IMPORTANCIA DE LA RESPIRACIÓN POR QUÉ DEBEMOS RESPIRAR BIEN? La Respiración toma Consciencia La respiración es un mecanismo muy particular, puede ser automático o consciente. Cuando es automático sobrevives, continuas viviendo sin darte cuenta. Cuando la respiración pasa a ser consciente, te das cuenta de que estás vivo, presente, consciente. La respiración siempre ocurre en el presente, no en el pasado o el futuro. Y en el presente eterno está nuestra divinidad interior. Respirar en forma consciente en todo momento para estar más alerta de nosotros mismos, más conectados. El cuerpo necesita oxígeno para llevar a cabo sus funciones naturales, para pensar, para resolver problemas e incluso para relajarse. Cuando estamos estresados respiramos con rapidez. Tomamos aire en menor cantidad pero más deprisa y con menor profundidad. Seguimos tomando el oxígeno que necesitamos, pero de este modo, el organismo consume más energía de lo que haría normalmente. Pensemos en nuestro coche. Tiene mucho más sentido llenar el depósito en la gasolinera cercana a nuestra casa que conducir varios kilómetros hasta otra gasolinera que esté más lejos. El coche seguirá funcionando igual, pero la primera técnica es más sencilla y más rentable. La respiración funciona del mismo modo. Si podemos calmarnos ante una situación estresante respirando despacio y profundamente seremos más eficaces en cuanto al gasto energético de nuestro cuerpo y en cuanto al modo de consumir esa energía. Perdemos la Capacidad de Respirar Perdemos la capacidad de respirar con la que nacemos, y sólo utilizamos una pequeña parte de nuestro potencial. Esa capacidad la perdemos por varios motivos: -estrés -ansiedad -miedo -autoexigencia Una respiración deficiente o superficial también deteriora el organismo. Del mismo modo que nuestro ánimo y nuestros procesos mentales o psicológicos influyen en nuestro modo de respirar, la respiración influye en nuestro modo de estar en el mundo. El control de la respiración es una fuente de salud. En muchas disciplinas orientales se recoge esta influencia recíproca entre respiración y salud, y se trabaja con la respiración para lograr el máximo beneficio de los ejercicios. Sivananda, uno de los maestros de Yoga más conocidos en Occidente, decía: 'con la respiración yóguica el cuerpo se vuelve fuerte y sano; el exceso de grasa desaparece, el rostro resplandece, los ojos centellean y un encanto particular se desprende de toda la persona. Que és la Respiración La respiración es un puente entre lo físico, lo emocional y lo mental. Cuando se respira de forma profunda y completa, se puede conseguir un estado de gran relajación: -se elimina la tensión muscular -se aporta una mayor cantidad de oxígenos a la sangre y a los órganos -la mente se vuelve más clara y despejada Los procesos físicos, mentales y emocionales están imbricados con la respiración. Es imposible disociarlos, pero sí es posible aprender a controlar la respiración para controlar nuestra salud. La respiración nos mantiene minuto a minuto. Es una fuente de vida más importante que el alimento o el agua. Los pulmones son los órganos más largos del cuerpo humano. Nuestro sistema respiratorio: -nos proporciona oxígeno -elimina el bióxido de carbono del cuerpo -regula el ph corporal La mayoría de nosotros utilizamos sólo una décima parte de nuestra capacidad respiratoria. Si no expandimos los pulmones a su máxima capacidad, las pequeñas cavidades de aire que hay entre ellos no pueden limpiar su capa de mucosidad adecuadamente. El resultado es menos oxígeno para el cuerpo, y una intoxicación constante que conduce a una menor resistencia ante los avatares que se nos presentan. Aprende de nuevo a respirar. Si observas la respiración de un bebé, verás que su abdomen sube y baja con cada respiración. Con el tiempo vamos perdiendo esa forma profunda de respirar, y nos limitamos a llenar superficialmente nuestros pulmones. Si te observas, verás que no utilizas el abdomen para respirar, sólo hinchas levemente la parte alta del tórax. Como Respirar Conscientemente Para respirar de modo consciente es necesario entender los procesos fisiológicos de la respiración. Consideraremos los movimientos respiratorios en tres fases: 1) La primera fase consiste en la coordinación entre el diafragma y la musculatura abdominal. Se produce al principio de la inhalación y al final de la exhalación. -La dilatación de los pulmones permite inspirar aire. Al inhalar la musculatura abdominal se relaja y el abdomen se abomba hacia delante. De esta manera, los órganos de la cavidad abdominal (el hígado, el estómago, los intestinos) ceden volumen al diafragma. -Al exhalar, se relaja el diafragma, la musculatura abdominal se contrae y la presión de los órganos abdominales sobre el diafragma obliga a expulsar el aire. 2) La segunda fase actúa sobre la caja torácica. -Al inhalar ésta se ensancha por acción de la musculatura intercostal. Las costillas se levantan y se abren un poco hacia los lados. De esta manera el volumen del tórax aumenta y fuerza la introducción de aire en los pulmones. -Al exhalar se expulsa el aire viciado. Otros grupos de músculos intercostales, situados en la parte interior de la caja torácica, comprimen las costillas hacia dentro y hacia abajo lo que hace disminuir la capacidad del tórax y por tanto provoca la expulsión del aire. 3) En la tercera y última fase intervienen otros grupos musculares de la cabeza, el cuello y la cintura escapular. -Al inhalar éstos se contraen y levantan las costillas de la parte superior del tórax, así como el esternón. -Al exhalar, se relajan y colaboran a la disminución del volumen torácico. Una buena respiración empieza por el control del diafragma y de los músculos respiratorios para absorber mayor cantidad de aire con menos esfuerzo. Las personas que respiran mal, de una manera incompleta, fuerzan en exceso estos músculos respiratorios superiores. Es como si el aire se quedara a medio camino. En el siguiente capítulo te enseñamos cómo practicar esta respiración lenta y profunda. Haz una espiración completa. La mayoría de las personas no vacían los pulmones por completo al exhalar, quedando cierto volumen de aire viciado en los pulmones. Una espiración completa produce automáticamente una buena ventilación al inhalar. Ayúdate del abdomen para vaciar los pulmones. Espira lenta y relajadamente. Cuando llegues al límite de una espiración cómoda, ayúdate de los músculos abdominales para forzar, por medio de la contracción, la salida de más cantidad de aire. La espiración debe ser lenta y frenada, pero sin ser intermitente. Inspira y espira siempre por la nariz. La nariz caldea, filtra y humedece el aire. Si se respira por la boca, se puede provocar hiperventilación. Mantén una postura correcta y erguida. Al practicar siéntate en el suelo o en una silla, pero con la espalda recta. Si te sientas con el busto doblado, el vientre no puede levantarse y la caja torácica pierde movilidad. A medida que el estres aumenta en nuestras actividades la respiracion se va haciendo cada vez mas corta y mas rapida, es decir, tendemos a inhalar menos oxigeno a medida que nos agitamos mas. Esto ocasiona que nuestro organismo se canse debido a que circula por la sangre poca cantidad de oxigeno y mayor cantidad de anhidrido carbonico. El cansancio corporal ocasiona que los musculos que sostienen la columna vertebral cedan y por el peso de nuestro cuerpo la espalda tienda a encorvarse presionando asi a los pulmones y los organos internos. Por su parte, el cerebro, al no recibir las cantidades adecuadas de oxigeno empieza a reducir su rendimiento y esto origina somnolencia. El diafragma, al no trabajar adecuadamente, hace poco esfuerzo y pierde tonicidad, contribuyendo asi con la reduccion de la capacidad pulmonar. La respiración es la primera acción que realizamos al nacer, y lo último que hacemos antes de morir. La respiración es el mecanismo con el que realizamos el intercambio de gases con el exterior para el mantenimiento de la vida. Para vivir necesitamos ingerir periódicamente líquidos y alimentos sólidos, para construir nuestro cuerpo y regenerar los tejidos que se van deteriorando. Pero la respiración es una alimentación que tenemos que mantener constante en todo momento, para poder seguir vivos. Podemos vivir unos cincuenta días sin comer y no más de dos o tres sin beber, pero sin respirar podemos morir en unos cinco minutos. Los datos son simbólicos y aproximados para comparar, pero no se pueden tomar como referencia. Como actividad esencial para la vida, tiene un control involuntario, para que no nos olvidemos de realizarla (como la contracción cardíaca, la digestión, etc) porque pondríamos en peligro nuestra supervivencia. Pero a diferencia de las otras actividades involuntarias, podemos llegar a influir en la manera de realizarla de acuerdo a nuestra voluntad. Si queremos, podemos cambiar el ritmo y el tipo de respiración que realizamos. Por otro lado, nuestras emociones también alteran el ritmo de nuestra respiración (por ejemplo, como colapsamos la respiración cuando nos dan un susto). RESPIRAR ES UNA FUNCION VITAL Y AUTOMÁTICA QUE NUESTRO ORGANISMO REALIZA UNAS 21.000 VECES A LO LARGO DEL DIA. HAY MUCHAS FORMAS DE RESPIRAR, CONOCERLAS Y PRACTICARLAS NOS AYUDARÁ A RELAJARNOS. LAS VIRTUDES DEL AIRE Cuando respiramos no sólo oxigenamos la sangre, logrando así el correcto funcionamiento cerebral. Respirar bien nos permite: Tonificar y revitalizar todo el organismo. Relajar el cuerpo y la mente. Establecer parámetros de control sobre estados de ansiedad. Mejorar cuantitativamente las capacidades de estudio. Facilitar la creación de pensamientos armónicos y positivos. Lograr el aumento de la creatividad y de la imaginación. La superación de dolencias y enfermedades de los sistemas respiratorio, circulatorio, digestivo y nervioso. TEÓRICAMENTE TODOS SABEMOS RESPIRAR. De hecho, al tratarse de un proceso automatizado que iniciamos al nacer, no le prestamos demasiada importancia. Sin embargo de una buena respiración o, mejor dicho, del correcto ritmo respiratorio depende buena parte de nuestra salud tanto física como psíquica. Una correcta respiración puede convertirse en la mejor de las medicinas. Veamos, por ejemplo, que favorece la circulación y oxigenación de la sangre, pero también nos ayuda a mejorar las funciones digestivas. Respirar bien implica recargar de energía todos los centros nerviosos, significa también poder conseguir una buena elasticidad de los músculos con el consiguiente beneficio de salud. Yendo un poco más lejos, vemos que la respiración correcta, pausada y armónica, esto es, controlada, nos ayudará a dominar los estados emocionales adversos o negativos, facilitándonos en definitiva un correcto equilibrio tanto físico como mental, e incluso, espiritual. SABER RESPIRAR Si bien en determinadas metodologías de respiración se aconseja inhalar por la nariz y exhalar por la boca, lo más recomendable para alcanzar un estado óptimo de relajación, salvo que tengamos algún problema en nuestro órgano olfativo, es practicar respiración nasal. Cuando respiramos por la nariz, estamos filtrando el aire de cualquier impureza incluso de microbios, al tiempo que llega a los pulmones más caliente que cuando respiramos por la boca. Un correcto mantenimiento de la forma de respirar siempre pasará por acompañar la acción con un poco de imaginación. Debemos ver y sentir el aire, para ello nos concentraremos en los orificios de la nariz. Un segundo punto, ya más avanzado, será imaginar que dicha corriente de aire pasa a nuestro interior y llega a los pulmones. Podemos imaginar cómo éstos se ensanchan al recibir el aire y cómo después lo dejan salir hasta llegar de nuevo a la nariz. RESPIRACIÓN DE LOS CUATRO TIEMPOS Conocida bajo el nombre de Pranayama, es una de las metodologías de respiración más equilibradas. Resulta ideal para la relajación tanto física como psíquica. Para llevar a cabo este sistema de respiración, cada persona debe marcar los segundos que empleará en cada uno de los tiempos dado que no todos tenemos la misma capacidad pulmonar. El ritmo que nos marca este sistema de respiración es: 1-4-2-4. Dicho de otro modo, si los tiempos fueran segundos, inspiraríamos durante 1 y retendríamos el aire durante 4 segundos. Lo expulsaríamos en 2 segundos y permaneceríamos sin tomar aire otros cuatro. Tomando esta base de trabajo podemos efectuar las modificaciones de tiempo que consideremos necesarias teniendo en cuenta nuestra capacidad pulmonar. Paso a paso Cerraremos los ojos y nos concentraremos en toda la cabeza, centrando la atención en las fosas nasales. Tomaremos aire (fase Puraka) con suavidad, sintiendo el cambio de temperatura en las fosas nasales. Retendremos (fase Kunbhaka), siendo conscientes que el aire es energía que nos da paz y serenidad. Espiraremos (fase Rechaka). Podemos desarrollar esta fase de forma pasiva, esto es, dejando que el aire salga libremente, o empujándolo. Al sacar el aire, debemos ser conscientes de que con él eliminamos tensión. Permaneceremos sin respirar (fase Kumbhaka Eterno). Esta fase es muy importante ya que es cuando debemos concentrarnos con mucha fuerza en lo que estamos haciendo o deseamos lograr. Por ejemplo, aprovecharemos el tiempo que estamos sin respirar para pensar "me estoy relajando". Este tipo de respiración está especialmente indicado como sistema de entrenamiento. Deberíamos destinar cada día al menos cinco minutos a respirar de esta forma. Es muy aconsejable cuando estamos en una reunión tensa o antes de ir a dormir. Por supuesto, emplearemos esta respiración en la meditación cuando practiquemos sesiones de yoga.