CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San Salvador, a las nueve horas

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35-2001
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San Salvador, a las diez horas y treinta
minutos del día diecisiete de enero de dos mil dos.
Visto el incidente de Competencia Negativa suscitado entre el
Juzgado de Vigilancia Penitenciaria y de Ejecución de la Pena de Cojutepeque, y
el Juzgado Primero de Instrucción de Cojutepeque, Departamento de Cuscatlán,
en las diligencias de cumplimiento de Reglas de Conducta, por Suspensión
Condicional del Procedimiento, impuestas al imputado RICARDO RAMOS
HERNÁNDEZ, por el delito de DESOBEDIENCIA EN CASO DE
VIOLENCIA INTRAFAMILIAR, tipificado y sancionado en el Artículo 338A del Código Penal, en perjuicio de la Administración Pública.
LEIDO EL PROCESO, Y,
CONSIDERANDO:
I.
II.
III.
Consta en las presentes diligencias la resolución pronunciada por la
Jueza Primero de Instrucción de Cojutepeque, de fecha veinticinco
de mayo de dos mil, en la cual se otorgó la Suspensión Condicional
del Procedimiento a favor del imputado y por el delito mencionados
en el preámbulo, a quien se le impuso el cumplimiento de reglas de
conducta para el período de un año de prueba. Con fecha treinta de
mayo de ese mismo año, la referida Jueza Primero de Instrucción,
remitió copia certificada de dicha resolución al Juez de Vigilancia
Penitenciaria y de Ejecución de la Pena de Cojutepeque, a efecto de
que se ejerciera el control sobre las reglas de conducta impuestas al
mencionado imputado.
Con fecha dos de junio de dos mil, el Juez de Vigilancia
Penitenciaria y de Ejecución de la Pena de Cojutepeque, recibió las
actuaciones y ordenó se le diera cumplimiento a la Libertad Asistida
del liberado Ricardo Ramos Hernández. Con fecha veintiocho de
febrero del año próximo pasado, el referido Juez de Vigilancia
Penitenciaria y de Ejecución de la Pena, resolvió librar las
respectivas órdenes de apercibimiento en contra del mencionado
imputado, a la Subdelegación de la Policía Nacional Civil de esa
localidad, a fin de que fuera remitido a dicho tribunal, en virtud de
que fue citado en varias ocasiones y no fue posible dar con su
paradero.
Con fecha cinco de julio de dos mil uno, el Juez de Vigilancia
Penitenciaria de la referida localidad, resolvió revocar el Beneficio
de la Suspensión Condicional del Procedimiento otorgado al
mencionado imputado, en virtud de que había finalizado el período
de prueba a quedó sometido el mismo y a que no se había hecho
efectivo el apercibimiento ordenado, por lo que libró oficio al
Juzgado Primero de Instrucción de dicha ciudad informándole a talo
respecto. Con fecha dieciocho de julio del año próximo pasado, la
fiscal Penitenciaria adscrita al mencionado Juzgado de Vigilancia
Penitenciaria, presentó un escrito en el que solicitaba se
reconsiderara la resolución anteriormente pronunciada por dicho
Juez de Vigilancia Penitenciaria, y argumentó como base de su
petición que, la revocatoria de la Suspensión Condicional del
Procedimiento era extemporánea, es decir, que el
plazo de cumplimiento de las reglas de conducta impuestas al
imputado había concluido. Posteriormente, el Juez de Vigilancia
Penitenciaria y de Ejecución de la Pena de Cojutepeque, resolvió
revocar la resolución que a su vez revocaba el beneficio de la
Suspensión Condicional del Procedimiento otorgado a favor del
liberado y dio por finalizado el período de prueba a que estaba
sometido el mismo, por lo que remitió copia certificada de dicha
resolución al Juzgado Primero de Instrucción de esa ciudad, a efecto
de que le diera cumplimiento al Artículo 31, Número 7, del Código
Procesal Penal.
IV.
La Jueza Primero de Instrucción de Cojutepeque, con fecha
veinticinco de octubre de año próximo pasado, resolvió que
correspondía al Juez de Vigilancia Penitenciaria y de Ejecución de
la Pena de esa localidad resolver todo trámite e incidente que ocurra
durante el plazo de cumplimiento de las Reglas de Conducta, así
como darle cumplimiento a lo señalado en el Artículo 31, Número
7, del Código Procesal Penal, es decir, que al dar por finalizado el
período de prueba, a quedó sujeto el mencionado imputado, debió
pronunciarse al respecto como lo ordena la ley, pues, no era de su
competencia pronunciarse sobre el particular, conforme el Artículo
54 del Código Procesal Penal, por lo que remitió certificación de
dicha resolución al Juez de Vigilancia Penitenciaria y de Ejecución
de la Pena de esa localidad. Por su parte, éste último juez, consideró
que no estaba regulada dentro de las atribuciones que le confiere la
Ley Penitenciaria declarar la extinción de la acción penal y que su
actuación se limitaba únicamente a informar, al juez de la causa,
que el período prueba había concluido, por lo que de conformidad
con el Artículo 68 del Código Procesal Penal, remitió las
V.
actuaciones a la sede de esta Corte para que se dirimiera el conflicto
de competencia que se había suscitado.
En el caso de mérito, esta Corte estima que, se ha suscitado un
conflicto de competencia entre el Juez de Vigilancia Penitenciaria y
de Ejecución de la Pena de Cojutepeque y la Jueza Primero de
Instrucción de la misma ciudad. Ante esta situación, es necesario
reiterar, como se ha hecho en repetidas ocasiones, que el Principio
de Judicialización, que regula el Artículo 6 de la Ley Penitenciaria,
determina claramente que " toda pena se ejecutará bajo el estricto
control del Juez de Vigilancia Penitenciaria y de Ejecución de la
Pena, y la Cámara respectiva, en su caso, quienes harán
efectivas las decisiones de la sentencia condenatoria…". Así
mismo, también es necesario aclarar que, de conformidad a la
competencia y funciones atribuidas a los Jueces de Vigilancia
Penitenciaria y de Ejecución de la Pena, en los artículos 35 y 37 de
la Ley Penitenciaria, estos juzgadores son competentes para ejercer
control del cumplimiento de las Reglas Conducta, así como para
modificar dicha reglas o condiciones impuestas, o prorrogar el
período de prueba, todo de conformidad a lo dispuesto en el Código
Penal, pero, carecen de competencia para declarar la extinción de la
Acción Penal, pues, como bien se comprende, esta es una actuación
que no corresponde a la etapa de la ejecución penal, sino más bien a
la actividad puramente de orden procesal, valga decir, que compete
declarar única y exclusivamente a los jueces de la causa, en
cumplimiento a la garantía constitucional de seguridad jurídica.
La anterior situación, es reiterada por lo dispuesto en el Artículo 308, Número
Cuatro, del Código Procesal Penal, puesto que, el sólo hecho de
dar por finalizado el período de prueba, a que estuvo sometido el liberado en el
presente caso, no dá por terminado el proceso, sino más bien se requiere de una
actuación que le ponga fin al mismo.
Por otra parte, cabe aclarar que, la actuación del Juez de Vigilancia Penitenciaria
y de Ejecución de la Pena de Cojutepeque, ante la imposibilidad de haber
localizado al liberado, debió haberse limitado a notificar dicha situación a la
Jueza Primero de Instrucción de la referida localidad, a efecto de que se
continuara con la tramitación del proceso.
En conclusión, y con base en todo lo antes expuesto, consideramos que
corresponde a la Jueza Primero de Instrucción de Cojutepeque seguir conociendo
del presente caso.
POR TANTO:
Con base en las razones expuestas, disposiciones legales citadas y a los Artículos
182, Atribución Segunda, de la Constitución de La República, 50 número dos,
55-A, 58, 68 y 308, Número Cuatro, del Código Procesal Penal, 6, 35, 37, 43 y
46 de la Ley Penitenciaria
Esta Corte RESUELVE:
DECLÁRASE COMPETENTE, a la Jueza Primero de Instrucción de
Cojutepeque, para pronunciar la resolución que conforme a Derecho
corresponde.
Remítase el proceso con certificación de esta resolución, al Juzgado Primero de
Instrucción de Cojutepeque, y certifíquese la misma al Juzgado de Vigilancia
Penitenciaria y de Ejecución de la Pena de la misma ciudad, ambos del
Departamento de Cuscatlán.
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