EUROPA OCCIDENTAL EN LA ALTA EDAD MEDIA EL FEUDALISMO Durante los siglos V y VI surgieron diferentes reinos germánicos en el antiguo Imperio Romano de Occidente. En ellos, irá naciendo la organización política, social y económica que denominamos feudalismo. Los orígenes del feudalismo podemos encontrarlos en la costumbre germana de vincularse personalmente a un señor, en la sensación de inseguridad ante las invasiones normandas que obligó a los nobles propietarios y campesinos a buscar la protección de un señor poderoso, en el debilitamiento del poder real y en la ruralización de la sociedad que favorecía la creación de poderes autónomos El feudalismo tuvo especial desarrollo a partir del reinado de Carlomagno, que fue coronado emperador en el año 800: El sacro Imperio Romano Germánico intentaba recuperar la unidad de la Cristiandad. El Imperio se dividió en condados, con un noble o conde al frente de cada uno de ellos; las zonas fronterizas o marcas, fueron encomendadadas a hombres con prestigio en las guerras, los marqueses. Además, los reyes hacían donación de tierras (feudos) a los nobles a cambio de su fidelidad. Los señores feudales eran vasallos del rey y debía prestarle servicios, especialmente militares. Este sistema de vinculación entre señores y vasallos se convirtió en la base de la organización social y política de Europa durante la Alta Edad Media. Los campesinos se “encomendaban” a los señores: a cambio de protección pagaban una renta (en metálico o en especie) y estaban somentidos a otras prestaciones como las tallas, corveas y banalidades. La desintegración del Imperio de Carlomagno contribuyó a acelerar la implantación del feudalismo Una sociedad rural, estamental y jerarquizada El poder en la sociedad feudal se basaba en la posesión de la tierra, de grandes latifundios en los que el señor ejercía una autoridad total a través de la percepción de tributos, la posesión de derechos señoriales y la administración de justicia. La sociedad estaba compuesta de tres estamentos, cada uno con su función, sus derechos y obligaciones: la nobleza (bellatores), el clero (oratores) y el campesinado (laboratores). Nobleza y Clero eran los estamentos privilegiados. La Iglesia y la sociedad feudal El estamento eclesiático se incluyó en la organización feudal. Obispos y abades recibían de reyes y noblessus diócesis y abadías. La religión cristiana y el poder de la Iglesia son fundamentales para entender esta sociedad, su cultura y su arte. La Iglesia tenía un gran poder por dos motivos: el control del dogma y la doctrina cristiana católica y la acumulación de tierras y propiedades a través de donaciones. Los dominios de la Iglesia estaban organizados en parroquias: en las tierra de estas parroquias el clero cobraba un impuesto: el diezmo. Al mismo tiempo surgieron comunidades de monjes que se retiraban de la vida mundana y viviían dedicados a la oración y al trabajo . Así nacieron los monasterios, regidos por normas estrictas de relación y convivencia: son las órdenes religiosas (clero regular, como benedictinos, cartujos, agustinos...) Durante los primeros siglos de la Edad Media surgen las lenguas romances y el arte románico que se manifiesta en castillos, iglesias y monasterios. A partir del siglo XII, los reinos cristianos de Europa iniciarán una gran recuperación que se manifiesta en el aumento demográfico, los avances en la agricultura, la roturación de nuevas tierras, los avances técnicos, el renacer de las ciudades, la artesanía y el comercio, la aparición de la burguesía, el nacimiento de las universidades, la renovación de la vida religiosa y el surgimiento del arte gótico como símbolo del espledor de la Plena Edad Media