Cuando llegó el terror a Puerto Boyacá JUEVES 25 DE MARZO DE 2010 00:00 Con una fuente de ingresos tan grande como lo era el narcotráfico, una estructura con presencia en varias zonas del país y una maquinaria política funcional que logró poner como alcalde de Puerto Boyacá a Luis Alfredo Rubio Rojas, antiguo tesorero de Acdegam, sólo quedaba un plan efectivo de expansión. De 1982 a 1983, de 1984 a 1987 y de 1988 hasta 1990, fueron los periodos en que Rubio Rojas estuvo como Alcalde; esta es una de las primeras incursiones en el ámbito político que se conocen de las Autodefensas. Comienza la década del 90 y con ella se inicia un proceso que sería trascendental en las Autodefensas, su expansión. Con este objetivo claro llegan a conformar varios frentes, todos bajo un mismo mando: Gonzalo Pérez y su hijo Henry. Las Autodefensas Campesinas de Puerto Boyacá tienen un organigrama definido: a la cabeza Gonzalo y Henry, Pablo Emilio, como jefe político; Gilberto García, alias ‘Santomano’; Hermógenes Mosquera, alias ‘Mojado’; José Domingo Bohórquez, alias ‘Policía’; Luis Eduardo Ramírez, alias ‘el Zarco’; alias ‘Chocolate’; alias ‘Chilingos’; alias ‘Tatos’ y alias ‘Móvil 15’, hacían parte de la estructura como jefes de las zonas operativas de las Autodefensas; la zona de Antioquia estaba comandada por Ramón María Isaza. Para la época de 1991 la zonas estaban repartidas de esta manera: la zona de Antioquia, donde ‘el Patrón’ estaba junto a 80 hombres; zona de Putumayo; zona Santander y sur de Bolívar, al mando de Jesús Baquero Agudelo, alias ‘el Negro Bladimir’; zona Caldas, con alias ‘Gozaga’ o ‘Ponchera’; zona Cundinamarca, donde comandaba Rigoberto Quintero Rojas, un ex guerrillero con el alias de ‘Braulio’, y en Puerto Boyacá, como instructor y jefe de personal, se desempeñaba alias ‘Beto’. Generalmente los hombres eran trasladados de una zona a otra como táctica para evitar que siempre estuvieran en el mismo sector y así minimizar intentos de amotinamiento o sublevación. De esta manera, a Ramón Isaza le llevan 40 hombres de confianza de Henry Pérez y se traen 40 hombres de la zona de Antioquia, se habla que Isaza sólo salió de la zona en el año de 1987 cuando estuvo en el campamento de Llanos del Yarí. En este año se realizó la solidificación de la alianza paramilitares - narcotráfico, pues los traficantes argumentaban que si los enemigos de ellos eran la guerrilla tenían ambos el mismo objetivo y se unificaron los lazos entre estos dos grupos. Escuelas de sicariato La organización siente la necesidad de entrenar táctica y militarmente a sus miembros y acude a Yair Klein, un mercenario israelí que entrenó y capacitó en combate y asalto a los grupos paramilitares. Con bases de entrenamiento como la ‘Cero Uno’, ‘el Cincuenta’, ‘el Tecal’, ‘Cero Ochenta y Uno’ y ‘las Galaxias’, este militar retirado de los grupos SAS, Service Air Service, forma grupos especializados en combate y sicariato; de esta ‘escuela’ salieron bandas como ‘los Masetos’, ‘los Tiznados’ y ‘los Grillos’ El entrenamiento era recibido por los ‘pájaros’, escoltas de los esmeralderos; los ‘masetos’, integrantes del grupo MAS, (Muerte a Secuestradores); los paramilitares y la escolta de los narcotraficantes. Es también en 1991 cuando Pablo Escobar Gaviria les propuso una alianza a Henry y Ramón Isaza; este último no acepta pues vio en la propuesta del ‘capo’ una guerra frontal contra el Gobierno y Ramón Isaza tiene claro que la pelea de las Autodefensas es contra la guerrilla. Ante esta posición tan radical, Pablo Escobar explica que "el que no está con él, está contra él" y declara la guerra, que iniciaría tres días después, pues fue lo acordado en la reunión. En ese mismo año, Ramón Isaza salió de la región con un permiso por 15 días para atender problemas personales; cuando volvió, Henry Pérez le había desmovilizado toda la gente, en un trato con el Gobierno de César Gaviria Trujillo. Ramón Isaza quedó solamente con 10 hombres de confianza, su anillo de seguridad. Al tiempo murió Henry Pérez, producto muy seguramente de la guerra que aún existía con Pablo Escobar y como comandante de las Autodefensas quedó Luis Eduardo Meneses, alias ‘Ariel Otero’, quien aprovechó la negociación con el Gobierno y viajó hasta Cali para vender 20 fusiles al ‘Cartel’. Esta acción enfurece al Cartel de Medellín y es el mismo Pablo Escobar quien le hace el reclamo, razón por la cual el cartel de Cali decide acabar con Ariel Otero; lo asesinan, lo envuelven en cinta transparente y lo dejan a la entrada de Puerto Boyacá. Ramón Isaza, junto a 12 hombres más, decide volver a activar las Autodefensas que, por esa época, ya estaban desmovilizadas. Es de esta manera como a finales de 1991 Ramón María Isaza, Omar de Jesús Isaza, Orlando Isaza Isaza, Helmer Antonio Hernández, alias ‘Cota’; Carlos N., alias ‘Carrete’; Walter Ochoa Guisao, alias ‘el Gurre’; Hortelio Isaza Isaza, alias ‘Ahumado’; Pedro Ángel Quintero Isaza, alias ‘Pedruncho’; Jhon Isaza Gómez, Ovidio Isaza Gómez, alias ‘Roque’; Carlos Naranjo, alias ‘Palomo’; José Gabriel González, alias ‘Campeón’, y Jorge Enrique Echeverry, alias ‘Vaso’, conformaron las Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio. ¿Por qué Puerto Boyacá? Tácticamente este municipio era el epicentro de las Autodefensas, pues se podían movilizar libremente sin la preocupación de las autoridades y de los controles existentes en las grandes ciudades. Además, el clima era propicio y su infraestructura económica era sólida, lo que permitía aportes de los diferentes sectores. Puerto Boyacá está situada estratégicamente, lo que significó un bastión durante mucho tiempo. Por eso es tristemente recordada como la ciudad donde nació el paramilitarismo en Colombia.