Dos páginas de Islam (para interesados). Por Jorge Farina Cualquiera que no esté informado sobre el particular, luego de última clase semanal, puede haber interpretado que el Islam, musulmanes, mahometanos, sunitas o chiítas, fundamentalistas (islámicos o no), y organizaciones beligerantes como Hezbolá, Hamás y Talibán, conforman un “TODO” que es responsable de la inestabilidad de Medio Oriente, que pone en peligro la paz mundial y que, además, considera a la mujer como una cosa. Al respecto, les hago llegar estas reflexiones dejando constancia que no es mi intención defender al islamismo y que profeso la religión católica de nacimiento. 1. Islamismo El islamismo de las religiones monoteístas, es decir, que reconocen un solo Dios, las otras son el cristianismo y el judaísmo. Aquella persona que lo profesa, es llamado musulmán, que deviene de “muslim o muslima”, que significa “el que se somete”, e implica una sumisión completa a la voluntad de Dios, o de Alá, para expresarlo correctamente. 2. Musulmanes Los musulmanes consideran incorrecto que los llamemos “mahometanos”, porque esto supone un culto al profeta Mahoma, y es contrario al primero y principal de los cinco pilares del islamismo. Para los musulmanes o islámicos Mahoma es el profeta, así como para cristianos lo es Jesús, y ambos son creadores de sus respectivas religiones. 3. Pilares islámicos 1) La profesión de la fe. Sintetizada en la frase: “Doy fe de que no hay más divinidad que Alá, y Mahoma es el mensajero de Alá” 2) La oración. Al menos, cinco veces al día orientados hacia La Meca 3) La limosna. Entre el 2,5% y el 20% de los ahorros anuales, según las actividades 4) El ayuno en el mes de Ramadán. Implica respeto absoluto a 7 condiciones. La séptima y más importante es: “No agredir tanto verbalmente como físicamente al prójimo” 5) La peregrinación a La Meca. Al menos una vez en la vida si tiene salud y dinero para hacerla. Y el que la realiza, puede anteponer a su nombre “peregrino” Cada uno de estos preceptos hay que cumplirlos rigurosamente para ser considerado musulmán “en cada paso del camino” o de la vida. Para ellos, y esta es una de las grandes diferencias con otras religiones, la vida es una sola cosa, por lo tanto para un musulmán no hay distinción entre “la vida cotidiana”, “la vida religiosa” y “la vida política”. 4. Quién es quién El islamismo es profesado por 1.500 millones de personas en el mundo, el cristianismo tiene un poco más de 2.000, y ambas religiones en innumerable cantidad de países. En consecuencia, no es nada insólito que tanto uno como otro, se encuentren divididos en diferentes fracciones, grupos o sectas. Los grupos mayoritarios del islamismo son: sunnitas y chiítas, pero existe un tercer grupo minoritario que poco a poco se va extinguiendo, llamados jariyitas. Los sunnitas, 80% del total o 1.200 millones, están divididos en ocho grupos, cuatro de ellos son: Mutazilah, Ashariyyah, Maturidiyyah y Athariyyah, porque hacen distintas interpretaciones del “Kalam” o Tradiciones Teológicas. Los cuatro restantes: Hanafi, Maliki, Shafii y Hanbali, pertenecen a diferentes “Madhabs” o Escuelas Religiosas. Los chiítas, 15% del total o 225 millones, están divididos en otros ocho grupos, cuatro de ellos: Imamíes, Alawitas, Zaydíes e Ismailíes, reconocen distintas líneas sucesorias de Imames. Otros tres: Zaydíes, Intermedios y Ghulat o Extremistas, estos últimos son considerados “no-musulmanes”, reconocen distintos caracteres a esos Imames, y los dos grupos restantes: Drusos y Alevíes, son llamados periféricos, y “no siempre son considerados musulmanes” por la comunidad islámica. El tercer grupo, los jariyitas, representa el 5% del total o 75 millones, y sólo están integrados por Ibadíes. Los Ghulat o Extremistas, “siempre considerados no musulmanes”, o los Drusos y Alevíes, “no siempre considerados musulmanes”, son una pequeña minoría de lo que sería la minoría islámica, y no representan el pensamiento general del islamismo. Las diferentes maneras de reconocer esas “líneas sucesorias” o los “caracteres” de los Imames, que eran los jefes espirituales islámicos entre el 662 d.C., cuando muere el profeta Mahoma, y el año 1250 (aproximadamente), están profundamente arraigadas en el islamismo, a tal punto que resultan inexplicables para nuestra concepción occidental y cristiana, dado que a ningún cristiano se le ocurriría fundar una nueva fracción religiosa porque “Alejandro VI” era un “Borgia” o por las “bulas papales” que firmó en 1493. 5. Fundamentalismos El fundamentalismo ha existido siempre. Hay fundamentalismo en toda aquella doctrina que tenga fundamentos dogmáticos, por lo tanto, hubo, hay y habrá fundamentalismo, entre otros los religiosos donde podemos ubicar al cristiano, al judío y al islámico, pero de ninguna manera se lo debe considerar como algo exclusivo del islamismo. 6. Organizaciones beligerantes Las organizaciones beligerantes, léase Hezbolá, Hamás y Talibán (las primeras de nacionalidad libanesa y la última afgana), son grupos armados nacionalistas, tribales, guerrilleros, terroristas, o si usted quiere irracionales, que conforman un nicho donde podemos ubicar también al IRA irlandés, a las FARC colombianas y al Sendero Luminoso peruano. Esas organizaciones pueden tener o no, además de su ideología política una orientación religiosa, o ampararse en ella (a modo de excusa) para llevar adelante sus actividades delictivas, guerrilleras o terroristas, pero esto de ninguna manera quiere decir que las respectivas religiones avalen o respalden sus luchas o sus métodos. Para analizar el problema concreto de Hezbolá y Hamás, como así también el de la OLP (Organización para la liberación de Palestina), habría que analizar profundamente el conflicto palestino – israelí, que tiene más de 40 años y comenzó con la Guerra de los seis días en 1967, y la ocupación de los territorios palestinos en la Península del Sinaí, la Franja de Gaza, Cisjordania, Jerusalén Este y los Altos del Golán. Respecto del Talibán, (se dice Talibán, y no Talibanes), que en sus inicios fue apoyado por EE.UU., porque limitaba la influencia del régimen teocrático iraní con fuerte fraccionalismo antichiíta, dio refugio al otrora ex socio de los Busch, Osama Bin Laden, luego del atentado a las Torres Gemelas; integra otro conflicto internacional del que no se puede hablar con ligereza, o al menos, no sin incluir a cada uno de sus históricos actores. 7. Mujeres Finalmente el problema de género o de la mujer islámica, tampoco es tal cual se planteó, las declaraciones del presidente libio Muammar al-Gaddafi, fueron sacadas de contexto, se puede visitar la página oficial http://www.algathafi.org/html-spanish/13.htm, en donde el presidente hace referencia a los derechos políticos de la mujer en Libia. Si bien la mujer tiene derechos y libertades, parcial o totalmente, restringidos en algunos países como Irán o Pakistán, no es exactamente igual en todos los países islámicos, en donde diferentes Escuelas Religiosas o Tradiciones Teológicas, más flexibles o menos rigurosas, aceptan la convivencia participativa del islamismo con otras religiones y culturas. De todas maneras, si el congreso pakistaní elegido en elecciones libres y democráticas aprueba una ley “contra las mujeres pakistaníes”, no podemos hacer más que repudiarla enérgicamente, pero es indudable que dicha norma pertenece a la órbita de “los asuntos internos de un estado”, como deben haber sido en su momento, las restricciones de los derechos o libertades de afroamericanos en EE.UU.; restricciones de derechos políticos de la mujer en Argentina o la brutalidad el apartheid sudafricano. Basta mencionar también, dos casos aislados que conozco personalmente, el de un país adelantado como Japón, o en América Latina el de Colombia, en donde el islamismo prácticamente no existe, y a pesar de ello, algunas actividades están totalmente restringidas para la mujer.