2013-03-02ResumenPoeticoHRM

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Lección II
La oración:
El corazón del reavivamiento
“Pues si vosotros siendo malos, sabéis dar buenas dádivas…
¿Cuánto más vuestro Padre…dará buenas cosas a los que le pidan?
Dios se mueve con poder cuando su pueblo ora, y cae de rodillas,
Pues saturados de mucha oración, los grandes reavivamientos se dan.
En la Biblia se registran, intercesiones de patriarcas y profetas,
Mientras esperaban que se produjera, en el pueblo un reavivamiento;
Moisés, David y Daniel tuvieron esto entre sus grandes metas…
Y los creyentes del Nuevo, suplicaron del Espíritu su derramamiento.
Cristo dependía de su Padre, y por eso vivía en continua oración,
Y su poder espiritual fue, la consecuencia de este estilo de vida;
Y sobre sus rodillas recibió gran fortaleza, recibió su unción…
“Solo en respuesta de la oración hay reavivamiento”; verdad conocida.
Llenos del poder de lo alto, estaban los creyentes del libro de Hechos,
El Espíritu Santo se derramó en ellos, de manera poderosa y notable;
Miles allí se convirtieron, y el Espíritu Santo llenó sus pechos,
Desde Judea hasta Galilea, la gente cambiaba de manera palpable.
“Obedecían a la fe”, muchos que fueron líderes judíos belicosos,
Fue un crecimiento fenomenal, que hizo, que muchos se enlistaran;
Pasó por sobre los límites culturales, geográficos y aun los religiosos,
Hizo que el centurión y el tesorero de Etiopía, también se bautizaran.
Unos ciento veinte creyentes se reunieron en el aposento alto,
A orar fervientemente pidiendo, se cumpliera la promesa;
Dios cumplió Su Palabra y el pueblo entró en sobresalto,
Y pensaron estaban borrachos, y les tuvieron poca gentileza.
Hoy los cristianos estamos demasiado ocupados y no oramos,
Y al estar así de ocupados, tampoco recibimos poder;
Tenemos mucha actividad y logramos poco, nos desgastamos,
Muchos cultos, pocas conversiones, tecnología y mucho por hacer.
Demasiado ocupados para orar, pero tenemos internet ilimitada,
Ocupamos mucho tiempo en las “diversiones” pero no hay oración;
Tenemos muchas excusas, para no tener una hora de orar señalada,
Pero pasamos seis horas frente a un aparato, llamado televisión.
Cristo recibía poder del Padre, para comunicarlo a nosotros,
Vivió, pensó y oró para servir, no para sí mismo, fue altruista;
De su comunión diaria con su Padre, salía para llevar luz a otros…
Recibía el bautismo del Espíritu Santo, y a los ciegos daba vista.
Cristo, en las tempranas horas de cada día era despertado,
Y sacado de su somnolencia, sus labios y alma eran ungidos;
La gracia recibida la transmitía, era fortalecido contra el pecado,
Y con frescura y poder espirituales, atendía a los afligidos.
La oración era vital en la vida de Jesús, no era una opción,
Era el medio de comunicación con el Padre, era canal de vida;
Recibía de esta manera, valor y fortaleza, contra la tentación,
Y recibía confirmación de su compromiso, para la obra prometida.
Jesús experimentaba una vivencia espiritual cuando oraba,
Su ropa de hechura humana, se volvía blanca y resplandeciente;
Su rostro resplandecía con luz celestial, se transformaba,
Era una experiencia refrescante, una relación con el Viviente.
En el monte de la transfiguración, Jesús invitó a algunos a orar,
Invitó a Pedro, Santiago y a Juan a unirse en oración con él;
Hay gran poder en la oración grupal, en este tipo de clamar,
Por eso Dios pide que se unan en oración, que ore todo Israel.
El poder que viene como resultado de las oraciones grupales,
Será de mayor poder, que la que proviene de oraciones privadas;
La unidad de los que oran y de su amor compartido, serán esenciales,
Y del amor a Dios, que revelan las almas que han sido transformadas.
Dijo Juan Bunyan: “Puedes hacer más que orar, después que has orado…
Pero no puedes hacer más que orar, hasta que hayas orado” y es cierto;
Al entrar en una intercesión ferviente, el Espíritu habrá obrado,
El milagro de su intervención hará, que nazcan flores en el desierto.
Los creyentes estaban orando, mientras Pedro estaba encarcelado,
Y Pedro fue librado milagrosamente, y él mismo estaba sorprendido;
Aunque eran difíciles las circunstancias, Dios los había escuchado,
Y Pedro entendió después, lo que realmente había sucedido.
La importancia de la oración intercesora, no la podemos olvidar,
Especialmente cuando enfrentamos desafíos, como comunidad;
Pedro estaba bajo circunstancias, que no podía por si mismo cambiar,
Pero la oración comunitaria de los fieles, cambió su realidad.
¿Por qué orar para recibir el Espíritu Santo y sus bendiciones?
¿Por qué viene a ser tan importante y tan vital la oración?
¿Tendrá que ver con nuestra libertad de escoger, con las elecciones?
¿Estará “limitado” Dios, por nuestra capacidad de elección?
En la oración, expresamos de Dios, nuestra total dependencia,
Y le damos el “permiso”, de en nuestras vidas intervenir;
Cuanto más oramos y clamamos, reconocemos su total suficiencia,
Y el Espíritu Santo nos prepara y capacita, para más recibir.
Al orar le permito al Espíritu, que mis deseos pecaminosos, crucifique,
En este gran conflicto espiritual, le permito a Dios, intervenga;
Elijo partido, me coloco del lado de Dios y le pido me edifique,
Y que con el poder de su Espíritu Santo, a mi vida venga.
“Las armas de nuestra milicia no son carnales”, sino espirituales,
Son armas “poderosas en Dios”, para obtener victoria honrosa;
En esta guerra necesitamos las armas de Dios, no las carnales,
Para ganar cada batalla necesitamos de la oración, arma poderosa.
Estamos como adventistas, involucrados en la gran controversia,
Y nuestra única esperanza de triunfo está, en la conexión con Cristo;
Nuestra vida de oración es asunto vital, no podemos estar en inercia,
Jesús así pudo triunfar, por el poder que por la oración le fue provisto.
Nosotros necesitamos, momentos especiales para la meditación,
Orar fervientemente, para recibir refrigerio en todo momento;
Aún no hemos reconocido, el valor y la eficacia de la oración,
La fe y la oración harán, que seamos fortalecidos en cada evento.
¿Cómo te ha ayudado la fe y la oración, en cada batalla y luchas?
¿Cómo has enfrentado en la gran controversia, sus retos y dilemas
¿Dónde estarías hoy, sin la oración y sus bendiciones muchas?
¿Cómo le hubieras hecho por ti mismo, al enfrentar los problemas?
Hay muchas manera efectivas de orar y una de ellas es, ir de rodillas,
Ir ante Dios con confianza plena, con su Santa Palabra abierta;
Leer unos cuantos versículos, y meditar en ellos, cual si fueran semillas,
Y dejar que se siembren en el corazón, y produzcan de manera cierta.
Puedes tomar un salmo, y meditar en su mensaje hermoso,
Léelo en voz alta, y medita en lo que Dios te dice en él;
Puedes elevar un cántico, que sea espiritual y fervoroso,
Y preguntarle a Dios, cómo es que puedes ser más fiel.
Las oraciones de David, estaban llenas de adoración y alabanza,
Meditaciones de su grandeza y acerca de su amor incomparable;
Su corazón rebozaba de alabanzas, y en adoración avanza,
Y reconocía de inmediato su poder, y su bondad inefable.
Comienza con alabanza y adoración, reconociendo su grandeza,
Agradeciendo por su bondad y reconociendo sus bendiciones;
Reconoce tus faltas y pide que perdone tu pecado y bajeza,
Y solicita su perdón, y agradécele que te quite las prisiones.
Después puedes hacer pedidos de intercesión y rogativas,
Con una actitud de sumisión, y confianza en su poder divino;
Agradece que es el Señor, y que conoce todas tus expectativas,
Y cierra la oración en el Nombre de Jesús, al Padre el único Camino.
¿Con qué derecho entramos confiadamente al Trono de la Gracia?
¿Con qué poder invocamos, el Nombre que es sobre todo Nombre?
¿Con qué osadía pedimos, al que es Creador y Dueño con abundancia?
Solamente en el Nombre de Jesús hay acceso, pues es el Hijo del Hombre.
“Presenta a Dios, tus necesidades, gozos, tristezas y cuidados,
Preséntale “tus temores, pues nunca puedes agobiarlo ni cansarlo;
Al que le estás pidiendo, él es el que tiene todos tus cabellos contados,
No es indiferente a tus necesidades, nada es grande para abacorarlo.
El que sostiene los mundos y gobierna el universo es tu Señor,
Lo que afecte tu paz interior, él lo nota y toma cuidado de ello;
Toma interés inmediato de tu necesidad, porque grande es su Amor,
Es como si fueras el único ser en el mundo, eres para él lo más bello.
Los creyentes que oran con eficacia, saben que la oración funciona,
Aunque realmente no sepamos cómo actúa, su poder es evidente;
La oración es el corazón del reavivamiento y la reforma, las acciona,
Lleva sangre vital a la experiencia cristiana, hace que lata fuertemente.
¿Por qué necesitamos orar si Dios lo sabe todo y todo conoce?
Porque es el mecanismo que nos ha dado Dios, para comunicarnos;
Él nos habla por su Palabra y con la oración el cristiano lo reconoce,
Y le expresa sus cuitas y desvelos, y podemos con él encontrarnos.
Sin la oración, no hay experiencia íntima con Jesús, hay sequedad,
Por la oración, es que podemos mejor conocerlo y amarlo;
Es la fórmula para un reavivamiento de la verdadera piedad,
Sin ella somos impotentes contra Satanás, y no podremos derrotarlo.
La oración requiere, de disciplina espiritual, de apartar un momento,
Y es agradable también, cuando se comparte con un cercano amigo;
Es funcional, si haces una lista de peticiones, para organizar el evento,
Y es maravilloso, si lo haces abrazado a otra persona, en cálido abrigo.
Mediante la oración, entendemos mejor el corazón divino, su voluntad,
Experimentamos poderosamente su presencia, y es nuestra, su fortaleza;
Es un canal de bendiciones, que nos lleva a anhelar su santidad,
Por el poder del Espíritu Santo, que por la oración sincera empieza.
Los corazones endurecidos y las mentes encallecidas, la desconocen,
Sin la oración, el reavivamiento espiritual no procede, no ocurre;
Es necesario que tengas tus “Getsemanís”, que tú y la oración conocen,
Para que reposes en oración, y que el Espíritu su bendición susurre.
Cuando nos acercamos a Dios en oración sincera, Él responderá,
Si nos acercamos en unidad, para su gloria y honra, Él escuchará;
Cuando nos unimos para hacer su voluntad, Él atenderá,
Cuando dos o tres se reúnen en su Nombre, él contestará.
Hoy como ayer, la oración es la única opción de vida,
Es la oportunidad de abrirle el corazón a Jesús. Como un amigo;
Es la manera de mantener el canal de comunicación en forma debida,
Es el arma más defensiva que tiene el cristiano, contra el enemigo.
Ya cuando estemos en el cielo, de la oración, nos despediremos,
Porque la presencia de Cristo será entonces, real y constante;
Ya Dios tendrá su trono en medio de su pueblo, y cara a cara le veremos
Y no habrá ni velo, ni cosa alguna, que opaque su figura amante.
Hiram Rivera Méndez
9 de julio de 2013
Toa Alta, Puerto Rico
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