RUTA DEL NACIMIENTO DE RIOFRÍO La ruta comienza en la plaza de San Isidro y justo después de cruzar el puente del río Salado nos encontramos con un tramo del Río frío, que es una de las zonas más visitadas por los turistas, no solo por su belleza, sino por la presencia de la trucha. En la época invernal, incluso se puede ver como las garzas, cada año, bajan a cazar truchas, todo esto, a muy pocos pasos del visitante. Justo enfrente de la ribera del río, nos encontramos con una piscifactoría donde podemos observar como se crían las truchas. Siguiendo la calle, a la derecha, nos encontramos la iglesia nueva y un poco más adelante, a la izquierda, la antigua Ermita de Riofrío. Continuando por la misma vía, llegaremos a un cruce de dos calles y debemos de coger la de la derecha y seguir las indicaciones de nacimiento de Riofrío. Una vez acabado el asfalto, tomaremos el carril a la izquierda que nos lleva hasta una gran pradera donde podemos encontrar un interesante complejo hidráulico que constituye todo un ejemplo de arqueología industrial, que data del siglo XVIII y ha tenido utilidad hasta el siglo XX. Tras penetrar por un reducido arco que forma parte de un acueducto, accederemos a praderas más amplias donde hallaremos las ruinas abandonadas de varias edificaciones anexas y de algunos de los molinos y batanes que se hallan totalmente cubiertos por vegetación. Continuamos hasta encontrarnos con la caseta que alberga los motores, y justo detrás de ella, cruzaremos por el riachuelo y subiremos unos 10 metros hasta llegar al nacimiento principal de Riofrío. La vuelta, la realizaremos por el camino conocido como de los “carros” que parte desde el mismo nacimiento y que se utilizaba para el transporte de trigo y recogida de harina, en este tramo cambiamos de una vegetación frondosa típica de ribera a otra seca y pobre, típica de montaña. A lo largo del recorrido veremos numerosas ruinas entre las que destacamos la antigua fábrica de bronce o el estanco, lugar este donde se llevaba a cabo el trueque de alimentos y demás mercancías. Al final del camino, nos encontramos a la derecha con la fuente de la Trucha, cuyo nacimiento está por encima de esta cubierto de zarzas. Esta fuente, fue construida por el Marqués D. Rafael para subir el agua hasta la almazara de aceite, el antiguo molino de aceite en la actualidad, se ha convertido en un bonito hotel. Para continuar con nuestra ruta, descendemos desde la fuente de la trucha hasta el lago formado por las aguas del propio río donde podemos observar gran cantidad de patos y un bosque de álamos. Para regresar al punto de partida, cruzamos por el puente que se encuentra al lado del lago y tomamos la primera calle a la derecha, esta vía es la más antigua de Riofrío y nos llevará de vuelta hasta la plaza de San Isidro.