¿Sabías que las flores tienen mucho más que bellos colores y maravillosos aromas? Ellas tienen su propio lenguaje. Pueden muy bien reflejar lo que estás pensando o lo que estás sintiendo por esa persona especial. Siempre nos acompañan a lo largo de nuestra vida, en el nacimiento, matrimonio, graduaciones e incluso la muerte. Siempre se le ha asociado a las flores con las mujeres, porque tienen cualidades similares delicadeza, belleza y más que todo el símbolo de vida. En la religión Budista, el Dios Buda nace de una flor llamada "nenúfar". Las flores son un método de comunicación que ha sido creado por las mujeres. A finales de la Edad Media, las flores se usaron muchísimo por los Cristianos durante la época del Renacimiento. A los hombres se les pintaba muy a menudo con un clavel en las manos, que era un símbolo de fidelidad. Podemos decir que el idioma de las flores se desarrolló por centurias, tuvo un gran apogeo en la época Victoriana. Durante este tiempo, debido a los estrictos protocolos, era casi imposible expresar abiertamente ninguna emoción, deseo o pensamiento. En lugar de esto, se había desarrollado un lenguaje basado en el significado de las flores. Pequeños ramos de flores o alguna flor solitaria, enviaban mensajes de profundo cariño para la persona que los recibía. Un par de ejemplos: Un ramo de glicinias era un signo de amistad o un ramo de narcisos entregaba un mensaje un poquito más comprometedor. Regalarle a alguien algo de lirios del valle acompañados de helechos significaba: "Tu carisma interna es fascinante para mí". En caso de furia contra alguien podía intercambiar algunos sentimientos de enojo enviando un ramo de capuchinas o las flores del árbol de fresas que demostraba mala intención. El lenguaje de las flores se volvió cada vez más complejo así que algunos pequeños libritos de mano se crearon para ayudar a las personas a entender sus significados y darles una mayor oportunidad de expresarse ellos mismos con flores. El libro “Le Language des Fleurs” por Madame Charlotte de la Tour en 1819 fue el primer libro de este tipo escrito del tema, en la era moderna, pero el más popular que es un recurso muy bueno todavía es "El lenguaje de las flores" de Kate Greenaway de 1884. En el siglo XXI las flores siguen siendo una muy buena forma de expresar nuestros sentimientos.