LUNA DE MIEL viajes L La Toscana, el arte de la seducción Masculina y visceral, Florencia ha sido siempre fuente de inspiración de amantes y artistas. Sus calles y su buen ambiente, sus palacios y su gente son el preludio perfecto para un viaje al corazón de la Italia más auténtica. Recostada entre bosques y viñedos, La Toscana es pura pasión. Texto: Silvia Roba · Fotos: Juan Manuel Miranda P oco tiene que ver con el viejo Imperio de grandes termas y coliseos. Su reinado es más bien de este mundo. El arte y los placeres terrenales encuentran en esta región un punto de conexión, evidente nada más atravesar su frondosa campiña, caminar por sus pueblos medievales casi de ciencia ficción o disfrutar de una velada en una mesa al aire libre ante una copa de Chianti. Afilados cipreses, jardines con dioses de mármol, mansiones con escalinatas donde la burguesía de otras épocas diseñaba intrigas, iglesias en las que la vanidad parece que no es pecado. Así es La Toscana, a la misma distancia del mar Mediterráneo que de los montes Apeninos, en el corazón de Italia, un lugar cuyo mayor patrimonio es la pasión desbocada de los muchos viajeros que han dejado su huella en estas tierras. Sentados en alguno de los cafés de la Piazza della Repubblica de Florencia, -quizá en el Gubbe Rose, donde igual se or- ganizan tertulias de sexo que se habla de estrellas; o en el Gilli, junto al Hotel Savoy- se respira calma. La justa para entender por qué esta ciudad despertó los instintos caníbales de Hannibal Lecter (hay mapas que señalan los puntos en los que se rodó la segunda parte de El silencio de los inocentes) o por qué Stendhal dio nombre a un mal que siguen sufriendo miles de turistas. Cuando el escritor entró por primera vez en la iglesia de la Santa Croce, sintió cómo le temblaban las piernas ante las tumbas de Galileo, Miguel Ángel y Maquiavelo. ¿El motivo? Imposible resistir tanta belleza. Una razón algo cursi, pero real si confiamos en las estadísticas. Cada año cientos de personas son atendidas por la misma causa, la sensación de no poder verlo todo en Florencia persigue al visitante, que no duda en pagar lo que sea y hacer colas infinitas ante museos y templos por vivir unos días instalado en pleno Renacimiento. 338 Artículo extraído de la revista Novias de Pasarela México, núm. 2 | noviasdepasarela.com.mx Desde el Piazale de Michelangelo se contempla el mejor atardecer de Florencia. El sol se convierte en fuego sobre las aguas del río Arno. LUNA DE MIEL viajes Eterna atracción Florencia tiene fama de ser la ciudad más inabarcable del mundo. Y tal vez lo sea. Por eso, lo primero es cumplir con la tradición y asegurarse la vuelta lanzando una moneda a las fauces del porcellino de bronce, que dicen tiene los mismos efectos milagreros que la Fontana de Trevi de Roma. Sólo así, con la promesa ya hecha, es posible pasear sin sufrir por no poder acapararlo todo. Trazar itinerarios posibles en esta ciudad, espontánea como pocas, es misión complicada. Es mucho mejor dejarse llevar por las circunstancias, sin rumbo preciso, para sorprenderse un poco más al descubrir una casa aquí, una escultura allá o simplemente un cartel perdido que recuerda en alguna pared la crecida del río Arno ocurrida hace casi 40 años, cuando sus aguas estuvieron a punto de llevarse por delante algunas de las piezas del Cuatrocentto y el Cincuecentto que se siguen exhibiendo aún hoy al aire libre. La Piazza della Signoria presume de ser el salón más bello de Europa, con su Hércules y su falso David, con su Neptuno y su Perseo. Es el vestíbulo de acceso a la galería de los Uffici, una de las pinacotecas más importantes del mundo, a cuyas puertas, como un ritual cada noche, los músicos ambulantes dejan escapar sus voces precipitadas y callejeras en un intento de presentar a Bob Dylan y a Leonardo, a los Beatles y a Boticelli. En los Uffici se encuentra una de las terrazas más concurridas por el jet set florentino, que se muere por tomar una copa mientras disfruta de una buena vista a lo que sea o bien junto a la alberca del último piso del Hotel Minerva. Nobleza obliga. Ya en sus tiempos los todopoderosos del lugar se dedicaban a ver desde las alturas al vulgo. En el siglo XVI se construyó un corredor sobre el Puente Vecchio para comunicar el Palazzo Vecchio con el de los Pitti, que permitía a sus aristócratas usuarios evitar el bochornoso trance de mezclarse con el pueblo llano, que acudía en masa a las tienditas y talleres de los artesanos que atestaban el puente. Hoy las joyerías, únicas supervivientes, siguen teniendo un público fiel, en su mayoría turistas. Hace tiempo que los florentinos saben que nunca estarán solos, que su ciudad vive en un permanente estado de invasión. Pero les da igual. Su espíritu comerciante, heredado de otros tiempos, les hace ser amables y dicharacheros con 1 2 5 3 4 340 1. La iglesia de Santa Maria Novella, junto al Hotel Minerva, el favorito del jet set. 2. Desayuno en el Hotel Bernini, que en la antigüedad sirvió de sede al Parlamento florentino. 3. Buscar antigüedades en el mercado medieval de Arezzo es la mejor forma de acercarse a la Toscana más auténtica. 4. La Piazza de la Signoria, el salón más bello de Florencia, custodiado por el Perseo de Cellini y otras esculturas. 5. Pintura callejera en miniatura. Para llevarse un trozo del arte de la ciudad Artículo extraído de la revista Novias de Pasarela México, núm. 2 los extranjeros, como si los conocieran de toda la vida. Así que, después de hacer todos los honores a la cúpula de Brunelleschi, al Campanile y al Bapstisterio del Duomo (hay que tomárselo con calma), merece la pena sumergirse en La Toscana más auténtica, la que compra queso por toneladas en el Mercado de San Lorenzo y que se pasaría la vida cantando ante un buen plato de pasta y una copa de vino en alguna de las muchas trattorias con manteles a cuadros que aún abren sus puertas. Como los excesos normalmente se pagan, Florencia resulta una ciudad cara. Ver lo bien que ha quedado la restauración que le han hecho al David de Miguel Ángel en la Academia de las Bellas Artes tiene un precio. Lo que no cuesta nada es acercarse hasta el Piazzale de Michelangelo, asomarse al mirador y esperar a que el sol convierta en rojo-fuego las aguas del Arno. Es el momento en que la Florencia más sensual se va a la cama y da paso a la más desvergonzada, la que se toma un trago en Oltrarno, el barrio de moda, en torno a la Piazza del Santo Espíritu, y se deja llevar por esa explosión tan visceral que nunca abandona a la ciudad. La cúpula de Brunelleschi es el símbolo indiscutible de Florencia. En la imagen, vista desde la terraza del Hotel Minerva. 341 | noviasdepasarela.com.mx LUNA DE MIEL viajes De vinos y otros placeres Sólo cuando se ha conocido lo básico de Florencia se puede seguir hacia delante, pero sin perder nunca la capacidad de asombro. La medieval Arezzo no se parece en nada a la ciudad que tanto inspiró a Buonarroti. Las grandes masas sólo hacen acto de presencia el tercer fin de semana de cada mes, cuando tiene lugar un mercado de antigüedades donde curiosos y habituales pasan horas comprando fotos antiguas, estufas, máquinas de coser... entre gritos y enérgicos movimientos de manos. Todo muy latino. Su casco antiguo parece sacado de una película y su monumento a Petrarca, en el idílico Prato, de algún libro. Desde el mirador de este tranquilo parque se contempla la Toscana más buscada, la de las portadas de las guías de viajes, esa que en apenas unos kilómetros se expande entre los viñedos del Chianti, con sus enormes factorías-castillo, donde mana el vino más consumido en esta zona y otras muchas de Italia, afrutado y ligero a veces; añejo y con cuerpo, otras. El paisaje bucólico se transforma en bullicio puro en Siena, con su Torre del Mangiar y su Duomo perfecto. Por sus calles hay que caminar siempre con la cabeza bien alta en busca de algún detalle esculpido en piedra o escondido en algún balcón. Los lugares de interés se apiñan, como la gente que los visita, en torno a ese laberinto que forman los callejones que desembocan en la Piazza del Campo, para muchos la plaza más bonita de Italia, con su pavimento de ladrillo rojo y su fuente con la imagen de Adán y Eva. Puro pecado y exceso transitar al menos unas horas en ella. La gran plaza es el corazón de los 17 contrade de la ciudad, una serie de barrios cuyas viejas rivalidades salen a la luz cada año en el famoso Palio, el mayor festival de la región que tiene lugar en julio y agosto, con procesiones y carreras de caballos. Más tímida que Siena es San Gimignano, el secreto mejor guardado de La Toscana, que muchos olvidan al preparar su itinerario. Craso error. Sus palazzos, casas nobles, mansiones -construidas por familias rivales en el siglo XIII- y calles empinadas le dan un punto romántico que se dispara al caer la noche, cuando todo se ilumina y se llena de vida la Piazza della Cisterna donde todo el mundo tiene ganas de probar los helados de la Gelateria di Piazza, según dicen, los mejores de Italia... y del planeta. 342 Un atardecer en Florencia, el momento más esperado. Artículo extraído de la revista Novias de Pasarela México, núm. 2 | noviasdepasarela.com.mx Hollywood a sus pies Otra de las ciudades que mejor sabe cuidarse de las hordas de turistas que cada año asaltan Italia es Lucca, a la sombra siempre de la torre inclinada de la vecina Pisa. Si Stendhal no hubiera sufrido de vértigos, quizás esta localidad al pie de los Apeninos hubiese corrido mayor suerte, aunque, mejor así, que nadie se entere de que Lucca es un reducto tan apacible que los vecinos han aprendido a moverse en bicicleta entre lujosas villas, jardines, iglesias y casas levantadas por familias nobles durante la Edad Media para mostrar su poder. Sus orígenes romanos se intuyen en la plaza del Anfiteatro, construida en el mismo lugar y sobre los mismos cimientos del antiguo coliseo. Hay que situarse justo en el centro para darse cuenta de que las casas de colores de diferentes alturas y las tiendas de souvenirs, vinos, pasta y licores están incrustadas en las galerías y gradas. En Lucca nació Giacomo Puccini y hasta Nicole Kidman se dejó seducir por sus encantos cuando rodó Retrato de una Dama en el Palazzo Pfanner, cuyo jardín es el mejor lugar para dejar pasar las horas entre estatuas de dioses barrocos de la mitología romana. Las estrellas más glamourosas de Hollywood siempre han sentido especial predilección por esta región italiana. La moda la impuso Grace Kelly cuando descubrió que en la ciudad de Montecatini brotaban aguas capaces de dejarle la figura aún más perfecta. Audrey Hepburn, Errol Flyn y un sinfín de celebridades se dejaron ver en las Termas Tettuccio, construidas en 1928 con aires de palacio, los mismos que luce ahora. En su patio central al aire libre se pueden beber hasta cinco tipos diferentes de aguas mientras se escucha a algún cantante en el quiosco de música... el mejor lugar para reponerse de la fatiga y esperar que los sentidos vuelvan a estar en calma. La belleza, como diría Stendhal, es tan perfecta que seduce pero también agota. Y en ese sentido, La Toscana es puro exceso. 1 3 343 2 1. Terraza del Hotel Il Giardino, en Pisa, con impresionantes vistas del Duomo. 2. La torre de Pisa, en la Piazza del Miracolo, la más visitada del planeta. 3. Los limones están siempre presentes en La Toscana; en la imagen, entrada de Casa Albertina. LUNA DE MIEL viajes G Guía Práctica PARA ENTRAR Sólo necesitas el pasaporte. CLIMA La mejor época para visitar La Toscana, sobre todo sus ciudades, es la primavera, cuando las temperaturas son más moderadas, en torno a los 25ºC. Los veranos suelen ser bastante calurosos y los inviernos muy fríos. IDIOMA Italiano. MONEDA Euro. Las tarjetas de crédito se aceptan sin problemas. DIFERENCIA HORARIA Siete horas con respecto a México. PARA LLAMAR Desde Italia a México, 0052. Desde México a Italia, 0039 más el prefijo de la ciudad a la que se quiera llamar. MÁS INFORMACIÓN Embajada de Italia. Paseo de las Palmas 1994. Col. Lomas de Chapultepec. 11000 México D.F. Tel. 55 96 36 55. En Internet: www.enit.it. CÓMO LLEGAR No existen vuelos directos desde México a Italia. Lo ideal es volar desde la Ciudad de México hasta Madrid o París, desde donde salen vuelos cada día hacia Florencia. CÓMO MOVERSE Cada veinte minutos aproximadamente un autobús enlaza el aeropuerto de Florencia con el centro mismo de la ciudad, que bien se puede recorrer a pie o en transporte público (boletos a la venta en las tiendas de cigarros y puestos de periódico). Para desplazarse entre ciudades y continuar la ruta por La Toscana la opción más cómoda es rentar un automóvil en la misma Florencia. DÓNDE DORMIR • Hotel Savoy. Piazza della Repubblica, 7. Tel. 055 52 73 51. Elegante, moderno y punto de encuentro de gente con glamour. Habitaciones con decoración a la última, de líneas sobrias y vanguardistas, con mucho color. Todo un lujo. • Hotel Bernini Palace. Piazza de San Firenze, 29. Florencia. Tel. 055 28 86 21. Edificio del siglo XV que en su tiempo sirvió para albergar a los parlamentarios florentinos. Muy bien ubicado: tan sólo a dos pasos de la Piazza della Signoria. • Casa Albertina. Fratelli Guermani, 12. Montecatini. Tel. 057 290 02 38. Bed and breakfast de lujo en una 344 mansión del siglo XIII. Probablemente, el hotel con más encanto de La Toscana. Cada una de las habitaciones (diez en total) es diferente y todas tienen vista a un espectacular valle y a un jardín repleto de limoneros. En los espacios comunes siempre se escucha música de jazz. Si se puede elegir, la Orange Room, en la parte alta de la casa, es la más espectacular. • Piccolo Hotel Puccini. Di Poggio, 9. Lucca. Tel. 058 35 54 21. No hay grandes hoteles en Lucca, quizás porque afortunadamente el turismo de masas no ha llegado hasta aquí. Entre todos los hoteles del casco antiguo, éste es el de mayor encanto. Atmósfera bohemia. DÓNDE COMER • Il Latini. Dei Palchetti, 6 r. Florencia. Tel. 055 21 09 16. Trattoria a la antigua usanza con casi cien años de historia, ubicada en el Palazzo Rucelai. Lo que empezó siendo una simple taberna donde servían vino, es hoy el restaurante más popular de Florencia en el que se puede degustar la mejor cocina toscana: Ribollita (sopa), Tripa (callos) alla fiorentina... Excelente bodega. • Trattoria Cibreo. Via de’ Macci, 122 r. Florencia. Tel. 055 23 41 100. Hermana pequeña del restaurante Cibreo, uno de los más exquisitos de Florencia. En la carta, Estofado de calamares, Sopa de pimientos amarillos... y por supuesto pasta. • Buca di San Francesco. Via San Francesco, 1. Arezzo. Tel. 057 52 32 71. Junto a la iglesia de San Francesco donde se encuentran los fres- Artículo extraído de la revista Novias de Pasarela México, núm. 2 cos de Piero della Francesca sobre la Leyenda de la Vera Cruz. Ambiente medieval, suelos de piedra y pinturas toscanas en las paredes. En la mesa, cocina cien por cien casera. • Osteria Baralla. Via Anfiteatro, 5. Lucca. Tel. 058 344 02 40. Ambiente moderno y servicio atento en este restaurante ubicado en el corazón mismo de la ciudad medieval. El mejor lugar para comer pasta. Riquísimos los ravioles de espinacas. • La Fortuna. Colli per Uzzano, 32. Pistoia.Tel. 0572 47 71 121. Restaurante con jardín en los alrededores de Montecatini. La especialidad: Espaguetti al cartuccio. QUÉ VER • Galería de los Uffici. Loggiata degli Uffici. Florencia. No importa hacer cola si la recompensa es visitar la mejor colección de pintura de Italia, con obras de Botticelli, Miguel Ángel y Leonardo, entre otros. • Galería de la Academia. Ricasoli, 60. Florencia. Un único aliciente en su interior: el David de Miguel Ángel. Y con eso basta. • Museo Bargello. Proconsolo, 4. Florencia. Dedicado a la escultura renacentista, con las obras más notables de Donatello, Cellini, Miguel Ángel y Gianbologna. • Iglesia de San Francesco. Piazza de San Francesco. Arezzo. Su templo del siglo XIII, merece una visita para ver los frescos de Piero della Francesca sobre La Leyenda de la Vera Cruz. • Palazzo Pubblico. Piazza del Campo, 1. Siena. Tel. 057 729 22. Construcción medieval rematada por la famosa Torre del Mangia, de 102 m de altura. • Museo Casa Natal de Giacomo Puccini. Di Poggio, s/n. Corte de San Lorenzo. Lucca. Documentos, objetos personales y carteles de óperas del famoso compositor. • Duomo y Baptisterio.Piazza Duomo. Pisa. La torre inclinada es la mayor atracción del Campo del Milagro, UN CAPRICHO • Balneario Tettuccio. Viale Verdi, 74. Montecatini Terme. Tel. 057 27 78 444. Balneario de principios del siglo XX al que acude la gente a relajarse escuchando música en el quiosco del jardín mientras bebe uno de los cinco tipos de agua que manan de las fuentes. 345 | noviasdepasarela.com.mx DE COMPRAS Una buena dirección para comprar una botella de Chianti Classico es la Fattoria de San Giusto a Rentennano (Gaiole in Chianti, Siena. Tel. 057 774 71 21), un monasterio cisterciense donde se producen muy buenos tintos. Además en La Toscana, concretamente en Florencia, es posible caer en alguna que otra tentación más sofisticada. Aquí tiene su sede central Salvatore Ferragamo (Tornabuoni, 2) en un espectacular edificio con museo incluido sobre la vida y obra del gran maestro zapatero. Además, el Puente Vecchio es el lugar adecuado para comprar joyas de diseño o clásicas, y el Duomo para adquirir exclusivo papel para escribir hecho a mano. La Toscana en el Mundo