Agrupación Cultural Maipú Patrimonial PROCESION DE CUASIMODO: UNA RICA MANIFESTACION DEL PATRIMONIO INMATERIAL DE MAIPU QUE PERDURA A TRAVES DE LOS AÑOS. Texto y fotografías: Jaime Mallea Peñaloza La fiesta religiosa del Cuasimodo, tiene profundas raíces y ascendiente en la comuna de Maipú, desde hace muchas décadas. Existen antecedentes concretos de que ella ya se realizaba en esta rural y pueblerina localidad, desde mediados y fines de los años de 1930, especialmente bajo el gobierno parroquial del Pbro. Ramón Gutiérrez Anguita, antecesor inmediato del recordado párroco, Pbro. Alfonso Alvarado Manrique. Fue precisamente en el largo período del gobierno parroquial del Padre Alfonso Alvarado Manrique (1941-1972), donde esta manifestación de fe y religiosidad popular, adquirió notoriedad y nutrida participación de feligreses y devotos locales. Historia y recuerdos. Huasos y campesinos provenientes de los diversos fundos y sectores rurales del amplio territorio comunal del Maipú de aquellos años, como también algunos entusiastas vecinos del radio urbano, daban vida y formaban la larga columna procesional de Cuasimodo, el segundo domingo de Pascua de Resurrección, acompañando al sacerdote para llevar solemnemente la Sagrada Comunión a los enfermos del pueblo y de los sectores agrícolas aledaños previamente inscritos. Con el paso de los años, esta caravana religiosa, llena de colorido y alegría, fue incrementada con la participación de ciclistas, damas y varones, que con sus bicicletas engalanadas y sus campanillas tintineando, encabezaban la procesión. 1 Agrupación Cultural Maipú Patrimonial A los primeros rayos solares del amanecer los participantes se reunían en torno a la vieja Iglesia Parroquia de Maipú (hoy Muros Históricos), para puntualmente, a las 7 de la mañana, iniciar el solemne recorrido. Con el repique de las campanas de la vieja iglesia y al son de las campanillas tocadas por los acólitos o monaguillos que acompañaban al sacerdote, el Santísimo Sacramento era sacado desde el tabernáculo del altar y llevado bajo Palio portado por huasos, hasta el coche que esperaba en la puerta principal del templo, adornado profusamente con flores y coloridas cintas tricolores y también con los colores vaticanos. Por largos años este carruaje fue facilitado por el Sr. Alberto Llona Reyes, del Fundo El Rosal, tirado por dos hermosos caballares percherones engalanados con relucientes aperos, adornado previamente por el recordado vecino Sr. Juan Velásquez Guajardo y conducido por el propio administrador del fundo, el acampado, entusiasta y devoto vecino, Sr. Manuel Muñoz Maldonado. La columna ecuestre era encabezada por el “coche campanero”, igualmente engalanado, que al toque permanente de una gran campana iba anunciado el paso de la procesión y del sacerdote llevando el copón con la Sagrada Comunión Pascual a los enfermos de la comuna. Este bonito coche, con su respectiva cabalgadura y su reluciente campana, más sus conductores, provenía del Fundo Maipú, facilitado por sus dueños, la Familia Infante Larraín. Inmediatamente detrás de este coche, y antecediendo el hermoso carruaje portador del Sacerdote y sus Acólitos, venía la “Escolta del Santísimo”, consistente en tres huasos, impecablemente vestidos con pañuelos y esclavinas iguales, montando cabalgaduras lujosamente encarpadas, portando el Estandarte de la Parroquia, flanqueado por dos grandes banderas chilenas. Por décadas, quien llevó este estandarte fue el recordado vecino, Sr. Emilio Briceño, acompañado de los jinetes René Naranjo Saldaño y Oscar Roberto “Teco” Muñoz Cañas, entre otros. 2 Agrupación Cultural Maipú Patrimonial Al costado derecho del carruaje portador del Santísimo, se desplazaba un jinete llevando una sonora campanilla, que anunciaba la llegada a la casa con un enfermo a visitar, y luego alertaba cuando ya el sacerdote había concluido la visita, para continuar el recorrido. Esta hermosa misión, por largos años fue cumplida fiel y abnegadamente por un vecino proveniente del Fundo Lo Encañado, el recordado jinete Sr. Juan Riquelme. Inmediatamente tras el “Coche del Santísimo”, y encabezando la larga columna de jinetes y huasos, galopaba el querido y recordado vecino, Sr. Francisco Sánchez Fierro, conocido comúnmente como “don Panchito”, por largas décadas organizador del Cuasimodo de Maipú y fiel colaborador del Padre Alfonso Alvarado. Desde los inicios de la participación de los ciclistas en esta hermosa fiesta religiosa del Cuasimodo en Maipú, quien organizaba y dirigía todo este bloque y que encabezaba toda la larga procesión, fue el recordado vecino, Sr. Jacinto Jara. Cabe destacar y hacer notar que hasta fines de la década de los años ’60 y comienzo de los ’70, las casas con enfermos que eran visitadas por el Cuasimodo, como también las viviendas aledañas a ellas, eran adornadas con flores, arcos y altares. Igualmente digno de recordar es que al paso de la procesión y especialmente del coche portador del “Santísimo Sacramento”, los vecinos y espectadores inclinaban su rodilla o se arrodillaban y persignaban devotamente. Tras el largo recorrido, que durante varias horas cubría el barrio urbano y los sectores rurales de Maipú, la Procesión de Cuasimodo regresaba a la iglesia parroquial puntualmente a las 11.30 horas, donde todos sus participantes asistían a la Misa dominical de esa hora, y posteriormente a ella, en los patios interiores de la parroquia, desfrutaban de un refrigerio y los más destacados por sus vestimentas o el adorno de sus caballos y bicicletas, recibían premios y estímulos, donados por los propios vecinos. 3 Agrupación Cultural Maipú Patrimonial El Cuasimodo en nuestros días. A partir del traslado de la sede de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen de Maipú, desde su antiguo emplazamiento hasta el actual, calle Monumento 1777, la celebración del Cuasimodo en nuestra comuna ha sido asumida por el Templo Votivo, junto a la colaboración de la Asociación de Cuasimodistas de Maipú. Si bien es cierto, el entusiasmo se mantiene en cuanto al número de participantes, la modernidad y el explosivo crecimiento de la población local, mayoritariamente de carácter urbano, ha hecho que esta tradicional y característica fiesta religiosa, haya ido perdiendo paulatinamente su pureza y hasta la esencia misma de su sentido religioso-eucarístico. En la actualidad, debido a la notoria disminución de los sectores rurales y campesinos de Maipú, ya son muy pocos los huasos y jinetes que “corren a Cristo”, y los pocos que lo hacen, no lucen la característica “esclavina” y menos portan la bandera chilena y recitan durante el trayecto la tradicional oración del “Santo, Santo”. Otro tanto sucede con los ciclistas, que si bien es cierto adornan profusamente sus bicicletas y portan banderas chilenas y papales, son los menos los que llevan la “capa” o esclavina y casi ninguno proclama en voz alta la plegaria tradicional. Tampoco aparece como muy positiva y enriquecedora a su finalidad principal, la participación de gran cantidad de “cochecitos”, carretelas y otros vehículos de tracción animal, como también de autos y camionetas. Las casas visitadas por la procesión, ya no se adornan, como sucedía décadas atrás, y los vecinos que observan el paso de la colorida y festiva columna, demuestran una absoluta indiferencia religiosa y de respeto a la esencia de lo que ella representa. Es verdad que los tiempos cambian, pero si miramos lo que sucede en comunas vecinas y muy cercanas a Maipú, como Talagante, Peñaflor, El Monte, Quilicura, Renca, Pudahuel, Colina, etc., la realidad es muy diferente, donde la pureza, el orden, el respeto y el sentido original de la celebración, se mantienen plenamente vigentes. 4 Agrupación Cultural Maipú Patrimonial A lo mejor, parte de las situaciones que atentan contra esta pérdida del sentido original de la Fiesta del Cuasimodo, que en nuestros días se observa en Maipú, se deba a la demasiada tardanza en el inicio del recorrido, -este año recién a las 10 horas estaban saliendo las columnas desde el Templo Votivo-, lo que contribuye a que también su regreso sea demasiado tarde, -este año a las 16.45 horas-, con el comprensible cansancio de participantes y cabalgaduras, lo que muchas veces lleva a que los “aros” sean numerosos en el largo trayecto y el consumo alcohólico en exceso sea demasiado notorio para participantes y observadores. “Maipú Patrimonial” estuvo el domingo 15 de abril, en la explanada del Templo Votivo, al regreso de la procesión y parte de lo que allí observó se entrega en el video y las fotografías que acompañan esta nota. 5