TRASTORNOS DEL SUEÑO. INSOMNIO Y PARASOMNIAS Autores HUERTA VILLANUEVA DIANA ISLAS GUTIÉRREZ SUSANA STEPHANIE Asesoría Local PSIC. SUSANA HERNÁNDEZ GODINEZ Colegio CENTRO UNIVERSITARIO MÉXICO A.C INVESTIGACIÓN BIBLIOGRÁFICA ÁREA DE PSICOLOGÍA Proyecto Escolar CIENCIAS BIOLÓGICAS RESUMEN Planteamiento del Problema. El sueño es un fenómeno importante en nuestras vidas, ya que ocupa aproximadamente un tercio de ellas. En esas aproximadamente 8 horas que pasamos dormidos se producen una serie de estados diferentes en nuestro encéfalo. Con el ritmo de vida común de la sociedades industrializadas, apresurado y agobiante, es muy frecuente que el estrés y la tensión, propicien trastornos del sueño tales como el no poder concebir el sueño, dormir pero despertar fatigado o simplemente pesadillas nocturnas. El primer problema con el cual ha tropezado la investigación científica con respecto al sueño, es encontrar si existen relaciones entre éste y el estado de vigilia. Antecedentes. Sigmund Freud, fue un médico, neurólogo, librepensador austríaco, y el creador del psicoanálisis. Comenzó su carrera interesándose por la hipnosis y su uso para tratar a enfermos mentales. Más tarde, aunque mantuvo en la terapia varios aspectos de esta técnica, reemplazó la hipnosis por la asociación libre y el análisis de los sueños, para desarrollar lo que, actualmente, se conoce como “la cura del habla”. Todo esto se convirtió en punto de partida del psicoanálisis siendo su centro la teoría del sueño. Hay que distinguir cuidadosamente en el sueño, el contenido manifiesto por un lado, y las ideas oníricas latentes también llamado contenido latente. El contenido manifiesto es el sueño tal y como se presenta, en estado bruto. El contenido latente es el sentido oculto, al cual conduce el análisis. Los pensamientos (latentes) de sueño y el contenido (manifiesto) del mismo, se nos aparecen, dice Freud, como dos exposiciones del los mimos hechos en dos idiomas diferentes. El contenido manifiesto se nos presenta como una traducción de los pensamientos latentes, cuyos signos y reglas podremos conocer sólo cuando hayamos comparado la traducción con el original. En cambio, el contenido manifiesto no es dado en forma de jeroglíficos, cuyos signos deben ser sucesivamente traducidos al idioma de las ideas latentes. Propósitos. a) Considerar de gran importancia al periodo del sueño del ser humano, ya que repercute en sus ámbitos de vida. b) Dar a conocer los distintos trastornos del TRASTORNOS DEL SUEÑO. INSOMNIO Y PARASOMNIAS sueño y sus causas con la finalidad de que puedan evitarse y así conservar una buena salud mental y física. Marco Teórico. El sueño es un estado regular, recurrente y fácilmente reversible que, si se le compara con el de vigilia, se caracteriza por una relativa quietud y un gran aumento del umbral de respuestas a los estímulos externos. El estado de vigilia es un estado consciente que se caracteriza por un alto nivel de actividad, en especial en relación al intercambio de información entre el sujeto y el medio ambiente. Se expresa en una serie de parámetros como son las sensaciones, las percepciones, la atención la memoria, los instintos, las emociones, los deseos, el conocimiento y el lenguaje. El sueño se compone de dos fases fisiológicas; la primera fase sin movimientos oculares rápidos (non-rapid eye movement, no REM) y la segunda con movimientos oculares rápidos (rapid eye movement, REM, o también llamado MOR). La primera fase del sueño (NO-REM) está integrado por los estadios 1 a 4. La mayoría de las funciones fisiológicas están notablemente atenuadas respecta a las de la vigilia. La segunda fase del sueño (REM) es cualitativamente distinto, y se caracteriza por un alto nivel de actividad cerebral y niveles de actividad fisiológicas similares a los de la vigilia. La frecuencia cardiaca, respiratoria y la tensión arterial llegan a sus índices más altos. Alrededor de 90 minutos después de iniciarse el sueño, la fase NO-REM da paso al primer episodio de sueño MOR de la noche. En adultos con depresión estos 90 minutos de latencia suelen acortarse. En las personas normales el sueño NO-REM es un estado de calma en comparación con la vigilia. Durante los estadios del sueño NO-REM se producen movimientos involuntarios y episódicos del cuerpo. Hay escasos movimientos oculares rápidos o ninguno. Las etapas más profundas del sueño NO-REM son las fases 3 y 4, y su desorganización puede provocar problemas específicos, como el sonambulismo, pesadillas o terrores nocturnos. La naturaleza cíclica del sueño es regular y fiable. Durante la noche, hay un periodo de sueño MOR aproximadamente cada 90 a 100 minutos. El primer periodo tiende a ser mas corto y dura menos de 10 minutos; los posteriores pueden llegar a durar entre 15 y 40 minutos. La mayoría de los últimos periodos MOR se registran en el último tercio de la noche, mientras que al sueño de fase 4 se produce en el primer tercio. Los patrones de sueño cambian a lo largo de la vida de una persona. En el periodo neonatal, las fases MOR representan más del 50% del tiempo total de su sueño, los neonatos, duermen alrededor de unas 16 horas al día, con breves periodos de vigilia. A los 4 meses de edad, el patrón cambia del modo que el porcentaje del sueño MOR sobre el total recae a manos del 40%. En los adultos jóvenes, la distribución de las fases del sueño llegan al 25%. Esta distribución se mantiene relativamente constante hasta la vejez. El insomnio es la dificultad para iniciar o mantener el sueño. Es el síntoma más frecuente relacionado con el sueño y puede ser transitorio o permanente. En la mayoría de los casos, los periodos breves de insomnio se asocian a ansiedad. En algunas personas, el insomnio transitorio de este tipo se puede relacionar con el duelo, la pérdida o con prácticamente cualquier cambio vital o factor estresante. Las parasomnias no son propiamente alteraciones del sueño, sino fenómenos molestos que aparecen durante aquél o en conexión con él. Aparece repentinamente durante el sueño o en límite entre vigilia y sueño. Normalmente se produce en los estadios 3 y 4 del sueño, por lo que no pueden recordarse bien lo sucedido. TRASTORNOS DEL SUEÑO. INSOMNIO Y PARASOMNIAS Conclusiones. “La falta de sueño debida a la perdida voluntaria de horas de cama se ha transformado en la marca de la sociedad moderna.” Desafortunadamente el ritmo de vida en el que se vive hoy en día, niega y disminuye las actividades que implican algún relajamiento de la persona, aumentando el estrés y la tensión que se acumula día con día. Estas continuas acumulaciones no tratadas suelen verse reflejadas al momento de dormir, provocando algún tipo de trastorno del sueño atacando alguna de sus fases. Estos deterioran la calidad de vida de las que lo padecen, con repercusiones negativas en su actividad familiar, laboral y social. La mayoría de las personas entre los 30 años comúnmente presentan como trastorno del sueño, el insomnio, siendo las parasomnias asociadas a los niños. La ansiedad y la depresión son factores decisivos para la incidencia de algún trastorno del sueño. El ser humano pasa una tercera parte de su vida dormido, por lo que se debe considerar al sueño como una etapa importante en su desarrollo, ya que las últimas investigaciones realizadas afirman que todo lo aprendido durante el estado de vigilia es almacenado, organizado y recapitulado en la fase del sueño. Eliminando la información irrelevante e integrando la que nos es necesaria. La ausencia del dormir conlleva a grandes consecuencias que se ven reflejadas en el estado de vigilia. El individuo presenta somnolencia, cansancio, disminución del estado de alerta, dificultades para realizar actividades habituales y falta de productividad laboral. Ciertas investigaciones comprueban que muchas de las catástrofes del plantea en los últimos años demostraban que fueron consecuencia de la falta del sueño o de la interrupción de éste. Es necesario que toda persona se cree una cultura acerca del sueño, manteniendo hábitos que regulen el buen funcionamiento del sueño. Como son el mantener un horario fijo al momento de acostarse y levantarse, comer saludablemente, evitar sustancias energéticas antes de concebir el sueño y la realización periódica del ejercicio. Bibliografía. Barlow. H. D. (2001). Psicopatología. Trastornos del Sueño. Ed. Thomson. pp. 286-323. Dalbiez R. (1991). El Método Psicoanalítico y la Doctrina Freudiana. Buenos Aires. 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