ACTAS DE LAS XXV REUNIONES FILOSOFICAS DE LA UNIVERSIDADDE NAVARRA EL HOMBRE: INMANENCIA Y TRASCENDENCIA VolumenI Edtci6n a cargode Rafael Alvira Dominguez conla colabrnaci6nde Alejo Jos€G. Sison Serviciode Publicaciones de la Universidadde Navarra,S.A. PAMPLONA.1991 ARS IMITATUR NATURAM: UN ASPECTO DESCUIDADO DE LA DOCTRINA DE SANTO TOMAS SOBRE LA LEY NATURAL Stephen L. BROCK 'I En el comienzodel Proemiumdel Comentariode Santo Tomds a la Polfticade Arist6teles,se conriene una llamativa explicaci6nacercade los origenesdel entendimientoprdctico en el intelecro humano. Aunque pueda resultar un tanto extenso, vale la pena reproducir el texto en forma fntegra, con el fin de desarrollarla discusi6nsobrebasesadecuadas. "Como enseflael Fil6sofo en el Libro Segundo de la Ffsica,el arte imita a la naruraleia.La raz6n estd en que la posici6n que guardanentre sf los principios, se mantiene proporcionalmenteentre sus operacionesy efectos.Mas el principio de aquellascosasque se hacen segrinel arte es el intelecto humano, el que se deriva, segtinalgunasemejanza, del intelectodivino, que es, a su vez, principio de las cosasnaturales.De donde es necesario que las operacionesdel arte imiten las de la naturaleza,y eue, lo que es seg(n el operaciones arte, imite lo que estd en la naturaleza.Porque si el maesrro de algdn arre ejecutara su obra, seriale menesteral discfpulo,que de €l tal arte aprendiera, considerarla obra de aqu61,para que asimismoobre a su semejanza.Por lo tanto, el intelecto humano, cuya 384 STEPHENL. BROCK luz inteligible se deriva deI intelecto divino, debe ser informado en sus obras, por la contemplaci6n de las obrasnaturales,para que obre semejantemente.De aqu( sale lo que el Fildsofodice, a saber,que si el arte hiciera lo que es de la naturaleza,obrar(asemejantementea la naturaleza;y que si la naturalezahiciera lo que es del arte, haria de modo semejanteal arte"1. Poco despudsen el Proemiwn,Santo Tomds aclara que aqui estd usandoel tdrmino 'arte' en su sentido mds amplio. Se vale de 6l para abarcar todo conocimiento de cosas realizadaspor el hombre; es decir, no sdlo el conocimiento t6cnico o productivo -el arte en sentido esrricto- sino tambidn e[ conocimiento pri{ctico o moral. De ahi que para aquellosque estdn familiarizadoscon el Tratado de la Ley de la Summa theologioe,el pasaje citado les serd un buen recordatorio de la doctrina tomista sobre la ley natural. Dicha ley no consiste en otra cosa que en los primeros principiosde la raz6nprdctica(l-ll, 94, 2c). De acuerdocon el esosprincipios reciben tratamiento de la Summa theologiae, 'ley natural' en tanro que se enrienden como el nombre de p a r t i c i p a c i 6 n a t u r a le n l a l e y e t e r n a( l - 1 1 , 9 1 ,2 c ) . Y l a una raz6n por la cual el hombre goza naturalmente de esa participaci6n,es que la luz natural de su inteligencia"no es otra cosaque una impresi6nde luz divina" (l-ll, 91, 2c); es una "imagenpropiade la ley eternarr(l-ll, 19, 4 ad l*). Esta comunicaci6nbusca sugerir que el principio "el arte imita a la naturaleza"merece mayor atencidn que [a que generalmenterecibe en las discusionescontempordneas sobre la doctrina tomista de la ley naturalz. Al respecrose hardn tres propuesras:en primer lugar, que, de acuerdocon t/. ,l] f t b' Y,i 'g: ri tl ,l. i[ a. i; s 'I .!t ii i J L j, l. S A N T O T O M A S D E A Q U I N O , C o m e n t a r i o sa P o l ( t i c a d e Arist6teles, trad. B.R. Magnasco,Vives (Par(s),pdg. lj. 2. Se debe norar que el Comentario ala Polftica fue escrito durante el mismo periodo en que Santo Tom6s compuso la Secundo pors d e l a S u m m a t h e o l o g i o eV. € a s e J A M E S \ y E I S H E I P L , F r i a r T h o m a s d'Aquitw, Doubleday& Co. (Garden Ciry 1974),pdgs.361, 380-381. LEYNATURAL 385 DCTRINATOMISTASOBRELA ANSMITATURNATURAM,,. la teoria general del entendimiento humano mantenida por el Aquinate, las cosasfisicasdeben ser, y son, capacesde proporcionaral intelecto el material en el que primeramente capta los principios de la verdad prdctica; en segundo t€rmino, que Tomdsno concibeestadependenciadel intelecto prdctico respectode la naturalezacomo si 6sta fuesela regla primariade la acci6n humanaiy, por fltimo, que la idea de que la raz6nprdctica imita a la naturalezaes un elemento fundamental en la concepci6n de ley natural que Tomds de Aquino expone en la Summa rheologlae. La proposici6n de que la primera captacidn de los principios de la *verdad prdctica, por parte del intelecto humano, se da enoejemplosprovistospor las cosasnaturales, pareceseguirsedirectamentedel principio general de que todo conocimiento humano se origina en la experiencia sensible.Asi, al comentar el pasaje de la Fisica donde Arist6telesdice que el arte imita a la naturaleza,Tomds seflalaque: "la raz6n para esto (...) es que el principio de la actividad del arte es la cognici6n; pero toda nuestra cognici6n es recibida a trav6sde los sentidosa partir de las cosasnaturalesy seruibles;y de ahi que cuando se trata del arte, operamos a semejanzade las cosas n a t u r a l e s3" . El inrelecto prdctico no estdexenro de la condici6n que gobiernaal intelecto en general.No pertenecea una potencia del alma distinta de aquellaa la que pertencceel intelecto (1, ?9, I 1c). especulativo Se da por supuestoque, tal como Santo Tomds ensefra en muchos lugares,incluido el proemiumal Comentaio a Ia Polttica, las cosasnaturaless6lo son obleto del intelecto especulativo.No son materia del intelecto prdctico, porque tr fl fi S. THOMAS AQUINATIS,In 8 libros Physicorumcomnment^ona, 3. L. II, lec. lV, nq 6, in Opera omnio, iussu impensaqueLeonis XIII P.M. edita, Romae (ex rypographiapolyglotta l8B'l) t. II, prig. 65b. flk: ;, i t t:, 1r ?r t: i-r ti ii; T $ s F v. h * f; s; v u s t; 386 STEPHENL. BROCK 6ste es el inrelecto en cuanto que realizao efecttiala acci6n ( 1 , 7 9 ,l l c ; I l - 1 1 , 8 3 ,l c ) , y l a s t i n i c a sa c c i o n e sq u e t o m a n s u por 614, principio del intelectohumano,o que son comandadas (l-ll, 5c). La humana son las accionesvoluntarias mente 93, no es fuente directa de principiosfisicos5.Respectode ellos la inteligencias6lo puedeaprehendery juzgarsu verdad,que es el fin propio de! intelectoespeculativo. Pero decir esto de ningrin modo significa afirmar que en la consideraci6nde una cosa natural por parte de la mente humana,no haya lugar para lo que Tomds de Aquino llama "un cierto juicio prdctico",un juicio acercade "si eso d e b es e r a s i o n o d e b es e r a s i " ( l - l l , 9 3 , 7 c a d 3 ^ . c f t . 1 , 7 9 , 13c). Esta clasede juicio no requiereque el que juzga tenga gobierno o comandosobrela cosajuzgada.Lo que exige es s6lo entender los tdrminos y principios en los cualesestd basado el iuicio, o sea, las medidasde los actos debidos de la cosa juzgada.Pero los principios activos naturalesde una cosa ya constituyen tales medidas.La acci6n de la cosa se puede j u z g a rc o m o " r e c t a " o " p e c a m i n o s a("l - l l , 2 1 , l c ) p r e c i s a mente en cuanto estd de acuerdocon esosprincipios o en contra de ellos. Es por eso que Sanro Tomds puededecir que " s i e l a r t e h i c i e r a l o q u e e s d e l a n a t u r a l e z a ,o b r a r ( a semejanrementea la naturaleza".Aunque la raz6n no puede hacer lo que hace la naturaleza,puede juzgar que lo que la naturalezahace, lo hace bien, y que lo que se hace en contra de la naturalezaestd mal. * Sobre imperiam como el acto propio de la raz6n prdctica, vdase 4. I1-ll, 47,8c. Mandar es infundir un principio intrinsecode acci6n en la ; s ' i m p r i m i r ' u n c i e r t o o r d e n h a c i a l a a c c i 6 n ,o d a r u n c o s am a n d a d ae c i e r t o ' i m p e t u " :l - l l , 1 ? , 1 c & 2 a d 3 m . 5. A lo mds, la mente humana puede causar principios fisicos indirectamente, en cuanto gobierna los actos corp6reos del hombre mismo, por los cuales puede proveer las condicionesbajo las cuales se genera una cosa ftsica. La mente de Dios es la rinica que puede infundir un principio intrfnseco de acci6n en una cosa fisica, a trav€s de producir s u m a r c r i ay f o r m a .V 6 a s eI , 1 0 3 , I a d 3 m . I - 1 1 , 9 3 , 5 . fI '1& ,ir. ARS IMITATUR NATURAM... DOCTRINA TOMISTA SOBRELA LEYNATURAL 38? La proposici6n de que la razdn prdctica imita a la naturaleza,entonces,parece significar simplementeque el hombre tiene que adquirir el entendimientode los principios prdcticosantesde que puedacolocarsu entendimientoen uso prdctico,y que su primer entendimientode esosprincipios ocurre en su experiencianatural de las cosasf(sicassensibles y con respectoa ella. "Los actoshumanos",dice Santo Tomds, "se puedenregularseg(n la regla de la raz6n humana, que se toma de las cosas creadasque el hombre naturalmente (l-ll, 74, ?c). aprehende" Quizd pueda darse una breve indicaci6n del cardcter natural de *Sste proceso,mediante una consideraci6nmds atenta del frincipio de que todo conocimiento humano toma su origen de las cosassensibles.Santo Tomds expresaeste principio de otro modo, diciendo que el objeto propio del entendimiento humano es la quidditcs o naturalezaque existe en la materia corp6rea(1, 84, 7c). Cabe seflalarque la naturalezade cada cosaestddeterminadapor su forma (1, 5, 5c). Pero,en la visi6n del Aquinate, la forma no es s6lo una determinante del ser actual de una cosa; es tambidn un principio de orden hacia una mayor actualidado perfecci6n (1, 5, 5c). La forma es aquellopor lo cual su sujetose puede juzgarcomo completo o incompleto, y por eso,es la medida de l o q u e e l s u j e t on e c e s i t ao l e e s d e b i d o( 1 , 2 1 , l a d 3 - ) . Ademds, la noci6n de lo bueno, que constituye la fundaci6n de la raz6n prdctica, no es otra cosa que la noci6n de la perfecci6ndebidao conveniente,consideradacomo un objeto del apetito, esto es, como un tdrmino adecuadoo intrinsecamenteposiblede la inclinaci6n y movimiento del sujeto (1, 5, 1c). En consecuencia,"la bondad de cada cosaconsisteen esto: que estd convenientementedispuestasegrinel modo de s u n a t u r a l e z a("l - l l , 7 1 , l c ) 6 . Appecilus nihil aliud est quam qutedom inclirwtio oppetentis in 6. aliquid. Nihil autem incliwtur nisi in aliquid simile et conveniens (l-ll, 8 , 1 ) . E l p r i n c i p i o d e l a s e m e j a n zeas l a f o r m a ( 1 , 4 , 3 ) . 388 STEPHENL. BROCK Ahora, la menre humana aprehendela forma de una cosa natural precisamentea travds de la experiencia de sus (1, 13, 8c; l, 8?, 1c). Mediante actosy movimientossensibles la ordenaci6n d e l a m e n t ed i v i n a ( 1 , 2 , 3q u i n t av i a ; 1 , 5 9 ,l c ; I , 1 0 3 , l c ; l - l l 1 , 7 c ) , l a f o r m a c o n s t i t u y ee l p r i m e r p r i n c i p i o intrfnsecodel movimiento de la cosa;y en consecuencia,su movimiento espontdneogeneralmentetiende en direcci6n a 1o que necesita,a la perfecci6n que le es proporcionadade acuerdocon su formaT.Por tanto, al observarel movimiento natural, el intelecto estd naturalmente movido a considerar una cosa en relaci6n a su perfecci6n adecuada.Desde esta comparaci6nsu perfeccidn es naturalmente vista precisamente como perfecci6nsuya,esto es, como lo que necesitao le es debido(1,5,1ad 1m; I, 71, I ad 3m)' y de ahr tambidncomo lo que debe buscar,su bien, la medida y causade su inclinaci6n y movimiento. En otras palabras,el entendimientode la naturalezade una cosay el entendimientode su fin propio siemprevan conjuntos;casi se podr(a decir que uno capta lo que es la cosa en cuanto capta lo que ella intrinsecamente debe ser y debe hacerS. Ademds, como las cosas f(sicas comfnmente experimentadasactfan en variados modos aptos para conseguirdiversosbienes particulares,el intelecto tambi€n estd provisto naturalmentecon el material en el cual se captan varias clasesespecificasde bien y diversas formasde acci6n. As(, tal como Santo Tomds la concibe, la experienciade la actividad fisica naturalmente lleva a la mente a entender las nociones primarias en las cuales se basa la raz6n prdctica. Al mismo tiempo, al decir que las .,atu}"ler", de las cosasmaterialesson los objetospropiosdel intelecto humano, 7 . V € . a s eI , 5 , 5 c ; a d f o r m a m ( . . . ) c o . s e q u i t u ri n c l i n a t i o a d f i n e m , vel ad actionem, aut ad aliquid huiusmodi;quia unumquodque,inquanrum est actu, agit, et tendit in id quod sibi convenit secundum suam formam. 8. I , 1 0 3 , 2 c : c u m f i n i s r e s p o n d e apt r i n c i p i o , n o n p o t e s t f i e r i u t , principio cognito, quid sit rerum finis ignoretur. AXS IMITATUR NATURAM... DOCTRINA TOMISTA SOBREII. LEYNATURAL 389 Santo Tomds no intenta restringir el entendimiento a lo que es peculiar de esasnaturalezas.Esto se excluye por el propio hecho de que la mente humana estden potencia respectode las formas de toda clasede cuerpo natural (1,75,2c). Bte hecho implica que el intelecto es una potencia absolutamente inmaterial (Ibidem). A travds de su modo completamente inmaterialde recibir una similitud de la naturalezade una cosa corp6rea,es capazde aprehenderlaprecisamentecomo r e l a v e r d a dd e e l l a ( 1 , 1 6 , 2 c ; 1 , 8 4 , 6a d 1 * ) . s e ry d e j u z g a d Estas nociones -ser, verdad- son los primeros objetos formales del intelecto humanog,a los cualesestd naturalmente i n c l i n a d oa r e f e r i rt o d o ss u sj u i c i o s( 1 , 1 6 , 6 a d l m ) . E l g r a d o de luz intelipible aportadonaturalmentea la mente humana es demasiadodgbil para producir estosobjetos inteligiblessin una preparaci6nprevia del material en el cual los concibe, una preparaci6nproporcionadapor los sentidos(1, 76, 5c). De ah( que cualquier cosa que comprenda el hombre, la com' prende,de algunamanera,en tdrminosde o por comparaci6n (1, 17,4c; I, 84, 7c & ad 3*; I, 88, 2c). con las cosassensibles Pero incluso en cuanto originalmente concebidos, los p-rimerosinteligiblestienen una extensi6n que excede las formas particulares de su realizaci6n a las cuales estiin l i g a d a sl a s c o s a sf f s i c a ss e n s i b l e s( c f r . I , 8 7 , 3 a d l m ) . D e hecho ellos tienden intrinsecamentea dirigir la visi6n de la mente mds all6 de esasformas(l-ll 3, 6c). Constituyenlo que el Aquinare llama "efectospropiosde la causamds alra" de todas las cosaso, en otras palabras,un "espejo"de la verdad p r i m e r ae i n c r e a d a( 1 , 1 6 , 6 a d 1 * ) . H a y q u e d e c i r a l g o parecidoacercade la noci6n del bien, lo que se convierte con el ser (1,5,lc & 3c) y que consrituyeel primer obleto formal d e l i n t e l e c t op r d c t i c o( 1 , 7 9 , l l a d 2 m , I - l l , 9 4 , 7 c ) . A s i , Santo Tomds dice que "la naturalezaracional, que conoce la raz6nuniversaldel bien y del ser, tiene un orden immediato al principiouniversaldel ser"(ll-ll, 2, n 3c; cfr. I-ll, 9, 6c). 9 . V 6 a s e1 , 5 , 2 c ;I , ' 1 9 , 7 c ; 1 , 7 9 , 9a d 3 m ; I , 8 2 , 4 a d 1 m ; l - l l , 2 , 8 c ; l-ll 3, 7c;7c;l-ll 9, lc. *&*. 390 STEPHENL. BROCK En particular, [a noci6n del bien provee al intelecto de perspectiva desde la cual no s6lo puede entender las una cosasnaturalesy evaluarsus acciones,sino tambi6n iniciar o dirigir nuevas accionessuyas,accionesde una variedad p o t e n c i a l m e n t ei n f i n i t a ( 1 , 7 6 , 5 a d 4 m & I , 8 2 , 5 c ) . Seguramentees esto lo que Santo Tomds entiende al traer aqui la comparaci6ncon el disc(puloque estudiala obra de su maestro.Lo que el discipulo aprende es mds que la mera forma dada la obra del maestro. Si eso fuese todo lo que aprende,entonces 6l estarfa capacitadopara seguir exactamente los mismos peldaflos y realizar exactamente la misma forma; y esto s6lo si se le entregan los mismos materiales y los mismos instrumentos para trabajar. En realidad, lo que 6l aprendeson ciertas reglasmds generales. Quizri 6l no estd suficientemente preparado para concebir esasreglassin una previa consideraci6nde algunosejemplos de su aplicaci6n (Cfr. I, 89, 1c). Pero una vez captadas,ellas le permiten juzgarel ejemplo mismo como algo bien acabado, y procedera la tarea propiamenteprdcticade perfeccionarlas cosaspuestasa disposici6nsuya, por medio de la aplicaci6n anal6gica o proporcional de esasreglas.La suya no es una imitaci6n servil de la obra de su maestro. Es mds una imiraci6n de la mente de su maestroque de su operaci6n exteriorl0.Es una cierta participaci6nen la maestr(a. D e a c u e r d o c o n e s t a i n t e r p r e t a c i 6 n ,e n t o n c e s , l a doctrina de la imitaci6n de la naturalezano implica que la naturalezacreadaen cuanto tal es la prima regla de la raz6n prdctica. Su primera regla no es otra cosa que la primera causade tal naturaleza:la verdad primera e ificreadao, en la ley eterna(l-ll, 93, 7; l-ll,7l, Z ad 4m). Por otraspalabras, supuesto,el propio hecho de que la raz6n no es prdctica con respectoa la naturalezamisma, significa que las primarias y mds intr(nsecas formas de todos los seres -incluidos aquellosque la raz6nprdcticase ocupa de perfeccionar-y asf 10. Vdase ll-ll, 130, lcl cum ea quae sunt secundumnaturam sint ordinata ratione divina, quam humana ratio debet imimri (...). ARS IMITATUR NATURAM... DOCTRINA TOMTSTASOBRETA LEYNATURAL 391 los criterios mds fundamentalesde su bien, son cosasque eila debesimplementedar por sentadas(ll-11,47,l5c; II-ll, 154, 12c). Pero incluso entonces,la raz6nno siguea la naturaleza de forma a-critica, o por el mero hecho de ser naturaleza. Mds bien ella da prioridad a la naturalezasobrela basede un juicio, hecho desdeuna perspectivamds alta y universal:la perspectivadel ser y el bien, considerados sin calificaci6n.B desde la propia noci6n del bien en comdn que surge la necesidadde dar prioridada la naturaleza(Cfr. I-ll, 10, lc & 1,87,7c). La cosaprincipal que se da a la raz6nprdctica para ser perfeccionadaes, por supuesto,el hombre mismo. Esto es evidente de$deel hecho de que las inclinacionesdominantes en el hombre, aquellasde su voluntad, se forman precisamente a travds de su propio entendimiento de su bien conveniente(l-ll, 9, 1c & ad 2*). Estaconsideraci6nservird para introducir las afirmacionesconclusivas,que se refieren al lugar de la doctrina de la imitaci6n de la naturalezaen la c o n c e p c i 6 n d e l a l e y n a t u r a l e x p u e s t ae n l a S u m m a Theologiae. Como es bien sabido,Tomds de Aquino seflala con frecuencia una correspondenciaentre los preceptosde ley natural y las inclinacionesnaturalesdel hombre (e.g. I-ll, 94,2c). A la vez, los preceptosde la ley natural constituyen lo que dl llama las semillasde las virtudes moralesll. Por tanto, no debe sorprendernosel encontrar que en la Secunda Secundae6l establecefrecuentementela exisrencia de una determinada virtud o vicio refiridndosea la inclinaci6n natural o al preceptode la ley natural correspondientelz. "Las virtudes"' dice, "nos perfeccionanpara seguir,en una m a n e r a a d e c u a d a ,n u e s t r a s i n c l i n a c i o n e s n a t u r a l e s , l a s cualespertenecenal derechonaturalrr(ll-ll, 108, 2c). 1 1 . I - l l , 5 l , l c ; I - l l 6 3 ,1 c .C f r .I I - 1 1 , 4 ? , 6&c a d 1 m ;I I - l l 4 7 , 7 c . 12. V6aseII-ll 64,5c;85, lc; 104,lc & 4c; 108,2c; 130,lc; 133,lc; 154,7c;154,12c. ***, 392 STEPTIEN L. BROCK Especialinterds tiene aquf el mdtodo que 6l adopta frecuentementepara demostrar la existencia de una inclinaci6n natural,o un preceptode la ley natural, con el fin de esrableceruna determinadavirtud o vicio. Estem6todo consiste en apelar a una inclinaci6n o un orden correspondiente que rrniversalmentese encuentra en las cosas fisicasl3."La inclinaci6n en aquellascosasque carecende la r a z 6 n " , d i c e , " d e m u e s t r al a i n c l i n a c i 6 n n a t u r a l e n l a voluntad de una naturalezaintelectual"(1, 60, 5c). Ademds, tal como indica el Aquinate en varios lugares,las inclinaciones en las cosasfisicasno s6lo demuestranalgunasde las inclinacionesnaturalesen el hombre; sino tambi€n, de algtin modo, dan origen a €stasl4.El medio de esta derivaci6nno puede ser otro que la aprehensi6nintelectual del orden que regula las inclinaciones de las cosas f(sicas.Es decir, la derivaci6n no consisteen otra cosa que la imitaci6n de la naturaleza(Cfr. I, 60, 5c). Hechas estas consideraciones,resulta claro que la doctrina de la imitaci6n de la naturalezadesempeflaun papel clave en la concepci6n tomista sobre el modo de procederen la determinaciSnde los preceptosespec(ficosde la ley natural. Quizd de incluso mayor significaci6n es la maneraen la que esta utilizaci6nde la doctrina subrayael cardcrer propiamente humano de todas las inclinaciones nacuralesdel hombre, incluso de aquellasque, de alguna manera,6l compartacon las cosasirracionalesy las carentes 1 3 . E . g .I l - l l , Z , 3 c ; 3 1 ,3 c ; 6 4 , l - 3 c ; 6 5 , 1 c ; 1 0 4 ,l c , 2 c , 4 9 , 5 c ; 1 0 8 ,2 c ; 130, lc; 133, lc; 154, 7c. Se debe subrayarque cuando arg,-$.asi, Santo Tom6s normalmente apela a una inclinaci6n u orden que se encuentra de modo ggneral en todas o casi todas las cosas f(sicas. Se puede suponerque el hombre y los seresirracionalestienen una inclinaci6n u orden prSctica en comdn s6lo en cuanto sus naruralezasmismas tienen algo en comfn; y el propio hecho de que el hombre actfia segrin la r a z 6 n , y n o s e g d n i n s t i n t o s f i j o s , i m p l i c a q u e s u n a t u r a l e z ae s t d determinadas6lo hacia algunosobletos generaleso comunes (Cfr. I-ll, 1 0 ,1 & a d 3 m ) . 1 4 . 1 , 6 0 , 5 c 1; , 8 7 ,l c ; I I - l l 3 1 , 3 c ;l l - l l , 1 0 8 , 2 c . ARS IMITATUR NATURAM... DCCTRINA TOMISTA SOBRELA LEYNATURAL 393 de vida. Porque la proposici6n de que las inclinaciones naturalesdel hombre dependendel entendimiento obtenido de la experienciade las cosasfisicas significa precisamente que ellas no son inclinaciones ffsicas o sensitivas. Por supuesto,esto no significa que el hombre no posea inclinacionesffsicaso sensitivas.Significaque sus inclinaciones principales y dominantes,las que pertenecenal hombre en cuantohombre(l-ll, 1, lc) y como un todo (lll, 19,7c), no son ffsicas o sensitivas; son voluntarias. Esto es el modo propiamentehumanode estarinclinadoal bien (1, 60,1c;l-ll, 9I,7, ob1.Z), sea un bien propio a la naturalezaracional,o sea un bien que el hombre comparte con las cosas irracionales. Ea inclinaci6n natural de la voluntad se dirige hacia todo lo que conviene al hombre segrinsu naturaleza(lI I , 1 0 ,l c ; C f r . 1 , 8 7 , 4 c& l - l l , 9 , l c ) . Este punto tiene una influencia directa en la interpretaci6ndel texto quizdsmds discutidode la doctrina de Santo Tomiis sobrela ley natural: I-ll q. 94 a. 7, acercade "Si los preceptosde la ley natural son uno o muchos".En este art(culo Santo Tomas seflala que "todas las cosashacia las cuales el hombre estd naturalmente inclinado, la raz6n las aprehendenaturalmentecomo buenas...",y gue, por tanto, "el orden de los preceptosde la ley natural es conformecon el orden de las inclinacionesnaturalesdel hombre". Muchos int6rpretes consideran que este pasaje significa que las inclinacionesnaturalesdel hombre proporcionan,de alguna forma, las basespara su captaci6n del bien humano, y, por tanto, de los preceptosde la ley natural. Al mismo tiempo, no hay un acuerdo universal entre los autores sobre la manera en la cual se supondriaque las inclinacionesdan origen a esa captaci6n.Para desgracianuestra,Santo Tomds permaneceen silencio. El presentacomo simplementeobvio el que la aprehensi6nnatural del bien humano se corresponde con las inclinacionesnaturales. Sin embargo,ino es posibleque la raz6nde su silenciose deba a que esta cuesti6n no sea realmentetal? Esto es, quizd la raz6n por la cual Sanro Tomds puede presentarel asunto 6id+.,, 394 STEPHENL. BROCK como tan obvio es que dl considereesta aprehensi6ncomo la fuente misma de las inclinaciones.Es precisamenteporque el hombre naturalmenteentiende algo como bueno que el estd naturalmente inclinado a esto. Si el casoes asf, entoncesal razonardesdeel orden de las inclinaciones hacia el orden de los preceptos,Santo Tomds estd procediendoa posterioi.;Por qud procedede esta manera?2No podria ser la raz6n el que as( puede determinar los preceptos del intelecto prdctico por medio de una comparaci6nentre el hombre y los seresirracionales,seres que tienen inclinacionespero no intelecto?Es precisamente esto lo que 61hace en el restodel articulo. Esta interpretaci6nexplicaria tambidn el cardcter de orden que Santo Tomds asignaa las inclinacionesnaturales del hombre y a los preceptosde la ley natural. Es 6ste un orden que procededesdelo mils generaly simple hasta lo mds especial y complejo. En primer lugar, se otorga a las inclinaciones hacia estos bienes que el hombre tiene en comdn con tdos los seres.Despu6svienen aquellosbienesen los que participa con los demds animales.En dlrimo lugar estdn aquellosque son propiosal hombre mismo en cuanto es animal racional.;Por qud el orden propio de las inclinaciones naturales del hombre es un orden que se mueve desde lo generala lo particularl ;No es porque,como Santo Tomds ensefla antes en la Summa Theologiae(1, 85, 3c), 6ste es tambi6n el orden natural del conocimiento humano? El hombre naturalmente aprehendesu naturaleza,y los bienes que le son adecuados,segtin algunos t6rminoq y entre esos tdrminos, hay un orden. Esro es, aunque todos los preceptos primarios de la ley natural son autoevidentespara todos los hombres, la captacidn de algunos de ellos presupone la captaci6n de otros. Se podria decir que algunos son mi{s evidenresque otros. que pertenecenal hombre Por ejemplo, las necesidades en tanto que es un ser, por ejemplo, supervivencia,son mds evidentes que aquellas que le pertenecen en cuanto es ARS IMITATUR NATURAM... DOCTRINA TOMISTA SOBREIA LEYNATURAL 395 animal, por ejemplo, procreaci6n,y aquellasestdn implicitas en 6stas.Saber que es bueno preservarla especiepresupone saberque es bueno para los miembrosde la especieexistir y sobrevivir. De igual modo, estasnecesidadesfisicasson mds evidentesque aquellasque siguen propiamentea la naturalezaracional. Como dice Arist6teles,la ciudad se constituye para vivir, y entoncespermanecepara la vida buena, la vida segtinla virtud. Ademds,debido a que la mayor universalidadde una cierta necesidadla hace mds evidente que otras e implicita en ellas, esto le otorga una mayor urgencia prdctica. Tiene p r i o r i d a d p ne l o r d e nd e l a g e n e r a c i d n( 1 , 8 5 , 3 c & a d l . ) . Darle unaoconsideraci6nprioritaria es el procesonatural de 'la raz6nprdctica(Cfr. I, 14, 16; I-ll, 14, 5c). Primum viuere, deinde philosophare. De hecho, dste es uno de los puntos principales del proemiumdel Comentarioa Ia Poliilca.En efecto, es con vistas a este mismo punto con lo que el Aquinate introduce la discusi6n sobre la imitaci6n de la naturaleza,a fin de mostrar la primacia de la ciencia pol(tica entre las ciencias prdcticashumanas. "La naturalezaprocedeen su operaci6nde lo simple a lo compuesto.Asi, en lo que se hace por operaci6n de la naturaleza,lo que es mdximamentecompuestoes lo perfecto, el todo y el fin de los otros, como es evidente en cada todo respectode sus partes. De donde, la raz6n operativa del hombreprocedeigualmentede lo simplea lo compuesto,como de lo imperfectoa lo perfecto". *"'*