Comedia Nacional Reposición La Cabra o ¿quién es Silvia? de Edward Albee dirección Mario Ferreira del 4 de marzo al 3 de abril Sala Verdi Dossier de presentación Contacto Comedia Nacional info@comedianacional.com.uy 1950 81 60 1 Dossier realizado por Laura Pouso con la asistencia de Verónica Mato 1 Y entonces me escuché a mí misma riéndome, y empecé a preguntarme por qué me estaba riendo...¿Por qué me estaba riendo? Y así de pronto paré; dejé de reírme. Me dí cuenta – como me daría cuenta si me cayera de un edificio“mierda, me caí del edificio y me voy a morir, me voy a reventar contra la vereda”; así que no era una broma, en absoluto, era horrible y absurdo, pero no era una broma. La Cabra- II- fragmento trad. Margarita Musto de Edward Albee La Cabra o ¿quién es Silvia? título original : The Goat or Who is Sylvia? Traducción Margarita Musto Reparto Oscar Serra - Martin Isabel Legarra - Stevie Juan Worobiov - Ross Diego Arbelo - Billy escenografía Eduardo Cardozo vestuario Paula Villalba luces Martín Blanchet música Alvaro Pérez traspunte Daniel Pérez realización Unidad Técnica de Infraestructura Teatral colaboración en vestuario Johanna Bresque dirección Mario Ferreira La Cabra o ¿quién es Silvia?2 Apuntes para una definición de la tragedia En La Cabra o ¿Quién es Sylvia?, Edward Albee conserva su estilo y presenta nuevas facetas si comparamos este texto con otros que han quedado en la memoria del teatro como Historia del Zoo (1959), ¿Quién le teme a Virginia Woolf? (1962) o Delicado Equilibrio (1996). Estrenada mundialmente el 10 de marzo de 2002 en el Golden Theatre de Nueva York, La Cabra le valió el Premio de la mejor obra del año. Fue estrenada en el Almeida en Londres en 2004 y el Theatre de la Madeleine en París en 2005. Se trata, una vez más, de un drama ambicioso, eficaz y ferozmente divertido a través del que Albee intenta hacer reflexionar a sus contemporáneos sobre la identidad, sobre los otros y también sobre las convenciones y sobre los tabúes de una sociedad. Al tratar el tema de la tolerancia a partir de un argumento simple – el personaje principal Martin se enamora de Silvia y debe enfrentar a su esposa, a su hijo y a un amigo de toda la vida- La Cabra no constituye una excepción en el conjunto de la obra dramática de Albee. Albee precisa en el subtítulo de la pieza que se trata de “Apuntes para una definición de la tragedia”. De hecho, las Euménides están ahí, omnipresentes en esta breve tragedia de lo extraordinario en tres escenas, compuesta de manera muy clásica : transcurre en un solo lugar – el living de una pareja burguesa- en un tiempo acotado y hay una revelación seguida de una venganza. Como en una tragedia antigua, el mensajero trae la tormenta. Pocas acotaciones, ninguna descripción de la escenografía o de los personajes y, como siempre, grandes papeles. La relación con la estética y la belleza formal son capitales en una obra que usa los mecanismos dramáticos de la transgresión y de la revelación de un secreto, seguido del desorden y del caos hasta alcanzar la paz sobre las ruinas. ¿Cómo explicar lo inexplicable, racionalizar lo irracional? Martin intenta una primera confesión que es recibida como una broma absurda. Lo vuelve a intentar en la gran escena de la confesión, intenta mostrar el éxtasis, la sorpresa, la pulsión del estado amoroso. En vano. La oscura ley del talión se impone, mientras que la sociedad, cristalizada en el personaje del periodista-judas, dispone de sus normas ritmadas por las trompetas del éxito y renombre del protagonista. Generalmente, todo está previsto en la vida conyugal 2 Texto extraído de Enciclopedia Universalis on line, trad Laura Pouso : el deseo, el placer y los duelos, todo está programado en una rutina admitida. Pero, ¿qué es lo inadmisible? Para Albee : “los límites de la intolerancia han retrocedido pero no lo suficiente...Nuestra sociedad se ha vuelto muy perezosa, preferimos el confort a la aventura.” Y eso se nota en la reacción del público neoyorkino, bien dispuesto a aceptar la revelación de la bestialidad o escuchar la sugerencia de un Jesucristo suicida pero que rechaza, sin embargo, el beso sensual de dos hombres, padre e hijo llevados al paroxismo de la emoción confusa. Casi cincuenta años después de Historia del Zoo, drama habitado por la homosexualidad y la historia de Jerry y el perro, cuarenta años después del recinto cerrado de Delicado Equilibrio, Albee sigue aportando confusión en Broadway. Transposición teatral de El hombre a la oveja de Picasso, La Cabra, tildada por la crítica norteamericana de “tragicomedia bestial” o de “paradigma del amor romántico”, sorprende por la sabia mezcla de comedia descacharrante y de tragedia urbana posmoderna, en busca de catarsis y de purificación. El manejo teatral, con sus encastres de fragmentos de estilo country a la manera de Noel Coward – como en el parlamento de los Zoófilos anónimos- confirma el placer intenso de reencontrar a un autor que divierte y prueba nuestra capacidad de generosidad y de imaginación porque La Cabra, con su belleza de diablo bucólico se adorna con la pregunta ¿Quién es Sylvia?, tomada, colmo de la malicia, de una balada de Shakespeare. Who Is Silvia? Who is Silvia? what is she, That all our swains commend her? Holy, fair, and wise is she; The heaven such grace did lend her, That she might admirèd be. Is she kind as she is fair? For beauty lives with kindness. Love doth to her eyes repair, To help him of his blindness, And, being helped, inhabits there. Then to Silvia let us sing, That Silvia is excelling; She excels each mortal thing Upon the dull earth dwelling: To her let us garlands bring. William Shakespeare -Two gentleman of Verone , ¿Quién es Silvia? Dime ¿qué es?, Silvia, ¿Cómo es que los anchos prados te alaban? Bella y maravillosa te veo, siempre cerca, Es una señal de los favores del Cielo, Que se subyugan a ella. ¿Es ella a la vez bello y bueno? Su encanto refresca con la gentileza de un niño, Cupido vive en sus ojos, Allí se cura de su ceguera Y permanece en una dulce calma. Entonces, para Silvia resuena una canción, Para gloria de la preciosa Silvia, Cada encanto le pertenece hace mucho, La Tierra nos lo puede decir, ¡Para ella los ramos y coronas de flores! William Shakespeare – Los dos hidalgos de Verona El hombre a la oveja de Pablo Picasso … Quién es Silvia? Numitor, dictador de la ciudad de Alba Longa, fue destronado por su hermano Amulio, quien lo expulsó de la ciudad, y procedió a matar a todos sus sobrinos varones excepto a su única sobrina Rhea Silvia. Como no quería que Rhea Silvia tuviera hijos la obligó a dedicarse al culto de Vesta asegurándose de esta forma de que no los tuviera. Sigue narrando la leyenda, que Rhea Silvia se encontraba durmiendo en la orilla de un río y el dios Marte se quedó prendado de ella, la poseyó y la dejó embarazada. Como consecuencia de esta unión, Silvia tuvo gemelos a los que posteriormente llamó Rómulo y Remo. Antes de que el rey Amulio se enterara del suceso, colocó a sus hijos en una canasta en el río Tíber para que no sufrieran el mismo camino que sus tíos. La cesta embarrancó. Los pequeños fueron amamantados por una loba, Luperca, y más tarde recogidos por el pastor Fáustulo y cuidados por su mujer Aca Larentia. Ya adultos, remplazaron a su abuelo en el trono y decidieron fundar una ciudad en el mismo sitio en el que la loba los había amamantado. Conocemos el resto : un conflicto estalla entre Rómulo y Remo. Trazando los límites de “su” ciudad, Rómulo exige a su hermano no atravesar las fronteras. Habiendo Remo transgredido el orden, Rómulo lo mata. El imperio más importante del mundo se elevará entonces sobre una tierra bañada en sangre fratricida. La loba, será desde entonces, el emblema de Roma y adornará sus monedas y sus monumentos. Para celebrar el prodigio y sellar, sin duda, la unificación de la ciudad, todos los años en Roma, quince días después de las calendas de Marzo (15 de febrero) se festejan las Lupercales. Se sacrifica un chivo, una cabra o un perro en el lugar de donde escapa el lobo hambriento. Estas ceremonias en honor de Lupercus, pero igualmente de la loba que amamantó a los niños, debían aportar prosperidad a la ciudad, ya que el lobo y el chivo son ambos símbolos de fecundidad. Silvia (Sylvia).- Silvia es importante por ser el primer asteroide conocido en tener más de una luna asteroidal. Lo descubrió en India Norman Pogson en 1866, quien explicó que seleccionó el nombre en referencia a Rhea Silvia, madre de Rómulo y Remo. Silvia es de color muy oscuro y probablemente tiene una composición muy primitiva. Silvia es orbitado por dos pequeñas lunas asteroidales descubiertas en el siglo XXI, bautizados Rómulo y Remo.Los astrónomos creen que estas lunas se formaron por un impacto en el pasado de otro asteroide con Silvia, quedando atrapadas por la gravedad del asteroide. Edward Albee y la angustia de todos nosotros Para el gran público, Edward Albee es sobre todo, el autor de ¿Quién le teme a Virginia Woollf? Esta pieza fue precedida de otras más breves (Historia del Zoo, La caja de arena, La Muerte de Bessie Smith y Sueño americano) pero fue la primera en estrenarse en Broadway, en 1962. Con su éxito, aseguró a su autor la celebridad. Además de permanecer quince meses en cartel, la obra – con la que se grabó un disco y se hizo una película- fue presentada en todo el mundo ( en Suecia con dirección de Ingmar Berman, en París con dirección de Franco Zeffirelli...) Son varias las razones que podrían explicar el éxito de Albee, la primera y tal vez la más evidente, es que había un lugar para conquistar que permitiera hacer ingresar a Estados Unidos lo que llamamos “teatro del absurdo”. El rol de Albee ha sido, de ese punto de vista, comparable al de Pinter en Inglaterra : enraizar en un contexto nacional el cuestionamiento – de Beckett o Ionesco- del realismo sicológico o social. Pinter hizo oir la poesía de los suburbios londonienses, de los balnearios desiertos o de los modestos hospedajes de familia un poco inquietantes que ya conocíamos por Agatha Christie. Por su parte, Albee, incorporará a sus diálogos, cuidadosamente extraídos de la cotidianeidad y atentos a las extrañezas del lenguaje, una serie de tradiciones y de temas propiamente americanos : el psicoanálisis “salvaje” de las relaciones familiares -que pone el acento sobre el matriarcado y la desvirilización solapada del macho americano-, la discriminación racial contra los negros, las fuerzas mortales de una civilización que busca liquidar a aquellos que no resultan productivos y a los inadaptados. La segunda causa del éxito de Albee quizá corresponde a una cierta preocupación, a un cierto cuestionamiento del american way of life durante los años sesenta. Es en 1960 precisamente cuando Albee conoce a Alain Schneider, el director americano que estrena Beckett en Estados Unidos y que va a ser el director de sus obras. Cuando Albee aparece en la escena americana, está de moda el psicodrama con la lupa puesta en la célula familiar para mostrar sus insuficiencias, sus mentiras, sus debilidades y sus crueldades. Todo Estados Unidos estaba listo para mirar por los ojos del “pobre niño rico” en el reino de las mujeres castradoras. El tercer factor que contribuiría al éxito de Albee es su historia personal, que le permite fundar sobre obsesiones una temática que podemos calificar de recurrente. Hijo adoptivo (nace en 1928), Albee hace uso de la palabra, como Genet, desde el lugar del bastardo, del proscripto, del hombre en carne viva, y esta obstinación en el rencor contra el orden establecido es su fuerte mientras que su familiaridad con el mundo que describe lo vuelven un testigo creíble. Su mirada sensible sobre la familia americana sera aún más pertinente, más aguda, porque tiene un pie adentro y otro afuera de ella. ¿Ese contexto social sirve de máscara a Albee para realizar su ajuste de cuentas personal; la opresión privada remite a otras formas de opresión? Al respecto Albee y haciendo referencia a Sueño americano, expresa por lo pronto un deseo : “Espero que mi obra trascienda lo personal y lo privado y tenga algo que decir sobre la angustia de todos nosotros” Palabras de autor Cuando uno lee las entrevistas y las intervenciones de Edward Albee, pareciera que la personalidad del autor fuera a imagen y semejanza de su escritura : compleja. Su extremadamente concisa sintaxis, sus fórmulas elípticas y su predilección por la ambigüedad del vocabulario son tan características que, contribuyen a la riqueza de sus textos y nos reenvían igualmente al autor, como la concreción de su propia forma de ser y de pensar. Sus obras, dotadas de una verdadera polifonía de sentidos, se dejan difícilmente resumir en un solo tema y el propio Edward Albee asume esta complejidad : “Cuando uno puede resumir el propósito de una obra en pocas frases, es porque seguramente la obra no debería ser más larga que esas pocas frases.” Aparte de los textos que completan este dossier, proponemos una entrevista a Albee efectuada en marzo de 2002 por Steven Leigh Morris3, en el momento en que La Cabra estaba en cartel en Broadway : Estoy en el pallier a las 9h59 de la mañana, pienso en la biografía del autor y en su dudosa reputación en materia de entrevistas. Toco el timbre dos o tres veces y espero. Nada. Después percibo un hombre de lentes, con el pelo y los bigotes canosos, el diario abajo del brazo, que camina rapidamente hacia la puerta de un ascensor del otro lado del pallier. Cuando ve que me acerco, Albee, me da la mano con firmeza. En el quinto piso, el ascensor da directamente sobre el loft cavernoso de Albee. La habitación principal es una gran superficie con piso de madera pulida, paredes con ladrillos a la vista y en el fondo cocina y escalera caracol. Cuando Albee se escapa a la cocina para ir a preparar un café, me paseo entre un bosque de esculturas de aspecto primitivo (entre las que se encuentran obras de su amiga Louise Nevelson) y de pinturas abstractas. El sol se filtra por la parte de arriba, calienta el interior de ladrillos. Nos sentamos en torno a una mesa de vidrio. Me habla suavemente y con amabilidad pero hay un dejo de malicia en sus ojos y para recalcar algunas palabras me apunta con el dedo. Steven Leigh Morris : Sobre fines de la década del 70, usted vino a la Universidad de Los Angeles para dar un curso al que yo asistí. Recuerdo haberle preguntado si usted pensaba que el lenguaje tenía una capacidad real para transmitir ideas y usted me tradcontestó que no. Edward Albee : Hablaba sin duda del hecho de que la gente escucha solo lo que quiere escuchar. SLM : Y ahora, casi veinticinco años después, ¿qué contestaría a la misma pregunta? EA: Diría que la gente escucha solo lo que quiere escuchar (sonríe) Creo que en una obra seria, la gente debería estar dispuesta a escuchar. El teatro nos llega mucho más por los oídos que por los ojos. El cine demanda más a los ojos. Una obra de teatro es, en un 90 por ciento, una experiencia auditiva. No pienso que la gente esté tan atenta como debería para escuchar el lenguaje en el teatro. Entonces esa falta de confianza que 3 Trad. Laura Pouso tenía en aquella época y que tengo todavía se debe a la reacción de la gente frente a su responsabilidad respecto del lenguaje. SLM : En 1962, una semana antes del estreno de ¿Quién le teme a Virginia Woolf?, usted hizo un comentario en el New York Times sobre la diferencia entre Broadway y el offBroadway. Sus amigos lo felicitaban por haber triunfado finalmente en Broadway, como si todos sus años de trabajo en el off-Broadway no hubieran sido más que un mero aprendizaje o incluso una falla. Usted mencionaba también hasta qué punto se asocia valor con dinero en Broadway. Es una queja que se escucha hasta el día de hoy. ¿Cambiaron las cosas? EA: Había un sistema de valores de mierda en aquella época, que se mantiene hasta el día de hoy. Salvo que se manifiesta de otra manera. En un mundo ideal, Beckett y Chéjov serían más conocidos y el teatro sería financiado correctamente. La única cosa que cambió, es que, desgraciadamente, el poder del comercio sobre el teatro es mayor. Los costos son grotescos y eso acobarda a los productores. Cuando montamos Virginia Woolf en 1962, los costos totales de la producción eran de 42,000 dólares. Off-Broadway montamos una obra de Beckett e Historia del Zoo por 3000 dólares. Sin embargo, cuando aumenta el precio de las entradas, eso ahuyenta al tipo de público que queremos ver en los teatros. No obstante, no le podemos dar la espalda al teatro y ponernos a escribir para cine porque en el cine no tenemos ningún derecho de controlar nuestro trabajo. Ninguna protección tampoco si deciden echarnos y contratar a otra persona en nuestro lugar. En el teatro, el contrato de la Asociación de Autores teatrales nos protege. No se puede tocar una sola palabra de la obra sin el consentimiento del autor. Hay que aprender a defenderse desde el inicio de la carrera. El autor no tiene por qué hacer cambios. No elige este oficio para ser un empelado. Cuando nos negamos a ser tratados como una propiedad, cuando nos negamos a tener una actitud de empleado, nos injurian. Pero más vale reírse de eso antes que mostrarse herido o exasperado porque eso nos vuelve vulnerables. Sin embargo, cuando se aparta la vulnerabilidad, la cosa se vuelve divertida porque son los otros los que se ponen rojos de rabia. Pero es una risa amarga, a veces... SLM: ¿Habla usted de experiencia? ¿Habla de su relación con los críticos? Albee no contesta SLM: Le iba a preguntar...no, es una pregunta estúpida. EA: ¿Si alguna vez dudé de mi talento? (sonríe) Si no se tiene una columna vertebral de acero, no se sobrevive en el medio artístico en este país. SLM: ¿Si tuviera otra vez veinte años, sabiendo lo que sabe ahora, volvería a elegir este oficio? EA: Esto es lo que les digo a mis alumnos : “Si pueden encontrar cualquier otra cosa en sus vidas que los haga feliz, háganla. Porque en el medio teatral, el mérito no es recompensado. Pero, si son infelices si no hacen teatro, si les gusta nadar en aguas contaminadas e infestadas de tiburones, entonces meten esto.” SLM: Es hijo único de padres adoptivos y de una madre particularmente autoritaria. En Tres Mujeres Altas,obra por la que los críticos saludaron su retorno, un muchacho bastante difícil entra en el segundo acto, hijo de una madre bastante autoritaria. En El ocupante, el personaje de Louise Nevelson habla largo y tendido de su hijo difícil – no es exactamente la misma situación- pero se pueden hacer paralelismos.. EA: (con ironía) ¿En serio? SLM: Asistimos en La Cabra, a un conflicto conyugal muy tenso entre un hombre y una mujer. Esta crisis se ve subrayada por la presencia de su hijo, que es homosexual. ¿Es casualidad? EA: Nunca escribí cosas autobiográficas. Tres Mujeres Altas se inspira en mi madre adoptiva pero tuve la extraña sensación mientras la escribía que estaba inventando el personaje. Un amigo me dijo incluso que había sido demasiado tierno con ella. SLM: ¿Escribe para desligarse de los sentimientos molestos? EA: No sé. Escribo obras para intentar entender por qué las escribo. SLM: En este momento usted tiene tres obras suyas en cartel en Broadway, en el OffBroadway en el Off-Off Broadway. Es destacable... EA: Sí, es verdad. SLM: Quería decirle simplemente que, después de aquel curso en la Universidad de Los Angeles es verdaderamente un privilegio para mí encontrarme aquí, en esta situación. EA: (Albee sonríe, se acaricia el bigote) Lo es, es verdad. Albee y la Comedia Nacional- Retrospectiva La Comedia Nacional estrenó por primera vez un texto de Edward Albee en 1972. Con dirección de Laura Escalante y un reparto encabezado por Alberto Candeau, Estela Castro, Enrique Guarnero y Maruja Santullo, subió a escena el 25 de julio en la Sala Verdi, Todo en el jardín. A diez años del transitaba por primera vez la escritura del suceso de Virginia Woolf, la Comedia autor, aclamado en Broadway. Desde entonces, el elenco ha abordado en otras oportunidades textos de Albee. En 1990 y con dirección de Eduardo Schinca se estrena en el Teatro Solís Todo terminó, interpretada entre otros por Estela Medina, Gloria Demassi y Juan Worobiov. En 1995, sube en la antigua Sala Zavala Muniz Delicado equilibrio con puesta en escena de Dumas Lerena y reparto encabezado por Armando Halty, Jaime Yavitz y Susana Bres. En 2002, Nelly Goitiño dirigió al elenco en la puesta de Tres Mujeres Altas, espectáculo estrenado en el Teatro de la Alianza Cultural Uruguay-Estados Unidos y que protagonizaban Estela Medina, Gloria Demassi y Alejandra Wolff. El autor Edward Albee Edward Albee nació el 12 de marzo de 1928 y empieza a escribir para teatro treinta años después. Su obra incluye Historia del Zoo (1958), Sueño americano (1960), ¿Quién le teme a Virginia Woolf? (1962, Premio Tony), Tiny Alice (1964), Delicado equlibrio (1966, Premio Pulitzer, Premio Tony), Todo terminó (1971), Seascape (1974, Premio Pulitzer), El hombre que tenía tres brazos (1981), Buscando el sol (1982), Tres mujeres altas (1991, Premio Pulitzer) Fragmentos (1993), La Cabra o ¿quién es Silvia? (2002, Premio Tony), El ocupante (2001) Peter y Jerry (2004) Es miembro del Dramatists Guild Council y Presidente de la Fundación Edward F. Albee. Graduado con Medalla de Oro en la Academia americana y el Instituto de Artes y Letras en 1980, recibe en 1996 la Medalla Nacional de las Artes. La traductora Margarita Musto Reconocida actriz de teatro y cine, Margarita Musto ha desarrollado en forma paralela una importante labor como traductora de obras teatrales y libros de teoría sobre las artes de la escena. Han sido estrenadas sus traducciones de Harold Pinter (Dos obras cortas: Antes de que me olvide), Hugh Whitmore (Rompiendo códigos, Paquete de mentiras), Joe Orton (El Botín), Arthur Miller (El último yanqui), Caryl Churchill (Séptimo Cielo), Bryony Lavery (Frozen), Bernard-Marie Koltès (La soledad de los campos de algodón). Georges Feydeau (Modisto de señoras), Michel Azama (Vida y muerte de Pier Paolo Pasolini). Ha publicado en editorial Trilce, sus traducciones de Libro de ejercicios para actores de Patrick Pezin, Entrevistas con Arianne Mnouchkine y Viento, Volúmenes, Vectores de Gigi Calciuleanu. En 2000 escribe la obra En honor al mérito, texto que le valiera el premio de Dramaturgia de la Intendencia Municipal de Montevideo, el Premio Florencio al Autor Nacional y el anual del Instituto Internacional de Teatro. En 2004, recibe el Premio Fraternidad como Artista Teatral, otorgado por la Institución B´Nai B´rith del Uruguay. El director Mario Ferreira (Montevideo, 1966) Egresado de la Escuela Municipal de Arte Dramático, recibe, en 1990, una beca para integrar por un año el elenco de la Comedia Nacional. A partir de allí, su actividad teatral es ininterrumpida, alternando los roles de actor , docente y director. En su carrera actoral se destaca su participación en : Doña Rosita la soltera de F. García Lorca, Yepeto de R. Cossa, Gigi de Colette, Madre coraje de B. Brecht, Candida de B. Shaw, Caricias de S. Belbel, Jardín de otoño de D. Raznovich, Hamlet de W. Shakespeare, Closer de P. Marber, Tío Vania de A. Chejov , El leon en invierno de J. Goldman, La vida es sueno de Calderon de la Barca. Ha participado también en ficciones televisivas y en cine. Comienza a dirigir teatro en 1992 y desde entonces ha puesto en escena textos de Shakespeare, Miller, Ionesco, Sánchez, Caryl Churchil, Bryony Livery, David Hare, Jordi Galcerain, Gérald Sibleyras, Sergi Belbel, entre otros. Su destacada trayectoria ha recibido varias distinciones (Premios Florencio, Morosoli, Iris, Fraternidad) Es, actualmente, Director General y Artístico de la Comedia Nacional. Reconocimientos El espectáculo obtuvo el premio Florencio, de la temporada 2010, en los siguientes rubros; Mejor Espectáculo (compartido con Agosto de Tracy Letts). Mejor Actriz, Isabel Legarra. Mejor Actor, Oscar Serra. El premio Florencio es el reconocimiento que otorga anualmente la Asociación de críticos del Uruguay (ACTU) INFORMACIONES ÚTILES de Edward Albee La Cabra o ¿quién es Silvia? traducción Margarita Musto dirección Mario Ferreira Reposición del 4 de marzo al 3 de abril Sala Verdi Soriano 914 Localidades numeradas 90 pesos Mayores de 60 años gratis los domingos Entradas en venta solo en boletería de la Sala Verdi horarios de boletería de martes a jueves de 15h a 20h viernes y sábados de 15h a 21h domingos de 15h a 19h La Sala Verdi no trabaja con sistema de reservas Por funciones para grupos de estudiantes o empresariales contactar a : Departamento de Extensión -Estela Mieres / estela.mieres@comedianacional.com.uy Comedia Nacional-Equipo de Gestión Director General y Artístico Mario Ferreira Director de Producción Jorge Navratil Coordinador de Comunicación Fabio Guerra