una única jurisdicción). En los pocos casos en los que no se contó con datos subnacionales, recurrimos a los promedios nacionales como variable representativa. 3 Encuestamos a más de 80 personas preguntándoles sobre su tiempo de traslado en hora pico y en hora no pico en todas las ciudades de América Latina y las ciudades benchmark. McKinsey Global Institute Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina 23 COMO GRUPO, EL DESEMPEÑO DE LAS CIUDADES DE AMÉRICA LATINA ES BAJO EN COMPARACIÓN CON LOS BENCHMARKS INTERNACIONALES, SI BIEN EXISTE GRAN VARIACIÓN EN EL DESEMPEÑO INDIVIDUAL DE CADA CIUDAD Las ciudades de América Latina, tomadas en términos colectivos, están rezagadas respecto de los benchmarks internacionales en las cuatro dimensiones que son fundamentales para el crecimiento, si bien el desempeño individual de cada ciudad varía en las distintas dimensiones. Analizaremos brevemente, a continuación, cada una de estas dimensiones. Desempeño económico Esta dimensión mide la capacidad que tiene una ciudad para fomentar e incrementar los ingresos y la productividad de sus ciudadanos. Combina indicadores referidos a la capacidad de la ciudad para crear riqueza, el entorno de negocios y la fortaleza para desarrollar tecnología y conocimientos innovadores (Gráfico 12). Gráfico 12 Las principales ciudades de América Latina están rezagadas con respecto a las ciudades benchmarks en cuanto al entorno económico que generan Índice: Benchmark(1) = 100 Inferior al promedio Promedio Superior al promedio Generación Generaciónde deriqueza riqueza 58 57 50 50 BA RdJ 41 39 Li Bo 62 56 Li Bo 55 58 Sa Mo 68 63 Sa Mo Desempeño Desempeñoeconómico económico SP 55 62 59 56 48 Sao Paulo Ciudad Buenos Río de Lima de Aires Janeiro México 63 51 Bogotá Santiago Entorno Entornode denegocios negocios 67 64 59 Monterrey SP CM BA 51 RdJ Investigación Investigaciónyydesarrollo desarrollo 10 SP (1) CM 59 0 5 10 CM BA RdJ 0 0 5 0 Li Bo Sa Mo Benchmark definido para cada indicador como el promedio de Helsinki, Nueva York, Singapur y Toronto. FUENTE: Índice de Desarrollo Urbano de McKinsey Creación de riqueza. Las ciudades de América Latina difieren mucho en cuanto a los ingresos per cápita: desde US$12.700 en Río de Janeiro y US$13.300 en Bogotá, a US$21.400 en Buenos Aires y US$22.000 en Monterrey (con el correspondiente ajuste del método de paridad de poder adquisitivo). De hecho, la diferencia entre el PIB per cápita de las ciudades latinoamericanas y las ciudades utilizadas como benchmarks internacionales, es inferior a la diferencia que existe entre el PIB per cápita de estas ciudades internacionales y el PIB per cápita de los países a los que pertenecen estas grandes ciudades de América Latina. Esto destaca el hecho de que, en comparación con las ciudades benchmarks, los principales centros urbanos de América Latina tienen un ingreso mayor que el promedio nacional correspondiente a su país. Dentro de la región, Bogotá registró la mayor tasa de desempleo en 2010, (10,0%), mientras que Sao Paulo tuvo la menor (5,6%). Resulta interesante observar que, con excepción de Bogotá, todas las ciudades latinoamericanas registraron tasas de desempleo inferiores a las de Toronto (9,3%) y similares a la de Nueva York (8,8%), lo que indica cuán afectadas se vieron las ciudades de las economías desarrolladas por la recesión mundial, y al mismo tiempo, cuál sólido es el repunte de muchas ciudades de América Latina. 24 Un nivel alto de productividad que se mide dividiendo el PIB por el equivalente a la población empleada a tiempo completo, es el motor principal que permite generar altos ingresos y crecimiento a largo plazo. Las grandes ciudades a nivel mundial por lo general tienen mayor productividad que las ciudades más pequeñas y que las áreas rurales. Nuestro análisis indica que la brecha de productividad entre las ciudades más grandes de América Latina y las cuatro ciudades mundiales que se utilizaron como benchmark en el análisis, es una diferencia más pequeña que la brecha entre la productividad de las economías de América Latina como un todo y esos benchmarks mencionados. Pensemos en el caso de Helsinki para ilustrar este punto. Helsinki tiene el mayor PIB por empleado de toda la muestra, con US$107.000 en 2007. La productividad de Monterrey, la más alta de la muestra de ciudades en América Latina, representa 52% de la de Helsinki, aunque la productividad de México como un todo, equivale únicamente a 30% de la de Helsinki. La productividad de Bogotá que es una de las más bajas en esta dimensión de toda la muestra de ocho ciudades de América Latina, representa 27% de la de Helsinki, en tanto que la productividad promedio de Colombia equivale solo al 19% de la productividad de la capital de Finlandia.15 Uno de los factores clave que sirve para explicar porqué la productividad es mayor en las ciudades, es que hay más trabajadores calificados viviendo en ellas que en el resto de la nación. Si bien las ciudades latinoamericanas superan al resto de las ciudades de sus países respectivos en cuanto al desarrollo y retención de trabajadores calificados, presentan un atraso significativo con respecto a las ciudades mundiales que se utilizaron como benchmark, lo que indica que existe un amplio margen para implementar mejoras. En América Latina, por ejemplo, aproximadamente 16% de la población adulta es egresada universitaria, en comparación con 30% de Toronto. En Santiago, 27% de la población adulta posee un título universitario, mientras que las cifras de Sao Paulo y Río de Janeiro son 8% y 10%, respectivamente. Entorno de negocios. El exceso de regulaciones actúa como traba para el emprendimiento en muchas ciudades de América Latina. Registrar una propiedad en Río de Janeiro y en Ciudad de México, por ejemplo, lleva 74 días. El tiempo necesario para abrir un nueva empresa o negocio puede oscilar entre 27 días en Lima a 152 días en Sao Paulo. El costoso entorno regulatorio, combinado con la corrupción que va asociada, ha sido una de las principales causas del gran nivel de actividad económica informal en la región (véase el Recuadro 4, “La trampa de la informalidad”).16 América Latina continúa exhibiendo índices muy elevados de empleo informal en comparación con otras ciudades del mundo, aunque existen excepciones. Santiago, por ejemplo, ha hecho grandes progresos para resolver anomalías regulatorias que propiciaban la informalidad. Hoy en día, esta ciudad tiene el índice de informalidad más bajo de todas las ocho ciudades de América Latina analizadas, con 30% de la fuerza laboral total en condiciones de empleo informal, en comparación con el promedio de 50% del resto de las otras siete ciudades. Varias iniciativas explican este progreso en Santiago de Chile. En primer lugar, una serie de reformas ha servido para aumentar los beneficios de la formalidad, tanto para los empleados (reformas al sistema de salud y pensiones, y ampliación de los beneficios por desempleo para quienes están empleados en el sistema formal), como para los dueños de empresas (mayor facilidad de acceso a créditos). 15 El costo de la regulación en el sector de bebidas envasadas de Colombia ayuda a explicar la baja productividad de Bogotá. Sin embargo, existen indicios de que Colombia está mejorando su situación. Colombia lanzó un programa de transformación productiva en 2007 para impulsar la competitividad de ocho sectores económicos clave en industrias y servicios, y más recientemente, en seis sectores agroindustriales. La piedra angular del programa es una colaboración mucho más estrecha entre el Gobierno y la comunidad empresarial. El Gobierno colaboró con las empresas en la educación y la capacitación de la fuerza laboral, realizó cambios importantes en el entorno regulatorio, expandió la promoción de las exportaciones en mercados extranjeros y desarrolló la infraestructura necesaria. Los resultados iniciales sugieren que esta colaboración más estrecha no solo eliminó las barreras a la inversión sino que además generó ventajas competitivas. Para mayor información, consulte www.transformacionproductiva.gov.co. Además, véase Luis Andrade y Andrés Cadena, “Colombia’s lesson in economic development”, McKinsey Quarterly, julio de 2010. 16 How Brazil can grow, Instituto Global McKinsey, diciembre de 2006 (www.mckinsey.com/mgi). McKinsey Global Institute Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina En segundo lugar, los costos que implica cumplir con estas regulaciones han disminuido como resultado de mayor simplificación en los códigos impositivos tanto de impuesto a la renta como al valor agregado, así como iniciativas que apuntan a pequeñas y medianas empresas, con procesos simplificados de gobierno electrónico y apoyo a la adopción de tecnologías de la información (TI). Por último, el gobierno ha incrementado las sanciones para aquellos que no cumplan con el empleo formal. Como consecuencia de esto, se estima que la evasión fiscal disminuyó del 20%, en el año 2000, al 11%, en 2005.17 Innovación. Ninguna de las ciudades latinoamericanas que analizamos obtuvo un buen puntaje en esta dimensión. Buenos Aires que tiene la mayor cantidad de patentes de alta tecnología de la región, sólo produce 6, mientras que Helsinki y Nueva York producen 340 y 850 patentes anuales, respectivamente. Río de Janeiro tiene un buen desempeño relativo en América Latina con la producción de 240 trabajos de investigación de alta tecnología, pero esta cifra en Singapur es 2800. El inconsistente vínculo que existe entre las universidades y el sector privado, las barreras que regulan la creación de nuevas empresas, y la inadecuada protección a la propiedad intelectual, son todos factores que obstaculizan el desarrollo de nuevas tecnologías, la innovación de procesos y los sectores de valor agregado en la región. Recuadro 4. La trampa de la informalidad Varias investigaciones realizadas por el MGI en los sectores informales (que es donde las empresas evaden impuestos e incumplen abiertamente la legislación comercial, como las regulaciones laborales), demuestra que la informalidad crea una trampa de productividad que desalienta la expansión de las empresas productivas que operan en el sector formal. La ventaja sustancial de costos que las empresas informales obtienen al evadir impuestos y regulaciones, compensa su baja productividad y pequeña escala. Esto distorsiona la competencia. Los jugadores informales ineficientes siguen en el negocio y evitan que empresas más productivas y formales obtengan una mayor participación en el mercado.1 Para que la informalidad sea un obstáculo para el aumento de la productividad, en general se necesitan impuestos salariales o impuestos al valor agregado lo suficientemente elevados como para que la evasión sea rentable, y que los organismos encargados de la aplicación de la ley sean lo suficientemente ineficaces como para que dicha evasión sea factible. La experiencia del MGI indica que los jugadores informales pueden obtener beneficios de costos que oscilan entre el 5% y el 20% del precio final, una cifra considerable para un negocio de márgenes estrechos como es el de la venta minorista. La evasión del impuesto al valor agregado y de los impuestos salariales es un importante factor que contribuye a este beneficio de costos en el sector informal. A título ilustrativo, en el sector de ventas minoristas de alimentos de Brasil, el MGI estima que un jugador informal, que declare ventas y costos salariales por un 30% menos con respecto a la cifra real, puede aumentar sus márgenes netos en más del triple. Esto no solo se aplica en el caso de las tiendas pequeñas que están en cada esquina, sino también en la gran cantidad de cadenas regionales que operan de manera informal y que presentan una dura competencia a los jugadores del sector formal. Algunas de estas empresas formales han respondido comprando a las cadenas informales, pero esta estrategia no ha dado buenos resultados. A pesar de que pudieron aumentar en más de 30% la productividad de las empresas informales que compraron, deben cobrar precios más altos para cubrir sus mayores obligaciones tributarias; como resultado, las ventas se ven afectadas y los márgenes netos se evaporan.2 1 2 Diana Farrell, “The hidden dangers of the informal economy”, McKinsey Quarterly, agosto de 2004. Estudio de caso: comercio minorista de alimentos, New horizons: Multinational company investment in developing economies, McKinsey Global Institute, octubre de 2003 (www.mckinsey.com/mgi). 17 D. Contreras, L. de Mello, y E. Puentes, Tackling business and labour informality in Chile, OCDE Departamento de Economía, documento de trabajo, número 607, Publicación de OCDE, doi:10.1787/242111325372 25 26 Condiciones sociales Las ocho ciudades analizadas enfrentan problemas para suministrarle a sus ciudadanos condiciones sociales de alta calidad desde el acceso a servicios básicos como educación, salud, seguridad, infraestructura adecuada y suficiente, y servicios bancarios. La seguridad y los servicios bancarios, en particular, son problemas apremiantes en muchas ciudades de América Latina. El grado de igualdad en ingresos es el segundo componente del indicador general de condiciones sociales (Gráfico 13). Gráfico 13 Crear un entorno social inclusivo es un tema urgente en las ciudades más grandes de América Latina Inferior al promedio Índice: Benchmark(1) = 100 Superior al promedio Promedio Acceso Accesoaalos losservicios serviciosbásicos básicos 79 70 68 SP CM 71 66 68 71 72 Li Bo Sa Mo 72 68 67 Li Bo Sa Condiciones Condicionessociales sociales 78 69 68 71 67 68 70 72 BA RdJ 72 69 67 CM BA RdJ Igualdad Igualdad 64 Sao Paulo Ciudad Buenos Río de Lima de Aires Janeiro México Bogotá Santiago Monterrey SP (1) 72 Mo Benchmark definido para cada indicador como el promedio de Helsinki, Nueva York, Singapur y Toronto. FUENTE: Índice de Desarrollo Urbano de McKinsey Acceso a servicios básicos ▪ Seguridad. La inseguridad que viven los ciudadanos debido a las acciones delictivas es un tema presente en las ciudades de América Latina. El costo promedio de una póliza de seguro para proteger un vehículo contra robo es 33% más alto que en Nueva York. La tasa de homicidios en algunas ciudades de América Latina es extremadamente alta. Río de Janeiro tiene 33 homicidios anuales por cada 100.000 personas, en comparación con 4 en Nueva York (2009), y 3 en Toronto (2007). Bogotá tiene 19 homicidios cada 100.000 habitantes. Monterrey tenía una de las tasas de homicidio más bajas de todas las ciudades de América Latina, con 5,5 cada 100.000 habitantes, pero la creciente violencia relacionada con los carteles de la droga hizo que este número creciera a tasas sorprendentes en 2010 y 2011(las estimaciones señalan que se triplicó la tasa de homicidios en esos dos años). La tasa de secuestros de Monterrey, 15,5 cada 100.000 habitantes, también es significativamente más alta que el promedio, producto de los delitos relacionados con la droga en esa región. ▪ Servicios bancarios. El acceso a los servicios bancarios tiende a ser deficiente en la mayoría de las ciudades de la región, con la excepción de Santiago, donde el 82% de los ciudadanos poseen al menos una cuenta de ahorro. En las otras sietes ciudades estudiadas, el 61% o menos de los habitantes poseen una cuenta de ahorros. Para comprender lo que ello representa, comparemos con Nueva York donde 90% de los habitantes tiene al menos una cuenta de ahorro. En consecuencia, a pesar de que la urbanización tiende a propiciar la inclusión financiera, los bajos niveles de ingresos y el alto nivel de informalidad impiden la penetración mayor de los servicios bancarios entre ahorristas y prestatarios. McKinsey Global Institute Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina Un estudio reciente realizado por McKinsey indica que en Argentina solo el 20% de los ahorros a nivel nacional se captan en el sistema financiero debido al elevado nivel de informalidad, a la falta de confianza en el sistema y a la escasez de vehículos de ahorro atractivo.18 ▪ Servicios de salud. América Latina tan sólo alcanza un nivel de 56% del benchmark del IDU en lo que se refiere a los servicios de salud. La tasa de mortalidad infantil promedio en las ocho ciudades estudiadas, es de 12 por cada 100.000, es decir, seis veces la tasa de Singapur. La tasa de mortalidad materna promedio en las ocho ciudades, es de 52 por cada 100.000, es decir, 19 veces la tasa de Singapur. Las ciudades de Sao Paulo y Río de Janeiro destacan por su deficiente acceso a los servicios básicos de salud, a pesar de que cuentan con las mejores infraestructuras en materia de salud de la región. Sao Paulo, por ejemplo, tiene más médicos por cada 100.000 habitantes que Nueva York (5 versus 3,4) y más camas de hospital por cada 100.000 habitantes (2,5 versus 2,3 en Nueva York). Sin embargo, Sao Paulo actualmente brinda cobertura de salud sólo al 52% de su población y Río de Janeiro sólo al 27%, en comparación con el 85% de cobertura en Nueva York. Buenos Aires y Bogotá se destacan en la región por suministrarle servicios de salud a más del 90% de su población (ya sea a través de un seguro privado o del sistema de salud pública). Este porcentaje es superior a la cobertura en Nueva York, y no está muy alejado del 100% de cobertura de Helsinki, una de las ciudades usadas como benchmark. Bogotá se beneficia por contar con un solo sistema nacional de servicios de salud efectivo, basado en el modelo chileno creado en la década de 1980, que recauda en un solo fondo los pagos proporcionales de atención de salud de los empleados y ofrece una gama de prestadores de servicios tanto privados como públicos.19 Hoy en día, Bogotá cuenta con gran parte de los médicos e instituciones más importantes de la región. La Fundación Santa Fe es solo un ejemplo; otro es la Clínica Barraquer de atención oftalmológica, reconocida mundialmente por haber inventado la técnica del trasplante de córnea. ▪ Educación. Si bien el nivel de alfabetización en América Latina es alto, las ciudades tienen una deficiente infraestructura educativa. Hay un déficit de maestros (en promedio, la región tiene 20 alumnos por maestro, en comparación con Toronto, por ejemplo, donde la proporción es de 16 alumnos). También existe un déficit de escuelas (la región presenta un déficit de 100 escuelas por cada 100.000 habitantes en edad escolar, en comparación con Helsinki). Solo el 84% de la población en edad escolar de América Latina asiste a la escuela, lo cual es bajo en comparación con el 95% de Helsinki. Las ciudades de América Latina también presentan una tasa muy alta de deserción escolar en el nivel primario. En Sao Paulo y Ciudad de México, esta tasa duplica el nivel de la ciudad benchmark y en Lima representa 12 veces más. Los resultados del examen del Programa para la evaluación internacional de estudiantes (PISA) son sistemáticamente bajos. Santiago presenta el puntaje más alto de las ocho ciudades de América Latina analizadas, con el 79% respecto de Helsinski, la ciudad benchmark de ese indicador. Bogotá, Sao Paulo, Río de Janeiro y Buenos Aires se ubican solo en el 70% respecto de la ciudad benchmark. ▪ Servicios públicos. En términos del acceso a los servicios de electricidad, agua, gas y alcantarillado, las ciudades de América Latina están relativamente bien posicionadas. La excepción es Lima, que tiene un puntaje bajo porque el 20% de su población aún no tiene acceso al servicio de agua. Ciudad de México, Santiago y Buenos Aires tienen una penetración relativamente baja de gas de tubería, pero una gran parte de la población tiene acceso a través del gas en bombonas. Las otras cinco ciudades de América Latina analizadas en este trabajo, presentan índices de cobertura de suministro de gas superior al 80%. En cuanto al servicio eléctrico, la cobertura en la región se ubica sistemáticamente por encima del 90% de la población. 18 Gastón Bottazzini, Adrián Kohan, Susan Lund y Martin Sommer, Accelerating Argentina's financial growth through financial system improvement, McKinsey & Company, septiembre de 2008. 19 A pesar de su alto nivel de cobertura, recientemente el sistema de servicios de salud colombiano ha enfrentado desafíos incluyendo el escándalo de corrupción de mediados de 2011, en el que estuvo involucrado uno de los proveedores de servicios más grandes del país (EPS, Entidades Promotoras de Salud). 27 28 ▪ Telecomunicaciones. La cobertura de telecomunicaciones de la población urbana varía ampliamente, del 83% en Santiago al 57% en Bogotá. El bajo índice de cobertura en la capital colombiana es reflejo de la baja tasa de penetración de Internet (11%). En general, las ciudades de América Latina presentan una penetración de Internet muy baja, con solo el 36% de la población urbana, en comparación con el 80% de Singapur y el 52% de Nueva York. La penetración de banda ancha tiene una estrecha correlación con el Índice de competitividad global del Foro Económico Mundial. Este sugiere que, para mejorar su atractivo como destino en materia de inversiones, las ciudades de la región (excepto Santiago), quizá deban impulsar la penetración y cobertura de banda ancha.20 Igualdad Las ciudades latinoamericanas enfrentan aún el doble desafío de la desigualdad y la pobreza. El coeficiente de Gini promedio (la medida de desigualdad comparativa mundial que se emplea más comúnmente), de las ciudades de la región se ubica 23% por encima de las ciudades benchmark. El porcentaje de la población urbana que vive por debajo del nivel de pobreza (medido como un ingreso inferior a US$3,42 por día por persona), supera el 14% en Sao Paulo, Río de Janeiro, Buenos Aires, Bogotá y Lima, y se aproxima al 5%, en promedio, en Monterrey, Ciudad de México y Santiago. La desigualdad de género también es un factor a tener en cuenta en las ciudades de América Latina. Los salarios de las mujeres representan el 83% de los salarios promedio (de hombres y mujeres) en Sao Paulo, Río de Janeiro y Santiago. Existe una brecha más pequeña pero significativa del 8% en Bogotá, Ciudad de México, Monterrey, Lima y Buenos Aires. Uso sostenible de los recursos El indicador de sostenibilidad refleja la capacidad de conservación ambiental, manejo de desechos y planificación urbana que tiene una ciudad. Las ciudades de América Latina tienen dificultades para utilizar con eficiencia los recursos como energía y agua. Los centros urbanos de la región también enfrentan un desafío importante en cuanto a la creciente demanda de viviendas que se espera en los próximos 15 años. Esta demanda, a su vez, hace más importante encontrar soluciones a nivel municipal para el manejo más eficiente y rentable de los desechos (Gráfico 14). Gráfico 14 Las ciudades latinoamericanas tienen dificultades para ser eficientes en el uso de los recursos Inferior al promedio Índice: Benchmark(1) = 100 Superior al promedio Promedio Conservación Conservaciónambiental ambiental 87 81 53 Uso Usosostenible sosteniblede delos losrecursos recursos 69 58 64 Ciudad Buenos Río de Lima de Aires Janeiro México 67 71 Bogotá Santiago 66 BA RdJ 68 67 74 Li Bo Sa Mo 67 67 64 Monterrey Li Bo Sa 59 65 Li Bo Manejo Manejode dedesechos desechos 56 54 SP CM 40 BA 58 RdJ 52 Mo Planificación Planificaciónurbana urbana 83 SP (1) CM 65 79 77 Sao Paulo SP 67 70 CM 83 BA 83 78 RdJ 61 Sa Mo Benchmark definido para cada indicador como el promedio de Helsinki, Nueva York, Singapur y Toronto. FUENTE: Índice de Desarrollo Urbano de McKinsey 20 Mobile broadband for the masses: Regulatory levers to make it happen, McKinsey & Company, febrero de 2009 McKinsey Global Institute Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina Conservación ambiental. El consumo de energía es ineficiente en las ciudades latinoamericanas, lo que genera desperdicio de recursos y mayores costos. Cada dólar del PIB que se genera en Santiago, por ejemplo, requiere 60% más de energía para producirse que en Helsinki, aunque el clima en Helsinki es mucho más severo. A pesar de que el agua es un recurso escaso en muchas de las ciudades, su uso es ineficiente. Ciudad de México, por ejemplo, consumió 33% más agua que los 93m3 per cápita que se consumieron en Helsinki en el año 2008. El tratamiento de las aguas residuales es otro reto difícil. Bogotá y Ciudad de México solo tratan el 28% y el 15% de las aguas residuales, respectivamente, en comparación con el 100% en Helsinki. Las cifras son más positivas en Río de Janeiro, Santiago, Sao Paulo y Buenos Aires. Manejo de desechos. Seis de las ocho ciudades latinoamericanas que analizamos, generan 340 toneladas per cápita de residuos, aproximadamente un 45% más que Helsinki. Las excepciones son Lima y Bogotá que producen bastante menos desechos: 297 toneladas per cápita. Los desechos se llevan principalmente a vertederos: el porcentaje de desechos reciclados y compostados es menor a 1%, frente al 49% en Helsinki y el 20% en Nueva York. Ciudad de México y Lima son las ciudades más contaminadas de las ocho estudiadas. Ciudad de México produce seis veces más emisiones de dióxido de nitrógeno (NO2) que Helsinki, mientras que Lima supera las emisiones de materia en partículas PM10 en la misma proporción. Buenos Aires, Monterrey, Sao Paulo y Río de Janeiro reportan niveles más bajos de PM10 y dióxido de azufre (SO2) ya que su ubicación geográfica y los vientos del Atlántico ayudan a eliminar estos agentes contaminantes de la atmósfera. Planificación urbana. Si bien las ciudades latinoamericanas cuentan con departamentos de planificación urbana, no han adoptado el enfoque a largo plazo requerido. Mientras que Santiago y Buenos Aires tienen un horizonte de planificación de 20 años, en Bogotá y Monterrey, la planificación se realiza a solo dos años. La planificación a corto plazo afecta muchas dimensiones. Las ciudades de América Latina están rezagadas con respecto a los benchmarks internacionales en cuanto al desarrollo de espacios verdes en los centros urbanos. En Helsinki, el 30% del área urbana está dedicada al espacio verde, frente al 22% de Río de Janeiro y el 5% de Santiago y Monterrey. Buenos Aires solo tiene 6,1 metros cuadrados por persona de espacio verde, representando tan solo 9% del área urbana total. Las ciudades latinoamericanas están densamente pobladas, aunque existe una gran variación entre ellas. Santiago es la ciudad más densamente poblada de la muestra, con aproximadamente 6.500 personas por kilómetro cuadrado, mientras que Monterrey tiene menos de 600 habitantes por kilómetro cuadrado. La única ciudad benchmark que tiene la misma densidad demográfica que Santiago es Singapur; Nueva York tiene la sexta parte de la densidad de Santiago, con 1.000 habitantes por kilómetro cuadrado.21 En América Latina, Buenos Aires es la segunda ciudad con mayor densidad demográfica con aproximadamente 3.300 habitantes por kilómetro cuadrado, seguida por Sao Paulo y Ciudad de México, que tienen aproximadamente 2.400 habitantes por kilómetro cuadrado. La mayor densidad se encuentra en las principales ciudades. En las ciudades secundarias, como Río de Janeiro, en Brasil, la tendencia es hacia menor densidad. La alta densidad puede generar ahorros en el consumo de recursos y en los tiempos de traslados, por ejemplo. Sin embargo, estos beneficios generalmente no se materializan del todo en la región debido a la falta de coordinación en la planificación y gestión urbana. Además, la forma en la que crecieron estas ciudades, absorbiendo a las ciudades vecinas que estaban fuera de su jurisdicción, ha generado dificultades a la hora de tomar decisiones de inversión y regulaciones. También ha generado tensiones importantes entre alcaldes y gobernadores que a menudo compiten usando incentivos fiscales y otras herramientas regulatorias para hacer que una empresa se instale en sus ciudades.22 Esto desestabiliza la gestión de gobierno y la estabilidad financiera a largo plazo de estas grandes ciudades. 21 Esta cifra corresponde al área metropolitana de Nueva York, el norte de Nueva Jersey y Long Island. La ciudad de Nueva York que incluye los cinco distritos de Bronx, Brooklyn, Manhattan, Queens y Staten Island tiene una densidad de población de aproximadamente 10.000 habitantes por kilómetro cuadrado. 22 Un ejemplo son los incentivos de los gobiernos estatales de Brasil a las inversiones internas en la industria automotriz. Véase New horizons: Multinational company investment in developing economies, McKinsey Global Institute, octubre de 2003 (www.mckinsey.com/mgi). 29 30 Finanzas y gestión de gobierno Prácticamente todos los aspectos del desarrollo de una ciudad dependen de sus finanzas y gestión de gobierno: la escala y la seguridad de sus fuentes de ingresos públicos, y la forma en la que se gestionan los recursos financieros públicos. Las autoridades de los centros urbanos complejos deben garantizar un financiamiento suficiente para encargarse de las necesidades cotidianas y para invertir en la infraestructura necesaria para servir a los ciudadanos y empresas. Un factor determinante de la disponibilidad de financiamiento es el grado hasta el cual las ciudades pueden utilizar sus propios ingresos fiscales locales y el grado hasta el cual estos ingresos se desvían para control del gobierno central (Gráfico 15). Gráfico 15 A pesar de una buena situación fiscal, la gestión de recursos y los bajos niveles de inversión son desafíos para las ciudades de la región Inferior al promedio Promedio Superior al promedio Índice: Benchmark(1) = 100 Gestión Gestiónde derecursos recursos Finanzas Finanzasyygestión gestiónde degobierno gobierno 67 63 55 66 57 64 61 61 62 63 SP CM BA RdJ 55 58 Li Bo 73 71 Sa Mo 70 62 Fuentes Fuentesde deingresos ingresospúblicos públicos 87 Sao Paulo Ciudad Buenos Río de Lima de Aires Janeiro México Bogotá Santiago 74 82 60 37 SP (1) 78 66 Monterrey CM 32 BA RdJ Li Bo Sa Mo Benchmark definido para cada indicador como el promedio de Helsinki, Nueva York, Singapur y Toronto. FUENTE: Índice de Desarrollo Urbano de McKinsey Gestión de recursos. Al momento de redactar este informe, la mayoría de las ciudades de América Latina tenían una situación fiscal saludable. No estaban demasiado endeudadas y no tenían grandes déficits en comparación con los benchmarks internacionales. Sin embargo, esta “salud” fiscal no necesariamente refleja una sólida gestión financiera urbana sino las restricciones para conseguir préstamos y la subinversión crónica. En resumen, puede decirse que las ciudades de América Latina tienen situaciones fiscales sólidas porque, comparadas con las ciudades benchmark, invierten menos en servicios fundamentales, como vivienda, transporte, educación y salud. El gasto público per cápita de Lima en educación, por ejemplo, es menor que el 7% de Nueva York; incluso Monterrey, la ciudad con el mayor gasto en educación de la región, invierte solo el 20% del nivel de Nueva York. Se prevé que la demanda siga en aumento a medida que crecen las ciudades, y, sin embargo, la infraestructura en muchas de ellas ya enfrenta limitaciones de capacidad. Aunque la inversión que se necesita varía de una ciudad a otra, en general, la América Latina urbana necesita encontrar formas nuevas y sostenibles de financiar mejoras a largo plazo en su infraestructura. Existen diferencias dentro del panorama general de niveles bajos de deuda y déficit en las ciudades de la región. En las calificaciones crediticias, por ejemplo, Santiago tiene la calificación más alta, BBB, y Buenos Aires, la más baja, B; Helsinki tiene una calificación AAA. El interés pagado por la deuda pública sobre los ingresos actuales, también varía mucho de una ciudad a otra. En Río de Janeiro, es del 9%, mientras que en Nueva York es del 13%. McKinsey Global Institute Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina La corrupción es un problema serio en toda la región, con la excepción de Chile.23 Según el Índice de percepción de corrupción de Transparencia Internacional, siete de las ocho ciudades que analizamos tienen un nivel 4 o inferior (siendo la más baja, Buenos Aires con 2,9), frente a 9,2 en Singapur y 8,7 en Toronto; Santiago se destaca en América Latina con un nivel de 6,9. Fuentes de ingresos públicos. Evaluamos la cuota de ingresos que los gobiernos locales obtienen de sus impuestos (impuesto sobre bienes inmuebles, sobre actividades comerciales y la industria) y de la deuda pública, y encontramos grandes variaciones en la región. Brasil y Colombia tienen estructuras impositivas menos centralizadas en las que las ciudades más grandes retienen una mayor parte de los ingresos fiscales locales y pueden imponer impuestos adicionales o conceder localmente exenciones de impuestos. Sin embargo, en México y en Chile, el gobierno central es la autoridad fiscal principal; las ciudades retienen una menor parte de los ingresos fiscales locales y detentan poderes tributarios locales muy limitados.24 La mayoría de los países de América Latina usan los impuestos como herramienta para transferir ingresos a las áreas menos desarrolladas. CADA VEZ HAY MAYOR DEMANDA DE MEJORAS EN LA INFRAESTRUCTURA URBANA Y SERVICIOS BÁSICOS: ES URGENTE TOMAR MEDIDAS Las ciudades de América Latina no han podido proveer una planificación urbana coordinada ni la infraestructura suficiente y los servicios que se necesitan para que una ciudad sea eficiente y habitable. Existen regiones de la América Latina urbana que están paralizadas por embotellamientos de tránsito, donde existe escasez endémica de viviendas, grandes deficiencias en el manejo de desechos y serios niveles de contaminación del aire y del agua. Las ciudades de la región tienen dificultades para proveer los servicios clave como salud y educación, a un número cada vez mayor de habitantes. Esta ineficiencia representa un freno directo al crecimiento, grandes costos monetarios como resultado del desperdicio en el uso de recursos y del tiempo de los trabajadores en congestionamientos de tránsito. Si no se toman medidas para mejorar la capacidad y la gestión, las ciudades de América Latina probablemente no podrán satisfacer las demandas de sus crecientes poblaciones y economías en expansión. En los próximos 15 años, se prevé mayor demanda de infraestructura y suministro de servicios urbanos básicos: ▪ Vehículos privados. En un escenario base del MGI, la región enfrentará un crecimiento anual de por lo menos el 3% en el ingreso per cápita promedio en los próximos 15 años. Si la relación típica entre el aumento de ingresos y la venta de vehículos nuevos sigue siendo válida, esperaríamos un aumento de más del 4% anual en el número de vehículos vendidos, lo que implica mayor necesidad de infraestructura vial urbana. Para satisfacer esta demanda, las ciudades de la región deberán encontrar formas innovadoras de financiar la nueva infraestructura vial tanto de autopistas como de carreteras interurbanas. Chile ya ha emprendido un sofisticado modelo de cooperación entre el sector público y el sector privado para desarrollar infraestructura. ▪ Viviendas accesibles. Proveer suficientes viviendas accesibles que respondan a la demanda es un problema común a todas las ciudades de América Latina. El promedio de espacio habitable en las ciudades de la región es de 15 metros cuadrados por persona, casi un tercio del promedio de Helsinki, la ciudad benchmark para este indicador, que destina 39 metros cuadrados por habitante. 23 El Índice de percepción de la corrupción 2010 de Bogotá fue 3,5 pero se espera que disminuya desde la suspensión del alcalde de la ciudad, en mayo de 2011, y el encarcelamiento temporal de otros funcionarios clave del gobierno por alegatos de corrupción relacionados con el sistema de autobús expreso en la ciudad. 24 En el caso de India, el MGI sugiere que las grandes ciudades deberían retener del 18% al 20% de los ingresos por impuestos a los bienes y servicios. Véase: India’s urban awakening: Building inclusive cities, sustaining economic growth. Global Institute McKinsey, abril de 2010 (www.mckinsey.com/mgi). 31 32 Según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas de Colombia (DANE), por ejemplo, hoy en día existe una brecha del 19% entre la oferta y la demanda de viviendas, lo que implica un déficit de 620.000 viviendas. Las tendencias demográficas, incluyendo la disminución en el tamaño de los hogares, señalan que, de no darse un aumento significativo en la oferta, la brecha entre oferta y demanda probablemente seguirá creciendo. Estimamos que Bogotá necesitará casi duplicar su oferta de viviendas para el año 2025. En Ciudad de México y Sao Paulo la demanda de viviendas aumentará más de un 50% hacia el 2025 (Gráfico 16). La tarea que tienen por delante las ciudades de América Latina implica mucho más que la simple construcción de suficientes viviendas: también deben construir los servicios de infraestructura que requieren estos hogares como alcantarillado, agua, gas y electricidad. El MGI calcula que para cerrar la brecha actual en los próximos 15 años y satisfacer la demanda futura, se necesitará una inversión acumulada de casi US$400 mil millones en cinco de las ciudades más importantes de la región, y más de US$3 billones en toda la región. Gráfico 16 Las tendencias demográficas se traducirán en una fuerte demanda de viviendas en la región en los próximos 15 años Requerimientos totales de viviendas en 2025 En miles de viviendas Ciudad de México +51% 2,124 5,636 172 Río de Janeiro +56% 1,724 8,501 3,892 570 132 323 Bogotá Disponibilidad de viviendas 2007 Brecha actual Nuevos hogares 2007–25 Demanda Demanda de segunda total de vivienda viviendas 2025 Sao Paulo +56% 2,864 6,632 289 1,931 +95% 370 1,304 155 3,760 401 33 1,607 Monterrey +58% 10,336 1,017 6,072 156 550 Disponibilidad Brecha de viviendas actual 2007 Nuevos hogares 2007–25 Demanda de Demanda segunda total de vivienda viviendas 2025 FUENTE: McKinsey Global Institute –Modelo de McKinsey para América Latina; Análisis del McKinsey Global Institute ▪ Servicios de salud. Se espera un incremento en la demanda de salud a medida que aumenta la población de más edad. Se calcula que entre el día de hoy y el año 2025, el número de personas mayores de 65 años aumente casi cuatro veces la tasa de crecimiento poblacional total. Eso significa que el número de personas mayores se duplicará hacia el año 2025. A medida que cambie el perfil de la población, el patrón de demanda de servicios de salud también cambiará, agregando, por ende, un nivel adicional de complejidad al desafío en este sector. ▪ Educación. Más del 15% de la población tendrá entre 15 y 24 años en el año 2025, lo cual implica mayor presión sobre el suministro de servicios educativos desde los grados más altos hasta la educación técnica y profesional. Se espera que la demanda de matrícula en todos los tipos de establecimientos educativos aumente entre la actualidad y el año 2025, en un millón de personas. La demanda en materia de educación no provendrá únicamente de los jóvenes que aspiran contar con una mejor capacitación, sino también de las empresas que necesitarán gente capacitada con urgencia si las ciudades pretenden optimizar su crecimiento. Según nuestras proyecciones, Ciudad de México debe incrementar en 65% la población con títulos en tecnicaturas, mientras que Río de Janeiro deberá prácticamente triplicar la cantidad de ciudadanos que poseen títulos universitarios. McKinsey Global Institute Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina Las dificultades para satisfacer la demanda urbana de servicios e infraestructura imponen costos significativos a las ciudades de América Latina en términos de baja productividad y crecimiento, y actúan como una limitación al desarrollo económico de toda la región. Los gobiernos, las empresas y la sociedad civil deben trabajar juntos en un enfoque integral para mejorar el funcionamiento y la gestión de las principales ciudades de la región. En la siguiente sección de este informe, analizaremos ejemplos de acciones concretas que pueden emprenderse para cerrar la brecha con respecto a las mejores prácticas en las ciudades de América Latina y para ayudarlas a consolidar su papel como principal motor del crecimiento económico de la región. 33 34 3. Cómo diseñar ciudades competitivas e inclusivas La gestión de las ciudades del siglo XXI es una tarea inmensamente compleja. A pesar de ello, varias ciudades en el mundo, incluyendo las de América Latina, están enfrentando el reto. Existen varios programas innovadores de gestión urbana tanto en ciudades viejas como nuevas en todo el mundo, desde Londres hasta Johannesburgo y desde China a la India, que demuestran que con buenas políticas se puede transformar radicalmente a una ciudad en tan solo 10 años. Los nuevos enfoques de gestión podrían serle de utilidad a las ciudades de América Latina para alcanzar su potencial económico y ofrecerle una buena calidad de vida a sus ciudadanos. Cada ciudad tiene un conjunto de desafíos y prioridades diferentes, según el punto específico que le sirve de partida. En este capítulo se describen las opciones prácticas que pueden aplicar las autoridades de las ciudades de la región, a fin de mejorar el desempeño en cada una de las cuatro dimensiones que, en conjunto, dan como resultado ciudades dinámicas, seguras y prósperas: el desempeño económico, las condiciones sociales, el uso sostenible de los recursos, y las finanzas y la gestión de gobierno. PREPARAR EL TERRENO PARA UN SÓLIDO DESEMPEÑO ECONÓMICO LOCAL Si bien es cierto que las políticas nacionales incluyendo las regulaciones, tienen un efecto significativo en la forma en la que se administran las ciudades, también son importantes para el desempeño económico de una ciudad las opciones de las que se disponga en relación con una amplia gama de factores. Estas opciones incluyen la gestión del entorno físico de las ciudades, desde la regulación local del uso de las tierras hasta la infraestructura dentro de cada ciudad y entre distintas ciudades, y la cooperación entre los sectores público y privado y, en general, la sociedad civil para promover la inversión y el crecimiento. Para fomentar un entorno estable que conduzca a un sólido desarrollo económico local, las autoridades responsables de formular las políticas urbanas deberían evaluar la posibilidad de darle prioridad a las siguientes áreas: Transparencia en la otorgación de títulos de propiedad de la tierra y medidas regulatorias de zonificación. Cuando una empresa evalúa dónde va a instalarse, el marco regulatorio que rige la titularidad de la tierra y la transferencia en los títulos de propiedad es un factor fundamental para tomar su decisión. Si no existe claridad sobre los títulos de propiedad o la zonificación, los costos de la tenencia de la tierra puede ser más altos y desalentar la inversión de las empresas globales.25 En muchas ciudades de México, por ejemplo, la falta de claridad en la titularidad de la tierra inhibe las inversiones a largo plazo, por cuando no se pueden utilizar como garantía para hipotecas, terrenos o edificios que no tengan sus respectivos títulos de propiedad. 25 Edward Glaeser ha demostrado cómo los altos niveles de regulación de tierras y viviendas sirven para explicar las diferencias en los patrones de crecimiento de las ciudades en Estados Unidos a través de una oferta inelástica de vivienda y, por lo tanto, precios más altos. Véase Edward L. Glaeser, Joseph Gyourko y Raven E. Saks, Urban growth and housing supply (Crecimiento urbano y oferta de viviendas), Harvard Institute of Economic Research, documento de trabajo número 2062, febrero de 2005. McKinsey Global Institute Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina Infraestructura urbana confiable. La falta crónica de financiamiento de los servicios públicos esenciales en muchas de las ciudades de la región, hace que estos servicios sean costosos y poco confiables. Todos los inviernos, Argentina sufre serias carencias de electricidad, una situación que según muchos analistas es ocasionada por la excesiva regulación de las tarifas. El precio de la energía eléctrica residencial en Argentina es significativamente inferior al de los países vecinos lo que genera un mayor consumo que no están en capacidad de suministrar los proveedores privados.26 Después de que el Gobierno congeló las tarifas de los servicios públicos en el año 2001, las empresas privadas que suministran estos servicios, limitaron el mantenimiento y la inversión en nuevas capacidades que consideraban no rentables. De acuerdo con algunas estimaciones, la producción industrial de Argentina es la mitad de lo que podría ser en los meses de invierno debido al desabastecimiento energético.27 Además de incrementar la inversión en el suministro de energía, las ciudades de América Latina deben aumentar considerablemente la inversión en transporte, vivienda, energía, agua y manejo de desechos a fin de evitar cuellos de botella y falta de capacidad. Redes de transporte interurbano. Mientras que en Asia los centros de producción regional están muy interconectados en cadenas de valor globales, las ciudades latinoamericanas rara vez cuentan con conexiones de transporte y comercio. De hecho, muchos centros urbanos de América Latina tienen mejores conexiones con Estados Unidos e incluso con Europa, que entre sí. Si las ciudades de América Latina estuvieran mejor conectadas, se beneficiarían de las economías colectivas de escala y de mayores oportunidades para la especialización complementaria, como los hubs de producción altamente interconectados que existen en Asia. Esto podría cambiar la dinámica económica de la región. Un mercado nacional más integrado también podría hacer que muchas zonas de América Latina fuesen atractivas para las inversiones privadas, tanto mundiales como locales, a la vez que servirían para fomentar más exportaciones, y así aumentar el potencial de crecimiento de la economía regional. Colaboración con el sector privado. Los gobiernos locales de muchas de las ciudades de la región, incluyendo a Medellín, Monterrey y Santiago, han desarrollado formas innovadoras de trabajar en estrecha colaboración con las empresas locales y así comprender las limitaciones con las que se enfrentan las empresas cuando intentan crecer a nivel local. Este enfoque también crea oportunidades para la acción conjunta en áreas donde las ciudades pueden obtener ventajas comparativas a nivel local. En Oulu, en el norte de Finlandia, por ejemplo, la estrecha colaboración entre las empresas locales (con el liderazgo de Nokia), el sector académico y el gobierno local le ha permitido a la ciudad convertirse en un cluster competitivo de tecnología inalámbrica (véase el Recuadro 5, "Cooperación entre el sector público y privado que hace que el sector de tecnología de la información (TI) en Finlandia sea competitivo a nivel mundial”). Una estrecha relación entre los sectores público y privado puede producir beneficios tanto sociales como económicos. En la década de 1960, las empresas del sector privado en Medellín fueron pioneras en incluir temas de responsabilidad social en sus informes a sus accionistas y en destinar recursos para invertir en servicios comunitarios a través de organizaciones como la Fundación Corona, una organización privada sin fines de lucro. Estas organizaciones invirtieron en parques locales, escuelas y centros sociales para sus trabajadores y la comunidad en general, una práctica que desde entonces se ha convertido en la norma general en toda Colombia. 26 Las tarifas de electricidad residencial en Buenos Aires son una quinta parte de las de Sao Paulo, 18% de lo que cuestan en Santiago y 8% de lo que cuestan en Montevideo. 27 “Argentina lacks the energy to draw investment,” Financial Times, 3 de octubre de 2010. 35 36 Recuadro 5. Cooperación entre el sector público y privado que permite que el sector de tecnología de la información (TI) en Finlandia sea competitivo a nivel mundial En las décadas de 1980 y 1990, Oulu, una ciudad de 200.000 habitantes en el norte de Finlandia, se transformó en un importante cluster de la industria inalámbrica gracias a la estrecha colaboración entre el gobierno local, las universidades y el sector privado, en particular, el gigante de las telecomunicaciones, Nokia. Todos estos actores asumieron la misión común de mantener el desarrollo económico local y la competitividad de Oulu. Con el impulso inicial de un contrato del Gobierno para el suministro de radios militares, Nokia y la Universidad de Oulu trabajaron de manera conjunta para desarrollar un sistema de comunicaciones inalámbrico que permitiera atender a las áreas escasamente pobladas. La iniciativa de Oulu no solo vinculó a las investigaciones de la universidad con las necesidades de las empresas, sino que también fomentó la inversión del gobierno local para la expansión de la educación en ingeniería inalámbrica a expensas de otros programas públicos. Con la municipalidad como anfitrión, se desarrollaron muchas pequeñas empresas para acompañar el emprendimiento, con lo cual se creó un cluster sostenible de talento y conocimiento especializado en el área de tecnología inalámbrica. El Gobierno desempeñó un papel fundamental de manera directa e indirecta. Además de financiar contratos militares y de educación universitaria, el gobierno nacional canalizó el financiamiento de investigación y desarrollo a la empresa conjunta a través de la Agencia Tecnológica Nacional Finlandesa (TEKES). Este respaldo le permitió a Nokia continuar realizando una importante cantidad de actividades de investigación y desarrollo durante la profunda recesión de Finlandia, a principios de la década de 1990. El marco regulatorio también ayudó de manera indirecta. A diferencia de lo que sucede en muchos países, los operadores de telecomunicaciones de Finlandia incluyen a una gran cantidad de cooperativas locales, en lugar de un único monopolio nacional, lo que es posible gracias a la regulación que se dictó a favor de los pequeños operadores. Esta estructura fragmentada sirvió para crear una competencia dinámica, lo cual fue un incentivo para que los pequeños operadores experimentaran con nuevas soluciones para el consumidor. Fuertes vínculos entre las universidades y las empresas. La estrecha colaboración entre las instituciones académicas y las empresas puede producir innovación y desarrollo de nuevos mercados. El sector de biociencias de Estados Unidos, por ejemplo, se desarrolló en universidades como Harvard y el MIT. El Research Triangle Park de Carolina del Norte, formado alrededor de la universidad de Duke y la universidad de Carolina del Norte y que incluye empresas como IBM, fue lo que permitió la invención de la tecnología de ultrasonido 3-D. En Europa, la Universidad de Sunderland en el Reino Unido creó una alianza que hizo que la nueva planta automotriz de Nissan fuese la más productiva de todo el continente. Como ya hemos mencionado, el parque de ciencias de la Universidad de Oulu ayudó a crear un cluster que emplea a 18.000 personas y factura €5 mil millones (US$7.200 millones). América Latina también tiene sus propios ejemplos de colaboración exitosa entre la universidad y las empresas. El Sistema Tecnológico de Monterrey, por ejemplo, es un complejo educativo que incluye cuatro instituciones: el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, o “Tec” (la institución insignia), la Universidad Tec Milenio, la Universidad Tec Virtual y la Tec Salud. Gracias al respaldo continuo de la empresa mexicana, el Tec de Monterrey cada día adquiere mayor reconocimiento internacional como centro de investigación (consulte el Recuadro 6: “El cluster tecnológico desarrollado alrededor del Sistema Tecnológico de Monterrey”). McKinsey Global Institute Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina Recuadro 6. El cluster tecnológico desarrollado alrededor del Sistema Tecnológico de Monterrey El Sistema Tecnológico de Monterrey es un modelo muy exitoso de un grupo de centros privados de educación superior con más de 33 establecimientos en todo México. En 1989, el Sistema Tecnológico de Monterrey fundó la Universidad Virtual y hoy ofrece estudios a distancia mediante cursos en línea a estudiantes de más de 30 países. La institución también creó universidades corporativas en alianza con el Gobierno e instituciones del sector público y privado con el objetivo de aumentar el desarrollo de capital humano en empresas y organizaciones sociales. La Escuela de Negocios del Sistema Tecnológico de Monterrey, fundada en 1995, ocupa el séptimo lugar en el mundo, fuera de los Estados Unidos, según el Wall Street Journal. El Sistema Tecnológico de Monterrey ha formado una cultura empresarial muy arraigada, con el desarrollo de parques tecnológicos (algunos de ellos convertidos en clusters) en 12 ciudades de México que albergan a más de 80 empresas, con un total de 1.700 empleados. Desde el año 2005, el Sistema Tecnológico de Monterrey le ha dado mayor importancia a la investigación social y científica y ha impulsado el desarrollo de tecnología propia en las escuelas privadas de México, sobre todo en las áreas de biotecnología e ingeniería. La universidad organizó el primer programa de investigación financiado por Google en América Latina y, en asociación con el Instituto de Microtecnología de Mainz de Alemania, fundó el primer centro de ingeniería de microprocesos de la región. Desde el año 2006, el Sistema Tecnológico de Monterrey ha sido el principal solicitante de patentes entre las universidades mexicanas. 2. CREAR UNA ALTA CALIDAD DE VIDA PARA LOS HABITANTES DE LAS CIUDADES Cássio Taniguchi, ex alcalde de Curitiba, una ciudad mediana al sudoeste de Sao Paulo, resumió la relación que existe entre las condiciones sociales y valor de una ciudad de esta manera: “El valor de una ciudad es directamente proporcional al grado de satisfacción de las personas que allí habitan”.28 Las investigaciones indican que una mayor proporción de trabajadores calificados es una de las principales razones que elevan el PIB per cápita en las ciudades.29 Un ambiente urbano que atraiga y retenga a gente capacitada y mejore el bienestar de los ciudadanos, atraerá a las empresas que están buscando invertir. Seguridad pública. La seguridad pública es un grave problema en muchos de los centros urbanos de América Latina. Aquellas ciudades que están buscando métodos para enfrentar este problema, pueden analizar la experiencia de Nueva York. En la década de 1990, el Departamento de Policía de Nueva York (NYPD), implementó una estrategia de siete niveles para reducir la tasa de delincuencia. El resultado de esta iniciativa fue una gran reducción en el número de homicidios por año, de 2.420 en 1993 a 1.550 en 1995 y a 778 en 2009, (véase el Recuadro 7, “La reingeniería del NYPD”). Buenos Aires es un ejemplo en América Latina del uso de la tecnología para mejorar la eficacia de la fuerza policial. La ciudad creó una nueva fuerza policial preventiva con 15.000 oficiales mediante la creación de un centro de control, la instalación de más cámaras y un análisis más detallado de los patrones de delincuencia, a fin de mejorar la asignación de recursos. 28 Cássio Taniguchi, Transported to the future (www.ourplanet.com/imgversn/121/tanig.html). 29 E. Glaeser y J. Gottlieb, “The wealth of cities: agglomeration economies and spatial equilibrium in the United States”, Journal of Economic Literature, 2009, Volúmen 47, Número 4, páginas 983–1028. 37 38 Recuadro 7. La reingeniería del NYPD En 1994, el NYPD inició un programa cuyo objetivo era transformar el enfoque con el cual el Departamento enfrentaba la delincuencia en la ciudad. El análisis de las estadísticas sobre criminalidad permitió formular una estrategia de siete metas para combatir la delincuencia: Eliminar las armas de la calle, echar a los traficantes de drogas fuera de la ciudad, poner coto a la violencia juvenil en las calles y escuelas, romper el círculo de violencia doméstica, recuperar los espacios públicos, reducir los delitos relacionados con automóviles y erradicar la corrupción del Departamento de Policía. El Departamento realizó una serie de allanamientos para buscar armas ilegales y para ubicar los sitios desde dónde operaban los traficantes. Se actualizaron los registros de antecedentes penales de todos los sospechosos. Una inversión en TI de US$500.000 le permitió analizar dos veces por semana los patrones geográficos de la delincuencia y ajustar el despliegue de oficiales de acuerdo a lo que sucedía en la calle. Por otra parte, el programa se empoderó a los funcionarios policiales, fortaleciendo su impacto público modernizando los uniformes, chalecos antibalas, vehículos y armas. Se comenzó a evaluar a los policías con un nuevo sistema de seguimiento del desempeño basado en nuevas normas que medían más explícitamente los resultados de cada actividad, por ejemplo, el resultado de las llamadas al 911 que atendía cada patrullero. La disminución en las tasas de delincuencia en la ciudad y la reputación que recuperó el Departamento entre los ciudadanos de Nueva York, dan prueba del éxito con el que el NYPD implementó el programa. Viviendas accesibles. Una buena planificación que permita reducir el tiempo de traslado en las ciudades mejora directamente la calidad de vida de los ciudadanos y la productividad, ya que reduce el tiempo que se pierde en los automóviles y el desperdicio de combustible. Reorganizar la distribución de las zonas residenciales y laborales es un desafío para la mayoría de las ciudades de la región. En Ciudad de México, por ejemplo, para satisfacer las necesidades de vivienda probablemente se necesitará un cambio en el tipo de construcción de horizontal a vertical. La ciudad necesita aumentar la densidad urbana y reubicar a la población de la periferia al centro. Esta política aprovecharía la infraestructura existente y la mayor concentración de población permitiría un uso más eficiente del transporte público. Es vital lograr armonizar la legislación sobre tierras municipales y los proyectos de transporte regional con la política de vivienda. Otro desafío en temas de vivienda es ampliar el acceso a las hipotecas para las familias de bajos ingresos. Existe la oportunidad de lograrlo con los mercados financieros más desarrollados de la región, y algunos países ya han avanzado al respecto. El programa Infonavit de México ofrece hipotecas respaldadas por el gobierno a hogares que cumplen con los requisitos y otros productos de hipotecas del sector privado adecuados para los hogares de bajos ingresos30 30 India se enfrenta a la colosal tarea de proveer viviendas accesibles a aproximadamente 38 millones de familias para el año 2030, que no podrán acceder a una vivienda a precio de mercado. Ningún otro país ha suministrado viviendas accesibles a esta escala. El MGI ha llegado a la conclusión de que India podría aumentar 10 veces el suministro de viviendas accesibles si hace que el 30% de todas estas viviendas sean viviendas de alquiler, implementa un régimen fiscal favorable y crea un fondo de garantía hipotecaria nacional. Véase India’s urban awakening: Building inclusive cities, sustaining economic growth, McKinsey Global Institute, abril de 2010 (www.mckinsey.com/mgi). McKinsey Global Institute Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina Transporte público eficiente. Ya hemos mencionado el alto costo que tiene el congestionamiento crónico de tránsito en muchas ciudades de América Latina para la calidad de vida, la productividad y el crecimiento económico. Mejorar la capacidad y la eficiencia de los costos del transporte urbano es un desafío importante, aunque ya existen ejemplos de mejores prácticas en la región. En Curitiba, el 54% de todos los traslados se realizan en transporte público, lo que equivale a 2,4 millones de pasajeros por día. Además, Curitiba tiene un PIB per cápita que es 1,4 veces más alto que el promedio en Brasil, una tasa de desempleo más baja que el promedio nacional y 55 metros cuadrados de áreas verdes por habitante, comparados con el área recomendada por la Organización Mundial de la Salud, de 16 metros cuadrados por habitante (véase el Recuadro 8, ”El sistema modelo de transporte público de Curitiba”).31 El éxito de Curitiba sirve de ejemplo para algunas ciudades más grandes. El sistema de transporte Transmilenio de Bogotá, por ejemplo, también ha servido para mejorar la calidad de vida en la ciudad mediante la regulación de los costos del transporte y la reducción de los tiempos de traslado. Recuadro 8. El sistema modelo de transporte público de Curitiba Curitiba respondió de manera proactiva al crecimiento repentino de la población de finales de la década de 1960 y principios de la década de 1970, convirtiendo al transporte urbano eficiente en la piedra angular de su estrategia económica para garantizar una alta calidad de vida a sus habitantes. En 1965, la ciudad fundó el Instituto de Investigación y Planificación Urbana de Curitiba (IPPUC) para supervisar la modernización del sistema de transporte urbano de un modelo radial a uno lineal. El instituto organizó debates públicos en los que involucró a los ciudadanos y al sector privado, diseñó un plan de transporte masivo y luego lo puso en práctica. Un elemento fundamental del plan fue construir en 1974, dos vías estructurales principales (posteriormente se aumentó a cinco), cada una con dos carriles centrales reservados para los autobuses expreso y carriles estándar para tránsito en dos direcciones de cada lado. Este nuevo diseño estuvo acompañado por ordenanzas de zonificación, de modo que la densidad iba disminuyendo desde el centro hacia las afueras de la ciudad. La ciudad creó la empresa estatal Urbanização de Curitiba (URBS), para mantener la infraestructura del transporte y supervisar a las empresas de autobuses. En 1987, una ley municipal reguló la concesión de licencias y los reintegros a las empresas en función del número de kilómetros recorridos en vez del número de pasajeros transportados, lo que evitó que la competencia entre empresas de autobuses terminara llenando las vías de vehículos. La URBS determina la tarifa necesaria para cubrir los costos incurridos por las empresas de autobuses y así evita tener que subsidiar el sistema de transporte. Continuamente la ciudad introduce mejoras al sistema. El IPPUC y la URBS, por ejemplo, colaboraron para instalar las ciclovías, estaciones-tubo (apenas elevadas sobre la calle para minimizar el tiempo de carga y descarga de pasajeros y mejorar la accesibilidad para personas discapacitadas) y los autobuses dobles. Educación de alta calidad. Tanto por razones económicas como de bienestar social, las ciudades de América Latina deben seguir dándole prioridad a la tarea de ampliar el acceso y la calidad de la educación si es que aspiran a cerrar la gran brecha en infraestructura y calidad educativa. Santiago de Chile ha sido pionera en aplicar una serie de iniciativas para mejorar su sistema educativo y hoy en día exhibe los mejores resultados en la prueba PISA de todas las ciudades comparables. Entre las medidas adoptadas figura el aumento en la cantidad de días escolares y un programa de certificación que propicia una mejor calidad y mejora continua en la formación de docentes. La evaluación AVDI (Asignación Variable por Desempeño Individual) se aplica a todos los maestros chilenos cada cuatro años. 31 Para mayor información, véase Alicia Fazzano y Marc A. Weiss, Curitiba, Brazil: Metropolitan economic strategy report, julio de 2004 (www.globalurban.org/GUD%20Curitiba%20MES%20Report.pdf). 39 40 En función de una evaluación inicial que realizan colegas y un comité diseñado para tal fin, los maestros altamente calificados presentan un examen nacional que les permitirá recibir una compensación adicional durante un período específico. Los docentes que no tienen un muy buen desempeño, pueden asistir a programas de mejoramiento profesional que no representan costo alguno, y así superar sus brechas de desempeño. Alianzas entre el sector público y privado para mejorar el acceso a los servicios públicos. Cuando no se dispone de suficiente financiamiento y capacidades de gestión pública, el modelo de asociación público-privada es una opción atractiva para mejorar los servicios urbanos. Recientemente China ha empezado a permitir que el sector privado participe en la financiación de proyectos de infraestructura urbana, principalmente en joint ventures con los gobiernos locales y las empresas estatales. El financiamiento para la construcción de la Línea 1 del Metro de Shangai incluyó la participación de al menos nueve empresas privadas e instituciones públicas.32 Estos joint ventures han sido hasta ahora exitosos, lo que indica que seguramente se seguirá fomentando su creación. De igual forma, existen ejemplos innovadores de asociación público-privada en América Latina, como el Plan Vive Digital de Colombia cuyo objetivo es cuadruplicar la penetración de banda ancha, tanto fija como móvil, en solo cuatro años (véase el Recuadro 9, “Asociación público-privada para expandir la banda ancha en Colombia”). Recuadro 9. Asociación público-privada para expandir la banda ancha en Colombia La penetración de banda ancha en Colombia es actualmente muy baja. En 2008, sólo había en el país 4,6 suscriptores de banda ancha fija por cada 100 habitantes, frente a 30,4 en Alemania y únicamente 1,0 de cada 100 eran suscriptores de banda ancha móvil, frente a 75,5 en Japón. Colombia tiene planeado cuadruplicar la penetración de banda ancha, fija y móvil, a través de una asociación entre el sector público y privado a fin de lograr las siguientes metas: ▪ Promover el desarrollo del sector privado para incrementar la infraestructura y ofrecer servicios ▪ Incentivar de manera integral la oferta y demanda de servicios digitales para llegar a una masa crítica ▪ Reducir la carga que implica crear la infraestructura y ofrecer servicios de telecomunicaciones ▪ Eliminar las barreras regulatorias a nivel nacional y municipal ▪ Establecer prioridades en cuanto a los recursos del Estado en inversiones de capital. El Gobierno tiene pensado invertir US$200 millones para ampliar la cobertura de la Red Nacional de Fibra Óptica y está formulando un marco nacional de licitación para invitar al sector privado a invertir y ejecutar los planes propuestos. El plan también contempla que el Gobierno cree “tecnocentros” o puntos de encuentro en los que se suministre acceso, capacitación y entretenimiento. Los incentivos del Gobierno para el sector privado incluyen la reducción o eliminación del impuesto al valor agregado en los servicios de Internet y la reducción impositiva para la adquisición de PC y dispositivos. En materia de regulaciones, el Gobierno adoptará un enfoque de acceso abierto, definirá las normas técnicas mínimas y obligará legalmente a los constructores a instalar redes en todas las viviendas nuevas. El proyecto también estipula que el Gobierno cree un fondo de capital de riesgo público-privado para financiar a las empresas que ofrezcan aplicaciones de banda ancha. 32 Preparing for China’s urban billion, McKinsey Global Institute, marzo de 2009 (www.mckinsey.com/mgi). McKinsey Global Institute Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina 3. UTILIZAR EFICIENTEMENTE LOS RECURSOS PARA LOGRAR CIUDADES QUE SEAN ECOLÓGICAMENTE SOSTENIBLES Según Naciones Unidas, son precisamente las ciudades las que consumen casi el 75% de la energía y producen 80% de las emisiones de gases con efecto invernadero (GEI) a nivel mundial. A pesar de que los centros urbanos más densamente poblados en general son más eficientes en el uso de los recursos que las ciudades más dispersas o las áreas rurales, la mayoría de estos grandes centros urbanos no aprovecha en su totalidad las oportunidades económicamente atractivas de usar en forma más productiva sus recursos y reducir los desechos. Las ciudades de América Latina no escapan de esta realidad. Por ello, es importante que comiencen a pensar en el uso sostenible de los recursos, es decir, en una agenda de “ciudad ecológica”, e integren esta visión a sus planes de crecimiento económico y mejora en la calidad de vida de sus habitantes. Mejorar la productividad energética. Más que intentar la opción más costosa de construir nueva infraestructura para estar en capacidad de suministrar la desenfrenada demanda de servicios, las ciudades deberían concentrarse en manejar mejor esa demanda de recursos. La clave consiste en impulsar la productividad energética: el nivel de producción que se logra con la energía consumida.33 Para aprovechar los beneficios de una mayor productividad energética, es necesario que las ciudades fijen normas y ofrezcan incentivos para reducir el uso de energía, y respalden estas medidas con un riguroso control del cumplimiento. Las ciudades pueden fijar normas de eficiencia energética mediante regulaciones, por ejemplo, con códigos que requieran mejorar el aislamiento o con el uso obligatorio de iluminación eficiente en las edificaciones nuevas. Pueden ofrecer incentivos para fomentar la inversión en equipos industriales, iluminación y dispositivos eléctricos eficientes y mejorar la eficiencia del combustible en el parque automotor. Las ciudades de la región también deben buscar formas de reducir el desperdicio en la infraestructura de abastecimiento eléctrico y utilizar la tecnología más moderna que permite mayor eficiencia en todos los sectores. Impulsando la productividad energética, las ciudades de América Latina estarán en capacidad de generar retornos positivos a partir del ahorro energético y así liberar recursos para invertir en otros proyectos. En China, las estimaciones del MGI indican que el impulso que se les está dando a la productividad energética combinado con una planificación urbana inteligente podría reducir más del 20% la demanda energética en el año 2025. En América Latina, este tipo de enfoque ofrece también muchos beneficios que no ofrecen las políticas actuales que contemplan subsidios energéticos en muchas regiones. Formular normas ecológicas urbanas. La colaboración entre las ciudades de la región es otra oportunidad que puede aprovecharse. Las ciudades son “compradores mayoristas” que deben adquirir una amplia gama de bienes y servicios y que podrían, por tanto, usar su poder de compra colectivo para fomentar normas “ecológicas”. Si las ciudades decidieran hacer compras conjuntas, podrían reducir costos y aumentar sus demandas de nuevas tecnologías y soluciones y así fomentar el crecimiento de proveedores locales e impulsar, a la vez, la aplicación de normas ecológicas. América Latina cuenta con muchos ejemplos de iniciativas ecológicas, entre las cuales destaca el sistema de transporte urbano de Curitiba. La Ciudad de México tiene su Plan Verde que ha servido para reducir las emisiones de carbono de la ciudad en 6 millones de toneladas métricas (10%) desde el año 2008, a través de medidas como la renovación del transporte público y de los taxis de la ciudad por vehículos de bajo consumo y la reducción del contenido de azufre en la gasolina. 33 Para un análisis completo de la productividad energética y de la inversión que se necesita para capturar las oportunidades disponibles, véase Curbing global energy demand growth: The energy productivity opportunity, McKinsey Global Institute, mayo de 2007; y The case for investing in energy productivity, McKinsey Global Institute, febrero de 2008 (www.mckinsey.com/mgi). 41 42 Mejorar la eficiencia de la distribución urbana. Hoy en día, la distribución de mercancía en las ciudades de América Latina es ineficiente y contribuye considerablemente a la contaminación del aire. La infraestructura para trasladar y distribuir mercancías en las ciudades no aumentó a la par del crecimiento, un patrón común a todos los grandes centros urbanos del mundo. Nuestros análisis indican que existe la oportunidad de reducir el congestionamiento vehicular y las emisiones de CO2 de los vehículos de carga hasta un 30%, a un costo muy bajo mediante el aumento de la eficiencia operativa en la distribución de bienes y productos. Barcelona, Kuala Lumpur y Ámsterdam fueron pioneras en implantar la colaboración entre industrias para mejorar la efectividad de los sistemas de distribución urbana. En la mayoría de las ciudades, dos razones principales son las que hacen que la distribución urbana sea ineficiente. En primer lugar, aunque el transporte de bienes y productos solo representa 20% aproximadamente de los vehículos, se trata de un tipo de vehículos que circula a menor velocidad que el resto del tránsito. Crean “cuellos de botella ambulantes”, que contribuyen de manera desproporcionada al congestionamiento. En segundo lugar, nuestra experiencia indica que en las ciudades los vehículos de transporte de mercaderías usan, en promedio, solo el 40% de su capacidad. Tres factores explican esta baja utilización y los bajos volúmenes por punto de descarga: las empresas de transporte de carga cada vez tienen más presión para entregar los productos a tiempo en plazos muy exigentes, tienen que atender muchos puntos de reparto extendidos a lo largo y ancho de la ciudad, y tienen cada vez mayor volumen de entregas debido a la fragmentación de las cadenas de valor. Una manera de reducir la ineficiencia en este tipo de ambientes, es crear instalaciones de cross-docking en las afueras del área urbana. Los camiones pueden recoger su mercancía en ciertos puntos de las afueras de la ciudad, disponer de una empresa de logística que consolide los productos entrantes, de modo que los camiones puedan ingresar a la ciudad con las cargas completas y preferiblemente tener un solo punto de entrega o pocos puntos cercanos entre sí. Para crear y mantener un sistema como este, es necesario que la ciudad, las empresas minoristas y los proveedores de logística se asocien. Las investigaciones de McKinsey indican que para una ciudad con uno o dos millones de habitantes, la inversión inicial requerida para establecer este tipo de sistema sería de US$5 millones. Los cross-docking permitirían aumentar la velocidad promedio de circulación en las arterias clave en ocho kilómetros (cuatro millas) por hora. El Reino Unido, Bristol y el aeropuerto Heathrow, en Londres, ya cuentan con sistemas eficientes de cross-docking (véase el Recuadro 10, “Cross-docking en Bristol, Reino Unido”). Recuadro 10. Cross-docking en Bristol, Reino Unido Un esquema de cross-docking ha estado funcionando exitosamente en la ciudad de Bristol desde mayo de 2004. START (Short Term Actions to Reorganize Transport of Goods) es una alianza celebrada entre el Consejo Municipal de Bristol y la cadena de distribución DHL.1 Han creado un centro de consolidación para reducir el congestionamiento y la contaminación en el centro de la ciudad, lo que hace que las entregas sean más eficientes y que se reduzca el número de vehículos de carga que ingresan a la principal área comercial de la ciudad. Desde el inicio de START, más de 70 minoristas que participan en este esquema, han reducido el traslado de mercancía en casi 80%. Eso significa 8.967 menos viajes de los camiones, lo que equivale a 226.816 kilómetros, con su resultante reducción de 27 toneladas de emisiones de CO2, 870 kilogramos de NO2 y 25,9 kilogramos de PM10. Los minoristas también cuentan con el servicio de recolección de desechos y materiales de embalaje, lo que se ha traducido en la posibilidad de reciclar 17,1 toneladas de cartón y plástico. 1 Para mayor información consulte www.start-projetc.org. McKinsey Global Institute Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina 43 Hacer rentable el manejo de desechos. La mayoría de los sistemas de manejo de desechos en América Latina no son eficientes porque no incentivan a la gente a reducir la cantidad de basura ya sea cobrando por el peso o la cantidad de bolsas de basura que produce, y porque no manejan los desechos en forma sostenible. La mayor parte de la basura termina en vertederos, algunos de los cuales ya están llegando a su capacidad máxima. Resolver este problema no es tarea simple, aunque hay medidas que los gobiernos locales pueden adoptar para promover la reducción, reutilización y reciclaje de los desechos (véase el Recuadro 11, “Un sistema integral de manejo de desechos en Ciudad de México”). Recuadro 11. Un sistema integral de manejo de desechos en Ciudad de México El vertedero principal de Ciudad de México está alcanzando su capacidad máxima. La ciudad no solo está llegando al límite de capacidad, sino que además ha perdido unos US$300 millones por año debido a un ineficiente manejo de desechos. Hoy en día, la ciudad está ejecutando un nuevo programa integral para reducir la cantidad de desechos que se generan y para crear el máximo valor posible a partir de los residuos. El programa se llama las “5R” (Reducir, Reutilizar, Recolectar, Reciclar y Recuperar) y consta de 20 iniciativas comprendidas en estas cinco dimensiones (Gráfico 17). La ciudad medirá el progreso en términos de volumen, indicadores económicos y ambientales, y hará un seguimiento de los resultados. Si se implementa el programa en su totalidad, Ciudad de México podría reducir en 80% la cantidad de basura que envía al vertedero, extender su vida útil en 39 años y mejorar la gestión sostenible de la ciudad a largo plazo. Gráfico 17 Los programas del proyecto 5R comprenden una estrategia integral para reducir y extraer el máximo valor de los desechos Reducir 1 Reducir el peso de las botellas de polietileno tereftalato (PET) 2 Reducir el peso de los periódicos Reutilizar 3 Prohibir la producción y venta de bolsas de plástico comunes y fomentar el uso de bolsas reutilizables 4 Reutilizar el papel en las oficinas públicas como modelo a seguir 5 Promover la reutilización y el reciclado mediante programas educativos Recolectar Reciclar Recuperar 6 Automatizar el seguimiento y control de la recolección de desechos 12 Separar los desechos orgánicos e inorgánicos desde el punto de origen 15 Recuperar valor económico de los residuos orgánicos mediante el compostaje 7 Lograr la clasificación necesaria por medio de la recolección de residuos orgánicos a través de una empresa privada autónoma 13 Optimizar la eficiencia de las plantas de clasificación de residuos 16 14 Recuperar valor económico de los residuos inorgánicos a través de la recuperación de energía y la gasificación Crear un sistema para el depósito y Implementar reutilización o el 17 maquinarias y procesos reciclado de todas las adecuados para el botellas de plástico y funcionamiento eficiente vidrio de los vertederos 8 Separar todos los residuos desde el punto de origen 9 Planificar rutas de recolección centralizadas 10 Mejorar el sistema de recolección 11 Regular y controlar la eliminación de residuos de construcción 18 Reinyectar los lixiviados generados por los vertederos 19 Optimizar la utilización del terreno de los vertederos 20 Implementar mecanismos para capturar y utilizar el metano de los vertederos 44 CREAR UNA GESTIÓN DE GOBIERNO URBANO QUE SEA EFICIENTE, TRANSPARENTE Y CON SOLIDEZ FINANCIERA Gestionar una ciudad es algo muy complejo. Su funcionamiento cotidiano depende de un fuerte liderazgo, de una efectiva y sistemática planificación urbana para usar en la forma más razonable posible los recursos escasos, y de un sólido respaldo financiero. En esta sección, presentamos ideas sobre qué es lo que pueden hacer las ciudades de América Latina para mejorar estos aspectos de gestión urbana y convertirse en ciudades más efectivas. Planeamiento y coordinación a largo plazo. Muchas de las ciudades de América Latina no tienen un solo órgano de gobierno que sea responsable y rinda cuentas por los resultados. En lugar de ello, tienen una estructura de gestión fragmentada con responsabilidades dispersas entre varios niveles de gestión pública (municipal, estatal y federal) y entre las distintas autoridades que se encargan de los servicios especializados, como vivienda o transporte. La falta de coordinación entre estos organismos de gestión urbana exacerba la ineficiencia y mal uso de los recursos. Un modelo de planeamiento urbano integral que recompense el logro de objetivos, es el centro del nuevo enfoque que se está adoptando en América Latina. Río de Janeiro, por ejemplo, está aplicando un conjunto de incentivos tanto financieros como no financieros para el personal de la alcaldía a fin de lograr su objetivo que comprende 50 iniciativas en cuatro categorías: económica, política, social y ambiental (véase el Recuadro 12, "Río 2020”).34 Recuadro 12. Río 2020 El programa Río 2020, cuya ejecución se inició en 2010, se propuso la ambiciosa meta de convertir a Río de Janeiro en la ciudad más habitable y ecológica del planeta. El programa responde a una visión con objetivos concretos que incluyen, por ejemplo, transformarse en el segundo centro turístico más importante del Hemisferio Sur y en la sede de las multinacionales brasileñas más importantes. La ciudad aspira a desarrollar la educación pública con mejor calidad del país, lograr subsanar el máximo posible del déficit de viviendas, eliminar los barrios pobres, tener las emisiones más bajas de CO2, tratar el 80% del volumen de aguas residuales generado en la ciudad y tener la mayor cantidad de vegetación urbana en el mundo. El programa no solo ha definido los objetivos, especificando el detalle de los 50 proyectos más importantes, sino que además los ha priorizado y ha establecido nuevos protocolos para recompensar e incentivar a los funcionarios públicos, incluyendo un salario adicional por año para aquellos funcionarios públicos que logran sus objetivos. Con esta estrategia, la ciudad también realiza reuniones regulares mensuales, trimestrales y anuales para evaluar el progreso e ir adaptando las prioridades según sea necesario. También organiza un evento público anual de premiación con cobertura mediática total, para garantizar la transparencia y promover el compromiso e interés público por el proceso. 34 Para India, MGI recomendó una estructura de planificación en “cascada” en la que las grandes ciudades tengan planes detallados, integrales y ejecutables en 40 y 20 años a nivel metropolitano que sean vinculantes para los planes de desarrollo municipal. De especial importancia en la planificación, son el uso de la tierra y el Coeficiente de Ocupación del Suelo (Floor Area Ratio-FAR) que debe enfocarse en conectar el transporte público con la zonificación de viviendas accesibles para grupos de bajos ingresos. MGI llegó a la conclusión de que si se moderniza el sistema de planificación de esta manera, India podría ahorrar más de 6 millones de hectáreas de tierra posiblemente cultivable en los próximos 20 años. Véase India’s urban awakening: Building inclusive cities, sustaining economic growth, abril de 2010 (www.mckinsey.com/mg). McKinsey Global Institute Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina Gestión fiscal sostenible y responsable. La baja tasa de inversión general ha sido una barrera crónica que ha obstaculizado el crecimiento de la región y ha impuesto serias limitaciones a las ciudades. Las ciudades de América Latina necesitan invertir más para construir la infraestructura necesaria adelantándose a la demanda y no reaccionando a ella. Las principales fuentes de ingresos para financiar los proyectos de infraestructura son recaudar más impuestos sobre bienes inmuebles, fijar tarifas a usuarios de servicios financiados con fondos públicos y crear asociaciones públicoprivadas, que no solo movilizan capital del sector privado y público, sino que también se benefician con la experiencia en el uso eficiente de los recursos y la minimización de riesgos.35 Algunas ciudades de América Latina ya se están beneficiando del cobro de tarifas adecuadas a los usuarios de servicios públicos y de la exitosa cooperación públicoprivada. Medellín, por ejemplo, ha generado buenos flujos de financiamiento a través de su gestión efectiva de las empresas de servicios públicos, Empresas Públicas de Medellín (EPM) y UNE, cuyos ingresos dependen de las tarifas de los usuarios. Estas empresas han demostrado ser por lo menos tan eficientes como las empresas privadas en otras ciudades de Colombia y han comenzado a expandirse internacionalmente, lo cual le trae beneficios considerables a la economía local de Medellín. A pesar de ser una empresa de servicios públicos, el patrimonio de EPM se mantiene totalmente separado del patrimonio y fondos municipales, y su flujo de caja proviene exclusivamente de las tarifas que pagan los usuarios. Cuando el financiamiento público no es suficiente, la alianza público-privada puede ser una alternativa atractiva para financiar y emprender proyectos de infraestructura. En Santiago de Chile, y en ese país en general, se han formado varias asociaciones público-privadas para financiar inversiones en carreteras, aeropuertos, estadios e incluso en servicios de emergencia (véase el Recuadro 13, “El éxito de Chile en las empresas de mixtas”). 35 China ha hecho uso significativo de una fuente adicional de ingresos: la venta de tierras. Debido al sistema peculiar de tenencia de la tierra en China, las ciudades han podido vender tierras que compraron a precios muy económicos a inversores, un factor determinante de la industrialización y la expansión. Por cuanto las ciudades han usado la tierra como incentivo para los negocios, atrajeron, a su vez, a más trabajadores que buscaban nuevas empresas y fábricas. La venta de tierras permitió a las ciudades de China ser proactivas para financiar y construir infraestructura. Antes de que el Gobierno intensificara las normas que regulan la actividad, esta práctica representó aproximadamente (y de manera extraoficial) del 10% al 50% de los ingresos de los gobiernos locales. Sin duda, de no haber existido esta fuente de ingresos, la urbanización de China no habría sido tan rápida, aunque debemos tener en cuenta que este fenómeno, indiscutiblemente, produjo el agotamiento de las tierras cultivables, la extensión de asentamientos y tensiones sociales. Véase Preparing for China’s urban billion, McKinsey Global Institute, marzo de 2009 (www.mckinsey.com/mgi). 45 46 Recuadro 13. El éxito de Chile en las empresas mixtas La vía que conduce al aeropuerto internacional Arturo Merino Benítez de Santiago de Chile, se inauguró en septiembre de 1995, siendo la primera concesión con peajes en una ciudad de América Latina. La ciudad subcontrató el sistema de peajes en un tramo de 2,2 kilómetros de vías a un consorcio privado por un lapso de 12,5 años y a un costo de US$8,6 millones. Desde esa fecha, el Gobierno de Chile ha estado creando asociaciones público-privadas para la construcción de vialidad rural y urbana, cuatro aeropuertos nuevos, seis terminales nuevas, hospitales, la plaza pública de La Ciudadela, el estadio en parque O’Higgins y el Centro de Justicia de la ciudad. El mundo pudo enterarse de esta larga trayectoria de alianzas público-privadas en Chile tras el rescate de los 33 mineros atrapados en la mina San José, en Copiapó, en octubre de 2010. Para planificar el rescate, el Gobierno chileno contrató y trabajó en estrecha colaboración con varias empresas privadas. La empresa Layne Christensen, con sede en Kansas, suministró los taladros que permitieron ubicar a los mineros y excavar el túnel a través del cual el equipo realizó el rescate. La empresa sudafricana Murray & Roberts suministró un taladro de 40 toneladas. La empresa canadiense Precision Drilling Corporation cavó el pozo para el rescate. Center Rock y Schramm, ambas con sede en los Estados Unidos, diseñaron las cabezas de perforación y los martillos neumáticos utilizados en el rescate. La empresa británica Aramark trabajó con el Ministerio de Salud del Gobierno de Chile y expertos de la NASA para proporcionar una dieta especial y las vacunas requeridas por los mineros atrapados. La empresa estadounidense Zephyr Technologies suministró los sensores digitales y la tecnología inalámbrica para hacer seguimiento a la condición de salud de los mineros mientras permanecieron bajo tierra. Las fuerzas armadas chilenas diseñaron la cápsula que se utilizó para traer a los mineros a la superficie, y el Gobierno de Chile condujo la coordinación de todas estas iniciativas. McKinsey Global Institute Construyendo ciudades competitivas: La clave para el crecimiento en América Latina La gestión y capacidades de muchas de las grandes ciudades de América Latina son limitadas y estos centros urbanos están subutilizando su potencial económico y social. Sin embargo, en colaboración con el sector privado, los alcaldes pueden implementar una amplia gama de iniciativas que han demostrado ser exitosas tanto en escenarios urbanos de todas partes del mundo como en algunas ciudades de la región. 47 48 Bibliografía Andrade, Luis, y Andrés Cadena, “Colombia’s lesson in economic development,” McKinsey Quarterly, julio de 2010. ANP - Agência Nacional do Petróleo, Statistical Yearbook 2010. “Argentina lacks the energy to draw investment”, Financial Times, 3 de octubre de 2010. A.T. Kearney, The 2008 global cities index, 2008. 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Publicaciones relacionadas del McKinsey Global Institute Urban world: Mapping the economic power of cities (marzo de 2011) Se estima que para 2025, 600 ciudades, la lista “City 600”, generarán más del 60% del crecimiento global. Dentro de este grupo, las empresas deben adaptar su estrategia a fin de incluir también a las 577 “ciudades medianas” de rápido crecimiento que tienen poblaciones menores a 10 millones. Casi la mitad del crecimiento mundial entre 2007 y 2025 provendrá de 443 ciudades en las regiones emergentes a medida que el poder económico urbano se traslada hacia el sur y, más contundentemente, hacia el este. Las ciudades medianas en estas regiones contribuirán con 40% de todo el crecimiento mundial. Beyond austerity: A path to economic growth and renewal in Europe (octubre de 2010) Frente a la gran variedad de presiones para su crecimiento y finanzas públicas limitadas, Europa necesita una reforma estructural que le permita incluso alcanzar las tasas de crecimiento de PIB del pasado. Algunas zonas de Europa ya han comenzado sus reformas con un éxito observable. Si el resto de Europa copiara estas mejores prácticas, la región podría aumentar el PIB per cápita entre 4 y 11%, sin necesidad de efectuar recortes en los lapsos de vacaciones y licencias. Lions on the move: The progress and potential of African economies (junio de 2010) El crecimiento económico de África está creando nuevas e importantes oportunidades de negocios que no están tomando en cuenta las empresas globales. Las industrias que producen bienes y servicios para los consumidores, los recursos, la agricultura y la infraestructura en total podrían generar US$2,6 billones en ingresos anuales hacia el año 2020, es decir, US$1 billón más que en la actualidad. India’s urban awakening: Building inclusive cities, sustaining economic growth (abril de 2010) En India, la falta de políticas efectivas para administrar la rápida urbanización a gran escala podría poner en peligro la trayectoria de crecimiento de la nación. Si embargo, si el país adopta un nuevo modelo operativo para sus ciudades, podría aumentar el crecimiento anual de su PIB del 1% al 1,5%, y así acercar la economía al crecimiento de dos dígitos al que aspira el Gobierno. How to compete and grow: A sector guide to policy (marzo de 2010) A partir de estudios de caso sobre la industria en el mundo, el MGI analizó las políticas y regulaciones que fueron exitosas o que fracasaron en su intento por fomentar el crecimiento económico y la competitividad a nivel sectorial. Las conclusiones sorprenden por ser contrarias a lo que piensan muchos de los responsables de formular políticas públicas. Preparing for China’s urban billion (febrero de 2009) Al adoptar un camino de urbanización más concentrado y orientado por la acción para fomentar la productividad urbana, los líderes de políticas locales y nacionales de China podrían minimizar las presiones y maximizar los beneficios económicos de la expansión urbana. En sus dos secciones, este informe presenta un detalle de la escala, el ritmo y las implicaciones globales que la urbanización tiene a nivel sectorial y de las ciudades. www.mckinsey.com/mgi Se dispone de versiones en eBook de algunos de los informes de MGI en el sitio web de MGI, en Kindle de Amazon y en la tienda iBookstore de Apple. Descargue y escuche los podcasts de MGI en iTunes o en www.mckinsey.com/mgi/publications/multimedia/ McKinsey Global Institute Agosto de 2011 Copyright © McKinsey & Company www.mckinsey.com/mgi