www.DefensaAdventista.com 1 ¿Serán Aniquilados los impíos? Eric

Anuncio
www.DefensaAdventista.com
¿Serán Aniquilados los impíos?
Eric Richter
Introducción
Mientras que muchos grupos cristianos declaran que los impíos serán
finalmente arrojados al infierno donde arderán eternamente, otros declaran que
los malvados serán castigos con fuego y finalmente consumidos totalmente.
¿Existe fundamento bíblico para esta última postura?
La Segunda Venida y los impíos
Cristo prometió que vendría a buscar a quienes creen en El. En el AT se dice
que la venida del Mesías vendría acompañada por la completa destrucción de
los malvados:
“Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y
todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará,
ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama.
Hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza bajo las plantas de vuestros
pies, en el día en que yo actúe, ha dicho Jehová de los ejércitos.” (Mal. 4:1,3)
Según las promesas dadas en el AT, los que esperen a Dios “heredaran la
tierra” (Sla. 37:9). Pero los impíos recibirán un fin distinto, Dios “los deshará en
su furor y fuego los consumirá” (Sal. 21:9). El salmista le dijo al malvado: “Dios
te destruirá para siempre;” (Sal. 52:5)
Después de todo esta profetizado en la Biblia que “Pues de aquí a poco no
existirá el malo;” (Sal. 37:10) y los impíos “serán como si no hubieran sido”
(Abd. 1:16)
Incluso el diablo, el primer y máximo pecador será finalmente aniquilado:
“Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí
estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas.
Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que
se halló en ti maldad. […]
Con la multitud de tus maldades y con la iniquidad de tus contrataciones
profanaste tu santuario; yo, pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual
te consumió, y te puse en ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que
te miran.
Todos los que te conocieron de entre los pueblos se maravillarán sobre ti;
espanto serás, y para siempre dejarás de ser.” (Eze. 28:14-19)
El problema del fuego eterno
La doctrina del infierno eterno está fundamentada en varios versículos que
mencionan el “fuego eterno”. Aunque muchos piensan que “eterno”,
“eternamente” y “para siempre” son una prueba irrefutable de un infierno
perpetuo, en realidad, son un error de traducción. Estas palabras son
traducciones del hebreo olam y del griego aionios que no tienen nada que ver
con la eternidad. Por ejemplo, en la Ley de Moisés existía un arreglo por el cual
un siervo podía servir a su amo “para siempre” [olam] (Ex. 21:6). Pero este
trato no duraba hasta siempre, sino hasta que el amo o el esclavo murieran.
Pablo se refiere a Onésimo, el esclavo convertido que debe volver a servir a su
señor “siempre [aionios]” (Filemón 1:15-16). Ese “para siempre”, sin embargo,
solo duraba hasta la muerte de Onésimo o Filemón.
1
www.DefensaAdventista.com
Un ejemplo aun mas claro del uso de estos términos se encuentra en la
Epístola a Judas. Allí se dice:
“como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma
manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra
naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego
eterno [aionios].” (Judas 1:7)
A pesar de que Sodoma y Gomorra fueron castigadas con fuego eterno, no hay
llamas donde se encontraban aquellas ciudades. Una vez que fueron
completamente consumidas, el fuego se apagó .
Otro texto que nos da luz sobre el verdadero significado de estos términos se
encuentra en Isaias:
“Porque los palacios quedarán desiertos, el bullicio de la ciudad cesará; las
torres y fortalezas se volverán cuevas para siempre, donde descansen asnos
monteses y los ganados hagan majada, hasta que sobre nosotros sea
derramado el Espíritu de lo alto. Entonces el desierto se convertirá en campo
fértil y el campo fértil será como un bosque” (Isa. 32:14-15).
Fíjense como las expresiones “para siempre” y “hasta que” están en un
contexto inmediato. ¿Cómo puede algo ser estipulado “para siempre . . . hasta
que” un cierto hecho ocurra? Esto en español no tendría sentido, pero lo tiene
en el idioma hebreo.
Otro texto muy significativo se encuentra un poco más adelante. Refiriéndose a
los edomitas, a quienes Dios había destinado “para la destrucción”, Isaías
utiliza otra vez un idioma hiperbólico semejante:
“Sus arroyos se convertirán en brea, su polvo en azufre y su tierra en brea
ardiente. No se apagará de noche ni de día, sino que por siempre subirá su
humo; de generación en generación quedará desolada y nunca jamás
pasará nadie por ella” (Isa. 34:9-10).
Se sabe que los edomitas desaparecieron hace muchos siglos. ¿Se podría
decir que existe todavía brea ardiente subiendo de la tierra de Edom? Por
supuesto que no.
De igual manera, los moradores de Jerusalén, debido a su violación del
mandamiento del sábado, serian castigados con fuego que no se apagaría (Jer.
17:27). Con todo, ese fuego hace mucho se extinguió y no hay ya fuego
consumiendo las puertas y palacios de la antigua capital de Israel. Lo que
tenemos ahí es lo que se llama hipérbole, una especie de “libertad literaria”
para remarcar la gravedad del castigo, no su duración.
Las Palabras de Jesús
Jesús comparó la destrucción de los malvados con cizaña reunida en manojos
para ser quemada (Mat. 13:30-40), con malos peces desechados (Mat. 13:48),
con plantas malas que son arrancadas (Mat. 15:13), con árbol estéril que es
cortado (Luc. 13:7), rama marchita que será lanzada en el fuego (Juan 15:6),
sirvientes infieles que son destruidos (Luc. 20:16), sirviente malo que será
cortado en pedazos (Mat. 24:51), galileos que perecieron (Luc. 13:2-3), 18
personas que fueron aplastadas por la torre de Siloé (Luc. 13:4-5), los
antediluvianos que se ahogaron por las aguas (Luc. 17:27), las personas de
2
www.DefensaAdventista.com
Sodoma y Gomorra que fueron destruidas por el fuego (Luc. 17:29) y los
sirvientes malvados que fueron matados cuando volvió su jefe (Luc. 19:14-27).
Todas estas ilustraciones utilizadas por el Salvador describen vivamente la
destrucción final de los malvados. El contraste entre el destino final de los
redimidos y los perdidos es vida frente a destrucción. En Mateo 25:46 Cristo
muestra la antítesis entre la “vida eterna” del redimido y la “muerte eterna” del
condenado. Hay un paralelo en la suerte de ambos grupos, el carácter eterno
de su destino futuro: en una mano, la vida eterna, en la otra mano, la muerte
eterna. Jesús dijo: “Yo les doy [a los redimidos] la vida eterna; y ellos nunca
perecerán, ni nadie los arrebatará de mi mano” (Jn. 1:28).
Y dijo también: “entrad por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta, y
espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por
ella; porque estrecha es la puerta y angosto el camino que lleva a la salvación,
y pocos son los que la hayan”. Dentro del contexto de estos textos no hay
razón de reinterpretar la palabra “perece” o “destruye” con el significado de vida
que se mantiene en tormentos interminables.
3
Descargar