EVALUACIÓN DE CONCESIONES DE AUTOPISTAS CONSIDERANDO LA TEORÍA DE OPCIONES REALES ANTONIO LORENZO LARA GALERA Dr. Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos ANTONIO SÁNCHEZ SOLIÑO Prof. Dr. Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos ESCUELA TÉCNICA SUPERIOR DE INGENIEROS DE CAMINOS, CANALES Y PUERTOS (UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE MADRID) RESUMEN Esta comunicación se inscribe en una línea de investigación de análisis de inversiones en condiciones de incertidumbre, considerando la existencia de opciones reales. En particular, se desarrolla de manera conceptual y general un modelo de valoración de concesiones de autopistas utilizando el método de las opciones reales, que permite complementar los métodos clásicos de valoración de inversiones incorporando el valor derivado de la flexibilidad gerencial, operativa y administrativa presente en estos proyectos. Se aporta por tanto, una nueva metodología para analizar la viabilidad de las inversiones en infraestructuras de transporte por carretera, útil tanto para el sector privado, como para las diferentes Administraciones. 1. INTRODUCCIÓN: LA DECISIÓN DE INVERTIR EN CONDICIONES DE INCERTIDUMBRE Debido a su importancia en la creación de valor para el accionista, las decisiones de inversión en la empresa siempre fueron objeto de un gran interés académico y empresarial, siendo una de las decisiones de carácter fundamental. Por un lado la inversión transforma recursos financieros en activos y bienes intermedios, en la esperanza de que dará lugar a proyectos rentables. Por otro, moviliza los recursos financieros actuales con un cierto carácter de irreversibilidad, de manera que condiciona fuertemente la estrategia y desarrollo posterior de la empresa. Por todo lo anterior, la inversión se podría explicar como un proceso en el que renunciamos a recursos financieros presentes, a cambio de rentas financieras futuras que superen a las invertidas con un cierto grado de riesgo. Las inversiones en infraestructuras de transporte tienen muchas de las características anteriormente enunciadas, pero además presentan otras que son diferenciadoras, ya que son inversiones estratégicas, se realizan con un alto grado de incertidumbre ante el futuro, requieren enormes desembolsos de capital y tienen un alto grado de irreversibilidad. Vivimos en un mundo incierto y cambiante. Generalmente, las empresas cuando toman decisiones estratégicas de inversión consideran la incertidumbre como un coste muy importante. 1 Además, consideran que las oportunidades más valiosas de inversión generalmente van acompañadas de una gran cantidad de incertidumbre. La decisión de invertir, según la doctrina clásica, se apoya en dos fundamentos. Por un lado, el análisis financiero de los proyectos de inversión para detectar su aceptabilidad o su orden de preferencia. Por otro, los criterios no necesariamente financieros que determinan pasar de la "aceptabilidad" a la "aceptación". Centrándonos en el segundo aspecto mencionado, hay que señalar que en la decisión de aceptar un proyecto hay un cierto carácter de subjetividad, derivado de nuestra condición humana en la toma de decisiones. Factores como la preferencia personal, el optimismo, el pesimismo, la intuición, razones estratégicas, etc. harán que el decisor tome una u otra decisión. En lo que se refiere al desarrollo del proyecto una vez aceptado, no es menos cierto que el éxito dependerá no tanto de lo que nos diga el análisis de aceptabilidad, como de la actuación de los gestores encargados de llevarlo a buen término, adaptándose con habilidad a los cambios que se producirán a lo largo de la vida del mismo. Factores como la capacidad de gestión de los directivos de la empresa, el nivel de organización de la misma, la perseverancia y la oportunidad, condicionan fuertemente el éxito de un proyecto. En lo que se refiere al análisis financiero de los proyectos, la teoría financiera más extendida afirma que el mejor método para ver la aceptabilidad u ordenación de los proyectos de inversión consiste en averiguar el valor actual neto (VAN) de los flujos de caja -desembolsos y reembolsos- asociados a los mismos. Sin embargo, a esta teoría se le puede objetar que se refiere a un caso particular y muy concreto de inversión: aquel en el que los flujos del proyecto son ciertos, como sucede por ejemplo en la inversión en un título de renta fija. En efecto; en lo dicho hasta ahora se prescinde de las variaciones que los factores no controlados por el decisor pueden producir sobre los flujos del proyecto, suponiendo que implícitamente aceptamos que los flujos esperados se van a producir por el importe calculado. Proceder de esta forma es equivalente a actuar como actuaríamos si nos halláramos en ambiente de certidumbre. La situación descrita no responde por lo general a la realidad en la que la empresa se mueve. En el mundo en que vivimos, las decisiones hay que tomarlas esperando obtener de ellas unas determinadas y deseables consecuencias. Se puede asumir, que en ausencia de certidumbre el que elige entre varias opciones, optará por aquélla en la que el resultado más probable es el mejor, desechando aquéllas en las que lo más probable es que se produzca un resultado menos bueno o adverso. Sin embargo, al hacer esta elección, se corre el riesgo de que suceda lo improbable o, más correctamente hablando, que ocurra un suceso de menor probabilidad, ocasionando un resultado no deseado. La situación descrita se corresponde con el ambiente aleatorio en el que el decisor no conoce con certeza el estado de la naturaleza, siendo por tanto difícil la formación de criterios de decisión por parte del empresario. Podemos afirmar, que la principal limitación del VAN surge por realizar una analogía entre una cartera de bonos sin riesgo y un proyecto de inversión real, dando una visión “estática” de los proyectos, sin capturar el valor derivado de la incertidumbre, entendida como la posibilidad de tomar decisiones en el futuro a la vista de los acontecimientos. Basándose en estas críticas al método tradicional del VAN, algunos autores como Stewart Myers y Carl Kester, sugirieron en la pasada década que el análisis de inversiones debe ampliarse con el 2 uso de técnicas de valoración de opciones, para poder abarcar las verdaderas oportunidades de inversión y captar el valor que la incertidumbre aporta a los proyectos. 2. LAS CONCESIONES DE AUTOPISTAS El hecho de que las infraestructuras de transporte sean bienes de dominio y uso público pertenecientes a las diferentes Administraciones, ha condicionado que en general su planificación, construcción, explotación y mantenimiento pertenezca a las mismas, explicando que tradicionalmente se hayan financiado presupuestariamente. Sin embargo, la creciente demanda de infraestructuras en las sociedades modernas está propiciando que la iniciativa privada participe activamente en la financiación de las mismas, ya que los gobiernos requieren nuevas formulas de financiación para sus infraestructuras. El sistema de financiación privada pura, se corresponde con el régimen concesional clásico, en el que el adjudicatario de un contrato se compromete a construir, conservar y explotar a su riesgo y ventura durante un plazo determinado de años, determinada infraestructura. Como contraprestación a sus servicios a lo largo de toda la vida de la concesión, recibe un determinado precio o peaje establecido. Por lo general estos contratos se desarrollan bajo la fórmula de “financiación por el propio proyecto”, que posibilita la constitución de un consorcio que reúne y coordina los recursos suficientes para financiar la construcción de la obra y, posteriormente, llevar a cabo su explotación. Estos proyectos movilizan grandes inversiones en un corto intervalo de tiempo, son bastante irreversibles y, por lo general, presentan una gran incertidumbre en lo que se refiere a la demanda futura, en este caso, el tráfico. Además, son proyectos fuertemente apalancados financieramente hablando, por lo que los financiadores estudian detalladamente la inversión y solicitan todo tipo de garantías para llevarla a buen término. Como se desprende de todo lo anterior, las inversiones en infraestructuras, y en concreto en autopistas, representan grandes inversiones de carácter estratégico. En este sentido, en un proceso de licitación sobre una autopista, la adecuada valoración de la concesión es fundamental tanto para la autoridad pública como para los posibles licitadores privados que han de decidir su participación, o no, en el negocio. Por otra parte, los contratos concesionales suelen ser complejos y su valoración por los métodos tradicionales es a menudo insuficiente, de tal forma que las decisiones se toman con base en criterios o apreciaciones meramente cualitativos. Esta comunicación, desarrolla algunos aspectos de una línea de investigación de análisis de inversiones en condiciones de incertidumbre, considerando la existencia de opciones reales. El objetivo de este trabajo desarrollado en la Universidad Politécnica de Madrid por los autores, fue el desarrollo de un modelo de valoración de concesiones de autopistas utilizando el método de las opciones reales, que permite complementar los métodos clásicos de valoración de inversiones, con el valor derivado de la flexibilidad gerencial y administrativa presente en estos proyectos. 3. EL ENFOQUE DE LAS OPCIONES REALES Las opciones reales se podrían definir, como un acercamiento sistemático y una solución integrada a la valoración de activos físicos reales, utilizando la teoría de opciones. En un sentido estricto, el método de las opciones reales es la extensión de la teoría de las opciones financieras a las opciones sobre los activos reales (no financieros). La posibilidad de llevar a cabo un proyecto de inversión tiene un gran parecido con una opción de compra sobre una acción. Ambos implican el derecho, pero no la obligación, de adquirir un determinado activo pagando una cierta suma de dinero en cierto momento o, incluso, antes. El 3 derecho a comprar una acción recibe el nombre de opción de compra; por su parte, la mayoría de los proyectos de inversión implican la realización de un desembolso para comprar o realizar un activo; lo que es análogo a ejercer una opción. Mientras que las opciones financieras quedan establecidas en un contrato, las opciones reales derivadas de las inversiones estratégicas deben ser identificadas y especificadas. Frente al análisis estático de los métodos de valoración de proyectos tradicionales, el enfoque de las opciones reales proporciona importantes ventajas, entre las que es importante destacar: • Al dar entrada a los derechos de decisión (opciones reales) asociados a la inversión empresarial, ofrece un nuevo marco de análisis dinámico, en el que son consideradas no sólo las condiciones iniciales y la posible evolución futura de las variables que afectan al proyecto, sino también la posible respuesta de la dirección de la firma. En este nuevo contexto, la incertidumbre que afecta a los proyectos de inversión adquiere una nueva dimensión acotada por las posibles reacciones de la dirección de la firma. • El enfoque de las opciones reales ofrece una nueva conceptualización del riesgo de los proyectos de inversión. El riesgo sistemático de los proyectos es aquel que se deriva de la parte de sus posibles pérdidas futuras que no puede ser reducida por ulteriores decisiones de la dirección de la empresa. • La existencia de una teoría de valoración de opciones financieras ampliamente desarrollada y contrastada, suministra un amplio elenco de modelos de valoración analítica y numérica que permiten, no sólo estimar el valor de los derechos de decisión, sino también la gestión óptima de las inversiones. • El binomio rentabilidad-riesgo es sustituido por el trinomio rentabilidad-riesgoflexibilidad, reconociendo el valor que la misma aporta al proyecto. • El modelo de opciones reales posibilita el análisis de las interrelaciones entre las distintas inversiones, tanto presentes como futuras, que componen la cartera de proyectos de la empresa. Al considerar la inversión como un proceso dinámico y continuo, es fácil reconocer la interdependencia entre las diferentes inversiones a lo largo del tiempo. La filosofía de las opciones reales tiene tres componentes de enorme utilidad para los directivos: • Las opciones son decisiones contingentes. Una opción da la oportunidad de tomar una decisión después de ver cómo se desarrollan los acontecimientos. En la fecha de ejercicio, si todo ha transcurrido según lo esperado, se tomará una decisión, pero si ha ocurrido algo imprevisto o menos probable, se tomará otra. Esto significa que el retorno de la opción no es lineal, ya que cambia en función de la decisión adoptada. • Las valoraciones de las opciones se corresponden con las valoraciones de los mercados financieros, utilizando “inputs” y conceptos del mercado financiero para realizar la valoración de los retornos de las distintas opciones reales, por lo que establece valoraciones que son homogéneas. • La filosofía de las opciones se puede utilizar para diseñar y gestionar activamente las inversiones estratégicas. Los retornos no lineales pueden ser un instrumento de diseño 4 que ayude a reducir la exposición a la incertidumbre, a mejorar los retornos cuando los resultados son buenos, etc. Desde el punto de vista tradicional, cuanto mayor es el nivel de incertidumbre menor es el valor del activo. Sin embargo, con el enfoque de las opciones reales una mayor incertidumbre puede provocar un valor superior del activo, si los directivos logran identificar y utilizar sus opciones para responder con flexibilidad al desarrollo de los acontecimientos. A pesar de todo lo anterior, la extensión del modelo de opciones al análisis de las decisiones de inversión no resulta evidente. La valoración de las opciones reales es más compleja que la de las opciones financieras. Son muchas las razones que explican las diferencias entre las opciones reales y las financieras, como por ejemplo: • El equilibrio en los mercados financieros depende de la eficiencia aportada por la posibilidad de arbitraje que existe en ellos, lo que no se da habitualmente en los mercados reales de productos. • La medición de la volatilidad para las opciones reales es muy difícil debido a que no se dispone de los precios de cambio o cotizaciones para los activos reales subyacentes. La tabla siguiente muestra la analogía utilizada entre opciones financieras y reales: CONCEPTO OPCIÓN FINANCIERA OPCIÓN REAL Activo subyacente Acción Proyecto de inversión Valor activo subyacente Precio acción VA flujos caja del proyecto Precio de ejercicio Precio de ejercicio Importe inversión Fecha de vencimiento Fecha de vencimiento Fecha límite para ejercitar la opción Origen de la aleatoriedad Aleatoriedad precios acción Aleatoriedad valor proyecto Tabla 1. Analogía entre opciones financieras y opciones reales. 4. LAS OPCIONES REALES EN LAS CONCESIONES DE AUTOPISTAS Las opciones reales surgen de una manera natural de la interpretación de las cláusulas establecidas en los pliegos y en los propios contratos de las concesiones de autopistas. Al fin y al cabo, el método de las opciones reales no hace otra cosa que aportar herramientas de valoración, pero son los pliegos y contratos los que regulan derechos y obligaciones para el concesionario y por supuesto, las posibles opciones operativas que contengan los mismos. Las opciones más comúnmente encontradas en los pliegos consultados son europeas tipo call (compra) y put (venta), aunque existen otros casos posibles. El hecho de ser europeas se justifica en la existencia de una fecha fija y cierta de ejercicio del derecho que otorga la opción, ya que por tratarse de contratos administrativos de servicios públicos no parece razonable permitir que el ejercicio de los mismos sea más o menos arbitrario. 5 La bibliografía existente aporta una amplia gama de opciones que en muchos casos tendrían cabida en nuestro contexto y que no se utilizan por desconocimiento. Aunque no existe una gran tradición todavía en la redacción de pliegos y contratos en término de opciones, las opciones que más frecuentemente podríamos encontrar pueden ser las siguientes: • Garantías de tráficos mínimos o limitaciones de tráficos máximos. • Subvenciones a la explotación si los niveles de tráficos no alcanzan los valores previstos. • Pago de cánones si los niveles de tráfico superan los niveles previstos. • Posibles ampliaciones de capacidad de la concesión o inversión en nuevos tramos vinculados al proyecto principal. • Inversión en nuevas concesiones en base a la experiencia obtenida, si se premia esta última como una ventaja para ser adjudicatarios. • Abandono temprano de la concesión. • Rescates anticipados de la concesión. • Préstamos participativos o subvencionados. • Prolongación del período concesional. Estos mecanismos reducen la volatilidad de los flujos de caja, aportan flexibilidad al proyecto y permiten al concesionario una mejor gestión de la concesión en función del desarrollo de los acontecimientos futuros. El ejercicio de esta serie de derechos, representa un valor añadido que no se puede capturar por los procedimientos tradicionales de valoración, de tal forma que la falta de herramientas cuantitativas adecuadas ha hecho que la eficacia de estas medidas esté lejos de su máximo potencial. La práctica habitual de calcular el Valor Actualizado Neto (VAN) mediante el descuento de flujos de caja, conduce a resultados totalmente erróneos cuando el proyecto incorpora cierta flexibilidad. Para valorar las diferentes opciones reales que pueden estar presentes en las concesiones de autopistas, se va a utilizar la teoría de opciones reales anteriormente expuesta, pero no sin antes llevar a cabo varias consideraciones de interés. El modelo teórico adoptado se basa en tres premisas principales. La primera es que el valor presente del proyecto sin ninguna flexibilidad es el mejor estimador de su valor de mercado (Copeland y Antikarov, 2001). Esto hace que podamos considerar el mercado completo para el proyecto y que podamos utilizar los argumentos de réplica y no arbitraje para establecer los modelos de valoración. La segunda premisa es que las variaciones de crecimiento del tráfico y del valor del proyecto siguen un “random walk”, lo que implica que podemos modelar el proceso estocástico del valor del proyecto a través de un Movimiento Geométrico Browniano. La tercera es que podemos separar los riesgos del mercado de los riesgos privados del proyecto, dando un tratamiento diferenciado a estas dos fuentes de incertidumbre. 6 5. PLANTEAMIENTO DESARROLLADO GENERAL DEL MODELO DE VALORACIÓN Consideramos que la tasa de crecimiento del tráfico entre dos períodos t y t+dt expresada como dθ/θ (siendo θ el tráfico) está distribuida normalmente, lo que equivale a suponer que las variaciones absolutas del tráfico θ, dθ, siguen una distribución logarítmica-normal, pudiendo expresar que: dθ = α θ θdt + σ θ θdz Ecuación 1 donde: • αθ es la tasa de crecimiento media esperada (o medida) para dθ/θ. • σθ es una medida de la volatilidad del tráfico, expresada normalmente a través de la desviación típica del logaritmo neperiano de θt+dt/θt. • dz=εt.(dt)1/2 es el incremento de un proceso de Wiener, donde εt está normalmente distribuida, con media 0 y desviación típica 1, de manera que dz2=dt. El teorema de Samuelson (1965) demostró, que en mercados eficientes los precios actuales de un activo reflejan toda la información disponible hasta el momento, siendo las variaciones de la tasa de retorno del mismo aleatorias. La extensión de estos conceptos para los mercados de activos reales, permite tratar el proyecto como un activo negociado dentro de un mercado eficiente y considerar que este activo real seguirá un proceso estocástico idéntico al del activo financiero postulado por Samuelson. Esto significa que aunque los flujos de caja de un proyecto sean crecientes, decrecientes o cíclicos, sus retornos seguirán un paseo aleatorio (“random walk”). Copeland y Antikarov (2001) aplicaron este teorema a los proyectos de inversión y concluyeron, que cualquiera que sea el patrón de evolución de los flujos de caja de un proyecto, las variaciones de su valor presente seguirán un paseo aleatorio también. Esta premisa permite la combinación de cualquier número de fuentes de incertidumbre en el modelo del proyecto en una única incertidumbre representativa, cuyos parámetros pueden ser estimados a través de una simulación de Montecarlo. Basándonos en las conclusiones de Samuelson y siguiendo a Copeland y Antikarov, podemos asumir que los retornos del proyecto tienen una distribución normal y por tanto, el valor del proyecto sigue un Movimiento Geométrico Browniano, o lo que es lo mismo, el valor del proyecto sigue una distribución logarítmico-normal. Supongamos ahora que el valor del proyecto, o de cualquier otro activo derivado Cj=Cj(θi,t), lo queremos calcular como el precio de equilibrio de un activo contingente que depende de una variable de estado cualesquiera θi, que sigue un proceso de Wiener como el indicado por la ecuación 1. El modelo general de valoración de activos contingentes, siempre que el mercado sea completo, nos indica que se tendrá que cumplir que: 7 2 ∂C j 1 ∂ C j 2 2 ∂C j σ i θi + (r − δ i )θ i + − rC j + d j = 0 2 ∂θ i 2 ∂θ i ∂t Ecuación 2 donde: • σi es la volatilidad de la variable de estado θi. • r es la rentabilidad libre de riesgo. • δi representa una tasa de dividendos continua de la variable θi. • dj es el dividendo pagado por el activo Cj, que se recibe mientras existe la tenencia del activo, pero se pierde cuando se ejercita. Alternativamente, r-δi se puede expresar como αi-λiσi, siendo λi la prima por el riesgo sistemático del activo θi: λi = μ i − r E ( Rm ) − r 1 = ρ im = [E ( Rm ) − r ]β im σi σm σi Ecuación 3 La ecuación diferencial 2 en derivadas parciales la debe cumplir cualquier activo derivado Cj cuyo valor es contingente con la variable de estado θi y el tiempo t y permite valorar el mismo imponiendo las correspondientes condiciones de borde y contorno. El modelo general de valoración de activos contingentes es generalizable para n variables de estado, en cuyo caso habrá que imponer 2n+1 condiciones de borde y contorno. Obsérvese que αi-λiσi adquiere una significación especial, ya que equivale a determinar una nueva tasa de crecimiento ajustada por el riesgo αiajustada, que elimina del crecimiento total la parte que corresponde al riesgo sistemático del activo θi. En el caso de que la variable de estado sea una acción que no reparte dividendos, la rentabilidad esperada coincide con el tanto de variación esperado en su precio; es decir, la rentabilidad es igual a las ganancias de capital, cumpliéndose que: μ i = r + [E ( Rm ) − r ]β i = α i Ecuación 4 En este caso es inmediato comprobar que αiajustada=r. Si el activo subyacente fuera una acción o un activo financiero que reparte dividendos a un tanto δi, tendríamos que en este contexto se cumpliría que: • • μi = α i + δ i α iajustado = r − δ i Por último, cuando la variable de estado es una variable de carácter no financiero, no tiene porqué existir a priori ninguna relación entre su tasa de crecimiento y su volatilidad. Sin 8 embargo, el modelo sigue siendo válido utilizando una tasa de dividendos ficticia δi que permita cumplir la ecuación 3: μ i − r = α i + δ i − r = λi σ i Ecuación 5 En este caso, el tanto de variación esperado en el proceso ajustado es: α iajustado = α i − [E ( Rm ) − r ]β i = r − δ i Ecuación 6 Obsérvese, que la existencia de esta tasa de crecimiento ajustada por el riesgo nos permite seguir utilizando formalmente el modelo desarrollado inicialmente para valorar opciones financieras. Smith y Nau (1995) proponen la separación entre el riesgo privado de un proyecto, no correlacionado con el mercado y el riesgo de mercado, para el cual el mercado es completo. Si consideramos que el inversor posee una cartera diversificada de inversiones y que el proyecto no representa una parcela importante de su riqueza, entonces podemos asumir que será neutro al riesgo privado. Esta premisa se basa en el hecho de que el mercado remunerará al inversor fundamentalmente por el riesgo sistemático que soporta, ya que el riesgo no sistemático puede ser diversificado a través de su cartera de inversiones. Esta es la hipótesis adoptada en este trabajo. 6. ALGUNOS RESULTADOS ILUSTRATIVOS Como continuación del planteamiento general anterior, se incluye a modo de ejemplo la variación de valor que experimenta una concesión en la que existe una garantía de tráfico mínimo. Para ello, se ha utilizado una concesión tipo de 25 años de plazo concesional en la que se invierten 327,82 millones de euros. Con estas premisas básicas, los métodos tradicionales de valoración arrojan los siguientes resultados para el análisis de la inversión: 16,00% 250 VAN TIR (PROYECTO) 14,00% TIR (ACCIONISTA) 200 12,00% 150 M€ 10,00% 8,00% 100 6,00% 50 4,00% 0 2,00% -50 0,00% -30 -20 -10 0 10 20 30 VARIACIONES DEL TRÁFICO INICIAL RESPECTO AL PREVISTO (%) Gráfico 1 Como se desprende del gráfico anterior, los métodos estáticos de valoración se limitan a aportar el VAN del proyecto y la TIR del mismo y del accionista. Como complemento, se ha realizado 9 un análisis de sensibilidad para evaluar la influencia de las posibles alteraciones del tráfico en los resultados esperados. Para una disminución del tráfico de un 30% respecto al previsto, el VAN es negativo y las tasas internas del proyecto y del accionista caen de un modo considerable. Si por el contrario se producen incrementos del tráfico respecto a los valores esperados, con un 30% el proyecto podría prácticamente duplicar su VAN previsto. Obsérvese, que variaciones relativamente estrechas del tráfico provocan que el proyecto no sea viable o que se produzca un enriquecimiento no razonable del concesionario. Esta circunstancia resulta evidente, si tenemos en cuenta que los proyectos de concesiones están fuertemente apalancados. Considérese la posibilidad de incorporar al proyecto anterior una garantía de tráfico mínimo. Si el tráfico real en la concesión es superior al garantizado, la garantía no tendrá ningún valor; en caso contrario, el concesionario tendrá garantizado el tráfico mínimo establecido en la garantía. El planteamiento anterior es cada vez más frecuente en muchas concesiones, ya que proteger al concesionario de los posibles resultados adversos hace más atractivo el proyecto y facilita su financiación, debido al menor riesgo percibido por los financiadores. Los métodos de valoración de inversiones basados en el descuento de flujos de caja ajustados por el riesgo, no son capaces de captar todo el valor que aporta este tipo de garantías. Sin embargo, la teoría de opciones reales si es capaz de llevar a cabo una valoración precisa de este tipo de derechos. Obsérvese, que la existencia de un tráfico mínimo garantizado es asimilable a la tenencia de una opción de venta de tipo europeo: si el tráfico es inferior al de ejercicio en la fecha de vencimiento de la opción, el concesionario utilizará el ejercicio de la misma para asegurarse el tráfico mínimo garantizado. Esto reduce la varianza de los flujos de caja y aumenta considerablemente el valor del proyecto. En el gráfico siguiente, se muestra el VAN del proyecto sin ninguna opción (también llamado VAN estático) y como varía el mismo cuando se incorporan diferentes niveles de tráfico garantizado al proyecto. El VAN del proyecto con opciones se denomina normalmente VAN ampliado y se ha calculado para diferentes volatilidades del tráfico, que es la variable o activo subyacente de nuestra opción. 550,00 VANestático 500,00 VANampliado (σ=7,5%) VANampliado (σ=10%) 450,00 VANampliado (σ=15%) 400,00 350,00 M€ 300,00 250,00 200,00 150,00 100,00 50,00 0,00 60% 70% 80% 90% 100% Nivel de tráfico garantizado Gráfico 2 Los tráficos de las autopistas de la Red General de Autopistas del Estado presentan una volatilidad media representativa de un 7,5%, aunque en algunos casos puede ser más elevada. 10 Para un VAN estático de 91,81 M€, el garantizar en un 80% el tráfico mínimo supone un VAN ampliado que oscila entre 131,32 y 286,92 M€ dependiendo de la volatilidad considerada. Como se puede apreciar, la aportación de valor para el proyecto es muy importante. 7. CONCLUSIONES La metodología expuesta en este trabajo permite, de una manera rápida y directa, verificar el valor que los distintos derechos existentes en los contratos aportan a un proyecto de autopista en concesión. En particular, se muestra el valor que una garantía de tráfico mínimo aporta a un contrato concesional. El poder establecer este tipo de garantía, hace más atractivo el proyecto, ya que limita los posibles resultados adversos del concesionario si los tráficos no alcanzan los niveles previstos. Respecto a las técnicas tradicionales de valoración, el método de las opciones reales aparece como una herramienta potente para cuantificar adecuadamente el valor del proyecto en estos casos. Además, puede configurarse como una herramienta útil para que los técnicos y decisores políticos puedan diseñar “concesiones a la carta”. Los análisis realizados muestran que, si está metodología se aplica de manera correcta, puede ser una alternativa viable para valorar proyectos con flexibilidad operativa en ambiente de incertidumbre, situación habitual en las concesiones de autopistas 8. REFERENCIAS AMRAM, MARTHA y KULATILAKA, NALIN (1999a): Real Options. Managing Strategic Investment in an Uncertain World. Harvard Business School Press. BLACK, FISCHER y SCHOLES, MYRON (1973): “The pricing of options and corporate liabilities”. Journal of Political Economy, vol. 81, págs.: 637-654. COPELAND, T. Y ANTIKAROV, V. (2001): “Real Options”. New York, Texere LLC. DIXIT, AVINASH K. y PINDYCK, ROBERT S. (1994): Investment under uncertainty, Princeton University Press. DIXIT, AVINASH K. y PINDYCK, ROBERT S. (1995): “The options approach to capital investment”. Harvard Business Review, mayo-junio, págs.: 105-115. KESTER, W. C. (1984): “Today’s options for tomorrow growth”. 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