MESA DE BICIPUMAS Armando Altamira G. Rodrigo Oliver Salazar Caballero, delegado del programa Bicipuma, dijo en la mesa de negociaciones del STUNAM, con las autoridades de la UNAM en el marco de la revisión contractual del Contrato Colectivo de Trabajo, que tiene varias cuestiones pendientes. Una de ellas es un adeudo económico que no les han pagado. Cuando entraron a trabajar laboraban jornadas de lunes a viernes durante once horas. Sobrepasaba a lo estipulado por la ley. La administración dice que nunca se solicitó ese tiempo pero, sin embargo, se laboró. Se ha avanzado gracias la intervención de Agustín Rodríguez Fuentes pero aun falta. De la misma manera ha manifestado el secretario general, ante el director general de Personal Leopoldo Silva, las condiciones desfavorables en las que se encuentran los módulos de servicio de las bicicletas. Ellos firmaron un convenio el 22 de marzo y hay cuestiones que no se han llevado acabo. Una es la compactación de su jornada de trabajo. No se cumple en su totalidad ya que hay plazas marcadas en el convenio en que se iba a llevar un horario. El secretario administrativo, Oscar Ramírez, en un proceso de la Comisión de Conciliación ha regalado medias plazas. Esto está causando mucha molestia porque hasta ha tenido que intervenir el secretario general para arreglar esta situación. También estaba el acuerdo para que se revisaran las funciones que llevan los trabajadores del Bicipuma, en la Comisión de Tabuladores y tampoco no se ha llevado a cabo. Debido a las particularidades del programa, en el sentido que les damos mantenimiento a las bicicletas tampoco se les ha capacitado. Otros puntos aparecen en la agenda de trabajo desde hace tres años y no hay avances. Tales son las referidas condiciones que se tienen en los módulos de las bicicletas. Están casi a la intemperie. Como es del conocimiento general estos lugares se componen de una especie de enrejado por los cuatro lados a manera de paredes. Vientos, lluvias y descensos en la temperatura los golpean fuerte. Lo que las autoridades argumentan es que el campus se trata de un patrimonio cultural de la humanidad. De tal cosa nos congratulamos todos pero no al grado que se sacrifique a la humanidad que son los trabajadores. Están poniendo la causa al último y al efecto al frente de la carreta. Lo que proponen los trabajadores es que se busque la solución más idónea como láminas de acrílico o láminas perforadas. Aquí las autorices están dando atole con el dedo porque se echan la bolita de la administración a la administración central. Lo mismo sucede con el taller donde se llevan a cabo las reparaciones de las bicicletas. Se les mete el agua de lluvia, pasan fríos en invierno. Tan es así que los que hacen las labores de mecánica ellos mismos tienen que buscar acondicionar para realizar sus funciones. Estamos hablando del Bici centro o sea el módulo principal, allá por el metro CU. Foto 5087 Oliver Salazar, delegado de Bicipumas. 1